- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
El alma se asemeja a una llama ardiente, la que ante cualquier soplo de viento debe esforzarse por permanecer todo el tiempo encendida.
Aquella alma que en humildad se sirva de Mi Fuego, no se apagará y resistirá a cualquier corriente contraria.
Solo les pido que estén unidos a Mí para que disciernan paso a paso, evitando las reacciones excesivas de sus temperamentos.
La oración misericordiosa siempre les aportará luz en todas las cuestiones; quien espera una respuesta de la Sabiduría de Dios solo deberá orar con el corazón y la respuesta le llegará por algún camino.
No teman equivocarse, teman verdaderamente estar engañados sobre ustedes mismos y perder la Verdad del Supremo.
Mi Corazón es un mediador entre el Cielo y la Tierra, Mi Corazón les comunica la Voz Mayor.
Estén en Mí y estarán bien; ahora asuman la escuela que cada uno deberá cursar en el fin de este tiempo, la escuela de la redención para alcanzar el perdón.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hermanos en Dios:
Que Mi Luz hoy pueda abundar entre los espacios más profundos de sus corazones para que de esa forma se establezca el Reino de Mi Paz en toda la humanidad.
Oren por los que duermen y que, sin percibirlo, descansan en la vida común de este mundo actual.
Ofrezcan a Dios sus ayunos, oraciones, sacrificios por la humanidad y sus sufrimientos, porque si todo esto fuera donado con fe, muchas situaciones espirituales se podrían revertir prontamente.
Ahora solo les pido que busquen estar más tiempo en Mi Corazón Misericordioso, porque aún sus almas no han nadado en Mi Océano de Gracias, sino que sus temperamentos los han llevado a practicar otras cosas.
Que su verdadero ejercicio sea la oración misericordiosa del corazón; cada vez que clamen por Mi Presencia en el silencio, Yo estaré entre ustedes acompañando los grandes procesos de sus seres internos.
Mi Fuego Misericordioso y Liberador quiere aproximarse un poco más a sus seres. Pero aún falta el permiso total para que algunos velos caigan de sus rostros; si ustedes dieran el permiso verían la luz de la verdad que se acerca desde el Cielo con la esperanza de convertirlos en buenos discípulos de Mi oración.
Construiré en ustedes Mi Templo de reposo cuando de verdad se animen a vaciarse de sí mismos para descubrir los prodigios del nuevo ser.
Sean simples en todo, hasta el punto de amar con reverencia cada detalle que se presenta en sus vidas.
Estoy aquí para escucharlos siempre.
Bajo la Gracia y el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Cuando Mi mirada se posa sobre la Tierra, ella viene repleta del Espíritu de Dios, para que la Fuente Divina de la Creación irradie Sus Dones y Su Luz hacia la Tierra.
El Espíritu Santo es la Conciencia viva de Dios que reina entre las criaturas, una parte Suya que existe para iluminar la materia y divinizarla.
El Espíritu de Dios desciende sobre los hombres en forma de aspiración, instrucción, Luz vivificadora que todo restaura. Se puede percibir la presencia de este Espíritu Santo en la iluminación del conocimiento, cuando se tiene claridad y comprensión de la Verdad; en la iluminación del espíritu, a través del espíritu de amor y humildad; en la iluminación de la materia, a través del renacimiento constante en Dios Padre.
El Espíritu Santo, hijos Míos, es la Fuente de eterna creación que permea los universos. El poder creador de los hombres proviene del Espíritu Santo, y para saber lidiar con ese don de crear, que los hace semejantes a Dios, es necesario invocar permanentemente a Su Espíritu.
En la vida de María, de Jesús y de José, perpetuamente reinaba el Poder del Espíritu Santo porque, aunque en verdad no lo conociéramos, lo invocábamos permanentemente hasta que, en el silencio y en la soledad, este Santo Espíritu se mostró a cada uno de Nosotros en secreto. Nuestros ojos se iluminaron por la presencia del Espíritu Santo y Nuestra mirada se tornó misericordiosa para siempre. Nuestras manos fueron bendecidas por el Espíritu Santo, y así como Jesús curaba, María consolaba y José traía gracias de caridad a todos los que tenían contacto con la materia de Su carpintería.
Cada ser que recibía de José, siempre de gracia, algún bien hecho por Él, recibía del Espíritu Santo una Gracia especial. En las mesas, que Él hacía, se manifestaban los alimentos que las familias necesitaban; las herramientas para cultivar hacían nacer del suelo plantas saludables y abundantes para que todos se pudieran alimentar, y así cada instrumento que Él creaba en Su carpintería llevaba Gracias misteriosas a los que los recibían.
Los niños que eran instruidos por José, eran instruidos sobre todo en el amor y en el poder de creación a través de este Amor. José, pleno del Espíritu Santo, enseñaba a los niños a obrar con caridad y a crear como los ángeles, a vivir en silencio, en castidad y en oración y, muchos de los que Él educó en Su carpintería, se tornaron discípulos amados de Jesús.
El Espíritu Santo obraba de diferentes formas en aquella simple familia, siempre en secreto, siempre en silencio. El silencio es la primera llave para los que buscan al Espíritu de Dios; la soledad con Dios es otro paso que debe ser dado por el alma de aquel que aspira a unirse a Su Santo Espírito, porque los misterios más preciosos de esta vida sobre la Tierra son revelados en el silencio del propio corazón.
El Espíritu Santo se da a conocer a aquellos que aguardan Su presencia con simplicidad, que mantienen el alma unida a Dios y que, en la Tierra, obran con caridad, humildad y silencio.
Para alcanzar la Gracia de la eterna presencia de este Espíritu se debe aspirar eternamente a estar con Él y a vivir en Dios; y cuando la mente aspira, las emociones aspiran y el alma también aspira. De esa forma, ejercítense en la caridad y en el silencio, ejercítense en la oración y en la paz, en la comprensión y admiración del prójimo; así alcanzarán un espíritu humilde, y el Espíritu de Dios, al fin, podrá aproximarse a sus corazones.
Yo los bendigo siempre.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Yo Soy la cura definitiva y la liberación de sus vidas, porque es solo a través de Mí que alcanzarán Misericordia y se santificarán.
Por eso hoy les digo una vez más, que no teman si ahora los velos caen de sus rostros, antes de lo que ustedes hubieran creído.
No solo les derramo Mis Infinitas Gracias, sino que también les muestro la verdad por medio de las pruebas y de los desafíos constantes de trascendencia para sus corazones y consciencias.
Cuando lleguen a descubrir aquello que ven de ustedes mismos y los atormenta, no se detengan a pensar cómo se librarán. Procedan de forma inteligente y decreten, a través de Mi Corazón Misericordioso, que pertenecen a Mi Luz Eterna y a la unidad perfecta con Mi Padre. De esa manera, aquello que deberá ser quemado por Mi Fuego Divino no los perturbará más, porque cada vez que se presente para desafiarlos encontrarán que han cultivado un corazón pacífico y abierto a la gran transformación.
Cuando Yo les digo todas estas cosas, es porque estoy hablando directamente con aquella parte de su ser que ya está vieja y a la que le ha llegado el momento de morir para que pueda nacer su bienaventurado espíritu. Por eso sean pacientes, porque aún en esta vida terrenal hay mucho que superar y que aprender. Esto les permitirá tener siempre un corazón alegre, capaz de elevarse hasta Dios y de no sentir culpa.
Los invito a conocer la ciencia de la Divina Misericordia; así despertarán a lo verdadero.
Se debe tener valentía para estar Conmigo; por eso muy pocos son los que se arriesgan a decirme sí por amor a la transformación.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Aquel que Me dona y Me entrega todas sus fuerzas dispuesto a darse cada día más para servir a Mi Señor, ese será llamado Discípulo y Bienaventurado, porque en él podré construir una morada interior firme.
Después Yo le enseñaré poco a poco a amar la entrega y, cuando esa entrega madure en su consciencia, le daré de beber del sacrificio y le daré de beber de Mi Cáliz, el mismo que Yo bebí en honra a Dios y a todos Mis compañeros en el pasado.
Así podré formar a los nuevos apóstoles del Nuevo Tiempo, los que darán ejemplo de Mi Palabra de Vida mediante el amor y la caridad; no sean falsos ni mentirosos, imiten Mi Camino crístico desde la devoción a Mi Corazón Sagrado. En ellos depositaré el poder de Mi Gloria para que preparen Mi Camino silencioso de retorno al mundo.
Ahora necesito que todos los que proclaman Mi Nombre se perdonen por los errores del ayer y que no se juzguen más; el Nuevo Reino de Mi Padre descenderá a través de Mí como uno solo, como una unidad entre las almas y Dios.
Por eso cuídense de los lobos que intentarán esquilar la lana de Mis ovejas, cuídense de todos aquellos que usarán Mi precioso Nombre en vano. Que nadie se enfrente a nadie, que emane el espíritu de pacificación; Yo confirmaré verdaderamente silos talentos que he dejado a Mis discípulos han brotado en el corazón de los que trabajan Conmigo.
La nueva Iglesia celestial está descendiendo para renovar a los que han dejado de creer en Mi Presencia por la mezquina acción de los hombres. La Iglesia que Yo fundé es la Iglesia del corazón, del templo interior, de la Verdad Absoluta que Dios irradia a través de Su Hijo Primogénito.
Muchos han perdido la conexión Conmigo, por eso Me sirvo en estos tiempos de simples servidores, no de los que se vanaglorian, sino de los redimidos por Mi Amor.
Que cada uno cumpla con su parte y que permita que se vea cómo Mi Consciencia está presente en todos los hijos de Mi Padre, porque Yo Soy Hermano de todos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Quien se anima a ingresar en el mar de Mi Misericordia a las tres de la tarde, su cuerpo interno es lavado de toda mancha y, por los méritos alcanzados por Mi Sagrado Corazón, el alma se libera de todo dolor.
Aguardo que por la existencia de Mi Océano de Misericordia todos los corazones acepten vivir la vida, porque como Amor de Dios manifestado espero recibirlos dentro de Mi Caudal de Gracias.
Para todos aquellos que a las tres de la tarde veneran por amor Mi Sagrado Corazón Eucarístico, la Luz del Reino Mayor desciende para disolver y perdonar todas las faltas irreparables, y así Mi Corazón actúa como ofrenda ante Dios por toda la humanidad.
Por eso les digo, que si aún no han cruzado el abismo terrenal no se preocupen, porque Mi Espíritu Paternal les dará la fuerza interna para hacerlo y así trascender la materia por la devoción y por el amor.
Quien Me espera a las tres de la tarde con consciencia y devoción, día a día desatará los nudos del materialismo y de la ambición espiritual, porque durante esa misericordiosa hora, Mi Consciencia abre las puertas para derramar la Fuente de la Redención y de la Liberación en todos los espacios de la Tierra.
No teman encontrarse con ustedes mismos, porque aun en este camino que los llevará hasta Mí encontrarán la noche oscura, noche que será iluminada por el sol de Mi Corazón.
Queridos, si ustedes dan los pasos hacia Mí, como consecuencia la humanidad dará los pasos tan urgentes en el fin de estos tiempos. Estarán Conmigo cuando tan solo Me digan sí y reconozcan que aquello que sienten ser, no son, porque lo verdadero en ustedes es la Presencia Omnipresente de Dios en sus pequeños espíritus.
Bajo la Gracia de Dios sean bienaventurados.
Hoy les doy Mi Perdón Universal.
Gracias por guardar Mis Palabras en lo interno del corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
Sientan Mis Palabras de aliento y misericordia en sus corazones.
Aquellos que por Mi causa sean perseguidos recibirán la fuerza de Mi Espíritu de Amor para que, con valentía, sigan sin miedo Mis Pasos directo hacia el Paraíso.
Solo perdonen y, en Mi Misericordia, oren por los que por razones humanas no entenderán en la noche de la Víspera la Venida del Redentor. Abran camino para las ovejas confundidas, las que deberán volver a reposar en Mis Pies para recibir Mi Absolución y Mi Perdón.
Sean transparentes en la palabra, verdaderos en el sentir y claros en los pensamientos; que sus intenciones sean Mis Aspiraciones, que sus deseos sean Mi Voluntad en sus corazones, que Mi Camino hacia el Reino sea su único y perpetuo camino.
Nada perderán aquellos que serán juzgados por Mi causa, porque la fortaleza de sus espíritus ennoblecerá la palabra que dará testimonio de que Soy Yo quien vuelve, en honra de los corazones caídos.
Durante la Hora de la Misericordia, les pido que despojen sus corazones de todo juicio que los esté condenando –como el pedrero que descarga el peso de sus espaldas– porque está próxima la Justicia de Aquel que está por encima de Mi Consciencia en los Cielos. Este es Dios, que en el Amor enviará a Su Primogénito Hijo para separar la paja vieja y amarga del trigo bueno y maduro.
Que solo brote de sus esencias la vida pura de la humildad y de la compasión, porque si aprenden a imitar Mi Compasión nada los perturbará. Déjense guiar solamente por la luz que indica Mi Camino a la redención. Con corazones puros se construye la nueva morada, la morada de reposo para el Señor Rey Redentor.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados y pacificadores.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Amigos Míos:
Llevar la propia cruz y seguirme será un desafío espiritual para muchos, pero quien lo alcance en nombre de esta humanidad se santificará.
Compañeros, Mi Espíritu Redentor retorna para liberar a Mis hijos de la tentación, del deseo y de las persecuciones que el enemigo proyecta sobre muchas consciencias. En estos tiempos de extrema purificación, todo está guardado bajo las llaves del control y de la ambición humana, y eso quedará liberado y visible a los ojos de los que nunca quisieron ver la miseria del mundo.
Una vez Mi Ser cargó y llevó la cruz del mundo y hoy Yo retorno para descargar el peso de la cruz en Mis hijos, para que así las almas encuentren el Camino del Padre que deben recorrer en estos tiempos.
Mis compañeros, los estoy llamando a asumir la cruz interna que el Padre les entrega para transformar sus consciencias. Les dejo hoy la lección para un espíritu perseverante, paciente y compasivo, que deberá encontrar el consuelo en el camino de las pruebas y de los aprendizajes de la vida interior.
Hoy los reúno en torno a Mi Espíritu para decirles que, en el amor, observo sus pasos y retrasos; es hora de dar el salto para vivir la trascendencia de la materia y así alcanzar la Luz Sublime que necesitan para el constante caminar hacia Dios.
Ante todo, estas Palabras Mías los transformarán porque en Mi Mensaje hallarán las llaves y los rayos que los unirán con el vasto Universo del Creador. Por eso vigilen con atención si están cumpliendo Mis Palabras, para que así con el ejemplo crístico ustedes puedan decir lo que viven de verdad.
Mi Corazón los llama a renovar sus votos Conmigo todos los días y a aprender en la paz del corazón. Mi Corazón quiere tomarlos como verdaderos discípulos que con errores o con aciertos deberán proseguir por el camino de la redención de la consciencia.
Mis queridos, por eso silenciosamente estoy retornando para despertar en ustedes el amor, la reverencia y la gratitud por lo que han recibido de Dios y de Mi propia Consciencia Redentora. Para poder entrar en esos tres estados de devoción, les pido la humildad suficiente para reconocer el interés que sus corazones Me prestan cuando por ejemplo, llega la hora preciosa de reunirse y orar Conmigo.
Mi Corazón Paternal contempla todas las realidades, pero sepan que día a día Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida. Soy la Fuente que los eleva y los saca del pecado para que en unidad y reconciliación caminen hacia Mí. Estoy aquí caminando y acercándome para revelarles el sendero hacia la verdadera consagración del corazón y del espíritu.
Mediten en grupo sobre Mis Palabras, reunidos en Mi Nombre y como almas para entender el camino y la instrucción que Mi Corazón les quiere mostrar día a día. Ahora aguardo la preparación de ustedes para que Me reciban en sus pequeñas moradas.
Bajo la Misericordia de Dios, sean misericordiosos y bienaventurados.
Gracias por tener consciencia de Mis Palabras de Amor y por guardarlas en el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
Hoy quiero ver en todos Mis hijos la alegría infinita de servir a Dios con el corazón y de aspirar a vivir en el Reino Celestial de la Eternidad.
Por este motivo, queridos hijos, hoy los invito a obrar en el nombre de la paz y de la esperanza misericordiosa que Mi Hijo quiere despertar en vuestros corazones. Mediante la sincera oración del corazón, vuestras moradas se prepararán para recibir el advenimiento del Espíritu Santo sobre la Tierra.
Por eso, hijos Míos, la oración diaria es importante en estos tiempos, ya que la humanidad debe reconciliarse con Dios a través del profundo diálogo orante que nace del corazón.
Queridos hijos, hoy también les pido que recuerden cada uno de los pasajes de Jesús por esta Tierra y cada una de las simples enseñanzas que Él les dejó para que todos puedan vivir la conversión del corazón.
Abriendo Mis brazos misericordiosos, irradio a todos con Mis Gracias para que Mis pequeños niños puedan caminar en la honestidad y en la verdad del corazón.
Queridos hijos, por eso, sean verdaderos y no pierdan tiempo para que así puedan transformar vuestros corazones, porque Cristo Jesús estará aproximándose a vuestras vidas para mostrarles la Voluntad del Señor.
Hijos Míos, hoy los llamo a abrir las puertas de vuestros corazones y a permanecer en la Luz Infinita del Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Un urgente llamado maternal
Queridos hijos:
Con el rosario entre Mis manos, oro para que Mis hijos despierten a tiempo.
Oro por todas las almas que se alejan de Dios.
Oro para que el mundo alcance la Gracia de la Paz.
Oro por todos aquellos que no oran.
Oro para que la fe pueda despertar a tiempo en vuestros corazones.
Oro para disolver las dificultades que muchos hijos están viviendo.
Oro por este tiempo de prueba y confirmación.
Oro para que todos Mis hijos se perdonen y se rediman a través de Mi Hijo.
Queridos hijos, perpetuamente oro por este tiempo definitorio en que las almas se postulan para estar en el rebaño de Mi Hijo o se postulan para estar fuera del rebaño de Mi Hijo.
Por eso, como Madre Intercesora, oro para que nadie se pierda, ni siquiera la más pequeña de las esencias.
Oro para que todos alcancen el perdón.
Oro en este tiempo de Misericordia porque está brotando la Justicia Divina.
Oro para que Mi Amado Hijo Jesús esté entre ustedes.
Oro, suplicándole, para que Él los guíe nuevamente.
Oro por todo lo que observo en este mundo.
Oro por el nuevo ciclo que llegará.
Oro para que la reconciliación se pueda vivir en cada criatura como una emanación del espíritu de la paz. Oro para que la confianza en el Único pueda fortalecerse en los que se han entregado al Plan Divino.
Oro con esperanza por toda la humanidad.
Oro para que todos Mis niños tomen consciencia de que ya no son tiempos normales, que es necesario rezar con el corazón todos los días y no olvidar fácilmente el alimento que provee el poder de la oración.
Oro por todos ustedes para que el Espíritu Santo descienda sobre cada uno de Mis hijos.
Oro por los que no escuchan Mi llamado y por los que desmerecen las palabras de Mi Inmaculado Corazón.
Oro para que se manifieste la verdad en vuestras vidas.
Como Reina de la Paz, oro por su salvación.
Por eso hoy, queridos hijos, oremos por todas las intenciones, porque es necesario que sus corazones estén en constante servicio. Oremos por la Presencia de la Paz de Dios porque ella será la que sostendrá al mundo.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi urgente llamado por la paz.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Cuando las almas se abren para responder a Mi llamado de paz, la Voluntad de Dios se manifiesta en todo lo que es creación y vida. Los corazones reciben la Ley del Amor y de la Gracia porque sus vidas son tocadas por el Amor Misericordioso de Dios a través de Mi Hijo.
Cristo les enseña a caminar en la verdad, en la pureza y en la transparencia porque vuestras vidas, en este tiempo, deben ser cristalinas como el agua, puras como el alma y alegres como el corazón.
Hijos Míos, por la respuesta de todos ustedes a Mi Llamado Maternal, hoy les agradezco por la perseverancia y por la fe de todos. Mientras continúan imitando el camino de Mi Hijo amado podrán auxiliar a la humanidad, no solo a través de la oración del corazón, sino también a través del servicio humilde de cada uno de sus corazones ofrecido a todos Mis hijos que están expandidos sobre la faz de la Tierra.
Por eso, queridos hijos, permitan que desde ustedes brille Mi esperanza por la conversión de todos; de esta manera Mi Paz y Mi Corazón Maternal estarán por más tiempo auxiliando a todos y los conflictos desaparecerán ante la presencia de Mi Inmaculado Amor.
Hoy les entrego la Luz de la Fuente de las Gracias de Dios Padre para que todos, como uno, puedan caminar hacia la redención de la vida y del corazón.
Sepan, hijos Míos, y recuerden que cuentan con la amorosa ayuda de los ángeles de la guarda. Ellos son el suspiro del Amor de Dios sobre la Tierra y ellos esperan ser acogidos y recibidos en cada una de sus pequeñas vidas.
Los llevo siempre hacia Mi Hijo, el Cristo Resucitado, para que en comunión y en oración con Él encuentren el nuevo camino hacia Dios.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
¡Luz para toda la Tierra!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Primeramente deben vivir el perdón en sus corazones para que después la pureza despierte y los lleve hacia la verdad única. La humanidad debe perdonar para volver a nacer entre las Manos de Dios. Por eso, queridos hijos, Yo les anuncio la Gracia como camino para la Redención, la Rehabilitación y la Misericordia.
Cada alma está en vísperas de poder renunciar a sí misma y de elevarse hacia Mi Inmaculado Corazón para que Yo la pueda guiar hacia el Reino del Creador. La oración será la base que construirá los grandes pilares del templo para que así Dios entre y sea Él quien construya Su Morada de Amor.
El Señor Me envía como Mensajera de la Paz para que la humanidad despierte en este final de los tiempos al acto del perdón y de la reparación de todas las faltas cometidas contra Él.
Yo les anuncio la Gracia de la Misericordia para que Mis hijos la acepten y puedan renovar la vida bajo el impulso del Amor de Dios. Para perdonar se debe recorrer el camino del desprendimiento de sí. Este camino será a su vez construido por el don del perdón. Las dolencias internas desaparecerán porque ellas serán tocadas por el poder de la oración.
Queridos hijos, los conduzco hacia la verdad. La verdad del corazón los ayudará a través de la oración para que cada alma vea lo que aún debe elevar y entregar al Padre Dios. Mis hijos no deben entristecerse por las consecuencias de las faltas; más bien deben, a partir de ahora, alegrar el corazón porque la divina esperanza los llevará al perdón por todo lo cometido.
Para que nada se repita en la vida es necesario oración y valentía para trascender lo que aún no se ha podido superar. Recuerden las bases de la fe para que ella sea el lucero que los conduzca hacia un estado constante de oración.
Queridos hijos, les doy Mi Paz y les entrego Mi perdón universal para la reparación de todas las almas y del mundo. Oremos con confianza por una redención mayor para toda la humanidad. Aguarden la Gracia para que después llegue el perdón en el corazón.
Redención para todas las almas a través de la oración del corazón.
Gracias a todos los orantes por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
El alivio de todo sufrimiento se alcanza con la oración cuando cada uno de ustedes confía en la Luz que les llegará a través de ella. Así, pequeños niños, podrán reconocer la Voluntad de Dios, una Voluntad que irradia la verdad y la compasión a cada uno de sus corazones.
Queridos hijos, en este tiempo, abracen el poder del amor que tiene la oración cuando se hace con el corazón. Estarán así colaborando en simplicidad en el alivio del dolor de muchas almas que el Señor Me ha pedido ayudar. Todas ellas son almas hermanas que ustedes podrán amar y sentir en la oración. De esta forma estaremos amando a quien desconocemos y a quien tenemos lejos; en todas estas almas comenzará así a gestarse la verdadera fraternidad.
Queridos hijos, prosigamos afirmando la importancia de la oración que eleva en estado y en sentimiento a los corazones. Ya estamos en el tiempo de manifestar el espíritu de la fraternidad. El Señor Misericordioso ha pedido que muchos corazones, todos los posibles, comiencen a vivir con humildad en este espíritu de fraternidad. Si en el mundo fueran más amorosos y fraternos los unos con los otros, los Planes de Dios ya podrían ser diferentes.
Por eso, queridos Míos, Yo llego a sus corazones para entregarles Mi Paz para que todos puedan caminar hacia el espíritu de la fraternidad. El mundo está doliente, pero lo podremos curar cuando cada uno de ustedes, orando, de todo de sí. El Señor contempla la honestidad de sus almas y el amor que irradian al orar.
Vivan en paz para poder vivir en el Amor de Mi Bendito Hijo Jesús.
En el Amor de Dios,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
¡Que la Paz sea en los corazones!
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más