APARICIÓN MENSUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE CARACAS, VENEZUELA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Con la dulzura imponente de Mi Corazón, vuelvo a esta nación para traer la paz. Con toda la dulzura del Corazón de Mi Hijo, vengo a cicatrizar sus heridas espirituales, a traer la sanación a sus almas; vengo a traer la cura a sus almas.

Queridos hijos, escuchen con atención Mi Mensaje, porque mientras Yo estoy con ustedes aquí, el Universo de Dios está con todos ustedes y con cada hijo, en cada rincón de esta nación.

Queridos hijos, vengo a fortalecer su fe; vengo a traer la esperanza, la dicha para todos.

Queridos hijos, vivan en Mi Fe, proclamen Mi Fe al mundo. Vengo a liberarlos de este cautiverio que se ha vuelto interminable.

Queridos hijos, escuchen Mi Voz con el corazón. Mis Palabras decretan nuevas Leyes para sus vidas. Mi Corazón proclama la grandeza del Amor de Dios en ustedes.

Queridos hijos, sientan Mi Corazón Inmaculado. Escuchen Mi Voz dentro de sus corazones. Así, una energía divina, en este mismo momento, vendrá a su encuentro para establecer la paz. Crean en Mi Paz, porque Mi Paz es invencible y es posible. Así, queridos hijos, ayudarán a sus semejantes en toda esta nación, que también debe consagrarse a Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, vean el ejemplo de los hijos de Colombia que, en su mayor devoción y pacificación, recibieron a Mi Corazón Inmaculado con un gozo inmenso e infinito, para los tiempos que vendrán.

Queridos hijos, no es la primera vez que ustedes escuchan a Mi Corazón y que Yo estoy presente en sus vidas, caminando en mansedumbre al lado de cada uno de ustedes. Yo vengo a hacer florecer sus vidas. Yo vengo a despertar lo más verdadero que existe en sus esencias. Esto, queridos hijos, se llama Cristo interior, algo que nunca nada ni nadie podrá borrar, porque Cristo vive en ustedes. Él y Su Corazón son invencibles; si Cristo vive en ustedes, son corazones invencibles.

Yo vengo a traerles a ustedes un milagro de Amor, el milagro de Mi Corazón misericordioso que está presente en este momento, envolviendo al espíritu de su nación para que las puertas a la redención se puedan abrir.

Queridos hijos, vivan este momento como un gran sacrificio. Que sus corazones ya no tengan penas. Que sus corazones se alegren por participar de esta comunión con Mi Corazón Inmaculado.

Queridos hijos, Yo estoy presente aquí y en el hogar de cada uno de Mis hijos que, en este mismo momento, reciben Mis Palabras en sus corazones para poder unificar sus vidas con el Sagrado Espíritu de Dios.

Queridos hijos, sientan a Mi Corazón como el único motivo para sus vidas. Concentren sus caminos a través de Mi Alma santificada; para que muchas almas más, al igual que las suyas, puedan despertar en este momento al llamado de redención de Mi Corazón.

Queridos hijos, a pesar de lo que suceda, a pesar de lo que estén viviendo, no desistan. Lo más sagrado que existe en ustedes es la pureza de Dios, es la pureza de los Sagrados Corazones que vienen a reencender sus llamas internas para que las puertas a la Luz se puedan abrir.

Queridos hijos, ya no teman, Yo estoy con ustedes. Crean que esto es posible por encima de todas las cosas, de cualquier pensamiento y sentimiento o acción que los pueda atormentar.

Queridos hijos, pisen como Mis pies a la mala serpiente, porque ella dejará de hacer sufrir a los corazones. 

Que desaparezcan, de esta realidad, todos los males que existen y que perturban a los corazones; porque esos males los hacen temer, los hacen alejarse del Corazón de Dios.

Yo soy su Intercesora, Yo soy su Madre de Coromoto, soy la Madre de su pueblo que viene a encender en sus corazones el verdadero propósito de sus vidas; lo que ustedes conocen como sagrada misión; lo que ustedes, desde su nacimiento, vinieron a cumplir en el nombre del Padre Celestial.

Queridos hijos, en cuanto estoy con ustedes, muchas puertas inciertas se están cerrando para que sus corazones y sus mentes puedan escuchar la Voz de Dios, puedan sentir el Reino de Dios que es infinito, poderoso, invencible, glorioso y bienaventurado para cada uno de ustedes.

Queridos hijos, como su Señora Desatadora de Nudos, vengo a liberar los nudos de su consciencia, porque todo lo que sucede comienza y termina en la consciencia de todos Mis hijos. Pero si sus corazones aman de verdad, perdonan de verdad, se reconcilian de verdad, esto pronto terminará.

Queridos hijos, Yo vengo a reactivar en ustedes la filiación con Dios, algo que nunca podrá desaparecer. Ustedes vienen del Universo, vienen de una Fuente mayor e infinita que se llama Amor y Unidad de Dios. Esto nunca podrá ser cortado por nada.

Queridos hijos, crean en la filiación con Dios. Aférrense a esa filiación con el Altísimo; así, sus células llenas de miedo se reencenderán a través del gozo de Mi Espíritu, de Mi Espíritu de Paz y de Conversión, de Misericordia y de Perdón, que hoy vuelvo traer nuevamente a su tierra.

Queridos hijos, Mi Hijo Me envió a ustedes y Yo los envío a predicar la paz; a llevar el alivio, la calma, la serenidad que ustedes tienen en sus corazones, el gran principio crístico que se llama Poder del Amor. Si el Amor vive en sus corazones y si ustedes creen en el Amor de Dios, ¿por qué temen, hijos Míos?, ¿acaso Dios no es más poderoso que todos los hombres?

Los falsos reinos caerán a su izquierda y a su derecha. Como dijo Mi Hijo en Jerusalén: “No quedará piedra sobre piedra”. 

¡Ay de aquellos que hacen el mal y que no miran hacia el Corazón de Mi Hijo! ¡Ay de esos pobres hombres! ¿Quién rezará por su conversión, en el día del Juicio Final?

Queridos hijos, Yo vengo a anunciarles el Cielo desde Mi Corazón. Vengo a liberarlos de sus pecados y faltas, a través del poder de Mi infinita Misericordia, sagrada Fuente de Amor que Mi Hijo Me entregó a los pies de la Cruz.

Carguen con su cruz. No teman, hijos Míos, no habrá mayor peso que el que puedan soportar.

Yo vengo a liberar sus caminos. Yo vengo a abrir las puertas del Cielo, en el espíritu y en el alma de cada uno de ustedes. Si ustedes Me llamaron, hoy estoy aquí entre ustedes, hijos Míos, porque Dios así lo desea profundamente.

Sean precursores de la Misericordia de Dios. Si sus actos son misericordiosos y llevan caridad a todas las almas, sin temer en lo que podrá suceder, muchas cosas de esta nación se liberarán.

Gran parte del horror hoy es liberado por Mi Corazón Santo, junto a las huestes de Luz que alaban al Padre eternamente, junto al Arcángel Miguel que entierra Su Espada sobre este suelo, para que las almas se puedan liberar.

Dichosos de aquellos que creen en lo que digo, porque verán el resultado en sus vidas. Ese es el gran milagro que hoy les traigo, hijos Míos, el milagro del Amor de Dios que nunca podrá apagarse en sus células. Siempre y cuando crean en el amor, serán invencibles y no fracasarán.

Queridos hijos, a través de los tiempos Yo he estado en los momentos culminantes. A través de los tiempos, Yo les traje un Mensaje de Paz. Queridos hijos, escuchen la Voz de Mi Corazón que derrama Su Misericordia en sus seres.

Queridos hijos, afirmen su compromiso Conmigo. Yo vengo a extenderles Mi mano para que la puedan tomar fuerte, no sentir ningún miedo, sino que puedan caminar firmes hacia ese sagrado propósito de la Nueva Humanidad.

Queridos hijos, no se olviden de rezar por sus hermanos, principalmente por aquellos que ya no están en este país, para que Dios les conceda la Gracia de que puedan retornar a su verdadero pueblo, hacia su verdadero propósito desde el corazón de Venezuela.

Yo vengo a hacer latir sus corazones. Yo vengo a traerles el fuego de Mi devoción, algo que nunca se podrá apagar si ustedes oran Conmigo, con ese fervor que los caracteriza.

Queridos hijos, pídanme lo que quieran.

Queridos hijos, Yo soy su Madre de la Gracia. La Gracia es lo que ustedes necesitan para poder renacer de corazón, para poder hacer resucitar sus espíritus para la sagrada misión que hoy les encomiendo.

Queridos hijos, Yo soy la Madre de todos los pueblos indígenas. Y aquí, en el pasado, existieron sagrados pueblos que encomendaron a Dios su alma y su divinidad. Rescaten esos principios sagrados. Rescaten la consciencia indígena del amor. Así, Roraima resplandecerá y ustedes serán partícipes de esta sagrada misión de convertir a los corazones, no por las palabras, sino por un simple acto de paz y de amor.

Lo que hoy están viviendo es por la falta del Amor a Dios. Dios está lleno de Amor para ustedes. Dios necesita de sus corazones, hijos Míos, para que se conviertan en pacificadores del gran Redentor de todos los tiempos.

Por eso, en este mes de octubre, mes del Santo Rosario, Yo les traigo la revelación de Mi Corazón Inmaculado. Hoy, deposito sobre Mi mano, como una sagrada oferta, el Bendito e Inmaculado Corazón de María, que siempre pulsará dentro de ustedes, cuando lo permitan. ¿Quién les podrá quitar Mi Corazón de su interior? Nunca nadie lo podrá hacer.

Mi Corazón es divino, es sublime y se vuelve más fuerte y poderoso cuando Mis hijos oran de corazón.

Queridos hijos, la bestia le teme a esas cosas. El Amor de la Madre de Dios es invencible e infinito en su esperanza. Si ustedes creyeran en esas simples cosas, hijos Míos, no importaría que no tengan qué comer. Lo que más importa, hijos Míos, es que su alma y su vida estarán nutridas por el Espíritu de Dios. Quien vive a través del Espíritu de Dios nunca tendrá sed, nunca tendrá hambre.

Queridos hijos, si los santos en el pasado, en profundos ayunos y abstinencias, consiguieron vivir a través de la Eucaristía, ¿ustedes creen en el poder de la Comunión de Cristo? 

Queridos hijos, donde está Cristo, no está el mal. Si Cristo está en ustedes, Dios está en ustedes y Yo también lo estoy, hijos Míos. Eso es invencible para los tiempos que vendrán.

Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.

Bienaventurados los buenos de corazón, porque serán premiados en el Reino de Dios.

Bienaventurados los humildes y los pacíficos, porque siempre alcanzarán la alegría. Que esa alegría, hijos Míos, que los nutre a ustedes todo el tiempo, nunca se apague; así, alegrarán al Corazón de Dios que está bastante ofendido por las injusticias del mundo.

Yo les ofrezco Mi Corazón como una Rosa de Luz, el Corazón Espiritual de su Madre que pulsa en todo el universo, escuchando las súplicas de Sus hijos, irradiando todo el Amor del universo a todos aquellos que creen en el renacimiento interior.

Si en sus manos está una llama encendida, ¿creen que ese es el símbolo de la paz?, ¿creen que un alma está siendo aliviada? Eso es posible cuando ustedes viven en la fe. Yo vengo a traerles el Don de Mi Fe, que es algo invencible. Cuando se vive de corazón, la fe siempre triunfará. Y Mi Corazón triunfará en ustedes, cuando crean en la fe, porque la fe es el Amor de Dios, es la Unidad de Dios, es la compasión para todo el universo.

Queridos hijos, hoy, no solo los que están aquí piden por ustedes, sino todo el mundo, todos Mis muy queridos hijos que están, en este momento, unidos a la proclamación de Mi Corazón.

Yo les vengo a traer el advenimiento del Espíritu de Cristo, aquel Espíritu que los ayudará a caminar en estos tiempos de tribulación. Sigan orando, honrando al Corazón de Dios para que así, Él también los glorifique.

Recemos:

Adonai, 
Misericordia, Misericordia, Misericordia,
Redención, Redención, Redención,
para este planeta. 
Amén.
(siete veces)

 

Queridos hijos, en el gozo de Mi Espíritu que concibe la paz y la redención, hoy quisiera especialmente consagrar a los Hijos de María, a estos hijos que se consagrarán ante Mi Presencia Celestial. Que vengan aquí los que se consagrarán, Yo los espero.

Queridos hijos, cuando sus voces cantan, el Cielo responde inmediatamente al pedido de los corazones y a las súplicas de las almas que buscan la paz.

Hoy, vengo desde el Cielo, como su Patrona de Coromoto, para bendecirlos, así como lo hice la última vez, imponiendo Mis manos sobre sus cabezas.

Imploro al Todopoderoso por la Gracia de Su Luz y de Su infinita Misericordia, que los hará fuertes e invencibles; y así, a pesar de cualquier consecuencia, siempre estarán en libertad.

Recuerden hijos Míos, que deben ser dignos hijos de Dios; y si hoy ustedes se dignifican y se consagran, a Mi materno Corazón de Madre, es porque están dando el sí a través de esta consagración para que se pueda establecer el espíritu de la paz, la unidad y el amor entre los corazones del mundo.

Si ustedes, hijos Míos, son generadores del Amor de Dios; el Amor de Dios triunfará y Mi obra se cumplirá, al menos en las Américas.

Rezo por ustedes. Rezo por este pueblo. Rezo por este país, junto al Ángel de la Guarda de esta nación y en la presencia de los coros celestiales, de Cristo y de San José Castísimo. 

Bajo esta sagrada triangulación, con el poder del infinito del Cosmos, Yo establezco, hijos Míos, la consagración definitiva de sus espíritus y almas, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Canten. Ahora, son Hijos de María.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado y recuerden que, a través de sus vidas, Mi Inmaculado Corazón triunfará.

Los amo y los bendigo, en nombre de Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, queremos dejar un pequeño relato de lo sucedido durante el trabajo de oración.

Cuando estábamos trabajando con las oraciones que recitábamos, los ángeles, a pedido de Nuestra Señora, comenzaron a recorrer cada rincón de Caracas y fuertes haces de Luz fueron aproximándose a las almas que más lo necesitaban.

Ellos depositaban en la esencia, en el corazón de cada hermano, una molécula de Luz. Algo que venía directamente del Creador. Era algo que era poderoso, luminoso e invencible.

Y cuando esa molécula de Luz que ellos depositaban en cada hermano se encendía, todo lo que había alrededor y que era oscuridad, desaparecía. Y una forma de fuerza espiritual positiva se engendraba dentro de cada uno, y se manifestaba a través del corazón, como el Amor de Dios. Era como si fuera algo que lo renovaba a cada uno.

¡Gracias Señor, por cuanto nos das!

Aparición de Cristo Jesús, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón, en el Sagrado Llamado

Postraos ante Mi Padre, pues Él os está viendo.

Llego en esta noche para dar la libertad al mundo, pues Mi Corazón no mantendrá a nadie más preso, pues nunca he colocado a nadie en cautiverio, sino les dí la libertad de esta vida material, el poder de reconocer Mi Faz, Mis prodigios y Mis dones, que Yo les doné desde el primer momento en la Cruz.

Vivan Mi Pasión en estos tiempos difíciles. No borren de vuestras memorias, todo lo que ha hecho vuestro Redentor, pues la hora indicada se aproxima. Los relojes internos se activan, para sentir la llegada del Maestro y Redentor. Vendrá en Espíritu de Divinidad y Gloria a buscar a las almas caídas, a rescatar a los inocentes de las injusticias del mal, pues nadie se librará de poder purificarse. Es necesario para estos tiempos difíciles.

La humanidad se apartó de Dios y creó su propia condición, hasta en lo más profundo del espíritu. Pero Yo vengo a recordarles la comunión Conmigo, para que vuestros pecados se puedan perdonar.

Sean puros y cristalinos ante Mis Ojos gloriosos, pues Yo vengo a buscar vuestra humildad y simplicidad. No colocaré Mi Reino en almas vanidosas. Yo colocaré Mi Reino en los corazones que se transforman a través de Mi Corazón.

Vengo a entregarles la última llave, la última señal para la humanidad, pues necesito que todos Me escuchen con atención, porque hoy los hago postrar ante Mi Padre, porque Mi Padre los está viendo a través de Mi Corazón Misericordioso y todas las Jerarquías Angélicas que rodean Mi Gloria y Mi Aura, para dar testimonio de la Presencia de Dios.

Por eso vengo a ser consecuente con cada uno de ustedes. Necesito que vuestras estrellas despierten en lo más interno de vuestros corazones, porque será eso que iluminará la oscuridad de los tiempos cuando verdaderamente estén unidos en Mí a la oración.   

Y ahora mírenme con ojos de desapego y de entrega, porque Yo vengo a rescatar lo que es irrescatable en este mundo.

Vuestros corazones son merecedores de Mi Gloria, por eso grabo en vuestros rostros Mi Faz, para que sean como Yo hasta el final de los tiempos, donde todo estará cumplido en nombre de Adonai. Y así los levanto del suelo todos los días, porque necesito que caminen a Mi lado en este tiempo de tribulación, en donde las almas se juzgan a sí mismas y pierden el camino de la redención.

Por eso, Yo necesito de ustedes todo el tiempo, porque espero que no se pierdan y no dejen de seguir Mis Pasos de Luz, aquello que Yo estoy marcando por última vez en el mundo.

Reconozcan Mis Huellas. Sientan Mis Pasos y escúchenme dentro de vuestros corazones. Yo Soy vuestra Gloria, Soy vuestra Verdad, Soy la manifestación del Amor vivo de Dios, que muchos no están buscando por perderse en las cosas superficiales.

Por eso, Yo los llamo a la oración, porque esa será vuestra antorcha. Ustedes mismos la deberán encender a través del fuego de vuestro corazón. 

Yo ya no podré darles el toque de Mi Luz, la humanidad no se lo merece. Pero si son buscadores de Mi Misericordia siempre estarán en el océano de Mi Corazón, sintiendo Mis consuelos y siendo bañados por Mi Gracia, todos los días hasta el fin de los días.

Con todo esto, Yo les muestro la Verdad, porque muy pocos corazones Me quieren escuchar. No vengo a traer incomodidad a vuestras vidas, sino a recordarles hasta los últimos tiempos, vuestro compromiso con el Creador, con vuestros Ángeles de la Guarda, que serán los testigos delante del Juicio Final, de vuestras vidas y del mundo y de todo lo que han hecho, hasta los últimos momentos de estos tiempos definitivos.

Pero no bastará que me puedan creer, sino que puedan sentir Mis Palabras, que son transmitidas por la Energía Divina de Dios, que todo transmuta y libera en cuanto es pronunciada por la Voz del Hijo de Dios.

Guardarán estos momentos Conmigo en vuestros corazones. Serán los que los fortalecerá delante de todas las cosas que verán. Mas vuestros corazones no deberán sorprenderse. Lo que ha sido escrito para estos tiempos, se ha multiplicado por mil. ¿Saben entonces, compañeros, hacia dónde se encamina la humanidad? Pues Nuestra Voz no dejará de pronunciarse. Sabemos que Nuestra Voz y cada una de Nuestras Palabras, serán Luz para los peregrinos. Seremos fieles a cada uno de ellos, cuando cada uno de ellos sean fieles a Mi Corazón, al Corazón de Mi Madre y de San José y principalmente al Corazón del Padre Eterno, que está muy blasfemado por el mundo.

Yo vengo a hablarles de estas cosas, hijos compañeros, porque el mundo está viviendo estas cosas. La realidad divina no puede descender mientras circule el caos en el mundo. Pero Mi Corazón viene a crear en este lugar, en el corazón de los fieles, las pequeñas Islas de Salvación, donde Mi adversario no podrá entrar, cuando tan solo sean consecuentes Conmigo, en este camino hacia el Infinito. 

Quisiera contarles cosas del universo, pero la humanidad no ha querido escuchar por haberse rodeado de cosas materiales que los distanciaron de la Ley de Dios. Yo vengo a demostrarles el equilibrio del universo, del cual nunca deberán salir, para que sean amparados por Ley de Mi Señor.

Mientras escucho vuestros corazones, ustedes se confiesan ante Mi Corazón, porque así todo se reparará a tiempo y nadie perderá la oportunidad de reencontrarse con Mi Corazón Glorioso.

Yo vengo a traerles la oferta definitiva, la oportunidad incalculable de vivir en Mi Paz y en el Reino de Mi Dios, porque a pesar de todo lo que sucederá, no perderán la calma. Estarán en serenidad y serán pacificadores de Mi Corazón Misericordioso.

Y ahora daré la oferta al Universo de Dios por ustedes, ante los Altares de Cielo y de todos los Arcángeles.

Alabemos a Dios en gratitud, reparación y amor; pues Mi único deseo es que algunos carguen con Mi Corona de espinas sobre sus cabezas para compartir el dolor que Me ocasiona el mundo, por tanta ignorancia y desamor. Esta será la causa, compañeros, de ofertar estos Sacramentos en nombre de la redención y de la paz.

Y cuando ustedes no vean la paz en el mundo, en estos tiempos que llegan, busquen la Paz de Mi Corazón, pues solo Me encontraré en los corazones que quieran recibirme y esa será vuestra paz para estos tiempos. Estar en Mi Paz, vivir en Mi Paz y buscar Mi Paz. Eso les permitirá, compañeros, que nada a vuestro alrededor los sorprenda y los atormente. Porque, les vuelvo a decir, que verán cosas inexplicables dentro y fuera de los seres. Eso es el tiempo del Armagedón.

 

Fray Elías:

Delante de los ángeles de Cristo, a pedido de Nuestro Señor, vamos a entonar el Kodoish melódico, haciendo esta oferta a través del Corazón Sagrado de Cristo.

 Los que puedan, se ponen de pie para hacer la oferta, delante del Sacratísimo Corazón de Jesús.

 

Compañeros, en el Nombre de Nuestro Señor, oraremos a Dios, para que Él interceda por el mundo, a través de Mi Bendito y Sacratísimo Corazón.

Que esta Comunión que hoy realizarán Conmigo, reafirme y confirme vuestros votos con Mi Plan de salvación.

Como en el Monte de las Bienaventuranzas, recordaremos este Misterio que Yo revelé al mundo, a través del Padre Nuestro.

Padre Nuestro (en arameo)

Alabado sea Dios, glorioso Su Reino, Aleluya, Aleluya.

En esa paz Yo los quiero encontrar todos los días, porque muchas almas se servirán de vuestra paz para calmar su desasosiego, delante del fin de los tiempos en el que todo se vuelve tan complejo para los pequeños corazones de la humanidad.

Los espero aquí, en la oración de la Misericordia, pues vendré a verlos aquí los días 5 y 6 de octubre. 

Esa es Mi promesa para ustedes. Depositar Mis códigos en vuestros corazones para que siempre puedan resucitar, en estos tiempos críticos.

Vengan a Mí y abrácenme. Yo siempre los espero en la vigilia del Corazón.

Mientras estoy aquí con ustedes, estoy con el mundo, principalmente con las almas que más necesitan y que en esta hora viven su desesperación.

Los observo y los contemplo siempre, hasta el fin de los días, pues los Nuevos Cristos deben despertar, para concretar el Plan de Salvación.

Yo les agradezco.

Recuerden a los que sufren más que ustedes, así verán vuestros dolores muy pequeños delante del sufrimiento universal que vive este planeta y todos sus Reinos creados. Así encontrarán fuerzas para cuando Yo ya no esté aquí, entre ustedes, y seguir ciegamente Mi camino hasta cruzar el portal de Mi Corazón, donde todo estará consumado. Que así sea.

Gracias Adonai, Emmanuel, Abba, por cuánto nos das.

No se entristezcan. Yo siempre seré vuestra fuerza inquebrantable. Y a pesar de que las montañas se muevan y los mares de agiten en estos tiempos presentes, no pierdan la calma. Dios ya tiene marcada vuestra hora, para cada uno de los seres de la Tierra, que no deberán perder el rumbo hacia el Sacratísimo Corazón de Jesús.

Mi último intento es grabar la historia de Mi Faz en vuestros corazones. Y así serán las reliquias, las reliquias espirituales en el Universo de Dios y así serán testigos de esta Obra de Redención. Y aunque sean muy pocos, la experiencia será grande para aquellos que crean sin haber visto.

Mientras les hablo, Yo los calmo, los sereno, para que puedan sentir Mi Propósito de toda esta existencia, de la cual Yo soy parte desde el principio de la Tierra. Por eso, pueden ser bienaventurados cuando siguen Mi camino todos los días, se levanten de vuestras dificultades y solo ansíen encontrar Mi Corazón en cada acto de la vida que debe ser representado por el buen ejemplo de vuestros corazones. Así los códigos que Yo les entrego no se perderán y habrá valido la pena venir aquí para decirles todas estas cosas.

Y ahora Mis Ojos lloran por el mundo, por el mundo infiel, por el mundo injusto. Dios tiene algo especial para todos, solo que todos siempre han querido hacer su propia voluntad y olvidaron la Voluntad de Dios, eso los apartó del amor y de la esencia de todo lo existente.

Yo vengo a recordarles este Propósito, para que siempre puedan ver las cosas más allá de ustedes. No desearía que vuestros corazones se enfríen y que tampoco sean tibios, pues Mi deseo es que vivan en Mi Fuego, el que promueve la paz, la Misericordia y la redención.

Mientras estoy aquí, estoy en regiones del mundo atormentadas, aliviando el grito de las almas que claman por piedad y Misericordia. Mas ustedes compañeros, están en el gozo de Mi Espíritu, mientras las almas se pierden, sin encontrar la Luz de Mi Corazón.

Esto Yo ya lo había visto en la agonía del Huerto Getsemaní. Esta sería la prueba de la humanidad, superarse a través del amor y no a través del poder. Pero Mi adversario conquistó muchos corazones. Por eso, el tiempo de la Justicia se aproxima. Y ustedes los han visto, lo vieron suceder alrededor de esta humanidad.

Los tiempos marcan nuevas señales para aquellos que, en verdad, quieren ver con los ojos del corazón, sin propiedad ni apego. Así estarán más conscientes de lo que Mi Sagrado Corazón ve de este mundo y de todas las cosas que impiden concretar el proyecto de esta raza humana.

Por eso les repito: sientan las Palabras, la vibración de Mi Corazón Misericordioso. Ellas serán las últimas que cambiarán la historia de vuestras vidas.

Deseo que ya sean otros, para que Yo pueda morar en lo profundo de los seres.

Dios desea construir a través de esta Obra de los Mensajeros Divinos, un espíritu fuerte e invencible en las almas que están siendo convocadas en las diferentes naciones, pues los ejércitos deben estar prontos para poder batallar. La guerra en el mundo ya comenzó y esto no es solo una teoría, lo están viendo con vuestros propios ojos.

Pero hay compañeros Míos que dan vuelta el rostro a todas estas cosas para no sentir vergüenza delante de los Ojos de Dios. Imaginen, compañeros, qué siente Mi Corazón delante del Creador, después de todo lo que hice por ustedes y por vuestros hermanos. ¿Habrá valido la historia de Mi Pasión?

Yo digo sí, porque sé que hay corazones que harán resplandecer la Tierra Prometida y cumplirán la parte que le fue pedida a Moisés, cuando todo pase, las aguas se calmen y el sufrimiento desaparezca en la nueva humanidad.

Mediten en lo que les digo y que Mis Palabras no vuelen como el viento, que permanezcan en vuestros corazones como vida, hasta que Yo retorne en Cuerpo, Alma y Divinidad.

Y así Me despido de los valientes y consecuentes y elevo al Reino de Dios todos los ultrajes y sufrimientos, para que sean transformados a través de vuestra oferta de reparación a Mi Corazón Sagrado.

Paz para todos, hermandad para el fin de los tiempos.

Los bendigo nuevamente con Mi Luz y hoy de una forma especial, en la Presencia de la Santísima Trinidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

¡Gracias, Señor, por cuanto nos das!

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE GOIÂNIA, ESTADO DE GOIÁS, HASTA LA CIUDAD DE SAN CARLOS, ESTADO DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijos:

Hoy, Me aproximo hasta donde sus corazones Me lo permiten. 

Como su Madre del Cielo, espero el gran día de su rendición, porque así estarán libres de la prisión de la duda y de la falta del verdadero amor.

Hoy, vengo desde el Universo Divino para darle un Mensaje de Paz al mundo y, para que eso sea posible, vengo a buscar en ustedes el espíritu de la trascendencia y de la paz. De esa manera, caminarán libres de ustedes mismos y evitarán retornar siempre al mismo punto de partida para volver a comenzar.

Mi grandioso Amor espera hacerlos libres, cada día más, porque siendo retirados del cautiverio del corazón, el alma se tornará libre como el vuelo de un ave sagrada.

Deseo que sus vidas se santifiquen en Cristo. Ya no necesito de su resistencia interior. ¡Abran el corazón!, porque durante estos últimos siete años de Gracias especiales, ustedes ya aprendieron a amar. Si no aman, nunca podrán perdonar ni perdonarse a ustedes mismos.

Mi Hijo murió por todos, para que nadie más tuviera que volver a pagar el precio de la injusticia y del dolor. Recuerden a Mi Hijo Crucificado, presente en la Eucaristía y disipen las tribulaciones de sus corazones. 

Oro por su verdadera libertad interior. Ya es tiempo de recapacitar rápidamente y de reconciliarse, para no volverse como una piedra entre Mis Pies.

Yo deseo de sus almas una rosa de la paz. Aspiro, desde el principio, a que se conviertan, en Cristo y por Cristo. Así, el plan prometido se cumplirá y la Tierra entera alcanzará los Mil Años de Paz.

Tengan memoria de lo que les digo. No rechacen Mis Palabras, tómenlas como propias, porque así crecerán y como adultos vivirán un verdadero discipulado crístico. 

Sepan, hijos, que los amo y los corrijo para que puedan expandir el Amor de Dios en este mundo apocalíptico, Amor tan necesitado por las almas prisioneras.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Quien les cultiva el espíritu de la santa humildad,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

A través de la Gracia Suprema, la Misericordia de Dios desciende y se derrama sobre las impurezas de este mundo, para que al menos algunas almas despierten al camino de la consagración y de la redención.

Por eso, hijos, Mi voz maternal se pronuncia a ustedes para que reconozcan que en cualquier parte de este mundo se necesita mucha oración por aquellos que no hacen nada y se olvidan todo el tiempo de Mi Hijo.

En esta hora, en la que se inicia la tercera etapa de la misión en el Congo, su Madre Celeste quiere darles a conocer las injusticias graves que llevaron a esta nación a perder la paz interior.

Ustedes, misioneros Míos, que ya aprendieron a caminar por medio de la paz y de la oración del corazón, ofrezcan a su Padre Celestial la oportunidad de que los corazones cerrados descubran la Fuente de la salvación y de la redención: Mi amado Hijo.

Por eso, queridos Míos, en estos días en los que conocerán una realidad paralela a la que vive Ruanda y Uganda, su tarea de caridad deberá tener el motivo principal de penetrar en el espíritu y en el corazón de cada alma esclava de Mi amado Congo.

Su constancia en querer escuchar y sentir con el corazón el sufrimiento ajeno, los hará descubrir los diferentes abismos espirituales en donde Mis almas del Congo se sumergieron, por falta de consciencia y de amor entre las criaturas.

El camino a recorrer en estos días será amplio y al mismo tiempo profundo y desconocido.

Ustedes, misioneros Míos, estarán delante de una cultura sometida por la incredulidad y por el error constante de retirar los mejores beneficios y riquezas de un pueblo empobrecido espiritualmente. De allí, hijos, nacen y surgen las causas de la esclavitud y del trabajo esforzado que llevan a redoblar los esfuerzos físicos para poder sobrevivir y no perecer.

Por eso, queridos misioneros y orantes Míos, allí tienen una tarea de oración, y valederos son los motivos para poder hacer algo por sus hermanos del Congo, pidiéndole al Creador que este cautiverio sin fin pueda terminar.

Su Madre Santísima de Kibeho, llega al Congo para impartir un manantial de Gracias a todas las almas que mueren de sed.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los unifica y los llama a la oración por la paz,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

 

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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