MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oren unos por los otros, como oran por el planeta herido, como oran por sus miserias más profundas, como claman por sus mayores dificultades.

Oren unos por los otros, como oran por las naciones en conflicto, como oran por los que tienen hambre y frío, por los que no tienen esperanza y por los que tienen miedo.

Oren unos por los otros, como oran por los Reinos de la Naturaleza, ultrajados y sin amor, mutilados e incomprendidos por los hombres.

Así, hijos, con amor, piedad y misericordia deben orar unos por los otros, porque cuando oran por el prójimo, están orando por el planeta; cuando oran por el prójimo, están orando por los Reinos de la Naturaleza y por las naciones.

Cuando un corazón triunfa en Dios, toda la Creación triunfa con él, aprende, crece, y vence como aquel que se vence a sí mismo.

Por eso, no sean indiferentes ante el padecimiento de aquellos que tienen al lado, sino estén atentos y, al percibir una necesidad, oren, clamen, rueguen unos por los otros, para que su clamor sea la voz de aquellos que están sin fuerzas para orar por sí mismos. 

Sean voces unos para los otros, sean fuego unos para los otros, atraigan de los Cielos Gracias y Misericordias unos para los otros, y así alcanzarán la paz. 

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que reine la paz en los corazones de los hombres para que, a través de ella, sepan encontrar la Sabiduría y el Amor de Dios para lidiar con cada situación de la vida.

Hijos, mientras el mundo agoniza y clama por amparo y verdadero amor, la humanidad, en su mayoría, se pierde en las distracciones e indiferencias, en conflictos y en los constantes estímulos de las tecnologías y del caos.

Que en sus corazones reine siempre la paz. No se dejen estimular e influenciar por los discursos individualistas y egoístas de estos tiempos, sino recuerden siempre servir y amar sin condiciones; recuerden mirar al prójimo con amor e ir más allá de sus errores y miserias, para que así se ayuden mutuamente a llegar a Dios.

Antes de corregir, deben primero amar para que su corrección no se transforme en juicio, pero sí sea un instrumento para que las almas retomen su camino hacia Dios. Al mirar hacia sus hermanos, antes de observar los defectos, busquen la perfección de Dios y pidan la Gracia de sentir el Amor del Padre por Sus criaturas.

En la prueba final de la humanidad, cuando cada ser será probado en su amor y en su fe, busquen tener siempre en sus ojos los Ojos de Cristo y en sus corazones el Corazón del Redentor. Dejen que cada día Él viva más dentro de ustedes, cedan espacio para el Señor y pidan con fervor que Él habite en sus moradas internas.

Recuerden que con sus vidas escriben el Evangelio del Retorno de Cristo, con sus vidas preparan Su camino, con sus vidas encienden la antorcha que le indica al mundo dónde hay Luz en medio de la oscuridad.

Por eso, oren y no se cansen de orar. Sirvan y no se cansen de salir de sí mismos por el prójimo. Amen y sean compasivos. Declaren con la propia vida el poder de la Misericordia.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que se sentía agraciada por todas las bendiciones que le llegaban constantemente a su vida, en un momento de oración, le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor amado, tengo todo y mucho más recibo de Ti cada día, dime el motivo de tantas bendiciones. ¿Qué debo hacer con cada Gracia recibida? ¿Cómo puedo agradecer los Dones de Tu Eterno Espíritu?”.

Y el Señor le respondió: “Ve, alma pequeña, que del Universo Celestial fluyen constantemente Dones y Gracias hacia toda la vida. Mi Amor es vertido sobre la Creación, indistintamente, sobre todos aquellos que se abran para vivirlo.

Si tú Me abres las puertas de tu corazón, de tu consciencia y de tu vida, esas Gracias fluirán por ti e inundarán todo a tu alrededor. Pero, cuando Mis hijos Me cierran las puertas, cuando son ignorantes o indiferentes, cuando están con su atención dirigida solo hacia el mundo, Mi Manantial pasa y simplemente pasa, sin que lo sientan, sin que lo vean o lo perciban.

Todo lo que les envío a las criaturas es por Amor, para que crezcan, renueven y recreen la Creación. Por eso, toma Mis Bendiciones y sé un alma agradecida; toma Mis Dones y multiplícalos a través del servicio, de la oración, del ejemplo vivo de cada día en el que Yo vivo en tu interior y Mis Gracias fluyen por ti, para que así los ciegos puedan ver, los que tienen miedo se puedan arriesgar, los que no aman se puedan abrir, los que no sirven y no salen de sí se puedan donar y descubrir el inmenso Amor que fluye de Mi Corazón hacia aquellos que se donan sin condiciones.

Que Mis Gracias y Bendiciones no permanezcan en ti y en ninguna alma de este mundo, sino que crezcan, se multipliquen, se renueven y lleguen a todos los seres”.

Que este diálogo, hijos, les enseñe a percibir el fluir de la Gracia de Dios, a recibirla, multiplicarla y donarla constantemente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma, que temía la Justicia de Dios, oraba y clamaba constantemente por Misericordia y un día, sintiendo que el ciclo de esa Justicia había llegado al mundo, le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor, Tú que eres el Dios del Amor, de la Gracia y de la Misericordia, capaz de entregarte en la Cruz por la salvación del mundo, explícame entonces lo que es la Justicia y cómo un Dios de Amor puede actuar con Justicia sobre Sus hijos”.

Y, mirando a esa alma con paz, el Señor le respondió: “Alma amada, que ignoras el verdadero sentido de Mi Justicia Divina, la Justicia de Mi Corazón es una Ley, impregnada de un amor tan grande como la Divina Misericordia. Mientras la Misericordia eleva a los que están ciegos y les concede lo mejor de Mi Reino, aun a los ignorantes, Mi Justicia primero les lava sus ojos, se los abre y hace que las almas sean conscientes de todo cuanto Yo ya les entregué.

Después de derramar Misericordia sobre los corazones y verlos aún sumergidos en la indiferencia, en la ingratitud y en la inconsciencia, Mi Espíritu vierte sobre ellos la Justicia. Y la Justicia es un rayo de Amor de Mi Corazón que estremece a las almas y derriba sus ilusiones más arraigadas, para que así puedan percibir la verdad y se arrepientan.

Lo que causa sufrimiento en las almas no es Mi Justicia, sino su propia ignorancia, porque perciben que estaban afirmadas en bases de arena, mientras que Yo les ofrecí tantas veces la roca de Mi Corazón. La Justicia, alma pequeña, es parte de Mi Amor, para que ninguno de Mis hijos permanezca en el mundo sin despertar y sin percibir lo que realmente es y cuál es el camino que debe recorrer.

Por eso, ante la Justicia, no sufras, sino solo ora para que esta nueva oportunidad, que llega a través de la Ley de la Justicia, no pase también en vano por las almas ignorantes, y que ellas puedan hacer de esta corrección divina el primer paso para enderezar sus caminos”.

Que este diálogo les enseñe, hijos, a amar a Dios, a Su Misericordia y a Su Justicia, y a comprender que la acción de las Leyes es justa y colmada de un celestial amor por las almas.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE AUGSBURGO, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Escucha, Señor, la voz de Tu Siervo fiel.

Hoy vengo a clamar por la cura de las heridas más profundas de las naciones de este mundo, heridas que se reflejan en la consciencia de los hombres por la indiferencia y por la ignorancia ante Tu Amor y Tu Verdad Celestial.

Hoy clamo para que Tu Bálsamo de Redención permee lo más profundo de la Tierra y toque el interior de los hombres. Que este suelo, pensando por Ti para ser sagrado, vuelva a ser sagrado. Que estas vidas, pensadas por Ti para ser la salvación de toda la Vida, se conviertan en Tu Puro y Divino Pensamiento original.

Acoge, oh Dios, estas suplicas.

Hoy veo Tu Luz descender al mundo. Que los corazones sepan acogerte con amor para que nada permanezca como está. Que todo vuelva a Ti en su pureza, en su verdad, en la profundidad de Tu Corazón Creador.

Amén.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ZAGREB, CROACIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Escuchen el llanto de un espíritu herido por las guerras y por la ignorancia de los hombres, el corazón de una nación que clama por Misericordia, aunque sus habitantes se hayan perdido en la indiferencia de su vida común y no lo escuchen. 

Todos los días, la Mirada misericordiosa de Dios se dirige hacia aquellos que claman, que lloran, que oran por la paz; pero también y, sobre todo, hacia aquellos que no claman, que no lloran y que no oran, porque no conocen a Dios y a Su infinito Amor.

Con sus corazones, mantengan abiertas, cada día más, las Puertas del Perdón, de la Gracia y de la Misericordia para este planeta. Sean conscientes de la inmensa necesidad del mundo y que servir a este mundo herido sea su mayor aspiración.

Dios Padre espera poder llegar, todos los días, a Sus hijos y, para eso, precisa encontrar las puertas de los corazones humanos siempre abiertas a Su Amor. Sean esa puerta que se abre constantemente a Dios. Sean el permiso consciente para que el Creador abrace y ampare a Sus criaturas. 

Que su verbo orante, nacido de lo profundo del corazón, se pronuncie incansablemente, pues la Tierra necesita paz. 

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDA EN LA COMUNA DE CASTEL VOLTURNO, CAMPANIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Busca la pureza de tu corazón, a través del silencio y de la oración, para reparar este mundo de tantos pecados e ilusiones.

Ofrece una reparación sincera a Dios, a través de las pequeñas renuncias de la vida para que, por estas ofertas, el Señor pueda interceder por los que son ignorantes e indiferentes en este mundo, a pesar de tener un compromiso con Dios y con Su Amor.

Vive, cada día, una religiosidad verdadera y ama estar unido a Dios por aquellos que se engañan a sí mismos, en falsas vidas espirituales.

Repara el Corazón del Padre por esos ultrajes, orando y adorándolo con el corazón. Sé un instrumento para el milagro de Dios, dejándote transformar. Sé una fuente para Su Gracia, dejando que Él esté en ti.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Así como el Amor de Cristo se expandió en la Cruz y Su Mirada de Misericordia tocó en lo profundo al Corazón de Dios para despertar a esa Fuente Celestial en la Tierra, así tú también en este tiempo, hijo, debes dejar que el amor se expanda en tu interior.

A pesar de las dificultades, de las atrocidades que los seres viven en sus naciones, pueblos y familias, a pesar del caos que se intenta expandir sobre la Tierra, que tu mirada sea siempre misericordiosa.

Deja que tu corazón descubra la potencia del Amor de Dios que está más allá de cualquier imperfección y dificultad, que está más allá del caos y del mal, y que a todo transforma.

Llegó el momento de recorrer el camino del calvario de este tiempo, cargando la cruz de la indiferencia humana ante los Planes de Dios y transformando, a cada paso, esa cruz en la renovación del Amor Divino.

Comprende al amor como tu misión, comprende a la cruz como tu camino y permite que tu ser sea un instrumento de Dios en este tiempo.

El Creador no busca instrumentos perfectos, busca a aquellos que, a pesar de ser imperfectos, quieren aprender a amar y a perdonar, quieren disponer su corazón para que sea un cáliz vacío en donde Dios pueda derramar Sus códigos de Amor y de Redención.

En este tiempo, en el que rememoras los pasos de tu Señor, permite que Él te inspire y renueve el propósito de tu corazón, elevando tus metas y aspiraciones para que te dispongas a ser un Nuevo Cristo, un nuevo milagro de tu Creador y de Su Amor infinito que convierte y transforma a todas las cosas.

Tienes Mi Bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mensaje transmitido en el huerto del Monasterio de la Asunción y del Divino Espíritu, en Uruguay, donde fue colocada una fuente con una imagen de Nuestra Señora del Huerto.

Como el agua que brota de las fuentes consagradas a la paz, que las bendiciones divinas se derramen sobre sus almas y corazones y que, a través de ustedes, lleguen al mundo entero.

Que las Bendiciones que Dios vierte sobre sus vidas se multipliquen y lleguen a cada corazón de este mundo.

En este huerto consagrado a la oración, a la contemplación y a la redención de las almas y de los Reinos de la Naturaleza, el Creador encuentra reparación y esperanza. Que cada ser que llegue aquí recuerde siempre que tiene la oportunidad de orar y reparar el Corazón de Dios, así como Su Hijo lo hizo en el Huerto Getsemaní, y así como Su Madre Divina lo continuó haciendo, una y otra vez, al recorrer en oración los sagrados lugares de la Pasión de Cristo.

María Santísima llegó al Huerto Getsemaní para revivir allí la agonía del Señor y así mantener vivos los méritos de Su Pasión y multiplicarlos. Su oración reparaba el Corazón de Dios y sobre todo el Corazón de Cristo, eternamente flagelado por la gran indiferencia de los hombres.

Que este huerto, hijos, sea para ustedes como entrar en el Huerto Getsemaní y compartir con el Señor Su agonía, reparando Sus Llagas y heridas, generando méritos para la salvación de las almas y para la institución de la Nueva Vida.

Siempre entren aquí con gratitud y alegría por poder servir al Corazón de Dios y en Él a todos los Reinos de la Naturaleza. A través de sus oraciones, unidas a los diferentes Reinos en comunión, los ángeles del Señor repararán el sufrimiento y el ultraje que viven los Reinos de este mundo. Por eso, encuentren aquí un espacio de servicio que, a pesar de ser oculto y silencioso, cruza las fronteras y las dimensiones, y toca el Corazón de Dios.

Por eso Él los bendijo, bendijo esta fuente, este lugar y sus vidas, para que los frutos de su redención sirvan de auxilio para muchas otras almas.

Yo los amo.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En estos tiempos, no buscarás la respuesta a tus cuestionamientos ni en la ciencia, ni en los Libros Sagrados, ni en las religiones. Todo lo que el hombre ha manifestado hasta hoy, por más que haya sido inspirado por Dios en otros tiempos, no te brindarán ni la respuesta ni la comprensión para lo que la humanidad vivirá en este mundo y que, en consecuencia, todo el Universo experimentará.

Así como nadie supo explicar las acciones del Hijo del Hombre desde Su predicación hasta Su cruz, en estos tiempos, hijo, nadie sabrá explicar lo que vivirán como humanidad.

En el Corazón de Dios es donde encontrarás la respuesta y el refugio. En el Corazón de Dios es donde encontrarás el ánimo y el aliento. En el Corazón de Dios es donde vivirás en paz lo que, para la mayoría de los hombres, será incomprensible; y desde allí transformarás en amor lo que para muchos será una "injusticia divina".

Aquellos que jamás se volvieron hacia Dios y que solo adoraron y proclamaron las cosas del mundo, tarde llorarán, reclamándole al Cielo una oportunidad que siempre les fue entregada. Aquellos que limitaron la Sabiduría Divina a la mente humana buscarán en los libros, escritos por las manos de los hombres, y no sabrán explicar ni comprender ni aceptar lo que vivirán, entonces gritarán: "¡Mi Dios!, ¡Mi Dios!", al ver manifestarse aquello que siempre negaron que existiera.

Los que sean humildes de corazón y solo tengan certeza de su propia ignorancia, no temerán cruzar los portales que se abrirán sobre el mundo y se maravillarán con la Existencia Sublime que se manifestará en la Tierra, sintiendo en su interior el alivio y el auxilio que tanto esperaban. Sus corazones, unidos al Corazón del Padre, sabrán reconocer la presencia del Hijo de Dios en Su retorno al mundo y todo lo que hayan tenido que vivir y entregar para estar en ese momento les parecerá poco. Su humildad les concederá la gracia de reconocer la Grandeza de Cristo.

Limpia y purifica tu corazón ahora, hijo Mío. No te detengas ni en vanidades ni en indiferencias, sabe que el mayor tesoro que puedes tener es el corazón vacío, dispuesto para Dios y unido a Él. Construye esta unidad en tu interior.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Esperen con amor las Palabras que Dios les pronuncia a sus corazones a través de Sus Mensajeros.

Así como Él les habló a los profetas y a los patriarcas que dejaron para el mundo las bases de la vida espiritual, hoy el Creador renueva Sus enseñanzas y trae nuevas Revelaciones para el mundo; porque, desde los patriarcas hasta ahora, el propio Dios se renovó a sí mismo y vivió Revelaciones que provenían del despertar y de la evolución humana.

Aún con sus imperfecciones y limitaciones, los patriarcas y los profetas de otrora reconocían la Presencia de Dios y respetaban el eco de Su Voz que se pronunciaba a los pueblos y que era seguida por ellos.

Hoy la Voz de Dios hace eco en el desierto de la consciencia humana, porque la indiferencia se apoderó de los corazones y pocos son los que saben reconocer la Voz de Dios y seguirla.

Para escuchar a Dios hoy, deben permitir que el Creador despierte dentro de ustedes los compromisos que quedaron dormidos y las experiencias de unión con el Padre que no provienen de esta vida, pero que están guardadas en lo íntimo de sus seres para servirles de auxilio en estos tiempos.

Denle a Dios el permiso de tocar lo profundo de sus corazones, para que, como seres y como humanidad, aparten sus consciencias de la influencia de la indiferencia e ingresen en las Leyes que los conducen hacia la elevación.

Cuando ustedes unen sus espíritus al Padre pueden trascender las leyes y las influencias materiales para pertenecer a las Leyes del Universo y ser auxiliados por los rayos y por las energías espirituales que descienden al mundo para impulsar a los seres hacia el amor y la evolución.

Para eso, es necesario que exista dentro de ustedes la voluntad para dar ese paso y amar a Dios, a Sus Palabras y a Su Plan, renovando el amor y el respeto vivido por los patriarcas, por los profetas y por el Pueblo de Dios; para que así el Padre encuentre nuevos caminos para cumplir Sus promesas y establecer Su Reino en este mundo, cuando llegue el tiempo.

El Reino de Dios será revelado primero en el espíritu, después en la materia. Estén atentos a la Voz de Sus Mensajeros para que en Sus enseñanzas ustedes reciban las nuevas Revelaciones del Creador.

Dentro de ustedes se revelará Su Reino y, después de encontrar el camino para habitar en ese Reino con sus espíritus, construirán los puentes hacia el Universo para que el Reino de Dios se manifieste en la Tierra.

Su Padre y Compañero de siempre,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Dios contempla el mundo en silencio y, con un Amor inalterable en Su Corazón, recibe las llagas que, día a día, minuto a minuto, se van abriendo por la indiferencia de Sus hijos y por los ultrajes que ellos se causan unos a otros, por desamor e ignorancia. Y aun así, de Sus heridas sigue brotando Misericordia.

Como Su Hijo, parte Suya viva entre los hombres, el Creador también vive Su Pasión espiritual, porque para curar los males que se viven en la Tierra, el Padre y Señor de todas las cosas le ofrece a la Ley Divina lo que la humanidad más teme: el dolor, el sacrificio y el Amor verdadero que, en su expresión, supera todas esas cosas y vence esos temores. El Creador vive, en Sí, aquello que la humanidad más teme, para enseñarles a todos que hay algo superior a eso, que se alcanza a través del Amor.

Las Leyes Universales son vivas y actúan, por si solas, en todos los niveles de la Creación. Por eso, incluso el Señor de las Leyes las respeta y las vive, para que ellas se cumplan en Sus hijos. Para que las criaturas sigan recibiendo Misericordia, Dios repara, con Su propio Corazón, los males del mundo.

Para reparar el Corazón de Dios, ustedes solo necesitan vivir con Amor lo que, para la mayoría de los seres humanos, es doloroso y difícil. Y no les hablo de la muerte en la cruz o de las llagas y heridas del corazón. Les hablo de todo lo que mueve a un ser a llegar a la cruz y a ofrecer las llagas y heridas de su corazón por Amor y Misericordia.

El mismo Amor que movía a Cristo a seguir con la cruz es el que mueve a Dios a reparar las faltas humanas y es lo que ustedes son llamados a vivir hoy, dentro de sí y con sus semejantes, trascendiendo el amor pobre e inmaduro, que muchas veces vive en sus corazones, en un Amor verdadero, fruto de la fraternidad y de la Misericordia, fruto del esfuerzo por comprender y amar al prójimo, fruto de la entrega y de la sabiduría, fruto de la fe.

Anímense, hijos, a encontrar, en sus oraciones, las Llagas del Corazón de Dios y a ofrecerle una reparación consciente a través del esfuerzo de amar como Él los ama.

Anímense a dar pasos grandes a través del esfuerzo en las pequeñas cosas del día a día, en las que se presentan las oportunidades de elegir entre el Amor y la condición humana. Elijan siempre el Amor.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

A fin de que la indiferencia humana para con la vida superior no haga que la humanidad pierda la posibilidad de conocer y experimentar esa vida, los que están despiertos deben redoblar los esfuerzos, multiplicar las tareas y superar sus límites todos los días para responder en nombre de aquellos que ignoran el llamado celestial.

Además de la propia purificación y de la propia carga que deben sobrellevar en estos tiempos, los nuevos apóstoles y discípulos de Cristo deben soportar la purificación del planeta en su totalidad y cargar en sus espaldas los fardos que otros que se comprometieron con Cristo no quisieron llevar.

En el universo, la responsabilidad de la manifestación del Plan de Dios se repartió equitativamente entre aquellos que se comprometieron a prestar ese servicio. Pero, al llegar al planeta, con velos en sus ojos, las almas se confundieron, se olvidaron y permanecieron adormecidas o presas de sus gustos personales y de sus formas de comprender ese Plan.

Hijos, cuando un alma que tenía determinada misión que cumplir cambia esa misión de acuerdo con su voluntad y su parecer, aunque crea que sirve a Dios, para el Plan eso es considerado una indiferencia para con la Verdad del Creador.

Existen muchas almas que se comprometieron con el Señor y que, a lo largo de la experiencia en la Tierra, cumplieron en parte lo que Dios les pedía; pero ahora, en el momento culminante del Plan Divino, se perdieron en las fuertes influencias del caos y dejaron de lado la fidelidad, cambiándola por la superficialidad.

Les digo estas cosas, primero para que estén atentos y sean siempre guardianes del Plan Divino y, después, para que sepan que el Creador contará con ustedes para cumplir aquella parte de Su Plan que quedó atrás por la indiferencia humana.

Que el amor al Plan en sus corazones sea mayor que el amor propio, para que puedan imitar el ejemplo de Cristo y no solo cargar su cruz, sino dejar que Dios coloque sobre ella el peso de la indiferencia y de la ignorancia de Sus hijos, para que ellos no se pierdan y tengan una oportunidad de despertar.

El Creador cuenta con ustedes, hijos, para una respuesta y una responsabilidad mayor. Es hora de servir, amar y entregarse al Plan Divino.

Su padre y compañero en el camino evolutivo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Miseria mayor que la miseria de la materia es la de la falta de compasión y de unidad entre los hombres.

Carecer de lo necesario es consecuencia de una carencia aún mayor, una carencia que no es individual, sino que es humana: la carencia de amor en los corazones.

Ser pobre y miserable materialmente, hijos, no es el mayor de los males. Ser pobre de virtudes y miserable en el espíritu es lo que le impide al hombre repartir el pan para el cuerpo.

En donde no hay compasión, no hay igualdad. En donde hay indiferencia, no puede haber fraternidad ni equilibrio.

No se indignen con la miseria inhumana en la que viven sus hermanos, si aún les falta compasión y fraternidad y, con eso, colaboran con el crecimiento de la indiferencia y de la desigualdad social que viven hoy como civilización.

Hijos, que haya más acción y menos emoción en sus vidas. Que estén más listos para actuar y que no se dejen envolver por sentimientos que no hacen crecer el espíritu.

Si estuvieran delante de la miseria de sus hermanos, no les den solo un pan; además del pan, denles también la propia vida, ofreciendo su transformación en reparación de la carencia que hay en la consciencia humana y que resulta en esa miseria que ven plasmada en la materia.

Amen, sientan al prójimo por medio de la compasión, sean fraternos, venzan la indiferencia, venzan el egoísmo, ríndanse
a la fraternidad y borren de su consciencia el miedo de carecer de algo en el futuro; ese miedo que hace que guarden todo para sí mismos.

Son esos códigos, hijos, los que, cuando son depositados en la consciencia humana, hacen la diferencia.

¿Por qué reclaman tanto de los sistemas de gobierno y se indignan con la miseria social, si nada hacen para que la consciencia humana sea otra, e incluso, alimentan los viejos patrones que la mantienen en ese punto de involución?

Es hora de crecer y de forma muy neutra dar los pasos, comprendiendo el punto en el que ustedes se encuentran y esforzándose todos los días para que la humanidad reciba nuevos principios divinos.

No busquen virtudes para sí, para afirmar la miseria ajena y resaltarse a sí mismos; intenten ser virtuosos para que la humanidad entera lo sea. De esa forma, hijos, es como alcanzarán virtudes verdaderas.

Sirvan y sientan en el corazón el pesar por la miseria material e interior de sus hermanos, pero ¡no permanezcan allí! Cambien, crezcan, alcen vuelo y lleven consigo cada corazón humano.

La meta no es solo la propia santificación, la meta es la conversión de toda la humanidad y la cristificación de una raza entera, que sea capaz de amar al prójimo como a sí misma y a Dios sobre todas las cosas.

Que la paz y la unidad estén en sus corazones.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS​​​​

Hijo:

Para vencer la indiferencia del corazón humano, comienza contigo mismo. Observa todas las veces que tu corazón se cierra la realidad planetaria o cuando piensas que te comprometes con el mundo, pero tus acciones demuestran el grado de importancia que te das a ti.

La indiferencia entorpece la consciencia y no le permite evolucionar. No es necesario que te involucres emocionalmente con lo que sucede en el mundo, pero sí que tales acontecimientos te lleven a la transformación y que te impulsen a que nunca detengas tus pasos.

La indiferencia es uno de los grandes males de la humanidad, aún peor que la ignorancia, porque aquel que es indiferente ya tiene cierto grado de instrucción y, sin embargo, sigue pensando más en sí mismo y en las propias necesidades.

Hijo, la indiferencia es lo que llevará a muchos seres que se creen espirituales al abismo de la consciencia planetaria. Cuida para que no seas tomado y llevado por la indiferencia humana. Trata de seguir tu consciencia y tu corazón, y cuando sepas que debes hacer algo, hazlo de inmediato, no ignores las necesidades. Cuando veas que alguien necesita de ti, ve en su auxilio, sin miedo. Si sabes lo que sucede en el mundo y que, en este mismo instante en el que estás delante de las Palabras de Dios, existen otros que están siendo probados en su fe y, de rodillas, eligen morir con Cristo a vivir sin Él, entonces ora verdaderamente, sin cesar.

Si ya conoces el papel de la consciencia indígena en el planeta y también sabes cuánto abandono e indiferencia padecen los indígenas, entonces actúa, sirve, ora, auxilia, ofrece tu amor. Demuéstrales a estos hermanos que ellos tienen una importancia vital en la vida espiritual del planeta y que su manera de ser no debe ser vendida de forma turística, para divertir a los inconscientes.

Cuando estés delante de un hermano indígena, aprende con él y, en tu postura de aprender, deja que emerja del corazón la pureza y la sabiduría que él tiene para transmitir a la humanidad.

Si sabes que el esfuerzo y la perseverancia son las claves para superar los obstáculos en este tiempo, entonces no bajes los brazos cuando estés en dificultades.

Si la prueba fuera mayor que tu fe, recurre a la unidad con tus hermanos; unidad que, cuando es verdadera, abre las puertas hacia Dios, para que descienda Su Voluntad.

Une tu corazón al corazón de los que están contigo. Haz de esta Obra una fortaleza en la que habitará el Rey de los reyes, en Su esperado retorno. Confía en la victoria y valora el amor.

No pienses en lo que los otros harán por ti; practica lo que sabes y vence la indiferencia que se manifiesta, en diferentes circunstancias, en los corazones de todos los seres vivos.

Sé tú aquel que trasciende las leyes de este mundo; así podré revelarte misterios universales, y los acontecimientos del mundo serán para ti las señales para leer y dar los pasos siguientes sin miedo y con valentía.

Únete a Dios, únete a esta misión universal.

Vive bajo la Gracia de la Divina Misericordia.

Por el despertar del corazón humano,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sé que las Apariciones de los Mensajeros Divinos son un misterio para muchos, misterio que en algunos motiva el crecimiento de la fe y en otros el tormento de la duda.

Este mundo, hijos, está lleno de misterios. La propia consciencia humana, en sí, es un gran misterio tanto para el cosmos como para ustedes mismos.

En este planeta, deben aprender a vivir por la fe: fe en lo invisible, en lo intangible, en lo divino, en lo pleno. Solo con la gracia de la fe, el corazón puede estar delante de las diferentes situaciones de la vida con la claridad y la comprensión necesarias.

Les digo esto porque, como grupo y como humanidad, ustedes están delante de dos desafíos que son las dos misiones que están viviendo. Ambas situaciones, que deben ser develadas, tienen raíces muy profundas y desconocidas para todos. Y, para que no estén ante ellas de manera superficial, deben abrir sus corazones a la vivencia de la fe, pues es así, confiando en lo invisible y siguiendo sus corazones en cosas tal vez inexplicables o no tan obvias para sus mentes, que ustedes podrán estar plenos frente a esos dos desafíos.

Las dos situaciones que hoy enfrentan los seres, tanto en Medio Oriente como en Chaco, Argentina, necesitaron llegar al extremo para que la humanidad colocara sus ojos sobre ellas y, aún así, aquellos hermanos padecen mucho con la indiferencia, porque el corazón humano todavía no se abrió para vencer sus propias comodidades e ir al encuentro de las necesidades del prójimo.

Sus hermanos de la consciencia indígena intentaron llevar a cierta parte del planeta, sobre todo a América, a una vida evolutiva diferente de la vida del resto de la humanidad. Ellos encontraron lo Sagrado gracias a la reverencia, porque era justamente la falta de contacto con las creaciones e invenciones materiales de la mente humana lo que les permitía encontrar un camino evolutivo diferente, basado en el amor y en la simplicidad.

Pero en un planeta al que todos vinieron para aprender a amar, la misma tendencia de los espíritus presentes en él sofocó la expresión natural de los guardianes de la pureza, los pueblos originarios. Con la ayuda y el incentivo del enemigo de Dios, ustedes no pudieron comprender las diferencias y, a lo largo de muchos siglos, intentaron imponer una forma de vida mental, material y basada en la competencia y en la lucha por el poder. Por el hecho de que los indígenas no sean así y por haber permanecido en su pureza, ustedes los hicieron sufrir y, hasta hoy, influyen como pueden en las mentes de los pequeñitos, intentando hacerlos desaparecer de la Tierra, sin percibir que, con ellos, desaparecerán el amor, la simplicidad, la pureza y la humildad del corazón.

Es la misma lucha por imponer sus propias costumbres e ideales la que genera, en Medio Oriente, las guerras y los conflictos permanentes. Y Yo les digo que no solo proviene de Medio Oriente el incentivo para esas guerras y que no es solo con la ayuda de las grandes potencias económicas de Occidente que ellas crecen y se desarrollan. Quiero que comprendan que esos males tienen raíces espirituales profundas y un único propósito: destruir los Planes de Dios. Es por eso que contamos más con la fortaleza espiritual de pocos que con los recursos materiales de muchos.

Una de las formas que el enemigo usa para hacerles perder la fe y la esperanza es colocar en las mentes el ansia de encontrar resultados materiales, pero esa búsqueda fue la que llevó a Judas al suicidio, por no comprender que la victoria del Mesías era en la Cruz.

Ustedes, que están más conscientes, deben servir sin buscar resultados; deben trafnsformarse sin recibir méritos; deben esforzarse sin encontrar recompensas ni reconocimientos. Dios tiene Sus Ojos puestos en los que son verdaderos y fieles a Su Plan. Sobre estos Él colocará Su Cruz, que para unos podrá significar muerte y fracaso, pero para los que tienen sus corazones abiertos y sus consciencias despiertas significará el triunfo de Dios en todo el universo.

Sirvan todos los días con la certeza de que la verdadera batalla se vive en el espíritu y que ahí debe ser vencida. Lo que sucede en la materia es un simple reflejo de lo que se multiplica en los Planos Superiores.

Por eso, quiero hacerles comprender los acontecimientos del mundo desde un punto de vista más amplio para que, delante del servicio, ustedes no se apeguen a lo que puedan hacer con las manos, pero sí a lo que se alcanza con el corazón.

Por el descubrimiento del servicio y de la misión espiritual,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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