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Mi Cuerpo espiritual y divino está llagado por las indiferencias y las deudas del mundo.
Este Cuerpo espiritual, en el que mora el Dios vivo, está siendo ultrajado por los hombres y sus acciones, y por ahora nada lo puede detener.
Por los méritos de Mi Pasión y por las oraciones de los simples es que ese Cuerpo espiritual consigue alivio y restauración, porque las ofensas que emana la humanidad de hoy son realmente terribles.
Por la Sangre derramada del Cordero y la fe de los creyentes en Cristo será que el peso de esa deuda espiritual podrá ser aliviado, y al menos una parte de la humanidad podrá respirar un corto período de paz, antes de que todo se desate.
En Mi Cuerpo espiritual está la Iglesia Celestial de Dios y en ella, el Cuerpo Místico que es su pueblo en redención.
En esa unión del Padre con Sus hijos se encuentra la puerta para revertir las grandes deudas de la humanidad.
Ya estamos en el tiempo de la redención y esa Gracia estará siendo concedida a todos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Ya les dije más de una vez que Yo no podría trabajar con los tibios de corazón. Y en este tiempo veo que muchos corazones quedan tibios con facilidad y en diferentes momentos pierden el ardor de estar en Mí.
En esta situación Mi Consciencia solo puede contemplar y esperar a que el corazón tibio defina si se quedará en esa condición o se arriesgará por Mí a darse un poco más todos los días.
Un corazón tibio es un corazón dudoso, no fiel, no confiable.
Mi Obra celestial no puede estar en los tibios de corazón, en las personas que actúan conforme a los acontecimientos en vez de actuar conforme al amor incondicional.
Este es el tiempo de reflexionar en eso, porque todo lo que los corazones ya recibieron directamente de Mí en los últimos años, no debería colocarlos en la tibieza porque de ser así, Mi Obra de piedad y de Misericordia no estaría cumpliéndose.
Está en el corazón de cada discípulo Mío la respuesta de seguir a la Verdad o de quedarse en la indiferencia.
Ya no hay tiempo para sostener a los que son tibios.
Que la llama de Mi Amor los caliente y encienda en ustedes el fuego de la determinación.
Los espero.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En todo siempre existe y está el Amor de Dios. Es ese Amor el que generó la Creación y que una vez la hizo realidad en los Universos.
El Amor del Padre es la Consciencia que trae sabiduría y entendimiento, que trae cura y compasión a las almas. En ese Amor se encuentra el camino de ingreso a la existencia de cada ser, al conocimiento de la realidad interior de cada criatura.
En el amor se manifiesta la bondad, el bien y la consideración por el semejante.
El amor es el árbol que da las semillas de la paz, de la caridad y de la Misericordia.
El amor actúa en todo, cuando lo dejamos manifestarse.
El amor dispone de más atributos que el amor, él nos coloca ante la Verdad.
El amor disuelve la indiferencia, la soberbia y la negación.
En el amor está la superación de uno mismo y la superación de las diferencias.
En el Amor de Dios encontramos el sentido de por qué estamos aquí y el fin por el cual fuimos creados.
En el amor solo hay perdón y en el perdón todos se reconcilian y se aman.
El amor solo tiende a expandirse.
El amor no se reduce, porque el amor se dona y en la donación está la expansión de la consciencia.
¡Les agradezco por guardar el Amor de Dios en su interior!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Cuarto día
Hoy retira de Mi Corazón la dolorosa espina de la indiferencia que muchos de Mis seguidores Me dejaron, aquellos que antes estaban Conmigo y que todavía piensan que lo están.
En verdad, la indiferencia de esos corazones los cegó completamente, al punto de desafiar Mi Obra y ponerla a prueba.
Tuve que cargar con la espina de la indiferencia de Mis viejos compañeros para que la Ira de Dios no golpeara a la puerta de cada uno de ellos.
Por eso, retira de Mí, por medio de tu simple oración, esta incómoda y dolorosa espina de los que creyeron ganar, pero que ya fracasaron espiritualmente.
Mi Silencio revela lo más íntimo de Mi Corazón, porque en este tiempo decidí decirles toda la verdad, por más dura que parezca.
Tengo el deber de preparar Mi segundo retorno en sus corazones y necesitaré de corazones verdaderos y no de corazones perfectos, porque la perfección solo la encontrarán en Dios.
Cuando los corazones no son verdaderos, mienten y son indiferentes, a partir de allí, esas almas pierden la oportunidad de amar.
Tú, ofrécele al Padre Celestial también tus fracasos, tus debilidades y tus amarguras. Cree que, a través de la espina de Mi Corazón y por el ofrecimiento del Amado Hijo, Yo podré volver a renovarlo todo.
Ten fe, hijo Mío, y con devoción y amor retira de Mi Corazón la espina dolorosa de la indiferencia; así ayudarás a tu Maestro para que el inacabable manantial de la Misericordia aún permanezca abierto, sanando y convirtiendo a los corazones endurecidos.
Escapa de cualquier acto indiferente y procura percibir en dónde está la indiferencia, porque ella es astuta como la serpiente, se esconde y surge en el momento menos pensado.
Vence la indiferencia por medio del servicio incondicional a los demás, así también, junto a Mí, vencerás en el nombre del amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Octavo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Alíviame, Señor, de mis penas.
Por favor, Maestro,
que Tu divino Amor renazca en mí.
Hazme humilde y simple cada día
para que no pierda la fortaleza
de siempre sostenerme en Ti.
Permíteme, Señor,
amar más profundamente.
Que el divino Amor que Tú nos enseñas
me ayude a abandonar la indiferencia.
Que mi corazón y mi vida, querido Jesús,
sean verídicas representaciones
de la Obra de Tu Redención.
Que en la adoración
pueda sentirte y reencontrarte.
Que en cada paso
que debo dar hacia Ti, Señor,
yo tenga el suficiente coraje para poder hacerlo
y que viva la suficiente humildad
para poder llevarlo adelante.
Señor mío, Rey Celestial,
visita el templo de mi alma,
conságralo a Tu Divino Espíritu,
para que todo mi ser sea instrumento
de Tu grandiosa Obra.
Descalza mis pies del pasado,
del rencor y de los resentimientos.
Lávame, Señor,
con el Agua inmaterial
de Tu Fuente y así me renovaré
porque Tú me habrás concedido
Tu Gracia y Tu Misericordia.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice con la Señal de la Cruz,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Segundo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor de la Bondad,
aplaca la injusticia
que se muestra
ante Tus Ojos.
Alivia el dolor interno
de los que verdaderamente sufren.
Coloca Tu Amor consolador
en las almas enfermas,
y no dejes de guiarme
ni por un momento.
Amado Jesús,
sabes que somos débiles
y frágiles de espíritu,
sabes que llagamos Tu Corazón
una y otra vez con nuestros
indiferentes actos,
sabes que no hacemos lo que podemos
y sí hacemos lo que no debemos.
Paciente y amado Jesús,
ingresa profundamente
en nuestros corazones
y arranca de nosotros
toda soberbia y arrogancia,
para que libres de las prisiones de la vida
aprendamos, humildemente,
a consolarte y a adorarte.
Sostennos en nuestras caídas.
Protégenos en nuestras debilidades
y libéranos siempre de nosotros mismos
para que seamos dignos
de honrarte y de glorificarte
como Salvador y Redentor
de nuestras vidas.
Que no te abandonemos.
Que nos abandonemos en Ti, Señor,
para que se cumpla Tu Sagrada Voluntad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Sexto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
que no tenga hora,
momento ni preferencia
para querer buscarte.
Que por nada ni nadie yo te cambie, Señor.
Te pido también esa Gracia
porque sé que Tú, amado Señor,
conoces mis debilidades e incertidumbres.
Lléname, Jesús,
con la Fuente purísima de Tu verdad y de Tu transparencia
para que, algún día, aprenda a ser tan semejante a Ti
en palabra, acción y sentimiento.
Arranca de mi interior todo lo que te pueda ofender
y, por más que llegue a doler por dentro,
haz lo que tengas que hacer, Señor,
y no demores.
Tómate Tu tiempo
para proyectar dentro de mí
Tus más sagrados designios.
Socórreme en las horas de gran tempestad interior.
Ilumíname en los momentos de mayor tribulación.
Porque sé, querido Jesús,
que en todo Tú estás presente
y que nunca nos abandonarás,
tanto en los momentos más duros del desierto
como en las pruebas más frías del invierno interior.
Enciende en mi pecho, amado Jesús,
la llama sagrada de Tu Amor invencible,
para que en la hora de la gran batalla interior
yo tenga absoluta y plena confianza
de que Tú, Señor, vencerás.
Participa cada día más
de esta imperfecta vida.
Muéstrame con claridad
y sin espejismos propios,
qué es lo que aún debo cambiar.
Que no me ahogue en mi propia indiferencia.
Al contrario, Señor,
hazme merecedor de la expiación de Tu Gracia
para que todo lo pueda transformar
según Tus proyectos.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Al fin alguien coloca su mirada en esta, Mi Iglesia y capilla del pueblo.
Al fin alguien viene a visitarme en el Sagrario para que Yo pueda derramar Mis Gracias, las Gracias de un Corazón manso que no consigue hacerlo por no tener un lugar y un espacio en donde derramar Mi Amor.
Pero hoy sí encontré ese lugar en el corazón de los Míos que, a pesar de todo, vienen a Mí y Me visitan.
Yo estoy presente y atento en todos los Sagrarios de la Tierra, allí puedo atender a sus súplicas.
Me da pena, en el Corazón, cuando las almas se olvidan de Mí y Me dejan de lado, porque así nada puedo hacer, nada les puedo entregar mientras las almas estén distraídas en el mundo y no visiten a Jesús Sacramentado.
Los animo a que les recuerden esto a sus hermanos y que, a pesar de que las Iglesias se encuentren vacías, llamen e inviten a sus amigos para que visiten a Jesús Sacramentado y silencioso en el altar.
Así, Yo les daré todos los tesoros que tengo y podré derramar la Fuente de Mi Misericordia en los que más la necesitan y también en quienes la buscan de corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Sé que para ustedes es difícil comprender por qué en el mundo aún existe mucho sufrimiento, pero en verdad les digo que los que más sufren son los que se ofrecen internamente al Señor del Universo para poder aliviar el sufrimiento global de la humanidad.
Las causas del sufrimiento son innumerables, solo aquel que ama a los que más sufren, con toda su alma y todo su corazón, podrá comprender y acompañar el sufrimiento difícil del semejante.
El sufrimiento tiene su causa en la falta de sentirse amado, considerado y respetado, pero los que se ofrecen al Señor, para sufrir por los demás, equilibran diversos grados de sufrimiento y de dolor que son desconocidos por la humanidad.
El sufrimiento que es transmutado desobstruye las capas más profundas de la indiferencia humana, con respecto al sufrimiento de las almas.
Los que silenciosamente se ofrecen a sufrir por la humanidad no tienen nada que perder o que ganar, solo que su ofrecimiento es sincero y al mismo tiempo es espontáneo y carece de propiedad, de vanagloria o de destaque.
El sufrimiento y la transmutación del mismo es algo que la humanidad aparta de sí, solo que la llave que repolarizará los estados de sufrimiento se encuentra en el amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Realizando con tiempo y dedicación las obras de mejora de los caminos que conducen al Centro Mariano de Aurora, y con la ayuda de los servidores de Uruguay, Argentina y sur del Brasil, las almas le demostrarán al universo, en nombre de muchas más, que aceptarán y aspirarán a la permanencia en Uruguay de la Jerarquía Divina y, sobre todo, de la Presencia de Dios.
Aunque exista Mi Iglesia en este país, no es suficiente el calor interior que las almas de aquí Me dan. Solo siento plenitud cuando los peregrinos llegan al Centro Mariano de Aurora para reconocer y confirmar Mi Presencia.
Importantes jerarcas de Mi Iglesia podrían haber evitado la condenación de este pueblo en vez de volverme a perseguir como lo han hecho con esta Obra, siendo sensacionalistas y omitiendo las barbaridades que el pueblo aceptó asumir, por ejemplo, por medio del aborto.
Mi Iglesia, en vez de colocar la mirada en la perdición de las almas, les cerró las puertas a muchos corazones que debían llegar hasta Aurora para poder encontrarme.
¡Qué condenación!
Por eso, Me sirvo humildemente de los que Me siguen de verdad en este tiempo, sabiendo que todo lo que Yo deseo para el Uruguay es grandioso e infinito.
Llevando adelante la reconstrucción de los caminos físicos de Aurora, los grupos permitirán que Mi Presencia esté aquí a pesar de la indiferencia y, sobre todo, que el propio camino que será arreglado por los servidores sea el símbolo de la corrección de los desvirtuados caminos de esta pobre nación.
Les agradezco por obedecerme.
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El silencio promete la interiorización y la reflexión de la consciencia.
El silencio participa de la comunión con lo eterno y sublime.
El silencio repele lo superfluo y aparta al alma de la indiferencia y de lo que es mezquino.
El silencio es receptivo.
El silencio comparte con el alma de otros seres y es intuitivo ante los peligros.
Sumérgete en el silencio y descubrirás las llaves que abrirán las puertas de los Cielos, porque el silencio no mendiga ni tampoco ostenta nada.
El silencio es solemne pero también es respetuoso. Él atrae la tolerancia, la pacificación y la calma.
El silencio neutraliza y aparta a la consciencia del temor. Porque el silencio está en sintonía con lo Alto y protege al alma de las bajas liberaciones planetarias.
El silencio siempre construye lo reverente y nunca pierde lo devocional.
El silencio no critica con la palabra ni tampoco con la mente.
El silencio es elevado, porque fue el silencio lo primero que manifestó la Creación. La Palabra nació del silencio, porque el silencio penetró el Misterio Creador y de allí nació el Verbo, y del Verbo surgió la Vida.
Le debemos todo al silencio porque en el silencio se encuentra la resurrección y no se teme a la muerte, al contrario, el silencio impulsa a la vida eterna.
¡Les agradezco por guardar el silencio en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús, el Señor del Silencio
Hijo, escribe con atención lo que hoy te dictaré, esto es una exhortación divina de amor.
Queridos compañeros y seguidores Míos:
Dados los resultados materiales de la sustentación de la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos y la falta de colaboración consciente con recursos después de todos los impulsos recibidos durante la última Sagrada Semana, su Maestro y Señor del Universo hoy anuncia la posible cancelación y el absoluto recogimiento de todos los encuentros programados para el mes de mayo en el Centro Mariano de Aurora y en el Centro Mariano de Figueira.
Saben que para poder expresar la Obra de Dios en la superficie y sobre todo en esta actual humanidad, se necesitan fieles y permanentes colaboradores para que en la Tierra sean el puente de luz o la antorcha que ilumine los tiempos y permita que las Gracias espirituales desciendan a la Tierra.
Cuidar de la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos no es solo ser afín a ella y participar; también significa colaborar, apoyar, donar, sostener y contribuir amorosamente con todo lo material que sea necesario suplir y solventar, como, por ejemplo, toda la vida de los Centros Marianos y en especial de las Comunidades-Luz.
En este último ciclo de transición, en el que Mis compañeros están atravesando diversos problemas y todo tipo de pruebas, se ha quitado la atención esencial a la colaboración y a la donación necesaria para sostener la Obra.
Si la humanidad actual, las naciones, los continentes y sobre todo sus corazones, llegaran a quedar sin asistencia divina en este ciclo agudo, el mundo sufriría graves consecuencias debido a la gran cantidad de faltas acumuladas.
Con esto no quiero generar sensacionalismo, pero es urgente que perciban que por sus propios actos, formas de pensar o su decisión de no colaborar, le están cerrando la puerta a la Misericordia Divina.
Creo, compañeros, que después de la última Sagrada Semana han sido testigos fieles de todo el esfuerzo material y espiritual que se realizó para la manifestación de ese importante encuentro y qué poca ayuda se recibió por parte de todos.
A ustedes, poniendo la mano sobre el corazón, les pido que recapaciten y coloquen su atención en lo que verdaderamente es esencial y en lo que esta Obra de Amor necesita alcanzar con la ayuda amorosa y sincera de todos Mis compañeros.
Si esta asistencia, que hoy directamente les pido por medio de este mensaje, no llegara a suceder antes del fin del mes de abril, declaro, desde ahora, que los sagrados encuentros del mes de mayo estarán cancelados, ya que para llevar adelante una obra es necesario de fieles donadores.
Sé, desde hace más de dos mil años, que sería muy difícil para las almas de este planeta disponerse a colaborar por amor con la Obra Divina.
Les pido que, por amor, rompan esa cadena de indiferencia, porque en el Día del Juicio, que ya se aproxima, todo será colocado encima de la mesa para ser juzgado bajo la Luz Superior.
¡Les agradezco por ser considerados y responsables!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En el silencio de Mi Corazón y en la quietud de Mi Alma contemplo todas las cosas e intento que encuentren su camino correcto. Hay algunas de ellas que hacen sufrir a Mi Corazón, sobre todo cuando no existe consciencia ni determinación para poder llevar adelante los grandes cambios.
Así, Yo encuentro los lugares que he consagrado como abandonados; lugares en donde antes existía la energía divina y que ahora, por alguna razón, no está.
Esto demuestra, para Mí, la falta de consideración o la ausencia de valor para con las cosas que vienen de la Gracia, ya que fue la propia energía de la Gracia la que concedió maravillas y milagros en los lugares santificados.
Cuando un lugar consagrado por Dios se descuida, es por la pérdida de amor que existe a todo aquello que una vez se recibió, y eso, primero se refleja en la consciencia.
De esa forma, la Jerarquía Celeste espera que la consciencia que podría estar descuidando la energía divina, que es un tesoro del Cielo, pueda algún día despertar y reconocerlo.
Pero cuando no hay verdadero interés o ardiente devoción todo se vuelve difícil y, poco a poco, los grandes defectos del descuido comienzan a notarse en todos los detalles y en todos los lugares.
Solo la Jerarquía espiritual tiene la potestad de rehacer todas las cosas, ya que, en un sentido oculto, hay espacios ya consagrados que no pueden perderse.
Por eso, vengo a levantar con Mis propias Manos lo que está caído; vengo, en el amor, a erguir nuevamente lo que ya está en el suelo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Ríndanse a Mí, pues este ya es Mi último tiempo.
Las horas pasan para este mundo y las almas se pierden. Dichosos de ustedes por recibirme y por ser dignos en el Señor, aunque no lo merezcan. Pues si no se rinden, ¿cómo Yo podré estar en ustedes y ustedes en Mí?
Mi Sagrado Corazón derrama Su Sangre sobre los horrores del mundo, sobre todos los pecados. ¿Quién será digno de recoger Mi Sangre así como lo hicieron Mi Madre y María Magdalena? ¿Quién será como Juan y estará hasta la última hora en la Cruz sin temor alguno?
Lo que Yo les he dado en su vida es lo mejor que les pude dar; no hay otra cosa mejor que les pueda entregar. Cada uno tiene lo que es justo y lo que merece ante la Ley de Mi Padre. Pero, ¿por qué no se rinden? ¿Qué mal Yo les puedo hacer si, aun en medio de la tribulación, vengo a ustedes en esta noche bendita para derramar los códigos de Mi Sangre y renovarlos en el Espíritu de Dios?
Hay muchos que dicen estar Conmigo, pero no lo están. Necesito de apóstoles verdaderos, no apóstoles de barro que se puedan romper con un solo golpe. Así como les dije a Mis apóstoles en el pasado, ustedes no conocen Mi Justicia. No vengo a castigarlos, vengo a traerles la verdad, aquella verdad que puede estar en ustedes si ustedes están en Mí y no Me rechazan en sus hermanos.
Si no viven las pruebas, ¿cómo aprenderán? Sin las pruebas, ¿creen que van a alcanzar el Cielo y la Divinidad? No estoy hablando de cosas imposibles compañeros, pues hoy vengo a dedicar este mensaje a ustedes, aunque la necesidad del mundo es más grande que la de ustedes mismos.
Hoy les muestro Mi dolor, que es el dolor del mundo, e invito a que cada uno de ustedes lo conozca, lo acepte y lo viva en la oración. Pero sé que algunos de ustedes no aceptan ese dolor porque temen conocerlo. Entregué ese dolor a todos los santos y a las personas simples de corazón a través de los tiempos. El dolor es más grande que Mi Misericordia, y eso Yo no lo puedo ocultar. ¿Quién cargará con esta pesada Cruz y no solo vivirá de Mis Prodigios? Los que son llamados por el Pastor deben vivir todas las cosas que Yo les entrego de tiempo en tiempo.
Pero aún Mi Sagrado Corazón espera de cada uno de ustedes que, en esta ofrenda misericordiosa de oración, ya no sean los mismos porque ya no hay tiempo que perder. El mundo se oscurece poco a poco y el fervor no puede apagarse en los corazones. ¿Cómo podrán ser depositarios de Mis Gracias si a veces sus corazones se cierran ante Mí y ante sus hermanos?
Yo no vengo a prometerles una vida magnífica en este mundo, pero sí vengo a prometerles la vida eterna en el próximo mundo. Si se separan entre ustedes, ustedes se separan de Mí y Mi Mano no puede acercarse a ustedes porque ustedes se alejan. Se alejan de Mi Luz, de Mi Amor insondable, de Mi Paz, de Mi Esperanza.
Hoy no quiero dejarles un mensaje de dolor, sino una realidad. Todas las almas están en su Juicio y esto recién ha comenzado. El Juicio de ustedes podrá ser leve si su amor es más grande. El amor por lo que aún no sienten, el amor por lo que no aceptan, el amor por lo que rechazan, el amor por lo que niegan delante de todo lo que han recibido a Mi derecha y a Mi izquierda.
Hoy no puedo abrir Mis Brazos y extender Mis Manos hacia ustedes porque no veo el amor del mundo. Son muy pocas las llamas que se encienden para glorificarme, pero aún están a tiempo, compañeros, de dar un paso más en la confianza a Mi Sagrado Corazón.
Deseo verlos en plenitud y no con amargura. Mi Corazón derrama Su Sangre para renovarlos, para vivificarlos en el Espíritu de Mi Padre que está en los Cielos y que los contempla día y noche. Si ustedes no aceptan lo que Yo les doy no podrán vivificar a Mi Padre Eterno; pues Mi Padre está lleno de Dones para todas las almas, pero las almas no permiten que se derramen los Dones en sus corazones.
Desearía hablarles de lo que en verdad necesita el mundo pero primero debo cuidar de los que Yo he escogido con Mi Mano a través de los tiempos y he señalado con Mi Luz en este último ciclo.
Los apóstoles estuvieron separados para predicar, pero nunca dejaron de unirse, así como Yo les enseñé en la oración, en la Adoración a Dios. Ustedes creen adorar Mi Corazón pero no saben. Es una conquista para sus espíritus adorar a Mi Corazón cuando tengan confianza en Mí por todo lo que viven. Nada es casualidad. Ustedes viven lo que han sembrado y están cosechando lo que han plantado. No hay ningún error en todo esto. El Cielo sabe que las almas se equivocan, pero deben comenzar de nuevo todos los días, en la absoluta certeza de que servirán al Pastor a pesar de las consecuencias.
¿Qué más quieren de Mí? Esto es todo lo que Yo les puedo dar y ya es una Gracia máxima que lo puedan vivir en estos tiempos difíciles. Eleven al Padre sus errores porque son los errores del mundo, la indiferencia de los corazones que sufren por no poder reconocer el Propósito que ha pasado muchas veces frente a ellos de diferentes formas y con distintas señales.
Acojan Mi dolor por la indiferencia humana y transfórmenlo en amor y en compasión; acojan la indiferencia de sus hermanos, que sufren por rechazarme inconscientemente; acojan el dolor ajeno y así Me ayudarán a cumplir el Plan. Que esta Maratón sea asumir el dolor del mundo, que la mayoría no quiere vivir. Pues si el dolor no se asume, el mundo sufrirá por no haber escuchado el Mensaje.
Hoy Mis ángeles custodios adoran sus esencias que es lo verdadero y sublime ante los Ojos de Dios. Ellos no ven sus defectos y sus imperfecciones, ellos ven lo que en verdad son y no se cansan de hacerlo. Es algo que ustedes deben aprender en sí mismos y en sus hermanos; así se liberarán de las influencias de Mi adversario que tritura las mentes, así como el trigo se hace polvo.
Sean misericordiosos aunque no lo sean. Renueven sus votos ante Mi Corazón todos los días y no teman vivir su cruz, porque si Yo llevé la Cruz por ustedes y por el mundo, ¿por qué ustedes no compartirán la Cruz que hoy cargo por esta humanidad? Aunque sea un ser ascendido, que Mi humildad los humille, que Mi verdad los purifique, que Mi Corazón los limpie de toda mancha, de toda adversidad.
Si ustedes creen que Yo Soy la Luz entre las tinieblas, ¿por qué no Me siguen en lo que Yo he colocado en sus caminos?
Mi Rostro se dibuja en los corazones que son verdaderos y en los que son honestos en su transformación, a pesar de las caídas. Yo no dejo de ayudar a los que claman por Mí, pero no puedo ayudar a los que se enorgullecen por sus propias virtudes. Destierren aquello que ya no sirve más para Mi Padre, así Yo podré entrar en ustedes como Yo entré en el Padre Pío dejando la señal visible de Mi Presencia por cincuenta años. Tengo algo especial para cada uno, pero aún no lo he podido entregar. En el sacrificio se encuentra la confianza en Dios, en la humildad y en la humillación se encuentran el despojamiento de sí y se trascienden todas las barreras de la materia.
Quiero que en esta Maratón sean verdaderos Conmigo y que no solo lo sean en las palabras. Que sus verbos pronuncien lo que verdaderamente sienten ante Mi Corazón Misericordioso, porque mientras gran parte del mundo sufre la persecución y la guerra y no pueden recibirme, ustedes, ¿qué harán con todo lo que Yo les he dado con tanto Amor y Misericordia? Sean honestos ante los Cielos y renuncien no con soberbia, sino con humildad, con paz, con esfuerzo y sacrificio. Renuncien verdaderamente a lo que creen que es mejor o a lo que podrían mejorar. Mis apóstoles pasaron por esa prueba hasta el final de sus días.
No dejen dormir sus consciencias cuando Yo estoy hablando. Yo Soy su Rey y su salvación.
Necesito que crezcan en consciencia y no en vanidad. Mis perlas preciosas no pueden perderse en este mundo. Adoren a Mi Corazón para que nada malo suceda, pues el tiempo de Mi Justicia se aproxima para toda la humanidad.
Salgan de sí mismos y vean a los que mueren, a los que la televisión muestra como si fueran una victoria. ¡Oh compañeros Míos! aún no saben lo que siente Dios cuando un corazón es indiferente a lo que se le ha dado por Misericordia.
A todos los estoy llevando a una evaluación interior, porque cuando Yo retorne no podré ver en sus túnicas ninguna mancha, y si hubiera algunas manchas no podré reconocerlos porque hasta ahora Yo les enseñé a lavar sus vestiduras con el agua de Mi Misericordia y de Mi Gloria.
Intenten amar un poco más, aunque no puedan. Mi Corazón se ofrece para eso y sus hermanos también se ofrecen para ser amados de verdad. Recemos a Dios por los que no pueden amar a Mi Padre ni a Mí. Recemos con fervor y con Misericordia, así como Yo les enseñé en el principio.
Oración: Padre Nuestro.
No quisiera verlos con caras largas en esta Maratón, porque el mundo precisa alegría, verdadera alegría para poder trascender todos los males y las indiferencias que las almas cometen diariamente ante el Reino Celestial.
Hoy podré bendecir, por compasión, estos elementos que han puesto ante Mi altar, que está en el Cielo y está en la Tierra, para que sus corazones sean lavados por Mi Sangre y sus espíritus sean purificados por Mi Cuerpo, dos señales visibles de la redención y de la entrega a Mi Corazón que siempre los espera.
Hace dos mil años Yo les dejé un tesoro universal, una insignia perpetua para sus corazones y almas. Les dejé el tesoro vivo del universo, el Terafín de Dios manifestado en cuerpo y sangre para toda la humanidad. ¿Cuántas veces ya comulgaron Conmigo?, ¿lo hicieron de verdad o solo con apuros? ¿Cuántas veces Me ofrecí a la mesa de todas las almas para que Me vivieran en la Pasión y en la Cruz?
Mi Corazón Sagrado hoy derrama Su Sangre por las almas indiferentes, por los que no se animan a confesarse Conmigo, ante Mi divina Humildad y ante Mi Paz.
Hoy preparo con esta comunión a toda esta parte de la Tierra que debe consagrarse a Mi Divinidad antes de que Yo vuelva al mundo por segunda vez. Para llegar a Mi Divinidad deberán limpiarse y purificarse todos los días. Por eso les pido que se rindan a Mí para que sus corazones superen todas las pruebas, en el nombre de Dios y de Su infinito Proyecto.
Ante los Ángeles Custodios del universo, ante los Arcángeles que glorifican a Mi Padre perpetuamente, ante el santísimo Espíritu de Dios, ante Su Hijo amado, ante el Padre Celestial que unifica todo lo creado y que vivifica a los espíritus que le responden con sinceridad y ante la majestad de la Madre del Mundo, Yo los absuelvo y los perdono en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Cuando cometan una indiferencia laven sus pies, así como Yo se los lavé a los apóstoles para que reconocieran que Dios se hace tan pequeño ante las almas más orgullosas. No ofendan más a Dios, el mundo lo ha ofendido mucho.
Vivan Mis Tesoros celestiales y alcanzarán la vida eterna. Amén.
Cristo Jesús Glorificado
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más