Martes, 6 de agosto de 2013

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS, DURANTE LA PRIMERA MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Queridos corazones Míos:

A lo largo de este tiempo Yo he derramado Mis Gracias sobre ustedes y así, silenciosamente, Mi Espíritu ha trabajado con sus seres al igual que un agricultor que siembra la tierra.

Queridos compañeros, en esta hora de Misericordia, Yo les pido una sólida fe, para que ella derrote a los atavismos que separan a las almas del mundo de Dios.

Mi Corazón les agradece por este encuentro de hoy, porque la Maratón de la Divina Misericordia se gestó en sus pequeñas consciencias y los frutos ya están maduros en algunos de los Míos. A los que aún les falta madurar, los guardo en el Templo de Mi Corazón esperando un mayor despertar espiritual. 

Mi manantial de salvación no solo se derramó victorioso sobre América durante estos dos días, sino que también Europa y Oriente recibieron esta Gracia redentora.

Los invito a comprender, en Mi Sabiduría, el poder de Mi Amor por ustedes. No descansaré ni un día hasta alcanzar lo que quiero de ustedes. Por eso, hoy Yo los pruebo en cosas imposibles para que decidan en esta última hora dónde quieren estar.

Mi Corazón está dentro de ustedes todo el tiempo que Me lo permiten. También está en la Eucaristía, así como en la Confesión. No teman verse tal cual son, porque el tiempo de Mi Gracia ha llegado para aquellos que solo Me digan sí.

¿Qué camino recorrerán si no el Mío?

Yo Me encuentro, día a día, al lado de ustedes para decirles verdaderamente qué es lo que quiero de sus vidas. A muchos santos Yo les pedí cosas imposibles, ahora Yo les pido a Mis compañeros desafíos y entregas inalcanzables.

En todo esto está Mi ciencia cósmica, Mi Luz Celestial; Yo sé cómo son ustedes en realidad y cuánto Me podrán dar. Por eso, vengo todos los días desde el universo para entregarles Mi absoluta confianza y Mi santidad.

Los Nuevos Cristos deberán aparecer en los tiempos de caos.

Agradezco a todos los orantes del mundo y espero que esta Maratón de la Divina Misericordia peregrine por las naciones del mundo, para que más almas se preparen conscientemente para recibirme en Mi segunda y gloriosa Venida.

Estoy con ustedes. Estoy aquí por ustedes. Estoy en sus corazones. 

Paz y bien para todos. 

Bajo la Gloria del Padre, gracias por hoy ser bienaventurados.

Cristo Jesús, el Rey Universal