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Cuando oran con esfuerzo la coronilla a la Divina Misericordia de Mi Corazón, Yo los puedo perdonar, ayudar y restablecer espiritualmente porque, a pesar de cómo ustedes se encuentren, Mi Misericordia actúa y no tiene fronteras ni límites.
A pesar de dónde se encuentren, cuando un alma pide Misericordia es ayudada profundamente y también es ayudado todo lo que está a su alrededor.
Yo reconozco los esfuerzos sinceros, por eso cuando los veo y son hechos de corazón, no demoro en derramar Mis infinitas y celestiales Gracias sobre el alma o la situación por la cual se esté orando.
La Misericordia de Mi Corazón es grandiosa y aún las almas no la conocen profundamente, pero quien pide por Mi Misericordia de verdad, es escuchado y atendido, y recibe directamente de Mi Corazón los impulsos de amor y de redención.
Así, el alma que pide fervorosamente es aliviada por su Maestro y Señor todas las veces que sea necesario.
¡Les agradezco por perseverar en la oración del corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Para que las órdenes religiosas en el mundo y, especialmente, los consagrados en este tiempo puedan superar y trascender los tiempos definitivos en sí mismos, Yo vengo a pedirle a la Orden Gracia Misericordia la reparación del Corazón Eucarístico de Jesús, los días sábados; para que Mi adversario no siga empujando con su cola a Mis discípulos para hacerlos caer en los abismos y para que el Corazón de su Dulcísimo Redentor sea consolado por todos los que, en la vida religiosa y sacerdotal, perdieron los Dones de Dios por las influencias de las pruebas de estos tiempos.
Al menos, espero que en el mundo la vida consagrada siga siendo un puente que lleve a las almas hacia Dios y no un chiquero de bajezas y de adversidades.
Deseo que, por los divinos méritos de Mi Dolorosa y Extrema Pasión, su Orden religiosa ofrezca el día sábado, a las tres de la tarde, la oración grupal a la Divina Misericordia, no importando en qué lugar o momento se encuentren.
Si responden a este pedido de su Señor por tiempo indeterminado, la Gracia Salvadora del Padre descenderá sobre cientos de religiosos en el mundo, y las grandes tentaciones y desobediencias de estos tiempos se disolverán, porque Yo colocaré Mis Manos sobre aquel que implore en Mi Nombre y ya no será un instrumento de distorsión espiritual, sino un bálsamo de amor para Mi Corazón.
Vengo a pedirles, en los sábados de reparación, una adoración colectiva con todos los miembros de su Orden; que también calmará la indignación de Dios por tantos desvíos que muchos religiosos viven en este ciclo.
Si ese pedido se realizara y nadie faltara en cumplirlo, les prometo, por los frutos insondables de Mi Misericordia, rescatar a los religiosos y religiosas que cayeron en tentación y están perdidos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En este día, en que la Misericordia se hace más presente en la humanidad, su descenso celestial puede ser más intenso si todos los orantes dedicaran un tiempo especial para rezar la Coronilla a la Divina Misericordia.
Esto permitirá, hijos Míos, que la Gracia y la expiación universal intervengan en situaciones de la humanidad por intermedio de la Misericordia Divina.
Por eso les pido, hijos Míos, que hoy más que nunca sus sentidos internos y externos estén dirigidos hacia la presencia de la Misericordia de Jesús y que todos puedan tener consciencia de que, en este día, gran parte del planeta y de la humanidad podrán ser aliviados por los méritos de la dolorosa Pasión de Mi Hijo.
Los invito, hijos Míos, a tener muy presente este pedido ya que, respondiendo al mismo, ustedes también podrán ser contemplados por la Misericordia del Redentor en este día en que las profundas entrañas de la Misericordia de Cristo estarán emanando el Perdón y la Expiación de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deja que tu alma sea bañada por la poderosa Luz de Mi Corazón para que recuperes la confianza en Dios y sea esa confianza la que te impulse a dar los pasos y a seguir los Designios de tu Creador.
Permite que tu alma, por sí sola, reconozca la Voluntad de Dios por medio de la oración diaria a Mi Divina Misericordia.
Concédele la oportunidad de que ella se pueda expresar y mostrar a lo más consciente de tu ser. Que ella te pueda mostrar todo el potencial espiritual e interno que tiene para llevar adelante su misión y propósito.
Deja que tu alma siempre encuentre el espacio interior que necesita para revelarte todo el compromiso que, como estado de consciencia, deberá expresar para, así, ir cumpliendo la Voluntad del Padre.
De tu alma puede nacer la cura y el momento culminante de la redención se dará para que, algún día, tu alma cruce el portal triunfante del Amor de Cristo e ingrese en la escuela de la vida eterna.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Primer día
Compañeros:
Durante estos próximos nueve días, sinceramente les revelaré las nueve principales espinas que lastiman al Sagrado Corazón de su Maestro y Señor, las cuales les pediré que retiren, una a una, a fin de aliviar los dolores que muchas almas le provocan a su Redentor y para que su Maestro tenga la autoridad espiritual de socorrer y de rescatar a las almas que se pervirtieron y se desviaron del camino del verdadero Amor.
Por eso, vengo a pedirles que, en estos tiempos y todas las veces que así lo sientan, recen esta poderosa novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús para que también sus almas, mediante el poder de Mi Gloria, estén libres y a salvo de cualquier perversión actual y que, así, el Padre Celestial pueda fijar Sus Ojos de Compasión, de Piedad y de Misericordia sobre quienes recen con devoción esta novena.
El medio a través del cual ustedes conseguirán retirar las dolorosas espinas del Corazón de su Redentor, cada día de la novena, será el Rosario a la Divina Misericordia.
Si rezaran cincuenta cuentas, eso tendrá un efecto de intercesión.
Si rezaran setenta y dos cuentas, eso tendrá otro efecto de intercesión.
Pero si rezaran ciento cincuenta cuentas, su Maestro tendrá más amplitud a la hora de interceder por la humanidad.
Hoy les revelaré la primera espina que, por medio de sus oraciones, deberán retirar del Corazón Espinado de Jesús: la espina de la mentira y del engaño que cientos de almas viven como si fuera normal en la vida de la humanidad.
La espina de la mentira y del engaño, que fue colocada en Mi Corazón por los que no son transparentes y verdaderos de espíritu, de alma, de mente y de corazón, es una de las espinas que más lastima Mi Alma; porque las almas que viven en la mentira y en el engaño se pervierten mediante costumbres que envenenan el espíritu de cada persona.
Por eso, hoy vengo a pedirles que retiren esa dolorosa espina de Mi Corazón para que esas almas que están ciegas y lejos del amor puedan ser merecedoras de Mi Misericordia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A cada uno de los Míos los conozco por dentro y por fuera.
Ese conocimiento que tengo de cada uno de Mis discípulos, más allá de los defectos o de las imperfecciones, es lo que Me permite ayudarlos para que, día a día, se animen a seguir transformándose hasta que alcancen el plan de amor que tengo diseñado para cada uno.
Cada vez que rezan la Coronilla a la Divina Misericordia, y lo hacen de verdad, Yo puedo ayudarlos hasta poder borrar cualquier señal de pecado o de ofensa; porque nadie más que Yo sabe lo que es el ser humano, todo lo que puede acertar o errar.
Lo más importante es la sinceridad y la honestidad en la oración, eso permite que la divina gracia descienda para seguir bendiciendo a los corazones y para sostenerlos durante los diferentes ciclos de la purificación.
Reciban hoy este mensaje con mucha esperanza, sabiendo que ya llegará el día de su redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Que durante este nuevo año del jubileo de la Misericordia de Dios, sus almas participen en plenitud de las indulgencias que serán concedidas .
Quisiera, hijos Míos, que sus corazones, más despiertos, motivaran a otros hijos Míos para que puedan replantear su forma de vida ante la necesidad de servicio y de ayuda humanitaria en el mundo entero.
Quisiera que los apóstoles de Mi Hijo, ustedes, llamados a servir por medio de obras de Misericordia, despierten a través de los grupos de oración, el espíritu de la Divina Misericordia de Dios, en especial en aquellos hijos Míos que completamente se separaron del Amor de Dios desde el momento en que fueron absorbidos por la vida material y superflua de este mundo.
Espero, Mis amados hijos, que el camino hacia la Misericordia de Dios sea realizado por todos los peregrinos, principalmente ustedes que ya han vivido día a día la Misericordia de Dios. Así deberán extender sus manos en donación permanente para que la Misericordia colme a los que se perdieron.
Es por eso, queridos hijos, que este jubileo de la Misericordia de Dios puede ser más difundido para aquellos corazones que no conocen la Compasión de Dios y para los que se culparon para siempre por los errores cometidos.
La Faz de la Misericordia de Dios no es muy conocida, es por eso que a través del Rosario de la Divina Misericordia, las almas accederán a una fuente preciosa de expiación y de conversión, liberándose del constante error.
Queridos hijos, como Vuestra Madre de la Misericordia, les entrego esta importante llave que abrirá a través del jubileo, un camino hacia la redención de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Celebrando el jubileo de la Misericordia con todos Mis hijos, los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy he venido al mundo por segunda vez en Gloria para que la puedan conocer, para que puedan conocer el poder de Mi Gracia.
Ante vuestros corazones está el Trono de Dios, dichosos de aquellos que ingresan en él, con humildad en el corazón.
Ahora, escuchen Mis Palabras.
Hace dos años, en este simple lugar, les pedí que se reunieran en Mi Santo Nombre, para orar durante dos días la Coronilla a Mi Divina Misericordia.
Las almas que Me seguían y las que no Me seguían se fueron congregando como Mi nuevo rebaño para responder así a Mis Pedidos.
A lo largo de estos meses, vuestras vidas conocieron los poderes de la oración, encontraron en la fe el sentido verdadero de la vida y transmitieron esta invitación espiritual de hermandad a aquellos que no conocían a Jesús ni a Su insondable Misericordia.
Después, fueron llamados a participar de la unión perfecta y reparadora a través de Mi Sangre. Oraron a Mi lado cada una de las cuentas de la Coronilla y colocaron su esperanza en el océano misericordioso de Mi Corazón.
Más tarde, compañeros, abrieron las puertas de vuestros corazones y de vuestros hogares para darme a conocer, pero tal vez no encontraron grandes resultados ni profundos cambios. Pero sepan, Mis orantes, que por vuestra fidelidad Yo estuve entre los suyos, y así Mi Corazón comenzó a resplandecer en la consciencia de todos. Tomaron conocimiento de la verdadera vida del espíritu y más tarde tomaron consciencia de cada una de vuestras deudas.
En esos momentos, Mi Corazón estuvo entre ustedes para ayudarlos a caminar en la sagrada confirmación de Mi Camino Crístico.
Ustedes cayeron y se levantaron, Me abandonaron y retornaron a buscarme una y otra vez. Murieron muchas veces a través de Mi redención y resucitaron de la tumba de este mundo infiel.
Ustedes pasaron a ser Mis discípulos, se consagraron y Me llevaron a vuestras familias, a vuestros trabajos y amigos; llamaron a todos para que regresaran a Mi Corazón. Y así, por vuestra oración misericordiosa Me glorificaron humildemente.
Ahora que hoy están de nuevo frente a vuestro Guía y Pastor del Amor, ¿han visto los sagrados resultados de esta fusión eterna con Mi Amor? Sí, muchos los vieron y los seguirán viendo. Así, abandonarán vuestras raíces y saldrán de este eterno cautiverio que representa la vida material.
Entonces, hijos de Mi Padre, ya más despiertos, son invitados a meditar sobre vuestras vidas, son llamados por Mí para tornar vuestros corazones en templos dignos del Señor, porque la señal de Mi Retorno, para mañana, 5 de agosto de este año definitivo, estará presente ante vuestros ojos.
Yo Soy Cristo resucitado. Yo Soy Cristo ascendido. Yo Soy Cristo misericordioso y ahora Soy vuestro Rey glorificado, que viene antes de que todo suceda para recordarles que no deben olvidar a Dios en estos tiempos ni tampoco Sus Planes que cada uno deberá cumplir ante el Universo Divino.
Queridos compañeros, extiendan vuestros brazos hacia Mí y acojan a Mi Corazón manso y pacífico.
Vengo a través de esta Maratón de oración para revelarles el poder de Mi Gloria, que es el siguiente paso después de Mi Divina Misericordia.
Les dejo Mi Paz y les doy la Paz.
No miraré vuestras deudas, sino todo lo que Me podrán ofrecer durante estos próximos días.
Dichosos de aquellos que ingresarán al Reino de Dios, porque Él estará abierto para todos sobre este lugar santo.
Asuman vuestras misiones y así Me agradarán siempre.
Los convoco a la alegría y a la paz.
Sean en Mí, en estos días.
Bajo la Gracia que proviene de Dios, sean bienaventurados.
Les agradezco por haber llegado aquí, al encuentro de Mi insondable Corazón.
Cristo Jesús Glorificado, ante ustedes y el mundo entero
Visiones sobre la Pasión de Nuestro Señor
Entonces, vi a Nuestro Señor sobre el Monte Calvario, viviendo la Crucifixión en la Cruz.
Esto sucedió durante la oración del Devocionario a la Cinco Sagradas Llagas de Jesús y después de la Coronilla a la Divina Misericordia a las tres de la tarde.
En ese momento, vi que le estiraban el Brazo derecho, de tal forma que generaron una luxación en Jesús.
Durante todo ese dolor que se expandió sobre el Monte Calvario, clavaron en Su Muñeca un gran clavo de hierro, que hirió el Brazo de lado a lado y lo hizo sangrar.
En ese momento apareció otro hombre que, colocándose cerca de Su Cabeza, mientras Jesús estaba siendo clavado en la Cruz a través de la Mano derecha, comenzó a presionar la Cabeza de Nuestro Señor sobre el madero de la Cruz, de tal forma que la Corona de Espinas se incrustaba en el cuero cabelludo y lo hacía sangrar mucho más.
Después recibió golpes en Su Cabeza, que eran dados con un garrote.
En una parte del Monte vi a la Virgen postrada en el suelo y colocándose las manos en Su cabeza en señal de imploración.
Más tarde, comencé a hacer la Señal de la Cruz por todo lo que veía y una nueva visión apareció.
Cuando orábamos la segunda Sagrada Llaga, vi que, en la Mano izquierda de Nuestro Señor, comenzaron a golpear Sus Dedos, al punto de hacer sangrar cada uno de ellos y, con una herramienta que tenían, arrancaban una a una Sus Uñas, dejando Sus Dedos en carne viva.
Esa sensación indescriptible fue irradiada por Nuestro Señor y, a pesar de todo ese padecimiento y dolor, en un momento vi que la Consciencia Mental de Jesús se colocó por encima de toda esa situación y, mientras el Maestro recibía esos martirios, Él suplicaba al Padre de la siguiente forma: “¡Eli, Eli, perdónalos!, ¡perdónalos!”.
En seguida, el Maestro me dijo: “Hijo, te muestro toda Mi Pasión para que escribas el libro de la Pasión de Jesús”.
Después el Señor nos transmitió:
Aún no te He dado a conocer los tiempos difíciles que llegarán, que serán desconocidos para todos. Por eso, te pido que defiendas Mi Congregación de ti mismo, de la misma forma que Yo esperaré que cada consagrado defienda Mi Obra de sí mismo, para así desviar nuevamente la tentación de Mi enemigo de crear instrumentos propios que flagelen Mi Corazón.
Que nadie se aparte de la prueba que Yo le He enviado para vivir. Los corderos deben escapar de las manos feroces de los lobos. Pero a muchos les hace falta aprender a reverenciar todo lo que recibieron por el poder de Mi Gloria.
Que nadie se olvide de lo que ha firmado Conmigo, aunque sé que aún muchos desistirán de seguir algo que no satisface al sentimiento humano.
Cuando algunos Me presentaron la carta de renuncia, solo recordé a Judas besándome la mejilla y entregándome en la noche oscura del Huerto Getsemaní. Las propias dificultades de las almas nacen como consecuencia de la resistencia y el control.
Lo que Yo tengo para cada discípulo, aún no lo He revelado ni entregado.
Hoy, Me presento para anunciar Mi última partida en este juego infinito de la salvación de las almas y de la redención de los males, ante los horrores que hacen llorar constantemente a Mis Ojos.
El corazón que no ama sus defectos e imperfecciones es un corazón que se cierra a la verdad; de la misma forma cuando el sol es ocultado por las nubes, todo se vuelve penumbras, por el simple hecho de no dejar de controlarse a sí mismo.
Yo les He dado las mayores perlas de Mi collar de Luz, pero pocos Me han agradado y menos han hecho lucir la Misericordia que Yo les derramé. Salir al mundo significa condenarse, dividirse al igual que dos ríos, los que terminarán en la garganta del gran abismo. Estoy siendo fiel ante los que Me respondieron.
Si en verdad amaran Mi Sacrificio y Mi Pasión, no Me quitarían el tiempo de abocarme a las grandes Obras planetarias. Para trabajar su vacío de sí y su humillación ante Mi Sagrado Corazón, les pido humildemente que vuelvan a repasar Mi Pasión durante esta noche y que todas las almas oigan Mis últimas Palabras que son para la humanidad.
Pues, Yo retornaré de una forma que muy pocos han percibido. Les di primero Mi Corazón para que lo vivieran y lo amaran, después les entregué la Voz de la Fuente Misericordiosa a través de Mis Palabras y por último los llamé a la consagración interior; y ahora algunos Me quieren abandonar y dejarme clavado en esta cruz de la maldad y de la indiferencia del mundo.
A los que persisten, que sigan adelante por aquellos que Me dan las espaldas y dejan de vivir en Mi Corazón Misericordioso.
A los que están dementes, que no se desesperen, mas que confíen en el Espíritu de Mi Infinita Compasión, y a los que se sienten cansados, que recuerden el momento de la Última Cena y el sacrificio mayor que Yo tuve que realizar para que el mundo y su sagrado proyecto no se perdiera.
Sé que Mis Palabras no serán suficientes, pero en verdad, les digo que tengan la suficiente memoria y un corazón más grande para no perder, por sus necedades, el manantial de Mis Gracias. Esta Orden deberá cumplir Mi Propósito, aunque lleguen a la cima del Monte de la Cruz solamente tres.
Miren con ojos de misericordia Mi humilde declaración. Ya no pueden ser ingenuos y egoístas, el Plan de Mi Padre los necesita para que, entre las tribulaciones, aprendan a retirar las raíces del mal durante la noche de mayor oscuridad.
Será en ese momento que Yo mismo veré con Mis propios Ojos Misericordiosos a aquellos que, habiendo pasado por la renuncia, la humillación y el sacrificio, glorificarán Mi Nombre Santo y lo harán carne en su propia carne. En ese instante, Yo seré Su Intercesor y los libraré a través del poder de Mi Gloria.
Alivien el peso que llevan Mis Manos, la cruz está cada vez más pesada y el mundo también.
¿Quién se arriesgará a defender Mi Voluntad y no la suya?
¿Quién será digno de alabar Mi Nombre y de cumplir Mis Promesas entregando su vida por los demás?
¿Quién esperará pacientemente el Retorno de su Maestro, aun cuando todo esté a punto de acabar?
Dichosos los que Me buscan a pesar de sus propias adversidades, porque les prometo a ellos que no seré el verdugo ni el juez, sino que seré la Puerta que los llevará después de esta vida al Reino Celestial.
Bajo la Piedad del Creador, sean consecuentes con Mis Preceptos.
Vuestro Rey, Cristo Jesús, el Dolorido Corazón
Cristo Jesús nos revela que Su Divina Misericordia es la Fuente de Amor y de Reparación de la que brotan todas las Gracias.
Ella nos libera de las cadenas del mal y del sufrimiento, redime nuestros errores y nos reconduce al camino luminoso que Dios trazó para nuestras vidas.
Todo lo concede, todo lo realiza y todo lo transforma. Es un bálsamo de cura espiritual que está disponible para todos.
La energía de la Divina Misericordia ingresó al planeta gracias a la entrega de Cristo en la Cruz, por amor a todos los seres.
Ella se derramó del Sagrado Corazón herido de Jesús en forma de Sangre y Agua, fecundando a la Tierra con códigos celestiales que le trajeron nuevas oportunidades de redención a la humanidad.
Desde entonces, la Divina Misericordia, como principio de insondable amor, perdón, cura y compasión, se derrama sobre toda la vida a través del Corazón de Cristo. Ella es la Faz Misericordiosa de Dios, manifestada a través de Su Hijo Primogénito.
Cristo Jesús afirma que este es Su último Tiempo de Misericordia, antes de que la Justicia Divina se precipite sobre el mundo y rectifique todo de acuerdo con las Leyes Universales.
Esto significa que Nuestro Señor nos está concediendo la última oportunidad de ser purificados y salvados por Su Océano de Misericordia; porque cuando Dios dé el ultimátum a las criaturas de la Tierra, no quedará otro camino que vivir los designios de la Justicia Divina.
Nuestro Señor nos dice que basta invocar Su Divina Misericordia con un corazón sincero para que esta descienda como un caudal inagotable de Gracias.
Por eso, los Mensajeros Divinos anuncian que la oración misericordiosa es uno de los mayores servicios que actualmente podemos prestar a la humanidad y al planeta.
Al clamar al Padre Eterno por Misericordia en nombre de Cristo, a través de una plegaria verdadera, estamos intercediendo para salvar almas y transformar las realidades planetarias más difíciles, inclusive aquellas que solo los Ojos de Dios conocen.
Este ejercicio espiritual también permite que la energía de la Divina Misericordia ingrese en nuestros seres e ilumine nuestras células; impulsándonos a manifestar el propósito que Dios pensó, desde el principio, para cada una de nuestras vidas.
La Coronilla a la Divina Misericordia es uno de los ejercicios espirituales más importantes y conocidos para invocar la Misericordia de Dios. Fue transmitido por Cristo Jesús a Santa Faustina Kowalska en 1935, como una forma especial de vivenciar Su Misericordia y pedir perdón por nuestros pecados y los del mundo entero.
Santa Faustina es considerada una de las grandes místicas del cristianismo. Conforme registró en su diario, Cristo la designó “secretaria” de Su Misericordia y le encomendó la tarea de comunicar todo lo que Él le reveló en Sus Apariciones sobre este sublime Atributo Divino. Además de la Coronilla, el Maestro le transmitió a Santa Faustina otras formas de devoción a Su Divina Misericordia.
Nacida el 25 de agosto de 1905 en Glogowiec, Polonia, Santa Faustina sintió la llamada a la vida consagrada desde los siete años. A pesar de la extraordinaria vida mística y de los sufrimientos físicos y espirituales que enfrentó por ofrecerse a Dios en sacrificio por los pecadores, cumplía sus tareas prácticas con extrema prontitud, humildad y diligencia.
Santa Faustina fue canonizada en el año 2000 por el Papa Juan Pablo II.
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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más