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Queridos hijos Míos:
Por la Gracia que Dios Me concedió y en nombre del Amor de Mi Hijo, con alegría hoy vengo a esta casa para bendecirla a través del Espíritu Santo de Dios.
Después de la importante misión a África, uno de Mis siete dolores fue aliviado, porque como Madre encuentro corazones como los vuestros dispuestos a servirme en la caridad y el bien.
Así, Yo encuentro ejércitos verdaderamente formados por el Corazón de Cristo. Quisiera ver más ejércitos de luz como el vuestro, atentos al pedido del Cielo y abiertos a responder ante cualquier necesidad mayor.
Fue así que uno de Mis siete profundos dolores fue aliviado espiritualmente por la acción inmediata de vuestra donación al Plan de Mi Hijo. Desde Kibeho, Yo acogí a cada uno de los misioneros y los llevé hasta el Universo de Mi Corazón para que sintieran la fe de Mi Espíritu Inmaculado.
Fue a través de la sagrada misión a África que nuevas puertas se abrieron a la redención espiritual para la conversión de las almas del mundo. Fue a través de esta misión que se abrieron los caminos internos para comenzar con nuevas misiones, las que los llevarán hacia otras naciones distantes del África.
Por eso, hijos Míos, que vuestro fuego interior nunca se apague, a pesar de las adversidades que muchos enfrentarán en los próximos tiempos. Que Mi ardiente fuego sea vuestro fuego de oración, de devoción y de fe, así siempre vencerán, nada perderán y recibirán todo lo que siempre necesiten, porque en la obediencia al Corazón de Cristo, ustedes estarán respondiendo a la Voluntad de Dios.
En este día bendito, en el cual vuestra Madre se encuentra con Sus hijos en la casa de la donación abnegada e inmediata, deseo consagrar la casa misionera femenina con la imposición de Mis manos sobre ustedes, dándole el nombre de Casa de María, Rosa de la Paz para que, junto a San José, siempre vuestros pasos sean guiados en el amor y la unidad.
Hoy vine para agradecerles y para bendecirlos. Me agradó profundamente que ustedes hayan preparado la casa para recibirme.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón Universal de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con amor materno les digo que no teman, y arriésguense a entregarse pronto al Sagrado Corazón de Mi Hijo; Él siempre espera recibirlos en la Gloria de Su Divina Misericordia.
Hasta que eso suceda, decídanse a seguir Sus pasos y dejen que Su Corazón Insondable los conquiste y los purifique para que en el gran día esperado formen parte de Su Reino Glorioso.
Hijos, de esa forma transmitan la vivencia de Mi Hijo a los corazones que aún no lo han encontrado. Testimonien el tiempo de vuestra redención y enseñen a vuestros hermanos cómo la oración los ha ido transformando poco a poco en la presencia del esperado Proyecto del Creador.
No bajen los brazos ni se desesperen; Yo Soy vuestra Madre de la Misericordia y todos los días los reúno en este horario universal para que vivan y sientan el cenáculo de Mi Corazón Inmaculado, el Templo de Dios, que los fortalecerá durante las pruebas y los desafíos de la vida.
Y así, hijos, como lo hicieron Mis misioneros de la paz, vayan al descubrimiento del África interior en vuestros semejantes, en vuestros pueblos y naciones. La necesidad, la falta de amor y de servicio se expanden por lo cuatro puntos de la Tierra.
En Uganda Yo les haré conocer la gran sed de amor y de cura espiritual que las almas no han tenido la Gracia de recibir en esta vida. Por eso, como vuestra Madre Celeste y Guía Misionera de la Paz, los introduzco en los caminos de la necesidad, del servicio y del amor, pues necesito, hijos Míos, que en Uganda ustedes hagan valorar y conocer la Misericordia de Mi Hijo.
Si las almas escucharan sobre la Misericordia de Mi Hijo, ya muchas se habrían salvado; no los estoy llamando a evangelizar, sino a transmitir la Misericordia de Mi Hijo a través de vuestros servicios y trabajos donados al Dios del Amor.
Mientras Mis misioneros caminan por las calles de Kampala están viendo los rostros sin esperanza, almas hermanas y solitarias que esperan una sonrisa y un aliento de esperanza.
Misioneros Míos, también verán a Mis niños más pequeños, necesitados de la verdadera paternidad espiritual, la que los haga libres y así puedan recuperar la inocencia.
La pobreza de Uganda es el reflejo de un olvido continuo por parte de la humanidad entera; por eso nuevamente estoy llamando a los misioneros de la paz de todo el mundo para que respondan a Mi llamado. Mi amor los colma a todos.
Por esta causa de paz y de hermandad, Yo les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice bajo la Luz Suprema del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
¡Alabado sea Jesucristo, en sus seres y en todas las almas del mundo!
Hoy deseo llamarles la atención sobre un punto importante que les habla del espíritu de la pacificación y de la mansedumbre, virtudes que Mi adversario desconoce por completo y por las que ni una pequeña pizca del mal puede sembrarse en el alma que vive esas santas virtudes.
Por eso, hijos, su paz y su mansedumbre los hará más humildes y al mismo tiempo más libres de ustedes mismos, para que puedan servir bajo el fuego del servicio y de la plenitud.
La falta de paz y de mansedumbre en las almas del mundo, las hace distanciar muy lejos del espíritu de la premeditación que los lleva a la sagrada sabiduría.
Hoy, por amor a Dios y a sus hermanos, observen cómo se encuentra su trabajo perpetuo con la mansedumbre.
Imiten a Mi Hijo. Hace pocos días vivieron, de corazón, el espíritu profundo de Su Pasión. Así, hoy podrán comprender que sin paz y sin mansedumbre no existe la humildad necesaria y urgente para estos tiempos.
Como su Madre Celeste, vengo para ayudarlos a crecer en el Amor de Dios y, a partir de ese Amor Divino, que puedan dar los pasos en el vacío de sí y en el despojamiento de los viejos patrones de una humanidad precaria y desorientada.
Hijos Míos, no será necesario que se martiricen a sí mismos con sus pensamientos e incertidumbres, por no ser humildes y agradecidos. Acepten la mano que se extiende hasta ustedes desde el Reino de los Cielos y así, vivan los nuevos atributos que reformarán a la Tierra entera.
Aunque muchos de Mis hijos no perciben que están tan separados de la esencia del amor humilde y de la mansedumbre, Mi adversario les hace creer que ya los viven y, en verdad, es toda una ilusión.
Por eso, recen y pídanle a Dios que destierre de sus corazones toda arrogancia y orgullo, serpientes rastreras que los llevarán por los abismos del mundo, lejos del paraíso de Nuestro Señor.
El primer paso será dado verdaderamente cuando reconozcan su falta de paz y de mansedumbre. Con la ayuda del Ángel de la Guarda, podrán renovar sus caminos y serán llamados para ingresar, decididos, en Mi escuela de los nuevos discípulos de Cristo.
De esa forma, recuerden, hijos amados, que el momento de su purificación ayudará en la recuperación de la inocencia que la humanidad negadora perdió por haberse separado de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por responder a mi llamado!
Los ayuda a encontrar la esencia del verdadero Amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Recuerda, hijo Mío, recuerda alma Mía que en esta vida tú Me perteneces y que todos los días, hasta el fin de los tiempos, Yo vendré para arrebatar tu pequeñísimo corazón.
Así tú, pequeña criatura de Dios, Me permitirás realizar los prodigios y las voluntades que Adonai Me ha planteado.
Por eso, pequeña alma Mía, abraza Mi misterio, abraza Mi gran misterio y sumérgete en el océano de Mi Misericordia para que los obedientes ángeles de Dios ayuden a tu espíritu a alcanzar el invisible y esperado propósito que tiene que cumplir tu bellísima vida.
Deja que tu alma provoque grandes estados de amor para Mi Corazón. Así por siempre, estarás glorificando al Padre Celestial a través de Su amado Hijo.
Hazte la promesa todos los días, todos los días que vendrán, que Me serás fiel y que ante la gran prueba que transformará tu vida terrena, Me seguirás hasta el fin de los tiempos.
Sé digno de vivir en Mi Sagrado Corazón, construye tus metas con base en las virtudes de la caridad, del servicio y del bien por la humanidad.
Para cada alma tengo algo preciado y desconocido. Así, Mi Sagrada Voluntad, que es la Voluntad del Creador de todo lo que existe, se manifestará de infinitas formas.
Las almas pueden ver las Faces de Mi Glorificado Corazón de diferentes formas y así, Yo elevo a todas las criaturas hacia los Tronos de Dios.
Hoy te abro una última puerta, pues Mi oferta amorosa se extiende a todos los corazones que, habiéndome reconocido por segunda vez, son llamados por el Hijo de Dios para reiniciar el camino que no fue terminado.
Mi Espíritu les hace amar la Ley, aunque muchos no la conozcan. Mi amor los hace recapacitar y Mi poderoso Corazón los impulsa a alcanzar nuevos escalones.
En este tiempo de tribulación, bendito sea el que Me llama porque le responderé, tal vez no como lo espera pues Mis Virtudes actúan de una forma desconocida para las almas de la Tierra.
Sean, en este tiempo, aquello que Mi Padre Santo espera. Proclamen el día de vuestra redención y de vuestra liberación para que, cuando Yo llegue en gloria desde el Universo Celestial, todos puedan conocer y escuchar a sus Ángeles de la Guarda, los que en servicio y amor absoluto los guiarán hasta el lugar espiritual y divino en donde Yo Me encontraré para cenar nuevamente con ustedes.
Después del tiempo de la purificación ya no existirán distancias entre ustedes y Yo. Me podrán sentir, ver y conocer como verdaderamente Yo Soy. Desde el principio Me podrán conocer, más allá de Mi Transfiguración conocerán Mi Faz Glorificada.
Pero ahora, ya están en el tiempo de seguir remando en Mi barca, de estar vigilantes y despiertos para que ningún viento contrario del noreste les pueda hacer sumergir la barca y las aguas se agiten demasiado.
Por eso, la constancia será la llave. Les dará el impulso de poder orar y vigilar para que, ante cualquier falso engaño, ustedes sepan reconocer la verdad en la ilusión.
Sigan adelante, algunos llegarán hasta la cima del propósito, pero otros deberán convertirse en puentes de luz para que los autoconvocados pasen y alcancen la meta que Yo dejé escrita en vuestros corazones.
Mientras el mundo busca otras cosas, Yo los invito a concentrar la mirada en Mi Sagrado Corazón, así evitarán que los tropiezos los desvíen del camino y que cualquier mentira les haga creer falsas verdades a vuestros corazones.
Procuren Mi Corazón que está pleno y abierto para todos, allí nadie perecerá.
Bajo la Paz del Señor, sean bienaventurados y dignos.
Gracias por glorificar Mi Corazón.
Cristo Jesús Glorificado, el del ayer, el del presente y el del futuro
Como Castos y Purísimos Corazones venimos del Cielo para que puedan reconocer, en sus vidas, los valores y las Gracias celestiales que, durante estos últimos tres años, hemos depositado en sus espíritus.
Hijos Míos, ustedes, habiendo reconocido la necesidad de caridad y principalmente la falta de amor en los corazones sufrientes que, en este tiempo, su motivo primordial sea aliviar las necesidades que tiene la humanidad y los Reinos de la Naturaleza.
Muchos de ustedes, a través del servicio, vencieron y traspasaron las barreras de la gran resistencia interior y, abriendo sus manos para donarse a otros, descubrieron la fuente de servicio y de amor que habita dentro de cada una de sus almas.
Si la humanidad entera pudiera socorrer a los grandes desequilibrios y a las miserias que existen en todo el planeta, y si la donación fuera espontánea e inmediata, la Misericordia de Dios ya hubiera transformado todo el mal en Luz. Así, muchos corazones dejarían de sufrir el resultado de sus errores.
Por eso, hijos Míos, habiendo ingresado en la esencia del servicio a la humanidad, que es uno de los principales atributos de la Sagrada Familia, el mundo ya podría tornarse salvo y digno de recibir una oportunidad más.
Su Sagrada Madre Celeste los aproxima a las virtudes que harán posible que la Nueva Humanidad surja.
Mientras la Mujer Vestida de Sol desvía del camino a la bestia para que todos los hijos de Dios alcancen la paz, les pido que continúen trabajando para el despertar del servicio y del amor puro por toda la humanidad.
Su Padre Celestial espera que la acción de servicio sea fraternizada con otras consciencias que también deberán despertar al servicio por sus semejantes.
El amor del corazón, unido al servicio espontáneo, promete grandes transformaciones y alivio de todas las deudas que son generadas, día a día, por la humanidad actual.
Queridos hijos, así como mi Santo esposo San José, padre y guardián de Jesús, los invitó a servir sin preferencia ni gustos propios, continúen caminando en dirección a la Fuente y al manantial que surge para lavar y cicatrizar las grandes heridas espirituales de esta ultrajada humanidad.
Mi Inmaculado Corazón los encontrará obrando a través del servicio y de la oración, y así como lo pidió Mi amado Hijo, vayan de dos en dos y proclamen su redención al mundo.
Los Sagrados Corazones estarán atentos a la voz de sus súplicas y a las de todos los servidores del Amor.
Les agradezco, en este día, por responder a Mi llamado y por haberlo concretado.
Los reúne, en el espíritu del servicio por la paz en el mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En tiempos de batalla espiritual ustedes no le teman a Mi adversario; él nunca podrá vencer a ninguno de los corazones que haya profesado su consagración a Mi Corazón Inmaculado. Él podrá hacerles temblar el templo, pero el templo nunca se derrumbará, pues la fuerza que les da Mi Corazón de Luz es invencible ante todo daño y todo mal.
Hijos, vivan el ciclo de vuestra purificación como el gran momento de vuestra rehabilitación espiritual ante el Padre Universal. Sepan, queridos hijos, que vuestra purificación tendrá su tiempo y su momento final, por eso, no pierdan las fuerzas internas que les proporciona la oración.
Yo les doy a beber de la Fuente de Cura que brota de Mi Corazón Castísimo para que, renovados por Mi Amor Maternal, reciban, en esta hora, la oportunidad de volver a comulgar con el Padre Celestial.
Queridos hijos, en los tiempos que llegarán, no despierte el pánico ni el falso miedo, pues la verdadera Voluntad de Dios es desconocida por la humanidad de la Tierra. Solo traten de ser buenas personas, llenas del Amor de Dios, el que los colma todo el tiempo y busquen servir sin preferencias, para que cada una de vuestras ofertas sea aceptada por el Universo Creador como un acto de amor reparador y de cura para el mundo entero.
Amados hijos, sean el testimonio de redención que Mi Hijo espera, reflejen a todos el espíritu de vuestra transformación espiritual, así animarán a todos aquellos que no quieren vivir la transformación.
Queridos hijos, vuestra Madre Celeste los acompaña en este tramo en donde muchos cruzan los umbrales para la purificación y para la liberación interior. Escuchen Mi llamado. Acepten la mano bondadosa que se extiende hacia ustedes para ayudarlos. Vivan el tiempo de vuestra purificación como el momento del despojamiento de sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los acompaña siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Por la Fuente de Mi Gracia, serán lavados durante el tiempo culminante de vuestra difícil purificación.
Por la Luz que brota de Mi Espíritu, serán curados durante el ciclo mayor de vuestra liberación.
Por el Amor que nace de Mi Corazón Inmaculado, serán consagrados durante el momento definitivo de vuestra consagración interior.
Hijos, Mis rayos demuestran al mundo su falta de gratitud y de respeto al Creador de todas las cosas. Por eso, a todos aquellos que se animaron a enfrentar el Armagedón interior, les digo: solo encuentren aliento en el Sagrado Espíritu de los Mensajeros Divinos de Dios.
Hijos Míos, el tiempo de vuestro cautiverio terminará, ya no sientan en ustedes ningún lazo que los una al pasado, mas con alegría celebren el gran día de vuestra redención. No teman encontrar todo lo que los ha hecho perder y distraer del sagrado camino que les ofrece Mi Amado Hijo.
Mi adversario podrá reírse de ustedes y de vuestras caídas, pero Mi Corazón Invencible los erguirá y los llevará al Océano de la Misericordia del Redentor, en donde encontrarán la posibilidad de remediar vuestros propios males y pecados.
Recuerden, queridos hijos, que están en el inicio de la tribulación planetaria y que todo lo que está oculto a los ojos de los semejantes, tendrá el tiempo de su purificación.
Inclinen vuestras cabezas al suelo, el Dios de la Misericordia los librará de toda perdición. Vuestro Padre Eterno desea encontrarlos plenos por la vida cristiana que escogieron vivir, así con vuestros esfuerzos y trabajos dedicados al Señor, prepararán el camino por donde vendrá Mi Hijo para establecer la paz final.
No se permitan amedrentarse, ustedes ya sabían que el tiempo de la rendición llegaría como oferta para todos, pero, en verdad, muchos hijos pensaron que serían retirados del propio cautiverio de otra forma.
Desde el Cielo les extiendo Mis manos para que se unan a Vuestra Madre Celeste, a Vuestra Madre de la Divina Piedad. Espero todo el tiempo poder guiarlos y ayudarlos a retirar las viejas impurezas que no dejan nacer a la verdadera alma renovada en el Señor y en Su Santo Espíritu.
Libres de las amarguras y de los resentimientos, vivan el tiempo de vuestra purificación con gratitud y fe, sin dejar de comprender que están quedándose libres de las propias prisiones de antaño.
Aún necesito, hijos, que sostengan la bandera de la Paz que Yo les he entregado, pues el Plan deberá cumplirse por encima de vuestras debilidades y pruebas. Quien aspire a ser una consciencia diferente de lo que hoy es, pídalo al universo, la voz de vuestras súplicas será escuchada por los Mensajeros de Dios.
No pierdan tiempo en vuestros asuntos pequeños, Mi adversario día a día hace perder a las almas su verdadero camino espiritual, esto ahora es algo planetario.
¡Sigan Mis pasos sin mirar atrás!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en la Piedad de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con amor materno hoy les derramo el calor confortador de Mi Inmaculado Corazón para que, renovados por el principio purísimo de Mi Concepción Divina, todas vuestras vidas algún día alcancen el reflejo de Mi consagración.
Pero ya llegó la hora de vuestra rendición; vayan sin demora y póstrense a los pies de la Cruz; Mi Hijo, que sigue siendo martirizado, les entregará el poder de Su fortaleza interior, para que en el final de los tiempos se arriesguen a vivir el sagrado apostolado del amor.
Sin amor, no será posible la redención de la humanidad. Replanteen en vuestras consciencias el camino que escogieron vivir, cerca de Mi Corazón o lejos y distantes del cumplimiento de Mis pedidos.
Con la valentía y la fuerza interior que les da la oración del corazón, anímense a destituir de vuestras vidas la gratificación por medio del buen vivir o la comodidad. Es la comodidad y la vida sofisticada lo que ha llevado, al mundo entero, a alejarse de la fuente del amor y de la caridad.
Por eso, hijos, sirvan sin demora, Dios no los abandonará. La hora de vuestra purificación ha llegado, no teman ser aquello que nunca fueron; sean portadores de Mi Espíritu Inmaculado y así Me ayudarán a cumplir con los sagrados designios del Creador.
Mientras el mundo está convencido de lo que vive y de lo que la vida material ofrece para las pobres almas pecadoras, Yo los llamo a buscar la felicidad interior en el sacrificio y en la entrega absoluta a Mi Amado Hijo Jesús.
Si alguien respondiera a Mis humildes pedidos, será para Dios la prueba evidente de que este proyecto original sirve de algo para toda la Creación.
No se engañen con vuestras ilusiones, fijen vuestras miradas en la Pasión del Señor y estarán a salvo de las falsas ofertas, de vivir la propia realización distante de la Voluntad del Altísimo.
Nacieron para amar. Viven para perdonar. Trabajan para servir permanentemente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el mundo sufre las consecuencias de sus propias acciones, vengo a traer Misericordia para los que se abran de corazón.
Mientras muchos están ciegos, hijos Mios, vengo a abrir los ojos de aquellos que aún pueden recibir una nueva oportunidad y que la aceptan.
Mi Corazón viene para anunciar al mundo el último tiempo de Salvación. Todavía hay posibilidades para aquellos que no conocen a Dios, pero muy poco es, queridos hijos, lo que la humanidad genera como mérito para el rescate de este mundo.
La realidad aun no tocó vuestras vidas, solo vuestras mentes. Muchos tienen conocimiento de los tiempos que llegarán, pero casi ninguno de ustedes comprende verdaderamente lo que está ocurriendo con la humanidad, con los reinos de la naturaleza y con el planeta.
Aquel que sabe realmente y que comprende Mis palabras y Mis intenciones, no mide esfuerzos para estar Conmigo, no piensa antes de dejar todo para entrar en oración cuando el tiempo anuncia que llegó la hora de orar.
Ya no sé con qué palabras decirles, Mis amados, o cómo hacerles sentir lo que siente Mi Corazón al llegar a este mundo.
Busco almas que estén en oración verdadera y no solo verbalmente; almas que oran con el espíritu y con el corazón, para equilibrar la indiferencia de este mundo para con Dios.
Falsos dioses surgen permanentemente en este mundo. Las modernidades y los placeres mundanos se están convirtiendo en la meta de adoración de los hombres. Todo esto perecerá con el primer soplo de la Justicia Divina, no quedará nada consolidado en la consciencia de gran parte de la humanidad.
De todas las formas les anuncié, en todos los siglos les advertí, pero ¿quién escuchó Mi voz? ¿Quién cambió definitivamente la meta de su vida? ¿Quién renunció a las ilusiones de este mundo, para dar verdadera importancia a lo que encontrarán en el próximo?
Mis amados, este es el mundo al cual llegan las almas para definir su evolución. Muchos no percibieron que están delante del último Llamado y que las trompetas ya están sonando, anunciando el último tiempo. La Voz del Creador resuena por medio de Sus ángeles y arcángeles que gritan a la humanidad adormecida: ¡Despierten! ¡Despierten!
¡Qué sueño tan profundo arrebató a la humanidad! ¿En qué andan los ejércitos del Señor?
A los que Me escuchan, Yo les clamo: ¡entren en oración! Entren en perpetua oración, pues el mundo entero la necesita. Enseñen a sus hijos a orar, enseñen los verdaderos valores que deben cultivar en sus pequeñas almas. No dejen que se pierdan los niños y jóvenes, esta es su última oportunidad de redención, ya no habrá otra para el mundo. Esta escuela está en al final de su ciclo, un nuevo tiempo se anuncia.
Los que no escuchen el último llamado, perderán la barca y se perderán en el mar de las ilusiones del mundo.
Escuchen Mi voz que clama.
A los que responden a Mi llamado, les pido que no se cansen jamás, que persistan en oración, servicio, donación y amor. Sean fraternos, sean puros de corazón. Generen méritos para el equilibrio de este mundo.
Yo les agradezco por escuchar Mi llamado y por venir al encuentro de Mi Inmaculado Corazón.
Es tiempo de difundir la Paz en el mundo.
Yo los bendigo.
María, Madre y Reina de la Paz
Hoy, de forma divina y omnipresente, Mi Casto Corazón desciende al mundo para recoger de vuestros corazones las plegarias ofertadas al Padre Celestial; así Yo me presento extraordinariamente en los dos Centros Marianos, para que la humanidad comprenda la emergencia de poder servir en estos tiempos.
Hoy Mi Esencia castísima recoge a todas las esencias perdidas de África y del mundo, elevándolas al Reino Celestial reparador, para que los ángeles del Señor las reconstruyan y las reintegren en el ciclo de su evolución original.
Mi Corazón Sagrado, de lirios divinos, hoy se abre como una flor ante ustedes, para que guarden la pureza original que Dios concibió para cada uno.
Mis compañeros e hijos de Cristo, tengan fe y certeza de que vuestro santo servicio y esfuerzo llegará a tocar el corazón de todo el universo, para que así las Gracias del Cielo sean derramadas.
El Purísimo e Inmaculado Corazón de María, me ha enviado para recordarles, en este día sagrado, que solo busquen el despertar de la pureza original que les permitirá transformarlos y redimirlos.
Como fiel carpintero de Dios, permitan que Yo tome vuestras vidas para que el nuevo instrumento, libre de maldades y de odios, pueda surgir y sea un presente celestial para Dios.
Mi Casto Corazón promete el auxilio inmediato a los que siempre recuerden abrir las puertas del corazón para que Dios pueda obrar. En esta hora planetaria, en la que las esencias son distanciadas de su verdadero propósito y misión, vengo para que recuerden también orar por los que no oran a Dios ni recuerdan el manantial de la existencia divina.
Después de la última misión de caridad llevada a cabo en Brasil, en donde Mi Casto Corazón concedió un tiempo de paz y de Misericordia para todos los olvidados y desposeídos, África entera se prepara para gestar, a través de todos los servidores del Plan, su gran ciclo de redención, de perdón y de paz. Para que eso sea posible, vengo a pedir a todos Mis compañeros de camino y a la Fraternidad Humanitaria que dediquen tres oraciones por día a Mi Casto Corazón, para que Yo pueda interceder ante Dios y conceder la sagrada misión en Ruanda y Angola.
He venido al Centro Mariano del Espíritu Santo para pedirles a todos los misioneros que eleven su oferta interna a Dios Padre, con el fin de socorrer y colaborar en África, en el próximo 2015, en honra al Casto Corazón de San José.
Si la oferta de todos los servidores fuera sincera y firme, Yo prometo descender en gloria en África y liberar lo que aún no está liberado del espíritu de Mis hijos.
Por este encuentro especial agradezco la colaboración de todos los que, en la caridad y el bien, hicieron posible la misión en Brasil.
Desde el Castísimo Corazón de Dios, los bendigo.
Vuestro fiel Instructor, San José,
Padre del Amor y de la Unidad
En estos tiempos de pruebas, de confirmaciones y de entregas, Yo los invito al camino de la superación. Su Padre Eterno contempla con atención los pasos ciertos y seguros que todos Sus hijos amados están dando en este tiempo de crisis espiritual y material.
Vengo en este día para anunciarles un nuevo ciclo, después de todos estos años compartidos Conmigo a través de las sagradas Instrucciones del Cielo que Yo les he entregado.
Queridos hijos, he venido en peregrinación a Santa Fe, para recordarle a la humanidad que en estos tiempos, solo la fe y el camino de oración permanente los salvará.
Ahora, Dios me ha pedido que Sus hijos queridos aprendan a descubrir el universo del crecimiento interior, por medio de las pruebas y de las experiencias.
Antes de que el enemigo los quiera sacar del camino, Yo los he venido a rescatar, trayéndoles este importante Mensaje de preparación para el fin de los tiempos.
Ustedes, Mis amados hijos, son llamados a formar un ejército de oración y de luz, capaz de ser receptáculo de las energías divinas y supremas.
Pero para que eso sea posible, Yo he venido a anunciarles como síntesis espiritual, el tiempo de su transformación y purificación.
Toda la humanidad se encuentra hipnotizada y sonámbula debido al efecto nocivo de las modernidades y de los avances humanos. Les pido, en nombre de Mi Hijo, que no teman desprenderse de aquello artificial que los lastima por dentro, que su verdadera comunicación sea con Dios y todo el Universo Mayor.
Si las almas en verdad buscaran la unión con lo Alto y lo Supremo, muchas circunstancias no pasarían en la vida material de Mis hijos. En este ciclo definitivo, como ya les he dicho, vengo para desatar el gran nudo de la inconsciencia y de la falta de atención.
Como su Madre Celestial, deseo que den los pasos hacia el despertar de una nueva vida unida a toda la Creación universal a la cual pertenecen. Mi urgencia es sacarlos del sueño que generan las modernidades y de la falta de conexión con las Leyes supremas.
Todos ustedes nacieron para vivir en la felicidad y en el amor. El desorden del mundo y la falta de equilibrio generaron efectos irreversibles en la vida de Mis hijos y muchos fueron conducidos, por sí mismos, por el camino de la tristeza, el dolor y la enfermedad.
Dios me ha pedido avisarles, por última vez, que el Cielo se abrirá para recibirlos a todos, él derramará las Gracias y las bendiciones sobre todos los que no las merecerían.
Por eso, hijos, con valentía enfrenten este último ciclo de duras pruebas y confirmaciones, para que pueda florecer en ustedes la Luz de Cristo.
Aguardo día y noche por ustedes y desde el Cielo oro por todos, para que la mayoría de Mis queridos hijos comprendan que llegó la hora de dejar de pensar en sí mismos, para comenzar a pensar en el mundo y en la necesidad de servicio y de oración por esta última humanidad.
De esa forma, Mi Corazón se ofrece a ustedes, para que con consciencia y entrega reconozcan la Voz de Dios, la que resuena en el universo y los llama al despertar.
En este último Mensaje mensual, los invito a realizar una recopilación de todos los Mensajes para que puedan vivirlos y practicarlos, así podrán estar preparados para lo que vendrá.
Por este encuentro de Dios, quedemos unidos en oración para estos momentos.
Les agradece por la atención interior,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Hoy Nuestra Señora apareció como la Señora de la Caridad, que es una manifestación nueva que se está aproximando a nosotros, es otra faz de Su tarea, que nos está invitando a conocer.
Esa manifestación de Nuestra Señora de la Caridad existió en el mundo y Ella pidió a las hermanas de la Red de Oración, que acercaran a todos los grupos de San Pablo la historia de esa manifestación que sucedió en la Isla de Cuba, ya que los grupos realizarán una tarea con Nuestra Señora de la Caridad.
Hoy Nuestra Madre vino con un niño en brazos, pero no era el Niño Jesús. Ella vestía ropas bien simples, como en la época de Nazaret. El niño que Ella trajo en brazos era un niño africano, que representaba uno o dos años de edad. Nuestra Señora abrazaba fuerte a este niño y nos lo presentaba.
Después, Ella indicó una tarea para este grupo, la cual fue transmitida en el mensaje que nos entregó. En el momento del mensaje Ella nos decía que la humanidad no tenía consciencia de cuántas faltas aún tiene como humanidad y, principalmente, entre las naciones. Dijo que cuando Ella se manifiesta como Nuestra Señora de la Caridad, es para que tengamos una referencia consciente de cómo aliviar las faltas que tenemos con África, lo que en el caso del Brasil todavía no está resuelto.
El Padre hizo un pedido a Nuestra Señora y le encomendó a este grupo de oración que orara por las almas de África, y si el grupo hiciera eso ayudaría a resolver muchas cosas. Ella dijo que necesita especialmente que este grupo se uniera a Nuestra Señora de la Caridad y que, cuando el grupo de oración conociera la historia de esta faz de Nuestra Señora, comprendería lo que Ella les pide a través del mensaje.
Ella no solo quiere que el grupo continúe trabajando como lo ha hecho hasta ahora, sino que crezca un poco más en las tareas. Ella se propuso acompañarlos en esa oración por África. Este camino de oración que el grupo realizará, y que será por un tiempo indeterminado, deberán hacerlo por intermedio de San José; él deberá ser el regente de ese trabajo.
María nos dijo que todo deberá ser encomendado a San José. Lo que reciba San José de los grupos, también lo recibirá la Madre Divina.
Le preguntamos por cuánto tiempo sería la tarea de oración y Ella nos respondió que cada uno sabrá hacer su oferta, pueden ser días, semanas, meses o años, dependerá del compromiso que cada uno quiera asumir ante este pedido. Ella solo necesita de una ayuda, Ella conoce nuestros potenciales.
Al final Nuestra Señora dijo algo importante: que los grupos de oración del Estado de San Pablo tienen esa tarea importante de coligarse con la manifestación de Nuestra Señora de la Caridad y que no era por acaso que Nuestra Madre había pedido reabrir el trabajo de servicio en San Pablo. Ella no solo nos llama a servir, sino que llama a todos los que una vez sirvieron a través del Núcleo de Figueira en San Pablo.
Nuestra Señora dijo en esta noche que Ella quisiera que todos los grupos de San Pablo fueran en algún momento un solo grupo, por eso Ella peregrinará por todos. La tarea de Nuestra Madre es despertar el talento que los grupos de oración cultivaron mediante el trabajo espiritual. María viene para abrir esa puerta y para que podamos tener consciencia de qué es lo que debemos hacer en este tiempo.
Recuerden, Mis queridos hijos, que Yo vengo al mundo para aliviarlo y separarlo rápidamente de las consecuencias graves que trae el pecado cometido por toda la humanidad.
Abriendo Mis brazos de Madre en esta noche, los consuelo y los animo a la búsqueda permanente de la verdad que existe en vuestros corazones. Cuando la sed de un alma es saciada, otra sed despierta en aquellas almas que no viven el Amor de Dios. Así Yo los conduzco como rebaños de Mi Hijo, para que puedan cumplir con una parte de la Divina y Gran Voluntad del Padre Eterno.
Por eso hoy manifiesto y anuncio para este grupo que él vive, sin saberlo, el don de la cura de todas las cosas de la vida a través de la fe, energía primordial que siempre les permitirá caminar hacia adelante y superar las pruebas.
Queridos, lo que fortalece la fe es la renuncia a lo que más le apetece al alma y, principalmente, a la personalidad. Yo, con Mi Gloria y Amor, les vengo a enseñar cómo morir a ustedes mismos, esto ayudará a que vuestros espíritus nazcan a la misión que vinieron a cumplir.
En esta noche los reúno bajo un propósito fundamental, que es servir a vuestros semejantes por medio de la fe y del poder de la oración que Yo les he revelado en estos últimos tiempos.
Dios desea de este grupo un crecimiento en el espíritu de la humildad y de la caridad, así como almas podrán responder a Mi llamado.
Queridos hijos Míos, mientras gran parte de África padece la miseria espiritual, Yo les encomiendo orar por estos hermanos implorando a San José Castísimo por todas estas preciosas esencias que viven la aflicción en carne propia y padecen el hambre material y espiritual. Si ustedes, al menos por un tiempo determinado respondieran a este, Mi especial pedido, vuestra nación será liberada de las faltas graves que ha ocasionado a África a través de la esclavitud y de la colonización espiritual sobre estos hermanos.
Agradeceré que vuestra fe abrace Mis Divinos Misterios. Nos encontraremos en la oración del corazón y en el silencio interior.
¡Les agradezco ahora y siempre por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre Peregrina, Señora de la Caridad
Queridas hijas del Bien:
Agradezco la pronta y rápida preparación interior para recibirme; esta actitud amorosa para los tiempos finales tiene repercusiones mayores a los pies del Altar del Señor.
Día a día Yo he estado acompañando vuestro servicio. Desde el momento en que abrieron la puerta para un mendigo y le dieron de beber y de comer, cuando alimentaron y nutrieron el alma de una madre desconsolada, allí Yo estaba; cuando acogieron la venida de la Madre Universal a Río de Janeiro, para esos momentos también Yo estaba acompañándolas y apoyándolas con Mi Corazón.
En las dudas y en la firmeza continua Yo estoy. Mi Sabiduría y Amor Paternal viene a vuestros seres para decirles que vuestra caridad y fidelidad a Cristo ha sido segura. Cuando vuestros ojos derramaron lágrimas de alegría, de reconciliación entre los hermanos, como también lágrimas de dolor, Yo estuve siempre entre ustedes.
Las almas llevan en sus corazones dones, dones que se convierten en tareas espirituales, impulsos de las almas buenas para donarse al Dios del Amor. Vengo a vuestra simple casa porque en el mendigo, en la madre embarazada y en el loco, ustedes me abrieron la puerta.
Quiero decirles que vuestra constancia por servir, amar y entregar tocó Mi Corazón y permitió que, en un tiempo de caos, Yo viniera hoy desde el Cielo en Gloria para compartir Mi Santa Alegría.
Ahora vuestra casa recibirá el manto de la vida consagrada; quiero decirles que hermanas de la Orden Gracia Misericordia compartirán el servicio y lo ampliarán por toda la ciudad, creando una red de fraternidad crística. Mi aspiración divina es que ustedes, Mis hijas del Bien y las hermanas consagradas, lleven a través del servicio Mi Misericordioso Corazón, como lo harán también Mis otras hijas consagradas en Venezuela.
La Orden Divina de la Jerarquía Espiritual, Orden Gracia Misericordia, está proponiendo para todos ingresar en un nuevo ciclo de servicio y de trabajo por el Plan, respondiendo así a la gran necesidad de cura y de consuelo espiritual para muchas almas. Este llamado al nuevo ciclo, que será regido por Mi Sagrado Corazón, recibirá bendiciones y ayudas especiales, y en las dificultades Yo prometo estar cerca de todos ustedes.
Bajo la Misericordia de Dios, la que ha descendido sobre todo Río de Janeiro, nos veremos pronto aquí en esta casa.
Gracias hijas de Cristo del Bien por haberme acogido, el Señor las bendiga siempre.
Cristo Jesús Misericordioso
En el cruce del viejo tiempo con el nuevo, muchos acontecimientos sucederán en el planeta; para ese momento sus corazones deberán estar fortalecidos y preparados para el momento final.
Por eso les doy a conocer Mi Divina Misericordia, ella estará disponible para los que quieran beber de Mi Fuente. Los llamo a reunir fuerzas desde el corazón. Esa Luz Infinita nunca se apagará porque quien está en Mí podrá sostenerse siempre. Sigan adelante caminando firmes. Es hora de servir a Dios.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Corazón.
Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
Mientras el mundo celebra una noche de Luz, la oscuridad celebra una noche de tinieblas, pero Mi Inmaculado Corazón triunfará para que pueda reverberar la Palabra de Dios sobre la Tierra.
En este encuentro de hoy, queridos hijos, los invito a la conversión verdadera. Que sus corazones se abran definitivamente a Mi llamado para que Yo, a través de Mis manos, pueda desatar los nudos en sus vidas.
Conviértanse a Mi Hijo, queridos hijos, porque así ayudarán a que se convierta la humanidad. Mientras la Luz del Reino de Dios desciende en esta noche sobre el mundo, Mi Corazón proclama la grandeza del Reino Celestial.
Ángeles y Arcángeles se congregan para una misión importante, las Huestes de Emmanuel descienden a la Tierra para poder liberar al purgatorio terrenal y a todos aquellos que se han condenado, a lo largo de los tiempos, al sufrimiento y a la perdición, a la ausencia del alma y del amor, a la falta de fe en Dios.
Por eso, la Santísima y Poderosa Madre, Quien se anuncia en esta noche a ustedes, les trae la gran Estrella de la Fraternidad, aquella que iluminó perpetuamente el universo y la Tierra durante tres días seguidos en las esferas celestiales de Belén.
Por eso, reciban este símbolo de confraternidad para que pueda sembrarse en sus corazones y definitivamente se conviertan en grandes soles sobre la Tierra. Necesito, en esta noche, de guerreros para estos tiempos definitivos. No pierdan tiempo en conflictos, en desarmonías, en discusiones; abran sus corazones a la redención.
La Llama Perpetua de Dios desea ingresar profundamente en sus vidas; por eso, Mi Corazón se aproxima a sus corazones para que puedan sentir el mismo palpitar de Mi Luz Maternal, aquella que viene a socorrerlos, auxiliarlos y ampararlos en este tiempo final.
Caminen juntos, queridos hijos, y realicen la proclamación del Amor.
Anuncien al mundo que Yo he llegado aquí, como también he llegado a Medjugorje.
En estas fechas tan especiales, queridos hijos, hay una gran confrontación entre la Luz y el mal. El juego se está jugando en el tablero: ¿quién se definirá?, ¿quién seguirá Mis pasos?, ¿quién verá la Luz del más allá para poder recibir a Dios en el corazón?
Mi Hijo espera ardientemente a los nuevos apóstoles para poder sellar en sus esencias la energía de la cristificación, aquella que los transformará profundamente de un día para otro, de la noche a la mañana; para que puedan despertar a lo nuevo y a lo verdadero, a aquel diseño tan perfecto que existe en los Reinos de Dios, que muchos desconocen porque se han desconectado de la verdadera realidad.
Por eso, en esta noche, Yo vengo a su encuentro, recibiendo en Mi Corazón Maternal sus súplicas y sus intenciones.
Queridos hijos, verdaderamente es hora de despertar. El Señor quiere reunir a todos Sus rebaños, porque el enemigo se ha encargado de separarlos a través de las diferencias y de las ideas que cada uno de Mis hijos tiene sobre la Verdad.
Por eso, Yo los invito, queridos hijos, especialmente a todas las benditas familias que hoy están coligadas Conmigo en lo profundo del corazón y del espíritu, a que realicemos una verdadera consagración, para que Dios pueda recibir en Su Reino ese gran ofertorio que todos pueden realizar en este tiempo tan definitivo.
Hoy, Mi Corazón Inmaculado resplandece. La gran Estrella de Belén reverbera en el sutil universo, enviando sus códigos de Luz a todos aquellos que los quieran recibir.
Queridos hijos, el universo y la Tierra en esta noche comulgan a través del Nacimiento de Mi Hijo y de la venida de Mi Inmaculado Corazón a sus vidas.
Mi Hijo espera que verdaderamente puedan dar los pasos. Pero cada uno de ustedes sabrá ante Dios lo que Me puede dar; con Gracia y alegría, recibo todas sus ofertas.
Hoy, les traigo un fiel ejemplo de Mi tarea mariana espiritual, aquella que Yo he hecho a lo largo de estos años, caminando al lado de Mis hijos, de los peregrinos que buscan la Luz del Padre en este tiempo de tinieblas. Pero no teman, hijos amados, la Luz prevalecerá siempre y cuando crean en ella; ella tiene un poder invencible porque es una emanación de la Fuente de Dios.
Colíguense todos los días con lo Alto a través de la oración, del servicio y de la caridad. Dios espera de ustedes los mejores resultados en este camino de peregrinos que, definitivamente, después de esta vida los llevará al Paraíso.
Ustedes tienen que trabajar, en este tiempo, hijos amados, por el próximo mundo que los espera. No hay nada más que hacer sobre esta Tierra, solo rezar y rezar con el corazón.
Abran las puertas para recibir a Mi Hijo, Él espera nacer verdaderamente en ustedes, para que puedan salir de sí mismos y ahora, en este tiempo, pueda reinar la redención, camino infinito hacia la paz.
Por eso, en esta noche, hijos amados, reúno a un grupo de Mis hijos que han respondido a Mi llamado a través del sacrificio y de la donación, pero espero que muchos más lleguen a este encuentro con Mi Inmaculado Corazón.
No estoy definiendo méritos en la Tierra, sino profundas Gracias para sus corazones; un estado especial y espiritual que Dios les está concediendo a través de este día de consagración.
Por eso, los invito a que se animen a consagrarse, cada uno sabrá cómo se podrá consagrar, vivan esta comunión perfecta con Dios porque Él siempre los esperará.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está pidiéndonos que cantemos el cántico de consagración, aquel cántico que nació en la Comunidad de Figueira, y pide la aproximación de todos los Hijos de María para bendecirlos y consagrarlos.
Queridísimos hijos Míos, ante la Estrella grandiosa de Belén enviada por Dios al mundo para iluminar a toda la raza, al futuro de todas las generaciones, y ante el compromiso que Mi Corazón Inmaculado realizó en Dios y por Dios, vengo en esta noche a bendecirlos y a consagrarlos al Reino de Mi Paz.
Por eso, Yo les pedí desde el principio que se vistieran de color celeste para que llevaran sobre sus cuerpos la protección de Mi Manto, aquel que Me cubrió durante el Vía Crucis, que peregrinó junto con Mi Hijo, proclamando en aquellos tiempos la Palabra de Dios.
A través de este simple símbolo, derramo los Códigos que Yo he alcanzado a través de Mi vida en esta amada Tierra. Como Madre de todos, a través de este ejercicio de consagración, consagro a toda la humanidad; especialmente a aquellos que no escuchan a Dios y que viven lejos de Dios, apartados de la Luz de Mi Hijo y del Amor verdadero de Mi Corazón.
Espero haber podido construir, en estos años, sus sagradas moradas.
Mi pureza está con ustedes, Mi simplicidad los acompaña y Mi sacrificio de estar en este mundo también los acompaña en esta eterna peregrinación para despertar a los corazones heridos y curar a las almas que están agonizando en todo este mundo.
Queridos hijos, colocando Mis manos sobre ustedes, Yo los bendigo y los perdono. Les entrego Mi Divina Misericordia, aquella que Mi Hijo derramó cuando brotó Sangre y Agua de Su Costado; y que este precioso Presente espiritual, esta Fuente inagotable de redención y de paz pueda permanecer en sus corazones y en sus esencias.
Recuerden, queridos hijos, que después de tantas pruebas que han vivido, de las renuncias y de los esfuerzos, vendrán tiempos mejores para todos. Dios nunca abandona a los que confían plenamente en Su Plan de Amor. Él quiere transformar sus vidas y despertar nuevamente el compromiso que han hecho Conmigo una vez en Nazaret.
Como Madre, los reúno nuevamente y les agradezco a todos ustedes por su dedicación a Mi Plan. Porque por detrás de todo este misterio inmaterial e invisible, existe Mi caminar; los pasos de Luz que Yo doy por ustedes en el silencio de Mi Corazón, acompañándolos a su lado para que no caigan en esos abismos que el mundo creó, sino que puedan construir nuevos puentes sobre esos abismos para que muchas almas, que se han perdido por falta de la fe y de amor, puedan resucitar espiritualmente.
Abran sus corazones y sientan la Luz de Mi Corazón, la caricia de Mis manos sobre sus rostros y la bendición que Yo les entrego a través de Mi abrazo de Madre. Que Mi Inmaculado Corazón sea la Estrella Guía para sus vidas y la de sus hermanos.
Les agradezco, pequeñísimos y queridos Míos, por haber respondido siempre a Mi llamado. Recuerden: verán los frutos en el Paraíso.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está solicitando que nuevamente suenen las campanas y cantemos “Regina de la Pace” para unirnos a Medjugorje y recibir a Cristo en nuestro corazón.
Hasta mañana, queridos hijos.
Vivan una noche de paz, eso es lo más importante para sus vidas.
Gracias, queridas familias que Me escuchan y que se unen a Mí, por haber manifestado el Pesebre, respondiendo al Llamado de Mi hijo. Este es el símbolo fiel de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco!
No dejaré de irme sin antes marcar Mi Huella de Luz en vuestros pasos, porque aquel que se anima a seguirme sin comprender nada, sin tener conocimiento divino de Mi Voluntad Suprema no perecerá, sino que seguirá firme caminando a Mi lado, porque Mi Voz se hará eco en vuestros corazones para indicarles los pasos de Luz, aquellos pasos que muchos deberán dar hacia Mí. Porque será necesario, amigos Míos, que muchos se consagren para revertir el mal que existe en el mundo.
Conságrense a Mí en el servicio, en la oración, en la vida diaria, en el diálogo entre sus hermanos y también en los gestos de amor y de paz.
Porque así, Yo podré estar presente silenciosamente, marcando los nuevos tiempos y aproximando a todos Mis amigos muy cerca del umbral de la paz, del portal que lleva al Paraíso, a la vida de la nueva consciencia que muchos en estos tiempos desconocen porque sus pequeños corazones están llenos de otras cosas y Mi Luz no puede entrar. Pero aquel que quiera cambiar su vida, primero Me la deberá entregar, así Yo le proporcionaré Mi cura, liberación, Mi paz y Mi Amor.
En estos tiempos tan difíciles, solo vean el camino de la Luz, permitan que decaigan las cosas a vuestros lados, manténganse firmes sin mirar hacia atrás, solo miren hacia el frente, hacia Mi Corazón misericordioso, vislumbren vuestras miradas a través de Mis Ojos de Luz y acepten, en esta última hora, Mi abrazo interior.
Bendigo estas estatuas que Me han traído, pero el verdadero símbolo se encuentra en la unión de vuestras esencias Conmigo.
Que este símbolo de las estatuas pueda ser el fiel símbolo que refleje Mi Luz y Mi Paz en vuestros hogares y corazones.
Si le abren la puerta a Mi Madre, enseguida Yo entraré y cenaré con ustedes, les hablaré de cosas nuevas para nutrir vuestros espíritus, así nada los perturbará y nadie deberá temer, porque estarán Conmigo en el Templo de Mi Corazón.
Les agradezco, hermanos Míos, viejos compañeros de camino, por seguir Mis Pasos y especialmente por orar por esta humanidad que necesita de mucha ayuda.
Si ustedes Me abren la puerta, el Cielo descenderá y enseguida podrán identificar Mis Rayos y vendrán a Mi encuentro para estar unidos en un solo Corazón, en una sola unidad que es Dios, vuestro Padre, que es ofendido por este mundo.
Alivien Su Corazón a través de su amor por Mí, porque Yo derramaré en ustedes Mi Gracia suprema, Mi Amor eterno.
Bendigo todos los elementos que están aquí y los que no están aquí, porque en este día tan especial Mis apóstoles se lavarán los pies para borrar el pasado y comenzar nuevamente en la fe, renovados por el Espíritu Santo y por la Luz que proviene de Dios.
Después de este lavado, también recibirán Mi Cuerpo y Mi Sangre como un símbolo de la alianza con Mi Consciencia Mayor.
Comulguen con alegría de Mis códigos redentores, acepten la cruz que Yo les entrego y síganme, como una vez Yo ya les dije, síganme en la fe.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuando un alma siente verdadera sed de Mí, reconoce que ha llegado la hora de cambiar y nunca temerá transformar aquello que no le sirve más.
Esa alma se atreve a buscar la liberación de sí escuchando con atención la voz de sus semejantes porque entre tantas palabras y dichos podrá estar presente la voz instructora del corazón.
Si el alma se decide plenamente a recorrer el camino de la santidad, el Cielo le proveerá de todas las pruebas posibles para que se confirme.
Si el alma busca la consagración al servicio, llegará a su vida tanta caridad para realizar y tanto amor para donar, que no tendrá tiempo para sí.
Si el alma no busca ningún camino y decide caminar en el mundo por sí sola y sin instrucción, rápido perderá el sentido de su vida y apartará el espíritu sagrado de la morada del corazón.
A las almas que nacen de la Fuente y vienen a este mundo para vivir el perdón y la redención, no les puede faltar la instrucción, porque se perderían entre las cosas materiales sin tener orientación ni discernimiento. Pero el alma que se sostiene mediante la oración misericordiosa siempre recibirá la Gracia de entender, de aceptar y de comprender todas las cosas.
Dios prevé el camino para cada uno de Sus hijos; por eso, Él siempre mostrará a los Suyos lo que deberán aprender y en lo que prontamente deberán crecer.
En esta escuela de la Tierra existen maestros y discípulos, y todos tienen lecciones pendientes que aprender, pues el despertar al Amor Absoluto y Único tiene un solo camino. Por eso hoy les digo que, más que nunca, estén atentos a las señales de autocorrección en sus vidas. Para todas las almas será una oportunidad de madurar en consciencia y de trascender las barreras que el egoísmo de este mundo impone.
A través de la Coronilla a la Divina Misericordia todo se resolverá cuando el alma tan solo dé un sí verdadero y humilde. Los tiempos en este ciclo hablarán al mundo por medio de señales internas y externas, estén atentos.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje con el corazón.
Cristo Jesús
La consciencia verdadera de lo que es la Vida solo llega al hombre a través del Espíritu Santo. Mi Espíritu Inmaculado y el Espíritu Sacratísimo de Mi Hijo provienen del Espíritu Santo. Pero hoy, quiero revelarles que no es necesario que sean originalmente concebidos por el Santo Espíritu para vivir las Gracias infinitas que vivimos Jesús y Yo hace 2013 años.
El Espíritu Santo transforma todo lo que toca, Su Fuego purifica en Luz todo lo que se aproxima a Él. Un alma que fue tocada por el Espíritu Santo jamás será la misma, aun durante otras existencias en el Reino de los Cielos.
El Espíritu de Dios transforma incluso el destino espiritual de los seres, porque aquel que se abre a recibir un toque glorioso del Espíritu Santo, asume con el Creador el compromiso de servirlo eternamente.
El Espíritu Santo es un misterio para el mundo porque está en todo, y todos lo buscan sin saber cómo encontrarlo. El Espíritu Santo se manifiesta como Fuego vivificador y Don sobrehumano, se manifiesta como Amor que a todo ilumina, como Perdón que a todo perdona, como Paz que a todos irradia.
El Espíritu Santo llega cuando menos se espera, porque en el momento en el que menos se lo busca, sin perder la permanente aspiración a encontrarlo, es cuando el corazón abre espacio para que el Espíritu Santo ingrese.
Para que la morada del Espíritu Santo sea eterna en el interior de los seres, la consagración del alma también debe ser eterna, la oferta del corazón debe ser eterna, la aspiración a servir a un único Dios también debe ser eterna.
El Señor conoce profundamente el corazón de Sus criaturas y sabe cuándo un hijo Suyo se confirma de forma perpetua en la unión con Su Corazón Sacratísimo. Y es en ese momento que el Señor envía Su Espíritu omnipresente para encontrar esa nueva morada.
Como el corazón de los hombres es imprevisible, incluso para ellos mismos, solo Dios conoce la verdad sobre las intenciones y sentimientos humanos, sobre las ofertas y las aspiraciones. Por eso, la única cosa que deben hacer sus seres es estar en oferta permanente y reconsagrarse todos los días ante el Universo de Dios, con el corazón puro y sincero.
Busquen sin buscar, porque así van a ser sin percibirlo; y la humildad, que es el primer Don del Espíritu de Dios, llegará a los que no la conocen y no la conocieron jamás. Solo conoce el Don de la humildad aquel que la reconoce en el prójimo, porque el corazón que está verdaderamente pleno del Espíritu Santo está tan próximo a Dios que no percibe los propios avances y las propias virtudes.
Así fue como Jesús, María y José vivieron el Espíritu Santo. Uno reconocía a ese Santo Espíritu en el otro y percibía cuántos Dones Dios había manifestado en aquella familia, plena de caridad y de humildad; pero ninguno de Nosotros observaba en sí mismo la presencia de ese Espíritu. Admirábamos, en silencio y en oración, las virtudes de los demás; y cuanto más percibíamos el Amor que el otro manifestaba por Dios, más plenos de ese Espíritu quedaban nuestros corazones. Y, en Nuestra vida simple, sin embargo llena de misterios, el Espíritu Santo fue manifestándose.
Por eso, hoy les digo que una llave para avanzar es pensar solo en Dios y fortalecer la virtud del prójimo, para que crezca y se desarrolle siempre. Así, aún sin darse cuenta, sus espíritus se irán preparando para recibir al Espíritu de Dios.
Que la paz y la armonía reinen en cada corazón.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Yo contemplo a los corazones cansados y a los corazones que descansan en los demás corazones.
En Mi Obra existen los sacrificados y los que intentan vivir el sacrificio.
En Mi Obra existe el servidor y el que es servido por una razón mayor.
Todos pasan por la escuela de la entrega y del sacrificio, así Me relaciono con Mis amigos: a algunos Yo les doy Mi Voluntad y a otros Yo les entrego Mis Aspiraciones de algo bueno y mejor. Todos tienen el mismo lugar en Mi Corazón, porque no existen dos caminos para llegar a Mí, sino solo uno: un camino de renuncia y sacrificio que les permitirá alcanzar el estado de humildad.
Por eso, los que están Conmigo son los que más trabajan por los que están cómodos y por los que están ciegos sin poder encontrar la vida del espíritu. Me sirvo siempre de los mismos; Mi Corazón se ennoblece y se alegra cuando algún discípulo presta un servicio extraordinario, amoroso y abnegado; así Yo estoy viendo los frutos maduros de las semillas misericordiosas que he sembrado en cada ser.
Aquel que lo da todo por Mí y por el cumplimiento de Mi Plan recibirá los dones de Mi Amor. También le entregaré Mi Sacrificio, aquel que Yo viví en la Cruz por todos; le daré una cruz semejante para que la sepa llevar en sus espaldas por aquellos que abruptamente se pierden sin dejar huellas de la presencia de sus pequeñísimos espíritus.
Todo lo que reciban en Mi Nombre les dará la fuerza para amar el poder de la entrega y del sacrificio ofrecido por amor y por la redención de la humanidad; así ustedes verán los frutos y os méritos de su obra en la salvación de los que estaban muertos en vida, apartados de Mi Luz y que por Gracia alcanzarán eternidad y misericordia.
Guarden en sus corazones la esperanza de encontrar, en el Reino de los Cielos, el verdadero tesoro para sus espíritus, porque allá descansarán en Mis Brazos como buenas ovejas redimidas.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados de alma y de corazón.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Aquel que Me dona y Me entrega todas sus fuerzas dispuesto a darse cada día más para servir a Mi Señor, ese será llamado Discípulo y Bienaventurado, porque en él podré construir una morada interior firme.
Después Yo le enseñaré poco a poco a amar la entrega y, cuando esa entrega madure en su consciencia, le daré de beber del sacrificio y le daré de beber de Mi Cáliz, el mismo que Yo bebí en honra a Dios y a todos Mis compañeros en el pasado.
Así podré formar a los nuevos apóstoles del Nuevo Tiempo, los que darán ejemplo de Mi Palabra de Vida mediante el amor y la caridad; no sean falsos ni mentirosos, imiten Mi Camino crístico desde la devoción a Mi Corazón Sagrado. En ellos depositaré el poder de Mi Gloria para que preparen Mi Camino silencioso de retorno al mundo.
Ahora necesito que todos los que proclaman Mi Nombre se perdonen por los errores del ayer y que no se juzguen más; el Nuevo Reino de Mi Padre descenderá a través de Mí como uno solo, como una unidad entre las almas y Dios.
Por eso cuídense de los lobos que intentarán esquilar la lana de Mis ovejas, cuídense de todos aquellos que usarán Mi precioso Nombre en vano. Que nadie se enfrente a nadie, que emane el espíritu de pacificación; Yo confirmaré verdaderamente silos talentos que he dejado a Mis discípulos han brotado en el corazón de los que trabajan Conmigo.
La nueva Iglesia celestial está descendiendo para renovar a los que han dejado de creer en Mi Presencia por la mezquina acción de los hombres. La Iglesia que Yo fundé es la Iglesia del corazón, del templo interior, de la Verdad Absoluta que Dios irradia a través de Su Hijo Primogénito.
Muchos han perdido la conexión Conmigo, por eso Me sirvo en estos tiempos de simples servidores, no de los que se vanaglorian, sino de los redimidos por Mi Amor.
Que cada uno cumpla con su parte y que permita que se vea cómo Mi Consciencia está presente en todos los hijos de Mi Padre, porque Yo Soy Hermano de todos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más