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Queridos hijos Míos:
Cuando Yo llego a su encuentro, los Cielos se abren para revelar sus preciosos misterios a través del poder de Mi Corazón Inmaculado. Es de esa forma que, a lo largo de estos últimos siete años, Yo los aproximé muy cerca del Corazón de Dios para que lo pudieran sentir, amar y conocer como su único y verdadero refugio.
Por este fin mayor es que hoy, nuevamente, Yo Me presento a todos ustedes, Mis queridos hijos, como la Madre de la Infinita Misericordia. Deseo darles a conocer cuán infinito es el Amor de su Padre Eterno, cuán infinita es Su Misericordia para esta era de la humanidad y cuán infinita es Su Piedad; porque Él, en nombre del Salvador de almas, Me envía para entregarles aquí, en América, Mi último llamado.
Hijos Míos, cuánto deseo tenerlos todo el tiempo en Mis brazos, porque así el latir de Mi Corazón les demostrará confianza plena y gratitud por estar junto a la Reina del Cielo y de la Tierra; pero esto solo lo reconocerán después de que todo haya pasado.
Yo vengo como su Virgen Madre; vengo como la Madre de la Infinita Misericordia; llevo sobre Mi mano izquierda el esplendor de Mi Inmaculado Corazón, pues él se ha ofrecido como mediador a los pecadores del mundo.
Mi Presencia maternal viste una larga túnica celeste de Luz hasta los pies, esto representa que la Señora de la Paz está revestida de Cielo, para que todos Sus hijos puedan ver nacer en ellos el cielo interior.
Llevo sobre Mi cabeza un largo velo hasta los pies, azul como el mar. Quiero anunciarles, a través de esto, que Yo soy la Madre de los navegantes, soy la Estrella que alumbra a todos los corazones que buscan el puerto de la salvación.
Así soy Yo, la Madre de la Infinita Misericordia, descalza ante ustedes, lo que representa que Mi única riqueza es el Señor. Así deberá ser también para ustedes a partir de estos tiempos; porque nada podrán llevar de este mundo, solo sus corazones se elevarán en el momento cierto y en la hora marcada por Dios, para que formen parte de la memoria celestial de los santos y de los bienaventurados.
Ahora, hijos Míos, miren con ojos de Misericordia al mundo entero. Él lo necesita, libérenlo de la fuerza del pecado que lo abraza, sean misericordiosos, recen a Mi Corazón todos los días para que Yo pueda interceder por todos, imploren a la Madre de la Infinita Misericordia por medio de la siguiente oración:
Oración a la Madre de la Infinita Misericordia
Para pedir la Gracia y la acción de la Infinita Misericordia de la Madre de Dios
¡Oh, Madre Purísima de la Infinita Misericordia!,
que Te dignaste venir del Supremo Cielo en nuestro auxilio,
ayúdanos a ser libres de nosotros mismos.
Fortalece nuestra fe,
para que podamos cumplir con el Sagrado Propósito.
Protege día y noche el caminar de nuestros pasos.
Libéranos de las amarras del mal.
¡Oh, Sagrada Madre de la Infinita Misericordia!,
que revelaste el poder de Tu Faz
sobre los sagrados suelos de Aurora.
Que Tu Santísimo Corazón
renazca en nuestros corazones.
Que Tu bondadosa mirada de Madre
guíe el camino interior que debemos recorrer.
Que Tus benditas manos bendigan la misión mayor
que debemos cumplir.
¡Oh, Madre de la Infinita Misericordia!,
que Tu Corazón nos una al Corazón Glorificado de Cristo
y que nada nos separe de Ti,
para que, en el día del gran Retorno del Redentor,
glorifiquemos por siempre la Gracia de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por venir al encuentro de Mi llamado!
Los bendice, en el Amor Mayor,
María, Madre de la Infinita Misericordia
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más