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Que hoy todas las voces se unan en sagrada invocación a la Presencia Misericordiosa de Cristo; para que, en este momento, las causas urgentes sean asistidas por las más honestas y verdaderas oraciones del corazón.
Que la Red Suplicante abrace a todas las almas bajo la Luz del Santo Espíritu y que los corazones reciban la bendición que tanto esperan.
Que, en estos días de perpetua oración, los corazones misericordiosos justifiquen las amenazas que vive el mundo para que, por intermedio del ofrecimiento de los apóstoles de Cristo, la humanidad vuelva a recuperar la paz universal.
Queridos hijos, como Madre de Misericordia, también contemplo y acompaño sus necesidades internas.
Que la oración, ofrecida en estos días, sea ese sagrado templo interno que permita recibir las ofertas de los corazones para que el Padre Celestial las contemple a través de la bondadosa mirada de la Madre de Dios.
Que el don de la Unidad Divina impregne los espacios, las consciencias y los corazones, para que en la unidad triunfe el Amor de Cristo y en Cristo, a pesar de todo, las almas aprendan a reerguirse en caridad, amor y hermandad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
La agonía de los que sufren las guerras también es parte de Mi agonía. Por eso vengo con toda Mi Misericordia, a fin de aliviar a las almas doloridas y a todos los que escapan de la desesperación de estos tiempos.
Que sea Mi Misericordia la Fuente de cura y de reparación para todos los que deben ser curados y amparados por Mí.
Que en la Divina Misericordia encuentren el agua para saciar la sed y el fuego para calentar el frío de estos tiempos.
Llamen siempre por Mi poderosa Misericordia para que, aún más, Mis Rayos Misericordiosos puedan tocar todo lo que necesitará de perdón y de redención.
Que en Mi Misericordia comulguen con Dios para que, desde ahora, muchas más situaciones sean detenidas en las naciones del mundo por todos los que invocan la Divina Misericordia.
Que en la hora de la mayor agonía todo sea ofrecido como penitencia y oración, a fin de atraer hacia el planeta los mismos códigos que todos los apóstoles Míos son llamados a vivir, los códigos de la Ascensión.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Deseo, en este día santo, en el que las tinieblas de la Tierra son apartadas de los Míos, dictarles una aspiración de Mi Corazón.
Hoy he venido a hablarles de la gloriosa imagen de vuestro Señor Jesús Glorificado y de la poderosa imagen de Jesús Misericordioso.
Cuando Yo dicté, a la hermana Faustina, los poderes universales y celestiales de Mi océano de Misericordia, Yo, en una noche, le revelé Mi Faz misericordiosa para que el mundo conociera la infinita compasión de Mi Corazón piadoso.
Así, Yo le mostré la Sangre y el Agua que brotaban constantemente de Mi Costado, pero también le di a conocer la gran sed que, en aquel tiempo, Yo sentía ante una humanidad ciega y sorda, que nunca quería escuchar la Voz de Dios, a través de Su Hijo amado.
En aquel tiempo, la Sangre y el Agua serían la gran justificación entre la humanidad y Dios, a través de Cristo, para poder despertar en el mundo una forma de expiación universal.justificación entre la humanidad y Dios, a través de Cristo, para poder despertar en el mundo una forma de expiación universal.
Así, le pedí a la hermana Faustina, Mi hija, que hiciera pintar una imagen tal cual la había visto en una visión exterior. Vine durante la noche para demostrar a través de Mi Misericordia, que Yo Soy la Luz que vence e ilumina toda oscuridad. Así le revelé el océano de Mi Misericordia y pedí por escrito, que quien la venerase y contemplase en el final de los tiempos estaría protegido por el manto de Mi insondable Misericordia.
Después de diez años, cuando ya la guerra había terminado, fue conocida Mi Faz. Ningún pintor sería capaz de expresar Mi Presencia, solo lo podría hacer si amara la Misericordia de Mi Corazón.
Pedí en aquel tiempo que Mi Misericordia fuera conocida y venerada el domingo después de Pascua, porque en el pasado, después de Mi muerte los apóstoles conocieron el poder de Mi Resurrección a través de las Llagas de Mi Misericordia.
Así fue que Adonai concedió, por medio de la Faz de Mi Misericordia, que la humanidad conociera, a pesar de sus pecados, el camino de salida hacia el universo del Amor de Dios.
Pasaron los años y la humanidad no comprende lo que significa esta expiación que Yo le ofrezco a las almas del mundo. Y como lo prometí en el huerto Getsemaní, antes de elevarme al universo, Yo volveré aun con más poder y gloria. Por eso le dije, por locución interior, a la hermana Faustina, minutos antes de su muerte, que la humanidad tendría la Gracia de conocer Mi Gloria eterna a través de los poderes de Mi Misericordia.
Por eso le dije que antes de Mi retorno al mundo, antes de que se cumplieran los últimos ocho ciclos lunares, Yo volvería a aparecer con la Faz con la que Mi Padre Me vistió, para que así la humanidad contemplara no solo Mi Misericordia, sino también el misterio de Mi Gracia por medio de la esencia de Mi Glorificación.
Esa Faz es conocida por todo el universo. Por eso, en este día, he venido días antes de que todos conozcan Mi Faz, a revelarles las doce promesas a aquellos que contemplen y guarden la imagen del Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús.
Por eso he venido en esta noche santa, noche santa de cena, para que el mundo sepa conscientemente a Quién estará contemplando.
A aquellos que contemplen Mi imagen glorificada Yo les prometo:
1. Unificar la esencia del propósito familiar a través de una vida sagrada, libre de las influencias y de las tendencias de estos tiempos.
2. La concreción de la tarea espiritual a través de la consagración de la mente, del cuerpo y del espíritu al Sagrado Corazón de Jesús.
3. La protección divina de los viajantes y de los que trabajan diariamente por amor al Plan de Dios.
4. El conocimiento interno de una experiencia de amor espiritual que permita la madurez interior.
5. La liberación de los males que influyen en la vida de oración y que perturban los sueños.
6. La reconciliación con el Santo Padre Eterno, para reencontrar así la tarea espiritual.
7. Apartar del peligro a quien lleve y difunda la imagen con reverencia.
8. La unión espiritual con la Fuente Primordial durante el tiempo de la transición planetaria.
9. La guía por encima de las pruebas y de los miedos.
10. La expansión del canal del corazón para que more Cristo Dios.
11. La redención de los hábitos y de las acciones que llevan a una vida de condenación del alma y de la pérdida del espíritu.
12. La unión con la esencia de la Santísima Trinidad, es decir, la Comunión espiritual con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Así, cuando estén frente a Mi Misericordia, estarán pidiendo por redención. Cuando estén frente a Mi Faz Glorificada, estarán rogando por la evolución de vuestras almas. De esa manera, tendrán dos formas de ingresar a Mi Reino, a través de Mi Misericordia y a través de Mi Gloria.
Bajo la Piedad que proviene de Dios, Quien ha permitido todo esto, sean bienaventurados.
Los une a la Creación Divina,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Sé que para el próximo año 2014 muchas familias y corazones habrán podido guardarme en el interior de sus moradas. Antes de que se cumpla Mi ininterrumpida Presencia durante un año con ustedes, deseo que todos se consagren a la Luz Eterna de Mi Sagrado Corazón.
Para eso pido que, del 1.° al 9 de enero de 2014, todos los corazones Me glorifiquen rezando la Poderosa Novena a Jesucristo Misericordioso.
Yo pido que se reúnan en grupos para que América sea consagrada en los planos espirituales al Inmaculado Corazón. Si esta novena se ora con esmero, amor y dedicación Yo prometo que al noveno día realizaré como cierre de este ciclo una última Aparición pública para revelar al mundo el secreto de la conversión, de la liberación y de la redención.
Aquellos que durante los nueve días seguidos, después de la oración a Mi Divina Misericordia, se entreguen como un niño en los brazos de su madre, estarán restaurando Mi Sacratísimo Corazón; así, antes del fin de los tiempos, América entera recibirá una Gracia intercesora especial.
Les pido que recen la poderosa novena, ya que es un precioso y espiritual complemento de la Coronilla a Mi Divina Misericordia. Prometí a Santa Faustina que aquella alma que Me adorara y venerara, por medio de la Faz de Mi Misericordia, sabría qué hacer y dónde estar en los tiempos finales.
Quiero decir que esa promesa Yo ya la estoy cumpliendo por intermedio de Mis Instrucciones diarias. Necesito que pronto se entregue al mundo el libro de los 365 mensajes diarios de Jesucristo; él servirá de llave espiritual y de apoyo interior para enfrentar la gran crisis espiritual.
Después de que se cumpla el año de Mi Presencia entre ustedes, prometo regresar para confirmar Mi Presencia en sus corazones.
Agradeceré desde ahora la cálida respuesta que sus corazones Me puedan dar, así los conduciré hacia el camino de la verdad y del bien. Cuando les pido algo tan grandioso, es porque Mi Misericordia Divina está abriendo una puerta de oportunidades para todos.
Que el próximo año 2014 sea para ustedes el tiempo de la gran cosecha; es hora de ver manifestados los frutos de la instrucción recibida como una preciosa experiencia de vida.
Dejo Mi especial Bendición paternal para todos. Envío un rayo de amor desde Mi Corazón Sagrado a sus corazones.
Dichosos sean los que en verdad viven en Dios, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bajo la Infinita Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por responder sinceramente durante un año entero a Mi Llamado.
Cristo Jesús, vuestro Amado Fiel
Vengo al mundo nuevamente, para retirar de sus ojos las tinieblas que no les permiten ver el camino de la Luz Eterna que los dirige hacia Mi Sagrado Corazón. Por eso Mis Palabras pueden tener dos efectos principales en sus vidas: sembrar la luz en la consciencia o perderse en el silencio del tiempo sin dar fruto alguno.
Hoy los invito a amar el camino de la trascendencia, porque él los llevará a transformarse como está previsto en Mis Planes Divinos desde el principio. Por eso les pido gran paciencia y amor, para soportar las grandes corrientes universales que Mi Corazón enviará para desenmascarar y desterrar del mundo al viejo hombre. Estas corrientes llegarán a cada alma a su debido tiempo, porque como es en el Cielo así también será sobre la Tierra.
Para soportar el Fuego que proviene de Mi Corazón Solar, desde el centro de su universo les pido que en sus casas, familias y entre sus seres más queridos expresen especial devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Cristo Misericordioso. Hagan esto durante quince minutos antes de la Hora de la Divina Misericordia con el fin de que Mi Fuego Liberador los toque y los transforme con absoluta paz y armonía.
Aquellos de Mis seguidores que se dediquen a la adoración de Mi Sagrado Corazón, recibirán todos los días el impulso de luz que necesiten para resolver problemas, dudas, incertidumbres, falta de fe, falta de amor, de sentido en la vida de la materia o del espíritu. Ustedes, como almas, tendrán la oportunidad de elegir cuál imagen bendita adorarán.
Sepan, Mis compañeros, que Yo estoy presente en toda imagen y en todo lugar cuando tan solo Me llamen, porque Yo prometo venir en su auxilio.
La adoración especial al Sagrado Corazón de Jesús, durante los meses de junio y julio de 2013, tiene el objetivo de elevar al Infinito sus consciencias; si así lo hicieran, también repararían Mi Sagrado y Bendito Corazón de los graves ultrajes y pensamientos profanos que la humanidad vive en los abismos de la vida.
Si todos se unieran a Mí antes de la Hora de la Divina Misericordia, Yo seré para las almas y las consciencias el Libertador, para dejar de ser el Portero del Gran Juez que está en los Cielos, porque en estos tiempos quiero darles a conocer la ciencia de Mi Divina Misericordia. Para eso Yo los invito a conocer la esencia de Mi Sagrado Corazón a través de Mi hija Santa Margarita María Alacoque.
Bajo la Gracia del Padre, sean misericordiosos y pacientes con las pruebas de la vida.
Gracias por adorar Mi Sagrado Corazón durante estos meses.
Cristo Jesús
Mientras Dios Padre sostiene desde el Cielo Su sagrada mirada sobre toda la humanidad, queridos hijos, hoy los llamo, como todos los días, a la reparación del corazón mediante la oración. Un inmenso número de almas aguarda las oraciones de todos los misioneros marianos consagrados a Mi Inmaculado Corazón, almas que, distantes del camino de la santidad, se conducen por senderos contrarios a los destinados para sus vidas.
Por eso, hijos Míos, como Mediadora en este mundo de hoy, los llamo para contemplar la Faz Misericordiosa de Jesús como el único camino para la redención del corazón. Estos tiempos distraen cada día más a las almas y las conducen hacia intenciones que distancian sus corazones del camino que las lleva a Dios.
Hoy los llamo a orar con todo el corazón para que Dios Padre escuche las plegarias de todos ustedes por la salvación de todos Sus hijos de este mundo.
Con una espina clavada en Mi Corazón Maternal, hoy les pido que, a través de la oración, reparen Mi Inmaculado Corazón para que, como Madre de la Misericordia, pueda sostener por más tiempo a todos los corazones que se pierden.
Que todos Mis hijos sean conducidos por Mi Corazón Materno para que todas las criaturas levanten Sus brazos y clamen por piedad.
Queridos hijos, es momento de concientizar la vida de oración, oración que, por el propio poder divino que ella adquiere, podrá protegerlos en los momentos próximos de final de ciclo en este mundo.
Deben renacer a través de la oración como preciosos instrumentos en las Manos de Dios. Todos Mis hijos son llamados a colaborar con el planeta. Es necesario que todos ustedes sepan que alguien de esta humanidad debe interceder ante el Creador. Para eso, Mi Hijo les ha dado a los pastores. Oren por ellos para que el Espíritu Santo los guíe en estos momentos.
¡Les agradezco por vuestras oraciones!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Hoy los invito de nuevo a la adoración de Mi Hijo, tanto en cada una de sus oraciones como en el ejercicio de contemplación a Cristo Misericordioso. Eleven sus ojos hacia el Corazón de Mi Hijo para que sus corazones vivan el anuncio de la Nueva Redención. De esta forma, Mis queridos hijos, a través de este ejercicio estarán, en el silencio, preparando sus corazones para cuando Él retorne. Sus almas, como ovejas en el rebaño del Pastor, deben caminar en confianza a través del estado de oración y de adoración.
Queridos hijos, ustedes no solo estarán elevando un poco más sus corazones a través de la adoración, sino que también podrán elevar el sentimiento y el pensamiento de la humanidad que vive sin Mi Hijo.
En esta Pascua que se acerca, Yo los invito a abrazar a Mi Hijo, y al igual que a las Puertas de Jerusalén, los invito a recibir al Mesías Redentor. Con este misterio pascual en sus vidas, ustedes podrán vivir la presencia sublime de Su Santísimo Corazón porque sin Mi Hijo no podrán ver, en verdad, lo que Dios tiene para cada uno de ustedes.
Amados hijos, es solo a través de Mi Hijo que podrán encaminar sus pies hacia los Cielos para que el alma encuentre un lugar seguro a donde retornar.
Queridos hijos, en esta preparación para la adoración, sus corazones se liberarán del peso que cargan en la vida y, así, ellos brillarán por la Presencia del Redentor. Por eso, queridos hijos, es importante abrirse para vivir los verdaderos misterios de contemplación que Cristo dejó como enseñanza.
Llegó la hora de que todos los corazones se preparen y aprovechen el tiempo para estar en Mi Hijo. Guarden en sus vidas el misterio del Amor que Cristo ahora les trae a través de Su Misericordia para el mundo entero. Vivan en Él y vivan por Él porque pronto comprenderán todo.
Gracias por responder a Mi llamado.
Amor y Luz para los corazones.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Cristo Jesús nos revela que Su Divina Misericordia es la Fuente de Amor y de Reparación de la que brotan todas las Gracias.
Ella nos libera de las cadenas del mal y del sufrimiento, redime nuestros errores y nos reconduce al camino luminoso que Dios trazó para nuestras vidas.
Todo lo concede, todo lo realiza y todo lo transforma. Es un bálsamo de cura espiritual que está disponible para todos.
La energía de la Divina Misericordia ingresó al planeta gracias a la entrega de Cristo en la Cruz, por amor a todos los seres.
Ella se derramó del Sagrado Corazón herido de Jesús en forma de Sangre y Agua, fecundando a la Tierra con códigos celestiales que le trajeron nuevas oportunidades de redención a la humanidad.
Desde entonces, la Divina Misericordia, como principio de insondable amor, perdón, cura y compasión, se derrama sobre toda la vida a través del Corazón de Cristo. Ella es la Faz Misericordiosa de Dios, manifestada a través de Su Hijo Primogénito.
Cristo Jesús afirma que este es Su último Tiempo de Misericordia, antes de que la Justicia Divina se precipite sobre el mundo y rectifique todo de acuerdo con las Leyes Universales.
Esto significa que Nuestro Señor nos está concediendo la última oportunidad de ser purificados y salvados por Su Océano de Misericordia; porque cuando Dios dé el ultimátum a las criaturas de la Tierra, no quedará otro camino que vivir los designios de la Justicia Divina.
Nuestro Señor nos dice que basta invocar Su Divina Misericordia con un corazón sincero para que esta descienda como un caudal inagotable de Gracias.
Por eso, los Mensajeros Divinos anuncian que la oración misericordiosa es uno de los mayores servicios que actualmente podemos prestar a la humanidad y al planeta.
Al clamar al Padre Eterno por Misericordia en nombre de Cristo, a través de una plegaria verdadera, estamos intercediendo para salvar almas y transformar las realidades planetarias más difíciles, inclusive aquellas que solo los Ojos de Dios conocen.
Este ejercicio espiritual también permite que la energía de la Divina Misericordia ingrese en nuestros seres e ilumine nuestras células; impulsándonos a manifestar el propósito que Dios pensó, desde el principio, para cada una de nuestras vidas.
La Coronilla a la Divina Misericordia es uno de los ejercicios espirituales más importantes y conocidos para invocar la Misericordia de Dios. Fue transmitido por Cristo Jesús a Santa Faustina Kowalska en 1935, como una forma especial de vivenciar Su Misericordia y pedir perdón por nuestros pecados y los del mundo entero.
Santa Faustina es considerada una de las grandes místicas del cristianismo. Conforme registró en su diario, Cristo la designó “secretaria” de Su Misericordia y le encomendó la tarea de comunicar todo lo que Él le reveló en Sus Apariciones sobre este sublime Atributo Divino. Además de la Coronilla, el Maestro le transmitió a Santa Faustina otras formas de devoción a Su Divina Misericordia.
Nacida el 25 de agosto de 1905 en Glogowiec, Polonia, Santa Faustina sintió la llamada a la vida consagrada desde los siete años. A pesar de la extraordinaria vida mística y de los sufrimientos físicos y espirituales que enfrentó por ofrecerse a Dios en sacrificio por los pecadores, cumplía sus tareas prácticas con extrema prontitud, humildad y diligencia.
Santa Faustina fue canonizada en el año 2000 por el Papa Juan Pablo II.
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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más