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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo Soy el Cáliz Virginal que guarda en sí mismo la sangre de los inocentes y de los mártires, que son contemplados por Dios en este tiempo. Sé que este misterio es muy amplio para ustedes, tal vez abstracto y complejo, pero para el corazón que está unido al Corazón de la Madre no lo es.
Ustedes, hijos Míos, saben más que Yo cuánta sangre inocente corre hoy sobre este mundo, porque la impunidad ha tomado la mente de muchos gobernantes y esa tenebrosa bestia debe ser extirpada del planeta.
Por eso, hoy les presento las siete espadas en Mi Corazón, los siete grandes pecados capitales de estos tiempos, que gravemente se han ampliado en la consciencia de la humanidad al haberse alejado del amor, de la unidad y de la verdad.
Llevo estas siete espadas, que atraviesan el Corazón de su Madre Celeste, en el más profundo silencio de Mi Espíritu, porque no hay nadie más grande que Mi Hijo que haya vivido algo tan verdadero por cada uno de ustedes como Él lo hizo en la Cruz, sin medir sus esfuerzos o fatigas, sin medir hasta dónde Él podría dar la vida por ustedes.
Por eso, este es el Cáliz Virginal que hoy les presento, el relicario del Corazón de la Madre Celestial que no solo guarda los códigos de los santos inocentes y de todos los mártires que profesan su fe en Cristo y que, por diferentes circunstancias, hoy ya no están en este mundo; sino que, este Sagrado Cáliz Virginal, es adorado por los ángeles del Cielo como una de las reliquias del Arca de la Santa Alianza.
Vean a través de este ejemplo, hijos Míos, cómo el dolor y el mal de este mundo se transforman en Amor y en Misericordia, cómo el Poder Creador tiene la autoridad de poder transformar todo.
Porque ese Poder, que viene de la Creación, no es autoritario; es el Gran Poder del Amor que pulsa en el corazón del centro de esta Galaxia, llamado Sol Central, que irradia a este plano material los códigos de la vida y de la transfiguración de todas las consciencias físicas.
Este sagrado terafín, el Cáliz Virginal, se guarda como copia espiritual en el corazón de ese Sol Central, para que algún día el mundo y la humanidad también sean transformados.
Así, cuando Mi Hijo retorne, Él volverá a otorgarle al mundo la redención, la reconciliación con las Leyes del Universo, para que todos los pecados del mundo sean enmendados por las almas que serán consecuentes hasta el final de los tiempos, hasta el momento en el que Mi Hijo pose Sus Pies sobre este planeta con todas las Huestes y las Jerarquías.
¿Imaginan cómo será ese gran momento del Retorno de Cristo, Nuestro Señor?
¿Cuánto el universo se moverá cósmicamente para ese acontecimiento?
¿Cuántas corrientes espirituales e inmateriales colmarán a este planeta y a este Sistema Solar que ustedes habitan, para redimirlo y convertirlo a través del poder de los méritos que Cristo alcanzó en la humanidad y también a través de los méritos que todos Sus compañeros y compañeras alcanzaron y alcanzarán a través de los tiempos?
Ahora, pueden tener una visión más clara y un sentimiento más profundo sobre lo que significa y representa el Poder Creador del Amor. Él vendrá a su encuentro algún día. Ese Poder del Amor será palpable en todos los sentidos y en todas las dimensiones.
Él les revelará los dones y las virtudes a los consecuentes. Él les revelará el Poder de Su Amor y de Su Misericordia a los que fueron condenados. Y en todo este vasto e infinito universo no habrá ninguna consciencia que no sea tocada por el Poder del Amor Creador.
Así como la célula en el ser humano alimenta la vida, la regenera y la reconstruye por dentro y por fuera; así la Comunión con el Santísimo Sacramento de Cristo, ofrecido por el poder de la Eucaristía, y también el poder de las Sagradas Reliquias del Arca de la Santa Alianza, cuando estén presentes en la superficie de los Sagrados Retiros, transfigurarán a todo el planeta y a la humanidad, de la noche a la mañana.
Entonces, los ángeles del Señor estarán con sus Libros abiertos para registrar y testimoniar ese acontecimiento, que no será invisible, sino visible.
Por esa razón, Nuestro esmero y dedicación a todos los corazones del mundo y, especialmente, a las almas que despiertan al camino espiritual de un único Dios y de un único Padre Celestial, Nos hace trabajar como Jerarquías de forma incansable, para que cada universo interior y cada corazón humano descubra la riqueza espiritual que Dios les entregó desde el principio en la Fuente.
Es así que, a través de las Palabras de la Madre de Dios, que son Palabras de Dios imantadas por los principios de la Fuente Creadora, Yo les traigo a sus corazones altas vibraciones de los Cielos, para que la materia que, aparentemente, está corrompida y enferma, se pueda redimir y transfigurar lentamente.
Porque si Mi Hijo tuvo ese permiso en lo alto del Monte Tabor y algunos de sus apóstoles fueron testigos de ese acontecimiento; Mi Hijo, el Cristo, a través de la Ley de la Transfiguración que sea invocada por medio de la oración del corazón, tarde o temprano tocará sus vidas y consciencias; y lo que parecía corrompido o perdido se redimirá y se iluminará, a través de las Leyes que Cristo ha instaurado con Su Presencia en el planeta.
Todo lo que hoy les estoy diciendo y compartiendo, Mis hijos, forma parte del Libro de Amor de Dios, porque es Él Quien lo envía y es Él Quien lo decreta.
Por eso, Yo les pido que no solo se identifiquen con la materia, porque este es un tiempo de purificación desconocido, vean su identidad en lo más profundo de sus seres, en aquella parte de su consciencia que sabe quién es y qué vino hacer aquí a este mundo.
Muchos de ustedes deben aprender todos los días a retomar el camino hacia el origen, hacia el centro de sus esencias, lugar donde brilla y donde mora la Luz de Dios. No se olviden de que ustedes son Sus Hijos de la Tierra y que Él les Ha dado este planeta en abundancia para que ustedes den frutos. Pero el mundo y esta civilización no han comprendido el Mensaje del Dios de Israel; destruyen el planeta y lo enferman, y los Reinos de la Naturaleza y los océanos son testigos de esta tragedia.
Los que creen dirigir al mundo y gobernarlo intentan ocultar esta realidad que ya no se puede ocultar; pero vean este acontecimiento trágico de la naturaleza con sabiduría y compasión.
A pesar del dolor que viven los Reinos Menores, a pesar del dolor que viven las almas inocentes, nunca levanten la voz de la rebelión. Que sus voces se alcen al Corazón de Dios por medio del canto y de las plegarias que, obedientemente, han ofrecido a Nuestros Corazones en estos dieciséis años.
Es así que se vencerá el mal, él podrá atormentarlos o perseguirlos, pero si sus corazones están entregados al Corazón de Dios, ¿cómo el mal podría hacerlos perecer?
Recuerden, recuerden todos los días, que ustedes son Sus dignos Hijos y protejan preciosamente de ustedes mismos esa dignidad espiritual, porque millones de almas en el mundo ya la perdieron en esta última década y para muchos hijos Míos vale lo mismo tener o no dignidad humana.
¿Cómo los valores tan sagrados de este pueblo de la Tierra se pudieron perder?
Las almas no supieron abrazar el Llamado de Dios por diferentes circunstancias y, en muchos casos, los propios miedos superaron la confianza en Dios. Pero el miedo no existe, hijos Míos, lo que existe es la Luz y el Amor que habita en el centro de sus corazones y almas. Crean en el Poder Creador de Dios que, en el Proyecto Genético, en el Origen y en el Génesis de esta humanidad, fue implantado.
Sé que, para muchos de Mis hijos, este es el tiempo de la gran batalla, en el que deberán enfrentarse con ustedes mismos, en el que deberán reconocer sus propios abismos ocultos e invisibles; pero les pido, por amor, que no le den fuerza al victimismo humano.
Sus almas son almas cocreadoras que, a través del verbo y del sonido pueden emitir nuevas cosas y pueden liberar nuevos principios que, a través de una ofrenda verdadera y honesta, permiten hacer descender los Valores de Dios al mundo, a través de las almas que se ofrecen para ser tabernáculos de Dios y víctimas del Amor de Cristo.
Esto es lo que le falta a la humanidad, y aunque parezca imposible que esto cambie de la noche a la mañana, no pierdan la fe ni la esperanza.
Muchos ya tomaron la decisión de seguir el camino hacia Cristo. Por eso, la bestia de siete cabezas está furiosa.
Este es el momento en el que la Mujer Vestida de Sol corre al desierto, porque es la hora, la gran hora, de que los siete sellos se terminen de abrir completamente. Eso hace temer a Mi enemigo, el adversario, porque cuantas más consciencias tomen conocimiento de la verdad a través de su despertar, la batalla, la gran batalla final, será vencida.
Y San Miguel Arcángel, elevando al Padre su poderosa espada, hará tronar sobre este mundo los Poderes de la Creación para reconstruir al mundo y a la humanidad espiritualmente, para que todo vuelva a comenzar de cero.
Oremos para que estas revelaciones no se pierdan, para que estos impulsos se guarden en la consciencia y fortalezcan a todos Mis hijos.
Oremos con convicción y fe, por la Presencia de Cristo en todos los Sagrarios de la Tierra y en todos los corazones que se ofrecen y que se postulan a ser Tabernáculos de Dios.
Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente y
os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido;
y, por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
Les agradezco por tener la valentía y la apertura de escucharme. Esto representa para Dios una respuesta honesta, representa que será posible la redención.
A pesar de los tiempos de la tribulación, siempre recuerden que será posible el tiempo de la redención. A pesar de lo que vivan o de lo que atraviesen, a pesar de lo que este mundo haga, es posible el tiempo de la redención.
Y para que sus almas sean quienes guíen sus vidas; para que el alma, sea la barca que navega en el océano de la Misericordia de Dios, se nutra y se fortalezca del Amor Crístico, vengo a pedirles, para terminar este encuentro, una canción que muchas veces cantaron y que representa para Dios y para los Sagrados Corazones la historia de esta Obra concretada en la superficie: "Sopro do Espírito".
Escucharemos esta canción desde el Centro Mariano de Figueira.
Que esta melodía los ayude a navegar en el océano del Amor de Dios, sin miedo al naufragio o la tempestad de la vida, confiando en que el espíritu de cada uno de ustedes y de sus hermanos siempre tendrá abierta la puerta del Corazón de Dios para que la pueda atravesar.
Yo los bendigo y les agradezco por habernos acompañado en este mes de agosto. Aspiramos y esperamos que sea por muchos agostos más, si así Dios lo determina.
Mi bendición maternal sobre ustedes y Mi Paz sobre el mundo herido.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cantemos.
Un alma convertida y arrepentida de sus pecados más profundos le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor, aquí estoy, confiando en la grandeza de Tu Amor y descubriendo la Gracia de Tu Perdón. Dime, oh, Padre, ¿Cómo puedo ser perdonada y amada y, más que eso, cómo puedo sentir en mi corazón que fui tocada por Tu Perdón?”.
Y el Señor le respondió: “Amada eres, alma pequeña, desde la primera respiración de tu consciencia, desde que Mi Espíritu se posó sobre ti y te dio aliento y vida. Desde entonces, eres profundamente amada.
Eres perdonada cuando abrazas el perdón y comprendes que no Soy Yo quien te priva de él, sino que eres tú quien pasa ante él y no lo ve; eres tú que no le extiendes las manos por estar ocupada con la ignorancia y con el pecado.
Cuando despiertas y abres tus ojos hacia Mi Infinito Amor, puedes ser tocada por Mis Santas Manos. Mi Espíritu te eleva de vuelta a la pureza y a la paz, y es allí que puedes encontrar Mi Perdón y comprender que, en verdad, siempre estuve aquí.
Deja entonces, alma Mía, que tus angustias e incertidumbres den lugar a Mi Amor por ti, y ve que Mi Perdón está ante tus ojos, llamando a la puerta de tu corazón. Deja que él entre y transforme tu morada interior”.
Que este diálogo, hijos, les enseñe que mantenerse en el pecado o en la ignorancia, o ser abrazado por el Amor y el Perdón es solo una elección de cada ser. Son amados desde el principio, hijos esperados por su Creador. Basta ahora que abran los ojos y vean que delante de todos ustedes habita, con paciencia y esperanza, el Amor de Dios.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Un alma que aspiraba a vivir y a expresar la pureza de su corazón, pero que sentía que ese atributo estaba corrupto en su interior, le oraba a Dios pidiéndole que la pureza volviera a emerger, y le cuestionaba al Señor, diciéndole: “Señor, sé que en mí está el atributo de la pureza, porque sé que, al crearme, colocaste esa pureza en mi interior; pero, a lo largo de esta vida, creo que la perdí y no consigo encontrarla. ¿Cómo recobrar la pureza en mi corazón? ¿Cómo amarla y expresarla más que a todas las energías capitales que rodean a nuestros seres?”.
Y, con amor, el Señor le respondió: “Alma pequeña, sí, desde el principio de la vida la pureza habita en tu ser, esa pureza que proviene del Vientre Inmaculado que te creó en el universo infinito de Mi Creación. Esa pureza no se pierde, pero está oculta debido a todas las experiencias humanas que no le permiten expresarse en los corazones de Mis hijos.
Para que ella vuelva a emerger y gane espacio en toda tu consciencia, lo que debes transformar en ti es tu concepto del amor y del amor propio en tu corazón; o sea, alma pequeña, debes amarme más a Mí, a Mi Plan y a Mi Reino que a los hombres y a las cosas del mundo. Pero este amor debe ser verdadero, genuino e incondicional. No debe haber ninguna condición que impongas para amarme y, poco a poco, este amor te hará ver la vida y a cada ser con ojos diferentes.
Es el amor por Dios lo que transforma a las criaturas. Mi Amor en ustedes cambia sus pensamientos y sentimientos, cambia su forma de actuar, cambia sus necesidades y aspiraciones, lava sus ojos y las manchas en sus corazones, haciendo que recobren la pureza.
Es así, alma amada, que no debes buscar vencer a las energías del mundo para expresar esta pureza; porque, si así fuera, estarás en constante batalla y no conocerás la paz. Antes, esfuérzate solo en amarme, de verdad y con entereza, y que crezca en ti Mi Amor. Así encontraras la pureza en tu interior”.
Que este diálogo, hijos, les enseñe que todos los misterios celestiales y la pura expresión de los seres se guardan tan solo en el Amor de Dios. Basta amar al Creador con todo su ser, de verdad e incondicionalmente.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Señor,
entra en mi corazón como en Jerusalén,
multiplica el pan de las virtudes
y sacia el hambre de mi alma.
Cura las heridas más profundas de mi lepra interior,
causada por las miserias y pecados
que me llevan a caer, una y otra vez, en el suelo.
Déjame tocar Tu túnica, oír Tu Voz
y encontrar Tu Mirada.
Déjame sentir Tu Reino,
vivirlo y descubrirlo
revelado en mi interior.
Refleja la Verdad Celestial
en el espejo de mi corazón
y llámame a seguir Tus pasos,
sobre los montes y hasta la Cruz.
Que el poder de Tu Presencia
perpetúe la alianza que hiciste con mi pequeño
y pobre espíritu.
Haz mi ser sagrado, Señor,
semejante a Ti, Hijo de Dios,
para que yo pueda servirte, amarte
y renovar Contigo la vida
en todos los Universos.
Amén.
Que Mi oración sea la perpetua oración de las almas que aspiran a seguir los pasos de Cristo.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Compañeros:
La verdadera consagración es interna y profunda y, esa consagración, se refleja cuando el alma expresa sus virtudes a través del servicio, de la caridad, del bien y de la incondicionalidad.
La consagración es el portal interior que se abre para el alma y para la esencia, para que, al atravesarlo, los núcleos más profundos del ser se vean delante de Dios a fin de comenzar a cumplir y a vivir Su Voluntad, cueste lo que cueste.
Por eso Mi adversario arroja toda su furia cuando las almas dan pasos y decididas, sin nada ni nadie que las detenga, siguen el camino de la consagración, porque después de ese paso llega el camino de la trascendencia para poder alcanzar, algún día, el camino de la perfección.
Ese camino de la trascendencia es el del verdadero desprendimiento y desapego de sí mismo, al punto de estar ante la batalla interior de vencer, en el nombre del amor y de la verdad, los aspectos de la indiferencia, de la omisión y de los pecados capitales.
Cada vez que un alma, que camina en la consagración, se ve delante de la oportunidad de dar un nuevo paso espiritual y de renovarse, nuevas luchas llegarán para trascender y morir a más cosas que el alma en su aspecto egoico cree de sí misma.
Todo eso es para alcanzar y vivir el absoluto y poderoso Amor Crístico que les dará la libertad para siempre.
La consagración es la oportunidad de rasgar los viejos velos de la consciencia y es la gracia permanente de poder estar al servicio de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Una oración verdadera tiene un efecto más grande que cientos de armas de guerra.
El poder de la oración detiene graves procesos de autodestrucción planetario. Ella favorece la ampliación del amor como corriente universal y aproxima a los orantes a la Fuente de la Gracia de Dios.
La oración verdadera es la que nace del corazón, está libre de intenciones propias y de búsquedas de resultados inmediatos.
La oración verdadera enciende el espejo del alma y previene corrosivas enfermedades espirituales, libera del cautiverio a quien se encuentra prisionero y tranquiliza al corazón humano.
El poder de la oración disuelve ilusiones, aclara el discernimiento mental y atrae las ideas que están plasmadas en el Cielo para que estas se concreten por medio de la ayuda de los servidores de Dios.
La oración ofrece una etapa transmutadora, purificadora y de elevación de los aspectos del ser. Ella nos coloca en la coordenada correcta y disuelve cualquier interferencia próxima, ayuda a trascender los miedos y crea una poderosa muralla espiritual protectora contra los principales pecados capitales.
La oración verdadera despierta la paz, el equilibrio de las emociones y neutraliza la oscuridad hasta vencerla.
Ella nos conecta con la Fuente Primordial de Dios y abre las puertas para que los ángeles nos protejan e intervengan en casos imposibles de resolver por la propia acción humana.
La oración nos une al espíritu para estar en comunión con lo Alto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Séptimo día
Hoy retira de Mi Corazón la espina dolorosa de la mentira.
Retira de Mi Corazón la falta de transparencia y de lealtad que Me hacen sentir las almas del mundo, aquellas que creen engañar al semejante, pero que nunca podrán engañar y mentirle a Dios.
Reza con fervor por ese tipo de almas pecadoras, porque ellas se alimentan de la superstición y son llevadas a condenarse al Infierno desde temprana edad.
De corazón, pídele al Padre Celestial por la Misericordia de Su Corazón y, por medio de los méritos alcanzados por la Resurrección de Su Hijo, coloca a los Pies del Creador a todas esas almas que mienten y que hacen mentir a muchas almas más.
Uno de los mayores dolores de Mi Corazón Espinado es la falta de pureza y de transparencia en los corazones del mundo.
Ahora, obsérvate a ti mismo y, por más insignificante que parezca, no permitas que la mentira tome posesión o control de tu vida, porque la mentira es como un nido de serpientes escondido, lleno de tentaciones y de engaños.
Por eso, arriésgate a vivir la Verdad y a ser transparente hasta en los más pequeños detalles; así erradicarás de la consciencia humana esa tendencia a engañar a todos en todo momento.
Por el Amor Misericordioso de Mi Corazón, vigílate a menudo para que, en el análisis de la consciencia, siempre puedas revertir las faltas y ser colmado por el Espíritu Santo, aquel que te impulsará a vivir una vida de apostolado de manera total y abnegada.
Alegra Mi Corazón que está lastimado por los pecados que vive el mundo y, por medio de Mi Presencia, suplícale al Padre Celestial para que la Misericordia venza a la mentira y los corazones más perdidos se conviertan.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Le hablo al corazón del viejo hombre para que se rinda y se torne nuevo, renovado en Dios por Su profundo amor.
Le hablo al corazón retrógrado de una humanidad perdida para que, sabiéndose desviada, busque el camino de regreso al Corazón del Padre y se adentre en el camino de su redención.
Le hablo a los miserables, a los pecadores y a los indiferentes, para que sepan que, reconociendo sus miserias, pecados e indiferencias, pueden convertirlos y hacer de ellos un motivo para que la Misericordia descienda sobre el mundo y permee no solo su ser, sino a toda la vida.
Les hablo a los que se consideran pequeños y a los que se consideran grandes, para que cada uno, rindiendo sus vanidades, sepa que no es queriendo ser pequeño ni grande como llegará a Dios, sino siendo nada, poniendo a disposición del Padre su grandeza y su pequeñez, sabiendo que todo encuentra sentido solo en Dios.
Le hablo al mundo por una Voluntad Mayor, haciendo de Mi voz el eco de la Voz Soberana del Creador, porque Él envía a Sus Mensajeros para advertir y guiar a la humanidad. Por eso, escuchen a los Mensajeros de Dios como la misma Voz de Dios que les habla. En gratitud, reverencien la Gracia que el Padre les concede.
Sepan que si escuchan estas palabras, ellas son para cada uno de ustedes, es Dios mismo el que los llamó por el nombre para que escuchen Su Voz.
Te hablo a ti, hijo Mío, porque esta es la Voluntad Divina. Ahora basta que sigas estas palabras para que comprendas lo que el Creador espera de tu corazón.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Primer día
Compañeros:
Durante estos próximos nueve días, sinceramente les revelaré las nueve principales espinas que lastiman al Sagrado Corazón de su Maestro y Señor, las cuales les pediré que retiren, una a una, a fin de aliviar los dolores que muchas almas le provocan a su Redentor y para que su Maestro tenga la autoridad espiritual de socorrer y de rescatar a las almas que se pervirtieron y se desviaron del camino del verdadero Amor.
Por eso, vengo a pedirles que, en estos tiempos y todas las veces que así lo sientan, recen esta poderosa novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús para que también sus almas, mediante el poder de Mi Gloria, estén libres y a salvo de cualquier perversión actual y que, así, el Padre Celestial pueda fijar Sus Ojos de Compasión, de Piedad y de Misericordia sobre quienes recen con devoción esta novena.
El medio a través del cual ustedes conseguirán retirar las dolorosas espinas del Corazón de su Redentor, cada día de la novena, será el Rosario a la Divina Misericordia.
Si rezaran cincuenta cuentas, eso tendrá un efecto de intercesión.
Si rezaran setenta y dos cuentas, eso tendrá otro efecto de intercesión.
Pero si rezaran ciento cincuenta cuentas, su Maestro tendrá más amplitud a la hora de interceder por la humanidad.
Hoy les revelaré la primera espina que, por medio de sus oraciones, deberán retirar del Corazón Espinado de Jesús: la espina de la mentira y del engaño que cientos de almas viven como si fuera normal en la vida de la humanidad.
La espina de la mentira y del engaño, que fue colocada en Mi Corazón por los que no son transparentes y verdaderos de espíritu, de alma, de mente y de corazón, es una de las espinas que más lastima Mi Alma; porque las almas que viven en la mentira y en el engaño se pervierten mediante costumbres que envenenan el espíritu de cada persona.
Por eso, hoy vengo a pedirles que retiren esa dolorosa espina de Mi Corazón para que esas almas que están ciegas y lejos del amor puedan ser merecedoras de Mi Misericordia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Compañeros:
Aún llevo en Mi Corazón espinas dolorosas y necesito que ustedes las retiren por medio de su adoración, contemplación y oración al Sagrado Corazón de Jesús.
Esas espinas representan los pecados mortales que las almas de la Tierra viven por la ignorancia, el fanatismo y la tentación provocados por Mi adversario.
Deseo que dediquen un espacio de su día a la contemplación del Sagrado Corazón Espinado de Jesús, a fin de que cada oración, sinceramente dedicada al Señor, conceda la gracia para que los ángeles retiren de Mí las espinas más dolorosas que los hombres Me colocan, al ofender, con sus perversiones, a Dios.
Por esa razón, los traje Conmigo hasta el sur del Brasil para que el Sagrado Corazón Espinado de Jesús sea recordado por los hombres, así como Yo se lo recordé a Santa Margarita María Alacoque; porque, con ese ejercicio, tendré la autoridad, por medio de las almas que Me contemplen, de poder salvar en el fin de estos tiempos a las consciencias que en vida ya se condenaron al infierno de la consciencia terrestre.
Cada vez que un alma dedique un momento de adoración al Sagrado Corazón Espinado de Jesús, Yo podré obrar en el mundo y disolver el pecado mortal de la humanidad.
Desde ahora, agradezco la veneración de todos los sacerdotes y religiosos para este importante ejercicio de expiación y de redención de la humanidad degenerada.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Si no puedes adentrarte en los desiertos de la Tierra como lo hacían los Padres de otrora para curar sus pecados y convertir su profunda condición humana, adentra, hijo, en el desierto de tu corazón.
En estos tiempos finales, las cosas del mundo son como imanes que atraen constantemente tu consciencia hacia el más profundo abismo de la oscuridad y de la perdición. Pero tú, como hijo de Dios, consciente de Su Presencia en tu interior, puedes optar por no seguir las tendencias de la Tierra y adentrarte en el desierto de tu corazón para que, solo y en soledad, encuentres a Dios.
Dialoga con el Padre todos los días y siente Su proximidad divina cerca de tu corazón. No dejes que te consuman las cosas del mundo y que te hagan olvidar o colocar en segundo plano aquello que es el verdadero sentido de tu existencia.
No te olvides de contemplar el Universo en tu corazón, así como el Infinito, y de reconocer, una y otra vez, tu pequeñez. El corazón que se reconoce pequeño y es agradecido con Dios, con su simplicidad abre las puertas al Cielo, a las dimensiones divinas, a la realidad superior en donde la verdad se revela.
Deja que tus oraciones se tornen cada vez más profundas y sinceras. Cruza el umbral entre ser un hijo y un compañero de Dios, parte Suya viva, renovándose en Su Creación para retornar al Todo con un Amor mayor.
Que el Propósito Divino siempre esté visible para los ojos de tu corazón, para que jamás pierdas las oportunidades de amar, de perdonar, de comprender al prójimo y de encontrar a Dios.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mientras tantos hermanos tuyos en el mundo se rinden a las energías capitales, creyendo que el sentido de la vida se guarda en los placeres, en las falsas alegrías y en las comodidades, tú ríndete al Corazón de Cristo.
Mientras tantos hermanos tuyos en el mundo se rinden a la autosuficiencia, creyendo que la libertad está en la voluntad propia y en el cumplimiento desmedido de aquello que los impulsos humanos les dictan todo el tiempo, tú ríndete al Corazón de Cristo.
Mientras tantos hermanos tuyos en el mundo se rinden a las guerras y a los conflictos, creyendo que la plenitud se encuentra imponiendo a los demás sus propios pensamientos, sentimientos y creencias, tú ríndete al Corazón de Cristo.
Mientras tantos hermanos tuyos en el mundo se rinden al miedo, a la depresión, a la tristeza, creyendo que la vida en la Tierra, así como la conocen, es lo único que Dios les ofrece para experimentar, sin encontrar la salida de la oscuridad en la cual se adentraron, tú ríndete al Corazón de Cristo.
Mientras tantos hermanos tuyos en el mundo se rinden a la condición humana, en una lucha constante por el poder y por la supervivencia, ignorando la Verdad y el Reino de Dios dentro de sí mismos, tú ríndete al Corazón de Cristo.
No veas lo que acontece a tu alrededor con ojos de crítica y de superioridad, porque, sin saberlo, estarás dejándote conducir por las mismas fuerzas e impulsos que motivan a los corazones de aquellos que se pierden en su propia oscuridad.
Que, para ti, todo sea un motivo para rendirte más al Corazón de Cristo, tornando cada vez más sincera tu entrega.
Deja que de tu corazón emane la compasión hacia el mundo y aprende a transformar la compasión en Amor verdadero, profundizando, cada día, en tu entrega, rindiendo tu corazón al Corazón de Cristo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Si los tiempos finales tocan a las puertas del mundo, ábrete a lo Nuevo y deja que se desvanezca tu viejo y anticuado ser. Ábrete para despertar a una fe inquebrantable. Ábrete para amar sin límites, incluso cuando eres negado, humillado y ofendido por aquellos que intentas amar.
No dejes que las miserias de este mundo sean más fuertes e intensas que tu capacidad de ser misericordioso. ¿Cuántos motivos tuvo tu Maestro y Rey para odiar a los hombres? ¿Para no soportarlos? ¿Para decretar delante de Su Padre el fin de la humanidad? Sin embargo, hijo, Dios te reveló un misterio: el misterio de vivir en paz en los tiempos de guerra y de caos; el misterio de triunfar con la humildad y la renuncia, en un mundo de egoísmos, soberbia y vanidad; el misterio de servir sin nada a cambio, amar sin expectativas y morir para dar la Vida.
Tu Señor y Rey, tu Padre y Creador, no vino al mundo a través de Su Hijo solo para Amarte, porque Su Amor es infinito, inexplicablemente. Él vino, como una señal universal y divina, para revelar un misterio insondable para toda la Creación. Vino para retirar los velos de la consciencia humana y descubrir el profundo Amor que se oculta detrás de las miserias de los hombres.
La Cruz fue el agua que lavó el lodo de la humanidad y que reveló las perlas ocultas por la ignorancia, por la falta de autoconocimiento, por no saber quiénes son, de dónde vienen y qué vinieron a hacer en este mundo.
La Vida de Cristo y Su Cruz revelaron el propósito de la existencia humana y dieron a conocer, a toda la Creación, la potencia de este Proyecto Divino y la razón por la cual el Padre aún persiste, con Su Esperanza puesta sobre los hombres.
Entonces, toma tu cruz y deja que ella sea, para ti, la revelación de un gran misterio interior. Encuentra el propósito de tu existencia en la imitación de Cristo y prepárate para pasos mayores, pues aún te espera la cruz de este mundo, de este final de ciclo, la cruz que abre las puertas a un nuevo tiempo.
Medita en lo que te digo y encuentra, todos los días, la forma de trascender los desafíos, las flagelaciones de la consciencia, verdugos de las energías capitales de este mundo, y vive el amor, vive la paz y prepara tu espíritu para el nuevo tiempo, en el que tu ejemplo anunciará a la humanidad el nuevo propósito de la vida humana.
Hasta aquí, la vida en la Tierra se sostuvo con el Amor alcanzado por Cristo en la Cruz, pero, ahora, Dios te llama a un paso mayor porque es necesario un cambio definitivo. Él te llama a ser un multiplicador, un renovador de la vida, una punta de lanza para el nuevo tiempo. Y basta con amar sin condiciones.
Tu Padre y Amigo
San José Castísimo
La Obra de Dios se manifiesta en la Tierra a través de instrumentos despiertos por la Voluntad de Dios.
Cada instrumento que trabaja para la Voluntad Divina recibe el aprendizaje que precisa cursar, para que, finalmente aprenda algo dentro de la escuela que le tocó vivir.
En este sentido, trabajar para el Plan de Dios requiere de donación absoluta, de la entrega de la vida de forma absoluta y del sacrificio absoluto por los demás.
Cuando el instrumento de Dios está protegido bajo ciertas condiciones espirituales y monásticas, es muy evidente que otros serán los resultados de la Voluntad Divina para con esa consciencia.
Cuando el instrumento de Dios está envuelto bajo condiciones más inestables y no cuenta con la protección espiritual necesaria a su alrededor, pocas serán las repercusiones de la Voluntad Divina en esa consciencia.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, que todas las almas guardan un potencial de consagración.
Por eso, a través de los tiempos y en Mis diversas Apariciones, la mayoría de los videntes tuvieron que escoger cuál camino de aprendizaje iban a recorrer: el de la consagración o el del mundo. Ninguno es mejor que el otro, solo que le corresponde a las almas de la Tierra dar ciertos pasos, para que la Divinidad pueda mantener Su Obra en la superficie.
Cuando en un lugar en donde María Santísima ha aparecido durante muchos años no se mantiene esta visión clara, es necesario proteger la Obra de la propia humanidad, pues, las manos de los hombres, por tentación, son llevadas a manipular y a sacar provecho de los acontecimientos divinos que el Universo Celestial lleva adelante en algunos lugares del planeta.
Ese provecho que muchos extraen de la esencia y de la energía de la espiritualidad, por ejemplo, de los Centros Marianos en el mundo, tarde o temprano se vuelve un débito impagable, porque el ser humano está usando una Energía y un Principio divino para su beneficio mental y espiritual. Es con esto con lo que lucha su Madre Celeste porque, al final de todo, los que se aprovecharon de esa Energía espiritual tendrán un final infeliz.
Oremos entonces por todos los corazones que se ensucian, todos los días, con esas manipulaciones y que hacen de los Centros Marianos del mundo un comercio de dinero y de negocios, porque la Justicia caerá sobre ellos, conscientemente.
Como Madre, oro al Padre para que tenga la máxima Piedad y los invito a hacer lo mismo Conmigo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, Mi Corazón pulsa de amor, el amor recibido de Sus hijos. Por eso Él pulsa intensamente para traer al mundo la Paz.
Es este Corazón humilde que refugia a todas las almas, el que trae, para estos tiempos, el camino, el puente hacia la salvación, en Cristo Redentor.
Este Corazón siempre les trae lo nuevo, porque es un Corazón que vive el Plan de Dios y que invita a los corazones de todo el mundo a unirse a esta propuesta de luz y de hermandad.
Hoy traigo la Luz que sus corazones concibieron en el Mío. Para ustedes, esto les parecerá un misterio, pero en verdad es posible cuando sus voces se unen a la Mía en oración. Así se cumple este misterio que aún puede ser más profundo, cuando la oración es hecha con amor y de corazón.
Con esto les muestro, queridos hijos, cómo en estos tiempos de crisis planetaria, sus almas y espíritus se pueden expandir en la Consciencia de Dios a través de Mi Corazón, que hoy pulsa por el mundo. Y habiendo sentido la respuesta de sus corazones a la súplica de la Madre de Dios, es este Corazón humilde y pacífico el que les abre las puertas hacia realidades sutiles, en donde pueden vivir las consciencias, que sólo buscan estar en Dios todo el tiempo.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, que la Madre de Dios hoy les concede la aproximación hacia Universos Mayores, en donde la Vida divina, el Amor supremo y la Unidad fraterna habitan, y son como una fuente inagotable que renueva a las almas y consciencias que allí existen para solo servir a Dios y aspirar cumplir con Su Voluntad.
Hoy a través de Mi Consciencia Maternal, elevo sus almas hacia las estrellas, en donde habitan millones de soles y muchas consciencias, que viven esa confraternidad con el Padre, con el Hijo y el Espíritu Santo.
Ingresen a través de Mi Corazón hacia esa realidad y vean delante de ustedes, en los planos internos, un luminoso camino guiado por los ángeles, que los conduce hacia esas realidades sutiles, en donde están la Unidad y el Amor, como atributos principales de la Creación.
Sigan ese camino, queridos hijos, con sus mentes y corazones. Coloquen la atención en Mi Inmaculado Corazón y vean como Él abre las puertas entre las dimensiones e ingresa a sus espíritus en el Tiempo Real. Sientan cómo todo es Uno; cómo sus almas y consciencias pueden estar unidos a Dios en una perfecta armonía y silencio.
Ahora, teniendo como referencia la Luz de Mi Inmaculado Corazón que ilumina ese camino hacia los mundos sutiles, sigan a su Madre Celeste por esa senda, en compañía de sus ángeles de la guarda.
Sientan en sus pechos una gran estrella de luz, dorada y brillante, de seis puntas. Dentro de esa estrella sientan ahora, su esencia interior, su verdadero origen y existencia, lo que siempre han querido saber de ustedes mismos, en este planeta y dentro de esta humanidad.
Siéntanse limpios y puros, conducidos por la mano de su Madre Celestial, camino hacia la Fuente Primordial. Sientan cómo se elevan sus seres; cómo todo queda liviano, porque existe la vibración de la Paz, lo que siempre han buscado y tanto les ha costado encontrar.
Pero ahora que están a Mi lado, como Mis hijos, Mis orantes y Mis siervos, tómense fuerte de Mi mano maternal. Tómense de Mi manto; colóquense debajo de él, así Yo los abrazaré y los conduciré sin miedo hacia su verdadera consciencia, hacia su verdadera realidad, que habita en lo profundo de cada alma.
Sigan caminando en confianza. Vean al lado de ese camino, las rosas de luz, que se abren y despuntan a los rayos del sol. Vean cómo esas rosas son las oraciones de todos Mis hijos que crean ese puente y ese camino hacia la Fuente Primordial, en donde existe el verdadero origen y la sublime alianza entre las consciencias y Dios.
Sigan a su Madre Celeste y vean en el final de ese camino, un gran portal que se abre en su universo interior. Véanlo como un gran horizonte, como un precioso atardecer que los ilumina y los nutre completamente. Vean cómo los ángeles abren ese portal para que las almas y espíritus ingresen en la morada de los simples, de los humildes, de los que pueden ser puros en Dios.
Crucen con su Madre Celeste ese gran portal para encontrar la vivencia del amor y de la fraternidad. Háganlo, queridos hijos, por todos los que niegan a Dios, por los que están olvidados y los que están perdidos de su camino espiritual y de su origen.
Vean, a través de este portal, una gran escalera de luz al Cielo. Vean, en lo más alto de esa Escalera, en su infinito y en su horizonte, la Consciencia de Dios, nuestro amado Adonai, irradiando Su Luz y Sus códigos a toda la Creación. Elevémonos a través de esa escalera de luz.
Sigamos en confianza adelante, porque sólo los quiero llevar a la Paz, al encuentro con su verdadero ser, con su verdadera existencia, que espera emerger en estos tiempos para gobernar sus vidas y sus esencias.
Siéntanse libres, a través de Mi intercesión, de todas las energías capitales, de todos los estímulos externos, de toda la vida superficial y material. Ahora son sus almas que están a las puertas de la Casa de Dios. No teman subir esa escalera. Den los pasos porque Yo los ayudaré. Soy su Madre Celestial y sólo quiero el bien para Mis hijos, que todos puedan vivir a Dios como Yo lo vivo.
Ya estamos en lo alto de esa escalera, próximos al horizonte de Dios. Veamos delante nuestro, un gran lago de luz, en profunda quietud y silencio. Veamos ese lago de color dorado, que brilla e irradia las leyes creadoras de Dios para todas las esencias que existen más allá de este Universo.
Ahora, miren a su Madre Celestial, frente a ese lago dorado de luz y permanezcan delante de él, así como permanece su Madre Celeste, en una perfecta sintonía y unión.
Vean ahora, emerger de ese lago una gran Esfera de Luz, más brillante que el Sol. Vean cómo esa Esfera de Luz se eleva por encima de ese lago de luz y cómo los ángeles a su alrededor, entonan alabanzas y cánticos de alegría al Todopoderoso:
¡Elohim, Elohim, Elah!, ¡Padre, Padre, aquí estoy!
Y ahora, ante esa Esfera de Luz y para que Ella se aproxime a sus consciencias, alabaremos al Todopoderoso, junto a Sus ángeles y arcángeles, decretando Su Nombre a través del Kodoish melódico. Nos mantenemos en quietud.
Y vamos a recibir ahora, queridos hijos, en nuestras manos, esa parte de Dios que cada alma necesita en este planeta y en esta humanidad, para poder vivirlo, para poder sentirlo y para poder cumplir con Su divina Voluntad.
Y ahora, queridos hijos, lleven sus manos hacia el corazón. Repitamos:
Sagrada unidad de Dios,
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unificanos en profunda fraternidad.
Amén.
Veamos cómo esta gran Esfera de Luz, la Consciencia de Adonai, se recoge dentro de ese lago. Los ángeles se postran con sus cabezas al suelo para reverenciarlo, para adorarlo, para glorificarlo, al igual que su Madre Celeste, que se postra al suelo para agradecerle infinitamente.
Reverenciemos a Dios.
Y ahora queridos hijos, así como hemos llegado hacia ese lugar, así retornaremos, hacia este lugar, en donde Yo Me encuentro con ustedes, para entregarles y donarles la instrucción de la Luz.
Bajemos por esa Escalera; veamos a su derecha y a su izquierda a los ángeles del amor; sintamos su presencia mientras Yo los conduzco, en dirección hacia ese portal, por donde hemos ingresado con el alma, a través del corazón, del espíritu de cada ser.
Veamos ese portal cerca de nosotros, así como la estrella de Luz en sus pechos, más brillante que el sol, en confraternidad y devoción.
Crucemos ese portal y veamos el camino que nos conducirá hacia este lugar, en la perfecta Unidad de Dios. Sintamos a nuestro lado al ángel de la guarda, tomándolos de la mano para conducirlos hasta aquí. Veamos cómo sus almas ingresan de nuevo a sus consciencias materiales. Sientan la vibración del Creador. Ya no pueden ser los mismos, al haberlo recibido en su universo interior.
Hoy les dejo este mensaje, esta experiencia de amor por todos los que no la tienen y que no la pueden vivir en estos tiempos. Sean bienvenidos ahora, al Universo de la confraternidad.
Me he tomado este tiempo hoy, con ustedes, por todas las almas del mundo. Deseo ardientemente que sigan acompañando a su Madre Celeste, en esta Sagrada Misión de Amor y de Liberación de la humanidad.
Con la autoridad celestial del Universo y del Todopoderoso, Yo los bendigo, y consagro también a los nuevos Hijos de María, por todos los hijos que vendrán. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Damos gracias a Dios por haber permitido a su Madre Celestial visitar nuevamente Portugal para derramar Sus Gracias, el Amor y la Cura en este lugar y para todo el planeta.
Cantemos “Maravillas”, porque esto es una maravilla de Dios, en todas las almas, para estos tiempos de transición; esto es obra de la Gracia y de la Misericordia de Dios, a través de los Sagrados Corazones.
Les agradezco infinitamente. Amén.
No querer la voluntad propia y amar la Voluntad Divina
Esta raza en el principio fue diseñada por Dios para obedecer y seguir un único Propósito. Pero desde que Mi adversario, en la antigüedad, despertó la tentación y el libre albedrío en el hombre de superficie, el Proyecto original se desvirtuó, saliéndose del camino de la Voluntad Divina.
Fue allí que ingresó en la consciencia primitiva de la humanidad la dualidad, la libre elección y la desobediencia a todas las Leyes superiores que regirían tiempo después a la humanidad, hasta que ella fuera una humanidad sagrada.
Desde el momento en que Adán y Eva fueron tentados en el Edén a decidir sobre su propia vida y así apartarse de la Mano del Creador, ingresó en la esencia del ser humano lo que llamamos voluntad propia.
Esa voluntad, carente de principios espirituales e impregnada de códigos de corruptibilidad, fue la acción que desvió del camino a la nueva humanidad; en el principio de todo, la primera raza era el sabio Proyecto de una nueva humanidad para la superficie.
Desde el momento en que el primer Adán decidió sobrevivir en el planeta transgrediendo las Leyes naturales, por otro lado Eva despertó los primeros indicios de los pecados capitales.
Mi adversario consiguió lo que tanto aspiraba: hacer de esta humanidad una humanidad inerte y sin consciencia de sí.
Después de tantas eras pasadas, llegó el momento culminante en donde en una primera etapa se daría fin a la decadencia de la humanidad, y sería a través de la aparición de Cristo en el mundo, como el Hijo Primogénito de Dios, encarnado para rescatar la esencia de este pensado proyecto humano.
Más tarde, cuando Cristo estaba presente, toda la raza, que ya se encontraba en el abismo de su perdición, fue desviada de su propio infierno a través de la Pasión de Jesús.
La venida del Mesías de Israel fue delicadamente preparada por los Padres Creadores, por los Santos Arcángeles. Cada uno aportó y gestó en el vientre purísimo de la Virgen Madre las células lumínicas de la transustanciación y de la redención, Leyes superiores que posteriormente permitirían liberar a la humanidad del mal.
A partir de que Adán y Eva activaron en sí la voluntad propia, espontáneamente la genética espiritual humana quedó afectada hasta los días de hoy por esa energía de poder terrestre, de apropiación y de dominio de todas las cosas.
Solo aquellas consciencias que a través de los tiempos consiguieron abrirse para descubrir el Cristo dentro de sí, se vieron enfrentadas a renunciar y desterrar ese viejo código humano que desvía del Propósito a millones de almas hasta los días de hoy.
La voluntad propia es la consecuencia de no aceptar de forma verdadera el Amor de Dios, al estar la consciencia impregnada por sus propias ideas y conceptos, los que son opuestos al Divino Pensamiento.
Aunque Cristo dio la vida y murió por todos también con el propósito de desactivar el viejo código corrupto de la voluntad propia, después de todos los acontecimientos y hechos que el Maestro Jesús gestó en la consciencia de quienes lo escucharon, mientras tanto la otra parte de la humanidad fortaleció el vínculo precario con la voluntad propia; fue como una bestia de diez cuernos recreada por todas las acciones involutivas de la raza humana.
La voluntad humana siempre fue honrada y apreciada por la mayoría, esa es una de las razones por la que en estos tiempos definitivos, consciencias comprometidas con el Plan no pueden dar sus pasos al estar afirmando su voluntad propia: una cadena que las ata a un infierno sin fin.
Aquellas santas consciencias que consiguieron vencer su voluntad propia, lo hicieron a través de tres factores: primero, trabajando todos los días con la renuncia a sí mismo, segundo, buscando el vacío de sí y tercero, sirviendo incondicionalmente, teniendo en cuenta que aun viviendo todas esas experiencias, existe voluntad propia basada en la arrogancia y en la soberbia.
Cuando el discípulo de Cristo se dispone a trascender los estados que corrompen el amor en la humanidad, él debe tener presente que enfrentará dentro de sí a sus propias bestias, las que intentarán hacerlo desistir de todos los esfuerzos.
Algunas consciencias sobre la superficie del planeta, como es el caso de los que optaron por la vida consagrada, tienen la misión espiritual de hacer desvanecer de sus consciencias todas esas energías, las que condenan la vida evolutiva de un alma, y también tienen la misión de hacerlo por la humanidad, imitando a Cristo.
En estos tiempos, la humanidad deberá definirse por cuál camino seguirá, eso será antes del esperado Juicio que sucederá en este amado planeta.
Cristo fue y es un extraordinario ejemplo de vida y de verdad para todos los que acepten retornar al momento del Plan anterior a que Adán cometiera el llamado pecado original; pecado a partir del cual todas las criaturas nacen con el código de la voluntad propia y del libre albedrío.
Para poder cambiar esa frecuencia, la determinación y el esfuerzo que son estimulados por la oración, permitirán ir desarmando los impulsos contrarios que trae la voluntad propia.
Vivir en la Voluntad Divina significa no querer nada para sí y todo para los otros. Vivir en la Voluntad Divina significa seguir paso a paso lo que se pide evitando así fallar muchas veces.
Pero sabemos que la humanidad de hoy no quiere seguir en obediencia y adhesión lo que los Universos superiores están emitiendo; eso lleva a aumentar la perdición espiritual de las consciencias, lleva a sumergirse en todos los engaños posibles, lleva a perder el camino que uno vino a recorrer.
Por eso Dios envía nuevamente a Su Mensajera para advertirles a todos y al mundo entero que aún está viviendo su voluntad propia y eso no detendrá el sufrimiento planetario, sino que lo aumenta gradualmente.
Los invito, hijos, a hacer el ejercicio de cortar la cadena de la propia voluntad, así ustedes tendrán fuerza interior para poder cristificar sus vidas y preparar la gloriosa venida de Cristo al mundo.
Sean inteligentes y no permitan que la voluntad propia los aparte para siempre del camino de su redención.
Los tiempos anuncian grandes cambios para todos.
¡Les agradezco por perder su propia voluntad y por nacer a la Voluntad Eterna de Dios!
Los impulsa a la purificación interior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La bestia de los últimos tiempos y la Mujer de todos los tiempos
Una señal inminente se precipitará sobre el mundo y revelará claramente a todos que los últimos tiempos han llegado.
Esa señal, que llegará al mundo, abrirá el último y gran abismo; y la bestia furiosa, que estaba presa en sus infiernos, saldrá a la superficie. El mundo no verá una bestia material, pues ella con su astucia ya está conquistando a muchos e inocentes corazones.
Esa señal, que llegará al mundo desde el universo, le revelará a los orantes cuánto la bestia ha reinado en las consciencias principales de este planeta. Su gran ostentación es llevar a los corazones al constante pecado; por eso, la bestia, que está aún en su abismo, se fortalece con los deseos que viven todos los hombres en esta vida material.
A la bestia no le apetecen las almas que son más conscientes, sino que ella siembra con su astucia la indiferencia y la omisión.
Ella no desiste de buscar a los más valientes; sus garras están sobre los grandes gobiernos del mundo, los que en consecuencia someten la dignidad de las almas y su evolución.
Cuando la bestia salga de su abismo, todos los pecados capitales estarán en una gran y decadente exacerbación; como muchos están pensando, todo estará permitido, aun el libertinaje y la superstición.
La bestia se alimenta del fracaso de sus semejantes; pero no sabe que la oración vuelve invisible a las almas y las aparta de sus garras. La bestia desenvuelve su furia a través de los conflictos y todos los que viven en conflicto atraen hacia sí la furia de la propia bestia.
En cambio, el alma que ora construye y se eleva, sabe sustentarse a sí misma y al planeta, y está más libre de la decadencia. Pero la bestia ya sabe que deberá ir en búsqueda de los hijos del Sol.
Por eso en esta hora, la Mujer Vestida de Sol está corriendo al desierto y les está señalando a Sus amados hijos que es hora de trabajar inteligentemente.
La bestia no solo intentará que no nazca ningún Cristo, sino que con su falso poder intentará destruir todo lo que una consciencia de la Luz haya construido internamente. Para estar protegidos de esos embates de la bestia, deberán estar atentos y vigilantes a todos los estímulos externos que les harán perder los verdaderos códigos crísticos.
La bestia, desde su reinado, manipula a las naciones y al mismo tiempo a sus gobernantes. Quien en verdad no está en Dios, no conseguirá escapar de esas filosas garras, porque la bestia se crea y se recrea en los pecados capitales que, en verdad, son las raíces de la maldad y de la perdición de millones de almas en el mundo.
Cada vez que una consciencia abre la puerta de su ser a esas tentaciones, aunque sea esporádicamente, la bestia se satisface con esas energías y dicha consciencia ingresa conscientemente en el reino de la bestia.
La bestia que somete al mundo es generada, de tiempo en tiempo, por los hombres; y los propios hombres reciben de la bestia todo el castigo. Pero una Luz esperanzadora desciende del universo y la Madre de Dios, la Mujer de todos los tiempos, batalla con la bestia de otra forma, para poder disiparla cada vez más de la consciencia del planeta.
La bestia sabe que le queda poco tiempo; pero en ese tiempo que le resta, querrá llevarse a su abismo a la mayor cantidad de estrellas caídas y no caídas. Por eso, los hijos de la bendita Mujer no podrán dormirse, porque ante cualquier movimiento astuto de la bestia, la batalla podría perderse.
Que la inteligencia de los soldados esté en la vigilancia de sus deseos y expectativas, la bestia se revuelca como un cerdo en las cosas superficiales y mediocres.
Para debilitar a la bestia, que la propia humanidad ha creado y que ahora es incontrolable, será necesario amar el Plan de Dios y vivirlo como si fuera lo primero en sus vidas, porque la bestia no conoce el amor interior de las criaturas, no conoce el amor que enseña Cristo; ese amor que la hace débil y la enferma al punto de dejarla inmóvil muchas veces.
Si ese amor siempre fuera lo suficientemente grande y verdadero, la bestia ya no tendría su reinado en Medio Oriente.
Que la escuela del Amor de Cristo motive a las consciencias para que abandonen la ilusión; porque mientras sus consciencias estén en dos caminos, estarán abriendo la puerta para que la bestia entre. Sean inteligentes y que, por su oración, la bestia sea desactivada.
La Mujer de todos los tiempos les vuelve a indicar y a marcar el camino, para que la mayoría de las almas no se desvíe del camino de la Luz.
Pero para vencer a la bestia, la Mujer deberá contar con soldados consagrados física y espiritualmente para que, a nivel universal, ese acto de consagración testimonie y confirme que la bestia será expulsada del planeta.
La propia humanidad deberá generar las condiciones para que todo pueda revertirse. Mientras el deseo desenfrenado y los pecados capitales sigan alimentando a la bestia, el planeta no tendrá paz.
Por eso, con más consciencia e inteligencia que la propia bestia, ayúdenme a vencerla a través del amor y de la unidad que aún no vive la humanidad.
Todos los días, refúgiense en el desierto de la Santa Mujer para estar protegidos, porque la bestia no conoce el vacío de sí, no sabe de qué se trata.
Por eso, sin motivaciones externas, que son las cosas que atraen a la bestia hacia la superficie de este planeta, trabajen en este tiempo para crear condiciones evolutivas opuestas a las condiciones que desde siempre han vivido en esta humanidad.
Que en esta hora, Mis hijos perciban que ya estamos en otro tiempo y que es urgente cambiar de actitud verdaderamente, porque así la máscara de la ilusión y de la ceguera caerá de muchos rostros que aún están dormidos y no consiguen ver la Luz de la Divina Misericordia.
Quisiera ver a Mis soldados bien despiertos y no inertes, porque la bestia se alimenta y se estaciona también en la comodidad y en el mínimo esfuerzo; ella es repelida por el sacrificio.
La bestia le teme a los Nuevos Cristos.
¡Les agradezco por acompañar en consciencia los últimos y esperados tiempos!
Los guía siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Es tiempo de reconocer la Verdad de Dios, hijos Míos, de retirar de la consciencia la ignorancia de sí misma y de vivir, todos los días, la filiación divina como principio.
Es tiempo de reconocer la propia esencia y, con humildad, dirigirse al Creador de todas las cosas que habita en el su interior, y dejar que Él se expanda y establezca definitivamente Su Reinado.
Yo he venido al Reino de Lys, hijos amados, por un Propósito universal y no por un propósito humano. Yo he venido porque este es Mi Reino espiritual y divino, donde se guarda lo más puro de cada consciencia. Es desde el Reino de Lys que resguardo las esencias y protejo a todos Mis hijos, de sí mismos y de Mi adversario.
Las llaves que abren las puertas de este Reino son la fe y la devoción ardiente; y es esa fe y esa devoción que vine a renovar en el interior de Mis hijos para que, a través de su despertar, las puertas del Reino de Lys estén abiertas a toda la humanidad y a todos los Reinos de la Naturaleza, que también tienen su pureza resguardada en Lys.
Mientras los tiempos más graves se inician y muchos de Mis hijos están perdidos en las tinieblas, sobre todo en el norte del planeta, es necesario que las puertas de Lys estén abiertas para que, al reconocer la propia esencia, al descubrir y vivenciar la filiación con Dios, las almas no se extingan ni se desanimen ante los desafíos y los abismos a los cuales las lanza Mi adversario.
Hijos, estamos en una gran batalla por el triunfo de la Paz y ustedes deben ser conscientes de eso. El Reino de Lys debe contar con soldados despiertos en la superficie de la Tierra para que, conscientes de la situación espiritual y física del planeta, sean guardianes del manantial que fluye de Lys para sustentar a las almas en la verdad y el amor, y para que ellas no se dejen perder ni engañar por la confusión de estos tiempos.
Hijos Míos, la pureza irradiada por los Espejos de Lys es imprescindible en estos tiempos de oscuridad y de tinieblas, para una gran parte de la humanidad. Y, cuando les hablo de las tinieblas, no Me refiero solo a las guerras, al hambre, a la violencia, sino también hablo de la ignorancia, de la indiferencia hacia Dios y del crecimiento de las energías capitales que ciegan los ojos de los que se comprometieron con Mi Hijo y con el Creador a vivir los principios crísticos y despertar un amor que abre las puertas del infinito para la unión con Dios.
Los Espejos de Lys, con su potencia divina, deben disolver las tinieblas que no permiten que Mis hijos encuentren la verdad sobre sí mismos y sobre la vida en la Tierra. Para que esos Espejos estén activos, hijos, debe haber columnas de oración y de fe que los sustenten, y con pureza de intención y humildad ofrezcan al Padre su despertar y su entrega, para ser instrumentos Suyos en el mundo.
Es por un motivo universal y divino, hijos Míos, que despierto al Reino de Lys y que instituyo una nueva Casa en la superficie de la Tierra; no porque no sea suficiente lo que ya alcancé como Divinidad en Europa a través de Fátima, de Lourdes o de Medjugorje; sino que cada una de Mis Casas tiene una función única, despertar a ciertas almas y manifestar un principio divino.
Ahora, es tiempo de un despertar más profundoen Europa, como en América. Es hora de que Mis hijos sean más conscientes de la batalla de estos tiempos y que se unan, a través del ecumenismo universal, para sustentar espiritualmente al planeta y preparar, en el suelo de la Tierra, la fecundación de una nueva vida.
Hijos, con el simple motivo de elevarlos y despertarlos es que estoy aquí. Como Madre Celeste y Universal, pretendo conducirlos a la Verdad del Creador.
Que en esta noche, los Espejos de Lys se enciendan en su interior y reflejen, en sus esencias, Su pureza y Su paz, para que sientan y vivan el despertar a la vida superior; y que sus almas, que están sedientas de servir al Padre, encuentren finalmente su camino.
Yo los amo y los bendigo, colocando en sus esencias la Flor de Lys, Flor que despierta la pureza y la verdad en su interior.
Aquella que los guía siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Por el amor que tú Me irradias, toda tu vida se eleva y así compartes Conmigo las Gracias y los dolores del mundo, de todos los que niegan a Dios y de los que han fallado injustamente.
La ingratitud causa el dolor más duro de superar, porque está lleno de miedo y de soberbia.
Hoy te digo que cuando Yo estaba a los pies de la Cruz fue el momento culminante para perdonar al mundo y para dar el último paso hacia el absoluto amor, aun viendo a Mi Hijo desfigurado por los pecados del mundo.
Sé que pocos se animan a acompañar a la Madre del Mundo en esa tarea espiritual, la que no tiene ningún reconocimiento ni mérito, solo hacerla por amor y por la salvación de todos los que son indiferentes.
En verdad, la mayoría de las almas no ponen su atención en el sentir ni en el dolor de la Jerarquía. Como es algo invisible a los ojos y mentes humanas, solo un corazón noble y simple podría percibir por encima de sí mismo que la Jerarquía comparte un misterio espiritual que muchos no comprenden, misterio que transmuta al mundo silenciosamente.
Por eso invito a Mis hijos a que crucen el umbral hacia la colaboración interna con la Jerarquía, en este ciclo en donde la indiferencia humana cegará el camino de los que creen estar en Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cada servicio prestado por los servidores y consagrados al Plan del Dios Altísimo debe ser motivo para generar el equilibrio necesario y curar los males del pasado de una humanidad tan transgresora.
Que sus manos comiencen desde ya a reconstruir el mundo con actos de servicio, a reparar el mal causado en el principio y a aplacar el caos que se precipita sobre la Tierra.
Existen muchos lugares del planeta que no están destruidos por la guerra ni tomados por los conflictos armados, pero que están espiritualmente tan heridos como los que están en guerra.
La humanidad, como consciencia, perjudicó tanto la vida planetaria que una gran parte del espíritu del planeta está deteriorado y padeciendo como un moribundo que da sus últimos suspiros de vida.
La forma de curar este mundo enfermo es solo con el amor, amor en todas sus expresiones: amor con actos de caridad fraterna, amor irradiado en la oración, amor irradiado en el silencio, amor que se manifiesta en el corazón que se transforma por amor al Plan de Dios.
Un servidor que se encamina a una misión pedida por Dios debe ser como el obrero que lleva en sus manos el ladrillo y el cemento para reconstruir la consciencia planetaria. En cada pequeña acción debe estar el amor pleno y absoluto, que trasciende las condiciones, las diferencias, los errores, el miedo y el dolor. Así, poco a poco, ustedes podrán convertirse en verdaderos instrumentos de Dios.
Que esté en la intención de cada misionero la reconstrucción activa y luminosa de la vida espiritual de la humanidad.
La consciencia humana fue creada con base en principios divinos y puros, lo que le daba la particularidad de poder unirse directamente al Creador, sin intermediarios. Esos principios fueron atacados desde el inicio de este Proyecto, y las fuerzas del adversario trataron de convertirlos en lo que ustedes conocen como energías capitales, que hoy son mucho más que siete.
Para volver a ser cristalinos como Dios pensó y para alcanzar el Propósito Divino, llegó la hora de hacer que crezcan los principios divinos en su interior y en el interior de sus semejantes y, así, ir debilitando aquellas fuerzas oscuras que tanto crecieron en la consciencia humana.
Es por eso que les pido que comiencen cada día de servicio rogando a Dios la Gracia de la humildad y de la unidad con Él. Así, dando el primer paso de sus días, con la intención de ser puros, serán ayudados por los ángeles a servir de forma cristalina y a ser verdaderos instrumentos del Creador del mundo.
Por la reconstrucción de la consciencia espiritual del planeta,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más