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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sientan la caricia de los elementos de la Naturaleza de Dios; cómo en este momento, a través de Mi Divina Presencia y a través de Mi Amor Maternal, la Tierra entera es colmada por el Amor y la Ternura de Dios. Sientan, en este lugar, cómo esto sucede, cómo los elementos de la naturaleza responden a la Madre del Mundo.
¿Ustedes saben que son parte de esto, que la Naturaleza de Dios está en ustedes, hijos Míos, así como el Padre está manifestado en todo lo creado? Son el poder y la fuerza de los elementos de la naturaleza, en su armonía, belleza y simplicidad, que transmutan las situaciones más oscuras del planeta.
Los elementos de la Naturaleza de Dios siempre han acompañado a la Jerarquía Divina y a las Jerarquías porque, a través de la presencia de los elementos de la Naturaleza de Dios, las almas son elevadas de la vida terrestre a la vida espiritual y las potentes corrientes de cura se presentan para que, a través de la Palabra Divina y de la oración perpetua de la Madre de Dios, los corazones sean curados y transformados de su pasado y dolor.
Pero esto, aún es más fuerte y espiritual, es más profundo y desconocido, hijos Míos, porque por donde peregrina la Jerarquía Divina, a través de las naciones y de los pueblos, en los lugares que la Jerarquía visita, bendice y consagra, existen espacios sagrados como este en donde no solo la Naturaleza Sagrada de Dios se manifiesta y se refleja, sino que también los espacios internos concebidos por la Jerarquía Espiritual reflejan, como un espejo, los atributos y los principios que la humanidad necesita en este tiempo para poder alcanzar la paz.
Cuando Yo Me presento aquí, así como Me presenté en varios lugares del mundo y a lo largo de los tiempos, los elementos sagrados de la Naturaleza de Dios también se presentan ante la Madre Naturaleza, la Madre de las almas y de los corazones, para transmutar las condiciones más adversas de las vidas de las personas, pero también para elevar el espíritu de cada ser hacia Dios, en donde el espíritu de cada ser, el alma de cada corazón de esta Tierra, podrá encontrar cura, liberación y redención.
Estos sagrados elementos de la Naturaleza de Dios se presentan como ángeles y devas, que son las grandes potencias celestiales y del universo que abren las puertas y las dimensiones para que la Jerarquía Espiritual descienda al planeta y pueda entregar Su Mensaje a la humanidad.
Esto siempre ha sido así, hijos Míos, en las Apariciones de la Virgen Santísima, del Sagrado Corazón de Jesús o del Corazón de San José, sagrados elementos de la Naturaleza de Dios generan una coyuntura espiritual y única para las almas, y especialmente para las naciones que reciben a la Jerarquía Espiritual.
¡Cuántas matrices espirituales la Jerarquía puede trabajar en la consciencia y el alma de una nación! Y, a través de esto, hijos Míos, ¡cuántas almas se ven beneficiadas con este movimiento oculto y espiritual de la Jerarquía!
Pero esto no se ve con los ojos físicos, sino con los ojos del alma. Este movimiento oculto y divino de la Jerarquía no se lo puede comprender con la mente, solo sentir con el corazón, con el corazón-espejo abierto de cada alma, para que perciba y así también reciba los impulsos espirituales de la Jerarquía.
Con esto, quiero decirles, Mis amados, que toda la Jerarquía Espiritual unida y reunida en este momento no solo por Estados Unidos y Canadá, sino también por el mundo entero, está construyendo una condición interna, anónima y silenciosa, sembrando la semilla en los corazones que se abren a recibirla. Porque intentamos, queridos hijos, como Consciencias Divinas y Cósmicas, que al menos una pequeña parte de esta humanidad de superficie alcance la realización de la Tierra Prometida de la Nueva Humanidad, así como el Padre Celestial lo desea ardientemente en Su Corazón.
A pesar de los conflictos, a pesar de las guerras, a pesar de los desastres naturales, a pesar de la situación grave de esta humanidad, a pesar de la pena de muerte o de la prisión; a través de los sagrados elementos de la Naturaleza de Dios, el Padre Celestial enviará una vez más a Su Hijo al mundo para reconstruir esta superficie herida y martirizada; y para eso los estamos preparando, queridos hijos.
No se olviden de este importante momento que antecede al Retorno de Cristo.
No tomen este Mensaje solamente como palabras. Tomen este Mensaje como un impulso interior y espiritual de preparación en el final de los tiempos para ustedes mismos. Aun mientras se purifiquen y se consagren, no pierdan de vista los impulsos de la Divina Jerarquía, a fin de que se pueda construir y manifestar la Nueva Humanidad.
Quiero que tengan presente a los ángeles y devas que acompañan a su Madre Celeste en este momento, y a las Leyes de Cura, de Amor y de Misericordia que colman a esta nación de los Estados Unidos, pero también a muchos lugares del mundo entero que, en este tiempo y en este momento, necesitan de intervención espiritual.
Si su esfuerzo para con Nosotros fuera siempre verdadero y honesto, y su fidelidad y lealtad fueran también así para con Nosotros, les aseguro, queridos hijos, que, a pesar de todo o incluso bajo cualquier situación o experiencia, estarán comprendiendo el llamado de la Jerarquía Celestial.
Por eso, en este día, los vuelvo a animar a seguir Nuestros Pasos, para que la historia que Dios escribe, a través de Nuestra Presencia en sus vidas, pueda resonar en lo más profundo de sus corazones y siempre pueda renovarlos e impulsarlos a seguir adelante.
Por eso, hijos amados, para que los sagrados elementos de la Naturaleza de Dios sigan obrando y transmutando al mundo para que vuelva a alcanzar la paz y el amor que ha perdido, Yo les pido, queridos hijos, que Nuestras Palabras resuenen en sus corazones como las últimas Palabras preparatorias e importantes para su redención.
Como Madre, Yo acompaño los pasos de todos Mis hijos, acompaño los momentos buenos, pero también los momentos dolorosos, sepan que estoy atenta a todas las necesidades y pedidos.
Sigan orando por lo que necesitan para saber si realmente lo necesitan, porque hay algo más allá de toda vida material que los está esperando a través de este portal celestial que les abre, una y otra vez, la Conciencia Divina al planeta y a las almas para que reciban Mis Gracias, las Gracias más profundas de Mi Corazón.
Que el Espejo de Mi Corazón Inmaculado se vuelva a reflejar sobre el mundo y sobre este lugar; y que, principalmente, el Espejo de Mi Corazón, a través de la ternura de Mi Espíritu y de Mi Alma, se pueda reflejar en sus corazones para que sientan, hijos Míos, que Yo estoy cerca y no lejos, para que sepan que le ha llegado el tiempo a cada uno de aprender a madurar y a crecer, aun en este desconocido Armagedón.
Siempre que Me llamen, allí Yo estaré; siempre que Me invoquen, allí Yo estaré; siempre que oren Conmigo, allí Yo estaré; siempre que lloren a Mis Pies, allí Yo estaré; siempre que logren algún paso, allí Yo estaré; o aunque siempre caigan muchas veces, allí Yo estaré. Porque Yo Soy su Madre, la Madre que los ama, los consuela y los ampara.
Esta es Mi Misión y este es Mi deber ante el Sagrado Corazón de Mi Hijo, este fue Mi compromiso a los pies de la dolorosa Cruz. Por eso, estoy aquí para ayudar a Mis hijos del mundo, para que puedan llegar a Dios.
Yo les agradezco por responder a Mi llamado.
Es un júbilo espiritual que Estados Unidos, a pesar de su deuda espiritual, reciba esta Gracia de todo el Cielo.
Los bendigo en el nombre de Mi Hijo y de la unión con la Santísima Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Esperé tanto tiempo para poder llegar aquí, a este recinto de la Creación de Dios, en donde las almas que lo encuentran y lo visitan, sin percibirlo o notarlo mucho, retornan al principio de su origen espiritual y cósmico.
A través de los testigos de la Creación de Dios, y por intermedio de estos gigantes del Reino Vegetal, vean cuánta historia se encuentra guardada aquí.
No es necesario que un ser sea tan espiritualizado para poder notarlo. Contemplando con un corazón abierto y en gratitud, las esferas sutiles de la Creación a través del Reino Vegetal pueden revelarle al ser humano de la superficie realidades de cura interna y espiritual que aún este Reino, más allá de su donación, no consiguió expresarle a la humanidad por todo lo que recibe del Reino Humano, como transgresión y maltrato.
En el silencio de lo que aparentemente está inmóvil, en el silencio de lo que aparentemente está quieto, Dios espeja y refleja Su Consciencia a través de la consciencia de los ángeles y de los devas; para que, en este Proyecto Humano de superficie, volviendo algún día hacia su esencia original, volviendo algún día hacia su Propósito Esencial, esta raza pueda recuperar el código de la Creación que perdió a través de los tiempos.
Cuando Yo les hablo que estaba esperando poder volver aquí es porque hay una parte de Mi Consciencia que visita este lugar en los planos internos, por medio de la expresión de Mi Consciencia Eremítica. En este lugar encuentro no solo para Mí, sino también para todos Mis compañeros, una oportunidad de volver hacia el mundo interior y poder salir de esta superficialidad del final de los tiempos que solo confunde y engaña a las almas, llevándolas por un camino incierto.
A través de este lugar de la Creación de Dios, en uno de los extremos de los Estados Unidos y muy cerca del gran Océano Pacífico, una coyuntura espiritual especial se les presenta a las almas y a las consciencias; porque en este lugar, a través del Reino Vegetal, no solo hay una historia que ya fue escrita, sino también hay una oportunidad como una puerta que se les abre a las consciencias para que no solo retornen hacia su origen esencial, sino que retornando hacia él, comiencen nuevamente de cero, evolucionando así como evolucionan los Reinos Menores, evolucionando así como evolucionan los ángeles, devas y elementales; porque ellos no conocen la Ley del Sufrimiento ya que viven completamente la Ley de la Donación y, a pesar de lo que el ser humano de esta humanidad ha hecho a lo largo de los tiempos de los Reinos Menores, la memoria íntegra de su donación no puede ser borrada por nadie.
Porque, así como los ángeles, los gigantes de esta región solo tienen la misión de elevarse hacia lo alto hasta encontrar la Luz, como una flor que se abre a los rayos del Sol así debería ser la apertura de la consciencia del ser humano en estos tiempos críticos; porque es tan maravilloso lo que hay del otro lado del portal, pero aún muchos temen encontrarse con lo desconocido.
Pero, ¿qué hay más allá de lo que ustedes pueden controlar o retener?
¿Cómo es posible que el alma-grupo de los Reinos, a pesar de las transgresiones de todos los tiempos o aun de la contaminación que ellos viven, no deja de donarse por la evolución de este Proyecto Humano?
¿Dónde está la clave de esta donación constante y permanente de los Reinos Menores? ¿Por qué el Reino Humano no consigue vivirla o alcanzarla?
Esta es una de las razones por las cuales retornaré a la humanidad, para que el Proyecto Genético en su origen y en su ADN sea reconfigurado, porque hay un átomo y una célula que se perdieron.
Por eso, el esfuerzo de la humanidad debe ser muy grande para poder vivir una donación que algún día sea incondicional y verdadera, sin esperar nada a cambio, así como los Reinos Menores y estos gigantes no esperan nada a cambio.
Si la humanidad mirara con otros ojos a los Reinos de esta Creación, ¡cuán maravilloso sería para las almas de este mundo recibir los atributos de los Reinos de la Naturaleza: la fortaleza, la donación, la entrega, el silencio, la reverencia, la devoción a lo sagrado y la transmutación silenciosa, así como la liberación!
Frente a sus ojos tienen el Espejo de Dios; lo tienen todo, más que otros planetas y más que otras constelaciones, lo tienen todo más que cientos de soles y estrellas en este universo.
Abran sus consciencias, así como la Jerarquía Espiritual abre estos espacios y dimensiones para que los devas, ángeles y elementales se hagan presentes en este momento y comulguen de la Segunda Persona de Dios, así como ustedes pueden comulgar de Mi Cuerpo y de Mi Sangre.
Esta es la razón de Mi Retorno, este es el motivo de uno de Mis importantes trabajos por la redención de la humanidad y del planeta, en honor al sacrificio de todos los Reinos Menores, silencioso, verdadero e inmutable.
¿Será que ustedes, en esta superficie, también lo alcanzarían?
Si en verdad, supieran lo que el alma de los Reinos Menores ve del Reino Humano, les aseguro que su respuesta sería otra y muchos, pero muchos, se atormentarían por haber agredido y lastimado a los Reinos de la Naturaleza que hoy, a través de esta humanidad, llevan la culpa de las consecuencias climáticas y las catástrofes.
Pero, ¿cuál fue el primer Reino que desequilibró el planeta?
Mis Palabras son claras, compañeros. Asuman el tiempo de la rendición, pero también de la reparación.
Esta humanidad y este planeta ya podrían salir de la tercera dimensión con la ayuda espiritual de los grandes ángeles y devas de todos los Reinos, porque ellos fueron creados para este gran momento de la historia de este planeta y de esta civilización. Ellos esperan, en el final de estos tiempos, no solo que la raza humana ame a los Reinos Menores como si fueran su propia vida, sino también que los Reinos de la Naturaleza, a través de los ángeles, de los devas y de estos gigantes de la Creación, abran la puerta, la última puerta al Tiempo Real.
¿Ahora, comprenden que la consciencia material no termina aquí?
Cuando están delante de estos gigantes o de cualquier espacio y manifestación de la Creación de Dios en este planeta, cuando están delante del Sol, de la luna o las estrellas, ¿no sienten algo?
Hay muchos que están perdiendo esta sensibilidad porque le dan fuerza y poder a los dioses artificiales y modernos. El alma se estremece ante esta situación, porque el alma de cada uno de los Hijos de Dios surgió de Sus Fuentes Cósmicas no solo para evolucionar, aprender y vivir, sino para estar en comunión con toda la Creación; como ustedes hoy, delante de estos gigantes de la Creación de Dios, pueden estar en comunión con un gran misterio que les es develado por las Palabras de Cristo.
Cuando Mi Madre atravesaba los bosques, cuando San José trabajaba con la madera, los Reinos los reverenciaban al estar ante Ellos, por el reflejo de Su Santidad y sobre todo de Su resignación ante las Leyes de Dios y las Leyes de la Naturaleza.
¿Cómo es posible que la humanidad de estos tiempos no pueda vivir lo mismo?
La cura de la humanidad está presente a través de esta Creación. Yo vengo a recordárselos para que no siga siendo destruido el corazón y la esencia de cada Reino. Esto es lo que volverá a erguir al alma de las naciones y de los pueblos: que la humanidad de superficie ame, proteja y respete a lo más sagrado que Dios le concedió.
Pero, quiero decirles que Mi Palabra no es de un ecologista. Yo le traigo el impulso a la humanidad de algo mayor y cósmico, porque aún una pequeña puerta está abierta para retornar al origen, hacia su propia naturaleza interior que no es humana, sino solo espiritual.
Recuerden que, a través de estos espacios, encontrarán a la Jerarquía.
Recuerden que, a través de estos espacios, encontrarán la respuesta interior que tanto buscan, que no está afuera de ustedes, sino en el silencio más profundo de la consciencia, del anonimato y del servicio.
Regeneren, en este momento, sus células y átomos. Liberen sus consciencias de las formas y de los obstáculos. Permitan que, en este momento, a través de los gigantes de la Creación, este Proyecto Humano sea reparado a través del impulso de Amor y de Luz de los Reinos. Ángeles y devas acompañan al Gran Maestro.
Hoy, su Maestro y Señor, y por intermedio de estas Palabras, está ante el origen de esta humanidad, ante el primer Adán y la primera Eva, para que el pecado original comience a ser disuelto de la consciencia humana; y, así, la mayoría de las esencias de este mundo, algún día, alcance lo inmaculado y lo más puro de este Proyecto de Dios.
Cuando esto suceda a través de Mi Retorno, les aseguro, compañeros, que el Proyecto de Dios será retomado como está escrito en los Libros, pero sobre todo en los corazones de los Señores de la Ley del Universo.
Tengan consciencia de que están participando en esto y no lo olviden, porque todos los Reinos serán alabados en el Cielo y en la Tierra, así como Dios los alaba a través de Su Amor y de Su Espíritu.
Recemos no solo por el Reino Humano, sino también por los demás Reinos de la Naturaleza, que sufren y padecen el Apocalipsis de la civilización humana.
Pidamos a todos los Reinos del planeta, a través de estos gigantes de la Creación de Dios, que se pacifiquen y se neutralicen en este momento, que las fuerzas de la discordia y de la desunión se disuelvan, para que los poderes telúricos de este planeta y del universo establezcan el equilibrio interno y externo en todas las formas de la Creación.
Que las Leyes de los Grandes Padres Creadores, Gabriel, Rafael, Miguel y Uriel, puedan establecer un principio de paz y de neutralidad para que las almas y también el alma-grupo de los Reinos Menores reciban el impulso del silencio y de la interiorización, que reflejará la propia condición de cada ser; para que, bajo la llama del amor, de la luz, de la reconciliación y de la cura, se restablezca la unidad.
Mi Espíritu se agrada en el Señor, porque Su Amor se refleja y se expresa en el silencio y en la reverencia de todo lo creado. Esto alimenta la fe de quien lo capta y lo reconoce, de quien percibe las realidades internas como un abundante universo que nunca acaba, que es infinito y que eleva la consciencia hacia el estado que Dios tanto espera, un principio de paz, de amor y de unidad.
Que todos puedan, algún día, encontrar este camino.
Que todos puedan caminar a Mi lado, así como los ángeles y devas de Dios caminan en silencio y en entrega.
Que los corazones ya no retrocedan con sus pasos, sino que los espíritus avancen hacia la meta y el propósito que los espera.
Hoy, en nombre de la humanidad, como parte de esta civilización, como Ser que encarnó en este mundo, para guiarlos y para enseñarles, reparo a la consciencia de los Reinos de la Naturaleza, por los ultrajes, maltratos e indiferencias que ellos reciben en estos tiempos.
Que se vuelva a erguir la esencia del espíritu de la Paz.
Que así sea.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos:
No se pueden olvidar que América es la cuna para la Nueva Humanidad, es la tierra para el surgimiento de la Nueva Tierra. Por esa razón, estamos retornando los Tres Sagrados Corazones; porque no solo América, sino también el mundo lo necesita.
Y desde ahora, de lo más profundo de Mi Corazón, agradezco a todos los que harán posible estos Sagrados Encuentros en Brasil, Uruguay y Argentina. No podrían imaginar lo que siente Mi Corazón al saber que Mi Amado Hijo retornará a la Argentina y que los Tres Sagrados Corazones fundarán un nuevo punto de Luz sobre la superficie de la Tierra, a través del Centro Mariano Santuario de la Creación.
Esto significa que la puerta hacia el Universo Espiritual se abrirá finalmente en esa región del planeta; y que los ángeles que Me acompañan y Me sirven, a través de los Centros Marianos, también ayudarán a que la expresión del Centro Mariano Santuario de la Creación sea posible.
Siempre tuve en Mi Corazón cumplir con la bendición y la consagración de ese lugar, que se abrió plenamente para responder al llamado de la Madre Celeste. Y, principalmente, ese llamado resonó y repercutió en todos los corazones que, con fe y persistencia, hicieron posible la expresión física del Centro Mariano.
Esto significa, hijos Míos, que los Reinos de la Naturaleza, la esencia de cada uno de los Reinos que ustedes conocen, así como el Reino Elemental y Dévico, tendrán el gran portal celestial del Centro Mariano para que sean recibidos y acogidos en espíritu y, en consecuencia, los Reinos, elementales y devas del mundo entero tengan un lugar dentro de esta Obra, así como lo tienen dentro de las Comunidades-Luz, para que vivan un proceso de restauración y de cura que es desconocido, oculto e invisible.
¿Y, saben que es lo que permite todo esto?
Es cuando se oran las Mil Ave Marías en los Centros Marianos. Porque no solo la humanidad y el planeta son trabajados con cada oración pronunciada por cada corazón sincero, sino también los Reinos de la Naturaleza que tanto sufren y padecen en este tiempo.
Después de la consagración del Centro Mariano Santuario de la Creación, ellos tendrán finalmente el espacio que merecen, para poder ser llevados a otros lugares del universo, para que cada alma grupo de los Reinos se pueda reparar y curar, redimir y restablecer.
Porque Mi Hijo, cuando retorne al mundo, no solo vendrá por el Reino Humano, Él vendrá por todos los Reinos de la Creación. Y Él los traerá a la Tierra, curados y redimidos a los Reinos, elementales y devas, después de la purificación del planeta, cuando el planeta se haya redimido y, así, se haya renovado.
Los Reinos, elementales y devas que serán acogidos a través del portal del Centro Mariano, así como de los demás Centros Marianos y Santuarios del mundo, tendrán la oportunidad de repoblar al planeta de nuevas especies, formas y expresiones nunca antes vistas.
Será en ese momento, tan importante de la humanidad y del universo, cuando surja la Nueva Tierra y la Nueva Humanidad, que muchos de ustedes que estarán presentes en ese acontecimiento, recordarán conscientemente todo lo que significó en este tiempo el esfuerzo de expresar la Obra de la Jerarquía en la superficie de la Tierra y, sobre todo, el esfuerzo de concretarla, en unidad de almas y de corazones conscientes que escuchan el llamado del Cielo y responden a él.
Por eso, este momento que ustedes viven es culminante, es un momento en el que podrá ser reescrita una historia, la historia del amor en sus corazones, la historia de la redención en sus corazones, que es lo que Mi Hijo necesita para poder justificar ante Dios, más allá de los errores del mundo, lo que Él necesita reconstruir en esta humanidad, esencialmente.
Una de las razones de Nuestro regreso a Sudamérica es por esto que les he explicado. Esto significa, hijos Míos, que no será un encuentro más, sino que será un momento único en el que Mis hijos y también los Reinos de la Naturaleza tendrán la oportunidad de alcanzar la cura interior, a través del portal del Centro Mariano Santuario de la Creación.
Y, para la Jerarquía, Aurora complementará esta tarea en el sur de Brasil; porque el Reino de Aurora abarcará, con Su consciencia, más allá de Sudamérica o aun de los océanos, para intentar estabilizar y equilibrar el desorden psíquico de la humanidad, especialmente el desorden que viven hoy muchas naciones de América Latina, en donde las almas no ven un futuro ni tampoco pueden encontrar una nueva esperanza.
Por esa razón, estamos haciendo este gran movimiento por ustedes y también por sus hermanos del mundo entero, así como próximamente lo haremos por el Medio Oriente y el norte de África y, en algún momento, lo haremos por el Lejano Oriente.
Es muy importante para ustedes, hijos Míos, que en sus mentes, pero principalmente en sus corazones no existan diferencias ni tampoco divisiones, juicios de valor de lo que hace la Jerarquía en el planeta o dónde Ella puede obrar o intervenir en este momento. Porque si Yo no estuviera aquí, en este día, no tendría como justificar lo que necesito hacer ante las Leyes Superiores, ante los errores del mundo, la indiferencia de los corazones y la impunidad que algunos colocan sobre el mundo entero.
Ustedes deben aprender, ustedes ya deberían haber aprendido a seguir los pasos de la Jerarquía y a sentirse ciudadanos de este universo, así como toda la Jerarquía se siente ciudadana de este Universo Sideral.
Eso les permite, hijos Míos, comprender el Propósito de forma universal y no comprender el Propósito de forma individual; porque mientras tengan esa postura, estarán lejos de Nosotros, y eso no significa que los dejemos de amar o de perdonar, porque Mi Hijo los amó y los perdonó en la Cruz, ¿lo recuerdan?
¿Recuerdan lo que Mi Hijo dijo en la Cruz?
Es lo mismo que hoy Yo hago por ustedes, para que puedan crecer y madurar interiormente, sabiendo que hay mucho por hacer, sabiendo que hay mucho que corresponder y que hay mucho por concretar.
Ese es el destino de cada uno de ustedes: concretar los Proyectos de la Jerarquía Divina y Espiritual; porque es algo para la humanidad y no solo para ustedes, es algo para el planeta entero, es algo para todos aquellos que no tienen la Gracia y la Misericordia que hoy ustedes tienen al estar aquí Conmigo.
Cuando muchos de ustedes se animen a servir en África, recordarán este día, por ustedes mismos lo recordarán, y les aseguro que sentirán vergüenza de ustedes mismos por haber recibido tanto y no haber comprendido nada, por ver lo que es la verdadera miseria y la verdadera pobreza en un continente como África que hace miles de años es sometido por el mismo mal.
Y, aunque esto suceda, Mi Hijo liberará África, mucho más de lo que lo hizo en los últimos tiempos, porque cuando Él retorne físicamente, muchas situaciones hostiles y difíciles desaparecerán espontáneamente, porque caerán por su propio peso.
Solo la Presencia de Mi Hijo, durante Su Retorno al mundo, liberará a las almas, romperá las cadenas, quebrará cada uno de los grilletes y las almas podrán vislumbrar el Retorno de Cristo, así como fue profetizado.
Como Madre que los ama, como una Madre que los sostiene sin nada a cambio, les hago esta reflexión para que puedan crecer conscientemente y, desde este 8 de agosto que han vivido con Nosotros, ya no se permitan justificarse ni un día más; porque eso, hijos Míos, no es justo delante de la Ley y no es necesario que sufran, porque ya el sufrimiento supera al mundo.
Ustedes deben ser profundamente agradecidos, sensatos, honestos y misericordiosos; porque ninguno de ustedes, en este momento ni en otro momento, podrían medir lo que significa la Gracia que han recibido en estos últimos quince años.
Por eso, sigan dando los pasos en la fe y sin resentimientos ni culpas. Ya tienen la capacidad de salir del punto en donde se quedaron y saber que no solo Mi Mano está extendida para ustedes, sino que el Corazón de Mi Hijo está abierto para ustedes, así como lo estuvo y siempre lo estará abierto, para que puedan sentir su inconmensurable Amor.
Necesito que comprendan claramente lo que les digo y que no lo interpreten, porque Nuestras Palabras son para ser guardadas en el corazón y en ningún otro lugar. Es en el corazón de cada uno de Mis hijos en donde se realiza la sagrada transformación, porque el corazón de Mis hijos es intuición, es sabiduría, es sentimiento y es fe.
Permitan que sus corazones gobiernen, para que sus almas puedan gobernar algún día y sean sus almas las que los conduzcan y los guíen hacia el sagrado encuentro con Mi Amado Hijo, para poder vivir la sagrada convocatoria de todo lo que Él y Yo necesitamos realizar en el mundo en el fin de estos tiempos.
No solo deben sentirse parte de una familia espiritual, bendecida y guiada por la Jerarquía, que no descansa ni tampoco se detiene a pesar de lo que sucede en el mundo; sino deben sentirse como una familia universal que es capaz de ser un receptáculo para recibir los atributos de la Fuente de la Creación que formarán parte del surgimiento de la Nueva Tierra.
Guarden estas Palabras también en el corazón, no buscando comprenderlas, pero sí aceptarlas, sabiendo que lo que les digo es algo que sus espíritus vivirán en los próximos tiempos, cuando llegue ese gran momento de la Nueva Humanidad.
¿Acaso, hijos Míos, algún día se preguntaron si verdaderamente aspiraban a ser parte de la Nueva Tierra?
Si Nosotros todavía estamos aquí, apareciendo, hablándole al mundo y derramando Nuestras Gracias a todos los corazones, ¿qué representa esto para ustedes?
Lo que representa, hijos Míos, es una señal visible de que fueron escogidos para que se postulen como miembros de una Nueva Humanidad, que deberá nacer primero en ustedes, para que después pueda nacer en el mundo, en un mundo redimido y curado, perdonado y liberado de la oscuridad.
Después de estos dos últimos años de restricciones y de agonía para muchos, los Sagrados Corazones vuelven a marcar, en la senda del espíritu, cada uno de Sus Pasos por esta humanidad, para que puedan volver a sentir que siempre estamos con ustedes y que no, no nos hemos alejado, que siempre estamos allí, en el corazón y en el alma que se abre para recibirnos, a través de la vida de los Sacramentos y de la sagrada oración del corazón.
Deseo que lo que sucederá en Camboriú, a través del Centro Mariano Santuario de la Creación, deseo que lo que sucederá en el Centro Mariano de Aurora y lo que posteriormente sucederá en la ciudad de Buenos Aires, en Presencia de Mi Amado Hijo, por todos los argentinos, sean momentos de celebración y de verdadera alegría, la alegría del reencuentro por poder estar cerca de Nosotros y Nosotros más cerca de ustedes, por poder estar cerca de todos Mis hijos del mundo que necesitan tanto de Amor, de Luz y de Redención.
Antes de retirarme de esta larga jornada que han vivido con los Sagrados Corazones, antes de prepararme junto a Mi Hijo y a Mi Esposo, San José Castísimo, y antes de bendecir a los que quieren consagrarse como Hijos de María, quisiera dirigir Mis Palabras a Mi hija Viviana Walsh, diciéndole que estoy con ella y que lo he estado en cada etapa de su sufrimiento, que Dios aceptó su angustia y su pesar para ayudar a toda la Argentina, para que Argentina siga siendo la cuna del Retorno de Cristo, porque Mi Hijo no cambió de idea.
Pero a pesar de este agitado naufragio que vive la Argentina, y que la barca parezca que va a hundirse, tengan fe y sigan adelante, no solo por ustedes, sino por todos los argentinos, Mis hijos, y recuerden que Mi Hijo está dentro de la barca, y que un verdadero Maestro solo interviene cuando menos lo esperan, para liberar de la esclavitud a todos los que son colocados en ella.
Por eso, Viviana, Mi querida hija, hoy a pedido de Mi Hijo, eres ungida en espíritu, pero serás ungida en cuerpo y alma a través de un sacerdote; porque iré a la Argentina, a través de Mis hijos sacerdotes, para vivir un reencuentro que tu corazón sentirá. Hoy, Mi Hijo te levanta, te toma de tus brazos y te sostiene, sabiendo que podrás renacer después del calvario que has vivido anónimamente.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Se pueden acercar los que se van a consagrar como Hijos de María y, escuchando el Himno de la Consagración, vamos a prepararnos para este momento de bendición, pero también para este momento de verdadero agradecimiento a la Jerarquía Divina por todo lo que nos entrega de forma incansable y perpetua, por todo lo que confía en nosotros para llevar adelante el Proyecto de Dios en la Tierra.
Vamos a orar junto a los hermanos que hoy se están consagrando, por una vez, la oración a la Madre Universal, para realizar este momento de consagración a través de los Atributos de la Madre Divina.
Oración: Madre Universal.
Los consagro como Mis hijos, porque siempre son Mis hijos, los Hijos de María.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Pueden ir en Paz.
Y con todos Mis hijos que se autoconvocarán para acompañar a los Sagrados Corazones por Sudamérica, Nos encontraremos allá para comulgar una vez más de Dios, de Su Misericordia, Perdón y Reconciliación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo los hago libres cuando tan solo estén cerca de Mí, como hoy se encuentran cerca del Padre, a través de la belleza y la majestad de este lugar.
¿Cuánto el Padre les ha dado desde el comienzo de la Creación? ¿Alguna vez se lo preguntaron?
Y, ¿cuánto ha hecho este mundo y esta humanidad con todo lo que el Padre les entregó desde el comienzo cuando, a través del Pensamiento Divino, el Padre pensó en crearlos y en manifestarlos?
Si un corazón está verdaderamente arrepentido, aunque sea un corazón pecador, él tendrá la Gracia de recibir la Bendición de Dios y de liberarse para siempre de sus fallas cuando ese corazón tenga la capacidad de contemplar la Creación y de ser parte de esa Creación en perfecta unidad.
Hoy, de manera especial, no solo vengo por Francia y por toda Europa, también vengo por el mundo entero, así como Me he presentado muchas veces para nutrir, a través de Mi Palabra, a las esencias que necesitan de Mí, a los servidores que necesitan despertar para formar parte de las filas de Mi Retorno.
Por eso, hoy los invito y les pido, en simplicidad, pero en sintonía, a través de la belleza de este lugar que Dios creó especialmente para cada uno de ustedes, para toda la humanidad y el universo, que ingresen al Corazón del Padre a través de la contemplación de la Creación y del valor y del respeto que los Reinos de la Naturaleza necesitan para seguir evolucionando.
Entrando en el Corazón del Padre, a través de la Creación, un corazón verdaderamente arrepentido, no solo recibe la Gracia del Amor de Dios, sino que también tiene la oportunidad incalculable de aproximarse a las Leyes Divinas, a aquellas Leyes Superiores y Cósmicas, de las que Mi enemigo se encarga de apartarlos para que no puedan conocer el Amor de Dios.
¡Y, cuán grande es Su Misericordia!
¡Cuán infinita es Su Gracia!
¡Cuán incalculable es Su Perdón!, que Él se ha dignado a entregarles este planeta que es parte de la Casa de Dios y de todo el universo.
Por eso, en este momento, miren con otros ojos cómo está este planeta. Colocando su mano en el corazón, reconozcan lo que han hecho de este planeta y cuánto ha sido destruido, contaminado y transgredido.
Y, aun así, los elementales y devas de la Creación de Dios, que son poderes cósmicos desconocidos para todos, se siguen donando al mundo y a toda la Creación para que las almas aún tengan la Gracia de la rehabilitación.
A través de este escenario natural, que es la gran basílica de la naturaleza, en reverencia, gratitud y humildad, ingresen al Templo de Dios y, uniéndose a todas las Jerarquías del Cielo y de la Tierra, reciban este impulso de Mi Corazón para su rehabilitación.
Por eso, les digo, que no solo amen y respeten a la Creación, sino que también sean pacientes y perseverantes en su purificación. Cuando la cuesta arriba se vuelva muy difícil o cuando la cruz les pese mucho, no pueden detenerse, deben creer en el poder de la fe y de la determinación.
Un verdadero Guerrero de Dios, un verdadero Guardián del Padre, una consciencia Espejo o aun un aprendiz de Gobernante, no se detiene en las caídas, sino que a través de esas caídas o de esas inflexiones toma la fuerza interior que necesita para seguir adelante.
Imaginen, por un momento, si este planeta herido, destrozado y humillado por las propias manos de los Hijos de Dios, sigue de esta forma y los Guerreros del Padre, es decir, todos Sus servidores llegaran a bajar los brazos porque les pesa mucho su cruz, ¿cómo podrán preparar Mi Retorno?
Este es el tiempo de sostener grandes cosas, muchas de ellas desconocidas para todos, que no se comprenden con la mente, sino que se acogen a través del corazón que está decidido a seguir Mis Pasos.
Que esta bóveda celestial que hoy se abre sobre esta basílica natural de la Creación del Padre, permita que por un instante todos vuelvan a ingresar al Corazón de Dios, no solo para estar en comunión con el Padre, así como Yo estoy en comunión con el Padre, sino también para que cada uno de ustedes, a través de un sincero acto de amor y de perdón, repare el Corazón de Dios, y que esto sirva para resolver situaciones imposibles, para tratar causas difíciles, para curar heridas que aún no se han sanado.
Y todo esto, hoy es concedido por el Santuario Natural de Dios, por los Sagrados Recintos del Padre, que celosamente y con cuidado son guardados por sus Jerarquías, devas y elementales, que son parte de la evolución de la humanidad y que, silenciosamente, en este lugar como en otros están presentes para ayudarlos en su proceso de cura interior, que es urgente e inmediato, a fin de que pueda emerger la Nueva Humanidad, que despertará en los corazones redimidos, rehabilitados y perdonados, porque serán corazones en comunión con el Padre y, al estar en comunión con Dios, estarán en comunión con las Leyes de la Naturaleza, con las Leyes de la Creación.
Hoy, Mi Palabra no solo viene para ustedes, hoy, Mi Palabra desciende para toda la Creación, porque Soy un Ser Humano Glorificado, que surgió al igual que ustedes de esta humanidad y nació en este planeta, especialmente amado por Dios a través de Su Grandiosa Misericordia.
Les pido que hagan valer Mis Palabras para que sus vidas sean el ejemplo de todo lo que hoy les he pedido, ya que el mundo está muy desviado, perdido y con una ambición desconocida que lo lleva a querer conquistar más y más a los Reinos de la Naturaleza. Por eso, la causa de sus oraciones no solo puede ser la humanidad, sino que también la causa de sus oraciones debe ser los Reinos de la Naturaleza.
¿Cómo creen que surgirá la Nueva Tierra, si la humanidad aún no tiene la capacidad de humillarse ante los Reinos Menores y reconocer que ha ultrajado y lastimado a los Reinos Menores a través de una desconocida impunidad?
Para que la humanidad se cure y los corazones enfermos se sanen, para que las puertas del mal se cierren y los infiernos terrestres desaparezcan, para que las guerras se detengan y el hambre no sea la causa del llanto de un niño porque no tiene que comer o que beber, para que el aborto no sea una causa y una moda de estos tiempos, para que los más adultos es decir sus abuelos y abuelas sean respetados y amados y no abandonados en los asilos del mundo, y para que ya no existan refugiados que escapan del peligro de su vida, es necesario arrepentimiento ante toda la Creación y por haber alterado y transgredido al alma del planeta con la ambición del petróleo y del dinero.
No esperen que las naciones les prometan grandes cosas y que sus dirigentes cumplan con todo lo que han dicho, porque ustedes saben que el gobierno del planeta está interferido y condicionado.
Les pido que crean en Mi Palabra para que algún día sus vidas sean parte de Mi Palabra, sean la justificación que Yo necesito para redimir a esta humanidad, y que esta raza de superficie finalmente pueda salir de este océano de ilusión y de caos generado por la propia condición humana y por la perversión.
Si cerca de ustedes tienen un río, vayan y contemplen, pidan perdón por la humanidad.
Si cerca de ustedes tienen el mar, la brisa o pueden ver el amanecer del sol, pidan perdón en nombre de todos a los Reinos de la Naturaleza.
Si pueden subir a una montaña o caminar por una floresta o un bosque, agradezcan de corazón, contemplen y adoren a Dios, y pidan perdón a la Creación.
Si pueden rescatar a un animal inofensivo o aun regar una planta, vayan y contémplenlos en nombre de toda la Creación, y pidan perdón por la humanidad.
Y, así, muchas puertas se cerrarán, el caos será aplacado y la mayoría de la humanidad se dará cuenta que ya no solo no debe correr sangre humana por los pueblos de este mundo, sino también que ya no debe correr sangre animal para satisfacer la gula de muchos hombres y mujeres del mundo.
Vuélvanse a Dios a través de la Creación y reconozcan en humildad y gratitud que, a pesar de todo, la Creación se sigue donando a todos con el fin de que puedan encontrar la felicidad y la paz.
Mi Corazón se prepara para llegar nuevamente a Polonia y les pido que, en sus oraciones, esta importante causa de la misión humanitaria esté presente, para que los caminos que se tienen que abrir se puedan abrir y las consciencias que Yo enviaré puedan llegar.
Ahora, la responsabilidad del Plan está en todos, el ciclo de que esa responsabilidad esté en muy pocos ya terminó. Cuando consigan, cada uno de ustedes, sentir en su corazón que deben cumplir el Plan que les presenta la Jerarquía, etapa tras etapa, podrán estar Conmigo, así como Yo los necesito para cumplir lo que es necesario cumplir y lo que es necesario manifestar en este tiempo.
Porque no se deben olvidar de que el mundo y la Jerarquía están corriendo detrás de la salvación de la humanidad y que, mientras eso sucede, más almas y más consciencias se pierden en los abismos, sobre todo las almas inocentes que son sometidas por sistemas corruptos que golpean a los pueblos y a las naciones.
Recen en estos días para que Mi Gobierno Espiritual esté presente en Europa, para que las decisiones, que serán tomadas en los próximos tiempos, sean decisiones benéficas, duraderas y sostenibles a fin de que los pueblos más golpeados y sufridos ya no piensen que esto es solo un teatro, sino que la palabra de los dirigentes del mundo pueda estar unida, en profundidad y en esencia, a Dios, y las soluciones se concreten para que dejen de ser promesas vacías.
Por eso, los invito a rezar por Polonia y por lo que, en esta etapa, la Jerarquía Espiritual deberá desarrollar y poder llevar adelante con la ayuda de todos.
Cuando aprendan a colocarse un poco más y se ofrezcan un poco más, muchas situaciones internas terminarán y sus consciencias estarán concentradas en el Propósito, porque el Propósito de Dios siempre los llevará a alcanzar la meta. Piensen en esto y no lo olviden.
Les doy Mi absolución y les doy Mi bendición.
Sean portadores de Mi Paz, para que la Paz esté en el mundo y donde más se necesita.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Es en el silencio de Dios en donde se guardan los más grandes y preciosos tesoros de la Creación. Testigos de todos esos tesoros son los árboles, en su diversidad y manifestación, en su expresión y belleza.
Los árboles son los templos que traen hacia la Tierra los Principios de Dios. Ellos captan desde el Universo las energías mayores que la humanidad necesita para elevar su consciencia y curarse.
Hoy están en un lugar al que Yo tanto he esperado llegar desde hace muchos años, uno de los lugares del mundo más importante para Dios.
Aquí no solo están los testigos de la Creación del Padre desde hace millones de años, sino más aún, aquí están presentes los guardianes del Legado original de la humanidad, los que a través de la Sagrada Montaña Blanca, son los que celan y protegen ese sagrado conocimiento que viene de la Hermandad.
El norte de California es el receptáculo interior del Legado original de la humanidad, algo que hoy las mentes no saben y que escuchan por primera vez.
Los grandes vigilantes del Reino Vegetal están aquí presentes cumpliendo una tarea desde hace millones de años, desde antes que existiera el hombre en la superficie como consciencia y como ser.
Los he traído aquí a todos, en los planos internos, para que puedan recordar y participar del Origen de sus orígenes como humanidad de superficie, como consciencias que deben evolucionar y alcanzar los grados de amor a través de Mí, así como a través de los Reinos de la Naturaleza.
Estos grandes árboles son testigos de los errores de las diferentes civilizaciones de la humanidad, de los acontecimientos que sucedieron y que marcaron también a la Creación, no solo dentro de este planeta, sino fuera de él, en el Universo, en la existencia.
Ellos sienten todo lo que ha hecho el hombre de superficie, todo lo que la humanidad ha generado desde el primer momento en el que existió en la superficie de la Tierra hasta los días de hoy.
Ese sufrimiento lo transmutan los grandes árboles del norte de California, así como también otra parte de los Reinos, y aún la humanidad no tiene consciencia de que eso sucede.
Los árboles del norte de California son un gran misterio para el hombre de superficie. Es hora de que la humanidad descubra el valor que ellos tienen y la espiritualidad que portan como alma-grupo del Reino Vegetal.
Ellos son también los grandes guardianes y vigilantes de los Retiros interiores del planeta. Ellos están presentes a lo largo de los Andes, cada especie y cada árbol, cumpliendo una función principal y primordial para Dios.
Ellos son los templos que guardan los mil portales, a los que la humanidad necesita acceder a través del verdadero y único tiempo que los rodea en el Universo y en el Sistema Solar.
A través de los grandes árboles encontrarán el acceso hacia la realidad superior y podrán vivenciar todo lo que guarda esa realidad superior, y que viene al encuentro de los que buscan la Paz y el Amor del Universo.
Los árboles experimentaron el sufrimiento que vivió el planeta y todo lo que la humanidad le ha generado. Aun así, ellos están presentes aquí sosteniendo lo que la humanidad de hoy no puede sostener, donando lo que la humanidad de hoy no consigue donar y entregar al Padre Eterno.
Su silencio e inmovilidad los hace grandes y fuertes para sostener también el eje de la Tierra y el corazón de este planeta.
Pero ahora es el momento de que todo esto salga a la luz, de que nadie más sea ignorante, de que nada más sea imperceptible ni oculto.
Ellos necesitan el amor de los hombres de la Tierra para poder seguir cumpliendo su tarea espiritual e interna.
Ellos también fueron testigos de lo que le sucedió a su Maestro y Señor, desde antes de que su Maestro y Señor existiera en esta humanidad a través de la encarnación en el humilde pesebre de Belén.
Los grandes Arcángeles de Dios fueron los que ayudaron y aportaron Sus conocimientos para la creación y la manifestación de esta expresión y belleza de Dios, por medio de los devas y de los ángeles menores. Porque los árboles palpitan y vibran en una importantísima melodía que el hombre de hoy desconoce.
Es solo aproximarse a ellos para reconocerlos y sentirlos, y saber que los grandes árboles que se guardan en el norte de California son los antiguos ancestros que no quisieron salir del planeta para ayudarlo en su proceso de evolución y de cura.
Los grandes ancestros de los pueblos indígenas de Norteamérica están aquí. Su sabiduría, su humildad y su amor los ha hecho expresar esta grandiosa manifestación de la Creación del Reino Vegetal, que supera los límites de la consciencia humana, no solo mental sino también visual.
Los grandes árboles tienen mucho para dar a los hombres de la Tierra. Ellos solo necesitan ser reconocidos para que sus esencias se puedan abrir y mostrar, así como hoy se muestran a ustedes en una profunda e incondicional simplicidad.
Fue tan grandiosa su oferta y entrega que se donaron, por medio del madero de la Cruz, para poder ayudar a la humanidad a través de la entrega del Hijo de Dios. Por eso son los grandes testigos del ayer y son los que traen para la humanidad el sagrado conocimiento de la Creación.
Los árboles son una vida no comprendida aún y ellos tienen, en su constitución, lo que el ser humano necesita para poder evolucionar y despertar cada día más.
En estos sagrados espacios del universo vegetal se recoge también la sagrada Jerarquía para poder pensar y meditar sobre los próximos pasos de esta humanidad y de este planeta, así como de todo el Universo.
En los lugares más simples es en donde se encuentra Dios y es en donde Él se muestra en Sus diferentes manifestaciones.
Quiero que sepan que los grandes árboles del planeta seguirán siendo los testigos, pero en este ciclo serán los testigos del tiempo final.
Los hombres los han dañado, ultrajado y herido, y la sangre de su savia tiene un precio para todo el género humano. La falta de conexión con lo Alto y el Universo es la razón de tantos desequilibrios psicológicos y siquiátricos.
Ellos también vivieron su pasión, tan semejante a la de su Maestro y Señor. Por eso la reconciliación y el perdón de los hombres es imprescindible para estos tiempos, para que se corte esa cadena de daño y de destrucción del Reino Vegetal.
Alégrense porque son conscientes de todo este conocimiento y, sobre todo, de lo que ellos han querido hablar desde hace millones de años y nadie los ha escuchado. Hoy es la primera vez que eso sucede, porque su Maestro y Señor se ofreció para que todo esto se diera conforme a la Voluntad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Cuando el hombre de superficie comprenda porqué existe cada Reino, la humanidad evolucionará y ya no se perderá en los sufrimientos ni en las pruebas.
Por eso, estos grandes árboles están en el norte de este planeta. Ellos son los grandes captadores del principio y de la energía divina para la humanidad. Y eso lo siguen cumpliendo y realizando desde hace millones de años. Es un eterno servicio de amor por las almas y por todos los planos de consciencia.
Ahora digan al mundo que es el momento de reconstruir el planeta y de curar a los Reinos de la Naturaleza, de plantar árboles y de regenerar la vida, el suelo y sobre todo a las consciencias que nunca estuvieron atentas a la Creación y que están para servirla, para hacerla crecer y despertar.
Los Retiros interiores ofrecen estas llaves para todos los seres humanos, independientemente de su condición espiritual, mental o material; porque los grandes árboles de Norteamérica están presentes y existen para que los hombres y mujeres de la Tierra nunca se olviden de regresar al Origen de su esencia que es el amor, la armonía y el equilibrio interno y espiritual.
A pesar de que el mundo esté convulsionado, en el silencio del Templo de los Árboles, de los mil portales, se abren los planos de la Divinidad Única para que todos puedan recibir y acoger la donación que ellos entregan en su silencio y firmeza, para que la cura regenere a las consciencias y para que las consciencias encuentren el camino para entrar en comunión con la Creación.
En el silencio escuchen al alma-grupo de los árboles, de los grandes testigos y guardianes de Norteamérica y del mundo.
Que la humanidad reaccione y ya no se autodestruya ni tampoco destruya a sus hermanos menores, en este caso al Reino Vegetal ni a sus elementales, devas y ángeles que, en su quietud y silencio, celan y protegen su evolución como raza y como consciencias.
Sean tocados por esta poderosa luz que viene de los grandes árboles de Norteamérica y que, desde el coronario hasta el sur del planeta, todo sea trasmutado, transubstanciado y elevado bajo el amor incondicional de la Creación y de sus grandes regentes del Universo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Los océanos son grandes receptáculos y vórtices planetarios de transmutación.
En ciertas épocas del año los océanos tienen que purificar, expurgar y transmutar hacia la superficie todos los efectos nocivos y físicos, así como espirituales, que el ser humano les provoca.
La única forma en que los océanos, como consciencia, puedan continuar realizando su tarea de elevación y de purificación de la consciencia humana es que, cada tantos ciclos del año, ellos deban liberar intensamente todo lo que la humanidad les deposita. Pero ese movimiento de purificación que los océanos viven no es suficiente.
Por eso, los grandes elementales y devas de las especies marinas, como lo son los de las ballenas y los delfines, ayudan en esa purificación inmediata para que la consciencia de los océanos se pueda renovar y, así, seguir trabajando en la armonía y en el equilibrio planetario del emocional de la humanidad.
Si de verdad la humanidad valorara y respetara a los océanos, ella descubriría por una propia conexión lo que los grandes océanos representan dentro de la Creación Universal.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Las Leyes de la Naturaleza y de la Tierra serán modificadas, ya que al no ser respetadas ni amadas por la humanidad han sufrido la polarización de su forma original y en vez de ser leyes que ayuden en la corrección del hombre de superficie por todo lo grave que a lo largo del tiempo hizo la raza humana, esas leyes se volvieron formas de autocastigo para el planeta.
Esa es la causa de tanta adversidad, aun dentro de la naturaleza, porque grandes elementos y devas se vieron afectados por las constantes transgresiones de la humanidad.
Por esa razón, las propias leyes se volvieron un medio de castigo severo contra el género humano a través de las alteraciones del clima, de la gravedad y de la contaminación de los mares como así también de las grandes áreas naturales devastadas y explotadas por el propio ser humano.
Todo deberá ser redimido y transmutado. Las leyes deberán ser repolarizadas para que, a nivel espiritual, alcancen el estado que originalmente siempre les correspondió.
Es hora de que el ser humano asuma la responsabilidad y las consecuencias de lo que generó y ya deje de culpar a Dios o a lo Alto.
Es tiempo de arrepentirse de corazón para que el camino de perversión y de caos que vive el ser humano de hoy sea liberado por el amor y el perdón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Una Hermandad Celeste se establece en las proximidades de Manaos, y su Maestro y Señor congrega, de diferentes lugares de la Tierra, a los grandes ángeles y devas de los elementos, agua, tierra, fuego y aire, como también a los antiguos elementales de las Américas, de Europa, de África, de Asia, de Oceanía, de Antártida y del Ártico, para que unidos a la Creación y bajo la Ley del Amor a la vida, la gran floresta amazónica sea restaurada en tres etapas: espiritual, mental y material.
Será a través de la columna poderosa de la divina e insondable Misericordia que su Redentor junto a toda la Hermandad Celeste trabajará para impedir, desde los planos espirituales, los proyectos continuos de devastación como también los ideales que, mentalmente, están en contra de la evolución de los Reinos menores y de los seres humanos.
Por esa razón ya estoy llegando y, con Mis humildes y pobres Pies, pisaré el suelo sagrado de la Amazonia. También impartiré Mi Gracia Solar a todos los pueblos originarios para que puedan sentir alivio y la divina protección.
En unidad y en amor, todos los servidores se reunirán, desde todos los lugares de la Tierra, para ofrecer sus simples pero amorosas oraciones por el Sagrado Edén de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis aspiraciones en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy, Mis hijos orantes tejen con sus súplicas el manto verde de luz de la Madre Naturaleza, y ese manto espiritual abriga al alma grupo de cada uno de los reinos presentes en la Amazonia y en el mundo.
Es así, queridos hijos, que el manto verde de luz, que es tejido por cada uno de Mis hijos orantes, no solo cubre a los Reinos Menores, sino también a los grandes ángeles de la Amazonia, a los devas, a los elementales y a las consciencias lumínicas de la sagrada naturaleza, que padecen el terror de desaparecer y de ser extinguidos de su hábitat por la mano del hombre.
Hoy, la sagrada naturaleza recibe un alivio espiritual como nunca antes lo recibió. Y eso es posible porque, al menos, una parte de los seres humanos responde a las necesidades de los seres más inofensivos, de todas las criaturas que integran el sagrado ecosistema de la Amazonia.
Desde ahora, quiero agradecer a Mis hijos por haber dedicado este día domingo al rescate orante de los Reinos de la Naturaleza, y espero que otras mil Avemarías puedan ser ofertadas en el futuro por el único y gran pulmón del planeta, por nuestra querida y sagrada Amazonia.
¡Les agradezco por haber respondido a Mi llamado!
Hoy recibo, en gratitud, sus más profundas oraciones.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La cura y el perdón del pasado – Parte II
En todo el sistema universal de la Creación, el ser humano siempre fue un elemento de estudio y de análisis espiritual, a fin de lograr percibir la capacidad que tiene la consciencia terrestre para poder comprender y poder vivir la vida del espíritu con base en sus experiencias, sentimientos y sentidos.
En este siglo XXI, en que la humanidad afirma que el avance del ser humano está en la ciencia y en la tecnología y que todo eso moderniza al mundo, dentro de la consciencia terrestre eso generó un espejismo y una ilusión de algo que no es real.
Todo ese movimiento científico y moderno llevó a aumentar el poder destructor de la raza para con los Reinos de la Naturaleza y la Creación, en la búsqueda de un supuesto beneficio global que es impulsado por el trabajo de millones de personas, pero que es aprovechado por pocos a través de los denominados "sistemas de vida".
Todos esos factores, sumados a la violencia y a la transgresión de parte de los seres humanos para con el planeta y su manifestación natural, cerraron las puertas de las consciencias para poder prestar atención y percibir la realidad.
El esfuerzo de muy pocos por intentar proteger al planeta de la contaminación y de las transgresiones de los seres humanos para con las Leyes de la naturaleza, parece ser insuficiente.
Ante este escenario global, en donde reina la ambición por más poder y por sacar más provecho de los recursos del planeta, la Tierra, en su totalidad, se prepara para vivir su gran parto y para purificar y limpiar, a través de él, todo lo que la aprisiona; esto forma parte de un movimiento universal que sucede cada cierta cantidad de millones de años.
El planeta fue escogido y preparado por los grandes devas y ángeles del Universo para recibir a la actual civilización, la cual, dentro de la Ley de la Vida, debería estar en comunión con todos los Reinos; pero los efectos de la invasión y de la explotación del ser humano para con los recursos del planeta lo distanciaron del propósito interior de su existencia.
A esta escuela del amor y del perdón, que representa la Tierra, fueron enviadas cientos de consciencias con una condición espiritual primitiva, las que recibirían la gracia de evolucionar dentro de un contexto como lo es la Tierra, para aprender a despertar el amor y el perdón como medios para poder vivir la tan esperada cura espiritual.
Por esa razón, este planeta, bellísimamente creado por Dios, se ofreció, en su humildad y silencio, para acoger y contener a espíritus llenos de errores y de fallas; espíritus de otras estrellas, como los que conforman la humanidad actual; los cuales, despertando a su propósito divino, pudieran vivir la redención para comenzar a transitar la rehabilitación.
En la actualidad, la Tierra continúa siendo esa paciente morada que, una y otra vez, se ofrece para recibir espíritus de otras estrellas, consciencias muy necesitadas de amor y de perdón.
Pero, a lo largo de los tiempos, muchos se olvidaron de que esta escuela del planeta, que también fue vivida por Cristo, tiene su base espiritual fundamentada en la experiencia del amor. Por eso, la mayoría volvió a cometer los mismos errores o errores semejantes que llevan a las consciencias hacia un estado de precariedad espiritual.
Por ese motivo, la Jerarquía Espiritual se aproxima, de tiempo en tiempo, para poder enseñarles a los seres humanos el camino de retorno a la Casa del Padre y que ellos puedan tomar consciencia de la existencia de una unión sincera y verdadera con la Creación, sin necesidad de transgredirla.
Llegó la hora de curar y de perdonar el pasado, y para eso los seres humanos deberán reconocer sus fallas para aprender a enmendarlas y, así, nuevamente tener la gracia de poder vivir en Dios, cumpliendo de manera consciente cada uno de Sus designios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Primer Mensaje
Hijos, en el silencio de Mi Corazón se escucha la introspección de Dios, momento en el cual el Universo reflexiona sobre los próximos tiempos.
Por eso, Mi anuncio es preciso y contundente. Mi Palabra es clara para traer sabiduría a los corazones.
No tenemos tiempo que perder, hay mucho más que madurar y crecer interiormente.
Necesito que sepan que el Universo contempla este momento, sobre todo el comienzo de esta Peregrinación, en donde la Jerarquía reunida establecerá las nuevas pautas y los nuevos principios para todos los que se quieran adherir y ser regidos por la Jerarquía.
El Universo no detendrá los pasos de los que quieran seguir libres, porque el Padre les ha dado la libertad, les ha dado la concepción de la vida, les dio la oportunidad y la alegría de poder vivir la Creación.
El Universo contempla los pasos que toman las naciones y todos sus representantes. Eso restringe el despertar del Plan de Dios en la consciencia de la humanidad y la correspondencia de todas las criaturas.
Es hora de ver la dualidad manifestarse y cómo todo está en juego.
Es hora de vencer esa dualidad y de trascenderla por medio del amor; de un amor que nunca vivieron, de un amor que nunca alcanzaron, de un amor que todavía no descubrieron y que están a camino de poder vivirlo.
Mientras estoy aquí, estoy con esta parte de la humanidad que necesita mucho de la Misericordia de Dios para poder tener una oportunidad de redención, para que se abra una puerta a la conversión de los corazones y a la transmutación de muchas vidas.
El Silencio de Mi Corazón representa el Silencio de Dios, que contempla todo el Universo y especialmente este planeta, el cual Él creó con tanto amor a través de los arcángeles y de los ángeles, así como de los grandes devas que hoy son desterrados por la humanidad por medio de sus acciones y de una gran ignorancia que corroe a los Reinos de la Naturaleza.
Pero, a pesar de que sucedan todas estas situaciones, los propios Reinos de la Naturaleza no dejan de expresarse y de demostrar lo que en verdad ellos son.
Cuando toda la humanidad valore a los Reinos de la Naturaleza podrán encontrar en ellos la regeneración de la vida y la cura de muchas enfermedades.
Pero aún el hombre de superficie no comprendió la Creación ni tampoco el sistema de vida universal; de lo contrario, los efectos serían otros y las oportunidades para las almas serían otras.
Mientras tanto, la Jerarquía Espiritual intenta buscar una solución que pueda beneficiar a toda la humanidad; aunque en este tiempo estén presentes muchos que ofenden a Dios y destruyen el Plan Divino con sus acciones, no solo dentro de las naciones, sino también dentro de las sociedades, dentro de todo lo que debería ser armonía y equilibrio para la humanidad, orden y justicia, igualdad, solidaridad y cooperación.
Pero estos atributos aún la humanidad no los ha encarnado de una forma justa. Cree vivirlos y comprenderlos, pero en su esencia no tienen fundamentos, porque la humanidad aún deberá aprender a evolucionar y a crecer interiormente para poder expresar la Voluntad Divina que va más allá de los ideales y de las formas, de las constituciones y de las leyes de la Tierra.
Cuando el ser humano se decida a vivir la Voluntad de Dios, todo cambiará.
Quien mantenga su voluntad propia no podrá sobrevivir.
Estoy siendo justo y claro para que no haya malos entendidos.
Es hora de saber que el Universo necesita de consciencias despiertas que sean capaces de espejar en la Tierra el Plan de Dios, que sean capaces de ayudar a corregir todo lo que la humanidad ha desviado a través de los tiempos y de las generaciones.
Para eso será necesario de mucho esfuerzo, entrega y sacrificio; algo que no se ve en estos tiempos, porque la humanidad está distraída y su atención está colocada en otras cosas.
Por eso, el amor será lo que los ayudará a vencer esa dualidad, y cuando esa dualidad sea vencida dentro de ustedes, generarán oportunidades para otras almas que también esperan por un próximo paso, por una próxima oportunidad, por una gracia extraordinaria.
Como Sacerdote Mayor, he venido al sur del Brasil para poder corregir los desvíos de esta parte del país que se reflejan en muchas almas más.
Por eso, es hora de caminar con la consciencia bien despierta, dejándose impulsar por la vigilancia ardiente que la Jerarquía les puede imprimir a través de sus impulsos y de sus corrientes cósmicas.
Vengo a advertir que aún hay tiempo para poder corregir el camino de millones de almas; que hay tiempo para poder unirse a la Voluntad de Dios y vivificarla por medio del plan que le corresponde a cada uno.
Cuando estamos presentes, como Jerarquías, se construyen posibilidades para las almas y oportunidades únicas para las consciencias; porque lo que les costaría transformar durante años, se puede simplificar y resolver en segundos por la presencia de Nuestra energía divina que viene directamente de la Fuente para traerle a las almas la energía de la redención y de la renovación.
El núcleo profundo de la Verdad debe despertar en el ser humano de estos tiempos para que pueda percibir que hay algo que cambiar y es urgente.
Eso ayudará a que la Hermandad Celeste pueda actuar en las almas y en el planeta; eso permitirá que lo más sagrado que existe, dentro de esta humanidad y dentro del planeta, pueda permanecer vivo y resplandeciente, como fue desde los primeros tiempos.
Por eso hemos escogido venir al sur de Brasil, porque aquí existen las raíces de muchas situaciones pervertidas de la consciencia humana y que solo por el amor, y en el amor, serán redimidas y transformadas mediante una súplica verdadera y sincera al Reino de Dios.
Eso transformará todo dentro de los seres que se han pervertido; eso cambiará el destino, también de esta nación.
Hemos venido al sur del Brasil para despertar la consciencia de la sabiduría y una profunda reflexión en el corazón de cada ser humano, para que puedan sentir, en lo más íntimo, lo que el Universo les está pidiendo y hacia dónde el Universo les está indicando seguir adelante.
Mientras tanto, el Silencio de Mi Corazón proclama una espera.
Mi Corazón está a la espera de un cambio y de una respuesta de parte de los seres humanos; de una respuesta que sea constructiva y evolutiva, de una respuesta que sea elevada y que tenga discernimiento.
Después de tantos impulsos que el Padre les ha dado, a través de tantas generaciones y en todos los tiempos, es hora de recuperar el tesoro de lo sagrado que existe aquí para que el Nuevo Edén pueda volver a manifestarse como consciencia y propósito.
Eso es todo lo que hoy les quería decir como primera instancia.
El Fuego Divino de la transformación está tocando a todas las consciencias y nadie podrá oponerse a él, porque revelará lo que en verdad es cada ser, para el bien y la gloria del Padre.
Los animo a ofrecer esta Maratón como un camino de reconstrucción espiritual, no solo de la consciencia de la juventud, sino de la otra parte de la humanidad que, a pesar de ser más adulta, es muy inmadura.
Que en el impulso de la renovación se pueda concretar el cambio, y que en ese cambio la vida sea reconsagrada a la Voluntad Mayor.
Les agradezco por abrir las puertas de sus corazones para escuchar, porque Mis Palabras no solo pueden pasar, ellas deben permanecer en la consciencia, porque algún día las necesitarán.
Yo los bendigo con la Luz de Mi Espíritu y de todo el Universo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aún gobierno espiritualmente a este mundo, a fin de que se establezcan los mil años de paz y de cura, después de la intensa purificación de la Tierra.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, obedezco, en suprema humildad, a los designios de Mi amado Hijo y así cumplo con las Sagradas Promesas realizadas ante nuestro Eterno Creador.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, impulso un cambio en la consciencia humana, a fin de que esta raza participe de un nuevo ciclo y de un nuevo estado de mayor consideración con el planeta, con sus Reinos Menores y con todo lo que en él existe.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, atraigo hacia el mundo el Principio de la Renovación, para que despierten los Nuevos Cristos y, finalmente, abandonen la resistencia de otrora. Así, todo podrá transformarse.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, decreto los Designios de la Divinidad y, de este modo, Mi Consciencia actúa entre los Universos mayores y menores, para que todo se mantenga en la sagrada armonía.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aparto de Mis hijos a las fuerzas capitales de la perdición, de la ignorancia y de la indiferencia, permitiendo que reine el Reino del Amor y de la Verdad.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, reúno a los 144.000 y los llamo por su nombre, a pedido de Mi Hijo, para que preparen sus moradas internas para el gran momento del Retorno del Señor.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, convoco, en esta hora, a todos los ángeles, devas y elementales del planeta para que se unan como una única fuerza positiva y espiritual, y así, ayuden al mundo entero en su agonía y purifiquen pronto a la humanidad.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, su Madre Celeste moviliza la Luz de los Espejos de los Universos para que ellos capten los códigos sublimes e irradien, a los grandes océanos del planeta, las corrientes positivas de la purificación y de la paz a fin de que se establezca la conversión mundial.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, hago descender la Luz de Dios; y así, disuelvo, poco a poco, los espacios oscuros del planeta, en donde millones de almas se pierden y se sumergen en la ilusión.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, retiro de los infiernos de la Tierra a las almas caídas que han recibido la sagrada expiación de poder ser perdonadas y elevadas a los Cielos.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, atraigo el poder de los doce Rayos y uno estos impulsos cósmicos con los espíritus. Así, establezco los Dones, misiones y tareas en las almas que despiertan al poder infinito de la Vida Universal.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, abro las puertas de los Cielos para que los ángeles solares desciendan y anuncien interiormente a la humanidad que es urgente, preciso e inmediato, un cambio en la consciencia.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, elevo a los orantes hacia estados divinos de paz, para que así, Me ayuden a concretar la Obra corredentora junto a Mi amado Hijo, el Cristo.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, ayudo a las consciencias para que ellas se liberen de la eterna cadena de sus errores cósmicos y así nazca, en esos espíritus, el Principio de la Redención.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, uno la consciencia de todas las naciones y preparo a los continentes y a las razas para recibir la llegada del gran Hijo Solar.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, santifico lo imperfecto, consagro lo no redimido y vivifico el espíritu que estaba muerto.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aproximo a Mis hijos hacia la verdad celestial.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, reúno a los Arcángeles para revaluar el Plan del Creador y hacer todo lo posible para que Su Divino Plan de Amor se cumpla, pues mientras existan dos o más almas que respondan a este Plan, el Plan continuará adelante, sea como sea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los alienta, siempre, en la Divina Fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy el dolor del planeta y de la Madre Tierra, de la Pachamama, es aliviado por la esencia y el espíritu de los jóvenes del mundo, los que entregan al Creador la ofrenda de estar en comunión con todo lo Creado.
Es de esa forma, que su Madre Celeste libera de las prisiones de la Tierra a todos los Reinos manifestados, y los grandes devas de la naturaleza reencuentran el camino por el cual vinieron a servir.
Cada mineral, así como cada flor, cada animal y también cada elemental sienten en su consciencia el alivio ofrecido por los jóvenes que en amor se unen a toda la Creación.
Una parte de la deuda impagable de la humanidad, la que ha dominado y destruido los Reinos menores, es aliviada y, a través de la energía de la Gracia, cosas imposibles alcanzan la luz y la redención.
Todo esto es posible porque el Padre ve el corazón sincero de sus hijos más jóvenes, los que intentan reintegrar a este planeta la cultura de lo sagrado y la reverencia por todo lo Creado.
La Madre de Dios hoy se une a cada joven alma que recita con fervor y amor su unión con la Naturaleza. De esa forma, la oferta de esa alma joven, más allá de abrazar a la esencia de los Reinos, ayuda a la esfera de la Tierra, y el planeta se siente amado.
Que esa comunión prosiga por mucho tiempo más, que el hombre de superficie despierte a la verdad de estar en un profundo contacto con lo que aún no conoce: con la esencia matriz de los Reinos de la Naturaleza.
Agradezco a Mis hijos más jóvenes por estar cumpliendo el llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos compañeros:
Se aproxima a la Tierra la llegada de un nuevo ciclo para la consciencia humana y, sobre todo para la consciencia del planeta, el espíritu de la Tierra que los ampara, los acoge y, con tanto amor y donación, los sustenta.
Ese ciclo que llegará impulsará a los hombres a que ofrezcan al Proyecto Divino de la Tierra su verdadero potencial y, para eso, los ayudará a expurgar de su interior, de los mundos consciente e inconsciente de cada ser, aquellos códigos que generaron como humanidad y que, poco a poco, fueron degradando lo que deberían expresar como consciencia humana.
El nuevo ciclo intentará ayudar a este proyecto de la Tierra, para que no sean solo los Reinos de la Naturaleza los que sustentan la consciencia del planeta, sino que existan seres humanos conscientes ofreciendo el máximo de sí para que el planeta cumpla su función dentro del Plan de Dios.
En el Proyecto del Señor al crear este mundo, repleto de manifestaciones de Su perfección por medio de los diferentes Reinos de la Naturaleza que lo cohabitan, Dios pensaba en una expresión viva de la fraternidad y de la unidad entre Sus criaturas, por más diversas que fuesen.
El Creador intentó hacer de la Tierra una escuela de amor y de cooperación evolutiva, para que cada Reino proporcionara al otro algo vital para su existencia. Es por eso, que la Tierra necesita de equilibrio para existir, equilibrio que se genera en los diferentes Reinos, incluyendo el Reino Humano.
Sobre todo el Reino Humano debería generar una especial armonía y amor dentro del Reino que le corresponde, como humanidad, para inspirar así la evolución de los demás Reinos de la Naturaleza.
Todos los Reinos, en cierta forma, cumplieron su parte, excepto el Reino Humano, que es el gran pilar del proyecto terrestre. El Reino Vegetal es la expresión de la donación, de la elevación y de la belleza, como le correspondía. El Reino Mineral es la expresión de la purificación, de la transmutación y de la sustentación, como le correspondía. El Reino Animal es la expresión de la fidelidad y del amor, es el guardián del espíritu de la cooperación y de la fraternidad evolutiva en cada especie, como le correspondía. El Reino Dévico sigue creando belleza y loas al Creador y, junto al Reino Elemental, sustenta y anima a los demás Reinos de la Naturaleza, como le correspondía.
Al Reino Humano le correspondería ser un puente de comunión entre todos los Reinos; aquel que cuida, ampara y protege, ama y auxilia para que cada Reino pueda expresarse. El Reino Humano debería crear condiciones para que los devas y los vegetales expresaran su belleza; para que los animales pudieran aportar a la consciencia planetaria el atributo único que cada especie posee en su esencia; para que los minerales pudieran nutrir y auxiliar a los demás Reinos y con libertad actuar en el mundo.
El Reino Humano debería ser el puente con la Consciencia Divina, que proporcionara el espíritu de la constante evolución y del crecimiento, para que la Creación jamás se estancara y los Reinos prosiguieran dando pasos evolutivos y cambiando su escuela espiritual. Que, de esa forma, nuevas esencias fueran surgiendo y renovando permanentemente la Creación de Dios y que, a partir del laboratorio de la Tierra, todo el universo se pudiera renovar.
Esa es una parte de lo que representa el Proyecto de Dios.
El nuevo ciclo del cual les hablo va a acelerar la purificación humana de una forma más o menos armoniosa, dependiendo de la colaboración consciente de cada ser. Esto será así para que la idea de vida fraterna pueda ir manifestándose al máximo posible, aunque sea en unos pocos individuos y en islas de salvación y de expresión del Proyecto de Dios, y este Plan también se pueda manifestar.
Después de eones de experiencias que no tuvieron el resultado esperado, la Creación dará un impulso solar a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza, como última oportunidad de concreción del Plan Divino.
Es importante que ustedes estén conscientes de todo esto y colaboren, cumpliendo con su parte en este Plan de Amor. Por eso les digo todas estas cosas.
Su amado instructor y compañero,
San José Castísimo
Entra en comunión con los Reinos de la Naturaleza y aprende a amar la esencia de la Creación. Observa los Reinos y aprende cómo vivir permanentemente bajo las Leyes Sublimes de Dios,
en perfecta armonía con el Creador.
En Su Plan Divino, el Creador concedió a cada expresión de Su Divina Faz, los Reinos del planeta, un atributo para manifestar.
Comulga de la paz, de la armonía y de la belleza de las aguas. Comulga de la cura y de la liberación de los minerales.
Comulga de la elevación de los árboles y del constante espíritu de donación del Reino Vegetal que, en su humildad, entrega siempre lo mejor a Dios, sin importar cómo será tratado, cuidado o amado por los demás. El Reino Vegetal sabe de la Ley Divina de la donación de sí a Dios y a Su Plan Superior. Contempla a ese Reino y descubre, por medio de él, el secreto del vacío de sí.
Contempla al Reino Animal y aprende del amor a la vida. Aprende a defender las Leyes de Dios, a cuidar del prójimo y a ser siempre fiel a Aquel que amas plenamente. Aprende de la plenitud del Reino Animal y, con la misma naturalidad del corazón, sé guardián de la Vida y de la Perfección de Dios.
Contempla en tu mundo interior a los ángeles y devas que, en lo invisible, crean y recrean la belleza de este mundo manifestado. Aprende con ellos a manifestar la belleza en silencio, a trabajar en secreto y a entregar lo mejor, sin necesidad de que nadie sepa de su existencia. Vive el sublime atributo de la humildad que ángeles y devas expresan en el mundo.
Contempla los elementos y cómo se complementan entre sí. Descubre, entonces, cómo se comparte aquello que el otro necesita para expresarse. Sé como el viento, que permite la existencia del fuego, y da al prójimo todas las posibilidades de ser aquello, perfecto, que está latente en su interior.
Y aprendiendo de los Reinos de la Naturaleza, expresa lo que el ser humano tiene de más sublime: su posibilidad de aprenderlo más bello de toda la existencia y de vivirlo en sí, en la esencia del amor a la Creación.
Yo los amo y los aguardo, simples de corazón y mansos de espíritu, siempre dispuestos a observar la Creación y a aprender; siempre dispuestos a amar y a donar de sí lo que le falta al otro para alcanzar la perfección.
Su amado padre e instructor,
San José, aprendiz y siervo de los Reinos de la Creación
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más