Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 111.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Dios los bendiga, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No esperaba llegar aquí en este momento, pero es necesario.

Mi Corazón está donde es invocado. Mi Nombre está donde es llamado, para recordarles una vez más que Yo estoy con ustedes y, al estar con ustedes, estoy con esta nación de Brasil, orando y trabajando silenciosamente, así como lo hice en la Pasión. Por eso, que nadie crea que no estoy haciendo nada.

Las señales del Cielo son internas, son impulsos inextinguibles que llegan a las almas que están abiertas de corazón para poder acompañar todo lo que realiza la Jerarquía.

Pero Mi atención no está solamente en este país, sino en todo lo que hoy sucede en el mundo. Hay situaciones peores que suceden en este planeta y que muchos desconocen, porque son situaciones que se ocultan a los ojos de la humanidad para que la humanidad no pueda hacer nada.

Pero Mi Padre Celestial lo ve todo, a través del Corazón de Su Hijo. Así, Él envía a Su Hijo al mundo a preparar los corazones para Su esperado Retorno.

Por eso, Yo les digo que, en verdad, todo lo que viven en este tiempo no es por acaso y que, si muchos de ustedes están encarnados en este tiempo, es por una razón espiritual aún desconocida para muchos.

Por eso, Yo les digo que no se estanquen en las cosas superficiales. No se queden en lo que es superficial, en todo lo que es insensible, carente de amor y de verdad.

Coloquen su consciencia en el lugar correcto y, así, ayudarán a las Jerarquías; porque esta es la última barca que está pasando por el mundo, la barca de la salvación a través de Mi Palabra y de Mi Mensaje, a través del signo visible que Yo les dejo a los corazones abiertos que, más allá de sí mismos y de toda circunstancia, consiguen percibir la verdadera tarea de su Señor.

Yo les dejé un Legado importante para estos tiempos finales, el Legado de la Santa Eucaristía; al que deben estar muy atentos cuando lo viven y lo practican, porque veo que la Celebración Eucarística en el mundo se está tornando pasajera.

Y este es el gran momento para que cada uno de ustedes profundice y viva los méritos de Mi Sagrada Pasión; es decir, que viva cada momento de Comunión como algo único y verdadero, que su sed por Mí no sea sentimental, sino profundamente espiritual.

Porque delante de todos los errores, que hoy vive la humanidad, ustedes se han preguntado: ¿cómo se enmendarán esos errores?, ¿su Maestro tendrá que volver a cargar la Cruz?

Por eso, necesito de los Nuevos Cristos, de aquellos que están lejos de la mediocridad y de la negligencia, de aquellos que no enfrían su corazón y dudan ante cualquier embate; sino que, por medio de la fortaleza que Yo les He dado a través de Mi Corazón, saben superar sus propios límites y todas las barreras que son impuestas por el sistema de este mundo, sin desafiar ni batallar.

Por eso, Yo les pido que se replanteen su ejercicio espiritual de Comunión Conmigo, porque solo a través de las almas que Me viven y Me sienten, Yo podré derramar Mis Gracias sobre el mundo, por aquellos que les dan valor a la Eucaristía y a los Sacramentos.

Por eso, cada uno de los Sacramentos que Yo les He dejado es sagrado y no pasajero. Porque a través de los Sacramentos que Yo le He dejado al mundo está el único y verdadero camino de la redención; así como está el camino abierto hacia la paz, a través de todos los que Me adoran en el Santísimo del Altar.

Les pido a todos Mis hijos de Brasil que no busquen la solución para este país fuera de ustedes. Busquen esa respuesta que está dentro de ustedes, en su mundo interior, y replantéense todo lo que les estoy diciendo en este momento. Así, muchos podrán percibir cómo, de una forma ignorante y por falta de conocimiento, muchas veces las almas desaprovechan la Gracia de Dios.

El mundo está ardiendo en sufrimiento. Las guerras desafían la migración de los pueblos y de muchas naciones. La sangre sigue siendo derramada sin ningún precio, y el grito de la Tierra se escucha cada vez más fuerte a través de los fenómenos del clima, de la expresión de toda la naturaleza.

¿Quién estará firme para sostener Conmigo este momento?

¿Quién no oscilará ante las tentaciones y desafíos del mundo?

Sé que las almas son frágiles, pero los espíritus pueden ser fuertes e invencibles y estar prontos para vivir lo que haya que vivir, sin nada a cambio, sin reconocimientos, sin ninguna vanagloria.

Cuando las almas perciban, a través de este Mensaje, y los corazones sientan el valor de los Sacramentos que Yo les dejé, aún habrá un poco de tiempo, el poco tiempo que le resta al mundo para que, a través de las almas que viven Mi Palabra y Mis Sacramentos, Yo pueda justificar ante la Ley los impagables errores del mundo.

Por eso, si las almas son conscientes y generan méritos, no se salvarán solo ellas, sino también muchas almas más, especialmente aquellas que, en vida, están ardiendo en el fuego del infierno por sus vínculos con el mal.

Pero no se olviden de que Yo vengo aquí como el Redentor del mundo y, extendiendo una vez más Mis Brazos sobre el Brasil, vengo a bendecir lo más sagrado que existe en este lugar, que son las almas que viven a Dios con alegría y que, fielmente y con esfuerzo, siguen Mis Pasos, más allá de sus imperfecciones, más allá de todo lo que es desconocido para ellas.

Necesito establecer aquí Mi Gobierno Espiritual para los próximos tiempos. Sudamérica deberá ser ese sostén para el resto del mundo en los tiempos de mayor tribulación. Pero eso no significa, Mis amigos, que no vivan aflicciones, porque mientras estén en este mundo las vivirán.

Quien está Conmigo verdaderamente, aprende a superar en sí mismo la ley del sufrimiento, aprende a trascenderse todos los días un poco más, aun dando pasos muy pequeños o lentos.

Lo más importante, compañeros, es el esfuerzo y el ímpetu, pilares fundamentales de la determinación de ser el ejemplo que Mi Padre tanto espera que sean en estos tiempos en los que reinan la oscuridad, la soberbia y la maldad, hijas de la indiferencia y de la ingratitud.

Pero ustedes tienen la Gracia de poder cambiar estos acontecimientos con su honesto camino de santidad, día a día, esfuerzo tras esfuerzo; para que algún día, sin que lo perciban, sean ese Espejo de Dios en la superficie de la Tierra, el fiel ejemplo de una redención alcanzada y vivida. Por eso, aún hay mucho que trabajar y construir.

Su Maestro y Señor se prepara para una importante tarea en Medio Oriente, que será la más importante de todas las tareas en los últimos tiempos; y en la que espero que, en espíritu y de corazón, Me puedan acompañar para que, una vez más no solo ustedes, sino también sus hermanos y hermanas del mundo, reciban los códigos crísticos y los méritos alcanzados por su Señor durante toda Su experiencia en este planeta.

Esta Maratón de la Divina Misericordia será importante por los que sinceramente se autoconvocarán y espiritualmente recibirán el impulso que necesitan para terminar de formarse como Mis apóstoles.

Necesito ver ya esto como algo real. Necesito verlos como Mis apóstoles en la superficie de la Tierra, así como tengo muchos otros apóstoles en el mundo que Me viven y Me sirven, y que sus vidas solo están para poder reparar el Corazón del Señor.

¿Quién más se postulará para vivir este momento, para estar donde Yo lo necesite, como lo necesite y cuando lo necesite?

Yo les tengo que decir todo esto para que puedan crecer rápidamente; porque sé que Me pueden responder, así como Me han respondido en estos últimos años.

Quiero agradecerles la valentía de escuchar Mis Palabras y por eso, vuelvo a bendecirlos y a darles Mi Paz; para que siempre en ustedes todo se renueve y, así, participen de la Sagrada Voluntad del Creador, de lo que Él preciosamente tiene guardado en Su Corazón para cada uno de Sus Hijos.

¡Sean valientes y no se desanimen!

Vivan su purificación como una liberación, como el fin del cautiverio espiritual de este mundo.

Mis Gracias, sobre aquellos que las quieran recibir.

Que la paz esté con ustedes, así como Mi Paz resuena en este universo a través de los que Me dicen sí.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Ustedes fueron creados por un propósito y no es por casualidad que hoy están aquí, a los Pies del Creador.

Vayamos ahora al universo de su esencia a descubrir lo que allí existe, lo que es eterno, perpetuo e infinito, lo que nada ni nadie puede disipar, desde donde ustedes surgieron para venir aquí a la Tierra a cumplir el Proyecto de la Redención y del Amor.

Coloquen su atención en este momento, en el centro de sus seres, e ingresen junto Conmigo al universo de su esencia para encontrarse con Dios, para renovar su propósito, para seguir caminando hasta que cumplan, compañeros, la meta que Dios les colocó.

Miren hacia dentro de su esencia, contémplenla con un grandioso amor.Sientan la Fuente Original que existe dentro de ustedes y cómo la Luz espiritual de Mi Amor penetra las capas más profundas de la consciencia, para elevarlos, para trascenderlos, para colocarlos en las Manos de Dios.

En esta noche, en donde la luz interior se enciende por la intercesión de Mi Sagrado Corazón, observen hacia sus esencias.

Descubran en su interior la única verdad, la que los hará libres de este cautiverio, de esta prisión planetaria, de todo error.

Yo vengo a buscar en esta noche la esencia de sus corazones, lo que existió una vez en el principio como consciencia y energía.

Retornemos hacia esos orígenes.

Yo vine aquí en esta noche para llevarlos hacia ese lugar, en donde ustedes comenzaron a tener vida espiritual, álmica y física.

Sus esencias han venido viajando a través de los tiempos realizando esta trayectoria, camino a la redención.

Vean dentro de sus esencias, en lo más íntimo de sus corazones la Fuente Creadora de Dios, que los renueva, los cura, les concede la redención.

Volvamos al origen, al principio de todo, cuando nuestro Padre Eterno en Sus más altas dimensiones, en Sus mayores grados de Amor, pensó en crear criaturas tan semejantes a Él, así como lo son ustedes en este tiempo.

Recuerden hijos, que son hijos de Dios, que son hijos de la Vida, que son hijos del Amor, que vienen de una existencia que nunca ha muerto, que es perpetua, que es eterna y muy sublime.

Retornen a sus esencias y pregunten a su interior: ¿Qué es lo que Tú quieres de mí, Padre?

Quietud. Quietud. Quietud. No interrumpan lo que estoy haciendo.

He venido aquí para elevarlos a Dios, para que sean parte de lo que es existente e infinito.

Retornen su atención a la esencia de Su Amor, aquella que surgió de la Fuente y que ha vivido muchas experiencias para poder llegar aquí y decirle 'sí' a la redención.

Hoy vengo a disipar las fuerzas de la contrariedad, porque donde está el amor presente, está Dios; y sus corazones están en Dios, así como Dios puede estar en ustedes.

Vayamos ahora hacia el origen de lo que en verdad son, para que conozcan cómo fueron creados en el principio antes de ser almas, antes de ser espíritus; para que conozcan cómo eran cuando fueron esencias en la Fuente del Amor de Dios, junto a los Padres Creadores, los Arcángeles; al lugar desde donde surgieron millones de vidas para este Universo.

Es así, compañeros, que hoy no están aquí solos. Está todo el Universo, toda la existencia y toda la vida, a través de Mi Sagrado Corazón.

Sean valientes. Penetren este misterio que hoy Mi Corazón concede para que se puedan conocer conscientemente.

Véanse como seres en el amor y sigan adelante atravesando estos tiempos, superando todos los obstáculos, elevando su consciencia hacia el Creador.

Arrodíllense delante de Mí. Y en un acto de reconciliación por medio de Mi Sagrado Corazón, retornemos a la Vida, a lo que siempre fueron.

Vengan Conmigo a la Fuente de la Creación y encuentren allí sus esencias, lo que es puro, lo que no tiene sufrimiento, lo que es eterno e invencible ante los Ojos de su Creador.

Miren hacia dentro de sí y busquen la esfera de su esencia, la luz más profunda de sus consciencias, lo que ha nacido de la Fuente y viene a través de los tiempos aprendiendo sobre el amor y el perdón.

Yo vengo en estos tiempos a buscar esa verdad que existe en ustedes, verdad que Me trae hasta aquí de forma continua y paciente, hasta que ustedes por sí solos puedan entrar en comunión con esa verdad.

Así librarán a su Maestro para que pueda seguir obrando en el mundo con otras millones de esencias, que están perdidas y lejos del amor, del Amor de la Fuente.

Coloquen entre sus manos esa esencia de luz como si fuera un recién nacido.

Sientan esa esfera de luz entre sus manos y al mismo tiempo, en señal de imploración, reconciliémonos con Dios.

Esta es la esencia que está en ustedes y que busca el camino de retorno al Corazón del Creador.

Vean cómo Dios creó su esencia con inmenso amor, con eterna dulzura, con una inconmensurable compasión.

Esta es la esencia que debe retornar a la Fuente con la señal marcada de la Redención, diciéndole 'sí' al Perdón y a la Misericordia Divina.

Con estos millones de esencias, su Maestro y Señor, Jesucristo, viene trabajando con ellas a través de los tiempos.

Ustedes no solo son materia, también son energía que proviene de la Fuente y que alguna vez desvió sus caminos, para que en este tiempo volvieran a encontrar el camino de la redención y del amor.

Yo vengo a concebir en sus esencias, la Gracia de la renovación, del servicio mutuo, de una extrema caridad y de una infinita consideración por el prójimo.

Con esta esencia que Dios les ha dado, que es frágil y sencilla, que es simple y pura, retornen compañeros, a la escuela del amor, porque el amor los curará, el Amor de Dios los salvará y pronto serán dignos hijos de Dios, merecedores de Su Misericordia infinita, servidores incansables que nunca bajan los brazos, que siempre dicen 'sí' a la Jerarquía Divina.

Sientan entre sus manos su divina esencia, sientan cómo los Ángeles y Arcángeles contemplan sus moradas internas.

Crean que es posible superarlo todo por medio del Amor que hoy Mi Espíritu siembra en sus esencias para darles de nuevo la vida espiritual y la unión eterna con el Creador.

Así como sus esencias se postran ante el Altísimo colocándose a Sus Pies, así hoy quiero, compañeros, que cada parte de sus seres se postre ante Dios como un acto de reconciliación, de perdón y de cura.

Y ahora Padre, que ves lo que Yo vengo a buscar de tiempo en tiempo, lo que Tú has creado a imagen y semejanza de Tu Existencia, Adonai, Tu Hijo implora por estas esencias y por todas las esencias que están lejos de Ti.

Así como estás en el Cielo, Padre, que Tú puedas estar en la Tierra y cuando Yo vuelva, rodeado de Tu Gloria y de Tu Poder, todas las esencias del mundo vivan su último paso hacia el perdón.

Emmanuel, escucha la Voz de Tu Hijo, que una vez estuvo en la Cruz por todas las esencias del mundo, por todos los que cayeron en los abismos.

Escucha la Voz de Tu Hijo,Adonai, Emmanuel y Abba.

Postrándome a Tus Pies, Padre Eterno, ofrezco Mi Cuerpo, Mi Sangre, Mi Alma, Mi Divinidad, por las esencias que hoy deben estar Contigo para servirte y honrarte.

Te ofrezco, Padre, Mi Sagrado Corazón, por los corazones ingratos e injustos.

Te ofrezco Mi Espíritu para que Tú estés presente en todo lo que existe y vive, en todo lo que respira, para que se borre la célula del mal, para que renazca la Luz de Tu Divina Consciencia, Adonai.

Elí, Elí, escucha la Voz de Tu Hijo, que con gran expiación y misericordia disuelve el error, la desunión y el desamor, para que triunfe, Padre, Tu Plan sobre este planeta.

Todos nos postramos ante Ti, amado Creador, porque respiraste y creaste la vida, porque sentiste y surgieron las criaturas, porque pensaste y donaste sin restricciones Tu Universo para que por siglos de los siglos Te alabemos, Te honremos, Te supliquemos y así, estemos en comunión con Tu Espíritu inmaterial.

Derrama Tu Gracia sobre estas esencias.

Derrama Tu Amor sobre estas vidas, a fin de que se cumpla, Adonai, Tu Proyecto, y las almas se rediman y vivan hasta el fin de sus vidas en Tu Paz.

Hoy riego este árbol que se estaba secando y vean cómo el Amor todo lo transforma, todo lo hace rebrotar; todo vuelve a florecer porque no he dejado que muriera su esencia, sino que en el bálsamo de Mi Amor, la he nutrido con Mi Espíritu.

Que se alegren los que estaban muertos.

Que sean felices los que esperaban una Gracia porque no Me cansaré, no Me cansaré hasta alcanzar lo que espero de sus esencias.

Ámense los unos a los otros como Yo los amé hasta el último momento en la Cruz. Y cuando no se amen, cuando no se unan, recuérdenme en la Cruz, todo lo que Yo padecí por ustedes hasta el fin de sus vidas, que así recobrarán fuerza, recobrarán valentía y coraje para poder amar más allá de sí.

Que se cumpla el advenimiento de las nuevas figueiras.

Que rebroten de la tierra las semillas de la hermandad, porque el Todopoderoso ha escuchado a Su Hijo y los ángeles han derramado sus gracias en lo más profundo de sus seres.

Hoy se cumple la Escritura.

Verán al Hijo de Dios venir entre las nubes y el soplo de Su Espíritu vivificará sus consciencias y el mal se disolverá, porque el Amor del Sacrificado Corazón de Jesús triunfará hasta la Nueva Tierra.

Que se disuelvan los nudos de la separación humana.

Que se establezcan los lazos del amor y de la fidelidad, porque el Padre de la Misericordia ha escuchado la Voz del Redentor.

Coloquen sus manos sobre el corazón.

Y que puedan sentir todos los días este misterio, que ya no es más misterio, sino el simple Amor de su Redentor que viene a rehacer todas las cosas.

Porque cuando caí con la Cruz tres veces prometí al Padre que Yo renovaría todas las cosas.

Y bienaventurados serán los que se dejen renovar por Mí sin temer a los cambios, porque lo que Dios les quiere entregar es Su Corazón, para que viva en ustedes en esencia y eternamente.

Celebremos entonces este acto de reconciliación, porque sus pecados fueron purificados y sus faltas fueron perdonadas.

El Sacerdote Mayor ha venido a celebrar la Comunión Reparadora, a fin de que recuerden todos los días cumplir con la promesa de ser parte de Mi Amor y de expresarlo a cada momento.

Escuchemos las trompetas de los ángeles, que suenan para anunciar la Palabra Divina y volver a instituir en este lugar la Santa Eucaristía, el triunfo perpetuo del Amor y de la Vida de su Maestro y Señor Jesucristo.

Y hoy a Mis Pies no tengo solamente a las santas mujeres que ungieron Mi Cuerpo flagelado en el sepulcro, junto a María, Mi Madre y María Magdalena. Sino que también tengo a Mis Pies a los que una vez no Me reconocieron, a los que vivieron milagros y a los que se convirtieron a los pies de la Cruz, cuando Mi Sangre brotó de Mi Costado y Mi Agua penetró las entrañas de la Tierra para renovar el Proyecto del Creador.

Que sus esencias hoy se fundan en Mi Esencia original, en Mi Divinidad, en la Segunda Persona de Dios, el Hijo Primogénito, el Unigénito, el Redentor y que esas esencias que viven y brillan en ustedes, los ayuden a vivir los cambios en el fin de estos tiempos.

Solo el Amor los hará libres y cuando no estén en el Amor y en la Verdad, llámenme. Yo les daré la fuerza para amar así como amé hasta el último momento de la Cruz.

Y como acto de reparación y de cura, para la transustanciación del pan y del vino de sus esencias, hoy pediré una canción que refleja el amor que Yo tuve por ustedes en el Calvario: "Cristo del Calvario".

Que el símbolo de esta canción los ayude a tener la misma fuerza, el mismo coraje y la misma valentía que su Maestro y Señor tuvo hasta el último momento de haber expirado en la Cruz por todos ustedes.

Cuando no consigan humillarse, arrodíllense; cuando no consigan apaciguarse, coloquen su rostro en el suelo; cuando no sean humildes, colóquense en cruz en el suelo, que Yo los ayudaré a transformar lo intransformable, a liberar lo que se resiste y sentirán el Fuego de Mi Amor en sus corazones, así como lo hicieron las santas mujeres hasta el último momento, superando todas las pruebas, todos los obstáculos, para estar cerca del Sacrificado Hijo, del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Y antes de escuchar esa canción que hace humilde a Mi Corazón, porque en verdad es Dios que es en Mí para que Yo pueda ser en ustedes, les recuerdo la escena y el momento culminante de la comunión con los apóstoles y todas las almas presentes hace dos mil años atrás, en Jerusalén, cuando tomé el pan y di gracias a Dios por el Sacrificio diciendo:

Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo, el Cuerpo Esencial de su Señor, que se entregará a ustedes para el perdón de los pecados.

Del mismo modo tomé el Cáliz dando gracias al Creador por el Sacrificio y les dije:

Tomen, tomen en confianza y beban de este Cáliz, el Cáliz de la Nueva Alianza, Sangre que será derramada por ustedes para el perdón de todas las faltas.

Y en ese momento, la Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, descendieron e instituyeron la Eucaristía.

Hoy Te pido Adonai, que no dejes morir Tu Sagrado Árbol, Árbol tan semejante a la zarza ardiente de Moisés, en donde una vez Tú te mostraste, tan pequeño y humilde a Tus criaturas. 

Que el mismo Espíritu y el mismo Fuego que penetró en la consciencia de Moisés, hoy penetre en la consciencia de los que instruyen, de los que guían a Tus rebaños, a fin de que siempre triunfe Tu poderoso e invencible Amor. Amén.

Escucho la canción.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Veneren y adoren al Señor Crucificado.

 

Por los martirios soportados,
por los dolores transmutados,
por la victoriosa Misericordia alcanzada,
Cristo Redentor, libéranos de las amarras.
Amén.

(x 3 veces)

 

Hoy vine aquí, mostrando Mi Costado para el mundo, desde donde brotó lo más insondable para todos y desde donde sigue brotando para toda la humanidad, hasta los últimos días de la Tierra.

Vean al Señor en recogimiento, preparando su momento para poder resucitar en más corazones que están muertos y que no me viven.

Vean al Señor junto a Sus Coros, penetrando los abismos de la Tierra a través del recuerdo de Su Crucifixión, para la salvación de la humanidad y la liberación de todos sus pecados.

Vean, a los pies del Sepulcro, a los Ángeles Custodios en adoración, para que pronto retorne el Hijo de Dios hacia la humanidad.

Los invito a todos a venerar Mi Cruz como una victoria, como la realización  de la Obra del Altísimo en aquellos que saben distinguir los prodigios del Mesías, de su Señor.

A Mi derecha, el Arcángel Metatrón, disipando hoy los abismos del mundo y a las tinieblas que abrazan a los corazones dormidos.

Su Fuego violeta todo renueva.

Su Luz ilumina lo que está oscuro, en unión al Hijo Predilecto, su Señor Jesucristo.

Dejen, compañeros, que esa llama se vierta en sus consciencias y almas.

Llamo a los que se han consagrado a Metatrón para esta tarea planetaria de liberación.

Vean los Aspectos de Dios manifestados en Resplandecencia y Luz sobre el mundo.

En esta hora de crueldad humana y de profunda indiferencia, retiren de sus corazones cualquier desunión con ustedes mismos, o con sus semejantes.

Dejen que este Fuego de Metatrón descienda en sus espíritus para que los purifique y los eleve a Mi Reino.

Vean la lanza ardiente de Metatrón en Su sagrada mano, que decreta los poderes del Cielo y los unifica con todas las almas.

Vean ese Fuego Solar y violeta que desciende sobre el mundo, en esta hora de conflicto y de falta de Paz.

Vean los prodigios que el Santo Padre Metatrón realizó a través de Mi Cruz contra los demonios del mundo y las bestias infernales que sucumben a los corazones perdidos.

Él es el transformador de la materia corrupta.

Él es el fuego que sublima las fricciones entre los corazones.

Él es el Unificador del pensamiento entre  las consciencias y el Patriarca de los elegidos.

Él es el portador del mensaje universal de la Llama Trina, el fuego incandescente del fuego liberador de todas las formas.

Hoy vean a Mi Cruz como una gran victoria y no como un fracaso, como muchos lo creen en la inmensidad de su ignorancia.

Vean al Hijo de Dios en el Sepulcro siendo exaltado, restaurado y transfigurado por los ángeles de la Luz y las legiones de los Padres Creadores que vivieron este Misterio junto Conmigo durante Mi Muerte y aun, cuando descendí a los infiernos para desterrar a los ambiciosos, a los perseguidores e infieles a la Ley.

¡A cuántos Yo retiré del abismo durante Mis días de sepultura!

Mientras Mi Padre Me tenía en brazos y mientras las mujeres santas oraban  en adoración a las afueras del Sepulcro, no dejé de trabajar por el mundo ni un solo minuto, esperando Mi Resurrección en el silencio.

Repitamos:

Arcángel Metatrón,
Patriarca y Portavoz del Fuego Divino,
trasciende la materia en liberación.
Amén.
(x 3 veces)


Fray Elías del Sagrado Corazón:
Jesús dice ahora  que tenemos que hacerlo con un poco más de fe interior.
 

Arcángel Metatrón... (x 6 veces)

Y así, compañeros, podrán liberar los malos espíritus que corroen a las almas y a los corazones dormidos que aún no aceptan a Dios en el verdadero testimonio de la resurrección de Su Hijo y de Su segundo retorno al mundo, en el momento más crucial de la humanidad.

Cuando sientan falta de fe imploren y decreten, por esa oración, al Arcángel Metatrón, el Padre que transforma a través de Su Fuego Divino y que eleva a las almas por medio de la liberación.

Así podrán ver, queridos compañeros, cómo la Obra de los Padres Creadores es única y Omnisciente, cómo todas esas sublimes Consciencias intercedieron durante Mi Pasión por la salvación de los pecadores y de todos los mortales.

¿Cuál fue el gran misterio que reveló el Sepulcro durante los tres días en un profundo silencio? Fue la liberación que el Amado Hijo de Dios, Jesucristo, junto a Metatrón y Miguel realizaron de todos los infiernos de la Tierra por un ciclo de dos mil años.

Y aunque el mal aún esté presente en los corazones y en la superficie del planeta, deben creer, compañeros, que su cautiverio terminará y que su libertad estará  cerca, para el próximo mundo.

No esperen ver resultados con prontitud, pero sí, sacrifiquen sus vidas para que la Nueva Tierra pueda nacer en la victoria y el triunfo de Mi Sagrado Corazón.

¡Cuántos ángeles del Cielo hoy visitan sus moradas y las moradas de sus hermanos que hoy no están aquí, pero sí presentes en Mi Corazón Sacratísimo!

Tomen su cruz con coraje y valentía, y trabajen todos los días por su redención, así como Yo se los he enseñado amorosamente por medio de la paz, la compasión y la misericordia.

No sean más indiferentes con sus semejantes.

Quiebren y rasguen sus estructuras para que el verdadero espíritu del Cristo interior pueda nacer cuando Yo ya no esté más aquí, entre ustedes, dirigiendo Mis Palabras para el mundo.

Sean consecuentes con el Universo, y vivan su cruz como una perfecta alegría de poder servir a Dios hasta el fin de sus días.

Al menos, compañeros, háganlo por Mí y no me fallen.

Esta Obra, que hoy reúno en ustedes y entre ustedes, fue escogida por Mí con mucho amor después de Mi Pasión, de Mi Resurrección, de Mi Aparición a través de los tiempos y de la revelación de Mis íconos Sagrados de la Faz de Mi Misericordia y de Mi Gloria hasta los tiempos de hoy.

En este presente, la Obra continúa en unión a su Santísima Madre María.

Si ustedes compañeros, no apoyan este Plan, ¿quién lo cumplirá?

Nosotros venimos del Cielo con Metatrón para traerles la Gracia y la Piedad.

Ustedes, remanguen sus vestimentas y trabajen en los caminos que Yo construyo para que la Obra se cumpla, así como está previsto en el Corazón de Dios.

Si la Obra no se cumple en cada parte del mundo que nosotros amorosamente visitamos, ¿cómo se salvará la otra parte de la humanidad y despertará?

Podría enviar millones de ángeles para el despertar de los corazones sin su ayuda, pero, ¿cómo, compañeros, serán Cristos en colaboración al Plan de Mi Padre? 

No se olviden de todo lo que están recibiendo.

Deberán dar testimonio y juicio en el último día de la Tierra, y así sabrán que Yo he dicho la verdad y que aún separaré la paja del trigo.

Manténganse firmes, en oración y vigilia Conmigo, porque al fin verán su gloria en el Paraíso.

Incienso...

Padre Nuestro en arameo.

Y ahora purifiqué sus faltas para que, renovados por Mi Espíritu, carguen con la cruz de la redención y de la paz, que traerá la oportunidad para muchos corazones de la Tierra en la constitución que Yo hago y en la efusión que Yo construyo a través de esta Orden, con Mi Espíritu Sagrado.

En Presencia Amadísima del Arcángel Metatrón, entonemos Su nombre sagrado, para que Sus legiones auxilien y acudan a los corazones más necesitados, en esta hora de la Pasión del Señor en lo alto del calvario espiritual de todo el planeta.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de nuestro Señor Jesucristo nos ponemos de pie.

Quien tenga  cruz, de los peregrinos presentes, el Señor pide que coloque esa cruz sobre el pecho para que Él la pueda bendecir también, en la Presencia de Metatrón, mientras cantamos e invocamos Su nombre.

Vamos a cantar Kodoish melódico y cuando el Señor diga, Nuestro Señor, comenzaremos a cantar.

Kodoish...

Metatrón...

Kodoish...

Que este recuerdo nunca se borre de sus vidas, y deben saber que cuentan con una intercesión divina que viene en auxilio de la humanidad en esta época, al igual que los demás Padres Creadores.

Que la confirmación de su cruz sea la entrega absoluta al Creador para esta sagrada tarea.

En nombre de los Cielos, den la paz para el mundo, Yo los bendigo a ustedes, a sus hermanos, familiares, necesitados y a todos los objetos sagrados que representan la presencia de la fe en los corazones.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Jerarquía Divina de Ángeles y Arcángeles... (x 3 veces)

 

Este es el aceite de la simplicidad para los que viven la consagración monástica a Mi Corazón.

Hoy a todos señalaré con una cruz para que el Padre, en Su Misericordia, a pesar de lo que suceda en el fin de los tiempos, los recuerde y los ayude.

 

Canción: "Cristo del Calvario".

¡Gracias Señor por cuánto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Canción: "Escúchame, Redentor"

Aparición de Cristo Jesús, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón, en el Sagrado Llamado

Postraos ante Mi Padre, pues Él os está viendo.

Llego en esta noche para dar la libertad al mundo, pues Mi Corazón no mantendrá a nadie más preso, pues nunca he colocado a nadie en cautiverio, sino les dí la libertad de esta vida material, el poder de reconocer Mi Faz, Mis prodigios y Mis dones, que Yo les doné desde el primer momento en la Cruz.

Vivan Mi Pasión en estos tiempos difíciles. No borren de vuestras memorias, todo lo que ha hecho vuestro Redentor, pues la hora indicada se aproxima. Los relojes internos se activan, para sentir la llegada del Maestro y Redentor. Vendrá en Espíritu de Divinidad y Gloria a buscar a las almas caídas, a rescatar a los inocentes de las injusticias del mal, pues nadie se librará de poder purificarse. Es necesario para estos tiempos difíciles.

La humanidad se apartó de Dios y creó su propia condición, hasta en lo más profundo del espíritu. Pero Yo vengo a recordarles la comunión Conmigo, para que vuestros pecados se puedan perdonar.

Sean puros y cristalinos ante Mis Ojos gloriosos, pues Yo vengo a buscar vuestra humildad y simplicidad. No colocaré Mi Reino en almas vanidosas. Yo colocaré Mi Reino en los corazones que se transforman a través de Mi Corazón.

Vengo a entregarles la última llave, la última señal para la humanidad, pues necesito que todos Me escuchen con atención, porque hoy los hago postrar ante Mi Padre, porque Mi Padre los está viendo a través de Mi Corazón Misericordioso y todas las Jerarquías Angélicas que rodean Mi Gloria y Mi Aura, para dar testimonio de la Presencia de Dios.

Por eso vengo a ser consecuente con cada uno de ustedes. Necesito que vuestras estrellas despierten en lo más interno de vuestros corazones, porque será eso que iluminará la oscuridad de los tiempos cuando verdaderamente estén unidos en Mí a la oración.   

Y ahora mírenme con ojos de desapego y de entrega, porque Yo vengo a rescatar lo que es irrescatable en este mundo.

Vuestros corazones son merecedores de Mi Gloria, por eso grabo en vuestros rostros Mi Faz, para que sean como Yo hasta el final de los tiempos, donde todo estará cumplido en nombre de Adonai. Y así los levanto del suelo todos los días, porque necesito que caminen a Mi lado en este tiempo de tribulación, en donde las almas se juzgan a sí mismas y pierden el camino de la redención.

Por eso, Yo necesito de ustedes todo el tiempo, porque espero que no se pierdan y no dejen de seguir Mis Pasos de Luz, aquello que Yo estoy marcando por última vez en el mundo.

Reconozcan Mis Huellas. Sientan Mis Pasos y escúchenme dentro de vuestros corazones. Yo Soy vuestra Gloria, Soy vuestra Verdad, Soy la manifestación del Amor vivo de Dios, que muchos no están buscando por perderse en las cosas superficiales.

Por eso, Yo los llamo a la oración, porque esa será vuestra antorcha. Ustedes mismos la deberán encender a través del fuego de vuestro corazón. 

Yo ya no podré darles el toque de Mi Luz, la humanidad no se lo merece. Pero si son buscadores de Mi Misericordia siempre estarán en el océano de Mi Corazón, sintiendo Mis consuelos y siendo bañados por Mi Gracia, todos los días hasta el fin de los días.

Con todo esto, Yo les muestro la Verdad, porque muy pocos corazones Me quieren escuchar. No vengo a traer incomodidad a vuestras vidas, sino a recordarles hasta los últimos tiempos, vuestro compromiso con el Creador, con vuestros Ángeles de la Guarda, que serán los testigos delante del Juicio Final, de vuestras vidas y del mundo y de todo lo que han hecho, hasta los últimos momentos de estos tiempos definitivos.

Pero no bastará que me puedan creer, sino que puedan sentir Mis Palabras, que son transmitidas por la Energía Divina de Dios, que todo transmuta y libera en cuanto es pronunciada por la Voz del Hijo de Dios.

Guardarán estos momentos Conmigo en vuestros corazones. Serán los que los fortalecerá delante de todas las cosas que verán. Mas vuestros corazones no deberán sorprenderse. Lo que ha sido escrito para estos tiempos, se ha multiplicado por mil. ¿Saben entonces, compañeros, hacia dónde se encamina la humanidad? Pues Nuestra Voz no dejará de pronunciarse. Sabemos que Nuestra Voz y cada una de Nuestras Palabras, serán Luz para los peregrinos. Seremos fieles a cada uno de ellos, cuando cada uno de ellos sean fieles a Mi Corazón, al Corazón de Mi Madre y de San José y principalmente al Corazón del Padre Eterno, que está muy blasfemado por el mundo.

Yo vengo a hablarles de estas cosas, hijos compañeros, porque el mundo está viviendo estas cosas. La realidad divina no puede descender mientras circule el caos en el mundo. Pero Mi Corazón viene a crear en este lugar, en el corazón de los fieles, las pequeñas Islas de Salvación, donde Mi adversario no podrá entrar, cuando tan solo sean consecuentes Conmigo, en este camino hacia el Infinito. 

Quisiera contarles cosas del universo, pero la humanidad no ha querido escuchar por haberse rodeado de cosas materiales que los distanciaron de la Ley de Dios. Yo vengo a demostrarles el equilibrio del universo, del cual nunca deberán salir, para que sean amparados por Ley de Mi Señor.

Mientras escucho vuestros corazones, ustedes se confiesan ante Mi Corazón, porque así todo se reparará a tiempo y nadie perderá la oportunidad de reencontrarse con Mi Corazón Glorioso.

Yo vengo a traerles la oferta definitiva, la oportunidad incalculable de vivir en Mi Paz y en el Reino de Mi Dios, porque a pesar de todo lo que sucederá, no perderán la calma. Estarán en serenidad y serán pacificadores de Mi Corazón Misericordioso.

Y ahora daré la oferta al Universo de Dios por ustedes, ante los Altares de Cielo y de todos los Arcángeles.

Alabemos a Dios en gratitud, reparación y amor; pues Mi único deseo es que algunos carguen con Mi Corona de espinas sobre sus cabezas para compartir el dolor que Me ocasiona el mundo, por tanta ignorancia y desamor. Esta será la causa, compañeros, de ofertar estos Sacramentos en nombre de la redención y de la paz.

Y cuando ustedes no vean la paz en el mundo, en estos tiempos que llegan, busquen la Paz de Mi Corazón, pues solo Me encontraré en los corazones que quieran recibirme y esa será vuestra paz para estos tiempos. Estar en Mi Paz, vivir en Mi Paz y buscar Mi Paz. Eso les permitirá, compañeros, que nada a vuestro alrededor los sorprenda y los atormente. Porque, les vuelvo a decir, que verán cosas inexplicables dentro y fuera de los seres. Eso es el tiempo del Armagedón.

 

Fray Elías:

Delante de los ángeles de Cristo, a pedido de Nuestro Señor, vamos a entonar el Kodoish melódico, haciendo esta oferta a través del Corazón Sagrado de Cristo.

 Los que puedan, se ponen de pie para hacer la oferta, delante del Sacratísimo Corazón de Jesús.

 

Compañeros, en el Nombre de Nuestro Señor, oraremos a Dios, para que Él interceda por el mundo, a través de Mi Bendito y Sacratísimo Corazón.

Que esta Comunión que hoy realizarán Conmigo, reafirme y confirme vuestros votos con Mi Plan de salvación.

Como en el Monte de las Bienaventuranzas, recordaremos este Misterio que Yo revelé al mundo, a través del Padre Nuestro.

Padre Nuestro (en arameo)

Alabado sea Dios, glorioso Su Reino, Aleluya, Aleluya.

En esa paz Yo los quiero encontrar todos los días, porque muchas almas se servirán de vuestra paz para calmar su desasosiego, delante del fin de los tiempos en el que todo se vuelve tan complejo para los pequeños corazones de la humanidad.

Los espero aquí, en la oración de la Misericordia, pues vendré a verlos aquí los días 5 y 6 de octubre. 

Esa es Mi promesa para ustedes. Depositar Mis códigos en vuestros corazones para que siempre puedan resucitar, en estos tiempos críticos.

Vengan a Mí y abrácenme. Yo siempre los espero en la vigilia del Corazón.

Mientras estoy aquí con ustedes, estoy con el mundo, principalmente con las almas que más necesitan y que en esta hora viven su desesperación.

Los observo y los contemplo siempre, hasta el fin de los días, pues los Nuevos Cristos deben despertar, para concretar el Plan de Salvación.

Yo les agradezco.

Recuerden a los que sufren más que ustedes, así verán vuestros dolores muy pequeños delante del sufrimiento universal que vive este planeta y todos sus Reinos creados. Así encontrarán fuerzas para cuando Yo ya no esté aquí, entre ustedes, y seguir ciegamente Mi camino hasta cruzar el portal de Mi Corazón, donde todo estará consumado. Que así sea.

Gracias Adonai, Emmanuel, Abba, por cuánto nos das.

No se entristezcan. Yo siempre seré vuestra fuerza inquebrantable. Y a pesar de que las montañas se muevan y los mares de agiten en estos tiempos presentes, no pierdan la calma. Dios ya tiene marcada vuestra hora, para cada uno de los seres de la Tierra, que no deberán perder el rumbo hacia el Sacratísimo Corazón de Jesús.

Mi último intento es grabar la historia de Mi Faz en vuestros corazones. Y así serán las reliquias, las reliquias espirituales en el Universo de Dios y así serán testigos de esta Obra de Redención. Y aunque sean muy pocos, la experiencia será grande para aquellos que crean sin haber visto.

Mientras les hablo, Yo los calmo, los sereno, para que puedan sentir Mi Propósito de toda esta existencia, de la cual Yo soy parte desde el principio de la Tierra. Por eso, pueden ser bienaventurados cuando siguen Mi camino todos los días, se levanten de vuestras dificultades y solo ansíen encontrar Mi Corazón en cada acto de la vida que debe ser representado por el buen ejemplo de vuestros corazones. Así los códigos que Yo les entrego no se perderán y habrá valido la pena venir aquí para decirles todas estas cosas.

Y ahora Mis Ojos lloran por el mundo, por el mundo infiel, por el mundo injusto. Dios tiene algo especial para todos, solo que todos siempre han querido hacer su propia voluntad y olvidaron la Voluntad de Dios, eso los apartó del amor y de la esencia de todo lo existente.

Yo vengo a recordarles este Propósito, para que siempre puedan ver las cosas más allá de ustedes. No desearía que vuestros corazones se enfríen y que tampoco sean tibios, pues Mi deseo es que vivan en Mi Fuego, el que promueve la paz, la Misericordia y la redención.

Mientras estoy aquí, estoy en regiones del mundo atormentadas, aliviando el grito de las almas que claman por piedad y Misericordia. Mas ustedes compañeros, están en el gozo de Mi Espíritu, mientras las almas se pierden, sin encontrar la Luz de Mi Corazón.

Esto Yo ya lo había visto en la agonía del Huerto Getsemaní. Esta sería la prueba de la humanidad, superarse a través del amor y no a través del poder. Pero Mi adversario conquistó muchos corazones. Por eso, el tiempo de la Justicia se aproxima. Y ustedes los han visto, lo vieron suceder alrededor de esta humanidad.

Los tiempos marcan nuevas señales para aquellos que, en verdad, quieren ver con los ojos del corazón, sin propiedad ni apego. Así estarán más conscientes de lo que Mi Sagrado Corazón ve de este mundo y de todas las cosas que impiden concretar el proyecto de esta raza humana.

Por eso les repito: sientan las Palabras, la vibración de Mi Corazón Misericordioso. Ellas serán las últimas que cambiarán la historia de vuestras vidas.

Deseo que ya sean otros, para que Yo pueda morar en lo profundo de los seres.

Dios desea construir a través de esta Obra de los Mensajeros Divinos, un espíritu fuerte e invencible en las almas que están siendo convocadas en las diferentes naciones, pues los ejércitos deben estar prontos para poder batallar. La guerra en el mundo ya comenzó y esto no es solo una teoría, lo están viendo con vuestros propios ojos.

Pero hay compañeros Míos que dan vuelta el rostro a todas estas cosas para no sentir vergüenza delante de los Ojos de Dios. Imaginen, compañeros, qué siente Mi Corazón delante del Creador, después de todo lo que hice por ustedes y por vuestros hermanos. ¿Habrá valido la historia de Mi Pasión?

Yo digo sí, porque sé que hay corazones que harán resplandecer la Tierra Prometida y cumplirán la parte que le fue pedida a Moisés, cuando todo pase, las aguas se calmen y el sufrimiento desaparezca en la nueva humanidad.

Mediten en lo que les digo y que Mis Palabras no vuelen como el viento, que permanezcan en vuestros corazones como vida, hasta que Yo retorne en Cuerpo, Alma y Divinidad.

Y así Me despido de los valientes y consecuentes y elevo al Reino de Dios todos los ultrajes y sufrimientos, para que sean transformados a través de vuestra oferta de reparación a Mi Corazón Sagrado.

Paz para todos, hermandad para el fin de los tiempos.

Los bendigo nuevamente con Mi Luz y hoy de una forma especial, en la Presencia de la Santísima Trinidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

¡Gracias, Señor, por cuanto nos das!

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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