MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy, hijos, con el Niño Jesús en mis brazos, vengo a hacerles un pedido especial.

Ya no resta mucho tiempo para que Mis palabras resuenen en el mundo. Ha llegado el momento de Mi silencio para que, así, la voz de este pequeño Niño pueda hablar más alto, para que Sus designios sean escuchados y Su Verbo se torne Ley.

Pero, antes de silenciar Mi Casto Corazón, vengo a pedirles que acuñen una medalla, la Medalla del Castísimo Corazón de San José. Una medalla que guardará en sí todos los méritos alcanzados en Mi vida y en la eternidad de Mi Corazón, una medalla que será la protectora de las familias y la guía para la evolución de las almas, una medalla que les recordará la pureza de sus corazones y protegerá sus esencias para que no pierdan la paz en los tiempos de transición.

La Medalla de Mi Casto Corazón llevará grabada Mi imagen con el Niño Jesús en Mis brazos. Él estará en Mi brazo derecho y los lirios que llevo, como símbolo de castidad, estarán en Mi mano izquierda. A Mis pies escribirán: Castísimo Corazón de San José, rogad por nosotros.

Atrás, la Medalla llevará Mi Corazón como un puente hacia Mi Relicario espiritual. Mi Corazón, con tres lirios, representará la unión que experimenté, como siervo de Dios, con la Divina Trinidad.

Con esta Medalla, hijos, se cumplirá el legado que debo dejarles como Padre y Amigo.

Aquellos que lleven consigo esta Medalla llevarán por el mundo los Dones y las Gracias alcanzados por Mi Corazón.

Como promesas divinas, les digo que aquellos que lleven la Medalla del Castísimo Corazón de San José:

1. Encontrarán la paz en los tiempos de tribulación.

2. Alcanzarán la sabiduría interior por medio de la humildad y de la entrega.

3. Encontrarán el camino para retornar al Padre a través de una simple oración.

4. Serán protegidos de toda oscuridad.

5. Alcanzarán la Gracia y la protección para sus familias.

6. Vivirán bajo el espíritu de la humildad y de la mansedumbre de Mi Casto Corazón.

7. A través del silencio descubrirán el amor insondable de Dios y beberán de Su Fuente Divina.

Con alegría en Mi Corazón, les dejo este pedido que Me gustaría ver cumplido el 19 de marzo de 2020, cuando recibirán de Dios una Gracia especial y una expiación divina.

Les dejo Mis bendiciones y Mi paz.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, HACIA PALERMO, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Dios encomienda una misión para la humanidad, no solo mide sus posibilidades de cumplirla, sino también la urgencia de los tiempos y de los días, urgencia de que las almas despierten y reciban una oportunidad de redención, urgencia de que las naciones sean aliviadas de la oscuridad que las rodea para que, como pueblos, puedan cumplir su parte en la evolución del planeta. 

En este tiempo, hijos, Dios Creador les pedirá que cumplan Su Plan basándose en su entrega absoluta, en su sacrificio y amor. Porque a pesar de toda la crisis que hay en el planeta en los niveles materiales, mucho mayor es la crisis espiritual y planetaria y esta es la que define el destino de las almas, de la humanidad como raza y del planeta como Creación Divina. 

Una y otra vez, les pedimos que eleven sus consciencias para que comprendan porqué y para qué están en este mundo. Hay una evolución mayor para ser vivida, más que una instrucción, más que una experiencia. 

La vida superior ya no debe ser misteriosa para los discípulos de Cristo. La instrucción que recibieron debe comenzar a vivir en sus consciencias, porque solo de esa forma sabrán lidiar sabiamente con las dificultades de la vida y medir sus prioridades, no por la sobrevivencia humana, sino por la evolución universal.

Sé que lo que les digo puede ser incomprensible en este momento, pero mediten sobre Mis palabras y pidan al Padre la Gracia no solo de conocer Su Verdad, sino también de vivirla y expresarla mientras haya tiempo. 

Ya no habrá vida para sostener, ya no habrá planeta para salvar si las almas no se liberan de la indiferencia y abrazan el Propósito Divino. Por eso oren, sirvan y profundicen cada día en el despertar de sus consciencias. Así, podrán cumplir lo que vinieron a cumplir en este mundo.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo 

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Imagen del Casto Corazón de San José

La Imagen de Mi Casto Corazón debe ser contemplada por aquellos que buscan la humildad, la simplicidad, la madurez de espíritu y el despertar del espíritu de servicio y de caridad.

Esta Imagen representa el momento en que Mi Casto Corazón pronunció Su "sí" a Dios y aceptó, a pesar de Sus imperfecciones, cumplir con la Misión que Dios le había encomendado.

Esta Imagen es el símbolo de que, para servir a Dios, hijos, no es necesario ser perfecto, porque la Perfección, que proviene del Padre, se va manifestando en el alma y en el corazón en la medida en que el ser se decide a caminar.

Delante de esta Imagen deben pedirle al Padre la Gracia de saber decir "sí" a pesar de la aparente osadía de Sus Planes. Porque hoy les digo: no es Dios el que les pide grandes cosas, son ustedes los que no conocen el propio potencial, no saben de sí mismos y piensan que no pueden dar lo que Dios les pide.

Delante de esta Imagen oren la "Novena para comenzar los Nuevos Ciclos Espirituales" y dejen que Mi Corazón los inspire para que puedan decir "sí" y conocer de ustedes mismos lo que hasta hoy está oculto y les es desconocido.

El Relicario de Mi Corazón representa el Plan de Dios consumado en la imperfección humana. En él colocaré todas las Gracias que el Padre Me concedió para cumplir con Su Voluntad y delante de él, hijos, orarán no sólo por sí mismos, sino por toda la humanidad para que esos Dones de la Entrega y de la Rendición, que hicieron que este Corazón se tornara un triunfo Divino, puedan llegar a cada uno de sus hermanos en todos los rincones del mundo.

Por medio de la Imagen de Mi Casto Corazón y del Relicario de Mi Corazón, el Creador les concede dos nuevas y únicas Gracias para que sepan que todo lo que necesitan para tornarse una victoria celestial está al alcance de ustedes.

Les pido, hoy, una pequeña réplica del Relicario de Mi Casto Corazón para que él peregrine por el mundo y esté en todos los altares de Mis Apariciones. Porque en ese Relicario colocaré los Dones que la humanidad necesita para renovarse, patrones de conducta de una nueva vida que se irradiarán a las naciones y a los continentes como un terafín de la Nueva Humanidad, para que aquellos que lo contemplen y oren delante de él, alcancen la Gracia de saber y de vivir lo que realmente son.

Yo los amo, los bendigo y les agradezco por manifestar esta Obra de Milagros y de Gracias en este mundo.

Su padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros en Cristo:

Sé que muchos creen que repetimos las mismas palabras muchas veces y se preguntan por qué hacemos esto. ¿No será porque aún no se abrieron para la esencia de la Enseñanza y siguen en la superficialidad de entenderla, pero no en la profundidad de vivirla? ¿Será porque siguen con la información dentro de la mente, creyendo que saber es lo mismo que ser? 

Yo vengo a hablarles sobre el silencio, que es tan poco comprendido y vivido por la humanidad, sobre todo en el Occidente del planeta.

Vengo a hablarles sobre el silencio como una búsqueda del vacío y del camino a la humildad. Quiero que comprendan el silencio como algo que los saca de sí mismos y no algo que los encierra en el propio ombligo.

El silencio mal vivido los vuelve egoístas, llenos de juicios sobre los demás y con un sentimiento sutil de superioridad. Ese es un falso silencio, que calla la boca pero que descontrola la mente y los aspectos más bajos del ser. Ese es un silencio forzado, un silencio que oprime, un silencio que, partiendo de la falta de paz y al generarse por medios forzados y conflictivos, jamás dará paz al espíritu y menos aún al planeta.

El silencio del que les hablo es aquel que el alma comienza a buscar cuando ya no encuentra salida para sus imperfecciones y ya no soporta estar consigo misma. Por eso, camina ávida hacia la elevación, hacia el Dios que es el Verbo y, al mismo tiempo, es el propio Silencio, que ampara todo lo que fue creado en Su misterioso Sonido sin ruido.

En estos tiempos de purificación, el silencio será una llave maestra que, combinada con el servicio y la caridad fraterna, nunca permitirá que ustedes pierdan el camino.

En medio de tantas imperfecciones, que al mismo tiempo son tan palpables y tan ilusorias, el alma solo podrá salir de la confusión que la envuelve buscando el silencio, silenciando el tumulto de la expurgación interior, para vivir la propia evolución de una forma más armoniosa y pacífica, más consciente y efectiva. 

Ustedes no deben buscar el silencio como mutismo y pensar que ya está todo resuelto. El silencio es el medio, la elevación es lo que los motiva, y el encuentro con Dios es la verdadera meta.

Si viven el silencio con la intención de elevarse para traer un poco más de paz para el mundo, ayudarán a la humanidad a dar sus pasos. Y si, además del silencio, viven la caridad fraterna, sabrán cuándo las palabras serán necesarias.

El hablar se volverá un acto de caridad. Sabrán el momento de reír, de estar sobrios, de dar un aliento o de recogerse, de emitir un parecer o de solo observar.

Yo los llamo a buscar el equilibrio por amor al planeta y no solo por ustedes mismos.

Si ya están cansados del propio abismo, intenten estar más silenciosos, en una búsqueda permanente del Dios que se esconde en Su Creación.

Si aún no comprendieron lo que Yo les dije hoy, experimenten vivir estas palabras y vuelvan a leerlas pasado algún tiempo.

Verán cómo la consciencia se encontrará en otro punto de comprensión.

Su padre e instructor, amigo del silencio que lleva a Dios y que les muestra a los corazones las necesidades más profundas del prójimo.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Quédate en paz y escucha en el silencio del corazón Mis palabras, que son las Palabras de Dios, expresadas por Sus Mensajeros.

Entra en la Consciencia Divina, en oración, y encuentra ahí todo lo que necesitas para dar tus pasos rumbo a la transformación de la vida.

Queridos compañeros, para encontrar a Dios, es necesario que jamás pierdan la paz en sus corazones. No permitan que las tribulaciones del mundo los perturben y, siempre que sientan que están comenzando a apartarse de Dios, silencíense y entren en oración. Recuerden, entonces, la Presencia de los Sagrados Corazones en sus vidas y permitan que todo lo que ya fue depositado en sus esencias pueda surgir y ser un auxilio.

Para que permanezcan en el camino sin titubear y alcancen la meta colocada por Dios, jamás pierdan la paz en sus corazones, mas luchen contra sí mismos para que la paz se establezca en su interior.
En el espíritu de la paz encontrarán todas las respuestas que necesitan y servirán de instrumentos en las Manos de Dios, para llevar la paz a los que la perdieron o a los que nunca la encontraron. Que este atributo de la paz, primordial en estos tiempos, sea el mayor tesoro en el corazón de los que siguen a Cristo.

Yo los amo, los guío y los bendigo siempre.

Su padre e instructor,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ,TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros y siervos de Dios:

Hoy los invito a meditar con la esencia del corazón en todas las gracias que recibieron y que siguen recibiendo incluso en la actualidad. Los invito a meditar en la verdadera razón por la cual fueron congregados por los Mensajeros Divinos y en cuál es el potencial que está oculto en el interior de cada uno y que, en este tiempo, Dios aspira a revelarles.

Sepan, Mis amados, que no vengo al mundo para instruir solo a una parte de la humanidad, para que se vuelvan más sabios y tengan una vida un poco más pacífica para disfrutar. Mi Casto Corazón tiene una misión clara, que Me fue entregada desde el principio de Mi llegada a este mundo. A pedido del Altísimo Señor, vengo a abrir la consciencia humana y a proporcionarle la posibilidad de vivir según la Voluntad del Creador.

Vengo para que poco a poco, gota a gota, la humanidad deje de ser una llaga en el Corazón del Padre y sea la concreción de Su esperado Proyecto, predilecto en el Reino de los Cielos.

La responsabilidad de los que Me escuchan es inmensa y no cabría en sus mentes, ni tampoco en sus pequeños corazones. Es por eso que, día a día, los Mensajeros Divinos los invitan a confiar en las Palabras de Dios, pronunciadas por los Sagrados Corazones, porque la verdadera esencia y razón por la cual llegamos a este mundo todos los días difícilmente ustedes podrán comprender.

Sepan que el Creador cuenta con pocos soldados dispuestos a seguirlo incondicionalmente; dispuestos a dejar atrás lo que fueron, para renacer en un nuevo hombre, completamente
opuesto a lo que hoy se expresa en el mundo.

En medio de una humanidad ignorante y ciega, los pocos que intentan mantener la fe están siendo sofocados por los ejércitos de la oscuridad, y ustedes están delante de la Voz de Dios, que los instruye día a día, para que sean simples de corazón y humildes, porque esa es la única manera de equilibrar todo lo que hoy sucede en el mundo.

Por más que les parezca increíble y a veces absurdo, Yo les digo, compañeros, que el Creador cuenta con cada uno de los que son capaces de escuchar Su Voz y seguirla. Y sus esfuerzos diarios para transformarse, aunque sean mínimos, son colocados en la balanza del Juez Celestial.

Todas las instrucciones que les traigo son para aplacar la Justicia que descenderá sobre el mundo; mas, para eso, no solo deben encontrar bellas las palabras de los Mensajeros de Dios, sino también vivirlas. Si no fuese así, ¿de qué valdría que vengamos al mundo?

Yo los guiaré y entregaré Mis últimos impulsos a la humanidad, en la divina esperanza de que al menos un alma escuchará y vivirá lo que tengo que decir y enseñar.

Ruego al Padre todos los días por el despertar de los corazones; para que al menos unos pocos descubran cuán simple es seguir los Pasos de Dios y cuán verdadera es la libertad celestial que se encuentra al abandonar lo viejo y abrirse para ser una semilla de la Nueva Humanidad.

Yo los amo y los guiaré incansablemente.

San José, fiel pacificador de Dios

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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