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Segunda Serie de Poemas
Quinto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
libérame definitivamente
de mis miserias putrefactas.
Lávame completamente,
por dentro y por fuera,
con el Agua bendita
que brota de Tu Sagrado Corazón.
Límpiame y libérame
de todos los atavismos
para que renovado
por Tu Espíritu
consiga, de una vez y para siempre,
dar los pasos en Tu Camino redentor.
Descomprime las presiones de la vida.
Jesús mío,
coloca Tu santas Manos sobre mí
e imponiendo el poder
de todo el Universo
exorcízame, Señor,
para que finalmente
me libere de las amarras
y de todas las prisiones de la vida.
Déjame a Tu lado, Señor.
Déjame cerca de Ti
y renuévame todo el tiempo
sin que pierda la Gracia
de transformarme día a día.
Bajo Tu Luz paternal
cierra todas las puertas inciertas
que se hayan podido abrir.
Cierra dentro de mí
cualquier estado incierto
que me separe de Tu Divino Amor.
Concédeme, Señor,
la oportunidad de vivirte y de sentirte.
Concédeme la Gracia
de poder estar en comunión Contigo
después de haber sido purificado.
Concédeme la Misericordia que necesito
para poder aprender a perdonarme a mí mismo
y a mis hermanos.
Construye en mí, Señor,
la Nueva Hermandad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esa alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Adonai, Eli, Olam, intercede por Tus hijos en este momento. Intercede por el mundo y su humanidad. Intercede por los que aún no forman parte de Tu Misericordia. Permíteles conocer los valores sagrados de Tu Espíritu. Por eso vengo aquí para mostrarlo, presentando Tu Segunda Persona ante la humanidad.
Vengo a una tierra en donde muchas heridas fueron ocasionadas, en donde muchos martirios fueron vividos, situaciones más fuertes que Mi Pasión.
Por esa sangre inocente que fue derramada, por aquellos que se apartaron del amor y que ocasionaron muchas secuelas, hoy traigo el Santo Cáliz entre Mis Manos, para que en esta Cena redentora, Alemania reciba la expiación que necesita, a fin de que triunfe el poder de Tu Corazón Creador.
En este Sagrado Cáliz que hoy traigo desde el Sur de América, en donde es preciosamente guardado y protegido, traigo la Sangre espiritual del Cordero, que fue inmolado por la injusticia de los hombres; el Cordero de Dios que se ofreció, para poner fin a la maldad de la humanidad.
Y aunque muchas generaciones no comprendieron este mensaje y la maldad se siguió generando en la humanidad, fue el mismo error de los seres de esta tierra, que ocasionaron grandes ultrajes en la propia civilización de la Tierra.
Pero a través de los códigos y de los méritos de Mi Pasión, tengo la alegría de llegar a Alemania junto con la Madre de Dios, para concederles a las almas y a las esencias la rehabilitación que necesitan a nivel espiritual. Y así, nuevamente, podré renovarlo todo dentro y fuera de los hombres, en la esencia y en la expresión de esta raza.
Con la autoridad que el Padre Me ha concedido desde el principio, vengo a poner fin al pasado, vengo a borrar con Mi Luz el sufrimiento vivido y por medio de Mi Misericordia, vengo a ofrecerles Mi Corazón de Paz, para que los hombres y mujeres de Alemania y del mundo reconozcan el valor del Amor de este Corazón, que de tiempo en tiempo se ofrece al mundo para poder suplirlo con el Amor de Dios y para poder curarlo con la esencia de Su Corazón.
Este es el Corazón de Jesús, el Cristo, que ha sido ofendido por los hombres y que en lo más interno de Él guarda la llama de Su Amor, que viene a derramarse al mundo y a la humanidad, para que sea redimida y perdonada.
Ante los Universos Celestiales, hoy Mi Presencia está sobre Alemania y las Manos del Hijo de Dios escriben en el Libro de Luz del Padre una nueva historia que hoy comenzará a florecer en lo más íntimo de las almas, que por medio de este encuentro han respondido al llamado del Hijo de Dios, de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Alemania siempre ha estado en Mi Corazón Sagrado. Alemania debe encontrar su camino espiritual para poder despuntar como una civilización redimida, que despierta a los valores de la fraternidad y del amor, del acogimiento y de la esperanza.
No quiero que recuerden a la Alemania sufrida. Quiero que recuerden a la Alemania renovada que debe cumplir su misión ante el Padre Celestial.
Así como Mi Corazón se ha ofrecido a consagrar muchas naciones del mundo, como lo es Ecuador, hoy ofrezco Mi Corazón para consagrar a Alemania a los divinos Planes de Dios que serán gestados y creados por tan pocos, pero que al igual que hace dos mil años atrás, con tan solo doce personas, este Plan de Dios en Alemania podrá florecer y despertar silenciosamente en muchos corazones.
Hoy les traigo ante Mi Presencia el arquetipo espiritual de esta nación, el que Dios pensó desde el principio, desde su concepción.
Que despierte este principio en los corazones que escuchan y que por medio del Cáliz Sagrado del Señor, los códigos infundidos por la Misericordia de Dios, los códigos infundidos por la Divina Gracia, los códigos infundidos por la sublime cura, borren el sufrimiento que ha sido generado a través de los tiempos y renazca en los corazones la alegría de servir a Dios, de vivirlo plenamente en el Cielo, así como en la Tierra.
Para eso deberán trabajar mucho, pero Mi confianza los fortalecerá, porque lo que Yo espero de Europa es muy grande y todo comenzará en lo pequeño, para que después esto se refleje en lo grande.
Comprométanse a vivir de la Sangre del Cáliz del Cordero de Dios para que sus códigos internos sean renovados por medio del Sacramento de la Comunión que hoy les ofreceré, para que los tiempos sean renovados y para que los espíritus se renueven en Mi Gracia.
Con especial dedicación y con espíritu de consuelo, hoy Mi Corazón refleja sus Rayos sobre Alemania y experiencias bien desconocidas y profundas son disueltas.
Las almas, en su universo espiritual, reciben por intermedio de Mi intercesión, la ayuda que necesitan para liberarse de las cadenas de los errores y para que vivan la Voluntad de Dios, por medio del bálsamo de Amor de Mi Corazón.
He escogido a Colonia porque Me ha abierto la puerta. Y cuando tan solo un alma Me abre la puerta, esa alma abrirá la puerta a muchas almas más.
Vean a su alrededor y comprenderán lo que les digo.
Yo atraigo hacia Mi Misericordia a los que más la necesitan.
Yo atraigo hacia Mi Luz a los que viven en una profunda oscuridad.
Y por medio de las almas más sufridoras, Yo renuevo los tiempos y recreo el Proyecto de Dios en todos los que Me responden.
Para el Señor del Universo ha sido un gran movimiento universal y espiritual poder llegar en este momento, en esta hora y bajo esta circunstancia.
Pero vean que cuando el Amor de Dios está presente, nada es imposible, porque el Amor de Dios es lo que conduce a los corazones y no los separa de Mi, al contrario, los funde con Mi Espíritu, para que Mi Espíritu pueda sentir el gozo eterno de vivir en comunión con las almas.
Por eso, hoy elevaré este Cáliz Espiritual en el nombre de Alemania y del mundo y los llevaré a todos hacia Mi divina Misericordia, para que vivan en Mi divina Misericordia y para que aprendan a encontrarla en cada momento.
En esta hora, en donde Mi Corazón se expande plenamente al mundo y a todas las almas de la Tierra, ofreceré esta plegaria a nuestro Creador, no solo por Alemania sino por todos los que escuchan, para que sean invadidos por el íntimo Espíritu de Dios y la llama profunda del amor rebrote en los corazones simples, en los corazones abiertos a reencontrar en sus vidas la esencia del amor.
Ofrezcamos este momento, por todo lo que conocemos y desconocemos, por los misterios desvelados y aún no desvelados, para que la energía de la Divina Gracia actúe y proceda según la Divina Voluntad.
Que todo este escenario hoy se convierta en un altar, para que más almas ingresen en él y se sumerjan en la fuente de Mi Gracia.
Por eso no les he pedido subir a él, porque ya estará bendecido para cuando venga la Reina del Cielo y la Madre de toda la Tierra.
Quiero que conozcan Mi profunda simplicidad, porque el Señor del Universo es simple y Su simplicidad se encuentra en la esencia del amor, que es lo que todo renueva de tiempo en tiempo.
Y ahora, llegaremos al momento más culminante de este día, en donde las almas y Dios se unirán, en donde el Cielo descenderá a la Tierra por medio de la consagración de este ofertorio.
Hoy este sacrificio, que es renovado por todos los hombres de la Tierra y por intermedio del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, es ofrecido preciosamente por la cura interior y espiritual de toda Alemania.
Hace más de dos mil años les enseñé algo muy simple pero muy grandioso. Y hoy les vuelvo a pedir que Me imiten interiormente y que se unan a Mí por intermedio del Cáliz Espiritual del Señor, que hoy he traído con todo Mi Amor para que ese sagrado terafín los irradie.
Cuando estaba con los Míos en la Última Cena, en la profunda apertura de Mi Corazón que emanaba amor para todos los seres de la Tierra, le pedí al Padre que bendijera el pan y Su Espíritu descendió sobre él, y les dije: Tomen y coman todos de él, porque éste es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados.
Y así, los apóstoles comieron de Mi Cuerpo y la Sabiduría de Dios ingresó en sus almas para llevar el testimonio de Mi Presencia hasta el fin de los tiempos.
Y hoy ofrezco este cáliz material en nombre del Cáliz espiritual, que hoy ha venido especialmente de Sudamérica para hacer flamear entre los continentes la barca de la Esperanza de Dios, la que nadie podrá detener.
El Padre bendijo el Cáliz con Su Espíritu y el vino se convirtió en la Sangre del Cordero y les dije a Mis apóstoles: Tomen y beban todos de él porque éste es el Cáliz de Mi Sangre, que será derramada por los hombres y hoy especialmente sobre Alemania, para la remisión de los pecados y la cicatrización de todas las heridas en los corazones inocentes.
Este es el Hijo de Dios presente en Cuerpo y Sangre que derrama Su Misericordia de tiempo en tiempo, para ofrecerles a los hombres el profundo testimonio de Su Amor.
Al fin, la misión que he venido a cumplir a Alemania se ha consumado y continuará adelante por la respuesta que Me den las almas.
Ahora podré volver al Cielo, para llevar en Mi Corazón este sentimiento de amor que Me han dado los corazones y así mostrarlo al Padre, para que Él alegre Su Corazón ofendido.
Amadísimo Señor de la Creación, Espíritu infinito y sublime, haz brotar en las almas de Alemania Tu Misericordia, para que todos reconozcan su filiación Contigo y así se cumpla Tu divino Proyecto de Amor. Amén.
Antes de partir al Universo desde donde vendré por segunda vez a la Tierra, desearía que Me despidan con una canción que conmueve Mi Corazón, para que sus corazones sean conmovidos de reencontrar el camino de unión profunda con la Fuente Primordial.
Quiero que Alemania escuche esta canción como una sola voz. Y deseo que todos los que la saben, la puedan cantar, para que más almas sean conmovidas por la fuerza de Mi Espíritu, el que los renueva y les da la redención.
La canción se llama: "La razón de mi existir."
Les agradezco.
Me agradan los sacrificios de sus oraciones, porque allí encuentro una base sólida en donde poder llevar adelante Mi Obra en el mundo. Y aún más Me agrada porque sé que pueden y deben vivir Mi Mensaje para que sus consciencias se cristifiquen.
Ha llegado la hora de poblar el planeta con Nuevos Cristos que puedan llevar adelante los designios de su Maestro y Señor.
Esa es la razón por la que su Maestro absorve el sufrimiento humano por medio de Su Corazón, para que todas las almas reciban la chance de despertar y de recibir la cura interior que necesitan.
Cada vez que recuerdan Mi Pasión y la vuelven a vivir, como hoy, conscientemente, Yo puedo, por esa actitud, conceder más Gracias a las almas y más vida a los corazones.
Sigan ofreciéndose como nuevos instrumentos en las Manos del Redentor para que todo sea redimido.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Reposa tu corazón dentro del Mío, para que siempre puedas alcanzar la paz.
Reposa tu vida en Mis Brazos, para que Yo siempre te pueda consolar.
No hay nada en tu existencia que no tenga sentido.
Todo lo que vives es parte de un designio y todo lo que escoges es parte del camino del sufrimiento; porque podrías no estar escogiendo el camino de Dios, plenamente.
Todo lo que le entregues a Dios siempre será reconocido por el Universo y por la Creación.
Todo lo que hagas por el Plan de Dios y su cumplimiento, por más pequeño que parezca, es reconocido y honrado en los Cielos.
Deja, entonces, que en esta hora crucial del planeta Yo moldee tu vida completamente, para que aprendas a vivir Mi Voluntad y así aprendas a cumplirla como está escrito.
Deja, entonces, que en tu entrega Yo pueda renovarte e indicarte el camino; que Yo pueda cambiar tus preferencias y gustos por algo mayor y más evolutivo.
Sé que no es fácil, pero no es imposible si en verdad tu Maestro Soy Yo y no otro.
Quiero que sientas en estas palabras Mi más pura verdad, sin ofensas ni juicios.
Quiero que puedas caminar a Mi lado, buscando todos los días ser un poco más transparente contigo mismo, con la vida y con todo lo que te rodea. Así serás un verdadero apóstol de Mi Misericordia y de Mi Piedad, y no tendrás un corazón tibio o duro.
Cree, por encima de ti, que Yo todo lo puedo.
Ábreme la puerta para que pueda entrar y así transformar tu vida según Mis designios.
Anímate a perder el control en lo material y en lo espiritual.
Ríndete a tu Señor todos los días.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que el poder de Mi Sagrado Corazón bendiga a la Tierra y a todos los que viven en ella.
Que Mis soldados de la Tierra perseveren, a pesar de las pruebas de estos tiempos, porque la victoria de Mi Sagrado Corazón se dará en los consecuentes Conmigo.
Que se levanten los caídos y que se rediman los enemigos.
Que Mi Iglesia de la Tierra sea poblada por Nuevos Cristos para que el tiempo de la renovación acontezca y todos reciban las Gracias de Mi Corazón.
Que el poder de Mi Corazón atraiga la paz y que esta paz se realice en todos los que la buscan.
Que el poder de Mi Corazón cure y redima a los que más necesitan de perdón.
Que el poder de Mi Corazón fortalezca sus vidas para que animados por Mi Espíritu de Paz todos reciban la absolución de su Maestro y Señor.
Que el poder de Mi Corazón establezca el amor y la esperanza.
Que todos los que hoy comulgan con Cristo sean consagrados por el Altísimo Señor del Universo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Silencio.
Cuando Yo estoy presente todo debe aquietarse, porque así entrará en ti Mi Energía espiritual y nada se estará desperdiciando. Al contrario, el Poder que Me ha dado Mi Padre actuará en los niveles más profundos de tu consciencia, en los núcleos más íntimos de tu ser, en donde debe gestarse una Nueva Humanidad.
Las vibraciones sutiles que Yo les traigo son preciosas. Por eso ellas deben ser consideradas y apreciadas, porque es un bálsamo inextinguible para estos tiempos, una solución espiritual para muchas almas; diría: una gran tabla de salvación para la humanidad.
Por eso, todo lo que reciben es precioso y debe ser grandiosamente valorado, para que todo lo que Yo les traigo tenga sus frutos dentro de ustedes y no tengan necesidad en el tiempo futuro, de buscar una fuerza espiritual y suprema en otro lugar, que no sea en Mi Corazón.
Lo que Yo vengo a dar para el mundo es algo muy grande, delante de todo lo que sucede en la humanidad y en este tiempo. Todo lo que hace su Maestro y Señor por la humanidad, tiene un mérito muy grande ante el Padre Celestial, porque el propio Padre Celestial lo considera y lo aprecia, como lo deberían considerar todos ustedes en cada momento de la vida.
No pierdan la oportunidad de recibir esta instrucción con gratitud, porque todo lo que Yo les doy, les vuelvo a decir, es precioso y no será dado nuevamente al mundo.
Ustedes lo saben más que Yo; ustedes lo sienten más que Yo, porque viven aquí, en este mundo y dentro de esta humanidad, que por muchas razones se ha pervertido, perdiendo el camino del amor, de la unidad y de la fraternidad.
Pero Yo vengo a renovar todos los hechos que han sucedido. Por medio de Mi Divina Misericordia Yo vengo a conceder muchas Gracias, no solo para ustedes, sino también para el mundo entero.
Es así que personalmente su Maestro y Señor está llamando a todas las ovejas del mundo, no importando su nación, su credo o su raza. Yo vengo a llamar a todos por igual. Vengo a repoblar la Tierra por medio de las almas con nuevos códigos de luz.
Vengo a sembrar la Tierra con cosas nuevas, con Principios que provienen del Universo Celestial y de la Fuente Suprema de Mi Padre. Para eso Yo necesito que sus vidas sean receptáculos de luz y sus corazones sean tabernáculos de Mi Espíritu, para que todo pueda morar dentro de ustedes, todo lo que viene de Dios y de Su Fuente.
Por eso he comenzado aquí, en esta peregrinación por Portugal; para que el dogma de su fe sea fortalecido y para que esta fe, que veo en los corazones aquí, sea expandida en el mundo.
Todo lo que Yo les traigo es renovador y sublime. Todo lo que Yo les doy es incondicional. Por eso debe ser considerado por los hombres y mujeres de la Tierra, para que los tesoros del Cielo, que provienen a través de Mi Corazón, puedan residir en más consciencias y sobre todo en las esencias del mundo que necesitan alcanzar en este tiempo la redención.
Quisiera poder revelarles la verdadera realidad de Mi Padre, Su más urgente necesidad para estos tiempos; pero el mundo aún no está preparado para escuchar abiertamente.
Tengan confianza en lo que les digo, porque así serán más merecedores de Mi Divina Misericordia.
Mientras Yo estoy aquí, estoy con toda Europa, expandiendo Mis Rayos de Luz sobre el mundo y especialmente en las naciones que más necesitan recapacitar, despertar de la ilusión terrena y abrir sus ojos ante el horizonte, que muestra el Infinito de Dios, el Proyecto original que debe descender a la Tierra, para este tiempo final.
Mientras los observo también contemplo al mundo y contemplo la necesidad de todas las almas, la razón primordial de cada ser y la urgencia de cada corazón humano. Todas las necesidades Yo las contemplo con amor.
En las necesidades de cada ser también se encuentra Dios y Él está presente en todo. El Padre sabe lo que cada ser necesita para que Su Obra se pueda expresar sobre la superficie de la Tierra.
Por eso estoy aquí con la Gloria de Mi Sagrado Corazón, con la intención de transformar el mundo y la consciencia humana.
He comenzado a peregrinar por este lugar, porque Dios lo ha escogido, no solo por su simplicidad, sino también por la fuerza de la dignidad espiritual que aquí puede despertar aún más en las almas.
Por medio del Sacramento de la Comunión Yo les traigo el Cielo y todo el Universo; les traigo la verdadera vida y la renovación; les traigo la paz y la unión con Mi Espíritu, para que sigan caminando firmes en este camino del fin de los tiempos; para que sigan caminando firmes en este sendero de tribulación que nadie hasta ahora ha conocido profundamente.
Pero Yo, mostrándoles el camino les muestro la salida y el gran encuentro con el Reino de los Cielos, para que sus consciencias se puedan divinizar y sublimar, así como el Padre lo espera.
He venido en esta tarde a preparar, interiormente, todo lo que sucederá después en Europa y todo lo que se podrá redimir, paso a paso, a medida que transcurra esta peregrinación y que se lleve adelante la Voluntad de Dios, así como está previsto.
En esta comunión con el Cielo y la Tierra, sus consciencias reciben Mi Gracia, Mi Paz y Mi Luz, para que puedan ser magnetizados por Mi Espíritu, que solo arde en amor por las almas que se entregan a Mí en confianza y en fe.
En este momento se abren las Puertas de los Cielos y la Iglesia Celestial se aproxima a la intimidad de las almas, para que sean colmadas por el Espíritu de Dios, por su infinita Misericordia.
Por eso ustedes ante Mí se fortalecen, pero también pueden cambiar. Y este cambio tan profundo e íntimo es concedido por los Sacramentos, que hoy vendré a conceder a los que lo han pedido con sinceridad. Y retransmitiré a través de ellos la Gracia de Dios y la expiación necesaria para sus vidas.
Ante la Iglesia Celestial del Padre sean recibidas las ofrendas que justificarán los errores de las almas, para que la reconciliación de Dios se pueda dar en todos los espíritus y en todas las consciencias que más lo necesitan.
Celebremos entonces este momento sacramental, elevando nuestra intención a Dios, con la más sincera súplica de que se cumpla lo que está escrito para Europa.
Incienso.
Recibe, Señor, las ofrendas de Tus hijos, para que Tu Reino Celestial descienda a la Tierra.
Recibe, Señor, las ofrendas de Tus hijos, para que Tu Misericordia descienda a la Tierra.
Padre, a través de Mí, lava a Tus hijos con la Fuente de Tu Gracia. Amén.
Deposita Tus Dones sobre los que tienen que despertar a Tu Consciencia Divina, y así, encontrar la Verdad.
Hace dos mil años, Yo les dejé un tesoro importantísimo que cambió el destino de toda la humanidad y del planeta. Que este Tesoro Divino aún sea reconocido por los hombres y por los tiempos que vendrán, para que las almas siempre recuerden que Me encontraré vivo y resplandesciente en el pan y en el vino transustanciado por las sublimes manos de los Ángeles de Dios.
Rememoremos entonces, compañeros, el Sacrificio del Cordero, por los que fueron sacrificados en las Américas, hace más de quinientos años atrás y por los que se sumergieron en la ignorancia y en la ambición, perdiendo el sentido de la verdadera realidad; y sobre todo, de la expresión de Dios en todas sus formas.
Durante un día jueves, antes de Mi Pasión, tomé el pan, dí gracias a Dios por el Sacrificio que Me estaba ofreciendo; la Santísima Trinidad lo bendijo y lo pasé a Mis apóstoles diciéndoles: Coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo, que es entregado por los hombres, a través de todos los tiempos, para el perdón de los pecados.
Que el Santísimo Cuerpo de Cristo sea venerado en la manifestación de Su Iglesia Celestial en las almas de la Tierra.
Del mismo modo, acabada la cena, tomé el Cáliz y dí gracias a Dios por el sacrificio que Él Me estaba ofreciendo; la Santísima Trinidad lo bendijo y en ese momento lo pasé a Mis apóstoles, diciéndoles:Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por el Divino Cordero para el perdón de los pecados.
Hagan esto en Mi memoria, hasta que Yo regrese al mundo por segunda vez.
Pai Nosso (en portugués)...
Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros. (x2)
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
dadnos la paz.
Alabado sea el Padre, porque Su Hijo ha descendido a la Tierra en divinidad, para colmar a las almas y unirlas a Dios.
Y antes de que sucediera la agonía en el Huerto Getsemaní y Mis apóstoles, en verdad conocieran lo que sucedería Conmigo, hasta lo alto del Monte Calvario, Yo les dije a ellos, y en los planos internos también les dije a las santas mujeres: Les entrego Mi Paz y Mi Paz les doy. No miro sus ofensas sino sus virtudes, para que las virtudes de Dios resplandezcan en la superficie de la Tierra, por medio del servicio y del amor de las almas que experimentan la Caridad de Dios.
Mi Paz Yo les dejo y Mi Paz Yo les doy; que Mi Paz en este tiempo se multiplique por medio de los corazones que Me viven en los Sacramentos.
Que Mis Palabras resuenen en los corazones simples y que Mis Palabras de Luz puedan brotar y dar nuevos frutos en los que más lo necesitan, y en los que siguen Mi Camino con total confianza y dignidad.
Yo los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ahora se darán el saludo de la paz, para que la paz se establezca en Europa y especialmente, en Medio Oriente.
iLes agradezco!
Cuando las almas se entregan de verdad a Mi Corazón, asumen el compromiso de padecer junto a Mí, por la conversión del mundo.
Ese es el sentido oculto de la alianza que los corazones pueden realizar con Su Maestro y Señor.
En este sentido, no estoy hablando de un sufrimiento extremo, sino de un camino que se comenzará a recorrer después de que esa alianza sea establecida entre el Cielo y la Tierra.
La alianza Conmigo significa ofrecerse en silencio y con gratitud por todo lo que habrá que convertir y también por todo lo que tal vez no pertenezca al aprendizaje del alma o de la consciencia.
Esa alianza, que es vivida y aceptada por los Míos, es un paso de aproximación al camino de la muerte espiritual de sí y, sobre todo, un paso hacia la cristificación de la consciencia interior de cada ser.
Por eso, la alianza no puedo ofrecérsela a todos al mismo tiempo.
En esta ocasión, debo esperar el momento justo para poder pedir la alianza física y espiritual Conmigo; eso no significa que el alma se librará de todas sus pruebas. Quiero decir con esto que la alianza Conmigo requiere vivir pruebas mayores por la redención de la propia consciencia y también por la redención de la humanidad.
Esa alianza significa el momento culminante, la razón de dar un paso mayor en las posibilidades de amar y de perdonar.
La alianza Conmigo significará aceptar nuevos desiertos, vivir mayores sacrificios y ofrecerse como víctima justificable de Mi Amor para expiar los gravísimos errores de la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Siente Mi Corazón en tu corazón y mira interiormente cómo todo se pacifica.
No existe mal en el mundo que pueda ir más allá de la esencia.
Siente Mi Corazón obrando en tu corazón, llevando adelante la Obra de la redención del planeta.
En Mi Corazón guardo los Designios de Dios, y esos Designios los deposito en los corazones que se abren para recibirlos por más que no los conozcan profundamente.
Siente Mi Corazón en tu corazón y observa cómo todo cambia y todo se renueva, pues Mi ardiente deseo es darte a conocer el Reino de Mi Amor perpetuo, aquel Reino que quiero que las almas del mundo conozcan para que, finalmente, se entreguen a Mí.
Siente Mi Corazón manso dentro de tu corazón humano, llevando adelante los prodigios y las transformaciones necesarias.
Mi Corazón de Pastor aspira a realizar en cada ser el Proyecto de Dios. Por eso, todavía estoy a la espera de la entrega mayor de los corazones que me necesitarán en este tiempo final.
Siente Mi Corazón dentro de tu corazón y te aseguro que encontrarás siempre la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Y seré Yo quien te ayudará a cruzar la noche oscura del alma, a superar y a atravesar sus más fríos desiertos.
Y seré Yo quien te colmará por dentro y te dará la fuerza interior que necesitas para aprender, en Mi Nombre, a superar los obstáculos de la consciencia.
Y seré Yo quien te indicará el camino y no ninguna otra persona, porque la Luz que emerge de Mi Corazón es inextinguible.
Y seré Yo quien te quitará el vacío o la falta de amor, porque te colmaré siempre de cosas nuevas, de energías radiantes que solo provienen del Universo Espiritual.
Seré Yo quien te impulsará todos los días a ser nada y a ser todo para los demás, sabiendo que, en esta escuela de la Tierra, la primera lección es el amor del corazón.
Seré Yo quien te concederá la paz y el gozo de poder vivir en el Padre Eterno. Ya no habrá otro camino, sino solo el Camino del Maestro.
Seré Yo quien te secará las lágrimas y lavará tu rostro para que sigas adelante sonriéndole a la vida, a la plenitud del servicio; sabiendo que, en cada nuevo paso, así como en cada nueva entrega, estarás aprendiendo a morir interiormente por Mí, como Yo morí por ti en la Cruz.
Yo seré el nuevo cireneo que te ayudará a cargar con tu cruz, porque conozco tus miserias, pero también conozco tus destrezas. Lo único que quiero es que todo sea para Mí.
Seré Yo quien te concederá la Misericordia que necesitas.
Seré quien te abrirá la puerta para que algún día ingreses en el Reino Celestial.
Yo seré todo para ti, si Me lo permites.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Misericordia Infinita de Mi Corazón será lo que salvará a las consciencias.
Porque quien está dentro de la Misericordia de Mi Corazón no perecerá; al contrario, ganará fuerza interior para derrotar a Mi adversario.
Por eso Mi deseo es llevar esa Misericordia por el mundo entero, a fin de que las almas, razas y pueblos sepan que aún existe un portal de salvación que se abre a través del Amor de Mi Corazón por la humanidad.
La Misericordia de su Maestro y Señor es la Misericordia viva de Dios por toda la Creación. Es la Misericordia de Dios que existe por los que están en la Luz, así como por los que están en la oscuridad profunda.
Esa es la Misericordia transformadora que Yo espero que el mundo conozca para sustituir los errores y las guerras por el Amor y la Compasión que brotan de Mi Corazón.
Las almas que están en conflicto, o que viven los conflictos de estos tiempos, es porque aún no conocen el Don de la Misericordia del Señor, Fuente reparadora de los sufrimientos y curadora de todas las heridas que la humanidad se causa a sí misma.
Sea esta Misericordia el Don de los consecuentes Conmigo, y de los miserables, de los que están sumergidos en las guerras y de los que luchan con las armas.
Que Mi Divina e Insondable Misericordia toque a todos los corazones, para que no existan barreras físicas o espirituales entre las almas y Dios.
¡Les agradezco por guardar y por vivir Mis Palabras de corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Yo siempre seré ese Sol espiritual que iluminará la noche de los tiempos.
Quien se deja bañar por la luz de ese Sol alcanzará la vida eterna, borrará de su interior todo el pasado, y en el mañana será verdaderamente otro.
Soy ese Sol espiritual que todo abarca, que todo sabe y que todo comprende.
Quien vive a través de este Sol ya no tendrá huellas del pasado, sino que sabrá seguir los pasos del Maestro, rindiéndose a Su invencible Amor.
Soy ese Sol espiritual que disipa cualquier tiniebla; que da calor a los corazones fríos; que ilumina los caminos de los que aspiran a alcanzar algún día la libertad de sí.
Soy ese Sol espiritual que todo compenetra; que trae códigos nuevos y que renueva, sí o sí, todo lo que toca. Porque los rayos de Mi Sol provienen del Sagrado Corazón que se dona todo el tiempo, más que cientos de soles en el Universo.
Soy ese Sol espiritual que disuelve los infiernos, que da vida a lo que antes estaba muerto.
Soy el Sol que siempre reinará por encima de toda oscuridad. Porque quien se deja iluminar por este Sol recibe los rayos de Mi Gracia y algún día despertará a la Cura, a la elevación de la consciencia.
He aquí el gran Sol de Mi Corazón que se dona en la Eucaristía, en la comunión perpetua; que puede arder como fuego de devoción en el interior de cada ser.
He aquí el Sol que les trae la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mientras sus voces le cantan a Mi Corazón, faltas graves hoy son perdonadas por el afluente de Mi Misericordia.
En este día de celebración especial, su Maestro extiende Sus Brazos hacia el mundo para poder bendecirlo y absolverlo de sus más recalcitrantes pecados mortales.
De esa forma, por la fuerza de la oración de los orantes del mundo, su Maestro y Señor los hace participar a todos de la comunión expiatoria para estos tiempos en los que las almas deberán alcanzar el mayor grado del Perdón de Dios.
Es así que, en este día, en el que Mi Insondable Misericordia concede a los pecadores el perdón de sus errores y de sus faltas cometidas, Mi Corazón Paternal recoge de los corazones nobles y simples, las plegarias que los ayudarán, a ellos y a sus hermanos, a seguir librándose de las cadenas de la ilusión y de la perdición.
Quien hoy haya concebido en su interior la Gracia de conocer Mi Divina Misericordia, sepa que la conocerá, no solo por el poder que ella adquiere, sino también por el alivio espiritual que ella concede a quien confía en Mi Corazón.
Es así que hoy, vuestro Maestro y Señor les concede la paz y el honor de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo Mensaje
Escucha la Voz de tu Maestro y hazla parte de ti en cada momento.
Yo Soy el Señor del Universo y el Redentor del Mundo que viene en este tiempo a sumergirse en los abismos internos en donde las consciencias viven su realidad, en donde deben enfrentar lo que nunca enfrentaron y desde donde deben buscar la salida hacia Mi Corazón Sagrado.
Yo Soy el Señor del Universo y vengo a sumergirme en los abismos más oscuros de la consciencia planetaria e intento, a través de Mis discípulos, retirar a las almas de la perdición.
Nadie está libre de vivir su propio abismo y de poder conocerlo en cualquier momento de este tiempo final.
Deben animarse a vencer esas dificultades por intermedio de Mi Amor Misericordioso.
Porque Mi Amor Misericordioso es una llama incandescente que todo ilumina, que todo transforma y pacifica.
No hay otro remedio que puedan buscar, sino esa llama Misericordiosa de Mi Corazón, que en este momento se irradia al mundo para poder ayudarlo.
Vivan entonces la transición de estos abismos de la consciencia y del gran abismo de la humanidad, en el cual millones de almas están sumergidas sin siquiera percibirlo.
No teman conocer esa verdad que es el abismo de la consciencia humana. No teman atravesarlo.
No teman cruzar ese desierto en donde algún día se sentirán solos, como si nada tuviera sentido ni respuesta.
El mundo y su humanidad nunca enfrentaron este abismo, en ningún otro tiempo ni en ninguna otra época.
Son parte de una transición definitiva que camina rumbo al gran despertar.
Para eso, deberán trascender los obstáculos, deberán saber superar las pruebas, deberán saber estar por encima de los desafíos.
Por eso Yo no Me cansaré de buscarlos y de llamarlos.
La humanidad es un gran abismo que debe ser revertido por el Amor y la Luz, por el triunfo de los corazones pacificadores, por la donación absoluta de los servidores, por la expresión del amor de los corazones, en todos los sentidos.
Y aunque su propio abismo interior les pueda doler, sigan adelante.
No hay mayor abismo que el que vive este mundo en este momento, de donde muchos no consiguen salir por no tener fuerza interior o valentía para poder hacerlo.
El gran abismo de la humanidad es el espejo de la purificación planetaria, de esas raíces tan profundas que en este tiempo deberán ser retiradas del suelo para que la tierra sea arada y se siembren nuevas semillas de Luz y de despertar, se siembren nuevos conocimientos, nuevas formas de vida que hasta ahora la humanidad no ha vivido y no ha conocido.
Por eso, ante el abismo interior de sus consciencias, deben hacer brillar el Sol interior, aquella Estrella que el Padre les entregó, su esencia, que es el principio de toda la Creación y de esta vida universal.
Aférrense al Sol de su esencia interior y superen los abismos de estos tiempos, para que así aprendan a superarlo todo y a ayudar a los que no lo conseguirán hacer por sí mismos.
Yo les doy las herramientas más emblemáticas para que lo puedan hacer, para que puedan trascender los tiempos primero en ustedes mismos y después en la humanidad.
Yo les doy la llave de la Comunión Conmigo todos los días, porque es algo que se vuelve inextinguible ante la oscuridad, porque es el Amor que triunfa en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo cuando cada ser comulga Conmigo con humildad y en penitencia.
Les doy la llave de la Adoración, para que puedan encontrar Mi Existencia en la Eucaristía, Mi Espíritu y Mi Divinidad en todo lo creado, para que crucen el portal hacia Mi Reino.
Cuando sus ojos contemplan Mi Cuerpo Vivo, todo Yo lo puedo renovar, aunque parezca imposible.
En ese ánimo de poder superarlo todo con humildad y valentía, no teman sumergirse en el abismo de la humanidad, porque algunos, en representación de la mayoría, deberán aprender, por todos los medios, a buscar la salida hacia el nuevo portal en donde el Sol de Dios despuntará en el horizonte para disipar las tinieblas y los abismos de la consciencia.
Por Mi Dolorosa Pasión ya tienen la base para poder hacerlo.
Su Maestro y Señor conoció el abismo de la consciencia humana y del planeta, padeció y sufrió esa realidad, pero nunca, nunca se dejó vencer, sabiendo que el Padre lo había colocado ante una prueba de gran Amor.
Que ese Amor que viene de Mí, nunca se vacíe en ustedes, sino que él aumente en grados y en pasos de confianza y unidad.
Ya están aprendiendo a acompañar a su Maestro en una Obra que es por toda la humanidad y que no se restringe a un grupo de almas, a una comunidad o a un centro espiritual; estamos hablando de cosas grandes y desconocidas, de tener la visión en el todo y no solo en un solo lugar, de ampliar la consciencia, así como la amplía Dios para abrazar a Sus hijos en el amor y en la paz.
Así, vengo a darles las mismas fuerzas internas que Yo recibí durante Mi Agonía, para que aprendan a soportarlo todo, al menos por Mí; para que aprendan a vivirlo todo, al menos por Mí, y así puedan en este tiempo dar grandes testimonios de amor y de trascendencia, más grandes que los que Yo viví en el pasado.
Porque lo que ustedes viven en este tiempo, como humanidad y como planeta, Yo no lo podría haber vivido en aquel tiempo, ni en el Huerto Getsemaní, ni en la Pasión.
Lo que debe definirse en este tiempo es muy grande y supera todas las fronteras y todos los límites.
Por eso, el trabajo de vencer la dualidad interior será muy esforzado, el trabajo de mantener un equilibrio será muy grande, y todo eso será por un Propósito Mayor que Yo deseo concebir en las almas del mundo y en los que despiertan.
Tengan ánimo para vencer los abismos de la consciencia humana y de no tener restricciones para pedir perdón cuántas veces sea necesario, porque así sus corazones estarán en la paz, estarán en el bien, estarán en Mi Misericordia.
No dejen de atravesar estos abismos del final de los tiempos, porque del otro lado los espera su Maestro y Señor para conducirlos hacia la Luz que es eterna e invencible.
Es así que los vengo a fortalecer con todos los impulsos posibles para que en este tiempo den testimonio al mundo de su transformación y que no solo sea una teoría, sino una realidad que motive a otros corazones a vivir la gran transformación.
Que sus esencias sean las que hoy estén en lo alto del Cielo, en lo más sublime del Universo, para que puedan brillar y así sus abismos internos se cierren para que reinen la paz y la Luz.
Reciban, entonces, Mi Bendición Sacerdotal, recordándoles que esta Maratón es un momento de gran reflexión para las almas a fin de prepararse para dar un nuevo paso, aunque crean que no están prontos.
Yo los bendigo y les doy Mi Misericordia a todos los que escuchen en el amor y en la fe, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos:
No hay mal que pueda reinar en los corazones valientes en Cristo, porque esa valentía interior solo proviene de la unión con Cristo y eso la hace verdadera y, al mismo tiempo, simple.
No hay nada que pueda destruir esa unión con Cristo, nada que la pueda disolver o hacer desaparecer. Cuando esa unión es sincera y honesta, nada puede interferirla.
No existe nada visible o invisible que pueda obstruir o corromper esa unión íntima con Cristo, porque la base de la fe la hace invencible y, al mismo tiempo, duradera.
No hay nada semejante o aparente que pueda oponerse a los valientes de Cristo, o invadir esa unión esencial con Mi Hijo. Si existe esa poderosa alianza con Cristo, todo será más fuerte y las experiencias de amor serán inolvidables.
No hay nada que pueda perturbar o romper esa unión espiritual con Cristo, porque existe esa comunión perfecta con Su Divina Persona y así se establece la unión con Su Altísima Divinidad.
Por eso, no hay nada que modifique o altere esa unión íntima con Cristo, porque existe la confianza en el Ministerio de Su Gracia y en la Obra de Su Misericordia.
Confíen, hijos, en esa unión y fortalézcanla todos los días, a fin de que siga triunfando el Amor insondable del Sagrado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis Palabras de Luz caerán en estos días como gotas de sangre, y será tan semejante como al momento de la Pasión dolorosa de su Señor.
Cuando eso suceda, deberán estar postrados ante Mi Corazón, porque su Maestro no solo transmutará el dolor humano y planetario durante los días de la Sagrada Semana, sino que también cada palabra que pronunciaré estará llena del Amor y de los méritos alcanzados por el Redentor.
Que Mis Palabras de Luz los guíen y, al mismo tiempo, los conforten.
No pierdan ni una Palabra de su Señor, porque la preciosa Sangre del Cordero estará siendo nuevamente ofrecida al Padre por la expiación de los hombres ingratos.
Solo les pido que Me acompañen con consciencia, amor y ardor en el corazón.
Solo les pido que se entreguen a Mí, para que Yo Me pueda entregar al mundo en Misericordia y Perdón.
En este tiempo vengo hacia ustedes diferente a otros tiempos, trayendo entre Mis Labios la Palabra Divina impregnada con preciosos códigos lumínicos de la Fuente. Es así que nada, absolutamente nada, se desperdicia.
Sé que muchos esperarán con fervor que Yo les hable a lo más íntimo del corazón para que ustedes sepan en qué punto se encuentra su redención y entrega.
Renuncien en esta próxima Sagrada Semana y reciban Mis impulsos de Amor como las señales verdaderas, las que les indicarán el próximo paso.
Para eso, estén atentos, despiertos y no dormidos físicamente, porque Mis Sagradas Palabras de Luz estarán siendo divinas gotas de Sangre que lavarán sus cuerpos, purificarán aún más sus mentes e iluminarán sus espíritus, así como lo espero, cumpliendo la Voluntad de Mi Padre.
Regocíjense en Mí.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijos:
Ciertas consciencias terrestres que antes manejaron con severidad el poder humano, en este ciclo requerirán de un esfuerzo exigente para desprenderse de esa actitud tan arraigada.
Lo mismo sucede cuando el ser, manejó y generó, por mucho tiempo, otras actitudes que no eran espirituales ni evolutivas.
Aquella consciencia que a pesar de sus acciones o de sus errores, se rinda a los Pies del Señor, ore y confíe en el único Poder soberano de Dios, será ayudada y se librará de esas antiguas cadenas.
Ciertos aspectos de la consciencia humana son desconocidos y en este ciclo de Armagedón se muestran con la fuerza y con la autonomía que ellos tienen. Son como personas independientes que siempre hicieron lo que quisieron, que siempre conquistaron lo que quisieron conquistar.
Pero, en esta última era de la humanidad, el principio de la Ley de la Purificación planetaria llega para expurgar, de los que acepten, todas esas actitudes humanas, a fin de que se establezcan los verdaderos códigos de la espiritualidad y de la vida crística.
El primer paso, aunque no sea consciente, es aspirar a desprenderse y a librarse de lo que ata a la consciencia desde hace mucho tiempo.
La rendición ante el Sagrado Corazón de Jesús ayudará a solventar los movimientos que provocan la acción de esos aspectos, trayendo la paz y la confianza de que, algún día, el viejo hombre morirá y nacerá el Nuevo Hombre lleno del Amor de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Concentra tu atención en Mi Corazón, que es el predilecto refugio de las almas simples y amorosas.
Unido a cada una de ellas, su Maestro y Señor hace prodigios, porque, así como las almas buenas entran en Mi Corazón, Yo puedo comulgar de las almas humildes.
El primer paso es sentirte dentro de Mi plenitud celestial.
El segundo paso, para estar en Mi Corazón, es reconocer el Océano de Mi Misericordia porque allí todo se lavará y estarás purificado.
El tercer paso es perdonarte a ti mismo o al semejante y establecer, así, un acto de reparación capaz de disolver los sufrimientos humanos para que reine el Amor de Dios.
Entra en Mi Corazón en confianza y, allí, todo se aclarará desde el primer momento.
Siéntete partícipe de la Obra de Mi Misericordia para que, por medio de tu alma, esa Obra de Misericordia y Redención se refleje al mundo.
Decídete, ahora, a permanecer en Mi manso Corazón y Yo te abrigaré y te protegeré de las tempestades del espíritu.
Comulga Conmigo en este día y siéntete renovado por la acción poderosa del Espíritu Santo.
Ten mucha fe.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice y los absuelve,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El Señor se agrada por quien siempre se sacrifica de corazón y nada reclama.
El Señor se siente amado por quien se sacrifica y acepta con alegría cada nuevo desafío; porque, al fin de toda labor, aquel que en verdad se entregó sin condiciones ni reglas, descansará en los Brazos del Señor.
Vive con alegría y no con incomodidad todo aquello que te pidan que hagas porque, en verdad, detrás de cada pedido existe una coyuntura cósmica ajustada por la Voluntad de Dios.
Vive el sacrificio como un acto de reparación permanente del Corazón de tu amadísimo Señor Jesucristo y así encontrarás las puertas abiertas hacia Su Divina e Infinita Misericordia.
Cada vez que no vives o que rechazas mentalmente algún sacrificio, pierdes la gracia de aprender a liberarte de ti mismo y de todas tus condiciones humanas.
Ten lo siguiente bien claro dentro de ti, los verdaderos obreros de Cristo se sacrifican dos o más veces que el resto y ellos reciben del Señor todo lo que necesitan espiritualmente. Cada sacrificio, que ellos viven, hace que no teman el morir para sí porque en realidad son parte del Cuerpo Místico de Cristo y eso los santifica, día a día.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dejen que Mi Espíritu los invada completamente, para que puedan comprender lo que hoy necesito.
Dejen que Mi Corazón los colme y los transforme, a fin de que en ustedes se pueda crear un nuevo ser.
Yo vengo a estar sobre Argentina porque lo necesita para este tiempo final y sus corazones también lo necesitan, para que puedan aprender a vivir en Dios y así saber cumplir Su Propósito, que llega en estos tiempos a llamar a todos los corazones, a todas las vidas que se abran para unificarse Conmigo en el Amor y en la Verdad.
Pero hoy, no solo vengo por ustedes, compañeros; también vengo por los que ya Me siguen, por los que están viviendo sus pruebas, por los que están enfrentando su transformación.
Pero sepan que todo está en su lugar, tanto lo que vive el mundo como lo que ahora viven ustedes en este tiempo de transición, en donde las almas y los corazones deben aprender a amar, como nunca antes han amado.
Por eso sean fuertes, sean valientes y den los pasos definitivos hacia Mi Corazón, Yo los ayudaré compañeros.
Yo estoy aquí extendiéndoles Mi Mano para que la tomen fuerte y sepan caminar Conmigo en este tiempo de tinieblas, en este tiempo de desafíos; en el que ni siquiera ustedes saben que es lo que sucederá de aquí a un segundo.
Por eso vivan en la Fe, vivan en el Amor y aspiren todos lo días por la Divina Unidad, para que Mi Padre los pueda recibir con Sus Brazos abiertos; para que Él les pueda entregar sus Gracias y para que en este tiempo se forje en ustedes el nuevo hombre, aquel hombre que está libre de amarras, de cadenas y de prisiones.
Permitan que el Fuego de Mi Corazón los traspase profundamente.
Permitan que Mi Luz los compenetre desde la esencia, hasta el espíritu: que todo sea modificado, que nada se cristalice, que todo se transfigure y que todo se polarice hacia la Luz, para que puedan conocer en el próximo tiempo Mi Reino; aquel Reino que Yo he hablado en tiempos pasados a los apóstoles y a todos los que tuvieron la Gracia de escuchar Mi Voz en el Nombre de Dios.
Vengo para entregarles lo mismo, Vengo para darles Mi Legado.
Necesitan aprender a vivir en la Ley y a no salir de ella. Si están en la Ley, estarán protegidos y no tendrán que sufrir compañeros.
Acepten este tiempo de transformación como algo único y ya no hagan sufrir a sus hermanos; al contrario, que ellos puedan sentir su amor, su transparencia y su humildad que deben hacer de sus corazones, que debe surgir de sus esencias, para que el viejo hombre muera y surja el verdadero espíritu; aquel espíritu que recibirá los dones de Dios, aquel espíritu que formará parte de la nueva humanidad y de la nueva Tierra.
Mientras tanto, transfórmense, transfórmense mucho, pero de verdad, háganlo por Mí y por sus hermanos.
Demuestren a Dios que están comprendiendo y ya no pierdan tiempo, porque Mi Retorno está próximo y Yo los necesitaré verdaderos; tan verdaderos, tan cristalinos como el agua que surge de las entrañas de la tierra y que les da beber de la vida, que les quita la sed, que los cura y los redime.
Compañeros Míos, sean el bálsamo de Dios; sean curadores del nuevo tiempo por medio de la oración y no de las palabras; sean servidores del ejemplo y de la caridad; que los corazones del mundo puedan sentir las expresiones de su amor, para que todo se vivifique y se redima como Dios, nuestro Padre, que está en los Cielos lo necesita.
Atraviesen, compañeros, el puente sobre los abismos y únanse en lazos de amor y de unidad para que puedan atravesarlo sin miedo y sin dudas.
Porque si su Fe es fuerte, nada les atormentará, y tendrán firmeza y coraje para poder atravesar muchos puentes más; puentes que los esperan mas adelante, en el próximo tiempo, cuando todo termine de definirse.
Hoy vengo aquí por ustedes y por el mundo, con este mensaje para despertar en cada corazón humano la consciencia del Amor; un Amor que los hará libres, un Amor que los quitará y los sacará del cautiverio en el cual puedan estar en este tiempo.
Pero sigan confiando en Mi Divina Misericordia porque así Yo siempre los ayudaré.
Mientras les hablo vengo a liberarlos de las prisiones de aquello que los acongoja, de todo lo que perturba el corazón. El tiempo que se aproxima no será fácil. No puedo prometerles la vida eterna sobre este planeta en llamas y en tribulación; pero puedo prometerles Mi Reino, mientras estén aquí, sirviéndome incansablemente.
Les pido que crezcan no solo de corazón, sino también en consciencia, sabiendo en este tiempo discernir con sabiduría; para que cada prueba que vivan compañeros, la sepan superar y no se coloquen ustedes mismos en un constante naufragio que no existe, que solo vive en la mente.
Permitan en este tiempo que la Jerarquía espiritual abra las puertas a lo desconocido y los secretos puedan ser develados, porque así sus espíritus se elevarán y no estarán tan inmersos en esta materia que los ata a la perdición y que no les permite dar el paso a la verdadera entrega.
Como a Mis apóstoles, Yo les vengo a pedir lo que es simple, lo que nace del corazón; por eso crean en lo que les digo, porque así se cumplirá.
Ya no se dejen engañar, abran los ojos para poder mirar hacia el infinito y encontrar así su verdadero origen.
Vinieron aquí a este mundo para experimentar el amor y el perdón, la aceptación, la compasión, la entrega y la consideración con el semejante.
Si el mundo no se une en este tiempo, no podrá sobrevivir; así como ustedes hoy se unieron en Mí y Yo me puedo unir a ustedes compañeros.
Hagan vivir este ejemplo a sus hermanos y a sus familias, porque lo necesitarán. En esa hora ya no podrán existir divisiones, conflictos, ni dudas. En la hora más culminante de la Tierra, deberá prevalecer la Sagrada Unidad. Eso los hará fuertes los hará invencibles y sabrán de esa forma esperarme, hasta el último segundo cuando Yo ponga Mis pies sobre este planeta.
Vengo a Argentina porque la amo y necesito de su respuesta incondicional, para poder llevar adelante Mi Obra Redentora en esta parte del mundo.
Les envié a la Mensajera fiel de Dios, para que la pudieran escuchar, ahora Yo vengo a su encuentro para que también Me escuchen con el sagrado ardor del corazón y con la devoción plena de Dios.
Vengo a traerles lo nuevo y lo que aún no conocen, Vengo a traerles lo que nunca han vivido en esta vida. Les ofrezco la comunión con Mi Sagrado Corazón, para que se animen todos los días a amar un poco más de lo que creen que aman.
Sean compasivos con los que sufren y no le reclamen, sean compasivos con los que sustentan Mi Obra y no les reclamen; porque en ellos He puesto el peso de Mi Cruz, para que la carguen Conmigo hasta el final, aunque nadie lo comprenda.
Pero Yo no dejaré solos a los que les he confiado Mi Reino, así como hoy les confío a ustedes el Reino, compañeros Míos.
Vivir para Dios es una responsabilidad máxima, pero en su fondo está lleno de Su Gloria , de Su felicidad celestial.
No quiero que en este tiempo, pierdan la oportunidad de crecer interiormente y de hacer todas las cosas por amor y no por fuerza humana. Unan sus manos y sean una sola familia, para que Nuestros Sagrados Corazones puedan estar aquí, entre ustedes, todo el tiempo.
Quisiera que fueran un espejo de Mi Corazón sobre este planeta que está agonizando y muchos no lo quieren ver.
Salgan de sus casas, crucen las puertas de sus hogares y encontrarán la realidad de la cual Yo les hablo en este mismo momento. El sufrimiento y el dolor se ha expandido sobre el mundo y en todos los seres.
Ustedes deben ayudarme a aliviarlo y a no generarlo. Ustedes deben ayudarme a extirparlo y a no crearlo. Sean generadores en este tiempo de la Divina Misericordia de Mi Corazón para que Yo pueda estar presente en los que más necesitan de la Cura y de la Redención.
A los que ya Me siguen desde hace tiempo les digo: Usen las herramientas que Dios les entregó y podrán superar todos los tiempos y todas las pruebas.
Honren el Legado que les fue entregado en sus manos durante tantos años y pónganlo en práctica, así Me ayudarán a que Mi Obra y Mi Misión se expanda en el mundo y no se restrinja por sus formas.
Beban en esta hora, de la fuente del conocimiento que les traigo y se podrán transformar; pero permítanme compañeros, que Yo pueda entrar en sus corazones y vidas y así Yo podré borrar lo que los hace sufrir y lo que los perturba.
Si el mundo escuchara Mis Palabras ya sería otro. Si el mundo viviera Mis Palabras, ya sería otro. Pero sé que eso dependerá de Mis compañeros y de Mis servidores.
Que esta misma Gracia que Yo les traigo, de forma incondicional pueda llegar a los que más la necesitan.
Hoy tendré la Gracia de bendecir una familia, en nombre de muchas más, para que la cura de Mi Sagrado Corazón se establezca en los que aspiran algún día encontrar la paz.
Hoy las ungiré con el aceite de la reparación, de la misma forma que las santas mujeres ungieron Mi Cuerpo en el sepulcro, para dar honra y gloria a su Redentor.
Hoy consagrando a esta familia, consagraré a las familias del mundo para esta Natividad; para que esta misma oportunidad de redención, de perdón y de reconciliación compañeros, llegue a las almas que desesperan y que no tienen Luz interior.
Que se puedan abrir las puertas para la cura de las almas y que todo se pueda renovar.
Que se puedan abrir las puertas a la reconciliación y que todos se puedan perdonar.
Porque Mi deseo es poder vivirlos plenamente y sin restricciones; así como lo pude vivir en muchos corazones de hombres y mujeres imperfectos, pero santos, que vivieron Mi dolorosa Pasión.
Hoy establezco, por intermedio de este aceite, la consagración divina de esta familia que he escogido a pedido de Mi Padre, para que muchas familias más despierten al verdadero amor y al perdón.
Ofrezco esta consagración por la gran familia de la Comunidad de la Nueva Tierra, y deseo, que este aceite pueda ungir a los que están enfermos en ese lugar; y deseo que sepan que no Me he olvidado de nadie y que llegaré hacia ellos a su tiempo, para llevarlos Conmigo a una nueva vida, libres de sufrimiento, libres de la perturbación, del dolor y de la angustia.
Que las alas de esas almas que están enfermas en la Comunidad Nueva Tierra se puedan abrir, porque les ha llegado la hora de dar grandes vuelos hasta Dios, el Creador.
Mi último deseo compañeros, antes de esta unción especial por las familias del mundo y por los niños, es que sepan que esperaré a Mis compañeros, a Mis seguidores y a las familias en el Reino de Aurora durante este mes de diciembre; para que puedan ver a su Señor caminando entre los naranjos, viviendo y sintiendo en los corazones que creen en la cura interior y en la redención; para que brote en ellos la Nueva Aurora, el nuevo amanecer en cada ser.
Señor Todopoderoso, que te dignaste estar presente en el Cuerpo y la Sangre de Tu Hijo, por medio de la Pasión, la Muerte y la Resurrección, Te pido, Padre, en esta noche que bendigas a la Argentina para que ella ingrese en el proyecto de Tu Tierra Prometida. Amén.
Yo les doy la paz para que la vivan, la experimenten, y la den todo el tiempo a sus hermanos.
Deseo que también lleven medallas de Mi Glorificado Corazón para la Comunidad Nueva Tierra; porque Mi aspiración es estar sobre el pecho y los corazones de Mis hijos para protegerlos y acompañarlos más de cerca.
Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Y les agradezco en esta noche por haber buscado Mi paz y Mi consuelo.
Yo entrego, para los que más necesiten, Mis Sagrados tesoros y entregando esos tesoros, puedo renovar todas las cosas. Por eso todo lo que reciben en este tiempo es único. Desde lo que proviene del espíritu, hasta lo que recibe la materia, todo puede ser bendecido por Dios, cuando tan solo abren sus corazones.
Mi Poder puede expandirse y llegar a los lugares más lejanos de la Tierra.
Con esto vuelvo a repetirles de la importancia de Mis seguidores en este tiempo dentro de la Obra de la Divina Misericordia.
Esta Obra es formada por el Cuerpo Místico del pueblo de Dios y puede expandirse cuando sus corazones están receptivos a la convocatoria que proviene del Universo.
Hoy, de nuevo el mundo recibió una gran ayuda, porque cuando sus corazones se unen en la verdad, Yo puedo hacer muchas más cosas de las que pensaba; puedo llegar hacia aquellos espacios en donde no habita ni siquiera una gota de luz.
Quiero que comprendan con esto el significado de la Obra de Mi Misericordia, que viene para abrazar al mundo y transformarlo completamente, así como Mi Padre lo desea.
Hoy han hecho sentir a Mi Corazón algo inexplicable, que brota y que nace de las esencias cuando invocan en unidad y amor el nombre del Hijo de Dios; esto recrea a la Creación porque las vibraciones sutiles llegan al planeta, penetran en la consciencia espiritual de la humanidad y las almas se liberan de sus opresiones y sufrimientos.
Por eso nunca teman expandir sus corazones. Es eso lo que Mi Padre les pide a través de Mi Corazón, porque en la expansión del corazón se encuentra la libertad y ya no será necesario que busquen la verdad, porque la estarán viviendo cuando sus corazones se expandan, cada día más.
La expansión del corazón es como un nuevo sacramento que las almas pueden vivir cuando tan solo se entregan en absoluta confianza a los brazos de su Creador. No se imaginan, compañeros cómo Mi rival es derrotado y sus planes más impuros se rompen, se desvanecen, y desaparecen del consciente de la humanidad.
Mi nombre, que fue entregado por el Arcángel Gabriel, no tiene obstáculos, ni barreras. Quien invoca Mi nombre está dentro de Mí, y Yo puedo estar dentro de él, en profunda comunión con la Creación.
Mi nombre es bendito porque emanó de la Fuente. Ustedes también guardan en su interior, sus verdaderos nombres sagrados, aquellos nombres que en el principio de sus esencias emanaron de la Fuente de la Creación, y ustedes se tornaron vida, consciencia y energía.
Quien invoca Mi nombre, encontrará su nombre sagrado; sabrá que es lo que ha venido a hacer en este tiempo, lo que ha venido a cumplir como absoluto servicio a Dios.
Sus nombres sagrados guardan una historia, que en este momento los velos de sus consciencias no ven. Pero esos velos serán retirados y la humanidad entera sabrá en verdad quién ha sido; no habrá misterios, todo será develado,pero si trabajan para Dios de corazón, todo se cumplirá, todo tiene su tiempo, su momento y su lugar.
Sigan propagando la fe en el mundo, y el bendito nombre de su Señor, Jesucristo, para que la Tierra pueda seguir siendo repoblada de los designios de Dios, los cuales necesita para alcanzar su libertad y poner fin al cautiverio.
Hoy he llamado a siete de los doce Padres Creadores para que estuvieran aquí, junto Conmigo, en alabanza y adoración a nuestro Padre que está en los cielos, que trae la buena nueva por medio del Verbo Divino y de la Sagrada Palabra de Su Unigénito.
Los siete Padres Creadores representan el ciclo de la renovación, cada uno de ellos aporta para la humanidad, una nueva experiencia y una nueva misión que el mundo descubrirá en los próximos ciclos que vendrán. Por eso la importancia de expandir sus corazones, para que no pierdan estos impulsos que vienen del Universo y que intentarán hacer de las almas el verdadero ejemplo de la redención y de la paz, energías sublimes que el mundo necesita en este tiempo.
Cada Padre Creador, cada Arcángel de Dios, llega para evitar algo en el mundo.
Ustedes pueden, con sus corazones, y aun más con la expansión de sus corazones, cambiar la historia de esta humanidad, por el servicio incondicional, por la caridad verdadera, por las obras de la misericordia. Todo estará siendo ofrecido para todos.
Quien quiera dar el próximo paso que lo haga. Mi Corazón que es Misericordioso y Glorificado, tiene Sus puertas abiertas para acoger, en Su interior, sus aspiraciones, las cuales Yo revestiré de nuevas formas, para que aprendan, en este ciclo, a vivir de Mi Voluntad.
El planeta, su humanidad y este tiempo, necesitan de servidores plenos, llenos de un espíritu incondicional que siempre los transformará, que no los atará a la vida terrestre ni tampoco a las formas arcaicas.
Ese espíritu, que es transformador, es uno de los Dones que ayer Yo les entregué a sus corazones. Recuerden ese impulso y vivifíquenlo, para que la Obra de Mi Misericordia pueda seguir expandiéndose en el mundo.
Dedico este mensaje a Mis seguidores, para que sientan y sepan que están siguiendo el camino correcto cuando pueden ser abrazados solamente por Mi Voluntad, así renunciarán a su voluntad para que los designios del Padre se manifiesten sobre la superficie de este planeta y formen parte de la nueva comunidad esenia, la comunidad esenia de la paz, la que dará continuidad a la obra de la misericordia y de la redención que los primeros esenios cumplieron en los tiempos antiguos.
Ser un esenio de la paz es vivir lejos de las formas terrestres, de todos los ideales que quieran constituir su propia voluntad. Sé que en ese punto aun deberán trabajar compañeros, por eso les vuelvo a repetir de la importancia de expandir sus corazones para que la Obra no se detenga.
Quien abre su corazón a Dios comprenderá lo que es desconocido, así como lo hicieron los antiguos apóstoles, que en su más grande ignorancia, recibieron en su interior la sabiduría de todas las cosas, aunque no las hayan comprendido.
Trabajar para el Señor Jesús, es un desafío. Por eso vengo a llevarlos hacia un nuevo rumbo, hacia un nuevo destino que nunca vivieron, que nunca aprendieron. Entréguense a ese nuevo proyecto que está dibujando Mi Corazón, para que puedan ser partícipes de Mi Obra de redención.
No teman renunciar, porque descubrirán en ustedes mismos, que podrán hacer muchas cosas más de las que hacen y así se librarán de las cadenas de estos tiempos.
Cuando sus corazones se expanden, el amor se expande; por eso las súplicas, las oraciones, la adoración y la alabanza expanden los corazones de los hombres, para que reciban en su interior el Reino de Dios, que es lo que en este tiempo, y en esta era, los alimentará espiritualmente y tendrán fuerza, coraje y valentía como las han tenido hasta ahora, para seguir Mis pasos.
Aceptan forjar aún más sus espíritus para la transformación?
- Si
No saben lo que dicen (Jesús está sonriendo).
Lo mismo le pregunté a Mis apóstoles, y Pedro creía que lo podía todo, hasta que se dio cuenta, que sin Mí, sin estar en Mí, nunca podría nada. Por eso le entregué la llave de los cielos, porque cuando él comprendió de lo que Yo le hablaba, le entregué Mi legado, para que a través de los tiempos diera a conocer la buena nueva y el evangelio del Hijo de Dios.
En Mi piedra más dura construí Mi nueva Iglesia, y ustedes que ya se quebraron algunas veces por dentro, Yo he construido nuevas cosas, tengan fe en eso. No piensen que la vida solo es una lamentación. No solo los llamo a vivir el sacrificio, sino también la alegría de estar sirviendo en la obra de la redención, y de expandir ese amor al mundo que tanto lo necesita.
En esta hora, abriendo las puertas a la Iglesia Celestial, ingresemos, apóstoles Míos, al templo de la adoración, al templo de la alabanza, al templo mayor de la gratitud. Porque Dios los ha convocado, y Su amado Hijo los visitó para recordarles ese compromiso.
Que cada uno cumpla con su parte en este Plan de Amor por la humanidad.
Que se enciendan en su interior los Cristos del nuevo tiempo, y que la tierra prometida, la que será impregnada, por los mil años de paz, pueda ser vista y descubierta por todos los hombres, bajo el espíritu de la fe, de la sabiduría y del amor.
Agradezcamos a Dios por este momento y por todas las gracias que Él aun derrama en el mundo, a pesar de los errores de los hombres y de las naciones. Bienaventurados son los que expanden sus corazones, porque estarán atrayendo para sí el Reino de Dios.
Que el planeta sea hoy nuevamente irradiado por la alabanza, la adoración, y la gratitud a Dios.
Que el santo nombre del Hijo del Padre sea escuchado en los cuatro puntos de la Tierra, para que las almas despierten, a la redención y al amor y se establezca la Sagrada Familia Universal.
En Mi Iglesia Celestial se reciben todas las alabanzas, y esta oferta es respondida por las Gracias de Dios.
Que se abran las puertas de Mi Iglesia Celestial, (y) que los ángeles reciban de sus manos este ofertorio.
Que sus corazones se expandan, para que el amor pueda crecer y ya no existan obstáculos, sino lazos de amor entre los hombres, la naturaleza y el planeta.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más