Martes, 12 de febrero de 2019

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijos Míos:

Me alegra saber, desde lo profundo de Mi Corazón, que Yo volveré a estar con ustedes en el próximo mes de marzo para que, de Madre a hijos, compartamos nuevamente las Gracias de Dios.

Me alegra saber que hoy se reunirán, una vez más, para orar y clamar por la paz, la Misericordia y la Justicia para el mundo.

Me alegra saber y ver los esfuerzos que realizaron todos los días y, en especial, en estos últimos meses por su humanidad y por el planeta a través de la Oración por la Paz en las Naciones.

Me alegra saber que existen almas decididas, dispuestas y adheridas a la Jerarquía Celestial para poder llevar adelante la manifestación del Plan Divino en la Tierra.

Por eso, queridos hijos, hoy les doy las gracias desde lo profundo de Mi Corazón, y Mi Rostro hoy no llora por el mundo indiferente, sino que llora de alegría por la recepción y por la respuesta de Mis hijos al llamado de la Madre de Dios.

Los impulso a seguir construyendo el Plan para estos próximos meses, porque desafíos y compromisos más grandes y determinantes llegarán para todos, a fin de que sigan madurando en la fe, en la oración y en la comunión interna con el Corazón Sagrado del Padre Celestial.

Sepan, Mis queridos hijos, que estoy con ustedes en las alegrías como en las dificultades, en los triunfos como en las derrotas.

Que siempre reine en ustedes el Amor de Dios, que el Amor del Padre Eterno los impulse a vivir los desafíos y a trascender las pruebas cruciales de estos tiempos.

Yo estoy con los orantes, con cada corazón y alma que día a día se abre para descubrir el misterio de orar con el corazón.

Sigamos caminando firmes hacia la meta, porque el planeta y toda la humanidad necesitan de seres de amor, de almas que vivan el amor y lo difundan para poder disolver el dolor y el sufrimiento generado por el caos y por las guerras en las naciones.

Recuerden, hijos Míos, que al final de todo Mi Inmaculado y Materno Corazón triunfará.

¡Les agradezco por responder y por vivir Mi llamado!

Los bendice bajo el Amor de Dios,

Vuestra Madre, María Rosa de la Paz