Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Cuando el espíritu del planeta clama, no te olvides de dedicarle un tiempo para escucharlo.

Cuán poco es dedicarle una oración a aquel corazón herido que, a pesar de sus llagas, te sostiene y te ampara para que puedas crecer y evolucionar.

Jamás te olvides que este mundo tiene un espíritu que lo anima y un Propósito que lo impulsa a seguir adelante.

Este planeta es parte viva del Corazón de Dios y, como parte Suya, todo padecimiento que él vive, lo siente el Corazón del Padre. Por eso, no veas con indiferencia las guerras, los ultrajes a los Reinos de la Naturaleza, el abandono de los seres humanos para consigo mismos y para con el prójimo, la ignorancia del corazón humano por la vida superior.

Siente la vida como parte de un Todo, de un Corazón Único y Creador. Y, por todo lo que sucede en este mundo, ora y repara ese corazón herido. Ora como parte de Dios, para que tu oración sea como un bálsamo que cura el Corazón del Padre.

No dejes de escucharlo cuando Él te llama, no solo para consolarte o para concederte algo. Escucha a Dios y a Su clamor que emerge de las entrañas de esta Tierra herida y ofrécele al Padre una reparación por este mundo.

Ora y ofrece cada instante de tu vida por algo mayor que tus aspiraciones.

Ora y dedica tu tiempo a algo más que a tus quehaceres y a tus responsabilidades.

Todo lo que haces es para Dios; pero la oración, hijo, es el bálsamo de cura que hoy el mundo necesita, que Dios necesita por intermedio de tus hermanos, de los Reinos, de las naciones, para poder mantenerse vivo en Sus criaturas.

Las criaturas necesitan a Dios, y Dios, para responderle a Sus hijos, necesita ser escuchado.

Por eso, hoy Yo te invito, en este día de reparación, a silenciar tu corazón por un instante y a escuchar el Corazón del Padre; a escucharlo en el mundo, en los Reinos, en los hombres, en lo profundo de la Tierra y en la inmensidad del Cielo.

Y ora para reparar Su dolor; ora para sanar Sus heridas; ora para que Él sea conocido y sea Dios expresándose en toda la vida, visible y palpable para todos.

Hoy, hijo, Yo te llamo para encontrar al Padre ante ti y para restaurarlo con el amor que proviene de Él y que habita en tu corazón.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LIMA, PERÚ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He aquí el Sol radiante de Dios

He aquí el Sol radiante de Dios, la Mujer Vestida de Sol, la que anuncia la llegada de un nuevo y esperado tiempo.

He aquí la Gobernanta de los corazones y la Madre Auxiliadora de los cristianos, la que vigila y ora por los que son más marginados y miserables.

He aquí la Señora de Guadalupe, la Madre que une lo que está separado entre las consciencias, la Señora de la Luz que gesta en Su Vientre sagrado una nueva humanidad.

He aquí la Madre de la Reconciliación, la que gesta la alianza entre las culturas y los pueblos, la Madre que intercede por los que son explotados.

He aquí la Madre Guerrera de las Siete Espadas, la Blanca Mujer que pisa con Sus Pies a la serpiente del mal haciendo triunfar el Amor de Dios en los corazones oprimidos.

He aquí la Madre de la Iglesia Celestial de Cristo, la que cuida y acompaña a los que son verdaderos de corazón, la Madre que reza por la misión de los sacerdotes y de los siervos de Cristo.

He aquí la Madre de los Andes y de los Pueblos del Desierto, de los que viven en las alturas, como de los que viven en las llanuras, la Madre de los pobres y de los simples, de los humildes y de los obreros de Dios, de los que cultivan la árida tierra para hacer florecer la Vida de la Creación.

He aquí la Madre de los ofendidos y de los discriminados, la Madre de los enfermos y de los desamparados, la Señora de la Cura que guía el caminar de los no redimidos, de los que buscan la cura interior.

He aquí la Madre de las Américas, la Señora de todas las culturas andinas, la Madre de la Naturaleza, la Pachamama, la que está en su parto sagrado a punto de dar a luz al Nuevo Hombre, a la nueva consciencia de la humanidad.

He aquí la Madre de los Ejércitos de Cristo, de los soldados que solo batallan con la oración sincera del corazón, la Madre de los que suplican por Misericordia.

He aquí la Madre de los emigrantes, de los que abandonaron sus tierras y sus orígenes por buscar un lugar de paz y de esperanza.

He aquí la Madre de la Divina Justicia, la Madre que intercede por Sus hijos a pesar de cualquier situación espiritual e interior, la Madre que socorre a los que padecen los castigos de los hombres.

He aquí la Señora de la Evangelización, la Madre que instruye con los ejemplos, la Señora que instruye por medio de sagradas palabras de Amor.

He aquí la Madre del Perú y de todo este pueblo, la Madre que reza por la igualdad y la justicia, por la equidad y por la higiene de los que sobreviven en medio de la desesperación y del caos.

He aquí la Madre de los enfermos de espíritu y de cuerpo, de los que no son ayudados y de los que son olvidados en las calles de este mundo.

He aquí la Madre de los niños, de los que venden en las calles, Madre de los que corren muchos peligros, Madre de los que son vendidos y están perdidos.

He aquí la Madre de la Divina Misericordia, la Madre que implora al Pueblo de Dios y a los gobernantes por igualdad y sana justicia, la Madre que intenta evitar mayores sufrimientos.

He aquí la Madre de la moralidad, Madre de una sana educación y de una digna enseñanza, Madre de los analfabetos.

He aquí la Madre del Amor y Madre de la Esperanza, Señora que impulsa el despertar.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de la Evangelización

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Hoy el dolor del planeta y de la Madre Tierra, de la Pachamama, es aliviado por la esencia y el espíritu de los jóvenes del mundo, los que entregan al Creador la ofrenda de estar en comunión con todo lo Creado.

Es de esa forma, que su Madre Celeste libera de las prisiones de la Tierra a todos los Reinos manifestados, y los grandes devas de la naturaleza reencuentran el camino por el cual vinieron a servir.

Cada mineral, así como cada flor, cada animal y también cada elemental sienten en su consciencia el alivio ofrecido por los jóvenes que en amor se unen a toda la Creación.

Una parte de la deuda impagable de la humanidad, la que ha dominado y destruido los Reinos menores, es aliviada y, a través de la energía de la Gracia, cosas imposibles alcanzan la luz y la redención.

Todo esto es posible porque el Padre ve el corazón sincero de sus hijos más jóvenes, los que intentan reintegrar a este planeta la cultura de lo sagrado y la reverencia por todo lo Creado.

La Madre de Dios hoy se une a cada joven alma que recita con fervor y amor su unión con la Naturaleza. De esa forma, la oferta de esa alma joven, más allá de abrazar a la esencia de los Reinos, ayuda a la esfera de la Tierra, y el planeta se siente amado.

Que esa comunión prosiga por mucho tiempo más, que el hombre de superficie despierte a la verdad de estar en un profundo contacto con lo que aún no conoce: con la esencia matriz de los Reinos de la Naturaleza.

Agradezco a Mis hijos más jóvenes por estar cumpliendo el llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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