- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Segundo Mensaje
Y así como Yo vengo del corazón de este universo, quisiera que sus almas se elevaran para encontrarme. Eso permitirá, en este tiempo, crear esa Comunión perfecta entre sus almas y Mi Corazón.
Quisiera que abrieran sus oídos más internos para escuchar Mi Mensaje y para hacerlo parte de sus vidas, porque ya no bastará solo saber el conocimiento, será necesario aplicarlo en sus vidas para que Mi Plan se pueda realizar, paso a paso.
Hoy vengo a dar continuidad a lo que he dicho ayer. Vengo a extender este mensaje especial a todos Mis compañeros, porque aún es necesario que crezcan en amor y en verdad, sin dejar atrás lo que deben transformar, todo lo que deben trascender, todo lo que deben aspirar a alcanzar en estos tiempos difíciles, en los que el Plan se vive con muchos riesgos que las almas desconocen, porque, en muchos casos, no están atentas a las señales que envía el universo.
Ahora, Yo los invito a redoblar los esfuerzos, los invito a ser considerados los unos con los otros, como Yo se lo enseñé a los apóstoles en el pasado.
Deben cumplir las reglas básicas de la evolución, porque así sabrán la Ley y no solamente la conocerán.
Esa es una de las causas por las cuales las almas de este mundo y, sobre todo, aquellas almas que son Mis compañeras, no saben interiorizar los impulsos que Mi Corazón les envía de tiempo en tiempo, intentando elevar a las almas cada vez más hacia la Verdad y hacia el Sagrado Conocimiento.
Cuando no saben interiorizar lo que les decimos, se pierden en algún lugar del camino y pueden quedar confusos, sin saber hacia dónde ir o qué hacer.
Pero existe una llave maestra, para todo esto, que es la confianza. La confianza en todo lo que se presenta. La confianza en todo lo que se propone. La confianza en todo lo que se revela.
Porque, en esencia, todo va más allá de sus posibilidades, de sus conocimientos, de su intelectualidad.
No vengo a construir Mi Reino en mentes concretas porque, de lo contrario, no habría tenido sentido que Yo hubiera venido a este mundo a encarnar para testimoniar, en este plano, la Presencia del Amor de Dios.
Es el Amor el que les revelará Mi Reino. Es el Amor el que los unirá siempre. Es el Amor el que nunca los separará. Porque donde está el Amor Yo estoy presente, lanzando semillas de luz en tierras fértiles, que después Me darán frutos para que, al final, sean Dones que Yo ofreceré en Gloria al Creador.
Por eso busco de los corazones más simples lo que es bueno y verdadero. Me glorifico en los corazones humildes. Me distancio de los corazones resistentes. Me alejo de los que no Me quieren escuchar, porque sé que estos últimos temen al verdadero Amor porque nunca lo han conocido completamente, porque nunca se han animado a dar un paso y a dejarse rasgar por dentro, hasta que el Amor los haga herir profundamente.
Por eso, deposito Mis Llagas internas en los corazones conocedores de Mi Amor.
No puedo dar Mi Legado a mentes abstractas. El mundo y su humanidad perderían completamente el rumbo por su ambición y soberbia. Necesito quebrar lo que aún está rígido y duro.
Por eso, uso Mi gran martillo de Luz y golpeo en lo que está más resistente para que se pueda quebrar algún día y así, todo se rinda a Mis Pies; no por Mí mismo, sino por Mi Padre que es justo y compasivo, que es merecedor de la bondad de sus corazones y almas por todo lo que Él ya les ha dado a pesar de sus miserias, a pesar de sus errores, a pesar de sus caídas.
Vengo a elevar la consciencia de la humanidad hacia otro punto porque, aunque no lo parezca, Yo estoy aquí en constancia y en fe, para seguir adelante.
Por eso, a los que Me siguen en estos tiempos, a los que se dicen Mis compañeros de camino y de vivencia espiritual, los animo a vivir los cambios sin resistencias ni restricciones.
Los invito a no poner límites a sus consciencias y a saber reconocer, con humildad, el Sagrado Conocimiento que viene de Dios por medio de Nuestros Sagrados Corazones, para esta humanidad de superficie.
Así Yo podré traer aún más Mi Cielo, el Cielo de Mi Padre, Su Universo Celestial, y Mis Ángeles estarán acompañando cada paso, cada momento como cada prueba; así como ellos Me acompañaron desde el Huerto Getsemaní hasta la Cruz.
A los sufrimientos que Yo les ofrezco a Mis compañeros de este mundo, algunos les temen porque no los conocen, porque, antes de todo, no se animan a amar la Voluntad que Yo traigo para concretar en sus vidas Mis Proyectos y Mis Designios.
He escogido estar entre estas sagradas montañas de los Andes para recordarle al mundo que aún no ha elevado su consciencia ni su mente. Es hora de salir de lo atávico. Es hora de renunciar a lo superfluo y a lo mezquino.
Debo dejar Mis Llaves de Oro en los corazones simples, en los que pueden guardar dentro de sí Mi Legado, que no proviene de este mundo sino del Universo.
Para que este Plan continúe adelante, para que esta Obra prosiga, deben, compañeros, reposicionar sus lugares, sabiendo que todo lo que han recibido en estos últimos años, no será desperdiciado por la humanidad como lo fue una parte de Mi Pasión, aunque no lo crean.
Con Ojos de Misericordia, vengo a observar al mundo. Con un Corazón compasivo, vengo a socorrer a los que sufren y a los que no pueden darse por entero a Mi Corazón.
Sepan, Mis queridas almas, que aún hay mucho por hacer. Por eso, los invito a renovar la unidad y la fraternidad entre sus consciencias. Los invito a respetar la Ley de la Jerarquía para que el Universo de Dios siempre pueda estar cerca de ustedes y en cada detalle.
Ahora, sean Mis estrellas redimidas, salidas de los abismos del error y del pecado, de la perversión y de la maldad. Honren a su Rey y Señor como Él lo merece, en el Cielo como en la Tierra.
No se separen más. Únanse a través de Mi Corazón para que Yo pueda seguir viniendo a su encuentro; para evitar que Yo no pueda venir más en este tiempo en el que la humanidad necesita de altas vibraciones de amor y de paz.
Despojen de sus corazones y vidas lo que ya está viejo y resistente, lo que no hace a la unidad y al amor entre las criaturas y pueblos, entre las razas y los orígenes.
Entregué Mi Vida en este mundo y por esta humanidad para que supieran cómo hacerlo, y así no caer en tentación.
Vengo en este día, con este segundo mensaje, para abrir aún más sus ojos y, especialmente, para abrir más sus corazones a lo que necesitan escuchar con madurez y calma.
No quisiera ver a los responsables de esta Obra confusos, no quiero encontrarlos más así, sabiendo que cada etapa que vivimos juntos es imprescindible para vuestro Dios, para la realización de Su Voluntad, para la manifestación de Su Obra en los diferentes planos de este universo, hasta llegar a la humanidad.
Si los lazos de amor entre ustedes se rompen, compañeros Míos, ¿quién llevará Mi Plan adelante?
Si ya saben que es verdad que no encuentro un lugar o una morada en donde poder anunciar Mi nueva Palabra, Mi nuevo Mensaje enviado por Dios desde lo más Alto de este universo.
No quisiera perderlos de vista, porque existen almas en el mundo que también Me necesitan, y las debo atender, así como atiendo a sus almas en estos tiempos.
Por medio de esta Maratón, eleven a Dios su más sincera ofrenda para que un Rayo de Mi Corazón misericordioso toque aquel espacio en sus consciencias que aún está oscuro y se resiste a cambiar.
Recuerden que Yo lo puedo todo y que Mi Padre no Me ha puesto límites.
Vengo con Mi Gobierno Celestial para poner en orden todas las cosas, desde lo invisible hasta lo visible, desde lo inmaterial hasta lo material, desde el espíritu hasta la carne. Todo bajo el orden universal.
Que se alegren las almas de Chile por este momento, para que se pueda volver a repetir durante estos tiempos críticos, en los que más compañeros Míos deben despertar al llamado de la redención.
Felices serán los que escuchan y creen sin haber visto.
Bienaventurados serán en el Cielo los que guarden los Tesoros de Mi Corazón y los vivifiquen, de tiempo en tiempo.
Los bendigo en el nombre del Amor y de la Unidad.
Bajo la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ríndanse a Mí, pues este ya es Mi último tiempo.
Las horas pasan para este mundo y las almas se pierden. Dichosos de ustedes por recibirme y por ser dignos en el Señor, aunque no lo merezcan. Pues si no se rinden, ¿cómo Yo podré estar en ustedes y ustedes en Mí?
Mi Sagrado Corazón derrama Su Sangre sobre los horrores del mundo, sobre todos los pecados. ¿Quién será digno de recoger Mi Sangre así como lo hicieron Mi Madre y María Magdalena? ¿Quién será como Juan y estará hasta la última hora en la Cruz sin temor alguno?
Lo que Yo les he dado en su vida es lo mejor que les pude dar; no hay otra cosa mejor que les pueda entregar. Cada uno tiene lo que es justo y lo que merece ante la Ley de Mi Padre. Pero, ¿por qué no se rinden? ¿Qué mal Yo les puedo hacer si, aun en medio de la tribulación, vengo a ustedes en esta noche bendita para derramar los códigos de Mi Sangre y renovarlos en el Espíritu de Dios?
Hay muchos que dicen estar Conmigo, pero no lo están. Necesito de apóstoles verdaderos, no apóstoles de barro que se puedan romper con un solo golpe. Así como les dije a Mis apóstoles en el pasado, ustedes no conocen Mi Justicia. No vengo a castigarlos, vengo a traerles la verdad, aquella verdad que puede estar en ustedes si ustedes están en Mí y no Me rechazan en sus hermanos.
Si no viven las pruebas, ¿cómo aprenderán? Sin las pruebas, ¿creen que van a alcanzar el Cielo y la Divinidad? No estoy hablando de cosas imposibles compañeros, pues hoy vengo a dedicar este mensaje a ustedes, aunque la necesidad del mundo es más grande que la de ustedes mismos.
Hoy les muestro Mi dolor, que es el dolor del mundo, e invito a que cada uno de ustedes lo conozca, lo acepte y lo viva en la oración. Pero sé que algunos de ustedes no aceptan ese dolor porque temen conocerlo. Entregué ese dolor a todos los santos y a las personas simples de corazón a través de los tiempos. El dolor es más grande que Mi Misericordia, y eso Yo no lo puedo ocultar. ¿Quién cargará con esta pesada Cruz y no solo vivirá de Mis Prodigios? Los que son llamados por el Pastor deben vivir todas las cosas que Yo les entrego de tiempo en tiempo.
Pero aún Mi Sagrado Corazón espera de cada uno de ustedes que, en esta ofrenda misericordiosa de oración, ya no sean los mismos porque ya no hay tiempo que perder. El mundo se oscurece poco a poco y el fervor no puede apagarse en los corazones. ¿Cómo podrán ser depositarios de Mis Gracias si a veces sus corazones se cierran ante Mí y ante sus hermanos?
Yo no vengo a prometerles una vida magnífica en este mundo, pero sí vengo a prometerles la vida eterna en el próximo mundo. Si se separan entre ustedes, ustedes se separan de Mí y Mi Mano no puede acercarse a ustedes porque ustedes se alejan. Se alejan de Mi Luz, de Mi Amor insondable, de Mi Paz, de Mi Esperanza.
Hoy no quiero dejarles un mensaje de dolor, sino una realidad. Todas las almas están en su Juicio y esto recién ha comenzado. El Juicio de ustedes podrá ser leve si su amor es más grande. El amor por lo que aún no sienten, el amor por lo que no aceptan, el amor por lo que rechazan, el amor por lo que niegan delante de todo lo que han recibido a Mi derecha y a Mi izquierda.
Hoy no puedo abrir Mis Brazos y extender Mis Manos hacia ustedes porque no veo el amor del mundo. Son muy pocas las llamas que se encienden para glorificarme, pero aún están a tiempo, compañeros, de dar un paso más en la confianza a Mi Sagrado Corazón.
Deseo verlos en plenitud y no con amargura. Mi Corazón derrama Su Sangre para renovarlos, para vivificarlos en el Espíritu de Mi Padre que está en los Cielos y que los contempla día y noche. Si ustedes no aceptan lo que Yo les doy no podrán vivificar a Mi Padre Eterno; pues Mi Padre está lleno de Dones para todas las almas, pero las almas no permiten que se derramen los Dones en sus corazones.
Desearía hablarles de lo que en verdad necesita el mundo pero primero debo cuidar de los que Yo he escogido con Mi Mano a través de los tiempos y he señalado con Mi Luz en este último ciclo.
Los apóstoles estuvieron separados para predicar, pero nunca dejaron de unirse, así como Yo les enseñé en la oración, en la Adoración a Dios. Ustedes creen adorar Mi Corazón pero no saben. Es una conquista para sus espíritus adorar a Mi Corazón cuando tengan confianza en Mí por todo lo que viven. Nada es casualidad. Ustedes viven lo que han sembrado y están cosechando lo que han plantado. No hay ningún error en todo esto. El Cielo sabe que las almas se equivocan, pero deben comenzar de nuevo todos los días, en la absoluta certeza de que servirán al Pastor a pesar de las consecuencias.
¿Qué más quieren de Mí? Esto es todo lo que Yo les puedo dar y ya es una Gracia máxima que lo puedan vivir en estos tiempos difíciles. Eleven al Padre sus errores porque son los errores del mundo, la indiferencia de los corazones que sufren por no poder reconocer el Propósito que ha pasado muchas veces frente a ellos de diferentes formas y con distintas señales.
Acojan Mi dolor por la indiferencia humana y transfórmenlo en amor y en compasión; acojan la indiferencia de sus hermanos, que sufren por rechazarme inconscientemente; acojan el dolor ajeno y así Me ayudarán a cumplir el Plan. Que esta Maratón sea asumir el dolor del mundo, que la mayoría no quiere vivir. Pues si el dolor no se asume, el mundo sufrirá por no haber escuchado el Mensaje.
Hoy Mis ángeles custodios adoran sus esencias que es lo verdadero y sublime ante los Ojos de Dios. Ellos no ven sus defectos y sus imperfecciones, ellos ven lo que en verdad son y no se cansan de hacerlo. Es algo que ustedes deben aprender en sí mismos y en sus hermanos; así se liberarán de las influencias de Mi adversario que tritura las mentes, así como el trigo se hace polvo.
Sean misericordiosos aunque no lo sean. Renueven sus votos ante Mi Corazón todos los días y no teman vivir su cruz, porque si Yo llevé la Cruz por ustedes y por el mundo, ¿por qué ustedes no compartirán la Cruz que hoy cargo por esta humanidad? Aunque sea un ser ascendido, que Mi humildad los humille, que Mi verdad los purifique, que Mi Corazón los limpie de toda mancha, de toda adversidad.
Si ustedes creen que Yo Soy la Luz entre las tinieblas, ¿por qué no Me siguen en lo que Yo he colocado en sus caminos?
Mi Rostro se dibuja en los corazones que son verdaderos y en los que son honestos en su transformación, a pesar de las caídas. Yo no dejo de ayudar a los que claman por Mí, pero no puedo ayudar a los que se enorgullecen por sus propias virtudes. Destierren aquello que ya no sirve más para Mi Padre, así Yo podré entrar en ustedes como Yo entré en el Padre Pío dejando la señal visible de Mi Presencia por cincuenta años. Tengo algo especial para cada uno, pero aún no lo he podido entregar. En el sacrificio se encuentra la confianza en Dios, en la humildad y en la humillación se encuentran el despojamiento de sí y se trascienden todas las barreras de la materia.
Quiero que en esta Maratón sean verdaderos Conmigo y que no solo lo sean en las palabras. Que sus verbos pronuncien lo que verdaderamente sienten ante Mi Corazón Misericordioso, porque mientras gran parte del mundo sufre la persecución y la guerra y no pueden recibirme, ustedes, ¿qué harán con todo lo que Yo les he dado con tanto Amor y Misericordia? Sean honestos ante los Cielos y renuncien no con soberbia, sino con humildad, con paz, con esfuerzo y sacrificio. Renuncien verdaderamente a lo que creen que es mejor o a lo que podrían mejorar. Mis apóstoles pasaron por esa prueba hasta el final de sus días.
No dejen dormir sus consciencias cuando Yo estoy hablando. Yo Soy su Rey y su salvación.
Necesito que crezcan en consciencia y no en vanidad. Mis perlas preciosas no pueden perderse en este mundo. Adoren a Mi Corazón para que nada malo suceda, pues el tiempo de Mi Justicia se aproxima para toda la humanidad.
Salgan de sí mismos y vean a los que mueren, a los que la televisión muestra como si fueran una victoria. ¡Oh compañeros Míos! aún no saben lo que siente Dios cuando un corazón es indiferente a lo que se le ha dado por Misericordia.
A todos los estoy llevando a una evaluación interior, porque cuando Yo retorne no podré ver en sus túnicas ninguna mancha, y si hubiera algunas manchas no podré reconocerlos porque hasta ahora Yo les enseñé a lavar sus vestiduras con el agua de Mi Misericordia y de Mi Gloria.
Intenten amar un poco más, aunque no puedan. Mi Corazón se ofrece para eso y sus hermanos también se ofrecen para ser amados de verdad. Recemos a Dios por los que no pueden amar a Mi Padre ni a Mí. Recemos con fervor y con Misericordia, así como Yo les enseñé en el principio.
Oración: Padre Nuestro.
No quisiera verlos con caras largas en esta Maratón, porque el mundo precisa alegría, verdadera alegría para poder trascender todos los males y las indiferencias que las almas cometen diariamente ante el Reino Celestial.
Hoy podré bendecir, por compasión, estos elementos que han puesto ante Mi altar, que está en el Cielo y está en la Tierra, para que sus corazones sean lavados por Mi Sangre y sus espíritus sean purificados por Mi Cuerpo, dos señales visibles de la redención y de la entrega a Mi Corazón que siempre los espera.
Hace dos mil años Yo les dejé un tesoro universal, una insignia perpetua para sus corazones y almas. Les dejé el tesoro vivo del universo, el Terafín de Dios manifestado en cuerpo y sangre para toda la humanidad. ¿Cuántas veces ya comulgaron Conmigo?, ¿lo hicieron de verdad o solo con apuros? ¿Cuántas veces Me ofrecí a la mesa de todas las almas para que Me vivieran en la Pasión y en la Cruz?
Mi Corazón Sagrado hoy derrama Su Sangre por las almas indiferentes, por los que no se animan a confesarse Conmigo, ante Mi divina Humildad y ante Mi Paz.
Hoy preparo con esta comunión a toda esta parte de la Tierra que debe consagrarse a Mi Divinidad antes de que Yo vuelva al mundo por segunda vez. Para llegar a Mi Divinidad deberán limpiarse y purificarse todos los días. Por eso les pido que se rindan a Mí para que sus corazones superen todas las pruebas, en el nombre de Dios y de Su infinito Proyecto.
Ante los Ángeles Custodios del universo, ante los Arcángeles que glorifican a Mi Padre perpetuamente, ante el santísimo Espíritu de Dios, ante Su Hijo amado, ante el Padre Celestial que unifica todo lo creado y que vivifica a los espíritus que le responden con sinceridad y ante la majestad de la Madre del Mundo, Yo los absuelvo y los perdono en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Cuando cometan una indiferencia laven sus pies, así como Yo se los lavé a los apóstoles para que reconocieran que Dios se hace tan pequeño ante las almas más orgullosas. No ofendan más a Dios, el mundo lo ha ofendido mucho.
Vivan Mis Tesoros celestiales y alcanzarán la vida eterna. Amén.
Cristo Jesús Glorificado
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cuando estábamos orando las 150 cuentas de la Coronilla de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano sucedía la procesión con el Santísimo. Entonces vi entre las personas, mientras los hermanos caminaban siguiendo al Santísimo Sacramento, un ser que era el Maestro, pero con un aspecto diferente a como Él es. Se veía más delgado, con barba y cabello cortos, y estaba caminando y cantando entre las personas. Más tarde, vi a los hermanos ingresando en el Hogar de la Adoración y, cuando pasaban por la puerta, Él tocaba con Su Mano la cabeza de cada uno, realizando una especie de sanación que iba curándolos internamente. A continuación, vi al grupo durante la adoración y a Cristo, en la misma persona que había visto durante la procesión, sentado en el fondo del salón.
Luego Él mostró la imagen de un campo, donde había un grupo de ovejas que caminaban hacia un determinado lugar. Aunque Él no estaba presente en la imagen, nos hacía comprender que Él guiaba a ese rebaño. En cierto momento, el rebaño se deparaba con un gran y oscuro abismo en cuyo fondo se veía bruma.
Cuando el Maestro apareció, tenía una gran estrella dorada de seis puntas en el pecho y en el centro estaba Su Corazón. Él estaba rodeado de muchas ovejas, con una pequeña oveja bebé en Sus Brazos y Él la acariciaba.
En base a esa imagen Cristo nos transmitió Su mensaje:
A la más espiritualmente enferma de Mis ovejas, la tengo entre Mis Brazos para que nunca pierda la confianza de que, a pesar del tiempo y del momento de su purificación, no la abandonaré. Aunque a través de los errores se haya alejado de Mí, Yo la hago regresar a Mis rebaños, porque por encima de toda justa o injusta causa vuestro Pastor sabe cuál es el Propósito divino de ese ser.
Ustedes, como ovejas, están ante el gran abismo de los tiempos y, seguras en Mi Corazón deberán aprender a caminar entre las tinieblas.
Primero, les digo que no teman porque el Señor, vuestro Dios, les mostrará a cada uno de ustedes lo más triste e injusto que guardan. Así serán conscientemente invitados a vivir la Ley de la purificación, aquella que está amparada totalmente por el amor misericordioso de Mi Corazón. Dios no los abandonará porque hayan fallado o se hayan equivocado. Pero vuestro Padre que está en los Cielos, ejercerá la Justicia Divina para que pronto estén libres de toda adversidad.
Segundo, verán en ese gran abismo, en el que se encuentra el mundo, la oportunidad de purificarse conscientemente de toda mancha y que, así como Yo les enseño a Mis discípulos, como hermanos se amen y se unan los unos a los otros. En esta hora en la que cientos de almas se pierden en las tinieblas, deberán estar muy unidos porque será esa unión interna que hará brotar de la nada, la fuente del amor, y será ese amor extraordinario que curará cosas imposibles en la consciencia.
Tercero, verán en ese abismo del mundo que las almas y los corazones se enfrentarán a su verdad, algo que nunca pensaron ni vieron. Las vendas les serán quitadas de los ojos y entonces todo temblará, pero nuevamente les digo que no teman. El Hijo de Dios los socorrerá así como el leñador socorre en un gran incendio. Mi Agua de Vida disolverá, en su perfecto complemento de amor, todas las desgracias.
Cuarto, verán en ese abismo la revelación de la humanidad y el momento que todos están atravesando. Tal como fue escrito, nada quedará oculto. Lo que está dentro del alma y del cuerpo será visible, así como las artimañas de los falsos, las que antes eran invisibles para muchos quedarán tan visibles como el amanecer.
No habrá gobernante, nación ni humanidad que no quede expuesta tal cual es ante el Universo de Dios. Toda mentira, engaño o poder humano quedará revelado, y todos lo sabrán. Será el momento en el que dentro de ustedes florezcan las semillas que Yo les entregué, principalmente la semilla de la compasión y del amor. En verdad les digo que si no ejercitaran desde ahora estos dos atributos, la transición de la Tierra será difícil y dura para muchos.
Ya no habrá resistencia que pueda permanecer, todas desaparecerán. Pero si frente a todo lo que se revele, buscasen la esencia de la transformación y de la honestidad, cosas inimaginables e inesperadas sucederán, algo que irá más allá de lo que ustedes llaman milagros.
En esa hora definitiva, Yo estaré contando con los dedos de Mis Manos todos los actos de Piedad y de Misericordia que sucederán y que animados por Mí deberán realizar superando la vergüenza, la evidencia ante otros o incluso la tristeza.
Dichosos serán aquellos que conscientemente coloquen a Mis Pies sus aberraciones espirituales porque prometo ayudarlos a salir de ese abismo.
Finalmente, Mi Corazón glorioso querrá ver en estos días a los que dicen ser Mis apóstoles preparándose, bajo el poder luminoso de la oración, para atravesar los tiempos con coraje y sin miedo.
Que esta Maratón de omnipresencia, que así hoy llamo porque estaré en varios lugares a la vez, represente para Mis seguidores la oportunidad única de superarse a sí mismos para que todas las crueldades humanas que hoy suceden en este planeta, en todos los Reinos de la Naturaleza y en la propia humanidad, reciban la Gracia y la amnistía de la Divina Misericordia.
Estaré a su lado, junto a sus voces, implorando al Padre Celestial que pronto Yo pueda retornar para volver a guiarlos hacia la Nueva Humanidad.
Agradezco la unión de todos en este momento. El Señor les derrama Su Piedad y Su Paz.
No pierdan fuerzas internas, vivan a través de la fe. Si están en este tiempo de Armagedón y de pruebas es porque están preparados para vivirlo, al menos por Mi glorioso Retorno. Transfórmense en paz, así todo el universo lo espera.
Bajo el Amor infinito de Adonai sean bienaventurados y mansos.
Unido a todos los orantes de la Misericordia,
Cristo Jesús Glorificado
El tiempo de la Justicia universal llegará.
Por eso, vengo a llamar a los más pecadores e imperfectos para que, en honra al Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús, reciban la última chance de vivir la conversión y la redención, pues no quedará piedra sobre piedra y nadie lo podrá impedir.
Vuestro juicio ante todo el universo celestial y angelical está próximo, pero si mis almas buenas continuaran orando de corazón y sin obligación o compromiso prometo, antes de la última hora, prestar ayudar a las almas que han manchado, con su soberbia y negación, el Corazón de Mi Padre Eterno.
Enviaré en vuestro auxilio a Mis Ángeles Custodios para que, en las horas más difíciles, en las que la Tierra se purificará intensamente, ellos guíen vuestros pasos y a todos los cenáculos de oración en donde se glorifique a la Santísima Trinidad.
Reciban la ayuda que necesitan, Mi Iglesia verdadera plena de apóstoles simples ya cumplió la parte que le correspondía, delante de la Ley y de la instrucción.
Nadie, en este mundo material, podrá decir que no conoció al Hijo de Dios, Aquel que vendrá entre las nubes trayendo la balanza de la Justicia y el Cetro contra la impunidad y el sufrimiento.
El Hijo de Dios vendrá en la omnipotencia de Su humildad, de Su humildad alcanzada, y no habrá quien no lo vea venir en esplendor celestial y en Amor misericordioso.
Las escrituras sagradas se cumplirán de una forma desconocida para los impíos y los crueles.
Pero Mi soberanía pertenece al Universo Mayor, desde donde descenderá la Gloria de Dios y el Reino de Su eternidad.
Prepárense, arrepiéntanse y oren con amor luminoso para que las últimas penumbras del horror humano no toquen ni influencien vuestros corazones.
Quien no sea humilde y manso no lo soportará. Por eso, ahora que están a tiempo de poder revertir todo, sean inteligentes, busquen una vida de confraternidad y de pureza, así estarán protegidos de las interferencias del adversario y de ustedes mismos.
Les envío Mi Paz, y Mi Paz les entrego, ya no hay nada mejor que hacer en esta vida que orar y servir.
Acepten el tiempo del apocalipsis que están pasando, siéntanse protegidos por Mi Espíritu paterno y no pierdan tiempo ni espacio con los malos entendidos. Ya no sean puertas del pasado, sean instrumentos de Mi insondable e infinita Misericordia.
Recuerden lo que hoy les digo, estas ya son Mis últimas Instrucciones y Mensajes para la humanidad. Vivan en la fe y salgan del mundo de la desesperación y de la inquietud desordenada.
Oren, oren, oren Conmigo y vigilen.
Búsquenme en el Santísimo Sacramento del altar y serán dignos de regresar algún día a Mi Reino de Paz y de Amor.
Bendigo en esta noche a los que no merecerían Mi bendición, así podrán sentir la magnitud de Mi Amor por todos ustedes.
Les dejo Mi Paz, bajo la Misericordia de Dios sean bienaventurados, les agradezco por acompañarme.
Vuestro Redentor, Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Jesús llegó aquí con Su esplendor como Sagrado Corazón de Jesús y Su Presencia luminosa y amorosa estaba rodeada de seis ángeles que portaban en sus manos un Santísimo que ellos proyectaban como espejos de luz sobre nuestros seres.
Y, allí, el Maestro fue haciendo un trabajo en nuestro interior, viendo la necesidad de cada uno de nosotros, de la ciudad y del planeta.
Haz pequeño tu corazón y crecerás en Vida.
Conviértete en la piadosa María Magdalena y ven a Mi encuentro para lavar con tus lágrimas Mis Pies.
Ven para retirarme el polvo del pecado que muchas almas le ocasionan a Mi Ser universal.
Ven y siéntate a Mi mesa. Yo te escucharé día y noche. Yo oigo el clamor de tu corazón en el universo.
Únete a Mí y confía, estás en el lugar correcto, en donde Dios te ha colocado. Estás donde debes estar, bajo la Voluntad del Creador.
Déjame decirte cuánto anhelo sentirte cerca y envolverte con Mi Manto, para colocarte en Mi regazo y cuidarte en las noches largas de tempestad y de frío.
No te desanimes, Yo ya te he dado la llave de la alegría suprema. Deja que toda tu estructura se mueva en tu interior y que pueda nacer, en vida, el verdadero ser que proviene de Dios.
Y mientras aún cruzas el desierto árido y desolado, extiendo Mi Mano sagrada para sacarte del camino de la desolación y del vacío.
Siente ahora, de nuevo, el calor de Mi Corazón misericordioso y deja que Yo borre, dentro de ti, todo lo que ya no te pertenece.
Sé igual que Mis apóstoles, acepta morir por Mí y renacer en Mi Llama de vida, Llama divina de Dios.
En este tiempo que pasa, vengo a llamarte para decirte dónde te quiero tener en este ciclo. Escucha Mi Voz que resuena en el corazón que se abre para reconocerme.
Yo Soy el que Soy. Soy el que nació y volvió a la Fuente del Amor. Yo fui el que vino para dar el mayor testimonio de Amor y de Perdón, y Soy el que retornará para dar Vida a lo que ya ha muerto.
Yo Soy el Espíritu de la Verdad de Dios.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por retornar a Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Las virtudes que Yo despierto en ti Me pertenecen, pues es a través de todas ellas que Yo cumpliré Mi Proyecto. Por eso, anímate a ser parte de Mí y a volverte imborrable a los Ojos de Dios.
Deseo que puedas ver los pasos que te estoy indicando por medio de Mi Presencia. Déjame que te muestre el camino de salida. Busca el auxilio dentro de Mi Corazón, en el refugio sagrado del Amor.
Hoy te declaro todas estas cosas para que puedas encontrar la justicia en todo, pues Mi único motivo es hacerte crecer y madurar como apóstol Mío.
Busca la unión perpetua Conmigo para que, en los días que llegarán, tu corazón esté preparado para enfrentar el fin de los tiempos. Solo te puedo prometer Mi Amor inconfundible, Mi alivio constante en las circunstancias de la vida. Por eso, evita seguir otros caminos que no sean los Míos.
Yo he demostrado al mundo, por medio de la Comunión redentora, la forma de reconciliarse con Dios Padre. Pero muchos olvidan este importante alimento espiritual, el que los fortalecerá y les mostrará el camino para poder encontrarme.
Sean consecuentes con Mi llegada. Laven vuestros pies del polvo del pasado.
Y ahora, sentados a Mi mesa, díganme cuánto Me aman, porque ese amor que ustedes Me entregan, Yo se lo derramo a los más desconsolados.
Anímense a seguir Mis Huellas. Después de toda la purificación vendrá el abrigo que Yo les daré en esta vida.
Construyan el tiempo real dentro de ustedes, para que Mi Mensaje de vida actúe en vuestras vidas.
Yo solo deseo que estén Conmigo y que nunca se olviden de Mí, pues este es Mi último llamado antes de Mi Retorno.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por escuchar Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado, el Pastor del Amor
En las cosas simples, Yo les hago examinar sus consciencias para que ellas recapaciten el grado de oferta a Mi Corazón y, así, perciban la diferencia de estar cerca o lejos de Mí.
Yo les traigo todos los días, en la hora de la Misericordia, la oportunidad de renunciar a las cosas materiales, de amar a Mi Consciencia Paternal y de reparar todas las causas que ofenden al Corazón de Dios Padre.
Por eso, Yo los animo a madurar rápidamente, en estos tiempos de crisis espiritual y planetaria.
Yo los llamo a crecer desde la consciencia madura, que sus espíritus sembraron en el momento de su nacimiento humano.
Sus almas pueden servirme o entorpecerme, dependiendo del grado de su intuición interior sabrán si están Conmigo o no.
Yo necesito de sus corazones la posibilidad de ayudar a evolucionar a este Plan y de hacerlo crecer y madurar como un fruto nuevo a través de sus conscientes y sanas acciones como apóstoles del nuevo tiempo redentor.
Yo los necesito despiertos para poder trabajar Conmigo y, así, apartarlos de las tentaciones más insignificantes de la vida. De esta forma, estarán libres de sufrir innecesariamente y ahorrarán sus energías de servicio y caridad para poder donarse en Mi Nombre.
Cuando Yo les coloco una prueba en sus caminos diarios es para que puedan dar pasos en el Proyecto que Mi Padre les ofertó a través de Mi Corazón Misericordioso.
Día y noche, rezo por ustedes y por la humanidad dormida en el huerto de Mi Eterna Vigilancia, para llevarlos a ser el establo de Mi Corazón a través de la luminosa esencia de Mi Espíritu Sacerdotal. Así, Yo puedo a través de ustedes, cuando Me lo permiten, congregar a las almas que más necesitan de Mi Divina Misericordia.
Esfuércense por alcanzar aquella virtud espiritual que aún no han alcanzado y Yo los apoyaré a través de su perseverancia y transparencia de toda la vida.
Mientras tanto, aférrense a la fuerza amorosa de Mis Manos, Yo no los soltaré, sino que los llevaré a encontrar la comunión eterna con el Padre Celestial.
Hagan revivir el poder de sus votos. Ellos serán plenos y poderosos cuando se animen a vivirlos desde la consciencia y no desde la ilusión.
Los quiero ver fuertes y determinados a servirme en este Plan de transición.
Reflexionen en Mis Palabras, para que permanezcan en ustedes siempre.
Gracias por buscar la unión Conmigo en la hora de la infinita Misericordia.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados, maduros y determinados.
Cristo Jesús Glorificado
Hijo:
Le hablo directamente a tu corazón, porque sé que él siempre Me sabrá responder.
Estoy presente en todos los Santísimos de la Tierra, aguardando que muchos más se animen a conocerme en el silencio.
Si en verdad las almas se entregaran un poco más a Mi Corazón, Yo podría resolver todos los problemas que viven; pero el enemigo siempre articula su juego para confundir a los Míos, solo le basta tocar en la herida abierta para que las miserias, que muchos viven, comiencen a mostrarse.
Hijo, debes saber que en el Santísimo se expandirá tu consciencia y pronto sabrás distinguir, a través de la Adoración, a Mi Voluntad Infinita.
Sabrás sentir, por medio de la Adoración, el camino a ser recorrido.
Sabrás diferenciar cuándo deseo que hagas algunas cosas y no otras, cuando debes estar atento y silencioso.
Los que se arriesgaron a consagrarse a Mi Corazón de forma inmediata y se propusieron vivir los votos que, día y noche, reformulan la vida abnegada, todos ellos tendrán el doble trabajo de controlar, en sí mismos, las necesidades e ideas que surjan en sus consciencias, porque un ser totalmente consagrado aguarda todos los días la señal que proviene de lo Alto.
De todos ellos, siempre esperaré un poco más, al punto de estar preparados para buscarme y encontrarme en su corazón interior. En ellos, derramo Mis Gracias Celestiales. Por ellos y a través de ellos, cuando verdaderamente Me corresponden, Yo puedo obrar y hacer milagros de vida.
Ahora, que su foco se concentre en el poder de la Adoración, en ella muchas tempestades se disolverán y encontrarán el remedio para sanar los males espirituales.
Me hice Cuerpo Vivo y Glorificado para que las almas físicamente, a través de la Eucaristía, en la que Yo siempre estoy presente, pudieran unirse al universo y al manantial de Mi Misericordia.
En verdad, hoy padezco por aquellos que son engañados y pierden la fuerza de la santificación. Anhelo poder encontrar apóstoles formados para este último tiempo. Ellos serán buscados como ovejas entre lobos, pero Mi pastoreo es recto y los llevará por el camino de la redención.
Por eso, búsquenme a través de la Adoración; así estarán confirmando Mi Presencia en toda la Tierra, porque en la Adoración se establece un puente de unión con los Cielos y el alma comulga de Principios Divinos que desconoce, pero que son colocados en su corazón.
Cuando estés solo, inquieto o débil, encuéntrame en la Adoración. Mi Corazón es el Santísimo para el mundo y todos deben penetrar las dimensiones a través de la contemplación. Ella será el escudo que los librará de todo mal. Ella será el lucero que alumbrará la próxima noche oscura.
En verdad, la mayoría de las almas están adorando las modernidades y grandes descargas electromagnéticas hipnotizan la consciencia inferior. Por la influencia de estos medios involutivos, el Cielo no se puede abrir sobre la bóveda de cada espíritu y una distancia extensa se establece entre la materia y la propia divinidad de cada ser.
Yo estoy observando cómo muchos son engañados. La profecía del Apocalipsis se está desdoblando con fuerza y determinación sobre el planeta, pero solo los sabios de corazón percibirán estas cosas. Yo deposito el poder de Mi Confianza en ellos, pero sé que siempre serán más tentados que los hipnotizados.
Quien concentre su corazón y su mirada en el Santísimo no se perderá, sabrá distinguir lo parecido de lo verdadero y contará con herramientas espirituales para poder sobrellevar el tiempo de los engaños.
No será necesario sorprenderse por lo que les digo, esto es solo una pequeña muestra de la actual ilusión de la humanidad.
Por más confuso que el tiempo se presente, Yo estoy presente en todos los Sagrarios de la Tierra y el alma sedienta de Mí, solo vendrá a Mi encuentro; así, no se desviará del camino, se librará de ser tentada por los demonios de la sensualidad y del placer que en este ciclo estarán creando subniveles de maldad y de conquista en las buenas almas.
Pero quien observe con atención, podrá saber y sentir lo correcto y lo incorrecto. Yo tengo la Potestad Divina de disolver todas las crueldades del espacio; bastará que más corazones se postren ante Mi Santísimo Sacramento para que, en profunda honra y Adoración, Yo pueda extirpar las influencias del mal y más almas, que mueren por tan amarga sed, puedan resucitar por Mi Agua de Vida.
Estos ya no son tiempos remotos, son tiempos de batalla. El Cielo y el infierno se juegan el reinado de la Tierra. Cuanta más tentación, más será la debilidad; cuanta más Adoración, mayor será la fortaleza inquebrantable del espíritu.
Para los consagrados no existe otra sal que no sea Yo. Soy el único complemento de vida que no les fallará y no los hará sufrir. Por esta causa, de buscar la sal de este mundo, muchas ordenes se ven debiltadas y enterradas en las arenas áridas de la Tierra, sin encontrar salida.
Yo aspiro a que los que Me escuchan que sean inteligentes, les digo estas cosas para evitar nuevas caídas en ustedes.
La fe será el instrumento de su Adoración y elevación hacia Mi Reino. No se imaginan cuántas veces Yo He llamado a la puerta de los corazones y solo He visto el fruto de largas pasiones que ciegan y distancian a los Míos de Mi Eterno Corazón.
Dios, Su Padre, Me permitió darles estas advertencias, porque ya están prontos para que en el próximo mes se cumplan siete años de Gracias anormales e infinitas. Digo anormales porque solo la Pureza Virginal de Mi Madre permitió derramar semillas en desiertos sin agua.
Ahora que muchos florecieron por el Amor Divino, donen vuestro amor humano para que a través de Mi Corazón él sea purificado y sublimado en el Reino Mayor.
Estén atentos, no estoy pidiéndoles lo imposible; ahora, en esta era, esto no serviría de nada. Yo vengo a reactivar el Mensaje final que una vez di en Ruanda. Aurora, el amanecer interior, será el puente a la redención de todos los que una vez fueron deportados a la Tierra por Dios.
Vengo a rescatar lo irrescatable.
Vengo a dar vida a lo que ya está muerto.
¡Ay de aquellos que no se arrepientan! Será tarde para poder reconocer Mi Gloriosa Faz en el momento del Retorno.
Mientras todo sucede, busquen el espíritu de la santidad; así, Me agradarán todo el tiempo y Yo podré descansar en sus corazones.
En el Amor Crístico, siempre los bendigo.
No se desanimen, todo lo podrán a través de Mi Corazón de Paz.
Cristo Jesús Glorificado
En cuanto Mis Rayos Misericordiosos se derraman sobre el mundo y muchas almas sedientas reencuentran Mi Camino; Yo busco a los que se comprometieron a preparar Mi Retorno al mundo; Yo busco sin descanso ni pérdida de tiempo a los Apóstoles del Amor; Yo busco a los que se unieron a Mi Corazón en el pasado.
Aunque a vuestro lado se derrumben los castillos de arena, no se perturben, todo lo que he dicho una vez para ustedes se está cumpliendo; no quedará piedra sobre piedra, problema sin resolver, ni cuestiones sin aclarar.
Necesito para este tiempo derramar el rayo de Mi Sabiduría y el Espíritu Santo viene a través de Mi Corazón Misericordioso, para rescatarlos y prepararlos para el Gran Juicio. Sean misericordiosos entre ustedes; la hora indica el momento del gran cambio planetario.
Por medio de la Voluntad Superior y de la oración abandonen la inercia que los derrota. Abran los ojos y vean el camino sagrado que Mi Obra está construyendo para todos, para conducirlos al Paraíso Mayor. Vean en todos los asuntos la necesidad de permanecer en paz y en hermandad. Ya fue todo dicho, es hora de proponerse alcanzar la santidad y el servicio pleno a los semejantes, así perdonarán y no perderán tiempo valioso en cosas mundanas.
El Señor los necesita activos, dispuestos; son ustedes Mis Compañeros, los que ahora deberán empujar la pesada barca de la humanidad. Las llaves ya fueron dadas y los anuncios también; decídanse por lo Divino, el Universo Celestial los aguarda.
Bajo la Gloria de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar siempre el Amor de Mi Corazón!
Cristo Jesús
Yo Soy el Señor de la Gracia y de la Misericordia, por eso todas las almas pueden dirigirse a Mi Corazón para suplicar auxilio.
Existen Rayos de Gracias que Yo vierto sobre aquellos que, día a día, invocan Mi Presencia Paternal; en todos esos corazones Yo puedo dejar la Fuente de Mis Prodigios cuando tan solo se animan a decirme sí.
En estos tiempos de cambios para todos, Mis Rayos de Gracia y de Misericordia descienden desde el Universo, para iluminar el sendero oscuro de los que caminan entre las tinieblas de la Tierra. Vengo en busca de todos los que se olvidaron de Mí.
Para eso, Mi Fuente Reparadora de Misericordia necesita recipientes donde depositar la Sublime Gracia. Estos nuevos recipientes serán Mis apóstoles de la redención y del perdón, los que en servicio y en entrega al prójimo darán testimonio de Mi Existencia en sus corazones.
Ahora es tiempo de seguir caminando sin mirar hacia atrás, porque solo deberán concentrar sus espíritus en el Propósito Redentor de la Tierra.
Los contemplo, los sigo, los aliento a dar más.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar de corazón Mi Mensaje.
Cristo Jesús
Mi Corazón Invencible prevalece ante el caos de la Tierra, y toda alma que esté unida a Mi Corazón Redentor, también prevalecerá a pesar de los embates del enemigo.
Pocos son los que se ofrecen a Mi Consciencia Universal para ayudarme a liberar las almas y las consciencias que están presas de su propia condición. El Señor de las Alturas envía nuevamente a Su Hijo Primogénito para ayudar a curar el gran dolor de la humanidad.
Esta vez el Universo vuelve a reunir a los apóstoles para que juntos y como uno solo, lleven en sus corazones la espada de Mi Liberación, la que por amor terminará de cortar el mal del mundo.
Con el rosario en la mano, vivan la oración misericordiosa; que ella sea la luz en las tinieblas y el amparo ante las asechanzas. En cualquier condición y momento, que su verbo reverbere por siempre, para que la luz y el amor puedan vencer, y al fin reine la paz en la humanidad.
Hoy Mi Consciencia Sacerdotal, Universal y Planetaria intercedió por el espíritu frágil de la humanidad y, durante la Hora de Mi Misericordia, los portales de la liberación evacuaron almas en condiciones de ser redimidas y perdonadas. Mi Amor por ustedes, que es infinito, restauró todo lo que estaba dañado, y una vez más Mi Insondable Misericordia tuvo su victoria en la Tierra.
Este gran manantial protegerá y lavará las heridas que están abiertas en sus seres.
Gracias por llamarme a su encuentro orante.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por prevalecer en Mi Corazón Misericordioso.
Cristo Jesús
En la Serenidad de Mi Corazón Misericordioso encuentran el consuelo.
En la Misericordia de Mi Espíritu encuentran el aliento y la fe para proseguir.
En el camino del apostolado podrán encontrar puentes rotos para cruzar o piedras duras en sus senderos. Ante todos eso obstáculos, Yo les pido que sostengan el fuego ardiente de su fe unido a lo Alto; desde el Cielo recibirán la Gracia para poder superar, sin dificultades, todas las pruebas.
Recuerden, que todos Mis discípulos vienen de diferentes escuelas, así como fue con los apóstoles; en algunos de Mis aprendices podrán encontrar prontitud, en otros lentitud; y también podrán encontrar madurez espiritual en formación y carencias en el espíritu.
Pero a pesar de todas las imperfecciones, Yo los llamo para que ingresen en Mi Misericordia; pues a quien se esfuerce de verdad y trabaje por su transformación, dicho esfuerzo se le reconocerá como un mérito en los Cielos.
No pierdan la esperanza de liberarse de ustedes mismos, Mi Corazón acompañará los pasos de aquellos que solo se dispongan a seguir las simples instrucciones que Yo les traigo en estos tiempos. Aprovechen con sabiduría el manantial que hoy les entrego, sean dignos de estar Conmigo.
Bajo el Amor Poderoso de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras y madurarlas en el corazón.
Cristo Jesús
En el Universo Celestial todo tiene una Jerarquía, y en la Tierra debe existir una prolongación de ese Comando Divino.
Aquel que sigue las reglas estará amparado de sí mismo y evitará inútiles y constantes caídas que lo llevarán a la condenación del alma. Solo basta, Mis queridos amigos, que observen a su lado para percibir en qué punto se encuentran las almas del mundo.
Un buen discípulo está atento a las reglas y ellas siempre serán el lucero para su camino; si en verdad el Padre Eterno no hubiera creado la obediencia, habría sido difícil la venida de Cristo.
Desde el principio, cuando estuve en el mundo, reuní a los doce para que ellos fueran el ejemplo vivo de la transformación y de la obediencia a Mi Sacerdocio Interior. Así fue como, a lo largo de los tiempos, surgieron las órdenes monásticas, las que preservarían el espíritu de la regla y de la vida consagrada.
Es necesario aceptar los comandos porque ellos siempre los llevarán a una profunda reflexión sobre los aspectos de la vida. Necesito discípulos dispuestos a encarnar la obediencia interior que los llevará a encontrarse con el verdadero ser y así ascender en consciencia hacia el Espíritu de Mi Padre.
Mediten respecto de los votos que han hecho Conmigo, pues ellos los resguardarán en los momentos críticos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Y llegará el esperado día en el que Mis seguidores en el mundo entero se unirán como uno solo en torno a Mi Corazón, y la religión será una sola porque ella congregará a todos en el Gran Espíritu de Mi Señor y así reconocerán Su Única y Verdadera Faz.
Por eso, día y noche Yo llamo a Mis apóstoles para repartir las misiones que en estos tiempos deberán cumplir, la misión del amor por medio del corazón que confía.
En estos tiempos Mi Espíritu Sacerdotal intentará unir en un mismo Fuego Crístico a todos los que siguen Mis Pasos; será necesario que todos los servidores sean uno para que el mundo pueda soportar el momento de su gran y esperado Juicio Universal.
Ahora que están a tiempo de madurar y obedecer como buenos discípulos, nunca pierdan la unión Conmigo, por mayor que sea la tarea o acción material; si pierden la unión, sutilmente estarán cortando los lazos de amor que los unen a Mi Corazón.
Busquen, trabajen y obren para lograr una vida de santidad, antes de que el cofre del mundo que guarda los grandes pecados sea abierto por las ideas del enemigo.
Sean valientes y caminen por intermedio de Mi Misericordia; que sus ojos solo busquen la mirada sagrada de Mi Corazón. Que nada los distraiga; cultiven una atención ardiente para que puedan estar en una tensión operativa.
El tiempo del reloj marca la hora de develar los secretos del Universo.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar con atención las palabras de Mi Corazón.
Cristo Jesús
Mensaje recibido durante el 6.° Encuentro de Oración en el Centro Mariano de Aurora
Nunca olviden que Yo Soy el Señor de la Piedad y que permanezco todo el tiempo al lado de ustedes para socorrer a sus consciencias en el camino.
Nunca se arrepentirán de haberse encontrado Conmigo.
Aquel que se une a Mí se salvará; esta es la Ley del Amor para los que se animan fervorosamente a seguirme sin importarles nada más. Por eso, hoy les contaré la historia de una de Mis discípulas.
Hubo una vez, en una ciudad de este país² no muy lejana de aquí, una servidora que aún estaba dormida para el camino espiritual. Ella despertó de la noche a la mañana porque Yo visité su corazón.
Su vida estaba entregada al mundo y Yo le pedí que Me entregara su existencia. Cuando Yo Me anuncié le dije al igual que a Mis Apóstoles: “Deja todo lo que eres y sígueme, sin mirar atrás y confía en Mí”.
Su vida cambió porque su corazón, pobre y solitario, fue colmado por Mi Amor Fiel. Desde aquel día ella lo entregó todo por el Todo solo por vivir la experiencia inquebrantable de Mi Amor Divino.
Fue ese Amor Mío que le dio sabiduría para dar los pasos en el vacío que Yo le estaba marcando. Fue el Amor de Mi Corazón que la guio a pesar de las vendas en sus ojos y la llevó a encontrar el camino que Yo tanto le deseaba en Mi Espíritu. Fueron el amor y la piedad que la redimieron; se abandonó por entero en Mis Brazos y descansó en Mi Regazo sin ningún miedo interior.
El gran momento para su vida fue cruzar el umbral desconocido para vivir Mi Eterna Voluntad. Cuando eso sucedió, se abrieron las puertas y el mundo dejó de ser su esposo, para que Yo Me convirtiera en su eterno y fiel Esposo.
Desde allí, el Reino y el Universo le hablaron y la formaron como una parte de Mi Corazón, y Mi Consciencia le entregó, eternamente, varios rebaños a su cargo e instrucción.
Después de eso, el Señor le entregó todo por la confianza que ella Me había demostrado desde el principio. Y así nacieron, bajo su manto maternal, nuevas ovejas que ingresaron en Mi Discipulado y Apostolado.
Por eso hoy les quiero demostrar el poder de Mi Piedad y de Mi Confianza, Confianza que proviene del Universo manifestado.
¿Por qué les transmito esta historia?
Para que crean, desde ahora, que Mi Proyecto para ustedes tiene un principio y un fin, y aquel que se deje guiar por Mí no padecerá, sino que recibirá el soplo del Pensamiento de Dios para decidir hasta en las cosas más simples.
Este es Mi Ejemplo Divino, el de una discípula que solo Me dijo: “Sí, Maestro, quiero estar en Ti”.
Sus corazones son posibles puertas de luz para que otros corazones y otras almas ingresen en Mi Universo, en Mi Verdadero Universo de Amor Superior.
Bajo la Luz y el Perdón de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras desde el corazón.
Cristo Jesús de la Divina Piedad
2. Este mensaje fue transmitido en la ciudad de Paysandú, Uruguay.
En los momentos de mayores pruebas es cuando Mi Espíritu Misericordioso está presente para todas las almas. Por eso, ante cualquier circunstancia de transición o de batalla, les pido que no pierdan la fe, porque en estos tiempos ella deberá ser más fuerte que un roble y más firme que el hierro.
La fe será la espada que junto al amor cortará todo mal.
Mis apóstoles, valientes y decididos, trabajarán para que Mi Plan Redentor sea una gran victoria sobre la Tierra.
Siempre deberán estar con el corazón en lo Alto y en lo Supremo para que nada les impida realizar con humildad la tarea que les fue encomendada.
Hoy Mis Ángeles de la Paz están sobre Mis servidores, guiándolos por el camino del bien y del amor.
Los amo y les agradezco por su perseverancia, porque con pocas ovejas Yo haré Mis grandes milagros de amor.
Adelante, Mis soldados de la Misericordia.
Bajo la Luz y la Protección del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
En verdad les digo, que aquel que se disponga a servirme no perecerá, pero soportará Conmigo todo lo que deberá ser retirado de los corazones buenos; esto es y será así, porque los que son escogidos por Mi Consciencia se entregan al pleno sacrificio por la humanidad.
Poco a poco irán descubriendo cómo es Mi Tarea redentora en este caótico mundo de ilusiones y expectativas.
Insisto: bajo el Poder de Mi Padre, vayan Mis apóstoles y hagan en Mi Nombre todo lo que Yo les dije desde el principio, que harían cosas más grandes que las que Yo hice sobre la Tierra.
El que crea en esto lo vivirá y así lo comprobará, porque a pesar de los tiempos que vive esta humanidad, Mi Gracia permitirá concretar cosas imposibles en consciencias impredecibles. Mi Ley del Amor es única y ese mismo amor que Yo viví por ustedes será el que los nutrirá y los fortalecerá en los momentos de crisis.
Por sobre todas las cosas, que su fe sea más grande que cualquier situación, porque así estarán viviendo en Mi Confianza.
El trigo ya se está separando de la paja, y Mi Corazón Misericordioso irá en busca de los que menos merecen Mi Gracia Celestial y Yo así lo haré a través de los que se donan, a pesar de todo, a Mi Corazón Paternal.
Aquel servidor que da su vida por Mi Plan, Yo mismo lo libraré en la hora de su muerte y podrá conocer, por toda la eternidad, las Moradas que ha buscado sin resultado sobre este mundo.
Todo está permitido, mas Mi Amor siempre vencerá al mal, porque el amor verdadero une a las almas con Dios.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Lecciones en el corazón.
Cristo Jesús
Paz para todas las almas y el Bien de Mi Padre para todos los seres de la Tierra.
Con misericordia y piedad infinita desciendo al mundo para irradiar con Mi Luz a los corazones que están vacíos y sin amor. Por eso Me sirvo de instrumentos dispuestos, que puedan vivir Mi Mensaje y llevar Mi Palabra de esperanza y conversión a los que más necesitan.
Cuando Mis instrumentos consigan unirse a Mi Corazón Misericordioso, Yo podré reunir a los nuevos rebaños en el nuevo cenáculo que prepararé desde el Universo para la Tierra. Para que eso suceda es necesario vivir los Mandamientos, para que la vida se pueda corregir y definitivamente unirse a la Voluntad Suprema de Mi Padre.
En estos tiempos Mi Presencia congrega a los discípulos para que, unidos como uno solo, representen la verdad y el ejemplo de Mi Mensaje para el mundo. Cuando cultiven un corazón manso, vivirán una vida pacífica y, viviendo en la Paz de Mi Padre, estarán irradiando humildad y misericordia.
Aún es necesario renunciar a las comodidades y vanidades del mundo de hoy; así sus almas, por medio de la oración misericordiosa, podrán redimirse y convertirse en bienaventuradas y santas cuando estén en el Cielo.
Cuando Mi Corazón llamó a los doce, reunió en esos tiempos a la humanidad más inmadura y difícil. Ahora Yo reúno a nuevos soldados para que, a través de Mi Insondable Misericordia, alcancen la conversión y el perdón del Universo que deben esperar de Mi Padre.
El alma que decida a estar para siempre Conmigo a pesar del embate de los vientos contrarios nada perderá. Quedará libre de sí para poder encontrar el verdadero camino y la segura misión que le espera.
Algunas almas se unen a Mí a través de la oración y del corazón; otras se consagran a través del servicio y de la donación constante; y otras almas se entregan en confianza a Mí para que Yo pueda obrar y hacer prodigios de amor y de paz. Pero todas tienen el mismo lugar en Mi Corazón, solo basta mirarme a los Ojos y decirme sí.
Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por imitar Mis Enseñanzas desde el corazón.
Cristo Jesús, el Rey del Amor
Aquel que Me dona y Me entrega todas sus fuerzas dispuesto a darse cada día más para servir a Mi Señor, ese será llamado Discípulo y Bienaventurado, porque en él podré construir una morada interior firme.
Después Yo le enseñaré poco a poco a amar la entrega y, cuando esa entrega madure en su consciencia, le daré de beber del sacrificio y le daré de beber de Mi Cáliz, el mismo que Yo bebí en honra a Dios y a todos Mis compañeros en el pasado.
Así podré formar a los nuevos apóstoles del Nuevo Tiempo, los que darán ejemplo de Mi Palabra de Vida mediante el amor y la caridad; no sean falsos ni mentirosos, imiten Mi Camino crístico desde la devoción a Mi Corazón Sagrado. En ellos depositaré el poder de Mi Gloria para que preparen Mi Camino silencioso de retorno al mundo.
Ahora necesito que todos los que proclaman Mi Nombre se perdonen por los errores del ayer y que no se juzguen más; el Nuevo Reino de Mi Padre descenderá a través de Mí como uno solo, como una unidad entre las almas y Dios.
Por eso cuídense de los lobos que intentarán esquilar la lana de Mis ovejas, cuídense de todos aquellos que usarán Mi precioso Nombre en vano. Que nadie se enfrente a nadie, que emane el espíritu de pacificación; Yo confirmaré verdaderamente silos talentos que he dejado a Mis discípulos han brotado en el corazón de los que trabajan Conmigo.
La nueva Iglesia celestial está descendiendo para renovar a los que han dejado de creer en Mi Presencia por la mezquina acción de los hombres. La Iglesia que Yo fundé es la Iglesia del corazón, del templo interior, de la Verdad Absoluta que Dios irradia a través de Su Hijo Primogénito.
Muchos han perdido la conexión Conmigo, por eso Me sirvo en estos tiempos de simples servidores, no de los que se vanaglorian, sino de los redimidos por Mi Amor.
Que cada uno cumpla con su parte y que permita que se vea cómo Mi Consciencia está presente en todos los hijos de Mi Padre, porque Yo Soy Hermano de todos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Aquel que se anime a abrir las alas de su corazón podrá llegar rápidamente a Mi Reino de Paz y Redención; el alma que cada día se entrega a Mí por medio de la oración misericordiosa recibirá los dones preciosos de Mi Sagrado Corazón.
En este tiempo los rebaños serán uno solo, porque en ellos siempre intentaré repartir de forma prodigiosa Mis Gracias de amor y misericordia. A aquel corazón que a las tres de la tarde Me abre su puerta, Mi Espíritu, que proviene del Universo como presencia inmaterial y divina, lo socorrerá. Así borrará de la memoria de su alma todos los sufrimientos ocasionados a Mi Corazón Misericordioso.
Mi Gracia, que proviene del Cielo y del Reino de Dios, desciende todos los días a las tres de la tarde para multiplicarse en amor, verdad y fraternidad. Mi Corazón busca almas sedientas y almas que aún no conozcan la grandeza de Mi Amor Universal.
En estos tiempos, Yo reúno a las ovejas para que se alimenten de nuevas Leyes, bien cerca de Mí, a Mi lado, sin perder de vista el camino de redención que cada una deberá recorrer en este mundo.
Por eso, Mi Espíritu Sacerdotal viene una vez más desde el Universo para librar del pecado a todos aquellos que se dispongan a reconocer que el Hijo de Dios está próximo y llegará a cada una de sus vidas para volverlas a unir en la paz y en el amor.
Algo que le falta a este mundo hoy, mundo que Dios contempla perpetuamente, es vivir en el Amor de Mi Corazón, algo importante que la humanidad olvida. Si viven en ese Amor, podrá concretarse la alianza que debe existir entre Mis discípulos, la misma que Yo fundé entre los apóstoles.
Queridos Míos, hoy los reúno y vengo a su Encuentro de Oración para abrir las puertas de sus corazones, porque esa será la forma en este fin de tiempo. Abran las puertas del corazón, así sus espíritus se redimirán y encontrarán el camino seguro hacia la victoria de Mi Luz.
Únanse sin cansancio a la imprescindible hora de Mi Misericordia, porque una vez más, a través de la Coronilla a la Divina Misericordia, Yo podré también liberar del Infierno a cuantos viven allí perpetuamente por no haber conocido el amor y por no haber aceptado Mi Redención.
Yo les pertenezco de Corazón, Alma y Divinidad y les entrego, para el inicio de esas jornadas de oración, Mi Paz y Mi Misericordia con la esperanza de que brote pronto en ustedes el fruto que les he dejado, fruto que florecerá en la primavera de Mi próxima venida al mundo.
Que la paz sea el escudo para ustedes y que la fe los transforme pronto.
¡Adelante Mis compañeros!
Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por compartir Mis Enseñanzas desde el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
Y cuando sientan falta de consuelo o sientan perturbación, confusión, desasosiego, repitan con suma confianza y amor hacia Mí:
Jesús, guárdame en Tu Corazón
Señor Jesús,
Hijo Único y Predilecto,
Cristo Redentor,
guárdame en Tu Corazón
por toda la Eternidad
y libera de mi corazón todo mal,
en Gloria al Padre Universal.
Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más