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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuando una Consciencia Divina y Cósmica desciende a la Tierra, tiene la misión, desde los planos superiores, de rescatar a todas las consciencias, más allá de cualquier condición y situación.
Por eso, a la vida nunca pueden mirarla con ojos superficiales, carentes de sentimiento o de sensibilidad; porque la Jerarquía Espiritual, cuando desciende a los mundos inferiores, contempla a través de Su Mirada lo más profundo que hay en cada ser.
En este tiempo, de tanta confusión y engaño, aprendan a mirar como mira la Jerarquía, sin condenación y sin juicio, sino a través de una mirada de compasión y de amor que los ayudará a percibir la realidad de cada ser.
Por eso, las voces que siempre callaron, que ahora hablen. La Jerarquía está con Sus oídos abiertos para poder escuchar a los que siempre estuvieron mudos, por temor a una rebelión.
Nuestro Corazón está abierto a todas las moradas. Nuestro Espíritu está sobre aquellos que confían en Nosotros, para que puedan sentir el abrazo de toda la Hermandad.
Pero, tengan presente lo que les digo en este momento; porque las almas, en este tiempo, necesitan ser consoladas para que puedan vivir paso a paso su consagración, para que se animen a seguir adelante sin temor a equivocarse.
¿Por qué les hablo de esto, compañeros?
Porque deben aprender a sentir y a comprender a quien tienen a su lado, para que la Misericordia Divina sea una realidad en el mundo y en los lugares en donde más se necesita.
Primero, deben aprender a comprender y a amar a quien tienen a su lado, porque no se pueden saltear las reglas de la evolución, las reglas de los aprendizajes, que los harán crecer interiormente como buenas personas, como Hijos de Dios.
Yo vengo con este apelo, aunque parezca que no tiene importancia, porque el valor de la escucha se está perdiendo en el mundo. El diálogo fue esclavizado y sometido, y las consciencias ya no se comprenden.
Pero, con todo lo que Yo les He enseñado, a través de los tiempos y por medio de Mi Dolorosa Pasión, les he dejado Mi Legado y Mi Tesoro para que pudieran imitarme y seguir Mi humilde ejemplo de que algún día sean bienaventurados, aun en la vida cotidiana, en cada nuevo relacionamiento con el semejante para que sea una construcción fraterna y auténtica, alejada del poder y de la autoridad que el ser humano cree tener.
Por eso, compañeros, si el Hijo de Dios, siendo el Hijo del Padre, nunca tuvo a nadie bajo Sus Pies, porque nunca se lo permitiría, por más autoridad que el Padre Me haya dado, ustedes también deben tener esta premisa. Nadie puede estar debajo de sus pies, bajo ninguna autoridad ni bajo ningún poder, porque no estarían Conmigo, así como Yo lo necesito.
Por eso, este es el tiempo, el poco tiempo que resta, para poder redimensionar las actitudes y los aprendizajes, la forma de tratar al semejante; porque todos, en lo más profundo de sus corazones, tienen un valor incalculable para Dios. Y si el Dios Vivo lo contempla en cada corazón humano, ¿cómo ustedes no lo contemplarán?
Es tiempo de cambiar, más de lo que ustedes piensan que ya cambiaron; porque cuando Yo retorne, Mis pilares, a través de las almas, deberán estar firmes y definidos. No podré colocar Mis Comandos, Mis Tesoros y Mis Aspiraciones en tierras movedizas.
Necesito colocar Mi Poder y Mi Amor en el corazón de los simples y de los humildes, que son los que siempre, a través de los tiempos, de las generaciones y de las humanidades, fueron los que concedieron el abrir las puertas de los Cielos en la Tierra, para que toda la humanidad se pudiera salvar una y otra vez.
Yo deseo que vivan el bien en profundidad, no un bien común, sino un bien mayor que les hace comprender la existencia de otra forma, que los coloca de una manera diferente delante de la realidad, sabiendo que es necesario en cada momento llevar Mi Amor al mundo.
Esa debería ser la regla primera: el amor y la escucha, para que se manifieste el diálogo; no un diálogo de indiferencias, sino un diálogo de igualdad, de un bien mayor.
Estas fueron las últimas orientaciones que Yo les hice a Mis apóstoles en el tiempo pasado, porque era necesario que cada uno tuviera bien claro lo que era necesario hacer para cumplir el Proyecto de Cristo en la Tierra. Sin esas bases y sin esos pilares, la Obra de Cristo no se concretaría. Lo mismo hoy, Yo les digo que sin esos pilares y sin esas bases, la Obra de la Misericordia no se concretaría.
Yo necesito que puedan madurar en un amor más expansivo y menos emocional, un amor justo y pacífico, un amor solemne y leal. Así, llevarán Mi Plan adelante con perspectiva y sin tantas oscilaciones, porque lo que Yo vengo a construir en cada uno de sus corazones es algo verdadero y no pasajero, es algo que Yo necesitaré en este tiempo final, cuando Yo los tenga cara a cara y les pida Mis Tesoros para preparar Mi Retorno al mundo, y así cumplir la Aspiración de Dios de manifestar la tan ansiada Tierra Prometida.
Por eso, estoy aquí junto a Mis ángeles, testigos fieles de este momento; junto a sus ángeles de la guarda que también son testigos de este momento, de la importancia de la madurez para todo lo que su Maestro y Señor necesitará llevar adelante en este tiempo final.
Ahora, ¿comprenden la esencia de lo que es el rescate?
Un verdadero apóstol nunca puede interrumpir el camino del prójimo, todos deben sentir la libertad de poder crecer y expresarse. Esto es lo que les permite a ustedes ser verdaderos, sabiendo que cada consciencia y cada corazón tienen su lugar y su espacio en el Corazón de Dios.
Espero que sus hermanos y hermanas, que están en el mismo camino y que se encuentran en Mi Barca, tengan algún día un lugar en sus corazones y no un problema; porque el Amor que Yo les enseño no se refiere a lo tridimensional, el Amor que Yo les enseño se refiere a lo espiritual, a lo verdadero y a lo auténtico, sabiendo cuándo decir sí y cuándo decir no. Por eso, deben hacer un examen de consciencia en ustedes mismos.
No necesito de culpas, necesito de una reflexión madura y consciente, humilde y arrepentida, sabiendo que es lo único que ustedes Me podrán ofrecer para que Yo pueda tener la autoridad de salvar a otras regiones del mundo, a ciertos espacios en donde ya no llega Mi Luz.
Ahora, ¿comprenden la amplitud de Mi Plan de Rescate?
Desde lo más pequeño hasta lo más grande debe ser cuidado y protegido. Desde lo más pequeño hasta lo más grande, todo debe estar bajo una reflexión. Así, Yo les podré confiar más tareas y podré justificar ante la Ley lo que estoy haciendo en este tiempo.
Ya están a las puertas del apostolado maduro, se los vengo diciendo en los últimos tres meses. Ahora es tiempo de vivirlo, es tiempo de concretarlo. Eso es lo que tanto espero, con toda la fuerza de Mi Corazón.
No es nada difícil lo que les pido, ustedes saben que les digo la verdad, porque ahora es necesario preparar Mi Retorno, y cada día que pasa se vuelve más urgente.
Por esa razón, una vez más, Yo estoy aquí no solo para bendecirlos y para alentarlos, sino también para hacerlos consecuentes en Mi Camino de Cristificación, que no se trata de una teología ni de una filosofía, sino que se trata del corazón que ama profundamente la vida, que ama al prójimo, así como es, que ama fervorosamente cumplir la Voluntad de Mi Padre.
Así, Yo les vengo a enseñar lo mismo que les enseñé a Mis apóstoles. Espero que haya una respuesta sensata. Yo conozco el potencial de sus corazones, conozco las virtudes que pueden vivir sus almas, conozco los dones que sus espíritus pueden recibir de Dios.
Por eso hoy, los volveré a sacramentar y, en especial, les volveré a entregar Mi Sagrado Cuerpo y Mi Preciosa Sangre para que sus vidas, en este tiempo final, sean testimonios vivos de Mi Amor para un mundo herido, para que la unidad se establezca, para que la paz sea una realidad, para que los que sufren puedan ser aliviados.
Esta debería ser su aspiración, comenzando con quien tienen a su lado. Así, vivirán en Mi Hermandad Crística.
Les agradezco que hayan respondido tan prontamente para este encuentro. Los animo a caminar en la fe y por la fe, para que la cura sane el corazón humano.
Está todo dicho.
Que Mis Palabras reverberen en lo profundo, para que se pueda cumplir la Voluntad de Dios en la Tierra y en el Cielo.
Y, ahora, celebremos la Santa Comunión para que las almas más sufridas reciban Mi Amor.
Les agradezco.
Continúen en Mi Paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis queridos hijos:
En este día, su Madre Celeste viene al mundo para que, a través de la majestad del Gran Cañón del Colorado, la humanidad sienta, por un instante, florecer los Atributos de Dios; a fin de que desde ahora comience a vislumbrarse en el horizonte la llegada de la Nueva Tierra, libre de los errores humanos y del sufrimiento que hace apartar a Mis hijos del Creador.
Por esa razón espiritual, hoy, su Madre Celeste y Madre de Norteamérica está aquí, extendiendo Sus Brazos y ofreciéndoles Sus Manos para que se tomen fuerte, confíen y se animen a seguir este camino infinito hacia lo desconocido. Porque en eso, que es desconocido, encontrarán a Dios y a Nuestros Sagrados Corazones que, una y otra vez, se presentan ante mundo para recordarle que aún no cumplió la Voluntad de Dios.
Para que la Nueva Tierra comience a emerger ante el horizonte de la consciencia humana, Yo les pido, Mis hijos, que esa Nueva Tierra, esa Nueva Humanidad, viva primero en ustedes, protegiendo de ustedes mismos los principios que los unen al Creador y a toda la Hermandad Divina.
Sean portadores del Sagrado Amor de Mi Hijo.
Sean un ejemplo de transformación constante, pero también sean un ejemplo de perseverancia, de esperanza y, sobre todo, de Amor, del Amor de Cristo que les permita aceptar y comprender al otro, de un amor compasivo que ya no permita que el ser humano sea egoísta y autónomo.
Vivan la promesa de esa Nueva Tierra en el día a día y creen la condición correcta para que ese momento de la Nueva Humanidad pueda llegar, conforme lo pensado y sentido por el Padre Eterno.
Mi Corazón de Madre siempre será ese puente para que ustedes se animen a cruzarlo, rumbo al vacío de ustedes mismos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Un alma que había cometido muchos errores se sentía impura e indigna ante Dios y, frente a todos los pecados vividos, le cuestionaba al Señor, diciéndole: “Señor, pequé una y muchas veces; caí y, en vez de levantarme, me sumergí más profundamente en los abismos de la vida. Hoy, estoy ante Ti, me llamaste a sentarme a la mesa de la redención. Dime, Señor, ¿es posible que un pecador, como yo, sea llamado por Ti? ¿Cómo podré dar los pasos que Tú necesitas? ¿Cómo curaré las infidelidades y los pecados más profundos de mi ser?”.
Y, con Ojos de Misericordia, el Señor le respondió también con una pregunta: “¿Qué hizo el leproso para ser curado por Mi Hijo, cuando lo vio aproximarse entre la multitud? ¿Qué hizo la mujer del flujo de sangre para liberarse del peso de sus impurezas cuando, en su desesperación, vio a Mi Hijo pasar? ¿Qué hizo Zaqueo para ser notado y, a pesar de todos sus errores, ser digno de una sola mirada del Hijo de Dios?
El leproso, alma pequeña, se expuso y se humilló delante de la multitud. Con su mal olor, con sus heridas, con su corazón quebrado y ya sin esperanzas, en un mundo en donde no había salvación para él, la única solución fue recurrir a Cristo, aun sucio, impuro, enfermo, rechazado.
La mujer del flujo de sangre también se arriesgó entre la multitud. Ella no quería ser humillada, pero sabía que la única forma de curarse era recurrir a Cristo. Esa vez, fue el propio Señor que hizo que ella fuera notada, no para humillarla, sino para darle a conocer al mundo que, para curarse y tornarse limpio, el pecador tendrá que exponer sus pecados y heridas ante Dios. Es por la puerta de la humildad que se llega a los Pies del Creador.
Zaqueo sabía de su mala conducta, sabía de sus pecados e imperfecciones; pero, dentro de su alma, hablaba más alto la necesidad de perdón. Por eso, se expuso y, delante de la multitud, se humilló, subió a un árbol en el que todos podían notar que, a pesar de todos sus errores, él estaba allí, enfrentando todos los juicios y críticas, simplemente por la necesidad de estar ante Cristo.
Y el Señor, cuando ve que los pecadores van más allá de sus pecados, Él también va más allá en Su Amor, en Su Misericordia y en Su Gracia. Por eso, alma pequeña, nada es imposible. Toda enfermedad tiene cura, todo pecado tiene perdón, pero para eso precisas dejar de lado tu orgullo y vanidad, y humillarte ante Dios. Sé transparente y sincera, muéstrale al Señor tus heridas y permite que, con una única mirada compasiva, Él te cure”.
Que este diálogo, hijos, los inspire a no tener miedo de estar expuestos, de ser humillados y, así, ser curados, perdonados y redimidos por Cristo.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Escucha Mis palabras, ¡oh Dios! Ruego por los seres de este mundo para que despierten a Tu Amor, para que encuentren Tu Paz.
Ruego para que los corazones indiferentes se abran a la verdad sobre sí mismos y tengan así la Gracia de buscar el camino del perdón y de la redención.
Ruego para que los que están despiertos, despierten aún más, para que cada día se aproximen más a la Voluntad Divina y al retorno hacia Origen celestial.
Ruego por los Reinos de la Naturaleza, para que sean aliviados de su dolor y para que encuentren la paz y el camino de su evolución, bajo el amor y la hermandad con los seres humanos.
Ruego por la consciencia de la Tierra, para que ya no sufra y encuentre la esperanza de estar en Dios, en Sus Leyes, bajo Su Voluntad, cumpliendo con Su Plan.
Ruego, ¡oh Padre!, por la vida que Tú creaste para que retorne a Tu Corazón.
Hoy miro hacia el mundo y solamente uno Mi Corazón al Tuyo, ¡oh Dios!, para crear así un camino de unión entre la consciencia de los hombres y Tu Sagrado e Infinito Corazón.
Escucha, ¡oh Dios!, esta súplica por la paz y concede la paz al mundo.
Que así sea.
San José Castísimo
Llegó el momento de acompañar al Señor en el calvario de estos tiempos.
Pero ahora, ustedes ya no serán el Cireneo que acompaña Sus pasos; ya no serán las santas mujeres que lavan la Sangre del camino con sus lágrimas; ya no serán los verdugos que intentan contener sus almas en medio de tanto odio que no saben de dónde proviene y que, al final de todo, se curarán con la potencia del Amor de Dios; ya no serán aquellos que viven la Pasión del Señor con los ojos y con el corazón.
Hoy, Cristo será el Cireneo que acompaña sus caminos. Sus lágrimas lavarán las heridas de la Tierra y saciarán la sed de los que viven en el desierto de su propia cruz. Ahora, hijos, son ustedes los que deben dar ese paso.
La cruz del mundo no será como la Cruz del Calvario, porque sus méritos deben ser otros. Su propósito es renovar y superar todo el amor ya conocido en la Tierra como en el Cielo. Por eso, vivan el momento presente con gratitud y estén atentos a cada nuevo día que trae consigo un paso con la cruz.
Sepan decir "sí" al Cáliz que el Señor les da de beber y, como Su Hijo, sepan decir: "Que se cumpla Tu Voluntad y no la Mía".
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que hoy reine la paz en todos los corazones y entre todos los pueblos.
Que, por sus oraciones, el amor y el respeto para con todas las naciones y culturas sean gestados en la consciencia humana.
Expresen con alegría la gratitud por la diversidad de este planeta, que lo hace único en el Universo por la amplia posibilidad que los seres tienen de aprender a amar.
Que, unidos a Nuestra Señora de Guadalupe, sus corazones aprendan a darle la debida importancia a todos los pueblos y que amen y celen por la expresión pura de cada uno de ellos.
Cada pueblo, como cada cultura, tiene un propósito superior para manifestar. Hoy, hijos, oren por este propósito para que las naciones recobren su pureza y encuentren el principio perfecto de la Voluntad Divina para sí mismas.
Oren para que cada nación exprese en este mundo lo mejor que tiene. Ya no juzguen las culturas y las religiones, en su lugar oren para que todas ellas encuentren la Voluntad de Dios y que esa Voluntad conduzca a los seres a expresar, a vivir y a ser el Amor de Dios, renovado constantemente en Sus criaturas.
Hoy es un día para agradecer la existencia de los pueblos, de las culturas y de las naciones.
Hoy es un día para clamar al Padre para que, en Su Corazón de Amor, una todos los caminos que llevan a Él.
Hoy es un día para colocar el corazón dentro del Corazón Sagrado de Nuestra Señora de Guadalupe y aprender con Ella a establecer la paz.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos y amados hijos:
En estos tiempos agudos de purificación de la consciencia, sepan que Dios no espera la perfección inmediata de los hombres, sino la simplicidad y la verdad de los corazones.
Dios los invita a que, por medio de la simplicidad, pueda nacer en ustedes el Amor de Dios, una y otra vez; un Amor que los confortará, un Amor que no los abandonará, un Amor digno y fiel.
No detengan su atención en los defectos de la vida humana, porque será a través de la imperfección redimida que nacerá el nuevo ser, el que será portador de la esperanza y de la confianza de Dios.
Por eso, hijos Míos, abracen con humildad y simplicidad cada nueva etapa de purificación.
Siempre tendrán, por medio de la oración, Mi consuelo y guía, y en los momentos culminantes de su purificación contarán con Mi asistencia; porque Yo los amo y, como Madre, conozco la necesidad interior de cada hijo Mío.
Dejen de sentir ese vacío que no los lleva a nada. Dejen de sumergirse en ese árido desierto de la vida.
Yo les traigo, a través de Mis Palabras, la Fuente que saciará su sed.
Hijos, no se desesperen, no se perturben, ya no se castiguen. Ustedes vinieron a participar de una transición que recién ha comenzado.
Tengan fe, la fuerza del Amor de Mi Corazón será su constante fortaleza.
Dios hoy les concede Su Perdón y Su Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cánticos de Figueira - “Con tu licencia”
Este último cántico de José Trigueirinho expresa la profecía sobre su próxima partida, anunciada aquí a través de los años.
Al mismo tiempo, el cántico expresa la gratitud y la profunda reverencia del instrumento de Dios por la Ley de la Jerarquía, indicándole a sus discípulos, de manera simple, cómo debería ser el sentimiento y la actitud correcta ante la inmensidad de lo que representa la Obra de Dios para el ser de superficie.
Este cántico revela, de una forma abnegada e impersonal, la despedida del Instructor de sus amados discípulos; la despedida de todos aquellos que, a través de los tiempos, fueron activados por la energía divina del sagrado conocimiento y de la Instrucción, posibilitando que cada alma encuentre su don y su linaje dentro del amplio campo de la vida universal.
La gratitud es la esencia del cántico, pero también es la expresión del alma de Trigueirinho por la infinita Misericordia y la Compasión del Padre Celestial hacia sus más pequeñas e imperfectas criaturas.
Aquí el Instructor y el instrumento de Dios profesa y simbólicamente anuncia su partida hacia el vasto Cosmos, el retorno de su espíritu a la Fuente y al Origen desde donde partió para servir al Propósito Divino y, a partir de allí, ingresar en nuevas Escuelas de Instrucción.
En este cántico queda bien grabado el mensaje más importante para los discípulos que es el amor que cada alma puede tener por la propia Jerarquía, para así mantener en este planeta la conexión divina con las sagradas Leyes Inmateriales.
Trigueirinho, de una manera simple, amorosa y reverente, se despide del ámbito de la vida material anunciando que es el espíritu el que sirve a través de los impulsos del alma y eso es lo que concede la elevación de la consciencia.
La firma final del Instructor es el amor que él deja grabado en el firmamento interior de cada discípulo, para recordarle a cada ser que todo se le debe al amor, a la Creación, a la existencia de una vida más allá de las formas.
Él recuerda que en todo está el amor y que cada alma deberá regresar a la Fuente de ese amor con toda la experiencia vivida en este planeta Tierra.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Décimo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Libera mi alma, querido Jesús,
de todas las invenciones del mundo,
que ella pueda despertar
a la pureza y al amor compasivo
por medio de Tu divina
y poderosa intercesión.
Señor, hazme libre
de resentimientos y de culpas.
Construye a través de mi servicio a Ti
todos los planes y dones
que Tú, amado Señor,
has pensado.
Conságrame a Ti, Señor,
aun en los momentos de prueba
y de desafíos de la vida.
Hazme partícipe
del Sacramento de la Reconciliación,
y que todos los días yo pueda
confesarme Contigo abiertamente
para que mi pequeño espíritu sea renovado
todo el tiempo que Tú,
Maestro del Amor,
consideres.
Abrázame, Señor,
en las noches de frío.
Cobíjame, Señor, en Tu regazo
para que cerca de Tu Corazón bondadoso
pueda adorarte como el gran Templo vivo
y divino de Dios.
Te doy las gracias
por concederme Tu eterna Paz.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Sexto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que sea purificado de mis errores.
Escóndeme, Señor,
dentro de Tus Llagas
para que reciba los Códigos Divinos
de la Transfiguración.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que la Luz espiritual
me invada completamente.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que sea protegido de todo mal
a fin de que reine Tu poderosa Paz.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que reciba toda Tu Gracia
y sea merecedor de Tu insondable Misericordia.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que mi alma sea partícipe
de la comunión interna
con Tu Divino Espíritu
y todas las dificultades se disipen.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que conozca la esencia profunda
de Tu Amor y de Tu Compasión.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
y haz de mi un nuevo instrumento,
vacío de todo y entregado completamente
a Tu Sagrado Corazón.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que despierte en mí
Tu sagrada Humildad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Comunidad de María - Parte 2
Queridos hijos:
La Comunidad de María Santísima deberá ser conocida en el mundo, porque ella, con espíritu de fraternidad, se unirá a todas las demás comunidades cristianas ya existentes.
Lo que Dios Me ha pedido concebir en la manifestación de la Comunidad de María es algo muy especial para Mí. Por eso, hijos, todo lo que pueda ser gestado espiritualmente dentro de ustedes ayudará a que la manifestación de dicha Comunidad acontezca.
La Comunidad de María albergará a las almas peregrinas, así ellas tendrán un lugar en donde puedan reposar después de sus peregrinaciones a los Centros Marianos manifestados por la Obra de su Madre Celeste.
Pero lo más importante, hijos, será el espíritu de hospitalidad y de cordialidad, atributos que harán florecer en las almas el verdadero sentimiento de pertenencia y de participación en la Obra redentora de los Mensajeros Divinos.
El acogimiento de los peregrinos deberá ser para ustedes, hijos, como el recibimiento de Cristo en las puertas de sus casas.
La Casa del Peregrino, la cual deberá ser ampliada para atender las necesidades de los próximos tiempos, es la referencia de que el trabajo con la humanidad y el mundo aún deberá despuntar como misión principal de todos.
Será de esa forma, hijos, que la Obra de los Mensajeros Divinos se cumplirá en la vida de cada ser, existiendo el amoroso acogimiento y acompañamiento de los peregrinos del mundo, así como de los servidores principiantes que se donarán a su Madre Celeste. De esa manera se llevarán adelante los Designios de Dios.
La Comunidad de María será el preámbulo para todo lo que llegará después.
Por eso, hijos, el espíritu de hospitalidad y amor, principalmente de los residentes de las Comunidades, superará las formas de vida, las propias creencias y las ideas de lo que tal vez sería lo mejor.
Con todo el amor del Universo vengo en este día de oración para presentarles y anunciarles una nueva fase del trabajo que sucederá dentro de la Obra de Paz de los Mensajeros Divinos.
La Comunidad no impondrá órdenes, exigencias ni trabajos excesivos a las almas que despiertan. Será el principio del orden y del ceremonial el que motivará a las almas a abandonar sus hábitos y modos de vida para pasar a adoptar nuevos valores que no serán rígidos, sino espontáneos y que despertarán a su debido tiempo, aceptando el momento espiritual e interior de cada alma. Porque, hijos, si viven estos principios dentro de ustedes, estarán libres de juicios de valor.
Por eso, la Comunidad de María será un espejo de las primeras comunidades cristianas que, bajo la compañía de su Madre Celeste, fueron fundadas en Jerusalén y en la región de Galilea, Cesarea y Cafarnaúm, luego de la Ascensión de Nuestro Señor.
En este tiempo, hijos, la Comunidad de María llegará como impulso del Cielo para despertar los talentos en los que duermen y así reconstruir el espíritu de esta humanidad.
La Comunidad de María estará guiada por la Orden fundada por Mi Hijo, y la vida sacramental y orante serán los pilares de la misma.
La Comunidad de María intentará espejar los mismos atributos de vida que vivieron las primeras comunidades cristianas.
¡Les agradezco por ayudarme a llevar adelante este proyecto Conmigo!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que en este día, en la víspera del día de Mi Divina Concepción Espiritual y Cósmica, sus corazones se preparen interiormente para que, junto a Mí, cambiemos de año, como de ciclo, y así, lo que finalmente debe descender desde la Fuente del Propósito Divino pueda hacerlo por su incondicional “sí”.
Para eso, hijos Míos, será necesario que sus almas aspiren a encontrar su propósito interior para que, en esta época y bajo estas condiciones del fin de los tiempos, él también pueda ser renovado.
Los invito a no mirar más hacia el pasado ni tampoco hacia el futuro.
Los invito y los llamo a vivir el presente, para que se puedan disolver de sus consciencias los dolores, las angustias y los sufrimientos que algún acontecimiento haya podido ocasionar y generar.
Este nuevo año, que está por comenzar, será el año del vacío de sí y de la incondicionalidad para con los más miserables de espíritu y de mente.
Que sus vidas puedan ingresar en este año renovadas de sí, para que Cristo gobierne en las almas un poco más.
¡Buen comienzo de año para todos Mis hijos!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Responsabilidad de hacer el Bien
Haz el bien en todo momento y comprométete a realizarlo en cada pequeño detalle, porque así atraerás desde el Universo la Corriente de la Hermandad.
Haz el bien así como lo ha hecho Cristo, porque, a pesar de haber sido negado, repudiado y crucificado, hasta antes de morir por ti en la Cruz, Jesús hizo el Bien y ese Bien que Él emanó salvó a toda la humanidad.
Por eso, hijo, que el bien impregne tu consciencia, tus sentidos, tus sentimientos y tus pensamientos.
A pesar de lo que suceda dentro o fuera de ti, haz el bien y practícalo con inmenso gozo, porque con cada acto de bien que realices por el semejante estarás ingresando en la Escuela del Amor y de la Unidad.
Retira de tus profundas entrañas las raíces de la división y de la permanente indiferencia.
Declara, para ti mismo, que eres parte de la Corriente del Bien y cumple de esa forma con las Leyes divinas.
Cada nuevo paso que des, hazlo en nombre del bien, porque así la maldad humana, que tiene raíces en la ilusión y en la soberbia, será extirpada.
Querido hijo, sigue los ejemplos del Redentor, vive del bien y haz el bien a cada momento. Destierra de tu consciencia todo acto de omisión, porque si así lo hicieras verás a Mi Hijo reflejado en el sufrimiento de tus hermanos.
Ayuda a tu Madre Celestial a reconstruir esta Tierra en la Corriente del Bien y así se disolverán las formas más terribles de maldad.
Cumple, vive y ejercita el Bien de Cristo, y sé parte de Su Divina y Omnipotente Consciencia Celestial.
Haz el bien con el fin de curar, dentro de ti mismo, la ausencia de vivir una vida de servicio a Dios.
Haz el bien con el fin de desterrar de la consciencia humana toda forma de actuar mezquinamente.
Llena tu espíritu y corazón del Bien Mayor, y confírmate en esta hora ante el Padre Celestial como un espíritu y una persona pacífica, bondadosa y misericordiosa.
Deja que la Corriente del Bien de Cristo mueva tus estructuras, desarme tus personajes y establezca el espíritu de la divina e insondable caridad; así, serás piadoso y considerado, abnegado y servicial, ante toda misión de amor que se presente en tus caminos.
Pero recuerda, hijo Mío, comienza a vivir y a practicar la Corriente del Bien primero en quien tienes alrededor todos los días, así permitirás que desaparezca de ti cualquier indiferencia o rechazo.
Permitirás que el Fuego del Bien de Cristo purifique tu consciencia y la convierta en una consciencia incondicional.
¡Anímate a decirle "sí" a la Corriente del Bien!
Ya es hora de asumir la responsabilidad de hacer el bien en cada detalle, así como a cada hermano. Es hora de desprenderse de la competencia, de los juicios y de todas las críticas.
Que tu ser sea un ser de bien, de esa forma, el planeta y su humanidad enferma se curarán al encontrar, en esta larga trayectoria terrenal, espíritus, almas y apóstoles del bien, seres que sembrarán la Tierra de nuevos Principios y de valores de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Las Cuatro Llaves
Primera llave: la neutralidad.
Que tu espíritu, mente y corazón se pacifiquen porque los tiempos que vendrán serán increíbles pero desafiantes.
Cultiva en ti la llave de la neutralidad porque mucho necesitarás de ella para que los embates, pruebas y desafíos no te superen, sino que, con espíritu valiente, tú puedas trascender, en silencio y oración, todo lo que vivirás.
La llave de la neutralidad hará de tu mente una fortaleza inquebrantable y construirá en tu corazón un castillo inamovible, porque nada semejante a ti podrá agitarte ni perturbarte.
La neutralidad será la llave maestra entre todas las llaves, porque ella te proporcionará coraje y fuerza interior para ayudarte a ti mismo y a los demás.
Que la neutralidad ingrese en la esencia de tu ser y que neutralice todas las formas a fin de que siempre reine el espíritu pacificador e inalterable ante todo lo que verás de ti y del mundo.
Que esta llave te conduzca hasta la meta y que, al mismo tiempo, te aparte de cualquier indiferencia; porque neutralidad no es indiferencia u omisión, sino aceptación de los cambios, madurez del espíritu y crecimiento interior de la consciencia.
Que la llave de la neutralidad alinee todo tu ser y que este alineamiento se refleje en el sentir, en el pensar y en el actuar; porque así construirás un estado de elevación permanente, capaz de beneficiar a tus hermanos y, sobre todo, al planeta.
Segunda llave: el silencio.
Ama por encima de todas las cosas la llave del silencio y esa sagrada llave del silencio despertará en ti; porque el propio silencio te transformará, y en nada habrá mutismo ni tampoco te hará diferente a los demás.
El silencio espontáneamente te conectará con lo Alto y, en seguida, tu pensamiento se elevará.
La llave del silencio terminará, interiormente, con el barullo humano y contribuirá en la expansión de los sentidos internos, como la capacidad de percibir más allá de las apariencias, la capacidad de prevenir acontecimientos, la capacidad de anteceder a resultados concretos y, sobre todo, te despertará la premeditación.
Si el silencio trabaja en la humanidad, él podrá despertar espíritus silentes que, invisiblemente, aprenderán a equilibrar el desorden de este planeta ocasionado por los ruidos de esta humanidad.
El silencio, como llave, alimenta al espíritu de vibraciones elevadas que provienen del Universo y permite que la consciencia, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia, esté en contacto con su mundo interior.
La llave del silencio es capaz de penetrar espacios de la consciencia interna, que regularmente el ser humano no conoce por estar inmerso en todo lo que es superficial.
El silencio es considerado una oración poderosa que adquiere potencia de acción bien amplia.
La llave del silencio es curadora, regeneradora y concibe en la consciencia un estado de profunda receptividad.
El silencio es capaz de neutralizar las guerras, de disolver conflictos y de fortalecer la esencia que debe cumplir con su propósito interior y espiritual.
El silencio despierta el espíritu del guardián y favorece el correcto uso de la palabra; él construye la unidad interna y disuelve la tendencia a la competencia y a todo lo que es mezquino.
El silencio, como llave, permite que el alma capte interiormente los impulsos de su universo superior.
Tercera llave: el amor compasivo.
Si no hay amor en todo, nunca podrá haber compasión. El amor y la compasión, como energías positivas, caminan juntos.
Por eso, el amor en este tiempo lo es todo y siempre hará la diferencia para poder resolver lo imposible y liberar lo que está en tinieblas dentro de la consciencia.
Nacimos para expresar amor; por eso, cuando el amor está ausente del ser humano, él vive el odio, la indiferencia y la amargura.
El amor, como llave, concibe en esencia todas las cosas y es capaz de resolver lo que parecería inalcanzable.
El amor trae comprensión, entendimiento y, sobre todo, despierta la sabiduría.
El amor estimula la necesidad de servicio e impulsa a la consciencia a buscar la Instrucción.
El amor, como llave, reconstruye la vida y genera, en todo un espíritu, el orden y el silencio.
El amor puede borrar cualquier dolor o incomprensión humana, desde el momento en que la consciencia se siente amada.
El amor crea lazos evolutivos entre las almas y despierta a la consciencia al camino del perdón y de la reconciliación.
El amor cicatriza heridas del inconsciente y trae grados de esperanza y de motivación; él une lo que el hombre de superficie separa con el odio, el rencor y el miedo.
El amor, como llave, siempre traerá el espíritu de la renovación y él aportará sana alegría por estar sirviendo al Creador.
Cuarta llave: la humildad.
Un principio que protegerá el surgimiento de una nueva humanidad.
La humildad hará plasmar la Nueva Tierra prometida y retirará del camino los obstáculos que, hasta ahora, han apartado a la humanidad de esa fuente de humildad.
La humildad, como llave, despierta la resignación y aísla a la consciencia de todos los obstáculos que imponen las energías capitales.
La humildad crea un vallado para las almas que quieran liberarse de los errores frecuentes.
La humildad podrá hacer de este mundo un estado de consciencia más positiva.
La humildad guía a la consciencia por el camino de la instrucción para que despierte a los comandos universales.
La humildad construye la nueva humanidad formada por las situaciones y experiencias que irradian amor, consideración y respeto.
El amor, como llave, no solo abre el corazón para trascender las formas, sino que, junto a la humildad, las almas se ven colmadas de nuevos principios.
La humildad es el portal que los llevará a conocer a Dios dentro de cada corazón humano.
Las cuatro llaves intentan corregir la actitud del ser humano y de su humanidad.
Las llaves proporcionan a las almas el arte simple del autoconocimiento y de la redención, para así despertar en el mundo una nueva consciencia.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más