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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Como un ardiente Sol descenderé del universo para iluminar los abismos más profundos del planeta y para retirar de ellos a cuantas almas están sumergidas en esos abismos.
Esa es Mi verdadera misión de volver a la Tierra, no solo para reerguir a la familia espiritual de Dios, a todas las tribus y etnias, sino también para rescatar a los que fueron condenados a la perdición espiritual.
Hasta allí actuará Mi Divina e Insondable Misericordia, antes de que descienda el decreto de la Justicia Divina, que reorganizará a la humanidad y al planeta, para que así se pueda reintegrar el Proyecto de Dios.
Por eso, a través de los tiempos y en estos últimos años, vengo construyendo este momento por medio de ustedes y de sus hermanos; porque, así como les dije ayer, sus vidas deben ser un pilar para Mi Obra, la Obra de la redención del final de los tiempos, y los principios y valores que Dios le enseño a Su sagrado pueblo de Israel deberán estar latentes en sus consciencias y espíritus, porque los necesitarán para atravesar este momento final, que muchos no saben cómo hacerlo por no vivir la vida del espíritu, por estar alejados del Amor Mayor que proviene del universo y de la vida cósmica.
Cada vez que Yo desciendo al mundo, vuelvo a traerles, una y otra vez, ese Amor Mayor que siempre colmará sus espíritus y consciencias; es ese Amor Mayor que los impulsará a dar los pasos y a no retroceder; es lo que los ayudará a definir sus próximos caminos, porque debe haber Cristos en la superficie de la Tierra y esto ya no solo puede ser un mensaje o una aspiración.
Es tiempo de que los Cristos del Nuevo Tiempo sean una realidad, una concreción, una expresión de la Jerarquía. Por esa razón, todos se están purificando, cada uno en lo que precisa y necesita en este momento. Nada está fuera de la Ley.
Aprovechen cada momento como un impulso de ascensión y de trascendencia, como una actitud de absoluto desprendimiento y desapego; para que, en sus consciencias, siendo odres nuevos, Yo coloque vino nuevo, Yo deposite las Voluntades de Dios y Sus más ardientes aspiraciones.
Ahora, este es el tiempo de hacer una síntesis, después de haber caminado tanto hasta este presente, en el que tienen la Gracia de reunirse Conmigo, cara a cara, y de recibir a Mi Divinidad y a Mi Espíritu, al Espíritu de Cristo, que fue Quien se entregó por ustedes en la Cruz, así como se entregó por toda la humanidad, aun sabiendo, compañeros, que muchos en el final de los tiempos no Me corresponderían y no valorarían Mi sacrificio.
Pero el Amor es capaz de mucho más, es capaz de llegar muy lejos cuando se vive un amor desinteresado, abnegado e incondicional. Esto no los retiene en las cosas superficiales ni en ninguna expectativa, no quedan atrapados en ningún resultado o respuesta.
Porque un Cristo del Nuevo Tiempo tiene claro, en su consciencia, que sirve a Dios y a nadie más, y que todo lo que hace, todo lo que vive y todo lo que practica debe estar bajo esa Ley del Amor Mayor, que lo renueva y lo transfigura de tiempo en tiempo, cuantas veces sea necesario.
Esto no lo deja en el pasado, no lo deja sumergido en la tristeza ni en el sufrimiento, al contrario, un Cristo del Nuevo Tiempo tiene claros su misión y el propósito que debe cumplir en su encarnación, de una forma semejante a como su Maestro y Señor cumplió el Propósito de Su encarnación en la Tierra, cuando Yo estuve entre ustedes y entre sus hermanos.
Así, compañeros, la vida no es solo material, no es solo concreta, no es una vida de constantes problemas y sufrimientos, porque los Cristos del Nuevo Tiempo no solo caminan a través del impulso de la ascensión y de la unión con el Plan Divino, sino que también ayudan a sus semejantes y hermanos para que alcancen la misma meta, sin interferir en la decisión del otro.
La escuela de los Cristos del Nuevo Tiempo ya se estará presentando en los planos internos. ¿Quiénes serán los que se postularán a vivirla, a practicarla y a asumirla?
No es una escuela de emociones ni de intelectos, es una escuela madura de amor al sacrificio y a la sagrada renuncia, de la que muchos quieren escapar porque piensan que pierden el control y su autonomía.
Pero Dios no los quiere colocar en una aflicción, no sería el Padre Eterno ni tampoco sería Su Amadísimo Hijo; al contrario, compañeros, la puerta de Mi Corazón está abierta para mostrarles el camino, que en este último ciclo son invitados y llamados a recorrer por un solo fin, por el triunfo del Amor Redentor en el planeta, en todas las almas posibles y en todos los corazones posibles que necesitan de rescate y de redención.
Aunque no lo crean, Mis amigos, ya tienen la base para vivir esa escuela. Ya tienen las experiencias del pasado y de otros momentos cuando formaron las primeras comunidades cristianas que, a pesar de la adversidad y del peligro, sostuvieron la fe en la Presencia Crística y en el Amor Crístico; y esto hizo surgir, a través de los tiempos y de las experiencias, los frutos de la redención y de la fe de las almas, por su amor a Cristo, el Mesías.
Entonces, compañeros, en la consciencia de sus mundos internos ya está el impulso. Únanse a ese impulso y pidan a Dios la Gracia de poder ser consecuentes para responder a la experiencia de esta escuela de los Nuevos Cristos, porque es un estado interior y no protagónico, porque es un estado de silencio que habla por sí solo a través de los ejemplos y de las buenas actitudes, de las actitudes fraternas y misericordiosas.
Ya era hora de que llegara este momento, de que los Nuevos Cristos del último tiempo se presentaran y fueran una realidad. Si esto sucede, conforme el Plan Divino lo determina, muchos errores en el mundo se justificarán y se enmendarán los graves ultrajes de la humanidad de estos tiempos, para que se les conceda un tiempo más de Misericordia al mundo entero y a todas las almas que más lo necesitan en este momento, para que la puerta de Mi Misericordia no se cierre en esta última hora, sino que todos los que quedaron atrás, puedan cruzar esta puerta de la Misericordia y así tengan la Gracia de recibir la redención como ustedes la recibieron.
Hoy, pido una vez más que Aurora, como un Reino de Amor y de Luz, haga emerger esta Gracia de que Mis últimos apóstoles y compañeros sean consecuentes con la escuela de los Nuevos Cristos.
El mundo necesita de mucha ayuda, las almas se desesperan por no encontrar la paz. Ahora, ustedes que pueden ser un espejo de Mi Amor vayan y sirvan, díganle al mundo que Yo estoy retornando y que Mi hora se acerca, así como se acercó la hora del Señor en el Huerto Getsemaní.
Porque necesito, compañeros, que hoy más que nunca puedan beber del Cáliz que les ofrezco, aunque desconozcan su contenido o aun su propósito; que puedan beber, así como su Maestro bebió del Cáliz en el Huerto Getsemaní. Así, estarán más cerca de Mí y Yo estaré más cerca de ustedes y de sus hermanos.
Hoy, cierro la misión espiritual de la Jerarquía en el Uruguay, pidiéndole al Padre Su bendición para este país y para todo su pueblo, para que no sea estigmatizado por ninguna idea que no sea de la Luz, sino para que sea bendecido por el amor, la caridad y la Misericordia que debe despertar en los corazones sedientos.
Así, elevo Mi oferta a Dios, como sus corazones se elevan hacia Mí, para que seamos testigos de la Divina e Insondable Misericordia, para que los últimos alcancen su meta espiritual y su redención.
Les agradezco a todos los presentes por estos días compartidos y por estar en este Sagrado Lugar de los Ombúes, para que las raíces de la dignidad humana se fortalezcan en ustedes, para que los valores de la familia y de la vida universal florezcan y se eleven en ofrenda a Dios.
Les agradezco y les vuelvo a dar Mi Paz, para que no se olviden que deben ser paz en el mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Las Sagradas Escrituras anuncian la venida de su Redentor al mundo por segunda vez, y todos son llamados a participar de ese acontecimiento. Por eso, hoy estoy aquí con ustedes y en este lugar bendecido por Dios, el que fue tocado por Su Mano Santa para llamar a las almas para la conversión de sus faltas y para la reparación de Su Corazón ofendido.
Estas Escrituras, las que hoy traigo entre Mis Manos, revelan que el momento está llegando. No solo ustedes sino también el mundo es llamado para vivir esto. El momento se aproxima cada día más y las señales se mostrarán ante el mundo creyente o no creyente. Por eso, sean humildes y mansos, obedientes y receptivos, y podrán estar en Mi Camino y dentro de Mi Corazón.
Pero para que ese momento tan importante llegue a la humanidad, muchas más cosas sucederán dentro y fuera de ustedes. Batallas internas e inexplicables se presentarán. Pruebas y desafíos se mostrarán. Pero no deben perder la mansedumbre y la paz, si Yo los escogí es porque hay un proyecto por cumplirse y realizarse que aún ustedes desconocen.
Por eso, líbrense de la soberbia, de la arrogancia y del orgullo, de la división, de la falta de unidad, de la ausencia de amor, de la ausencia de caridad y de fraternidad.
Yo los acompaño, silenciosamente, como en este momento acompaño al mundo y a cada uno de Mis servidores, independientemente de su religión o de su credo, independientemente de su forma de filiación con Dios, el Padre Celestial.
Este es el tiempo de que las esencias se unan en un mismo propósito. Por eso, los haré encontrarse con personas semejantes a ustedes que, a pesar de vivir sus escuelas, buscan el Camino de Cristo. Por eso, deben estar atentos para no dejar pasar Mis señales y Mis anuncios internos.
En este tiempo y en estos días, no todos los Sagrados Corazones pudieron estar presentes aquí, en Medjugorje, pero su Rey sí está aquí, en nombre de todos ellos, de los Mensajeros de Dios, de los que impulsan a la humanidad al cambio y a la transformación de la consciencia.
Les vuelvo a decir todas estas cosas porque deben recordarlas y practicarlas. Si ustedes viven los Atributos que Yo les entrego, en el día a día, no sufrirán; pero si no los viven, se resistirán y la transformación será dolorosa y nadie causará todo esto porque dependerá solamente de ustedes.
En Mi paciencia, aguardo sus pasos. En Mi contemplación, vislumbro su transformación. Pero Yo no solo les hablo a ustedes, sino también al mundo, a los que Me escuchan y a los que no Me escuchan.
A veces, no puedo decirles todas las cosas que siento y veo porque todo tiene un tiempo y un momento, pero alegren sus corazones por saber que están en el camino de la redención y de la paz. Yo los necesito Conmigo, totalmente, para poder obrar y realizar los Prodigios de Dios en la Tierra, en las naciones y en los pueblos, en los que viven en una profunda soledad espiritual, en los que no tienen amor como ustedes lo tienen todos los días.
Ya es tiempo de poder expresar Mis Atributos. Es tiempo de ir por encima de ustedes mismos, si Yo se los pido es porque lo podrán hacer aunque no lo parezca.
La obediencia los protegerá hasta el fin de los tiempos, no solo a ustedes como consagrados, sino también a Mis servidores, a los colaboradores de la Obra que Mi Madre fue a fundar en el Corazón de Aurora.
Ahora, el tiempo cambió y la responsabilidad también cambió. Ya no son solo palabras escritas en mensajes para motivar a sus corazones para hacer algún cambio, es una realidad, es una verdad, es una necesidad.
Aún hay mucho por hacer y el camino de la entrega se podrá profundizar cada día más, al punto de que se parezcan a Mí en la entrega que Yo hice en la Cruz por cada uno de ustedes y de sus hermanos, en una gran desolación y vacío. Dios estuvo allí porque Mi Corazón confió en Él como el Padre confiaba en Su Hijo hasta el último momento.
Lo que Yo les pido, en este tiempo, moverá sus estructuras, pero así lo necesito. Yo se los pediré una y otra vez, y esperaré como he esperado a muchos otros en otros tiempos.
El paso que ha dado esta Obra ha sido muy importante para Mi Madre Celestial y para el Creador, apoyando una vez más esta Misión por Europa, la que necesita de muchísima Misericordia, más que Sudamérica. Pero de ustedes siempre deberá nacer el don de la compasión para que pueda nacer en sus hermanos que están aquí y que vivieron guerras terribles por los errores cometidos en el pasado.
Todo es una consecuencia, todo es una causa y es un efecto. Los hombres se alejan del Amor de Dios, muchas veces por miedo o por desconfianza. Pero una vez más, Yo vengo a ofrecerle al mundo Mi Corazón como un fuego de amor transformador que pueda transfigurar sus células y átomos, sus mundos internos y almas, para que se pueda realizar el Plan de la Redención en la humanidad y en todo el planeta.
Públicamente no pudimos estar aquí, porque el silencio y la no exposición hacen al camino del apóstol para que se pueda reencender el impulso espiritual que fue dejado aquí, en Medjugorje, a través de su Madre Celeste hace tantos años y para que ese impulso se pueda renovar espiritualmente, de tiempo en tiempo, a fin de que Europa Oriental también reciba Misericordia, así como la reciben ustedes todos los días cuando rezan e invocan a la Misericordia de Mi Corazón.
Hoy se reunieron en Mi Nombre, a pesar de sus purificaciones y pruebas, a pesar del tiempo decisivo y definitivo en el que un gran portal de luz se abre en el Corazón del Universo para que puedan asumir más responsabilidades en el nombre de su Maestro y Señor, a fin de que el mundo reciba más ayuda y más Misericordia para que la Obra se expanda en la Tierra y se una a otras Obras que provienen del Señor, el Todopoderoso.
De esa forma, el mundo reconocerá que todos somos Uno en Dios.
Traigo este mensaje no solo para ustedes, sino también para todos sus hermanos que apoyan este momento y que forman parte de la Confraternidad de Mi Corazón, llevando en su pecho estampada la alianza perfecta con el Padre a través de la Estrella de la Hermandad Divina, la Estrella que una vez el rey David visualizó.
Es así que hoy se cumple, nuevamente, un principio. El Universo espiritual se une al Universo material para que se cumpla la Voluntad de Dios.
Este paso por Medjugorje ha sido importante para su Maestro y Señor porque es el tiempo de estar también aquí, en Europa Oriental, para dar a conocer la Misericordia de Mi Corazón y el poder de la oración transformadora que abre las puertas de los Cielos para los que creen en ella.
Los animo a seguir caminando Conmigo y por Mí. No hay nada que les falte. Mi Madre los protege y los cuida como también protege este santo lugar, en donde Su reinado de Paz se dio a conocer al mundo al igual que Su Corazón Inmaculado en Fátima.
Celebren este momento y esta oportunidad de reflexión, de ampliación de la consciencia, esta Gracia de darse más a Dios en la entrega y en la confianza.
Me voy de aquí con un alivio en Mi Corazón, sabiendo que en alguna parte del mundo Me escuchan y cumplen, con esperanza, Mis Proyectos que aún son desconocidos y que vienen del Cielo.
Los bendigo en el nombre de la Paz Celestial y en el nombre del Amor, a todos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mi Corazón está colmado de dádivas y de tesoros para las almas; solo que, hasta los días de hoy, pocas almas aceptan completamente Mis tesoros.
Por eso, muchas veces espero que ese interés espiritual y verdadero pueda despertar en los corazones consagrados a Mí.
Muchas veces veo, silenciosamente, cómo las almas prefieren, por elección propia, permanecer atentas a algo aparentemente más bonito e interesante que Yo.
Reconozco el peso de la condición humana y de las tentaciones, de cómo ellas actúan en las criaturas que aún no entregaron, de verdad, su vida a Dios.
Por esa razón, ciertos procesos de cristificación son tardíos o directamente no acontecen porque las almas insisten en experimentar escuelas que ya no corresponden al grado de su aprendizaje.
En este sentido, Mi Consciencia no les está hablando de no amar al semejante, sino que les habla de no comprometer la vida y la evolución del prójimo con sus deseos y sentimientos terrestres.
A Mis apóstoles consagrados, Yo les prometí decirles siempre la verdad, ya que la energía necesaria para cumplir Mis Obras no se puede desperdiciar.
Es tiempo de concentrarse, de alinearse y de saber cómo cumplir mejor el Proyecto de su Maestro y Señor en la Tierra.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
No se dejen engañar, muchos dentro de Mi Iglesia usarán Mi Nombre para poder defenderse, pero el peso de sus faltas los dejará en el vacío del abismo, porque quedarán desnudos ante los ojos de todos.
Ustedes no deberán defenderse, porque ya lo dije una vez, por sus frutos los conocerán.
Quien siembre en Mi Tierra cosechará maravillosos frutos, pero quien siembre en su propia tierra tendrá frutos podridos.
Que nada los sorprenda, la Iglesia que una vez fundé en la Tierra está cayendo, porque sus cimientos están putrefactos por no haber buscado la fortaleza en Mi Corazón verdadero.
Pero no todo estará perdido, llegará la hora en que la humanidad conocerá a los últimos testigos y ellos no surgirán de la Iglesia aparentemente constituida.
Esos testigos serán los humildes de corazón, los que no tienen poder, autonomía ni prestigio.
Con Mi propia vara limpiaré la impura Iglesia de sus más graves pecados y cuando Yo retorne triunfará la Iglesia Celestial, la única que he enseñado.
Mientras tanto, los que siguen a Mi Iglesia que se arrepientan y no miren la paja en el ojo del prójimo; primero que se saquen la propia, porque ya lastimaron y ofendieron al Señor con cientos de niños inocentes que confiaron en Mis débiles sacerdotes.
Que Mi Iglesia no juzgue Mis otras Obras, porque el fuego de la purificación está llegando y a todo penetrará.
Mientras tanto, la nueva Iglesia, que no tiene nombre, ya navega en su barca, mar adentro, y nadie podrá detenerla.
¡Les agradezco por considerar Mis Palabras de corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Benditos sean los que se entregan y se consagran a Mí, los que dejan su familia y seres queridos para que Mi Obra se cumpla en el planeta.
Benditos sean los que son repudiados, calumniados y ofendidos por Mi causa, porque en el Reino de los Cielos les esperan los Tesoros del Padre, las joyas que brillarán en sus coronas de luz.
Benditos sean los que son despreciados y ofendidos verbalmente por su familia, porque Yo siempre les daré la fuerza interior que necesitan para demostrar que su compromiso Conmigo es intransferible.
Benditos sean los que son rechazados y despreciados por sus seres queridos, porque cuando llegue el día del despertar de esas consciencias se darán cuenta, tarde, de todo lo maravilloso que perdieron.
Que se alegren los que están tristes por algunas de esas causas, porque la Luz de Mi Corazón no les faltará, porque será la Luz y el Amor de Mi Corazón vivo que los hará hablar cosas maravillosas, que harán callar los juicios y borrarán del espacio cualquier comentario u ofensa.
Que se regocijen los que lloran por haber sido ofendidos porque, en verdad, les digo, que cada lágrima que derramen por Mi causa será preciosamente contada por los ángeles, al igual que la Sangre que derramó el Cordero; eso los salvará, porque irán directo a la vida eterna y no sufrirán más.
Dichosos sean los que creen en la Obra de Mi Retorno, porque estarán sentados cerca del Maestro cuando Él celebre la Última Cena de la Redención durante el Juicio Universal de la humanidad.
¡Les agradezco por entregarse a Mi Corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mi Corazón paciente se reconforta por los corazones jóvenes que ofrecen sus vidas por Mí y, a pesar de que no tengan consciencia del valor que esto tiene para Mí, Yo los impulso siempre a la renovación de sus sentidos y formas.
En las jóvenes vidas, que se consagran a Mí, deposito Mis preciosos códigos de ascensión y de trascendencia para que ellas alcancen nuevas esferas de consciencia y de madurez.
Mi Corazón se reconforta porque por medio de los más jóvenes que se consagran a Mí completamente, Yo puedo llevar sin obstáculos los planes de Mi Obra y todo se renueva cuantas veces sea necesario.
Por intermedio de los jóvenes que se consagran, se puede abrir siempre un portal de consciencia y de elevación, ya que en ellos se puede gestar el Plan de Dios sin que la mente obstruya el Divino Pensamiento.
Mi Corazón se reconforta en los más jóvenes porque en ellos todo es posible realizar; más aún cuando existe apertura y están libres de resistencias.
Con esa libertad de las almas, que Yo alcanzo, puedo hacer prodigios no solo en esas consciencias, sino también en toda la humanidad.
Mi Corazón se reconforta y se alegra cuando la juventud responde al llamado porque, así, siempre tendré el permiso de guiarlos y de acompañarlos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que nada te sorprenda en el fin de este tiempo, porque a los que Me abandonan después de haberles dado todo, todo les será quitado y nadie podrá reclamar porque estará obrando la Divina Justicia.
A veces las consciencias humanas piensan que Mi Plan es un proyecto, que tiene por motivo a unos pocos y que es pasajero; pero en verdad les digo que conocerán la realidad de Mi Obra.
Ya no podré poner Mi confianza en los corazones tibios; la renovación solo promete más transformación y más esfuerzo.
Y si con lo poco que les pido que hagan ya se sienten cansados, ¿quién protegerá la espalda del Maestro cuando llegue la hora de vencer con Mi Espada al adversario?
¿Dormirán a los pies del árbol como lo hizo Pedro? ¿Quién vigilará Conmigo en la hora más culminante?
Ya basta de lamentarse y de justificarse por no saber encontrar la salida al estado de bloqueo o de resistencia.
Yo solo les pido que amen lo que hacen, porque de lo contrario tendré ante Mí un número incontable de ingratos.
¿Dónde están Mis apóstoles de los últimos tiempos?, ¿solo están presentes cuando Me necesitan?
No puedo volver perder los tesoros, como una vez se perdieron en todos los que antes Me honraron y después Me crucificaron.
¿Tendré que volver a sentir sus clavos en Mis Manos?, ¿dónde está su misericordia por Mí?, ¿acaso no les he dado todo lo que Soy y todo lo que tengo?
Mis hermanos, reflexionen, ya no es hora de abandonar la barca, porque la tempestad de estos tiempos podría hacerlos perder.
Antes de decidir, recen, recen y solo recen.
No se puede vivir Mi Obra de Redención con los pies en dos caminos, los quiero fríos o calientes.
No pierdan la oportunidad de hacer un esfuerzo más. Si al menos no lo hacen por sus hermanos, háganlo por Mí, de verdad, y así estaré aliviado.
Desmientan ahora su fantasiosa realidad; la Vida Mayor los llama a amar de verdad.
¡Les agradezco por respetar y por considerar Mis Proyectos!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En este día, hijos Míos, que la oración sea ofrecida y dedicada por los que aún no viven el Plan del Creador, porque, aunque ellos estén en este planeta, no saben de la inmensidad de su compromiso con el Creador.
Por eso, con espíritu de súplica y de esperanza, intercedan mediante la oración del corazón por todos sus hermanos que todavía están presos por la vida material y por todas las ilusiones que ofrece el mundo.
Estas almas perdidas son las últimas con las cuales trabajaré durante el último tiempo de Mi Obra entre ustedes.
Mientras tanto, hijos Míos, sigan orando de corazón para que el Padre Misericordioso pueda seguir escuchando la ofrenda sincera de Sus hijos.
Cada oración pronunciada con amor y devoción concede, a gran escala, oportunidades de redención y de cura inexplicables en las almas del mundo.
Para que todo esto sea posible y sea concedido a la humanidad, deben existir almas en incondicional oración para que, a pesar de estos tiempos agudos, se puedan mantener las puertas abiertas a la salvación y a la redención de las consciencias.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo a este mundo por aquellos que no merecen Mi Gracia.
Que hoy vengan a Mis pies los que están cansados. Que vengan a Mis pies los que ya no soportan sus miserias; los que aún no encuentran el camino de salida para vivir su sagrada transformación.
No puedo tener cerca de Mí a los que no viven la gratitud, la consideración con sus semejantes, ni la unión perfecta con la Obra grandiosa de Dios.
Dios les pide cosas simples, pero también muy insignificantes.
Mientras el mundo agoniza, Yo vengo por aquellos que en verdad viven la desesperación, el terror de estos tiempos, la persecución, el exilio, el hambre, la enfermedad y las catástrofes del mundo.
Hoy vengo, en esta noche, por los Estados Unidos. Vengo por Mis corazones valientes de Norteamérica; por los que han tenido fe en Mi Gracia y por los que perseveraron en la oración del corazón, a pesar de lo que esa nación estaba viviendo en estos tiempos.
Yo deseo, nuevamente, queridos hijos, con su ayuda y su colaboración, retornar a los Estados Unidos, para volver a traer hacia Mi Corazón Inmaculado a todos los que precisan de Mí, a los que siguen Mis pasos y que en estos tiempos viven su purificación desconocida, sin saber cómo salir de sí y a veces sin encontrar el camino de luz, que los pueda llevar a la cura de sus heridas, de sus errores, de todas sus incomprensiones.
Hoy, vengo por las regiones del mundo que viven la agitación planetaria, el desorden mundial y la falta de fraternidad y de caridad entre los seres humanos.
Hoy, hijos Míos, vengo en verdad por los que más necesitan. Ustedes aquí recibieron muchas gracias, más de las que merecerían. Estoy siendo sincera y justa, así como Mi Padre y vuestro Dios lo ha pedido. Tengo que ser verdadera, queridos hijos, honesta con todos ustedes, para que puedan crecer desde el amor de sus corazones, a partir de un acto de valentía y de coraje, de liberar sus resistencias y formas, por todos aquellos hijos en el mundo que no tienen paz, que no encuentran sosiego, que no tienen hogar, ni siquiera tienen país en donde poder posar sus pies.
Los invito, queridos hijos, con la honestidad maternal de Mi Corazón, a que finalmente salgan de sí mismos, me ayudarán mucho a liberar Mi Corazón, y Yo tendré lugar y espacio para poder soportar el verdadero sufrimiento planetario y no sus pequeños e insignificantes sufrimientos.
Los invito, queridos hijos, a que abran los ojos del alma, que miren hacia el horizonte y vean a su alrededor los abismos que vive el planeta y su humanidad. Yo los he invitado a través de los tiempos, para que Me acompañaran en un trabajo planetario y no en un trabajo doméstico, para que sus consciencias se pudieran expandir por medio de esta Obra y alcanzar grandes esferas de la consciencia, con el fin de que puedan comprender, todos los días y un poco más, el sagrado Plan del Creador.
Hoy, Me acongojan las almas que no pueden dar sus pasos, porque en verdad pueden darlos por medio de este Centro Sagrado y de esta vida grupal y comunitaria. Existen todas las llaves de todas las puertas, para poder trascender la condición humana.
Mi amado Hijo, durante un año consecutivo, les entregó la experiencia de San José. Y este amado Instructor de almas se donó completamente a ustedes, para que lo pudieran imitar en el ejemplo simple y humilde de Su consciencia, y especialmente por intermedio de Sus mensajes, para que sus vidas fueran el testimonio de San José.
¿Dónde están esas enseñanzas? ¿Cómo ellas han repercutido en sus vidas?
No pierdan las llaves del Cielo. No desperdicien los tesoros del Cielo, porque en el Universo nada se desperdicia, todo se transforma hasta que alcance la Luz verdadera, la conversión y la redención.
Ya no vengo a llamar más a los niños de siempre. Ustedes ya son adultos ante Mi Presencia Maternal.
No consuman su tiempo en cosas innecesarias que pueden cristalizar sus espíritus y todas sus consciencias, por el simple hecho de no querer dar el paso.
Así como les agradecemos todo lo que han hecho posible a Nuestros Sagrados Corazones, para esta misión de paz en el mundo, también los debemos corregir, aunque exista mayor resistencia, porque queremos, aspiramos y rogamos a Nuestro Padre Creador que sigan siempre por el mismo camino, sin desviarse de los senderos de Cristo, por cosas tan mezquinas.
El mundo está sufriendo y precisa de ayuda. Las almas están viviendo el caos, las inundaciones, las catástrofes, la falta de esperanza y de fe, como lo han vivido los Estados Unidos.
Yo iré hasta aquellos hijos que aún no Me aceptan, porque no conocen el amor de verdad. Yo iré hacia aquellos hijos que están en los Estados Unidos, esperándome abiertos de corazón y con una esperanza desconocida, que han abierto la puerta para que Yo pudiera retornar, hasta que conquiste a cada corazón pecador y se convierta por el Amor de Mi Hijo, un Amor infinito e invencible.
No quiero que se sientan angustiados ni tampoco que vivan ninguna lamentación. Necesito que crezcan de verdad y no solo interiormente, sino también externamente. Que puedan demostrar a Mi amado Hijo que han comprendido Sus instrucciones y que se esfuerzan todos los días para ser muy semejantes a San José.
Ahora es la prueba que cada uno de ustedes debe cruzar. San José les explicó los detalles, durante un año consecutivo, sobre el simple camino de la transformación interior. Si este Plan de Amor que traen los Sagrados Corazones no da resultado en ustedes, ¿qué será de la humanidad? ¿Quién testimoniará Nuestra Presencia? ¿Quién será partícipe de su propia redención?
Mediten en los mensajes y vívanlos, porque así demostrarán a Dios que Mis palabras no han llegado a ustedes en vano.
Estamos en un tiempo de grandes exigencias, en el que la mayor parte de la oscuridad reina en el planeta y miles de almas son llevadas a la perdición, minuto a minuto, segundo tras segundo.
Mi Hijo, en esta noche, Me ha pedido que sea clara con ustedes, sin ninguna restricción, porque Yo los amo tanto que deseo el bien para sus almas y que este bien se realice hasta en los pequeños detalles.
Nunca más se vanaglorien. Nunca más busquen la autorrealización interior. Vivan el desierto que Dios les presenta, porque así Nuestras manos nunca se separarán de sus manos y serán guiados hacia el final del desierto, hacia el Portal del Corazón de Dios.
Necesitamos que sean lo que pueden ser, pero de verdad; porque eso los hará libres de todas sus limitaciones, de todas sus imperfecciones, de todo lo que se resiste y aún no quiere cambiar.
Ya tienen Mi suficiente Amor para transformar sus vidas en el Sagrado Tabernáculo, donde el Corazón de Mi Hijo será depositado para poder iluminar y transmutar los abismos de la Tierra.
Eso es todo lo que Yo les quiero decir con la sinceridad de Mi Corazón maternal, aspirando a que algún día comprendan mucho más el espíritu de Mis palabras, el sentido de Mi mensaje, la intención de Mi consciencia para con cada uno de ustedes, sin hacer ningún mal.
Llenen Mis ojos de alegría y no más de tristezas. Llenen Mi rostro de luz y no más de desconsuelo, porque ya bastante tengo con el mundo, que Me da las espaldas y no acepta Mi Amor.
Ustedes sí son parte de Mi Amor y los necesito libres de sus propias resistencias, de sus propios miedos, de sus constantes dificultades, para que pronto puedan encontrar a Cristo en su interior y así Él pueda realizar Su Obra, la Obra que tanto espera.
Sigamos rezando a Dios para que puedan estar conscientes de la realidad planetaria y menos de ustedes mismos. Porque mientras están aquí, hijos amados, niños en el mundo entero son explotados, niños tan pequeños son vendidos y mujeres en el mundo abortan lo que Dios les entregó con tanto amor.
¿Quién será responsable de esta deuda planetaria? ¿Quién dará la cara ante el Creador para pedir una oportunidad y una Gracia incalculable?
Aunque no lo parezca, esa es Mi misión, y Yo los necesito transparentes, verdaderos, sinceros los unos para con los otros, libres de mentiras, de ilusiones y de toda soberbia; porque estando libres de todo, Dios verá, con Sus ojos de Misericordia, que Sus más preciados tesoros del Cielo no se perdieron en sus corazones, ni tampoco en sus vidas.
Los invito a reflexionar para comprender con la sabiduría del corazón, en dónde están presentes, en qué Obra están participando; porque en el día del Juicio Final, queridos hijos, ustedes y sus ángeles de la guarda deberán declarar por todo lo que recibieron y qué hicieron de esos más preciados tesoros.
Les traigo la consciencia, para que puedan crecer y madurar pronto. Esta Obra no se puede realizar con consciencias inmaduras, sino con almas verdaderas, verdaderas de corazón, a pesar de sus imperfecciones; porque Yo vengo a buscar en este tiempo el bien que habita en sus consciencias y no sus obstáculos. Si Me lo impiden, por más que sea un pequeño detalle, no podré colocar Mi Cetro de Luz sobre ustedes y Mi Gobierno Celestial, que es parte del Gobierno del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, tendrá restricciones para poder proceder en la humanidad.
¿Ahora comprenden, queridos hijos, la diferencia de estar dentro de Mi Corazón o fuera de Él? Un simple paso desviado podría cambiar los acontecimientos. Observen su caminar y se darán cuenta de cómo están sus actitudes y su responsabilidad ante el Plan del Creador.
Para poder continuar con Mi Obra en esta superficie los necesito decididos. Mi amado Hijo ya no puede aceptar corazones tibios, porque si fuera así, Su Obra nunca se realizaría.
Reflexionen y mediten, antes de que todo suceda. El mundo está en llamas y muchos se están quemando, sin siquiera percibirlo.
Es hora de trabajar por un Plan de Amor que sea posible para todos y especialmente para aquellos que están más lejos de Dios.
Esta es la Ley que hoy les presento: “Ámense los unos a los otros”, así como lo dijo Mi Hijo, para que se pueda cumplir el Plan.
Recuerden que su libertad es respetada en este Universo. Como hoy les dije, la decisión está en sus manos.
Les agradezco.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Desde el Cielo vengo a visitarlos para traerles Mi Paz y Mi consuelo.
Hoy vengo revestida por las banderas de las naciones de Centroamérica y los llevo de Mi mano hacia la peregrinación que vuestra Madre Celeste realizará por las almas del planeta.
Necesito que estén Conmigo en este camino y que puedan abrazar Mi llamado. Deseo ardientemente que todos Me acompañen y que, con la llama de fe de sus corazones, hagan propagar Mi Paz en el mundo.
Aunque Mi Obra fuera de la Iglesia está siendo enfrentada, no teman, ya no teman. Es hora de que las conciencias abran sus corazones para poder comprender lo que Yo estoy pidiendo en estos tiempos.
Por eso, vengo a buscar a aquellos que nunca vivieron en Cristo y que están fuera de la Santa Iglesia.
Vengo a darles una oportunidad a todos Mis hijos, porque el Proyecto de la Divina Misericordia es para todo el planeta.
Hoy los acompaño a todos desde muy cerca y digo, para los hijos que hoy se consagrarían a Mí, que sigan trabajando en oración y en servicio para que, cuando Yo retorne aquí, a este árbol sagrado, los pueda encontrar prontos, y así los consagraré en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Muchas almas Me esperan en Centroamérica. Muchas más de las que ustedes se imaginan. Mi Obra no es solo material, sino celestial y universal. Mi Consciencia Divina abraza a muchos universos y esta tarea que Yo realizaré en Centroamérica, es una pequeña muestra de Mi Obra universal.
Quiero que abran sus sentidos para eso, para que puedan ver más allá de todo, y así sentir en lo profundo de sus corazones, la importancia de que esta Obra se realice, más allá de los videntes, más allá de todo su grupo y de toda la humanidad.
Vengo hoy a demostrarles el Propósito de Dios a través de este pedido que Mi Corazón de Madre realiza para todos. Desearía profundamente, con toda Mi alma, que la Iglesia estuviera unida en esta propuesta, porque Mi Consciencia no viene a traer el conflicto ni la guerra, sino la paz, la paz que les falta. Todos son dignos hijos de Dios y todos merecen una oportunidad, así como la Iglesia la ha recibido a través de los tiempos y de Mis Apariciones.
No vengo a pedirles que crean en Mí, sino en el llamado de Dios a través de Su Sierva fiel.
Yo vengo, como Mensajera, para anunciarles un nuevo tiempo, una nueva etapa que no es moderna, sino profundamente espiritual e íntima con Dios.
Yo no vengo a realizar aquí, a través de esta obra, una nueva Iglesia, sino vengo a renovar la Iglesia que existe, en la fe, el amor y la devoción.
Únanse todos en esta sagrada misión y podrán vivir Mis planes verdaderamente. Quiero que puedan encontrar en esta propuesta un sentido para la vida y el espíritu.
Vengo así, a derramar Mis últimos tesoros celestiales sobre el mundo y esta vez en las almas de Centroamérica, que también son merecedoras de Misericordia y de Paz.
Así, Yo los invito a fraternizar entre los pueblos y las naciones, bajo el Espíritu de la Paz, del Amor y de la Unidad.
Yo los invito a todos Mis hijos del mundo, a encontrar a Cristo en sus hermanos y a poder verlo, más allá de toda apariencia. Si ustedes consiguieran vivir eso, tal vez el mundo no se purificaría tanto como está previsto. Por eso, es necesario que Yo recorra las naciones con Mis hijos, trayendo la buena nueva y renovando el Mensaje de Mi Hijo para el mundo.
Quiero que todos puedan orar Conmigo todo el tiempo y que aprendan a sustentar esta humanidad. Pero si nadie se ofrece a hacerlo, ¿quién lo hará?
Por eso, convoco a los soldados de Mi Hijo, de tiempo en tiempo, como Madre de los apóstoles y de los discípulos de Cristo, para que realicen junto a Mí la Obra de Dios, para que Me ayuden a concretar el Pensamiento Divino sobre la Tierra.
Junto a Mis ángeles, hoy los bendigo y espero poder llegar a Centroamérica definitivamente, porque hay almas que necesitan de auxilio, así como también los Reinos de la Naturaleza.
Ustedes deben alcanzar una nueva consciencia que ya no es más personal ni individual. Deben alcanzar la consciencia grupal de la humanidad y ver que cada espacio de este mundo les pertenece y debe ser cuidado.
Como Madre de los Reinos les imploro, oren por las Américas, así como lo vienen haciendo. Esta peregrinación a Centroamérica abrirá nuevos grupos de oración que podrán ir fortaleciéndose para los tiempos que llegarán.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Aún existe, hijos Míos, un pasado que debe ser curado en el corazón de Mis hijos de América Central. Así como Yo los perdoné, lavé sus heridas, los recogí bajo Mi Manto y los torné Mis soldados de la paz, aún debo hacerlo con muchos de Mis hijos.
Vengo a enseñarles a amar el Plan de Dios más que a sus propias vidas. Amar este Plan no incluye una meta personal, sino a toda la consciencia del planeta, del universo, de la Creación.
Por eso, vengo como Madre Universal. Por eso, Me presento ante sus ojos y corazones como su Madre Celeste, para que aquellos que se reconocen como Mis hijos, que reconocen Mi maternidad, puedan servir a este Plan Divino que el Creador pensó para este mundo y de cuya manifestación depende todo el cosmos.
La humanidad cometió muchos errores a lo largo del tiempo y sigue cometiéndolos. Aquellos que tienen sus ojos mínimamente abiertos pueden percibir, hijos, que el futuro que se diseña ante los seres humanos, por sus acciones y pensamientos, no es aquel que Dios pensó para la humanidad.
Por eso, a pedido del Creador, Yo vengo al mundo para reescribir ese futuro, para borrar el pasado y, de esa forma, disolver las consecuencias que los harían sufrir y equilibrar el mal causado en otros tiempos.
No solo aspiro a llegar a América Central y a México, aspiro a llegar a todos los continentes, porque aunque América se deba tornar la cuna de la nueva vida, quiero rescatar hasta la última de las almas que vive en el planeta y que no encontró a Dios.
No les vengo a insistir, hijos, por un viaje material y quiero que comprendan eso definitivamente; porque si no consiguen abarcar el Plan de Dios como un todo, si no consiguen amar y buscar una oportunidad para sus hermanos, como la buscan para sí mismos, ¿con quién contaré para manifestar este Plan?
Deben saber que el Creador tiene una Voluntad única para cada alma, para cada esencia que Él creó y que Él aspira ardientemente a que Su Pensamiento se pueda cumplir y manifestar en todos Sus hijos por igual.
No fue la Voluntad de Dios la que distanció Su proyecto de la perfección, sino los propios pasos humanos. El Creador aspira a que todos Sus hijos tengan la misma oportunidad, la misma posibilidad de redimirse y, a medida que despiertan y retoman sus lugares en este ejército de Luz, deben esforzarse cada día para que esta Luz se expanda por el mundo.
De esa forma, hijos, Me ayudarán a que Mi Plan se cumpla y que así, la humanidad pueda manifestar ese arquetipo perfecto, pensado por Dios.
Quiero que imiten a Mi Hijo. Que puedan llegar a aquellos que están más perdidos, sin importar sus costumbres, su clase social, su cultura o su creencia. Jesús comía con las prostitutas y con los eruditos, llamaba a la mesa de Su Padre a todos aquellos que se abrían de corazón.
Llegó la hora, hijos, de que ese ejemplo salga de los Libros Sagrados y se torne vida, porque la enseñanza ya fue entregada, ya fue renovada a lo largo de los tiempos por la Presencia de los Mensajeros Divinos, no solo aquí, sino también en muchos otros lugares.
Mi Hijo retornará y buscará en aquellos que se dicen Sus compañeros la vivencia de Su Evangelio, porque aspirará a renovarlo.
Por eso, quiero que comprendan que ayudarme a llegar a América Central es más que un acto material. Debe partir de sus corazones como una aspiración, que proviene del espíritu, de que Mi Plan se cumpla y de que más almas despierten a la vivencia del Amor.
Si así lo hacen, hijos Míos, esta peregrinación generará más méritos que lo pensado por Dios; porque, aunque no Me acompañen y físicamente, si Me ayudan a llegar hasta allí de una forma sincera y oran por el despertar de sus hermanos, estarán formando parte de esa misión mariana y estarán ampliándola más allá de las fronteras entre las naciones, entre los continentes.
Por eso, les digo todo esto y con Amor espero que respondan a Mi llamado, y que lo hagan de corazón.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Es así que pido para los Hijos de María, que en este día renueven sus votos, dentro de este Plan de Paz que Yo les propongo al mundo y a todas las almas. Es así que Yo podré seguir viniendo a encontrarlos, mes a mes y que la Puerta del Cielo no se cerrará antes de tiempo, para que ningún alma se quede sin poder ver la Luz y el Amor de Dios.
No crean en lo que Mis otros hijos divulgan, en este mundo, sobre esta Obra que Yo realizo con ustedes. Les pido que crean en lo que han sentido una vez, en lo profundo de sus corazones, cuando Me conocieron y Me sintieron viva en ustedes. Eso es lo más importante para Dios, porque es la respuesta de que las almas comprendieron lo que Yo vine a realizar aquí, en este tiempo.
Dejo una de las estrellas de Mi Corona brillando sobre este Centro Mariano, para que las esencias reconozcan que la Madre de todos, que nuestra Señora de Guadalupe, está aquí para ayudarlos y llamarlos a la oración.
Los encontraré por su ayuda en Centroamérica, para que Mi Consciencia Divina abra las puertas al perdón y a la reconciliación.
Les agradezco por responder a Mi llamado y por cumplir este Plan de Paz, que va más allá de este planeta.
Dios los guarde y les de Su Sabiduría, les entregue Su Paz y Su Misericordia.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mis niños:
Seguid tocando que Yo también escucho.
Cuando Yo los envío por el mundo es por un propósito mayor y, así, la misión de cada ser se vuelve infinita y profunda.
Mi propósito maternal es que puedan ser embajadores de la paz en las naciones que visiten y recorran, con el propósito de llevar la paz a todos los rincones de la Tierra.
De la misma forma, Yo lo he pedido, a lo largo de los siglos, para otros tantos hijos: que sean embajadores de la paz y de la oración.
Ahora, Mi camino se amplía hacia otros horizontes y ustedes serán los mediadores para que esto pueda suceder.
En este día, 16 de julio, Mi Corazón viene con el propósito de derramarles Mis bendiciones, que los fortalecerá y les permitirá realizar las obras que Yo les pido, día a día.
Por eso, no teman, sino no podrán cumplirlas.
Coloquen su fe activa y que el corazón se encienda en esa fe.
De esa forma, podrán concretar lo que Yo les pido a través del Espíritu Santo; porque no lo harán por ustedes mismos, Mis queridos hijos, Dios lo hará a través de ustedes. Mis manos obrarán a través de ustedes y Mi Corazón se iluminará a través de sus corazones.
De esa forma, queridos hijos Míos, Yo los congrego a todos en una misión mayor para que, en un día futuro, en un día venidero, puedan conocer la Voluntad de Dios que todavía sigue viva y resplandeciente a lo largo de los siglos y de los años, intentando manifestarse en todas las criaturas.
Hoy, en esta noche, queridos hijos, los invito a vivir en Mi confianza, que será necesaria para los tiempos que vendrán, y así ustedes concretarán aquello que Yo deseo con tanto amor y paz.
En este tiempo, queridos hijos, en el que Yo derramo Mis Gracias sobre el mundo y la humanidad, vengo a bendecir Mi Obra que está sucediendo en esta parte de América; y en este día de aniversario, bendigo a este canal, a esta hija Mía, que se ha donado para realizar Mi Obra y que respondió a Mi llamado como tantos otros hijos.
Así sepan, queridos Míos, que cada uno de ustedes, forma parte de una pieza de este Plan y si una pieza falta en este Gran Plan de Dios, ¿cómo funcionará la Obra Divina en la Tierra?
Queridos hijos, Yo los invito, a través de Mi Amor, a confirmarse a Mi Corazón Inmaculado, en la tarea que cada uno debe realizar, no importa que la tarea no sea de importancia, Dios ve a todas las cosas de una forma igual, todos Sus hijos son importantes y todos Sus obradores también.
Por eso, queridos hijos, únanse como una red de amor y de trabajo, sean las redes de Cristo en Sus Manos, para que Él pueda interceder por este mundo tan necesitado.
Así, como alguien Me canta con tanto amor o como aquel que cocina para los otros hermanos y que parece estar olvidado entre muchos, Mi Corazón está presente en las cosas simples.
Queridos hijos, Yo alcancé Mi Divinidad Maternal por obrar a través de las cosas simples , buscando la humildad de Dios en todas las cosas y manifestando la sinceridad del corazón.
De esta forma, queridos hijos, nadie es más importante que los demás, cada uno forma parte de un Precioso Plan de Dios, y si esto no sucediera así, la humanidad no podría redimirse.
Por eso, Mi Corazón Inmaculado llama a los duros de corazón, como también a aquellos que tienen abierto el corazón a Mi Corazón. Para Mí, todos los hijos son importantes, los que están en el infierno como los que están en el Cielo, los que sucumben en este mundo como aquellos que se levantan.
Todas las naciones forman parte de Mi Proyecto Redentor de Amor, y será posible, hijos Míos, a través de ustedes, así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, coloco Mi Manto sobre la cabeza de cada uno de ustedes, no solo de estos hijos que están aquí. También quiero que se sientan contemplados todos aquellos que Me acompañan de todas las partes de este mundo, para que sepan, hijos Míos, que Mi protección está sobre sus vidas, que contemplo con amor y con alegría cada una de sus oraciones.
Hoy, quiero agradecer, de forma especial, a un grupo que respondió al llamado del Castísimo Corazón de San José, para que sepan que es a través de esas cosas simples que el alma y el espíritu dan un paso en dirección al encuentro con el Creador.
Quiero que este grupo, que hoy está en el noreste de Brasil dirigiéndose al “Sertão”, sepa que Mi Corazón Inmaculado acompañará esta tarea junto con el Castísimo Corazón de San José. Y que también sepa que, en cada actividad simple que realice, allí estará la Mano de Dios, divinizando sus acciones y derramando redención sobre las almas que más lo necesitan.
Hijos Míos, en este día, los quiero impulsar a dar pasos para que puedan seguir las instrucciones que el corazón les entrega, que puedan seguir sin miedo por las aventuras que el corazón les envía; porque una gran aventura en este mundo es vivir para responder al Llamado de Dios, ese Llamado que se manifiesta en el interior de Sus criaturas y que permite que ellas puedan amar al prójimo como a sí mismas y, más que eso, hijos Míos, que puedan amarse unos a otros, así como Dios los ama.
Hoy, quiero entregarles Mi Amor, derramar sobre cada uno de sus seres una bendición especial, para que sepan, Mis queridos, que Mi Corazón todo lo ve, que contempla las intenciones más puras de sus almas y que solo ve lo bello que sus almas manifiestan; para que, de esta forma, Mis bendiciones puedan multiplicar la belleza de sus corazones y que puedan crecer en semejanza a Dios, en semejanza a Su Hijo, que es puro Amor, que pulsa en sus almas, en sus corazones.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mi última petición, en esta noche de Gracias, es para Mis hijos de los Estados Unidos: no se separen, queridos hijos, Mi propósito siempre vencerá al mal, únanse a Mi Corazón Inmaculado a través de la oración.
De esa forma, tan simple pero verdadera, ustedes permitirán abrir las puertas de forma inmediata para que Yo también pueda redimir a esa nación, como ya lo hice en otros tiempos, en estados de ese país.
Por eso, queridos hijos, respondan a la invocación de Mi Corazón, que todo este trabajo que sucederá en poco tiempo sea fruto de la paz, sea la meta y la misión bien clara para todos.
Por todas estas cosas y por las respuestas de todos Mis hijos, les agradezco por aguardarme en esta noche.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Dios los bendiga, queridos hijos.
Paz en la Tierra.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Les queremos compartir que hoy, antes del encuentro con la Virgen María, Nuestro Señor vino acompañado con el Arcángel Miguel.
(Madre María Shimani, en ese momento, realiza la lectura del Mensaje Especial de Cristo Jesús, en el que pide la construcción de una ermita en el Centro Mariano de Aurora en honor a San Miguel Arcángel y transmite también la oración "Pedido de Liberación al Arcángel Miguel".)
Nuestro Señor, Cristo Jesús, nos dijo hoy que cuando Él ya no esté permanentemente cerca de nosotros, transmitiéndonos Sus Instrucciones y Sus Mensajes, Él dejará en Su lugar al Arcángel Miguel para que nosotros podamos siempre recurrir a Él cuándo lo necesitemos.
También nos explicó que todo aquel que se acerque a la Ermita, por mandato del Hijo de Dios, será liberado de todos sus males.
Si bien nosotros no sabemos muy bien de qué se trata, porque realmente en los misterios celestiales somos muy ignorantes, confiamos totalmente en lo que nos dijo Nuestro Señor.
Mañana nos vamos a poner a trabajar en esta ermita, con todos aquellos que nos quieran ayudar, porque estamos esperando que en agosto Nuestro Señor sea complacido.
Entonces, los invitamos a todos, a vivir un poco con nosotros esta locura santa, de complacer a Nuestro Señor, Cristo Jesús, y preparar este lugar para esa tarea que Él quiere hacer.
A todos ustedes les damos las gracias por habernos acompañado y como decimos siempre, ahora nos encontraremos en el Corazón de los Mensajeros Divinos.
Muchas gracias y buenas noches.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más