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Queridos hijos:
Este es el tiempo de ampliar el corazón y la consciencia en el amor y en el servicio a Dios. Este es el tiempo en el que exista, dentro de ustedes, un espacio para poder recibir y sentir a los que llegan.
Será de esa forma que, al igual que Mi Hijo cuando se entregó por ustedes, podrán sentir al semejante, podrán participar y acoger el sufrimiento y el dolor ajeno para que sea trasmutado y liberado en el amor.
Cada ser de este planeta tiene un lugar dentro del camino espiritual y ese lugar, aún desconocido, está esperando que la consciencia despierte a la Verdad que viene de Dios. Verdad que lo librará, para siempre, de las cadenas del error y de la ilusión de este mundo.
Por eso, a los que ya despertaron los invito a ser conscientes y celadores de este propósito, por los que llegarán al Camino de Mi Hijo, que es el mismo Camino de ustedes; buscando una oportunidad, un alivio y una esperanza para este tiempo crucial del planeta.
Como Madre, vuelvo a abrir Mi Corazón para acoger a los que recién llegan y necesitan de una grandiosa fe y fortaleza para aprender a desprenderse de todo aquello que los ata al mundo y a la perdición.
Estas almas que recién llegan y despiertan, son las que más necesitan de consideración y de apoyo, para que puedan sentir que hay alguien que está allí para sostenerlos en sus pruebas y para ayudarlos en sus trascendencias.
La juventud del mundo necesita ser guiada por el camino correcto porque, día a día, miles de jóvenes se pierden en las ilusiones y en las promesas que les ofrece el mundo. Por eso, como Madre de todos, abro Mi Corazón para acompañar y sostener a los que despertarán y llegarán ante la presencia de Mi Hijo para decirle “sí” de forma total.
Este es el tiempo de las revelaciones, pero también es el tiempo de apoyar y de acompañar, de corazón, a los que buscan encontrar un sentido interno y espiritual para sus vidas. Esa es la tarea y el compromiso de los que ya sirven, día y noche, a Cristo.
Los jóvenes del mundo precisan ser escuchados y comprendidos, no pueden ser rechazados ni omitidos. Cuando ellos tienen un brazo en donde poder apoyarse y llorar, se sienten aliviados y se animan, más allá de su juventud, a cambiar y a madurar.
Hijos, este ciclo de la juventud y del acogimiento llegó para todos.
Desde ahora, les agradezco por imitarme y acompañarme.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para comenzar a buscar la iluminación de la consciencia, ustedes deben amar a Dios, a Su Plan y a Su Voluntad por encima de todas las cosas; deben desenvolver la percepción de Su Presencia en todas las formas de vida y saber que todos los seres necesitan expresar su potencial como criaturas provenientes de Dios para que, entonces, encuentren la paz y expresen la paz en el mundo.
Sin saber la verdad sobre sí mismos, los seres caminan en la oscuridad de la ignorancia confundidos entre las miserias, los deseos y las destrezas que no expresan lo que ustedes vinieron a expresar en el mundo.
Por eso, a veces se torna tan difícil amar y aceptar al prójimo como él está. Digo "él está" porque ellos aún no saben para lo que verdaderamente fueron creados para ser, pues esto aún se oculta en su interior. Pero, antes de que vean la verdad expresarse en sus hermanos, primero deben saber que ella existe y deben amarla, sentir la necesidad de que ella se torne vida en sí mismos y en el prójimo. Así, su búsqueda será verdadera y su aspiración pura los conducirá al camino correcto, al camino de la Voluntad de Dios.
¿Por qué les digo esto?
Porque muchas veces su atención está en las cosas del mundo y en las realizaciones humanas, cuando en verdad el ser humano solo se realiza cuando es capaz de expresar la Voluntad Divina y participar de Su Verdad Celestial. Allí, entonces, ustedes podrán discernir, actuar y hasta aun disponer de las destrezas humanas para convertirlas en instrumentos de la manifestación de la Obra Divina.
Sin dejar de asumir sus responsabilidades, profundicen en el sentido por el cual ustedes las llevan adelante.
Miren hacia el prójimo, buscando sentir el amor y la aspiración de que él se encuentre a sí mismo. Estén en la vida con la aspiración de que ella encuentre su sentido.
Inspírense en la manifestación de la naturaleza, en la realización de las flores y en la belleza de aquel porcentaje de la vida que sí cumple con la Voluntad Divina y que encontró su realización, su plenitud.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Donde hubiera un corazón que clame por la paz, allí estará la Presencia del Creador, transformando y convirtiendo la consciencia humana desde adentro hacia afuera.
Donde hubiera un corazón que clame por la paz, allí estará la presencia del Universo Celestial, uniendo tiempos y espacios, trayendo la realidad de las dimensiones divinas hacia la Tierra, preparando los corazones para el encuentro con Su Creador.
De una forma simple, hijos, el Reino de Dios comienza a habitar en el interior de los seres y a consolidar la fortaleza interna de las almas.
Cuando ustedes oran y claman por este mundo, su Señor los escucha y, a veces de una forma silenciosa, envía Su Amor a los corazones.
Dios los transforma lentamente, convierte sus corazones en lo que verdaderamente son, pero que no consiguen expresar.
Si ustedes quieren descubrir la verdad sobre sí mismos, clamen por la paz y oren por el mundo.
Si ustedes quieren despertar el potencial de lo que es ser un ser humano como Dios lo pensó, clamen por paz y oren por el mundo.
La oración, cuando es hecha como un servicio, los retira de sí mismos y los coloca en Dios, y es en Él que ustedes comenzarán a descubrir quiénes verdaderamente son. Oren, no para experimentar a Dios, oren para vivir en Dios, para descubrirlo vivo en ustedes y en todo.
Oren por el mundo, colocando todo lo que ustedes son en el clamor de sus corazones. Supliquen por un nuevo tiempo y una nueva vida y, así, este Tiempo Real se revelará en su interior y ustedes sabrán lo que es estar en Dios aun estando en el mundo.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
El Universo no se oculta en su interior, solo se mantiene silencioso a la espera de que sus seres se puedan volver hacia adentro para encontrarlo.
Los misterios solo permanecen como misterios delante de los corazones de los hombres cuando ellos no los buscan o son indiferentes a la vida espiritual. Todas las ciencias les pueden ser reveladas, porque la Sabiduría del propio Dios se encuentra dentro de ustedes. Su esencia es un puente hacia el Corazón del Padre, hacia todo lo que Él es.
No hay límites o fronteras para el espíritu que recorre incansablemente el camino de retorno a Dios. La ignorancia es una autocondenación de los que escogen permanecer en la ilusión, en la oscuridad de la consciencia. La Sabiduría no es un don para pocos, la Sabiduría es una virtud que está adormecida en la esencia de todos los seres humanos, los que pueden despertarla a través de la búsqueda sincera y pura de la Verdad.
Sean puros de corazón y comiencen a caminar. Sean sinceros y pidan al Padre la gracia de estar en Su Corazón y de vivir aquello para lo que fueron creados.
Aspiren a pasar por la escuela de la Tierra y a vivirla plenamente. Aspiren a expresar todo el potencial que guardan en su interior. Dios manifestó cada ser según Su Perfección. Todos ustedes guardan virtudes únicas a expresar. Aspiren, hijos, a manifestar esta verdad en plenitud.
Vacíos de conceptos humanos, de vanidades y de orgullos que los prenden a los conceptos materiales de la evolución, ustedes podrán encontrar la verdad sobre sí mismos. La Gracia Divina les puede revelar estas y todas las cosas, basta que clamen de corazón y que se abran con todo su ser.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
El misterio de la existencia humana es para la Consciencia Divina mayor que la renovación del amor y que la revelación de un amor nuevo. En la esencia de los hombres se guarda no solo su propia historia, la historia de la evolución de la vida y de la Creación, se guarda también, hijos, la historia del propio Dios.
Sé que lo que les digo puede parecer algo distante de aquello que experimentan como criaturas, pero lo que ocurre verdaderamente es que los seres pasan por la experiencia de la vida sobre la Tierra y no consiguen descubrir quiénes son y mucho menos expresarlo. Hasta el mismo Hijo de Dios, estando sobre la Tierra, no pudo expresar a los seres toda la verdad de Su existencia, porque ni ahora ni en aquel momento los seres estaban preparados para saber sobre ella.
En este tiempo, las revelaciones llegan como impulsos de la Verdad, pero no como la Verdad develada. Los seres reciben aquello que necesitan para cruzar el umbral de estos tiempos y comenzar a adentrar en el tiempo y en la realidad divina.
Aunque no haya llegado el momento de vivir la expresión verdadera de un ser humano, deben al menos saber que ella existe y que, a través de una simple sintonía con la Verdad, podrán vivir las pruebas de estos tiempos de una forma diferente.
Dejen que este legado interior se haga sentir. Dejen que Dios se haga sentir en ustedes. Y tan solo saber que algo oculto está vivo en el propio corazón ya será suficiente para comenzar un nuevo ciclo, en un nuevo tiempo.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
No Me importa cómo te encuentres, sino que tú estés verdaderamente Conmigo, así como Yo estuve contigo desde el huerto Getsemaní hasta la Cruz.
De acuerdo a cómo tú estés Conmigo, Yo le daré un valor especial porque la forma de cómo tú estés interiormente Conmigo, Me demostrará y Me confirmará la posibilidad o la dificultad de poder llevar adelante Mi Plan a través de ti.
Sé que tal vez lo que te digo te impresione o te movilice, pero Me comprometí ante el Padre Celestial a decirle la verdad a Mis compañeros para que crezcan todos los días, no por sus protagonismos o por sus destrezas, sino para que puedan crecer a través de Mi Verdad.
Hoy te digo esto porque sé que estás Conmigo todos los días, más allá de los acontecimientos o de las situaciones. Son pocos los que están así Conmigo, por eso les doy oportunidades a todos para que algún día puedan estar incondicionalmente Conmigo.
Así, voy formando un ejército de verdaderos servidores, los que al servicio de Dios ayudarán a la Jerarquía a llevar adelante el Plan de Redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Que en este tiempo se establezca la paz, para que la paz esté presente en el corazón humano.
Desde ahora y para siempre, agradezco la devoción de los corazones por la Reina de la Paz. Y en este día, del reinado de Mi Paz, derramo para el mundo entero más Gracias y Principios sagrados a fin de que se cumpla la Voluntad de Dios en los hombres y mujeres de la Tierra.
Por eso, hijos Míos, las Sagradas Geometrías de Dios cumplen en el mundo con todos los pedidos del Padre, pues ellas reflejan lo que, en este tiempo, la humanidad necesita para alcanzar la paz y la verdad que los librará de las cadenas de la ilusión y de la adversidad.
Cada vez que su Madre Celeste llega al mundo o visita alguna nación, las Sagradas Geometrías del Padre, que son perfectos diseños de luz que provienen de la Fuente del Amor y de la Unidad, descienden al mundo a través de Mi Presencia materna para que los hijos de Dios alcancen el cumplimiento y la realización de Su Proyecto de Amor y de Redención en la Tierra.
Mientras más almas despierten a Mi llamado, habrá más posibilidades de que en la humanidad se cumpla el Sagrado Proyecto de Dios que, en base al retorno de Su Sagradas Geometrías, como principios y códigos de Luz, harán de la Tierra el lugar prometido para que las almas que hoy viven sobre este planeta cumplan con Sus Designios de amor y de unidad divina.
Todo esto, hijos Míos, tiene el sentido de llevar al mundo entero a reencontrar el camino de lo sagrado y de lo bendito a fin de derrotar la adversidad y la crueldad que existen en los hombres por haberse apartado del amor.
Es así que, como Madre, Yo los conduzco hacia Mi Hijo porque Mi Hijo es el propio Proyecto de Dios manifestado en el Universo espiritual, mental y material.
Mi Hijo es el modelo perfecto para cada uno de ustedes y Él, como una sublime y Sagrada Geometría de Dios, encarnó en el mundo para testimoniar físicamente la Voluntad y la Verdad del Padre ante todo este Universo.
En Mi Hijo se cumplió ese Proyecto Divino, no solo desde Su nacimiento, sino también en la Cruz cuando, por encima de todo error y mal, Su Amor venció, demostrando al mundo el cumplimiento del Proyecto de la redención en todos los que, en aquel tiempo, cayeron y en los que están cayendo también en este ciclo, por ignorancia y falta de amor.
Pero el Amor de Mi Hijo en la Cruz dejó marcada la señal de la victoria del Proyecto del Padre y construyó el puente para que millones de almas, a lo largo de los tiempos, recuperasen su pureza original y así, definitivamente, se cerrara la puerta a la oscuridad.
Por eso, hijos Míos, como Mediadora e Intercesora, Me ofrezco al mundo una y otra vez no solo porque los amo, sino también porque, siendo testigo de la Pasión de Mi Hijo y de Su muerte, sé de la importancia de esa gran oferta que Él hizo por cada uno de ustedes.
Mi ardiente deseo de Madre es convertir sus vidas en algo sagrado para que, humanamente, existan en el mundo instrumentos de paz y de amor en tiempos de adversidad y conflicto; para que la Fuente de la Paz no acabe en el corazón de los hombres y para que las naciones sean el cumplimiento de los Sagrados Principios del Padre en toda la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Acojan a la Ciencia de Dios que se revela y dejen que ella se asiente en su interior. No busquen comprenderla de inmediato, sino sentirla y experimentarla, poco a poco, hasta que ella los transforme y se revele a sí misma.
Aprendan a conocer, viviendo. Aprender a acoger, amando. Aprendan a transformarse, siendo cada día, un poco más compañeros de Dios y no solo Sus hijos.
Aspiren a ser lo nuevo en este mundo.
Aspiren a vivir lo desconocido.
Aspiren a ser precursores de un nuevo tiempo, verdades manifestadas, una nueva experiencia para toda la Creación.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Compañeros:
La indiferencia abraza demasiado al planeta. Que en ustedes no exista ningún vestigio de indiferencia para que Mi Plan no sea interferido ni obstaculizado por nada indiferente que provenga de ustedes.
En algún grado deberán trabajar conscientemente para desterrar la indiferencia de sus consciencias, porque Mi enemigo a través de la indiferencia alimenta en los hombres el desamor y la falta de atención por el semejante, por el hermano que día a día tienen al lado.
Un discípulo de Cristo trabaja todos los días para desterrar de sí mismo cualquier grado de indiferencia, porque si algo de indiferencia está en el discípulo, grandes dificultades tendrá para ir más allá de sí mismo, aunque tenga razón en algo.
Por eso los invito nuevamente a reflexionar para que dentro de ustedes solo busquen la verdad, la que los librará para siempre de las cadenas de la indiferencia y del desamor.
Yo ya les enseñé a vivir Mi Amor, no lo olviden.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo vengo como el sol del atardecer para traerles la Luz de Dios, porque no existe nada que no pueda ser resuelto a través del amor. El amor es salvífico, el amor es vivo, el amor es resplandeciente.
Cuando los hijos de Dios están en torno del amor nada sucede, todo se transforma y se eleva. Por eso no tengan miedo, sientan el Amor de Dios que los vivifica, que los transforma y que los hace cambiar, de tiempo en tiempo.
Mi Corazón es una fuente de ese Amor, de la que ustedes pueden participar día a día. Por eso necesito que sean como Mi Amor, como el Amor que los salvó, como el Amor que los rescató y que los redimió en la Cruz.
Ese Amor de Dios es el que se entregó y dio todo lo que tenía por cada uno de ustedes. Ese Amor es el que se dejó flagelar, se dejó humillar, se dejó sacrificar por los hombres para que aprendieran la verdad sobre el Amor.
En ese Amor Yo los quiero ver todo el tiempo. Un Amor que regenera, que trae vida, que pacifica, que neutraliza las formas y todos los embates.
Espero ver al mundo en ese Amor, una y otra vez, porque sé que no lo está y muchos no lo están porque no conocen los milagros que puede hacer el Amor cuando uno se entrega a él, verdaderamente y sin miedos. Porque el Amor de Dios es algo que penetra en la consciencia, es un Amor que trae confianza y que fortalece ante las situaciones de la vida y de los acontecimientos.
Hoy quiero entregar este amor para todos los que están aquí. Eso espero, porque sé que necesitan de este Amor que Yo les traigo para este tiempo final, en el que la consciencia humana debe enfrentarse a sí misma para aprender a trascenderse y a liberarse de sí.
Pero todo es posible en el Amor, en el Amor que Yo les enseñé, en el Amor que Yo profesé por Mis apóstoles y por todos Mis seguidores.
Es ese mismo Amor que hoy les traigo y del cual los hago partícipes, una y otra vez, para que sepan que el mundo necesita de seres de amor que puedan espejar, como instrumentos, la Fuente del Amor de Dios transformando su amor propio en un Amor mayor, un Amor que viene en auxilio del mundo y de los acontecimientos críticos de la Tierra.
Es ese Amor que Yo les ofrezco, el que les permitirá vivir la transición. Sin amor nada será posible, todo será un vacío, un desierto y una soledad.
Mi corazón es una puerta hacia ese Amor que puede transformarlos y permitirles trascenderse cuando no lo consiguen por sí mismos, cuando no saben por dónde ir ni a quién recurrir.
No solo les hablo del amor inmaterial, sino también del amor que Yo viví como ser humano, como hombre y como consciencia.
Ese Amor, que también es de Dios, actuó en todo, participó en todo y se entregó por ustedes como hoy ustedes se entregan por Mí.
El Amor los hará vivir la fraternidad que el mundo necesita aplicar urgentemente, una fraternidad que vea la necesidad del prójimo, una fraternidad que vea la necesidad que hay en el semejante.
Yo los invito a encontrar, dentro de ustedes, ese Amor que les hace ver a Dios en cada momento, en cada circunstancia. Será necesario atravesar estos tiempos bajo esa Ley para aprender a superarse y ayudar a superarse a los demás, a sus hermanos, a sus compañeros.
Pero sin Amor nada se puede hacer, es como no tener dirección, es como no tener camino. Por eso, les traigo esa Fuente del Amor para este tiempo final porque la humanidad lo necesita, urgentemente, para dejar de cometer errores y fallas, para no apartarse más de Dios y perder el rumbo de su camino.
Hoy me ofrezco como ese Amor que los renueva, que los cura, que los sana, como ese Amor que pone fin a muchas cosas y que abre puertas a nuevas experiencias, a nuevos aprendizajes, a nuevas escuelas.
No dejo de pensar cuánto aún deben vivir en ese Amor, un amor que no es palpable, un amor que mueve la energía Divina y que la hace fluir en todo el Universo y en todos los espacios de la Creación.
Así como los ángeles viven de la fuente de ese amor y se nutren de ella, ustedes también deben nutrirse de ese Amor de Dios que se ofrece de tiempo en tiempo, incondicionalmente, para que las almas cumplan su propósito y, sobre todo, la Voluntad de Dios. Cuando eso no sucede y el amor no está presente, todo se vuelve oscuro, frágil y débil.
El amor los hace elevar todo el tiempo, los hace ver la realidad y encontrar un camino de paz que los lleva a un entendimiento maduro y sabio. Solo deseo que encuentren ese amor algún día, porque es un Amor vivo y Divino que los consagrará, que los hará buenos servidores y colaboradores de Mi Obra.
Y aquellos que viven hoy ese amor y lo practican verdaderamente, que lo sigan haciendo porque el planeta lo necesita como consciencia, la humanidad lo necesita como raza así como todos los Reinos de Naturaleza necesitan el amor de los hombres para poder evolucionar y despertar, para poder crecer como ustedes crecen y viven, a pesar de cómo se encuentra el mundo y la humanidad.
La Fuente del Amor de Dios está abierta para descender, espiritualmente, a la Tierra. Debe encontrar instrumentos para poder descender y expresarse. Debe hallar corazones abiertos para poder depositarse y así, multiplicar las Gracias de Dios en todos los sentidos y en toda la vida.
Este es el tiempo de que vivan el milagro del Amor, pero primero deben creer en él para que lo puedan sentir y vivir. Eso los unificará, los hará más hermanos y más compañeros los unos con los otros.
Sientan a Mi Corazón que emana ese Amor de Dios y pacifíquense. Todo es una transición y una experiencia.
El Amor es eterno. El Amor de Dios nunca acabará, las miserias sí terminarán y la Luz vencerá cuando entren en la corriente del Amor de Dios y lo hagan parte de sí, porque el Amor de Dios les concederá el perdón y la reconciliación.
Esto es todo lo que espero para este tiempo, ver reflejada Mi Obra como una corriente viva de Amor en los corazones y en las almas que dicen “sí” al Creador y confían plenamente en Él, en Su Voluntad.
Yo los hago partícipes de la Verdad que proviene del Amor de Dios para que lo encuentren algún día, sabiendo que todo es pasajero, pero que la experiencia del Amor en sus consciencias es imborrable e intransferible.
Dios necesita que el amor pueda reinar en el mundo y en los corazones para que la paz se establezca y se viva la unidad entre hermanos, más allá de todo.
Les dejo Mi Amor como un camino de salida, como una Luz en el horizonte, como el sol que los alumbra en esta tarde de Gracia.
Hoy no vengo a juzgar sus actos ni sus hechos cometidos. Vengo a invitarlos para que entren en el Universo de Mi Amor en donde encontrarán la Verdad y la podrán vivir de una forma simple.
Así los haré representantes de Mi Obra en la Tierra y habrá seres sobre la superficie de este planeta que serán puentes de comunicación entre la Tierra y el Cielo, que es lo que necesita Dios no solo de la vida sacerdotal, sino también de todos los que oran y proclaman su fe al Creador. Así el mundo se mantendrá estabilizado y en equilibrio y todo sucederá de una forma más armoniosa.
Cuando las almas no viven el amor, los corazones sufren y no entienden por qué. El amor humano debe ser transformado en Amor Divino y solo una Gracia puede conceder esto, en este tiempo, para que la humanidad entienda que se equivocó y que deberá recapacitar para que la Misericordia la colme y la pueda salvar.
Es el Amor de Mi Corazón el que hoy les trae paz. La Paz de Dios los bendice y los colma para que sigan adelante por Mí, para que se cumpla el Proyecto y venza el Amor como él venció en la Cruz.
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Una nación que se levanta en oración verdadera, es una nación que comienza a retornar al Corazón de Dios, que construye en su interior el despertar de la nueva vida y la unión con el nuevo tiempo.
Una nación que ora, abre las puertas al despertar espiritual para que la Verdad se revele; para que su pasado, presente y futuro encuentren sentido y para que todo sea comprendido en la esencia del corazón.
Una nación que ora es aquella que se aproxima a su Origen en unidad con el Creador, y permite que el Reino de Dios esté en el planeta generando méritos para que otros pueblos puedan encontrar la redención y el despertar.
Una nación que ora es aquella que atrae la paz hacia el mundo, para conceder a los corazones la posibilidad de aprender a través del amor y no del dolor.
Por eso, hijos, oren por las naciones, pero también oren como nación, oren en nombre de los pueblos, de las culturas, de los corazones, en el nombre del planeta.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que sus corazones estén en paz para que reciban los Designios de Dios.
Trasciendan lo que es aparente y cotidiano, para que su consciencia ingrese en lo sagrado y en lo que es verdadero.
Los Planes de Dios ya fueron diseñados para cada ser, ahora las criaturas necesitan colocar sus pies en la senda trazada por el Creador y no en la senda trazada por las destrezas, las tentaciones o las dificultades.
Vivir la realidad superior es una decisión mayor que cada ser debe tomar, dentro y fuera de sí, para que ella resuene en su alma y también en sus cuerpos planetarios.
¿Cuántas veces hablamos de que no hay tiempo? ¿Cuántas veces advertimos de que es hora de ingresar en el Tiempo Real? Es allí en donde habita la Verdad y la ilusión se hace visible para que ustedes sepan distinguir la diferencia de estar en el mundo en Dios y estar en el mundo sin Él.
Escojan, hijos, todos los días, el camino de lo Sagrado y de la elevación de la consciencia. En el futuro, ustedes agradecerán cada renuncia realizada en nombre de la evolución de la humanidad.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte siempre a Dios, más allá de las pruebas y de las caídas, porque para Dios es importante que se cumpla Su Plan de Amor y de Redención en la humanidad.
Por Su Divino pedido coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte porque Él necesita que la reconciliación se establezca en el mundo y que sus hijos más perdidos de la Tierra puedan reconocer y encontrar el Amor de Dios como un medio de salvación y de alivio.
Coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte en el nombre de todos los que, de alguna forma, fracasan en la vida espiritual y por medio de este gesto de amor traigo, en este día, la oportunidad de volverte hacia Dios y de encontrar Su Infinita Misericordia.
Coloco Mi Mano sobre ti para bendecirte y consagrarte en el nombre de la redención y de la paz que debe despertar en todos los hijos del Padre, los que en algún momento se enfrentarán a la Verdad y deberán vivirla.
Coloco Mi Mano sobre ti para perdonarte, para fortalecerte, para animarte a decirme "sí" hasta el final.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Finalmente, llegaron a uno de Mis santuarios espirituales de Luz, lugar en el que Yo le revelé al mundo la faz de la Reina de la Paz, hace más de treinta años.
Pero todavía, sigo llamando a Mis hijos al camino de la conversión, porque la conversión no es solo convertirse a Dios y a Mi Hijo. La conversión, hijos míos, es vivir y llevar adelante una nueva vida, realizando cambios notorios y transformaciones profundas en la consciencia.
Por eso, aún vengo a Medjugorje para pedirle al mundo que cambie verdaderamente. Dios espera que ese cambio también se refleje en la vida cotidiana y espiritual.
Muchos de Mis hijos ya dieron el paso, a través de Medjugorje, pero pocos alcanzaron la realización de la meta espiritual a través del impulso interior que recibieron.
Yo traje para Mis hijos la posibilidad de abrir la consciencia a la verdad y les entregué el camino de la Paz para que encontraran la puerta hacia la Verdad Suprema.
Es una alegría reunir, en los planos internos, a los diferentes videntes bajo la guarda de la Madre de Dios, porque es importante que los instrumentos reflejen y espejen lo que Dios le está pidiendo a la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No quiero que algún día sientan frustración, incomodidad o desesperación por estar cansados, porque Yo llegué a la cruz más exhausto y destruido que todos ustedes; por eso tienen la oportunidad, en este día, de padecer por Mí.
Sé que para sus núcleos internos a veces es demasiada exigencia, pero ya es tiempo de que vean que nada, absolutamente nada les falta y que Mi propio Padre, a través de Su Madre Celeste, cuida hasta esos detalles.
Recuerden a todos aquellos hermanos suyos que nada tienen, que nada reciben y que se encuentran en peores condiciones de vida espiritual y material.
Yo llamé a cada uno de ustedes para que Me dieran algo de su interior, y muchos aún no Me lo dieron.
No busco su desarrollo material ni intelectual. Lo que siempre busco es que sus corazones ofrecidos plenamente por la humanidad estén conmigo también en este momento en el que tal vez sus células desean o aspiran a otras cosas.
Yo les prometí Mi Reino por medio de sacrificios soportables para ustedes. Ahora es el tiempo de ofrecerse completamente en las manos de su Redentor para que milagros e intervenciones más grandes se puedan dar.
Les prometí decirles la verdad, reconozco los demás esfuerzos, pero hoy necesito que individualmente se coloquen ante Mí y Me pregunten ¿Señor que más debo hacer?
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor Cristo Jesús
Escucha Mis palabras, ¡oh Dios! Ruego por los seres de este mundo para que despierten a Tu Amor, para que encuentren Tu Paz.
Ruego para que los corazones indiferentes se abran a la verdad sobre sí mismos y tengan así la Gracia de buscar el camino del perdón y de la redención.
Ruego para que los que están despiertos, despierten aún más, para que cada día se aproximen más a la Voluntad Divina y al retorno hacia Origen celestial.
Ruego por los Reinos de la Naturaleza, para que sean aliviados de su dolor y para que encuentren la paz y el camino de su evolución, bajo el amor y la hermandad con los seres humanos.
Ruego por la consciencia de la Tierra, para que ya no sufra y encuentre la esperanza de estar en Dios, en Sus Leyes, bajo Su Voluntad, cumpliendo con Su Plan.
Ruego, ¡oh Padre!, por la vida que Tú creaste para que retorne a Tu Corazón.
Hoy miro hacia el mundo y solamente uno Mi Corazón al Tuyo, ¡oh Dios!, para crear así un camino de unión entre la consciencia de los hombres y Tu Sagrado e Infinito Corazón.
Escucha, ¡oh Dios!, esta súplica por la paz y concede la paz al mundo.
Que así sea.
San José Castísimo
Queridos hijos:
Los tiempos que llegarán necesitan profundamente de la adhesión de todos para saber atravesar las etapas culminantes que colocarán a la humanidad en un nuevo camino.
Con todo esto, hijos Míos, necesito que ustedes puedan percibir la realidad de este ciclo que, lleno de desafíos y de pruebas, deberá ser colmado de la luz de sus oraciones para que en el mundo se establezca la paz.
Hijos Míos, este momento planetario necesitará cada vez más de consciencia, de rectitud y de oración para estar dentro de una protección espiritual necesaria para saber y aprender a discernir ante todos los acontecimientos que en poco tiempo se aproximarán.
Por esa razón, los Sagrados Corazones peregrinan por las diferentes naciones del mundo a fin de preparar y de alertar a todos los hijos del Padre Celestial, para retirar a las almas de la ilusión de estos tiempos, para despertar la consciencia y la fraternidad humana que contribuirá para que sientan la necesidad interior de ayudar y de cooperar con el semejante.
Queridos hijos, por ese motivo los Mensajeros Divinos también traen las gracias existentes en la Fuente Creadora de Dios para que las almas recuperen su filiación con el Padre Eterno y, sobre todo, recuerden su origen divino y espiritual, que está siendo ahogado por las influencias modernas de estos tiempos, por una distracción global.
Es así, queridos hijos, que Yo los llevo a Dios a través de Mi Corazón y los invito a reparar el Corazón del Divino Padre para que, así, Él les derrame Su Misericordia.
Hijos Míos, los llamo a tener más consciencia para que sepan tomar decisiones correctas y no precipitadas. Los llamo a encontrar la verdad a través de su amor y de su devoción a Dios y a todo Su Reino Celestial.
Yo los impulso al cambio.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que se abran los Cielos delante de los que oran con el corazón para que encuentren la paz y para que, por su intercesión, el planeta también conozca un poco más de paz.
Que se abran los Cielos delante de los que oran con el corazón para que reconozcan la Presencia Divina y para que el Espejo del Corazón de Dios se refleje en Sus criaturas y despierte en ellas su potencial de amar, de crear y de transformar a este planeta y a mucho más allá de él.
Busquen, hijos, despertar los Dones de Dios en sus corazones más que desarrollar destrezas. Dejen que, a través de la oración, emerja de sus corazones este potencial único de semejanza con Dios que solo los seres humanos traen consigo.
No están en la Tierra para desarrollar la inteligencia, sino para expresar el Amor-Sabiduría que cura, redime y restaura todo el pasado y todo error; que los torna nuevos y, más que eso, renueva a toda la Creación Divina.
Repetidamente les digo que busquen la verdad sobre sí mismos porque aún no la encontraron. El tiempo de las ilusiones se está acabando y cuanto más se aproxima a su fin, más la humanidad parece apegarse a él y alejarse de la esencia de la vida espiritual.
No dejen que eso suceda en sus corazones.
Oren y busquen la unión con Dios. Dejen que Su Paz, Su Silencio y Su Amor se instalen en sus consciencias, revelándoles hasta lo más profundo de sus seres porqué están aquí, de dónde vinieron, qué deben hacer y hacia dónde regresarán después de esta vida.
Busquen el sentido de su existencia a través de la oración y, aunque no tengan respuestas concretas, dejen que sus corazones se unan al Corazón de Dios y que, con un sentir verdadero, el Señor les muestre el camino y cuáles son los próximos pasos que deben dar.
Recuerden que los ciclos pasan aceleradamente frente a ustedes y que sus corazones deben acompañar el movimiento de las estrellas a través de la profundización en el propio interior. Esto comienza, hijos, amando a la Voluntad Divina y dejando que ella se instale en su consciencia y en su corazón.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
No vengo a buscar en ti los deseos o expectativas, las miserias o los errores. Yo vengo a buscar tu corazón para que él, bajo cualquier circunstancia o situación, esté Conmigo sin importar los resultados y las consecuencias.
Sé que eres un ser en la superficie de una Tierra herida y lastimada por toda la humanidad. Por eso, te comprendo y te acepto como eres y espero que Mi aceptación te sirva de consuelo y de ánimo para que sigas transformándote, para que el mundo también se transforme y alcance la redención.
En tu corazón noble está la verdad de lo que siempre fuiste y de lo que serás, porque la verdad de tu ser es espiritual y no humana. Por eso, sigue trabajándote diariamente por Mí, para que Yo te pueda hacer partícipe de Mis designios y de Mis tesoros.
Si tropiezas una y otra vez con la misma piedra, agradece porque estarás recibiendo la oportunidad de ser más humilde y de reconocer tus miserias por los que no las reconocen ni las quieren ver.
Alégrate, todo pasará, y si Me obedeces como hasta ahora, serás lo que Yo tanto deseo.
Te amo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A pesar del adormecimiento y de la indiferencia de los hombres, si un alma despierta oferta su corazón al Padre, Dios enviará al mundo Su más profundo Amor y Su Misericordia.
Que los corazones se consoliden en la propia entrega, en el vacío de sí y en la renuncia para que, con sus ofertas, el Señor transforme y redima a este mundo.
Oren y nunca pierdan la esperanza. Que la entrega de sus vidas sea, cada día, más sincera y verdadera.
Dejen que la verdad, que emana de sus corazones, sea suficiente para que, cada día más, sean instrumentos de Dios y de Su Gracia.
Que las pruebas y los desafíos de todos los días forjen en ustedes un nuevo hombre, porque ante las dificultades, ustedes deben renovarse en el amor y en el vacío, y renovarse en sus ofertas sin importar la retribución que tengan de este mundo.
Vivan, cada día, por un propósito espiritual. Que su alegría y su plenitud estén en servir y en amar cada vez más y mejor. Así podrán ser instrumentos para que el Creador instituya un nuevo patrón de vida, en el que lo más importante es vivir bajo Su Gracia y hacer triunfar Su Amor.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más