APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SOROCABA, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo vengo al mundo a traerles la paz a las naciones, el fin de las guerras en las familias, en los hogares y en los corazones, y en todos los pueblos que sufren el gran castigo del fin de los tiempos.

Yo vengo a instaurar la devoción a Mi Inmaculado Corazón en toda América y, hoy, después de haber estado en Medjugorje celebrando con toda la humanidad Mi aniversario mundial, en esta noche de Gracias, vengo a su encuentro a derramar nuevamente Mi Luz sobre el mundo.

Dios quiere de sus corazones lo mejor y lo bueno; por eso, los invito, queridos hijos, a vivir el camino de la caridad y también el camino de la oración del corazón.

Si viven estas cosas, tan simples pero importantes, sus deudas se disolverán de la cuenta de Dios y sus hogares se abrirán para recibir Mis Gracias especiales, aquellas que Yo deseo instituir en sus corazones y almas.

Como Reina de la Paz, los reúno a todos en Mi Cenáculo Sagrado, porque a través de Mi Corazón Inmaculado, queridos hijos, hoy están celebrando Conmigo la Comunión con Mi Hijo.

Dios Me ha permitido de forma especial, hijos Míos, traer la Sagrada Custodia Universal, el Gran Cuerpo Glorificado de Cristo, la Preciosa Sangre del Señor Jesús Cristo que debe ser contemplado en este tiempo definitivo.

Con alegría, vayan a sus parroquias y adoren al Señor. Él espera, hace tanto tiempo, escucharlos con detenimiento, escuchar sus oraciones y sus problemas. Dios desea, a través de los Sagrados Corazones, que la humanidad se pueda salvar nuevamente y la Señora de la Paz, la Reina Universal, quiere evitar la Ley de Dios sobre el mundo, para que la humanidad pueda emerger nuevamente del Corazón de Dios y ella ingrese en el Corazón del Padre a través de una profunda comunión que ustedes deben vivir, queridos hijos, en este tiempo más que nunca, para que el mal se pueda apartar de sus vidas y se pueda establecer en sus familias la misma unidad divina que vivió la Sagrada Familia de Nazaret.

Como Reina de la Paz, hijos Míos, Yo los invito a ingresar a Mi Universo de Paz. Por eso, no será necesario, hijos amados, que Me puedan ver con sus ojos físicos. Yo deseo que puedan sentirme con sus corazones y permanecer en Mi devoción eterna.

Oro por todos ustedes, día y noche. Desde el Reino Celestial envío a Mis Ángeles Custodios para que puedan protegerlos y acompañarlos; pero, en este tiempo tan especial que vive el mundo, Yo necesito que ustedes den el gran sí al Señor, así sus vidas cambiarán prontamente y sus familias se renovarán por la acción amorosa del Espíritu Santo.

Queridos hijos, al igual que en otros tiempos pasados, en los que Yo Me aparecí a otros videntes en el mundo; hoy, les anuncio, hijos amados, que despierten a este Mi último llamado, que sus ojos se puedan abrir a la Luz que viene del Cielo, que sus corazones puedan escuchar Mi Mensaje especial, el Mensaje que Yo tengo para este tiempo actual.

Vivan los Sacramentos, hijos Míos, y si se han olvidado de alguno de ellos, vuelvan a vivirlos prontamente, así estarán unidos al Padre y al Universo Celestial.

Yo deseo, en sus vidas, un camino de conversión, conversión que abrirá la puerta para vivir la redención, pero en este tiempo solo bastará la oración del corazón.

Yo, como su Maestra de la oración, vengo a enseñarles ese camino tan simple y sincero, el mismo que Yo aprendí cuando estuve con ustedes en el mundo. Aun llevando a Jesús en Mis brazos no dejaba de contemplar la grandeza del Señor. Así, podrán entender, queridos hijos, que en sus quehaceres diarios pueden contemplar al Señor. Dios contempla, con grandeza y amor, cuando Sus hijos se esfuerzan sinceramente.

Que sus corazones sean espejos de oración, que sean luceros para este mundo que está a oscuras. Esto es posible, queridos hijos; si ustedes lo hicieran así, no se reconocerán en poco tiempo, porque en sus rostros brillará la Luz de Mi Hijo y en sus corazones palpitará el Amor de Cristo.

Recen por todos los sacerdotes, por toda la vida religiosa universal. Yo vengo a instituir, en este fin de tiempo, un gran pedido que Me ha hecho Mi Hijo Jesús: unir a través del corazón y de la oración a todos los pueblos que están dispersos en el mundo. Si eso sucediera así, a través de su permiso y su acción amorosa, nuevas Leyes de Misericordia descenderán sobre el mundo y ya no será necesario que sufran más, queridos hijos.

Yo vengo a su encuentro como Mediadora Universal. Deseo desde hace tanto tiempo que puedan vivir en Mi Corazón; pero verdaderamente les digo, queridos hijos, que muchos de ustedes se han olvidado de Mi llamado.

Por eso, a través del Amor Materno que imparto a todos los corazones, Yo vengo a recordarles, queridos hijos, este importante llamado de buscar la paz del corazón. Así, se ayudarán a ustedes mismos y esa Gracia especial que viene desde el Cielo se expandirá por sus familias y amigos.

Ustedes saben, queridos hijos, que muchos de Mis hijos están sufriendo, en este tiempo, problemas espirituales que se agravan en las almas, enfermedades que aparecen en los cuerpos de Mis hijos, que parecen incurables. 

Busquen el camino de la oración, así encontrarán el camino de la cura. El Don de la Ciencia del Espíritu Santo les mostrará el camino para vivir su redención y, de esa forma, Mis amados niños, liberarán sus corazones de todos los males que viven.

Hoy, les pido, queridos hijos, que no abran las puertas al mal. El Cielo los convoca para algo especial, el Infinito Dios viene a su encuentro a través de Mi Corazón Inmaculado.

Yo Soy la misma de Nazaret, queridos hijos, la misma que apareció a lo largo de los siglos. 

Mediten en este acontecimiento especial que viven hoy. Hagan lectura de los acontecimientos y así, en el silencio del corazón, en la profunda oración del corazón y en la fe permanente, comprenderán todo lo que hoy les digo y entenderán porqué Yo vengo nuevamente al mundo. Es una gran necesidad del Padre, en Su Majestuosa Voluntad, que todos Sus hijos se vuelvan hacia Su Corazón.

Miren con los ojos abiertos el horizonte que está despertando, la luz del amanecer que está emergiendo. Yo Soy el Sol que los alumbra en la oscuridad, Soy su Estrella Guía.

Aférrense a Mis manos, queridos hijos, así Yo podré envolverlos con Mi Manto Sagrado y así, como Yo lo hice en Guadalupe, uniré a todos los pueblos como uno solo, disolveré el mal de los corazones, porque resurgirá la fe verdadera en todos los hijos que han creído en Mi Palabra.

En esta noche de Gracias, no los dejaré de bendecir. Vengo a derramar Mi Gracia Maternal sobre ustedes, a colocar Mis manos sobre sus cabezas, implorándole a Mi Hijo por Su Misericordia; de esta forma, sus familias, queridos hijos, serán premiadas por Mi Luz Maternal y se volverán a unir en el amor.

No se olviden de buscar el amor del corazón, así se librarán de vivir los sentimientos humanos. Dios decía que, a través de su fe, todos sus hermanos, sus familias, sus amigos y conocidos se volverán a unir; y esto será posible cuando vivan una vida de oración permanente, entonces a sus casas llegarán las necesidades de otros hermanos y podrán envolverlos con el poder de la oración para que la cura se pueda establecer en esos corazones.

Sé que muchos esperaban milagros. El verdadero milagro de Dios, queridos hijos, para este siglo XXI, es que Me haya permitido volver a su encuentro, especialmente en esta parte de América, anunciándome como la Reina del Sol, la Mujer que viste los Rayos Dorados del Padre, la Sabiduría del Padre y Su Misericordia para que sean derramada sobre el mundo.

Yo busco, de sus corazones y almas, la sinceridad verdadera. Mis ojos contemplan todas sus necesidades. Yo deseo que, todos Mis hijos, den el paso hacia el Plan de Dios a través del corazón, de la fe y de la oración en una profunda comunión con Cristo; porque si así lo hicieran, recibirán la Gracia que tanto buscan.

Dios tiene muchas cosas buenas para ustedes. Él ya ha golpeado la puerta de sus hogares, pero en este tiempo envía a Su Mensajera Fiel en nombre de Jesús, Cristo el Redentor, para despertar a aquellos que duermen en este mundo por la fuerza que ha tenido la ilusión de esta humanidad y que, a través de las modernidades, hipnotiza a Mis hijos, haciéndoles perder el camino de la fe.

Por eso, hoy les vengo a anunciar que están a tiempo de retornar a la Casa del Señor.

Les agradezco profundamente, queridos hijos, este preparativo que le han hecho a Mi Corazón.

En esta noche sagrada de fe, Yo vengo a entregarles Mi Amor, la fe que sus corazones necesitan y la cura que necesitan sus almas para poder seguir caminando en los caminos del Señor, en los Planes de Dios y en Su magnífica y amorosa Voluntad.

Yo Me anuncio a ustedes como su Madre, no quiero hacerles ningún mal, sino que sientan el resplandor de Mi Corazón Inmaculado.

Queridos hijos, todo esto es verdadero cuando los corazones se abren a la fe. Los necesito como Mis servidores y apóstoles del nuevo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora está orando por nosotros y por la ciudad de Sorocaba.

 

Hoy, les digo, queridos hijos, como lo ha dicho Mi hijo, que los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos, los que cerrarán la puerta para los que se han quedado atrás, y todos estaremos juntos en la promesa del Paraíso, del Reino de Dios.

Vengo también, en esta noche, a bendecirlos, y Me uno al corazón de todos Mis hijos, confirmando su fe ante el Altísimo Señor. Esto es lo más importante, queridos hijos, que la llama de su fe nunca se apague. Por eso, hoy les pido, que los hijos que están sentados en la última fila de este salón se aproximen para la bendición en este altar, y todos aquellos que lo sientan lo pueden hacer. Pero llamo de forma especial, a este altar más cercano, a los nuevos Hijos de María, que nuevamente son el ejemplo de la conversión y del Amor de Dios manifestado por el poder de la fe y de la oración.

Cantemos.

 

Canción: “Nuestra Señora”.

 

Cuando el alma canta se une a Dios instantáneamente y el Universo Celestial se manifiesta en Su corazón, creando la perfecta unidad entre las criaturas y Dios. En las cosas más simples y humildes se encuentra la verdadera llave que los llevará a la salvación.

Mis muy amados hijos, por la autoridad que Dios Me ha dado y bajo la protección y el amparo del Arcángel Rafael, de todos los ángeles del Cielo que glorifican perpetuamente al Señor, por el poder de Mi Inmaculado Corazón y por la fuerza imperiosa de la Misericordia de Cristo, Yo los bendigo en esta noche celestial, derramando lo más puro de Mi Corazón sobre sus corazones; y espero encontrarlos, prontamente en el Cielo, después de haber vivido sobre esta Tierra la gran experiencia de amor y de perdón.

Únanse, en este tiempo. Mi Corazón Inmaculado los ayudará siempre que Me abran la puerta del corazón, que es el camino directo a Dios, la bendición eterna de Nuestro Padre y del Amor predilecto del Señor por todo lo que Él creó desde el principio.

Yo Soy la Madre del Principio y del Fin, Soy Quien los esperará con alegría y con amor para abrazarlos fuertemente, para que reposen sus cabezas en Mi Corazón y así, que con sus oídos internos puedan sentir el palpitar de Mi Corazón Inmaculado que es el único motivo de su alegría en esta vida.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Recen el Rosario todos los días, la paz se necesita en este mundo y el fin de la guerra espiritual también. Así, la Misericordia del Señor descenderá y en el corazón del universo seremos Uno solo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias hijitos, por responder a Mi llamado!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de nuestra Madre Santísima, para cerrar este encuentro con Su Corazón Inmaculado, vamos a escuchar y vamos a cantar el “Himno de Medjugorje”.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Y para cerrar, vamos a cantar todos juntos “María de Nazaret”.

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, REINA DE LA PAZ Y ESTRELLA DE LA MAÑANA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

¡Alabado sea Jesús en el mundo y en todo el universo, principalmente en los corazones que más lo necesitan!

Con alegría y gozo, retorno al Centro Mariano originario de Mis primeras Apariciones en América, la Madre del Cielo retorna al corazón de los hijos que le abrieron la puerta, al igual que en Medjugorje, para que se escuchara la cálida voz maternal de la Virgen María.

Por eso, Mi Corazón escogió estos dos próximos meses para que aquellos hijos, que hace ya algunos años escuchan Mi llamado, puedan recibir la restauración para la continuidad de Mi Obra materna en América y en el mundo.

Hijos Míos, en esta semana, les pido que concentren sus oraciones en las cinco Llagas que llevó marcadas Mi Hijo Jesús, mediante su oración diaria.

Como Madre les pido que adoren estos cinco signos preciosos, porque sí así lo hicieran ayudarán a que todas las llagas del sufrimiento, del dolor, de la desesperación y de la falta de fe y de amor puedan ser cicatrizadas por la cura infinita que puede irradiar Mi Inmaculado Corazón.

Que, en este ejercicio, sus corazones se encuentren con el precioso signo de amor y redención que Mi Hijo manifestó y mostró en la Cruz para todos ustedes.

Queridísimos hijos, ustedes saben que el mundo está sin paz y que estas llagas que genera el enemigo con sus planes, separan a las familias, debilitan el amor entre los seres más queridos y llevan a un gran número de almas hacia la perdición y el pecado.

Les pido que, a través de su Adoración a las cinco Llagas de Mi Hijo, la oración reverbere y llegue hasta el Reino de Dios, para que Su Misericordia y Perdón se derramen como cura en el corazón de todos los seres de la Tierra.

Queridos hijos, como Madre, los llamo a reafirmar su unión interna con Mi Hijo y a profundizar, desde el corazón, la vivencia de su camino espiritual; porque mientras innumerables almas apagan su fe y devoción por Dios, Yo, como Estrella de la Mañana, intento llevarlas lo más cerca posible del Corazón de Mi Hijo para que todas estén fuera de peligro y bajo el amparo de Su misericordioso Amor redentor.

Hijos Míos, hoy también vengo hacia ustedes para que, en esta pausa de sesenta días, ustedes estudien y lean las Palabras que Mi Hijo está anunciando, así sus corazones se fortalecerán y se liberarán del miedo. Tengan como instrumento de oración las palabras de la Sagrada Biblia, reúnan sus fuerzas como una única familia y permitan que la santa protección de Mi Hijo Jesús esté entre ustedes.

Queridos hijos, los tiempos mudan rápidamente y es necesario recuperar los íconos que Mi Hijo les entregó para su conversión, como lo son el ayuno, la confesión, la lectura del Evangelio y la oración en familia, porque así permitirán que el mundo no pierda la verdadera cultura cristiana que Mi Hijo fundó por amor a todos.

Hijos Míos, estoy con ustedes y entre ustedes.

Una vez más les agradezco por responder a Mi llamado.

¡Gracias!, la Paz sea con ustedes.

María, Madre y Reina de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, REINA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE RIO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

¡Alabado sea Jesús, queridos hijos de Rio de Janeiro!

Por primera vez en la historia de Mis Apariciones, Mi Inmaculado Corazón recibe el permiso celestial de descender en Gloria y Misericordia sobre su necesitada ciudad de Rio de Janeiro.

En honra al Sagrado Corazón de Jesús, los llamo en este día a abrir verdaderamente sus corazones a Mi Corazón, para que así Yo tenga el permiso de llevarlos a Jesús Cristo.

Queridos hijos, después de tantos meses y años en que Mi Obra se viene cumpliendo en esta parte de América junto con el Centro de Medjugorje, Mi Mensaje fundamental para todos ustedes es: ¡Paz!, ¡Paz!, ¡Paz! Si ustedes no intentan vivir en paz, ¿cómo llegará el Reino de los Cielos hacia sus pequeñísimas vidas?

Por eso, queridos hijos, que la paz reine entre ustedes, para que después pueda reinar en las ciudades y en los pueblos; principalmente la paz debe reinar en las familias, para que así Mi Hijo Jesús reciba el permiso de reinar con Su Luz redentora en sus corazones.

Hijos Míos, que la paz sea la tónica de esta época. El mundo deberá estar en paz para poder estar así en los Brazos de Dios, y eso será posible, hijos amados, cuando tan solo oren el Rosario con el corazón.

Queridos hijos, en cada Misterio del Rosario tienen las llaves para alcanzar su conversión y encontrar los estados de paz: paz en el corazón, paz en la consciencia, paz en el interior, paz en sus almas, paz en su trabajo para Dios, paz en cada espacio.

En la Paz del Cielo hallarán el alivio para sus recurrentes problemas. Si aún no tienen paz, Mis queridos, es porque primero deberán amar a Dios. Si aman al Padre nunca les faltará el regocijo y así, la Paz será la principal causa que les generará alegría, esperanza y victoria día a día, una victoria divina que puede residir en el corazón de cada ser.

Busquen en ustedes en dónde se encuentra la paz, porque la paz se fortalece con el poder sublime de la oración. La oración trae como repercusión muchas Gracias; entonces, Mis queridos, que la oración sea el motivo verdadero para que puedan vivir en paz.

Si falta la paz, es porque falta la oración. La oración verdadera y sincera es su impulso para el corazón. Sean buenos orantes, porque con el rosario en mano, tienen el camino a su redención, porque el Rosario es la puerta de salvación y el camino directo hacia el Corazón bendito de Mi Hijo, Jesús.

Entonces, Mis queridos, si el mundo en verdad orara a Dios y viviera los Mandamientos, podría estar bajo la Gracia de Dios, se evitarían las guerras y las divisiones entre los pueblos y tendrían un tiempo más de paz.

Cuando los llamo a la oración, los llamo al despertar de sus consciencias dormidas. Hijos, despierten a este importante pedido. Por eso, vengo aquí en esta noche a su encuentro, porque como Madre amo a cada uno de ustedes y daré todo hasta que den el definitivo paso hacia la consagración de sus corazones a Dios.

Sin Dios no pueden vivir, porque sería como un hijo sin su madre. Nada puede sustituir su encuentro interno con el Padre del Cielo. Él espera de ustedes una profunda unión. Dios es el Señor de la Compasión y de la Misericordia, no teman por sus pecados, ábranle paso para que Dios pueda ser el nuevo camino y así sus almas serán difusoras de la Luz amorosa del Padre.

Queridos hijos de Rio de Janeiro, como Madre vengo hasta su ciudad para que las almas dormidas despierten a tiempo, ahora llegó el momento de responder al Llamado de Dios a través de la obra del corazón.

Hijos Míos, para eso tienen a Su Madre, dispuesta a conducirlos por el camino de su pronta redención. Primero, busquen el camino de la paz, porque como Madre y Reina de la Paz, los reúno en torno a Mi Presencia para que recuperen las fuerzas y la voluntad de dar un amoroso sí al Señor del Universo.

Queridos hijos, recuerden que aún están a tiempo de encontrarse con Mi Hijo Jesús. Vengo, como Madre de todos, a buscar a los que fueron llamados por Mi Hijo para una tarea mayor.

Queridos hijos, comiencen hoy donando todo su amor a Mi Corazón a través de la oración.

Que la bendición, que hoy les traigo desde el Cielo a todos los presentes, pueda irradiarse también a los que más la necesitan.

Reciban hoy de Mi Corazón la Misericordia de Jesús, su único Pastor.

¡Les agradezco a todos Mis hijos de Rio de Janeiro por responder a Mi extraordinario llamado!

Los bendice, con amor y compasión,

Vuestra Madre María, Reina de la Paz

 

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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