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Compañeros Míos:
Reconozco en esta hora, su verdadero esfuerzo y sacrificio por querer cumplir con Mi Divina Voluntad, que es la Voluntad Suprema del Padre, la Voluntad que los congrega y les permite cumplir las diferentes etapas del Plan bajo una protección divina.
Por eso compañeros, hoy puedo considerar, contemplar y apreciar el esfuerzo interior y físico de Mis apóstoles; lo que colma Mi Corazón de una dulce esperanza y atrae para el mundo, aún más, la acción sublime de la Divina Misericordia, una oportunidad que abraza espiritualmente a muchas almas y las lleva ante la Presencia de Dios para poder estar así ante Su Amor compasivo.
Es en esta hora, en la que se vive el sacrificio, que Mi Corazón les entrega la fuerza interior para poder superar los obstáculos y las barreras y así, ustedes compañeros, hagan triunfar Mi Sagrado Corazón en las esencias del mundo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Tengo la autoridad y el permiso de Mi Padre para restablecer, en las esencias, todas las experiencias que hayan podido perder por alguna razón espiritual.
Por eso hoy, a través de Mis Manos, les entrego a las esencias de Mis apóstoles todo lo que alguna vez hayan podido perder.
Es así que, espiritualmente, deposito en los Míos las virtudes y las fortalezas que alcanzaron durante el transcurso de esta vida para que, volviendo a recuperar lo que perdieron, se sientan bendecidos por el Amor y por la Luz de Dios.
Vengo a su encuentro, en este día, para restaurarlos con Mi Presencia de Amor y de Misericordia, para que vuelvan a sentir Mi Paz y se tomen de Mi Mano para seguir el camino hacia el triunfo del Amor Crístico dentro de ustedes y, en consecuencia, en el mundo.
Siéntanse con la capacidad de atravesar estos tiempos difíciles a través de la confianza que ustedes tienen en Mi Corazón.
Sea Mi Luz una lluvia de bendiciones para ustedes.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A todos los que, anteriormente y durante la guerra, fueron soldados del mal, Yo los transmutaré y los libraré de esa prisión de errores.
Por eso, en los planos internos, Mi Divina Madre prepara las bases de Luz para que el Hijo de Dios pueda obrar e interceder, por medio de Su Misericordia, por todos los que cayeron en la adversidad y fueron abducidos por las prácticas del mal.
A todos ellos les llegó la hora de ser evacuados del planeta, para que la humanidad se pueda liberar de esos hechos para siempre y la luz de la esperanza pueda renacer y rebrotar en la humanidad actual.
Por esa razón soy enviado por el Padre Eterno, junto a Mis Apóstoles, para tratar y trabajar espiritualmente en esa situación que aún está presente en la ciudad de Berlín, en Alemania.
Ya es el tiempo, ya es el momento de que la acción de la Misericordia cure todos los espacios de la consciencia, para que las almas reciban una nueva oportunidad.
Nos estamos preparando para ese momento.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Por la Misericordia infinita de Mi Corazón desciendo a los lugares más inferiores de la Tierra para traer al mundo la Luz de Dios, aquella Luz Divina que redimirá a todas las consciencias y a todos los espacios, la Luz poderosa de Dios que redimirá todos los tiempos y todas las épocas, todos los hechos y todos los acontecimientos para que el hombre de superficie tenga una nueva oportunidad y la sepa aprovechar.
Por eso, su Señor y Redentor visita a las naciones más complejas de la Tierra, a las que aparentemente nada les sucede, pero que en los planos internos sufren demasiado la consecuencia de sus actos y errores. Errores que aún no fueron perdonados, actos que aún no fueron redimidos y que recién en este tiempo actual y dentro de este tiempo final comenzarán a ser liberados por la oración de los que claman a Dios, por los que construyen hacia el Cielo las Iglesias inmateriales a través de su profesión de fe y de su oración diaria, de su mantralización con lo Alto, con el infinito, con el Universo.
Solo Mi Corazón misericordioso puede depositar aquí, en Hungría, una nueva oportunidad, como también en sus naciones hermanas que son testigos de errores pasados aún no convertidos ni perdonados.
Pero Mi intención no es volver hacia atrás, no es recordar el pasado ni tampoco la historia. Mi intención es liberarlos de las cadenas, de las opresiones, de todo lo que los hace involucionar, de todo lo que les hace perder la paz y la esperanza en Dios.
Solo el Hijo de Dios y ninguna otra consciencia, ni siquiera angélica, puede hacerse cargo de esta situación, por más que los ángeles del Universo participen de esto en los planos internos y estén removiendo los infiernos de la Tierra para que finalmente sean cerrados antes de la Segunda Venida de su Maestro y Redentor. Será el Hijo del Supremo, el Hijo del Creador, el que está a la derecha del Padre quién vendrá a unir a las religiones en un solo credo, el credo del amor y de la compasión.
Por eso, compañeros, todo lo que sucederá aquí en Hungría, todo lo que sucede en Rumania con el Santo Padre en este momento, todo tiene un sentido y un motivo espiritual que impulsa a la Fuente Divina de la Creación para intentar recuperar el planeta al menos a través de la fe, la fe en lo celestial, la fe en lo divino, en lo inmaterial.
Dios envía a Su Hijo como un medio de salvación para la humanidad, y el Hijo anuncia la Palabra del Padre, que es Santa y Sagrada, para que todos los oídos internos escuchen la buena nueva del tiempo de la liberación y el tiempo de la paz.
Pero será necesario rendirse y humillarse, entregarse y confiar, para que lo que está en el Universo pueda descender a la Tierra y hacer de las nuevas naciones un nuevo Edén con criaturas redimidas, perdonadas y reconciliadas por el Espíritu de Amor de Dios.
Por medio de esta próxima Maratón de la Divina Misericordia ofrecerán al Padre sus oraciones por las naciones del mundo, especialmente, por aquellas naciones que aún guardan heridas internas y profundas que nadie ha conseguido curar, ni siquiera por la caridad ni por el amor.
Por eso este mensaje debe volverse consciente en cada uno de ustedes, sabiendo que no solo cuidan de sus hogares, de sus grupos o de sus trabajos, sino que ahora deben cuidar de aquellos que no se cuidan, que no se aman y que no se reconcilian con Dios, y en millones de casos mueren sin ver la Luz, la Luz de Dios y quedan en penumbras.
Quiero poner fin a las tinieblas del mundo que la propia humanidad genera con sus acciones y actos, con sus sentimientos y pensamientos. El plano psíquico y mental de la Tierra deberá ser transmutado por todos, por la colaboración de todos, aunque las situaciones se precipiten cada día más.
No pueden perder la paz ni tampoco la convicción de estar construyendo el Plan del Retorno de Cristo a la Tierra. Deben estar siempre dentro de Mi Corazón para estar en la Protección Divina y en la fortaleza de Mi Templo espiritual, de Mi Iglesia Celestial, la que congrega una y otra vez a todos para que beban del Agua de Vida, de la Fuente del Amor y de la renovación que Yo les traigo de tiempo en tiempo.
Mi Corazón contempla todas las necesidades de la Tierra y Mi Espíritu eleva todas las intenciones de los hijos de Dios, incluso aquellas intenciones que no son puras y que tienen por conveniencia, pero todas las intenciones Yo las purifico porque sé que los mundos internos necesitan de una oportunidad para poder recapacitar y amar verdaderamente.
Por eso acojo todas las necesidades, recibo todos los pedidos, escucho todas las súplicas. Este es el tiempo en el que el Corazón de Dios está atento y abierto a sentir la voz de sus súplicas, porque nadie en la superficie de esta tierra podrá perder la oportunidad de despertar y de unirse a Dios verdaderamente.
Por eso, todo lo que hagan será por algo que deberá suceder después y antes de que Yo retorne al mundo bajo la Gloria de Dios y el esplendor de todo el Universo. Aún hay sobre la superficie de la Tierra muchas estrellas caídas que deben reencontrar el camino de la redención, y esas estrellas caídas están dentro de las naciones y también dentro de las religiones.
La fraternidad será esa base que construirá el Templo de la Redención para todas aquellas estrellas caídas que deben retomar su compromiso con Dios y recuperar su fe en la Luz del Cristo. Por eso, Me ofrezco directamente a ustedes y al mundo como una Puerta hacia la Casa de Dios, nuestro Padre, para que Sus Divinos Atributos estén entre ustedes y los colmen.
Yo los hago apóstoles de los tiempos de tribulación para que aprendan a vencer como Yo vencí en el silencio de la Cruz y en el Amor verdadero y profundo que exorcizó todos los infiernos de la Tierra en aquel tiempo.
El mundo necesita de un Amor elevado e incalculable y ustedes pueden ser instrumentos para que ese Amor llegue aquí y construya en el mundo nuevas cosas a fin de que la paz reine en todos los espacios.
Europa Oriental deberá ser un pueblo renovado en la fe y en la confianza de Dios. Y ese trabajo recién está comenzando a través de los autoconvocados, de los que son llamados interiormente por Cristo, su Maestro y Señor, para servirle en Su Plan de Redención y de Amor.
Celebren esta Maratón como una oportunidad de estar viviendo el apostolado de estos tiempos, no importando el lugar o la necesidad, la intención o la causa, porque Yo los colocaré donde los necesito, no importando cómo sea o cuánto cueste. Los colocaré en el lugar en donde más se necesita de amor, de cura y de perdón. Los colocaré en los lugares en los que la Luz nunca descendió.
El trabajo del apostolado preparará el Retorno de Cristo. Por eso la unión entre las religiones será importante; la unión en el amor, en la fraternidad humana, en la fe y en la caridad impulsará al mundo a tomar consciencia de que deberá hacer un gran cambio antes de que llegue el último día de la transición final, cuando su propio Rey, el Cristo, y el Arcángel Gabriel juzgarán a aquel ángel caído que todo ha causado a lo largo de los tiempos y de los siglos.
Todo lo que se hace ahora es para esos tiempos que vendrán. Aún la Fuente de Mi Misericordia está abierta para el mundo entero, basta colocarse debajo de Mi Luz con la intención del corazón y la consciencia para poder ser purificado y transmutado, para poder ser consagrado como Mi Apóstol de la Paz.
¡Les agradezco por su recepción y respuesta a Mi llamado!
Aún la Misericordia brota como una Fuente infinita de Mi Corazón para las almas más perdidas y sufridas del mundo entero.
Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Escucha en tu interior la Voz de Dios que te habla, Voz que te llama a servirlo y a pronunciar Su Palabra de Vida en el mundo entero.
Esta es la Voz que resuena en el Cosmos. Esta es la Voz que llega desde el Cielo para despertar a las almas en el Amor de Dios, en la compasión, en la cura y en la redención.
Escucha la Voz de Dios en tu interior y resurgirá, dentro de ti, la pureza esencial.
Únete al Dios vivo que está en los Cielos. Cumple con Sus Promesas.
Vive Sus Mandamientos y aplica en tu vida los deberes de Dios para que seas partícipe de Su Reino Celestial, para que recibas en tu corazón Sus impulsos de Luz, los que algún día te harán libre partícipe de la Cena de la Redención y, así, serás sacramentado por el Espíritu.
Tu alma recibirá lo que necesita y así dará un nuevo paso.
Vengo a este Reino, el Reino de Fátima, para reencenderlo como una vez él se encendió por la presencia de la Madre Divina y de todos Sus ángeles.
Ha llegado la hora de celebrar este encuentro y de hacerlos partícipes, de forma consciente, de la Misericordia de Dios. Así, las puertas de la luz se mantendrán abiertas y el sacrificio del Hijo de Dios seguirá siendo reconocido por los hombres y las mujeres de la Tierra.
Todos serán parte de esta nueva Cena que el Rey celebrará cuando retorne al mundo por segunda vez.
Pero ahora, Yo vengo en Divinidad. Vengo bajo el impulso del Soplo del Espíritu para que, en ustedes, puedan ser derramados los Dones de Dios, los que en algún momento se convertirán en talentos. Talentos que Yo necesitaré, en esta hora y en este tiempo, para poder ayudar a las almas, para poder salvarlas y rescatarlas de los abismos oscuros de la Tierra.
Es desde aquí, desde la Fuente del Reino de Fátima, que el mundo podrá recuperar su inocencia, la inocencia que perdió por la manifestación de las guerras, por la desigualdad entre los pueblos, por la enfermedad, por la locura, por el hambre y el error.
Mi Misericordia los llevará a la Pureza esencial y en la Pureza esencial reencontrarán a Dios, tomarán consciencia del sentido de su existencia y no retrocederán porque Yo estaré a su lado fortaleciendo y templando sus espíritus, transformando sus miserias, redimiendo sus aspectos humanos, transfigurándolos en Mi eterna Luz.
La Gloria de Dios desciende sobre el Reino de Fátima porque Su Iglesia Celestial se aproxima y desciende a este lugar para unirse al Santuario consagrado a Dios.
Los mundos internos se equilibran. Un período de paz toca a las almas y las hace conscientes de la verdad. La perdición se detiene. Los apóstoles dan los pasos hacia el Señor y cumplen Sus mandamientos, Sus designios y Sus deberes.
Aunque la apariencia confunda, nadie será olvidado y los corazones se reencenderán en el fuego de Mi Amor, sentirán los impulsos de Mi Alma, recibirán la bendición de Mi Espíritu y Yo los liberaré de las cadenas, de las prisiones y de los errores. Y así, las naciones se liberarán, los pueblos se reconciliarán y ya no existirá el conflicto.
El hambre no será la causa de tantos males. La corrupción no será el origen de muchos defectos. La omisión no será el camino hacia la indiferencia de los hombres porque el mundo entero, la humanidad, el planeta tomará consciencia de la verdad, un tiempo antes de que Yo retorne al mundo como un haz de luz entre las nubes, como un Sol dentro de un sol, como una Estrella mayor entre tantas estrellas.
El Universo se movilizará, los astros superiores responderán y el sistema solar, del cual forman parte, recibirá su último y gran impulso que brotará directamente del Corazón del Rey para todas las almas, para todos los autoconvocados y, principalmente, para los que no fueron llamados.
Renacerá el sentido de estar aquí, en la Tierra, porque desde el Reino de Fátima surgirá el impulso que llevará a esta parte de la humanidad a su despertar y a alejarse definitivamente de la ignorancia, de la ceguera espiritual, de la indiferencia.
Reciban entonces, Mi Mensaje con alegría. Que el mundo entero escuche la Palabra de Dios, por intermedio de Su Hijo, para que la humanidad vuelva a renacer bajo la Sabiduría de Dios y su entendimiento.
Que esta Maratón sea celebrada como una unión perfecta con el Padre Celestial, como la confirmación de todos los apóstoles ante todos los Principios y Voluntades del Padre para que Sus Designios desciendan a la Tierra y encarnen en los hombres que deberán asumir el Plan.
Que los mundos internos escuchen esta buena nueva. El Cielo vuelve a descender sobre el Reino de Fátima para que la pureza despierte en los corazones dormidos, en las almas que se equivocaron por ignorancia y por error.
Traigan a todos hacia Mí. Coloquen el mundo entero en Mi Corazón misericordioso y no les faltará la paz.
Yo Soy su Sacerdote Mayor, su Gobernante y su Maestro. Soy el Pastor de todas las ovejas y, en este tiempo, uno a todos los rebaños bajo la Ley Primera, la Ley del Amor.
Y así, los infiernos se cierran y las puertas de la Luz se abren para que todo sea iluminado y nadie pierda la esperanza de persistir, así como Yo persistí por ustedes hasta el final y aún más, hasta este tiempo, y persistiré hasta que Yo retorne para encontrarlos físicamente, para darles Mi Paz, Mi abrazo y entregarles el Amor glorioso de Dios que los vivifica, los transforma y los eleva en unidad.
Que Europa escuche este llamado, así como Nosotros escuchamos sus oraciones. El Señor del Universo retorna a su encuentro para hacer partícipes a las almas de la Comunión Redentora y del gran tiempo de la Misericordia.
Que esta Maratón sea un ofrecimiento de amor, de parte de cada corazón orante, para que Dios siga derramando Su Gracia en el mundo, a pesar de los errores y de todos los males. Porque el triunfo del Plan del Padre está en el corazón que lo ama profundamente y sin condiciones. Ahí está la libertad de la humanidad para siempre.
En júbilo y esperanza por este reencuentro, bajo el manto del Reino de Fátima, bendigo a Europa y al mundo entero, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que la Paz esté en todos. Amén.
Si tienes ojos para poderme ver en tus hermanos, si tienes oídos para poderme escuchar en tus hermanos, si sientes Mi Amor irradiarse a través de tus hermanos, ¿por qué dudas si Yo estoy?
Mi Omnipresencia es desconocida por el mundo. Mi Omnipotencia aún no fue revelada completamente a la humanidad.
Yo estoy presente y silencioso en todos los lugares en donde dos o más se reúnan en Mi Nombre, para reconocerme y llamarme Pastor de almas.
Contemplo, acompaño y oro por cada una de las situaciones internas de Mis apóstoles, de la misma forma que Yo oré por los apóstoles en el Huerto Getsemaní.
Veo y observo todas las necesidades. Acojo en Mi Corazón todas las situaciones de la vida.
Recibe, entonces, Mi absolución en este bendito día para que, de Mi Amor y de Mi Compasión, aprendas a vivir. Así tendrás el coraje para enfrentar, sin desafiar, tus propias miserias y sin rechazarlas o repudiarlas. Deberás transformarlas con la paciencia que te brinda la fe y con la sabiduría que te brinda el amor.
Continúa viviendo, todos los días, el camino de la redención por Mí, tu fiel Amigo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Uno a todos los cristianos en un solo camino, el camino del amor, porque en el amor no existen diferencias, razones ni conceptos.
Es en el amor que se podrá reconstruir Mi Iglesia, extendida por toda la Tierra, porque en el amor se podrá liberar y perdonar, y todo comenzará de cero.
Por esa razón Mi Padre les concede la posibilidad de que se reúnan y se unan entre los seguidores de un mismo Cristo para fortalecer el amor que a cada uno lo trajo y lo aproximó a Mí.
Este es el tiempo de vivir en ese amor irrefutable, en un amor que es capaz de acoger y no de rechazar, en un amor que se dona por entero más allá de los resultados, en un amor que vive sin expectativas.
Yo uno a todos los cristianos por medio del mismo amor que Yo les entregué a Mis apóstoles, un amor capaz de trascender las fronteras de la consciencia, un amor que es capaz de compartirse para que muchos más conozcan la inmensidad de Mi Misericordia.
En el amor estarán libres de sí mismos, de las prisiones de la vida y protegidos de todo mal.
En Mi Amor Yo los trasformo y los reúno, una vez más, para que glorifiquen al Padre.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Tengo el poder de liberarte, interiormente, de todo mal como de toda prueba.
Si te entregas con confianza a Mí, podré, de tiempo en tiempo, mostrarte lo que aún te falta transformar y redimir.
Solo con el permiso de tu confianza, y ningún otro, es que Yo podré señalarte e indicarte el camino hacia Mi Corazón roto; roto por las ofensas de los hombres, roto por los ultrajes al Nombre de Dios y roto por todo lo que es ocasionado a los Reinos de la Naturaleza.
Pero yo te aproximaré a Mi Corazón no solo para que lo sientas, sino también para que, en cada momento y oportunidad, aprendas a repararlo y aliviarlo por todos lo que no lo reparan ni tampoco lo alivian.
Tu confianza en Mí es lo que, algún día, te permitirá que conozcas el proyecto de vida que tengo para ti. Hasta ahora pocos pudieron conocer el proyecto que yo tengo para la vida en sí, porque la mayoría, en el momento más culminante de la entrega y de la total confianza a Mi Corazón, retrocedió.
Aún espero poder decir y expresar lo que hace tanto tiempo espero decir y revelar a Mis apóstoles.
Mi camino está lleno de exigencias porque es un camino de fidelidad, pero es un camino siempre victorioso.
No te desanimes. Inténtalo hasta que algún día sentirás Mi Mano tomándote fuerte y te llevará a conocer el propósito interior que aún tengo para ti.
Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
De todas las almas imperfectas, Yo hago algo nuevo y renovado.
De todas las miserias, Yo transformo lo viejo y con todo eso construyo los nuevos tiempos. Es semejante a su Maestro con los apóstoles; con los que transformé y redimí al mundo, a pesar de que fueran imperfectos.
Nada se desperdicia en este Universo, todo se recicla y se transforma para ofrecer lo mejor a la Creación y a los demás.
Entonces, si te estás transformando, redimiendo y trascendiendo es por un bien mayor, por un fin que beneficiará no solo a tu consciencia, sino también al mundo.
Todo se transforma, todo se renueva.
Confía en que, más allá de los defectos, algo bello existe dentro de ti para ser ofrecido al Creador, para ser donado al Universo Mayor.
Sigue adelante, confiando en todo lo que el Universo te enviará para que aprendas.
Vive cada momento como si fuera el último y en cada etapa encontrarás la enseñanza que necesita tu consciencia.
No te canses de decirme “sí”.
¡Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hoy quisiera que, al menos por una vez, salieran de ustedes mismos, de sus pequeñas miserias y vieran junto Conmigo, las grandes miserias de la humanidad.
Por eso, Yo los hago apóstoles en la palabra, en la verdad, en la fidelidad y en el servicio; y por más que muchas veces no alcancen estos atributos, Yo sé que todos los días los intentan vivir.
Es por esa razón que aproximando sus vidas a estos atributos, serán parte del afluente de Mi Misericordia como servidores en todos los rincones de la Tierra.
Hoy he venido con toda la esperanza y la Misericordia en Mi Corazón, para hacer un pedido especial a los misioneros que en pocos meses vivirán la misión humanitaria en Líbano.
Mi pedido es que como Mis servidores no solo expandan la Misericordia por ese lugar, sino que también por primera vez, esa Misericordia llegue piadosamente al continente africano, especialmente a Luanda, Angola.
Quisiera que el sufrimiento y el dolor extremo, que allí se viven y que se reflejan en los rostros de Mis pobres ovejas, puedan ser aliviados.
De verdad, vengo para pedirle al grupo de los misioneros que después de visitar Líbano, se dirijan hacia Angola para llevar todo el amor y la Misericordia posible a los corazones sufridos y muy marginados.
Este día lo considero especial para Mí, porque el Padre de la insondable Misericordia concedió esta importantísima Gracia para Mis rebaños de Angola.
Deseo que por medio del servicio, la piedad, el amor, la cura y la Misericordia lleguen a todos, porque a través de ustedes podré llevar alivio y luz a las almas olvidadas.
¡Les agradezco por considerar mi apelación!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mientras el tiempo alcance, su Maestro y Señor intentará ayudar a toda la situación planetaria, intentará abarcar a la mayor cantidad de consciencias y de naciones posibles para liberarlas del error.
Para que esto sea posible, Mis apóstoles deberán tener claro el camino que escogieron seguir y no titubear porque, de lo contrario, darán mucho trabajo a la Jerarquía, principalmente, en el momento de llevar adelante las operaciones divinas en la Tierra.
Antes de que esta misión suceda, deben preguntarse qué es lo que harán en este tiempo ante el compromiso irrefutable Conmigo.
Intento, por todos los medios posibles, que comprendan y vivan la amplitud de esta misión de rescate en el fin de estos tiempos.
Necesito que, desde ahora, exista en ustedes la claridad suficiente para poder discernir y tomar decisiones.
No necesito que retrocedan, como en otros tiempos. Necesito que avancen junto Conmigo en esta misión, por la Misericordia y por la paz en la humanidad, porque en poco tiempo Yo deberé legar Mis Tesoros a la Tierra para que Mis apóstoles trabajen con ellos, a fin de preparar el retorno definitivo de su Señor a la humanidad.
Con Amor Mayor en el Corazón espero que comprendan lo que les digo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Siempre Me agrada retornar a la casa de Mis buenos amigos, porque ellos, a pesar de lo que suceda, nunca pierden su lugar predilecto en Mi Corazón.
Como en el pasado, hoy visito a Mis viejos amigos, amigos de camino, amigos y compañeros en el servicio, en la caridad y en la fidelidad que se debe alcanzar por medio de la fe y de la persistencia.
Cuando visitaba a las familias, en los tiempos pasados, en esos lugares era en donde Me sentía mejor, en la casa de Mis amigos, en los hogares de Mis apóstoles, porque con ellos podía compartir lo más profundo que sentía Mi Corazón.
En la casa de Mis amigos Mi Corazón desbordaba un inmenso e inconmensurable amor que era capaz de liberar y de redimir todas las cosas.
En la casa de Mis amigos Yo compartía Mi Paz y la paz siempre les dejaba para que siempre Me recordasen, porque, como les dije una vez, no podía quedarme más tiempo en la Tierra, ya que regresaría a la Casa de Mi Padre.
Por eso, hoy retorno y visito una de las casas de Mis viejos y conocidos amigos para que sientan Mi Corazón y el ardor de la devoción de Mi Alma por los que desde el principio caminaron Conmigo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice y los colma,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mi Corazón es como un sol que, irradiando los Rayos de la Misericordia, ilumina la noche de los mundos internos, y también es como un lucero que guía los pasos espirituales de los discípulos.
A este Corazón Misericordioso ustedes pueden ingresar a través de sus consciencias para que en el amor y en la paz estén en comunión Conmigo, todos los días, hasta que Yo retorne en el fin de los tiempos.
Sientan este Corazón como su refugio, su confesionario, su motivo, y encuentren allí el sentido de vivir sobre la superficie de la Tierra para que, en confianza, Me representen como Mis apóstoles de los últimos días.
Entren en Mi Corazón porque él se ofrece como instrumento de reparación y de consuelo, comprendiendo y sintiendo a cada ser, más allá de los errores y del pasado.
Este es el Corazón que se ofrece, día a día, por la salvación espiritual de las almas; un Corazón pobre que espera ser amado y reconocido por todos, hasta que se cumpla el advenimiento de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Les prometí, así como escribió el Apóstol Mateo, que estaría con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos. Ahora, y en este momento, esa promesa se cumple.
Estoy aquí, con ustedes, todos los días de la vida y lo estaré hasta el fin de los tiempos. Por eso, vean y crean lo que está sucediendo.
Muchos esperan que Yo aparezca dentro de la Iglesia, pero en verdad, no Me comprendieron.
Yo voy al encuentro de la Iglesia espiritual que existe dentro de cada ser; esa es la Iglesia que Yo busco de las almas buenas que Me veneran y que Me escuchan a través de estos mensajes diarios.
Sigan, entonces, haciendo realidad todos los días la promesa de su Maestro y Señor, para que Yo pueda seguir estando con ustedes hasta el fin de los tiempos y, así, más corazones tengan la dicha de conocerme y de participar de la comunión Conmigo.
Sean testigos de este importante acontecimiento de estar participando del reaparecimiento de Cristo.
Que este sagrado encuentro reverbere en los tiempos que vendrán para que no solo las almas, sino también el planeta, sean merecedores de Mis Misericordias.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando Mis apóstoles no se comprendían o, por alguna razón, no se unían, Yo les pedía que no se olvidaran de la paz, porque la paz es un medio que lleva a las almas hacia el amor.
Hacer todo en paz es aproximarse al amor y el amor nos lleva al entendimiento y a la sabiduría.
Jamás ninguno de Mis apóstoles tuvo la razón de su lado, porque, siendo imperfectos, unos y otros, nadie era portador de mayor sabiduría, porque la sabiduría nos la da Dios.
En este tiempo, esa separación, inducida por el adversario, ha sucedido entre Mis servidores porque algunos no creyeron en los otros o no se adhirieron a alguna causa, lo que ha debilitado el campo de acción de Mi Obra de Redención.
Si la Jerarquía no interviniera todos los días en las diferentes situaciones que viven Mis apóstoles del fin de los tiempos, no existiría la posibilidad de concretar el Plan.
El crecimiento de la consciencia universalmente se mide en los grados de amor; pero si ese amor aún no está maduro en los corazones o en la vida grupal comunitaria, hay que buscar alcanzar la paz entre los seres para que ese amor tan esencial e importante se manifieste.
Se deberá tener mucho discernimiento al momento de actuar o de hablar para no provocar brechas y, así, cerrar las puertas a posibles embates.
El amor también es decir “no”, así como decir “sí”, porque el amor solo debe expandir la consciencia a través de las experiencias que harán que el ser se redima.
Busquen primero esa paz para encontrar enseguida el amor que les concederá el entendimiento.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Nunca te olvides de Mi Misericordia, porque siempre la necesitarás.
Cada vez que ejercitas y practicas Mi Misericordia, un milagro de amor se produce en tu alma y en el alma del planeta.
Porque a través de la Coronilla invocas la Misericordia por los méritos alcanzados durante Mi dolorosa Pasión, y el Padre, que es infinitamente misericordioso, recibe ese pedido y en vez de aplicar Su Santa Justicia, sobre ti o el mundo, concede Su misericordiosa Compasión por todos los pecadores del mundo.
Recuerda que cada vez que evoques los méritos de Mi Pasión, mediante el poder del Rosario de la Misericordia, estarás abriendo la Llaga de Mi Costado y de Mí se derramará la Luz de la Sangre y el Agua de Cristo sobre todo lo que se ha corrompido y destruido espiritualmente.
Felices serán los que siempre invoquen Mi Divina e Insondable Misericordia, porque todas las veces que sea necesario Yo los sumergiré y los bautizaré en el Océano de Mi Misericordia y les concederé a todos el Amor más inmenso de Mi Corazón.
Les doy las gracias a los que se postulen como apóstoles de Mi Divina Misericordia, porque sus sufrimientos serán Mis sufrimientos, sus penas y angustias serán Mis penas y angustias y, por la fuerza de Mi Amor, los libraré.
Dichosos serán los que confíen siempre en Mi Misericordia, porque no los abandonaré en la hora de su muerte, sino que estaré a su lado como el Ángel de la Resurrección.
¡Les agradezco por invocar la Misericordia de Mi Corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Vengo a purificar tu templo para que Mi Consciencia pueda habitar en ti.
Deseo que todo en tu interior sea removido y, de la misma forma, contemplado por la inmensidad de Mi Luz.
No espero la perfección inmediata ni tampoco la transformación temprana.
Conozco tus virtudes, pero también sé de tus errores.
Vengo para despertar en ti el don de Mi Humildad, el que te hará libre de ti y del mundo. Así podrás participar de Mi Presencia inmutable y eterna, podrás ser parte de Mi Espíritu estando en comunión Conmigo.
Sé que todo tiene un tiempo para poder suceder y concretarse.
Aquiétate en Mi Presencia y no perturbes tu corazón por las posibles crisis de la vida.
Acepta la realidad que vives, carga con la cruz que Mi Padre te ha confiado y vivifica Mi Consciencia, una y otra vez, por medio de Mi Cuerpo y de Mi Sangre.
No dejes de sonreírle a la vida, el mundo necesita de la verdadera felicidad de los apóstoles de Cristo para que, así, sea colmado de un alivio que hasta ahora no ha conocido.
Sigue aspirando a la transformación. Las pruebas son los grandes puentes y abismos que por el resto de tu vida deberás cruzar.
Anímate a decirme “sí” y todo estará resuelto.
Sabes que para tu Señor no existe nada imposible.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A pesar de que Mi adversario, como un lobo, agite a Mis ovejas, manténganse unidos al gran Corazón de su Pastor.
A pesar de que grandes tempestades vengan a su encuentro, manténganse unidos al gran Corazón de su Pastor.
No busquen huir de las dificultades o de los embates, porque los encontrarán.
Asuman que en este ciclo ya llegó el tiempo, así como le llegó a los apóstoles, de testimoniar que Mi Presencia es verdadera.
Por eso, estén atentos y vigilantes para que nada más allá de sus posibilidades los sorprenda.
Permitan que Mi Luz brille en su interior durante este tiempo de tinieblas.
Déjenme transformar y quebrar en su interior lo que Yo necesito romper, para que sus espíritus aprendan a ser tan valientes como Yo lo fui hasta en lo alto de la Cruz.
No quiero ni necesito que se parezcan a Mí. Aspiro a que sean igual a lo que Soy en verdad, en amor y en compasión.
Dejo por escrito todo esto para que no piensen diferente, para que no crean que estoy esperando algo distinto de ustedes.
Como ovejas entre lobos, llegará el momento de defender la Obra de su Pastor de todos los que querrán destruirla.
¿Están dispuestos a seguirme?
Todo será por tan solo unos segundos y después conocerán la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
No tengan miedo de morir por Mí, porque Yo siempre estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado y por guardar Mis Palabras en el corazón de cada discípulo!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Cuarto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Ante todo, amado Jesús,
libérame de las cadenas y de las amarras de los deseos,
para que mi condición humana sea completamente purificada.
Que por medio de Tu Cuerpo y de Tu Sangre,
yo alcance la sublimación de las células y de toda la materia.
Que me vuelva tan cristalino entre Tus Manos
para que Tú, Señor mío,
puedas usar mi consciencia
como un sagrado espejo,
y todos los atributos de Tu Corazón
sean derramados en las almas de esta humanidad.
Que el Amor de Tu Corazón se dé a conocer al mundo
por intermedio del sacrificio de mi vida y de toda mi consciencia.
Para eso, Señor, fielmente hazme partícipe
de Tus Sagrados Sacramentos
para que en cada uno de ellos
encuentre el motivo de tornar mi vida
cada día más sagrada y elevada.
Retira de mi consciencia, querido Jesús,
esos aspectos inferiores que me dominan y que rigen mi vida,
porque solo espero y aguardo que Tu Divina Luz
se haga presente en los espacios y rincones más profundos de mi ser,
a fin de que me reveles la verdadera realidad de la consciencia
y, en constante ofrenda, yo pueda transformarlo todo.
Hazme semejante a los apóstoles,
en consagración y en entrega.
Déjame, Señor, que te pueda demostrar
hasta en los pequeños detalles,
cómo es que te amo y cuánto te amo
a través de mis hermanos.
Que todo esto no sea el medio ni la forma
para vanagloriar mi consciencia
y menos aún para hacerla lucir ante los demás.
Vacíame de mí completamente, Divino Jesús,
que en todo pueda servirte.
Pero concédeme la Gracia de un servicio anónimo y silencioso
para que los demás corazones Te puedan encontrar antes que yo
y que yo solo sea el modelo según Tus Principios y Designios.
Bendecido Jesús,
convierte todo aquello que no consigo transformar
y guíame hasta que pueda caminar a Tu lado
con total confianza y entrega.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Por donde vayas lleva, contigo y en tu corazón, el océano insondable de Mi Misericordia; derrámalo por donde camines; impártelo por donde el Padre te haga caminar y orar.
Tengo sed de las almas más distraídas, porque a ellas aún no llega el poder de Mi Amor transformador.
Debes llevar Mi Insondable Misericordia hacia donde vayas, porque, así, por algún medio interior encontraré un lugar en donde poder sembrar Mi Luz Redentora, a fin de que las almas más separadas de Mi Corazón algún día reconozcan Mi Voluntad y Mi Misericordioso Amor.
Lleva en tu ser Mi Insondable Misericordia y hazla conocer en el mundo infiel, porque miles de almas no podrían llegar hacia Mí, si en verdad no existieran apóstoles Míos, siervos de Mi Corazón y de Mi Alma, para poder llevar el refugio de Mi Misericordia por donde sea necesario y cuando sea necesario.
Que ningún lugar te cause desprecio o temor. Acepta, a partir de ahora, la condición humana que tiene la humanidad, la misma que tú tienes.
Así, siendo misericordioso y orante, estarás junto a Mí para transformar este planeta que día a día agoniza.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice para esta próxima misión.
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más