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Dios destruirá los castillos de arena que han construido los hombres para llevar a la humanidad a la perdición. Así, Dios erguirá, desde los mundos internos, los templos de amor que las almas han fecundado interiormente a través de su fe en el Señor. En ese momento, el Juicio comenzará para toda la humanidad.
Los simples de corazón recibirán en sus manos el Legado de otrora y los que se decían poderosos perderán todas sus riquezas, porque los pobres de corazón conocerán todos los misterios que están escritos en la gran bóveda de este universo.
Ya no será necesario interpretar las estrellas, porque la nueva raza sabrá de dónde proviene y cuál es su verdadero origen.Nadie quedará sin saber cuál es la misión que ha venido a desempeñar por amor al Proyecto Universal.
En esa hora, los poderosos ya no tendrán más poder y los puros de corazón serán coronados por las Manos de Cristo.
Las doce huestes angélicas descenderán y una estrella semejante a las del universo anunciará la señal de una nueva etapa.
Finalmente, la humanidad despertará y ya no estará más en el mal, porque habrá abandonado la ilusión y habrá ingresado en los misterios del universo.
Más tarde, los obstáculos no existirán ni tampoco lo que conocemos como ego. Las almas y las consciencias de este mundo finalmente se tornarán libres y serán felices durante los mil años de paz. Así, el Padre Eterno, en Su resplandor, descenderá y hará de esta Tierra Su luminoso hogar en el universo.
Oración para realizar al término de la Comunión
para reconciliarse con Cristo Jesús
Por Su Sacrificio, fuimos liberados.
Por Sus Llagas, fuimos curados.
Por Sus Flagelaciones, fuimos perdonados.
Por Sus Caídas, fuimos elevados.
Por Su Cruz, fuimos redimidos.
Y ahora, por Su Misericordia, somos transfigurados
y Su Luz Espiritual recibimos,
para que libres de toda adversidad,
caminemos con la aspiración
de algún día volver a encontrarlo
en Su Gloria Celestial.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, ahora y siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He aquì que vendrá del Cielo, tan brillante como un nuevo Sol, una Estrella de esperanza. Brillará en el interior de aquellos que se abran para recibir Su Luz e iluminará los ojos de los que estaban ciegos, para que sean retirados de sus propias tinieblas y contemplen la Verdad que nunca pudieron ver.
He aquí que vendrá del Cielo, una Mujer Vestida de Sol, Aquella que un día, amparada por el silencio divino, vivió ocultamente los misterios de la Pasión de Su Hijo, el Hijo de Dios. Vendrá porque la pasión del planeta ya comenzó y la Mujer Vestida de Sol sustentará a Sus hijos en Sus brazos, los protegerá y los amparará, así como lo hizo con Su Hijo, desde el Calvario hasta la Cruz.
He aquí la Mujer que con ojos de compasión renueva a Sus pequeñitos después de cada caída. He aquí Aquella que no podrá evitar el sufrimiento de Sus hijos si la humanidad no se abre a Su Paz, pero que hará leve y meritoria la cruz de los que le dicen sí.
He aquí la que, a pesar de no ser comprendida por los hombres, sigue viniendo al mundo para orientarlos. He aquí, hijos, la Madre de la Verdad, proclamada por Dios y no por los hombres, parte viva e indivisible del Corazón del Padre.
He aquí que hoy, estoy abriendo las puertas de Mi Reino, que es el Reino de la Paz y de la Pureza para el planeta, donde Mi reinado se extiende más allá del Cielo; donde los ángeles encuentran morada y refugio más allá del Paraíso; donde las almas reciben nuevas oportunidades de redención.
Hijos, he aquí su Madre Celestial, para consagrarlos y bendecirlos, para lavarlos en las aguas del Conocimiento divino, y de esa manera, despertarlos a la Verdad que emergerá ante sus ojos, para que puedan recibirla con alegría y gratitud y se dejen transformar por ella.
Esta Verdad, hijos Míos, no será transmitida solo por el verbo, con el sentimiento o con el corazón. La Verdad emergerá del Cielo y de la Tierra, y todo lo que estaba oculto a los ojos de los hombres se revelará. Los que sabían y eran indiferentes se arrepentirán; los que la sentían y la esperaban se exaltarán; los que la conocían y con esmero preparaban su llegada, agradecerán y reposarán en la revelación de su luz; los que no creían y negaban la Verdad, temerán e intentarán huir, sin saber hacia dónde.
He aquí que hoy estoy ante los ojos de sus corazones proclamando la Verdad Universal. He aquí que les anuncié y les advertí que prepararan sus corazones. Solo reciban Mi Gracia y sean consecuentes Conmigo. Dejen que la devoción se torne fidelidad y fortaleza; conviértanse en fe inquebrantable que transciende la fuerza y la voluntad humana, y se adentra en el Poder y en los Designios Celestiales.
He aquí que hoy, estoy renovando a la humanidad, como renuevo a una de Mis almas predilectas en la Tierra. Mis manos se tienden hacia ella, como hacia todos los que dicen sí a Mi Plan de Amor, que es el Plan de Dios. Hoy me sirvo de esta oportunidad de venir al mundo para comenzar a abrir las puertas del nuevo tiempo y de la liberación para las almas; y así lo hago, hijos, porque un alma rendida y resignada a la Voluntad Divina, Me dijo sí.
Si todos ustedes Me dijeran lo mismo o un sí mayor, Mi Corazón vendría al mundo para renovarlos todos los días y la Verdad no surgiría ante los ojos de los hombres solo cuando la Justicia y la Ley de Dios ya no le permitieran estar oculta. La Verdad podría ser una realidad permanente en la vida de los hombres y no solo los ángeles vivirían en Mi Reino, sino también todos ustedes, todos Mis hijos.
Hoy abro las puertas de Lys, Mi Reino de Amor y de Paz en la Tierra, para que la Pureza que tanto le falta al mundo, pueda traerles la Gracia de vivir en la Paz y en la Voluntad de Dios.
Hoy los llevo de la mano, hijos amados, hacia Mi Reino en la Tierra, que equilibra y repara cuanto le es permitido, la indiferencia y la ignorancia de las almas, que tanto lastiman al Corazón de Dios.
He aquí que hoy estoy como un Sol Radiante, Espejo del Corazón de Cristo, para reflejarles Su Misericordia y bendecir y renovar, no solo a esta hija Mía que Me abrió las puertas para transmitirles la Verdad, sino a todos los que Me escuchan en los cuatro puntos del mundo y que Me abren las puertas de sus corazones y de sus hogares para que Yo pueda reinar.
Yo soy la Reina de sus vidas y con el Amor de Mi Corazón les agradezco por hoy estar ante Mí.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina del Santísimo Rosario
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Los Tres Sagrados Corazones están presentes en este momento.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
¡Gracias!, es Mi Mensaje para todos ustedes en este día, porque es a través de Mis amados hijos que Yo puedo cumplir las Obras del Creador en la Tierra.
En esta tarde, especialmente, he venido con San José y Cristo, para demostrarles a todos que Nuestro Amor se derrama sobre el mundo a pesar de todo lo que suceda en este tiempo. Y ese caudal de Amor es más grande cuando ustedes responden a Mi llamado, como lo hicieron en este momento, abriendo sus corazones y consciencias para encontrarme en este lugar una vez más.
Hoy, un ciclo se cierra para todos y una nueva etapa comienza para aquellos apóstoles de Mi Hijo que siguen los pasos de la Sierva fiel de Dios.
Hoy, abro Mis brazos y extiendo Mis manos hacia todos, aspirando a acariciar sus espíritus, tocar sus almas para que sientan la Gloria de Dios.
Vengo con Cristo y con San José para representar a la Santísima Trinidad, aquella Divina Esencia que originó todo lo que existe en este universo.
Hoy, como su Madre Mayor, con todos los Ángeles del Cielo y con los Ángeles de su Guarda, venimos aquí para glorificar a Dios, porque es a Él a Quien deben honrar. Es a Él a Quien le deben todas las cosas, porque Él es Quien permite todas las cosas en el mundo, las acciones de gracia y de caridad, de misericordia y redención para todos los corazones de la Tierra.
Hoy, vengo coronada por las estrellas de Dios, posando Mis pies sobre la nueva Luna y anunciando los nuevos caminos para todos Mis hijos, caminos libres del sufrimiento y del dolor, pero llenos de esperanza y del Amor de Dios.
Vengo a retirar a cada uno de ustedes del sufrimiento, para que ingresen en el nuevo ciclo Conmigo. Yo los invito, junto a Cristo y a San José, a que crucen ese umbral, ese portal a la nueva conciencia de sus espíritus, de sus almas y de sus corazones. Así, queridos hijos, conocerán la Voluntad de Dios, la cual debe realizarse aún en este mundo, a pesar de que sufra la transición.
Hay corazones en esta humanidad que pueden sustentar el Plan de Dios en la humanidad. Por eso, Yo los vengo fortalecer de tiempo en tiempo, a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Casto Corazón de San José.
Aquí, queridos hijos, todos ustedes, están ante tres Rayos diferentes que se unen en un mismo punto, que es el Corazón de Dios, en donde brota la vida, la esperanza y la Misericordia. Esos tres Rayos llegan a ustedes a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Corazón de San José porque Nosotros les ofrecemos el camino de la simplicidad y de la verdad.
Es en esa simplicidad, queridos hijos, que ustedes deben vivir en este nuevo ciclo. Esa simplicidad de sus corazones y almas permitirá que la Tierra se pueda redimir, que el odio se retire de los corazones ingratos y que los espíritus puedan renacer a la redención. Es en esa simplicidad de sus espíritus que las puertas del Cielo se mantendrán abiertas. Esta es la llave segura para este tiempo, unida a la oración del corazón.
Es así que Yo los quiero ver, queridos hijos, a cada uno de ustedes, como verdaderos espejos de Mi Luz, que puedan irradiar al mundo los atributos que tanto necesita esta raza.
La estrella guía de Mi Consciencia Divina, de la Consciencia de Cristo y de la Consciencia de San José no los abandonará en este tiempo tan difícil, en donde el mundo cruza por sus tinieblas.
Yo los invito a generar y a regenerar la alegría, porque el mundo lo necesita, para que el mal pueda ser vencido. En esa alegría no puede faltar el amor de sus corazones, las obras de servicio, del servicio al prójimo para que todas las almas se puedan curar.
Yo los invito, queridos hijos, en este 8 de agosto, a que renueven los votos Conmigo, como hijos de Mi Corazón y de Mi Consciencia.
Están en cada parte de este mundo para encender la Luz en la humanidad, las llamas sagradas de sus corazones que arden en devoción por los Tres Sagrados Corazones. Eso permitirá también, queridos hijos, que muchas, pero muchas consciencias, que no merecen la Gracia de Dios ni tampoco su Misericordia puedan ser aliviadas y apartadas del mal.
Hoy quiero decirles, queridos hijos, que después de nueve años Conmigo, Mi Corazón está triunfando, pero no como los hombres creen. El verdadero triunfo de Mi Consciencia se da con la transformación de sus corazones. Y hoy estoy ante corazones transformados que caminan por escuelas diferentes, pero que siguen el mismo propósito de Mi llamado. Eso es lo importante, hijos amados, que vean la realización del Plan de Dios en sus vidas, que miren hacia atrás no para recordar el pasado, sino para ver lo que se han transformado, todo lo que se han convertido, de tiempo en tiempo.
Yo necesito, queridos hijos, que sus ojos puedan ver Mis planes concretados en este mundo, en cada uno de ustedes, en cada parte de esta humanidad. Vean como Mi Consciencia trabaja a través de ustedes de una forma simple pero verdadera.
Necesito, queridos hijos, que en este nuevo ciclo sus corazones alcancen el espíritu de la humildad.
Hoy, vengo a traerles este Mensaje, porque sé que lo pueden vivir y lograr.
Queridos hijos, estoy muy agradecida por cada paso que han dado con confianza hacia Mi Corazón. Esto tiene un valor incalculable para el Padre Celestial. Ese valor lo comprenderán en poco tiempo.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Porque cuando llegué a sus vidas, hace algunos años, la humanidad buscaba develar grandes ciencias, porque creía que el camino para la evolución se encontraba solo en el conocimiento, en la inteligencia; una inteligencia que se alejaba de Dios, que alimentaba la soberbia y el orgullo de los corazones.
La humanidad, hijos Míos, no estaba aprendiendo verdaderamente el conocimiento, no estaba asimilando la sabiduría que se guardaba en la instrucción. El camino de la instrucción debería conducirlos al amor, pero no supieron aprender y no crecieron en el espíritu; no descubrieron, hijos Míos, que la mayor ciencia es la ciencia de la simplicidad que los lleva al vacío de sí y al encuentro con Dios.
Hoy, ante los Tres Sagrados Corazones, les traemos el ejemplo de Nuestras vidas en la Tierra, cuando Nuestra Consciencia Divina animó un cuerpo tan semejante a los suyos.
En aquella época, la entrega de Jesús lo llevó al aprendizaje del Amor; el silencio de María la llevó al aprendizaje del Amor y la humildad de San José lo divinizó y abrió las puertas del Cielo, porque Él aprendió a amar.
Fue así, hijos, que el Plan de Dios se cumplió en la Sagrada Familia. Todas las ciencias se revelaron en la simplicidad de los Tres Sagrados Corazones, y las puertas del Cielo se abrieron, porque Ellos supieron amar.
En esta noche, muchos esperaban palabras llenas de rebuscamiento, pero con poca simplicidad. Todos esperaban un gran milagro, el develar de un gran misterio; pero pocos, hijos, percibieron que dentro de sí mismos se revela el gran misterio de la Creación.
Sean simples de corazón y permitan que la luz de sus esencias ilumine sus ojos y les muestre que no hay otro misterio para revelarles, sino el misterio del amor que nació en sus corazones. Es ese amor que crece cada día y que los hace olvidarse de sí mismos, para amar cada vez más y comprender al prójimo, lo que simboliza la manifestación de los Planes de Dios en sus vidas.
No esperen grandes misiones, heroicos acontecimientos; no esperen fenómenos porque el mayor milagro, hijos, ya está aconteciendo en sus vidas, y eso es lo que quiero que comprendan en esta noche.
Quiero que, a partir de ustedes, la humanidad aprenda a ser simple, descubra que la sabiduría se revela en el amor y todo el conocimiento se encuentra. En el amor, pueden comprender aquello que nunca comprendieron y, más que eso, pueden vivir aquello que siempre creyeron que sabían.
En esta noche, hijos, ante los Tres Sagrados Corazones, reconozcan este ejemplo y acepten la Gracia de poder imitarlos en este tiempo; porque, después de tantos encuentros Conmigo, el Santo Espíritu de Dios ya colmó sus almas y sus vidas, depositó en sus consciencias muchos dones que florecerán en la hora correcta, cuando la humildad pueda ocupar el espacio de la soberbia y del orgullo y ustedes puedan ser libres para expresar la Voluntad de Dios, donde quieran que estén.
No tengan prisa, tengan precisión para dar los pasos correctos y saber en dónde estar y cómo actuar. Siempre escuchen la voz de sus corazones, que les habla en la oración y que los lleva al camino de la simplicidad y del amor, y nunca al engrandecimiento.
Recuerden, hijos, que fue en el silencio de María que Ella descubrió la grandeza de Su Hijo. Fue en la humildad de San José, en una pequeña carpintería, distante del mundo y de sí mismo, que Él descubrió los verdaderos misterios celestiales. Fue amando al prójimo y olvidándose de Sí, entregando el reinado que el mundo esperaba de Él, para morir en la cruz, despojado de Sus vestiduras, que Nuestro Señor, Mi Amado Hijo, les entregó este camino de redención y de Misericordia y expresó plenamente el arquetipo de Dios para la humanidad, que no se guardaba en el sufrimiento de la cruz, sino en el pleno Amor y la Divina Misericordia que de aquella Cruz emanaban.
Sigan el ejemplo de los Sagrados Corazones y descubran, Mis amados, que poco a poco el Plan de Dios se manifiesta en sus vidas, y este horizonte para la nueva raza ya comienza a surgir delante de sus ojos, en lo profundo de sus consciencias.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Y ahora, queridos hijos, daré la palabra a Cristo, porque es a Él que le debemos todo lo que se nos ha sido dado. Porque Él permite esta Gracia, esta redención, esta sagrada oportunidad de que los corazones conozcan sus espíritus y tomen consciencia de su origen, aceptando definitivamente lo que han venido a cumplir sobre este planeta.
Coloquen sus manos en señal de recepción.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:
Nuestro Reinado es en el Universo y a ese Universo ustedes pertenecen, así como toda la Creación pertenece al Universo de Dios. De ese Universo, Yo provengo, así como provienen sus esencias y viven a través de los tiempos todas las oportunidades de redención.
A ese Universo, quiero que miren siempre, a pesar de lo que suceda. Recuerden que la vida superior siempre los ayudará a dar el gran y último paso, el definitivo paso hacia Dios, en unión perfecta con Su Corazón.
Es por eso, compañeros, que en la devoción ardiente de Mi Madre y en la simplicidad de San José, hemos venido a este Centro de Amor, para bendecir al mundo y prepararlo para lo que sucederá en poco tiempo.
Ahora veo sus corazones fortalecidos, después de haber cruzado el desierto Conmigo. Aún existen almas que necesitan de mucha ayuda para poder soportar las grandes corrientes cósmicas de la transformación. Pero si sus manos están unidas a la Mía y sus cuerpos se aferran a Mi túnica, la Luz de Mi Sagrado Corazón siempre los iluminará y no tendrán por qué temer, porque la purificación es la primera escuela de Mis apóstoles.
Así, queridos y amados compañeros, los invito a la trascendencia interior, una trascendencia que alcanzarán en la perfecta unidad con sus hermanos, abandonando la indiferencia humana, la omisión y el juicio de los errores que otros cometen.
Yo los invito a ser verdaderamente parte de Mi Divina Misericordia, así como Mi Divina Misericordia desciende al mundo para ayudar a esta humanidad perdida.
A través de estos últimos días, compañeros, recorrieron un largo camino interior junto a Mí, que al cabo de los tiempos descubrirán por sí solos. No será para ustedes una gran revelación, pero será la señal que tanto necesitan, la enseñanza que tanto esperaban recibir, para poder dar ese gran paso del cual Yo les hablo.
Hoy, Mi Corazón se glorifica, porque Mis compañeros glorifican el Corazón de Dios. Hoy Mi Corazón se alegra un poco más, porque los hijos de Mi Madre honran y glorifican a la Reina del Cielo.
Así, queridos compañeros, el Plan está muy próximo de sus vidas, dejará de ser tan inmaterial para estar visible en sus consciencias y corazones.
En este nuevo ciclo que comenzamos juntos, a partir de este día 8 de agosto, defínanse, compañeros. Cierren las puertas al mal y ayuden a cerrar las puertas que el mal les abre a todos sus hermanos.
Los invito, compañeros, a ser cooperadores de Mi Obra redentora, a realizar en estos tiempos el gran servicio planetario por esta raza. Los invito, en simplicidad y verdad, a que se constituyan como soles resplandecientes sobre el planeta, estrellas fugaces que se han convertido en luz, en redención y en amor.
Por esta máxima Obra, creadora e infinita, que pertenece al universo y la cual se debe concretar en esta humanidad, en esta misma hora, unimos nuestras manos, entre María y San José, formando esa sagrada triangulación que impulse a las almas a dar el gran paso, bendecidos por el Espíritu de Dios, por la Gracia, por la Misericordia infinita, para que todos Mis discípulos y apóstoles, para los principiantes como para los que están hace tiempo en Mi camino, en la hora justa y cierta, juntos como una sola unidad, puedan cruzar el umbral hacia la Nueva Humanidad.
Recuerden, compañeros, que toda esta Obra del final de tiempo gestará lo nuevo, lo que verán venir desde el horizonte, el nuevo ciclo de la humanidad, libre de los errores, de los pecados, de las maldades y de las indiferencias, llenos del Amor de Dios, de la Gracia, de la Misericordia y de la Compasión.
Al fin, queridos compañeros, aún hay mucho esfuerzo por hacer. Que sus corazones no se cansen de expandirse para que puedan abrazar cada vez más esta Obra, que debe llegar a los cinco continentes. Esta Obra es complementaria de la obra de Mi Santa Iglesia. Esta Obra, queridos compañeros, se expresa en esta humanidad dando oportunidades para todas las consciencias, para que todos puedan conocer el Amor de Dios de alguna forma.
A través de ustedes, Yo deposito una misión importante, una misión que están conociendo de a poco, que deben amar principalmente para que ella se pueda fortalecer en ustedes, y así expresarse y realizarse en esta humanidad.
En este 8 de agosto, el Universo, el Universo Celestial, el Universo Mental y el Universo Material, se detienen por un instante para observar el último ciclo que ahora ha comenzado.
Unan sus manos en oración.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos Míos, Mi Hijo les habla de una última chance. Es esa última chance que muchos recibirán para que puedan cruzar el portal hacia la redención y conversión. Mi Hijo los invita a ser precursores de este tiempo definitivo, que convoca a todas las ovejas perdidas para que puedan entrar en el establo de su Corazón.
Oremos en este momento, porque el último ciclo está descendiendo sobre este universo como una corriente poderosa de Dios que viene a corregir al mundo, que viene a equilibrar a las consciencias, que viene a traer lo nuevo, lo que aún nadie ha conocido, y sobre lo que nadie puede comentar de qué se trata, porque es un ciclo que llega en esta hora, en este preciso momento, para todos sus seres superiores y los seres superiores de toda la humanidad, no importando si están en la luz o en la oscuridad.
El Gobierno del Universo proclama Su Sagrada Palabra, para anunciar al mundo que es momento de que los últimos soles despierten a su verdadera tarea.
Recemos unidos a los Tres Sagrados Corazones, queridos hijos, porque en Nuestros Corazones ustedes siempre podrán estar, para que los podamos guiar hacia el Propósito infinito.
Unifíquense y vivan cada día más la unidad. La unidad los protegerá para que no salgan del camino. Y aquellos que aún no pueden vivir la unidad, que se rindan ante Mi Hijo para que Él los pueda ayudar a ser mansos, pacíficos y buenos con sus semejantes.
Recuerden, queridos hijos, las dádivas que les ha dado el Cielo en estos últimos nueve años.
Recemos.
Oración: Padre Nuestro (en arameo).
Y ahora el nuevo ciclo ya ha ingresado en la consciencia espiritual del planeta. Consciencia poderosa que proviene de Dios, descendiendo sobre el mundo para redimir a los corazones y fortalecer a los apóstoles que sustentarán a este planeta, cuando nosotros ya no estemos presentes, pero sí vivos en sus corazones para siempre.
Agradezcamos a Dios por esta oportunidad. Invoquemos sus Nombres Sagrados. Mientras nos elevamos al Cielo, eleven al Cielo sus intenciones, sus oraciones y súplicas.
¡Feliz 8 de agosto! Han nacido a Mi Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:
Compañeros Míos, Mi Corazón es su fortaleza.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “Los Nombres de Dios”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Cuando la Divinidad hace un anuncio como éste, una gran emoción, un gran movimiento interior se produce en cada uno. Algo que emiten nuestras almas, que nosotros no comprendemos bien, porque además de la emoción, también nos causa un poco de temor, porque es algo desconocido. Es allí en donde el amor y la fe superan ese sentir y nos podemos aferrar al Manto de Nuestra Señora y a la Túnica de Nuestro Señor, sabiendo que ese paso, guiado por Ellos, será lo mejor para todos.
Hoy, en nuestro corazón, nuestra alma habló y dijo sí, seguimos adelante, a pesar de ese sentir que nos invadió; porque sabe que, en ese sentir, la fe y el amor van a fortalecerse y la confianza total en Dios nos convertirá en otros seres.
Esos fueron los pasos que nosotros dimos hace nueve años y aquí estamos, a punto de dar otros pasos, tal vez mucho más grandes, pero que nos van a llevar a otro punto. Y quién sabe, dentro de algún tiempo, en vez de haber 800 personas aquí, habrán algún día 80 000, para alabar a Nuestro Señor y a Nuestra Señora.
Siempre imaginamos cómo será cantar el Kodoish con 100 000 personas y atraer a los ángeles del Cielo. Quién sabe, de repente no es solo un sueño, liberar finalmente a este mundo de la ignorancia, de la perdición y de la falta de unión con Dios.
Nosotros, desde aquí, saludamos a todos en este día memorable, en el que al fin este mundo da su nuevo paso en la evolución. Y cada uno de nosotros que afirme su corazón en Dios, verá la Nueva Raza.
Y ahora, vamos a cantar para terminar, y vamos a repartir nuestras amadas naranjas. Esas amadas naranjas que fueron el principio de todo esto, y vamos a recordar una profecía que una hija de Dios, aquí en Uruguay, hace mucho tiempo transmitió y que dijo que Cristo cuando retornara, iba a caminar entre los naranjos, y nosotros nos estamos preparando.
Así que ahora vamos a cantar "Únete al Corazón de María", mientras repartimos nuestras naranjas y mientras nos despedimos de todo este planeta, de todos los que nos están acompañando a través de Misericordia María TV.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Las naranjas fueron bendecidas por los Tres Sagrados Corazones. Llevan tres bendiciones en una.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Los Tres Sagrados Corazones están presentes en este momento.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
¡Gracias!, es Mi Mensaje para todos ustedes en este día, porque es a través de Mis amados hijos que Yo puedo cumplir las Obras del Creador en la Tierra.
En esta tarde, especialmente, he venido con San José y Cristo, para demostrarles a todos que Nuestro Amor se derrama sobre el mundo a pesar de todo lo que suceda en este tiempo. Y ese caudal de Amor es más grande cuando ustedes responden a Mi llamado, como lo hicieron en este momento, abriendo sus corazones y consciencias para encontrarme en este lugar una vez más.
Hoy, un ciclo se cierra para todos y una nueva etapa comienza para aquellos apóstoles de Mi Hijo que siguen los pasos de la Sierva fiel de Dios.
Hoy, abro Mis brazos y extiendo Mis manos hacia todos, aspirando a acariciar sus espíritus, tocar sus almas para que sientan la Gloria de Dios.
Vengo con Cristo y con San José para representar a la Santísima Trinidad, aquella Divina Esencia que originó todo lo que existe en este universo.
Hoy, como su Madre Mayor, con todos los Ángeles del Cielo y con los Ángeles de su Guarda, venimos aquí para glorificar a Dios, porque es a Él a Quien deben honrar. Es a Él a Quien le deben todas las cosas, porque Él es Quien permite todas las cosas en el mundo, las acciones de gracia y de caridad, de misericordia y redención para todos los corazones de la Tierra.
Hoy, vengo coronada por las estrellas de Dios, posando Mis pies sobre la nueva Luna y anunciando los nuevos caminos para todos Mis hijos, caminos libres del sufrimiento y del dolor, pero llenos de esperanza y del Amor de Dios.
Vengo a retirar a cada uno de ustedes del sufrimiento, para que ingresen en el nuevo ciclo Conmigo. Yo los invito, junto a Cristo y a San José, a que crucen ese umbral, ese portal a la nueva conciencia de sus espíritus, de sus almas y de sus corazones. Así, queridos hijos, conocerán la Voluntad de Dios, la cual debe realizarse aún en este mundo, a pesar de que sufra la transición.
Hay corazones en esta humanidad que pueden sustentar el Plan de Dios en la humanidad. Por eso, Yo los vengo fortalecer de tiempo en tiempo, a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Casto Corazón de San José.
Aquí, queridos hijos, todos ustedes, están ante tres Rayos diferentes que se unen en un mismo punto, que es el Corazón de Dios, en donde brota la vida, la esperanza y la Misericordia. Esos tres Rayos llegan a ustedes a través de Mi Corazón, del Corazón de Mi Hijo y del Corazón de San José porque Nosotros les ofrecemos el camino de la simplicidad y de la verdad.
Es en esa simplicidad, queridos hijos, que ustedes deben vivir en este nuevo ciclo. Esa simplicidad de sus corazones y almas permitirá que la Tierra se pueda redimir, que el odio se retire de los corazones ingratos y que los espíritus puedan renacer a la redención. Es en esa simplicidad de sus espíritus que las puertas del Cielo se mantendrán abiertas. Esta es la llave segura para este tiempo, unida a la oración del corazón.
Es así que Yo los quiero ver, queridos hijos, a cada uno de ustedes, como verdaderos espejos de Mi Luz, que puedan irradiar al mundo los atributos que tanto necesita esta raza.
La estrella guía de Mi Conciencia Divina, de la Consciencia de Cristo y de la Conciencia de San José no los abandonará en este tiempo tan difícil, en donde el mundo cruza por sus tinieblas.
Yo los invito a generar y a regenerar la alegría, porque el mundo lo necesita, para que el mal pueda ser vencido. En esa alegría no puede faltar el amor de sus corazones, las obras de servicio, del servicio al prójimo para que todas las almas se puedan curar.
Yo los invito, queridos hijos, en este 8 de agosto, a que renueven los votos Conmigo, como hijos de Mi Corazón y de Mi Consciencia.
Están en cada parte de este mundo para encender la Luz en la humanidad, las llamas sagradas de sus corazones que arden en devoción por los Tres Sagrados Corazones. Eso permitirá también, queridos hijos, que muchas, pero muchas consciencias, que no merecen la Gracia de Dios ni tampoco su Misericordia puedan ser aliviadas y apartadas del mal.
Hoy quiero decirles, queridos hijos, que después de nueve años Conmigo, Mi Corazón está triunfando, pero no como los hombres creen. El verdadero triunfo de Mi Consciencia se da con la transformación de sus corazones. Y hoy estoy ante corazones transformados que caminan por escuelas diferentes, pero que siguen el mismo propósito de Mi llamado. Eso es lo importante, hijos amados, que vean la realización del Plan de Dios en sus vidas, que miren hacia atrás no para recordar el pasado, sino para ver lo que se han transformado, todo lo que se han convertido, de tiempo en tiempo.
Yo necesito, queridos hijos, que sus ojos puedan ver Mis planes concretados en este mundo, en cada uno de ustedes, en cada parte de esta humanidad. Vean como Mi Consciencia trabaja a través de ustedes de una forma simple pero verdadera.
Necesito, queridos hijos, que en este nuevo ciclo sus corazones alcancen el espíritu de la humildad.
Hoy, vengo a traerles este Mensaje, porque sé que lo pueden vivir y lograr.
Queridos hijos, estoy muy agradecida por cada paso que han dado con confianza hacia Mi Corazón. Esto tiene un valor incalculable para el Padre Celestial. Ese valor lo comprenderán en poco tiempo.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Porque cuando llegué a sus vidas, hace algunos años, la humanidad buscaba develar grandes ciencias, porque creía que el camino para la evolución se encontraba solo en el conocimiento, en la inteligencia; una inteligencia que se alejaba de Dios, que alimentaba la soberbia y el orgullo de los corazones.
La humanidad, hijos Míos, no estaba aprendiendo verdaderamente el conocimiento, no estaba asimilando la sabiduría que se guardaba en la instrucción. El camino de la instrucción debería conducirlos al amor, pero no supieron aprender y no crecieron en el espíritu; no descubrieron, hijos Míos, que la mayor ciencia es la ciencia de la simplicidad que los lleva al vacío de sí y al encuentro con Dios.
Hoy, ante los Tres Sagrados Corazones, les traemos el ejemplo de Nuestras vidas en la Tierra, cuando Nuestra Consciencia Divina animó un cuerpo tan semejante a los suyos.
En aquella época, la entrega de Jesús lo llevó al aprendizaje del Amor; el silencio de María la llevó al aprendizaje del Amor y la humildad de San José lo divinizó y abrió las puertas del Cielo, porque Él aprendió a amar.
Fue así, hijos, que el Plan de Dios se cumplió en la Sagrada Familia. Todas las ciencias se revelaron en la simplicidad de los Tres Sagrados Corazones, y las puertas del Cielo se abrieron, porque Ellos supieron amar.
En esta noche, muchos esperaban palabras llenas de rebuscamiento, pero con poca simplicidad. Todos esperaban un gran milagro, el develar de un gran misterio; pero pocos, hijos, percibieron que dentro de sí mismos se revela el gran misterio de la Creación.
Sean simples de corazón y permitan que la luz de sus esencias ilumine sus ojos y les muestre que no hay otro misterio para revelarles, sino el misterio del amor que nació en sus corazones. Es ese amor que crece cada día y que los hace olvidarse de sí mismos, para amar cada vez más y comprender al prójimo, lo que simboliza la manifestación de los Planes de Dios en sus vidas.
No esperen grandes misiones, heroicos acontecimientos; no esperen fenómenos porque el mayor milagro, hijos, ya está aconteciendo en sus vidas, y eso es lo que quiero que comprendan en esta noche.
Quiero que, a partir de ustedes, la humanidad aprenda a ser simple, descubra que la sabiduría se revela en el amor y todo el conocimiento se encuentra. En el amor, pueden comprender aquello que nunca comprendieron y, más que eso, pueden vivir aquello que siempre creyeron que sabían.
En esta noche, hijos, ante los Tres Sagrados Corazones, reconozcan este ejemplo y acepten la Gracia de poder imitarlos en este tiempo; porque, después de tantos encuentros Conmigo, el Santo Espíritu de Dios ya colmó sus almas y sus vidas, depositó en sus consciencias muchos dones que florecerán en la hora correcta, cuando la humildad pueda ocupar el espacio de la soberbia y del orgullo y ustedes puedan ser libres para expresar la Voluntad de Dios, donde quieran que estén.
No tengan prisa, tengan precisión para dar los pasos correctos y saber en dónde estar y cómo actuar. Siempre escuchen la voz de sus corazones, que les habla en la oración y que los lleva al camino de la simplicidad y del amor, y nunca al engrandecimiento.
Recuerden, hijos, que fue en el silencio de María que Ella descubrió la grandeza de Su Hijo. Fue en la humildad de San José, en una pequeña carpintería, distante del mundo y de sí mismo, que Él descubrió los verdaderos misterios celestiales. Fue amando al prójimo y olvidándose de Sí, entregando el reinado que el mundo esperaba de Él, para morir en la cruz, despojado de Sus vestiduras, que Nuestro Señor, Mi Amado Hijo, les entregó este camino de redención y de Misericordia y expresó plenamente el arquetipo de Dios para la humanidad, que no se guardaba en el sufrimiento de la cruz, sino en el pleno Amor y la Divina Misericordia que de aquella Cruz emanaban.
Sigan el ejemplo de los Sagrados Corazones y descubran, Mis amados, que poco a poco el Plan de Dios se manifiesta en sus vidas, y este horizonte para la nueva raza ya comienza a surgir delante de sus ojos, en lo profundo de sus consciencias.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Y ahora, queridos hijos, daré la palabra a Cristo, porque es a Él que le debemos todo lo que se nos ha sido dado. Porque Él permite esta Gracia, esta redención, esta sagrada oportunidad de que los corazones conozcan sus espíritus y tomen conciencia de su origen, aceptando definitivamente lo que han venido a cumplir sobre este planeta.
Coloquen sus manos en señal de recepción.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:
Nuestro Reinado es en el Universo y a ese Universo ustedes pertenecen, así como toda la Creación pertenece al Universo de Dios. De ese Universo, Yo provengo, así como provienen sus esencias y viven a través de los tiempos todas las oportunidades de redención.
A ese Universo, quiero que miren siempre, a pesar de lo que suceda. Recuerden que la vida superior siempre los ayudará a dar el gran y último paso, el definitivo paso hacia Dios, en unión perfecta con Su Corazón.
Es por eso, compañeros, que en la devoción ardiente de Mi Madre y en la simplicidad de San José, hemos venido a este Centro de Amor, para bendecir al mundo y prepararlo para lo que sucederá en poco tiempo.
Ahora veo sus corazones fortalecidos, después de haber cruzado el desierto Conmigo. Aún existen almas que necesitan de mucha ayuda para poder soportar las grandes corrientes cósmicas de la transformación. Pero si sus manos están unidas a la Mía y sus cuerpos se aferran a Mi túnica, la Luz de Mi Sagrado Corazón siempre los iluminará y no tendrán por qué temer, porque la purificación es la primera escuela de Mis apóstoles.
Así, queridos y amados compañeros, los invito a la trascendencia interior, una trascendencia que alcanzarán en la perfecta unidad con sus hermanos, abandonando la indiferencia humana, la omisión y el juicio de los errores que otros cometen.
Yo los invito a ser verdaderamente parte de Mi Divina Misericordia, así como Mi Divina Misericordia desciende al mundo para ayudar a esta humanidad perdida.
A través de estos últimos días, compañeros, recorrieron un largo camino interior junto a Mí, que al cabo de los tiempos descubrirán por sí solos. No será para ustedes una gran revelación, pero será la señal que tanto necesitan, la enseñanza que tanto esperaban recibir, para poder dar ese gran paso del cual Yo les hablo.
Hoy, Mi Corazón se glorifica, porque Mis compañeros glorifican el Corazón de Dios. Hoy Mi Corazón se alegra un poco más, porque los hijos de Mi Madre honran y glorifican a la Reina del Cielo.
Así, queridos compañeros, el Plan está muy próximo de sus vidas, dejará de ser tan inmaterial para estar visible en sus consciencias y corazones.
En este nuevo ciclo que comenzamos juntos, a partir de este día 8 de agosto, defínanse, compañeros. Cierren las puertas al mal y ayuden a cerrar las puertas que el mal les abre a todos sus hermanos.
Los invito, compañeros, a ser cooperadores de Mi Obra redentora, a realizar en estos tiempos el gran servicio planetario por esta raza. Los invito, en simplicidad y verdad, a que se constituyan como soles resplandecientes sobre el planeta, estrellas fugaces que se han convertido en luz, en redención y en amor.
Por esta máxima Obra, creadora e infinita, que pertenece al universo y la cual se debe concretar en esta humanidad, en esta misma hora, unimos nuestras manos, entre María y San José, formando esa sagrada triangulación que impulse a las almas a dar el gran paso, bendecidos por el Espíritu de Dios, por la Gracia, por la Misericordia infinita, para que todos Mis discípulos y apóstoles, para los principiantes como para los que están hace tiempo en Mi camino, en la hora justa y cierta, juntos como una sola unidad, puedan cruzar el umbral hacia la Nueva Humanidad.
Recuerden, compañeros, que toda esta Obra del final de tiempo gestará lo nuevo, lo que verán venir desde el horizonte, el nuevo ciclo de la humanidad, libre de los errores, de los pecados, de las maldades y de las indiferencias, llenos del Amor de Dios, de la Gracia, de la Misericordia y de la Compasión.
Al fin, queridos compañeros, aún hay mucho esfuerzo por hacer. Que sus corazones no se cansen de expandirse para que puedan abrazar cada vez más esta Obra, que debe llegar a los cinco continentes. Esta Obra es complementaria de la obra de Mi Santa Iglesia. Esta Obra, queridos compañeros, se expresa en esta humanidad dando oportunidades para todas las consciencias, para que todos puedan conocer el Amor de Dios de alguna forma.
A través de ustedes, Yo deposito una misión importante, una misión que están conociendo de a poco, que deben amar principalmente para que ella se pueda fortalecer en ustedes, y así expresarse y realizarse en esta humanidad.
En este 8 de agosto, el Universo, el Universo Celestial, el Universo Mental y el Universo Material, se detienen por un instante para observar el último ciclo que ahora ha comenzado.
Unan sus manos en oración.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos Míos, Mi Hijo les habla de una última chance. Es esa última chance que muchos recibirán para que puedan cruzar el portal hacia la redención y conversión. Mi Hijo los invita a ser precursores de este tiempo definitivo, que convoca a todas las ovejas perdidas para que puedan entrar en el establo de su Corazón.
Oremos en este momento, porque el último ciclo está descendiendo sobre este universo como una corriente poderosa de Dios que viene a corregir al mundo, que viene a equilibrar a las consciencias, que viene a traer lo nuevo, lo que aún nadie ha conocido, y sobre lo que nadie puede comentar de qué se trata, porque es un ciclo que llega en esta hora, en este preciso momento, para todos sus seres superiores y los seres superiores de toda la humanidad, no importando si están en la luz o en la oscuridad.
El Gobierno del Universo proclama Su Sagrada Palabra, para anunciar al mundo que es momento de que los últimos soles despierten a su verdadera tarea.
Recemos unidos a los Tres Sagrados Corazones, queridos hijos, porque en Nuestros Corazones ustedes siempre podrán estar, para que los podamos guiar hacia el Propósito infinito.
Unifíquense y vivan cada día más la unidad. La unidad los protegerá para que no salgan del camino. Y aquellos que aún no pueden vivir la unidad, que se rindan ante Mi Hijo para que Él los pueda ayudar a ser mansos, pacíficos y buenos con sus semejantes.
Recuerden, queridos hijos, las dádivas que les ha dado el Cielo en estos últimos nueve años.
Recemos.
Oración: Padre Nuestro (en arameo).
Y ahora el nuevo ciclo ya ha ingresado en la consciencia espiritual del planeta. Consciencia poderosa que proviene de Dios, descendiendo sobre el mundo para redimir a los corazones y fortalecer a los apóstoles que sustentarán a este planeta, cuando nosotros ya no estemos presentes, pero sí vivos en sus corazones para siempre.
Agradezcamos a Dios por esta oportunidad. Invoquemos sus Nombres Sagrados. Mientras nos elevamos al Cielo, eleven al Cielo sus intenciones, sus oraciones y súplicas.
¡Feliz 8 de agosto! Han nacido a Mi Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:
Compañeros Míos, Mi Corazón es su fortaleza.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “Los Nombres de Dios”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Cuando la Divinidad hace un anuncio como éste, una gran emoción, un gran movimiento interior se produce en cada uno. Algo que emiten nuestras almas, que nosotros no comprendemos bien, porque además de la emoción, también nos causa un poco de temor, porque es algo desconocido. Es allí en donde el amor y la fe superan ese sentir y nos podemos aferrar al Manto de Nuestra Señora y a la Túnica de Nuestro Señor, sabiendo que ese paso, guiado por Ellos, será lo mejor para todos.
Hoy, en nuestro corazón, nuestra alma habló y dijo sí, seguimos adelante, a pesar de ese sentir que nos invadió; porque sabe que, en ese sentir, la fe y el amor van a fortalecerse y la confianza total en Dios nos convertirá en otros seres.
Esos fueron los pasos que nosotros dimos hace nueve años y aquí estamos, a punto de dar otros pasos, tal vez mucho más grandes, pero que nos van a llevar a otro punto. Y quién sabe, dentro de algún tiempo, en vez de haber 800 personas aquí, habrán algún día 80 000, para alabar a Nuestro Señor y a Nuestra Señora.
Siempre imaginamos cómo será cantar el Kodoish con 100 000 personas y atraer a los ángeles del Cielo. Quién sabe, de repente no es solo un sueño, liberar finalmente a este mundo de la ignorancia, de la perdición y de la falta de unión con Dios.
Nosotros, desde aquí, saludamos a todos en este día memorable, en el que al fin este mundo da su nuevo paso en la evolución. Y cada uno de nosotros que afirme su corazón en Dios, verá la Nueva Raza.
Y ahora, vamos a cantar para terminar, y vamos a repartir nuestras amadas naranjas. Esas amadas naranjas que fueron el principio de todo esto, y vamos a recordar una profecía que una hija de Dios, aquí en Uruguay, hace mucho tiempo transmitió y que dijo que Cristo cuando retornara, iba a caminar entre los naranjos, y nosotros nos estamos preparando.
Así que ahora vamos a cantar "Únete al Corazón de María", mientras repartimos nuestras naranjas y mientras nos despedimos de todo este planeta, de todos los que nos están acompañando a través de Misericordia María TV.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Las naranjas fueron bendecidas por los Tres Sagrados Corazones. Llevan tres bendiciones en una.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Como la Señora del Monte Carmelo, vengo en este día para renovar la vida monástica consagrada, pues muchos de Mis hijos se desvían del Propósito de Dios por las tendencias e invenciones del mundo.
Vengo para recordarles la regla monástica y la importancia de que los grupos de oración sean guardianes de estos núcleos monásticos, así permitirán que las Leyes se cumplan y que los corazones se apoyen en el espíritu de la oración.
La vida consagrada es la principal columna de la sustentación del planeta, y a ella le siguen todos los grupos de oración que deben ser los pilares firmes para que la tarea espiritual se cumpla.
Los sacerdotes y los monasterios consagrados a Mi Hijo deben generar un importante vórtice de oración para que se establezcan las Leyes divinas y colmen a todos los corazones.
La vida consagrada, en todo el mundo, es uno de los puntos de ataque de Mi adversario. Sin embargo, la vigilancia, la disciplina y el entrenamiento en la oración crean paredes más firmes y resistentes a cualquier tentación.
Alrededor de esta muralla, que debe construir el propio monasterio, están los grupos de oración de todos los peregrinos. Dichos grupos son los portadores espirituales de los Dones del Espíritu Santo que permiten generar un verdadero escenario preparado para responder al Plan de Dios.
Nuestra Señora del Monte Carmelo es la protectora divina de toda la vida monástica, es la Estrella de los que deben navegar en alta mar hasta encontrar el puerto, que es Jesús.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los guía hasta Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo vengo del Cielo como una Estrella de Confraternidad, de Luz y de Oración. Hoy vengo al mundo para que a través de un acto de arrepentimiento y de perdón, él sea depositario del Reino de Mi Paz.
He venido trayendo entre Mis sagradas manos los nudos que están amarrando vuestras vidas. Solo a través de vuestra fe y determinación de alcanzar la santidad en esta vida planetaria, es que Yo podré ayudarlos a desatar los nudos que los ahogan y que no los dejan respirar Mi aire celestial.
Por medio de Mi Gracia Maternal y por la divina autoridad que me ha dado Mi Hijo, vengo a desatar el nudo para liberar así a la humanidad; para que esto sea posible, vuestras oraciones y ofertas sinceras a Mi Inmaculado Corazón permitirán que se abran las puertas para la redención de los corazones.
Una y otra vez Yo he descendido en Gloria sobre esta bendita colina, la que se ha convertido en el punto de luz para esta región.
Pero Yo necesito de ustedes, necesito que vuestros corazones sean luceros de amor y de paz para el mundo; de esa forma ustedes podrán disolver los nudos que se guardan en vuestras pequeñas y simples consciencias.
Solo a través del poder del Santo Rosario, conseguirán vivir el camino de la purificación y de la santidad, vuestras almas deben convertirse en espejos vivos de la Voluntad de Dios; así por medio de Mi intercesión, vuestros pasos y huellas serán más luminosos, serán las huellas de los apóstoles de Mi Hijo.
Hoy desato especialmente el gran nudo de la incomprensión y del mal sentimiento; nudo que el enemigo pacientemente se ha dedicado a crear en las mentes de los que no dedican tiempo a la oración del corazón.
Ahora como almas maduras mediante Mi sagrada instrucción les llegó el momento, después de siete años de Gracias, de que mediten sobre los pasos que han dado junto Conmigo.
Por encima de todo lo que sufre y padece este mundo, Yo les traigo la Gracia de que ustedes puedan reconocer Mi Amor Maternal, el Amor de Dios, el Amor de Madre y Entendida de todos los problemas y conflictos espirituales que muchos hijos viven hoy.
Por eso, hijos amados, vean en vuestros horizontes la Luz Salvadora que los viene a socorrer y que pasa por aquí por última vez. Vean el esplendor del Divino Amor que los quiere liberar y purificar, para que sean verdaderos siervos humildes de Cristo.
Quien me suplique de corazón y de alma, de fe y de espíritu, Yo prometo ayudarlo a desatar los nudos a través de la siguiente oración carismática:
Oración Carismática a Nuestra Señora Desatadora de Nudos
Señora del Poder Celestial,
desata de nuestra consciencia
todos los nudos que nos oprimen
y cierran nuestros caminos.
¡Señora Desatadora de Nudos!,
corta y libera las amarras de la vida,
que Tu Luz de Sabiduría Divina
destierre y disipe los abismos de este mundo.
Que Tu manto celeste de protección y amparo,
nos guarde eternamente
bajo el poder de Tu Amor y de Tu Guía.
¡Sagrada Madre que desatas todos los nudos!,
que junto a Tus Ángeles y Arcángeles
nuestras vidas sean desamarradas
por la imposición de Tus sagradas manos.
Ora por nosotros,
todos los días que vendrán,
para que unidos a Tu Consciencia Maternal
veamos venir en Gloria el día de nuestra redención,
el día del Retorno de Cristo,
Nuestro Salvador.
Amén
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Paz y Bendición.
María, Señora Desatadora de Nudos
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mi Corazón Inmaculado viene a este mundo con el propósito de conquistar sus vidas. Yo los reúno, un día más, para glorificar el Corazón de Dios. Las puertas del cielo se abren, en esta ciudad, para derramar Su Misericordia, y todos están congregados a través de Mi Inmaculado Corazón.
Día y noche, visito sus hogares y todos los rincones de esta ciudad, que tanto necesitan de Mi Luz Maternal, para escuchar sus súplicas.
Por eso, queridos hijos, Yo les pido que sus hogares sean templos de oración y de paz; de esa forma se prepararán, queridos hijos, para la Venida Gloriosa de Cristo.
Que entre sus corazones exista armonía y equilibrio, que ya no haya desunión ni separación.
Que sus familias sean sagradas familias, así Me ayudarán, queridos hijos, a que la Ley de Dios sea leve en este mundo y en todos los puntos de la Tierra.
Yo los invito a crear grupos de oración, cuya misión sea alcanzar Mi Verbo Divino, así estarán unidos al gran Pensamiento de Dios y construirán bases nuevas en sus vidas.
Yo los quiero unir a Mí a través del Santo Rosario, a través de la Comunión y de la Confesión con Mi Hijo.
El enemigo ha logrado distraerlos de los Sagrados Sacramentos que los unen a los Cielos y al Universo. Recuerden vivir los simples Mandamientos de Moisés. Abrirán las puertas de la salvación para sus vidas cuando, en el día a día, a través de sus familias ustedes cumplan con las Leyes de Dios.
Todo se reconstruirá, todo volverá a estar en paz, y en sus corazones no faltará el amor. Yo vengo como la Reina de la Paz, buscando la paz en sus vidas.
Que sus vidas siembren la paz por donde vayan.
Que sus labios proclamen la grandeza de Dios, así sus vidas estarán transformadas por la fuerza de Mi Espíritu mariano, por la grandeza y la Misericordia de Jesús y principalmente por la Compasión de Dios.
Que sus caminos se enderecen, sigan adelante, sigan a través de Mí, no pierdan de vista Mi llamado.
Mis ojos contemplan sus corazones, Mi Manto los protege y los guarda cuando de verdad siguen Mis pasos, pasos que siguen hacia Jesús y que los llevarán a una meta mayor.
Queridos hijos, es hora de formar soldados de la oración, es momento de que existan ejércitos orantes en este mundo.
La luz es más poderosa que el mal. El amor vence siempre, les trae esperanza y paz; por eso, anímense a dar este gran salto en la evolución.
Que sus vidas sean perpetua oración.
Que sus espíritus estén en perpetua comunión, y que no pierdan de vista el camino que Yo les indico.
Queridos hijos, Mi Corazón debe seguir asistiendo a la humanidad, Él debe seguir entregando antorchas de Luz a todos los corazones de la Tierra para que, en este tiempo de transición y de caos, la esencia de la paz no se pierda en el mundo.
Cuanto más oren Conmigo, todos los días, más aprenderán a crecer a través del amor y sentirán lo verdadero en sus corazones; no existirá ningún mal ni ninguna perturbación, porque sus esencias, que provienen de la Fuente de Dios, de la Creación Mayor, estarán firmes y valientes para seguir adelante caminando en Cristo y por Cristo, despertando los nuevos apóstoles en todos.
Yo les traigo un llamado simple, pero urgente.
Mi Voz sigue reverberando en este universo local, todos los Ángeles y Arcángeles escuchan este llamado, toda la Creación trabaja por la salvación de este mundo.
Queridos hijos Míos, ¿han percibido que vengo a evitar muchas cosas?
Observen en sus vidas: ¿cuánto tiempo le dedican a Dios?, ¿cuánto buscan dentro de ustedes el rico universo interior, que vive siempre en ustedes y que debe estar al servicio de Dios, por medio de la caridad y de la donación, por el bien de este mundo y de las almas?
Yo Soy la gran Estrella Guía de este universo, Soy el segundo Sol de este universo que viene a iluminar su vida espiritual, a reconstruir sus corazones y esencias. Yo vengo principalmente a entregarles la reconciliación con Dios.
De esa forma, Mis pequeños, sus vidas se curarán y no será necesario sufrir más; para eso, deben orar con el corazón, estar unidos a Mi Esencia Maternal.
¡Cuánto deseo tenerlos en Mis brazos todo el tiempo! Mi Hijo Me ha permitido esa Gracia especial de abrazarlos y acogerlos, de transmitirles el calor de Mi Corazón Inmaculado para que sientan confianza y fe.
Queridos hijos, los llamo en este tiempo porque es un ciclo definitivo para todos; ya no pueden seguir haciendo lo que siempre hacen, algo debe cambiar en sus vidas espirituales.
Mi Hijo Me ha concedido llegar hasta Betim para poder proclamar el despertar de todos.
El tiempo indica un cambio profundo. Por eso, queridos hijos, busquen el silencio a través de la oración, sepárense de los ruidos de este mundo, busquen en la naturaleza la Creación del Padre, así estarán unidos al universo y podrán conocer la Voluntad de Dios; porque Yo les aseguro, queridos hijos, que en este tiempo final cada uno tiene su misión.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, les agradezco profundamente por vencer la inercia del mundo, por vencer el miedo de encontrarse con lo Divino y venir a Mi encuentro.
Queridos hijos, sé cuán difícil encuentran que el Reino de Dios se manifieste en sus vidas porque viven en un tiempo de caos, en el que las modernidades tomaron cuenta de las mentes y los corazones de los hombres. Pero hoy les pido, hijos Míos, que encuentren en Mi Presencia una fuente de esperanza, porque es esto lo que les traigo en este tiempo. A través de Mi Presencia en el mundo, traigo una oportunidad única para que todas las almas que viven en la Tierra puedan cumplir con la misión que les corresponde y puedan retornar al Origen Celestial con esta divina misión cumplida.
Por eso, hijos Míos, aunque consideren difícil tornar vivas Mis Palabras, en el simple día a día de sus conciencias, les pido a los que me escuchan con el corazón que disuelvan las imposibilidades, porque, delante de este portal que se abre al Reino de Dios, nada es imposible.
Solo necesito que sus vidas tengan el ímpetu de vivir en oración, que tengan el coraje, cada día, de enfrentar las fuerzas mundanas que viven en cada una de sus esencias y que no permiten, Mis queridos, que la Luz del Reino Mayor se pueda manifestar en sus seres. A aquellos que Me dijeran sí, un Rayo del Corazón Celestial diseñará sus vidas y los liberará de todo el mal para que puedan en este tiempo, hijos Míos, vivir las Palabras que les traigo al mundo.
Hoy, les pido que reciban el manantial de esperanza y de la divina piedad que traigo al mundo. Les anuncio que este es aún un tiempo de Misericordia y que aun cuando llegue el tiempo definitivo de la Justicia, a aquellos que clamen con el corazón, les será posible revertir el mal de sus vidas y, a través de la Misericordia de Mi Hijo, atraer la Luz Divina a este mundo.
Mis queridos, hoy los invito a lo que les parece imposible, para que puedan, en este tiempo, ver el mundo desde otro punto de vista.
Ya no se queden, hijos Míos, en las pequeñas cosas de sus vidas, porque, si hoy están aquí, es porque el Señor los convocó a cada una de sus almas a que manifiesten un Propósito Mayor. Deben descubrir, en este tiempo, que la Verdad de Dios desciende al mundo para transformarlo por completo, preparando así la Segunda Venida de Mi Hijo y su Retorno Glorioso para redimir definitivamente a todas las almas de esta Tierra, las que están en vida y las que ya no viven, pero que siguen en la ilusión que este mundo un día les ofreció.
Mis amados, si aceptan responder a Mi llamado, los invito a formar parte de este, Mi ejército de paz, para que la paz pueda llegar a todos los espacios de este mundo, porque en este tiempo el Verbo que les traigo cruza todas las fronteras, disuelve los obstáculos y llega hasta las almas más olvidadas para que reciban una oportunidad de redención.
Mis amados, aspiro en esta noche a que la Luz del Reino Celestial toque cada una de sus esencias y transforme para siempre sus vidas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Por eso, el camino de la persistencia les permitirá alcanzar ese propósito Mío.
Yo les hablo con Amor y en nombre del Amor. Yo les traigo la Gracia de la serenidad y de la esperanza.
Hoy, llevo al Cielo sus súplicas e intenciones, sigan rezando para que ellas se puedan cumplir. Todo tiene su tiempo en el universo de la Voluntad.
En esta noche de Gracias, en la que veo sus corazones encendidos, colmados con el Espíritu de Dios Padre, Yo consagro estas flores y estas imágenes especialmente para ustedes, Mis pequeños hijos; para que a través de este símbolo, a través de las flores, recuerden que sus corazones son una belleza perfecta para Dios, y más aún lo es cada una de sus vidas.
Gracias, Mis pequeños, por responder a Mi llamado.
El Universo los bendice y Mi Corazón les agradece, vayan en paz, en total confianza y fe, recuerden a Cristo en sus vidas.
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Esta noche, Nuestra Señora se acercó a nosotros, se mostró como la Reina de la Paz, y nos mencionó la importancia que tiene para el Plan de Dios sobre la Tierra, que sus hijos la escuchen con el corazón y no con la mente.
También Ella nos mencionó la importancia de Sus próximos pasos en la peregrinación. Ella nos recordó que los Estados Unidos, su próximo lugar de peregrinación, es la nación número uno para que Ella pueda llevar la conversión. Y que Ella espera que todos sus hijos del mundo, sin distinción de nacionalidad, comprendan la importancia de que Ella pueda conversar con Sus hijos de los Estados Unidos.
Ella nos dijo que las almas que viven en esa nación necesitan mucho de Su Amor, necesitan mucho de conversión y necesitan conocerla más profundamente porque Ella irá a esa nación como la Madre del Mundo y espera realizar una gran tarea con todos los habitantes de los Estados Unidos.
Ella mencionó especialmente a la nación originaria, la de los indígenas de ese país.
Ustedes saben que, a lo largo de todos estos años de peregrinación, Nuestra Señora como la Madre de Guadalupe, María de Guadalupe, ha hecho una gran tarea con los pueblos originarios, pueblos que han sufrido mucho en estos últimos siglos. Ella les lleva alivio a esas almas que hoy todavía están en la superficie de la Tierra y a aquellos que aún no han podido trascenderse hacia la luz y que están en otros planos de consciencia.
Por eso, Ella nos pide que estemos bien atentos a esa peregrinación porque será un gran triunfo de la Luz y de Su Inmaculado Corazón, y convoca a todos sus hijos del mundo para que puedan ayudarla a llegar a los Estados Unidos.
Todas las informaciones sobre esa gran peregrinación están en la página web.
Y después de los Estados Unidos, Ella, como les dijimos hoy, quiere ir a África a finalizar una tarea.
Así es que todos estamos muy empeñados en poder llevar la Luz de Dios a todos esos lugares; de la misma forma como hoy recibimos el Amor y la Cura espiritual de Nuestra Señora.
Nuestra Señora bendijo las flores que hay aquí, en el altar, para que ustedes las puedan llevar a sus casas, como si llevaran un pedacito del Corazón de Nuestra Señora.
Por eso, les vamos a pedir a los Hijos de María, que están vestidos con camiseta celeste, que mientras cantamos, ellos suban hasta aquí y luego desciendan para repartir las flores a todos ustedes.
Y, a todos ustedes, les agradecemos de todo corazón por haber estado con nosotros esta noche; y si quieren que María retorne a este lugar pídanselo con el corazón y dentro de un tiempo Ella volverá a estar aquí.
Canción: “María de Nazaret”.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más