MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, RIO DE JANEIRO, BRASIL AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que la Paz de Cristo sea en ustedes y, en este momento, en todo Brasil.

Con especial predilección, estoy al lado de cada hijo orante que, en estos días, se ofrece a dar continuidad a la Oración por la Paz en Brasil.

Para Dios, los últimos acontecimientos en Brasil, demuestran la falta de unidad y de paz entre hermanos de un mismo pueblo. Por eso, continúen elevando sus oraciones a Mi Corazón de Madre para que la Señora Aparecida pise con Sus Pies la cabeza de la astuta serpiente que quiere colocarlos los unos contra los otros.

Mis queridos hijos de Brasil, no se olviden de sus raíces originales y de su cultura. Su pueblo, que siempre fue bendecido por Dios, proviene de tradiciones y de enseñanzas sagradas.

Vuelvan, ahora, hacia sus orígenes. Permitan que, entre ustedes, se puedan reconocer como una única familia brasilera, cálida, alegre, servicial, amorosa y disponible para ayudar.

Ya no se pierdan en lo que es superficial y mentiroso. Crean en la fe que siempre los caracterizó, y entreguen su pueblo y nación a los Pies de la Señora Aparecida.

No dejen de orar por Brasil. Deseo que sea Mi Corazón el que triunfe en este pueblo amado; así, Mis hijos alcanzarán la paz.

Con Mis Manos unidas en oración por este momento; les pido, Mis hijos, que sean pacificadores del Señor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis amados y queridos hijos:

Con su respuesta incondicional, en el encuentro de este día con su Madre Celeste, vengo con alegría a anunciarles que mañana, 24 de abril, quisiera encontrar a todos los presentes en la Colina para que, Conmigo, recemos al Divino Hijo para que intervenga en la sangrienta guerra de Ucrania y en otros conflictos que son camuflados para que el sufrimiento de Mis hijos sea sepultado.

Por eso, de forma extraordinaria, les hago este pedido y súplica, a fin de que, a través de los Centros Marianos, la Madre de Dios y Madre vuestra pueda proteger a las esencias que están en peligro espiritual, ya que están sometidas por los conflictos y por las terribles guerras.

Deseo que algunos niños, con todos los presentes, lleven en procesión, hasta lo alto de la Colina, un ramo de flores, a fin de que los inocentes intercedan por los inocentes de las guerras.  

Deseo que esas flores sean depositadas solemnemente a los pies del Portal de la Paz, para que los Ángeles de la Guarda de todos, también supliquen al mundo por el fin de la guerra y de la indiferencia.

Así, la Abogada Celestial pisará, una vez más, la cabeza de la serpiente y los portales del infierno terrestre serán exorcizados.

Desde ahora, les estaré agradecida.

Quien los ama eternamente,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, el tercer secreto de Fátima, anunciado por Mis propios labios hace más de cien años atrás, ha sido alterado por la consagración de la humanidad, y en especial de Rusia, a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Por eso, hijos Míos, les vuelvo a decir que no teman, Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre Dolorosa, la Madre Piadosa, la Madre Amorosa, que se comprometió con Su Hijo a los pies de la Cruz.

Hoy, Mi Rosario, Mi Rosario de Luz está lleno de las oraciones y de las plegarias de Mis hijos, que con amor seguiré esperando recibir en los próximos tiempos que vendrán, porque lo que hoy sucede en el mundo es solo el comienzo.

Pero, ¡atención, Mis hijos, en la poderosa llave de la oración! Con ella se abren las puertas de los Cielos, para que Mis ejércitos angélicos y arcangélicos intervengan y transmuten las causas que aprisionan a la humanidad.

Hoy, en especial, Mi Manto se reviste de la bandera de Ucrania, por todos los que han suplicado por esa nación, altamente destruida por el tirano azul. Pero no teman, hijos Míos, porque es en la aparente destrucción en donde vuelve a nacer la vida y resucitan las consciencias que persisten y que resisten a las adversidades de estos tiempos.

Por eso, sigan tomando el rosario entre sus manos, como una poderosa alianza entre el Cielo y la Tierra, para que la Mujer vestida de Sol pueda pisar aún más la cabeza de la astuta serpiente, y el Arcángel Miguel, en Mi sagrada compañía, envíe a los infiernos a todos los espíritus impuros que vagan por el mundo, como así también a aquellos espíritus que ingresan al planeta por las puertas inciertas que están abiertas.

Pero les vuelvo a decir, Mis amados hijos, que no teman, Yo estoy aquí y Soy su Madre.

Ahora, llegará el tiempo de la reconstrucción de aquellos lugares del mundo que han sido altamente destruidos. Por eso, Mi Luz, la Luz del Reino de los Cielos, desciende sobre esos lugares para volver a consagrarlos a Dios y al propósito que tuvieron desde el principio de su existencia.

Por eso, les vuelvo a decir que no teman, Yo estoy aquí y Soy su Madre.

Sigan colocando a Mis pies las verdaderas necesidades del planeta, todo lo que no encuentra solución ni salida; pero les pido que dejen sobre Mis manos sus corazones y todas sus circunstancias, para que su Madre, la Reina de los Ángeles y del Cielo, todo lo pueda transformar y curar.

Que sus corazones, como los corazones de sus hermanos, sigan trabajando por la paz; porque allí, a través de la paz, está el camino de salida para que las almas se reencuentren con Mi Hijo, para que las almas se preparen para recibir a Mi Hijo, porque Su Llegada está cerca; y aun será en el momento de mayor incertidumbre, de una incertidumbre mundial, cuando Mi Hijo retornará de una forma sorpresiva y desconocida; y muchos de los Míos, de Mis queridos hijos, lo podrán reconocer. Quien esté unido a Su Corazón Misericordioso, a pesar de las circunstancias o de todas las adversidades, podrá sentir la Llegada de Cristo, el esperado Retorno del Redentor.

Sus vidas, si están decididas a consagrarse a Dios por completo, podrán preparar el Retorno de Mi Hijo; primero a través de la transformación de sus vidas y de sus corazones, en los pequeños actos del día a día.

Él se servirá de esos momentos, de esos pequeños actos de amor, actos verdaderos y honestos que todas las almas le puedan proporcionar a Mi Hijo para poder transmutar, liberar y purificar los gravísimos errores que ha cometido la humanidad, especialmente aquella parte de la humanidad que se sirve, a través de las guerras, del hambre, de la persecución, de la esclavitud y hasta de la muerte.

Mi Hijo contará todos los pequeños actos de amor verdaderos, uno a uno, para poder derramar Su Divina Misericordia en los lugares en donde la Luz no puede penetrar; porque Él es la propia Luz de Dios, la Luz que se entregó por ustedes y la Luz que se sigue entregando por ustedes por un solo fin, por su redención.

Hoy, también Me uno en Espíritu a todas las almas y corazones, a todos los lugares y espacios que han abierto un canal de oración para que, en este día, el triunfo de Mi Corazón Inmaculado sea cada vez más real y verdadero.

Todo esto ha permitido, así como les dije al principio, que el tercer secreto de Fátima haya sido alterado. Por eso, debemos seguir rezando con fervor y con compromiso. Esto es lo que necesita el Padre Celestial de cada uno de Sus hijos, necesita que estén en espíritu de oración y de unidad para que las temibles fuerzas del mal, regidas por Mi enemigo y adversario, no tengan la mínima autoridad para hacer sucumbir a los pueblos y a las naciones, ni tampoco tengan autoridad para utilizar a muchas almas como instrumentos del mal.

Sigan haciendo crecer, sigan haciendo extender en todo el mundo los frutos de los Rosarios de Luz, porque su Madre Celeste, al igual que Su Hijo, se sirve de los corazones simples y humildes, de las familias pobres y austeras que tienen como principal alimento la oración del corazón.

Mi Hijo, cuando retorne, vendrá por cada uno de ellos; vendrá por aquellos que han sido anónimos en la oración, que han estado a los pies del Santísimo Sacramento del Altar durante horas y horas de sus vidas, por un solo objetivo y por una sola misión: que el Cielo descienda a la Tierra.

Mi Corazón también se servirá de la fidelidad de todos los sacramentados, de aquellos que tienen presente en sus conciencias que no pueden pasar ni un día sin comulgar del Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, que no pueden pasar ni un momento sin poder dirigir una oración a los Altares de Nuestro Creador.

A través de estos tiempos, de todas las Apariciones públicas, Yo los preparé para este momento, Mis amados hijos. Yo los preparé para que fueran un sólido y fortalecido ejército de Luz que, presente y extendido en todo el planeta, estuviera unido en espíritu y en omnipresencia bajo el impulso poderoso de la oración.

Sé que estos tiempos los llevan, a cada uno de ustedes, a correr detrás de las necesidades prácticas y materiales, ante las demandas de estos tiempos, del trabajo, de la familia, de los problemas que puedan tener en el día a día. Pero les aseguro que si en sus vidas, en cada día, está presente la oración del corazón, encontrarán la solución para todas las cosas.

Dios necesita que la humanidad esté unida más fraternalmente, para que se pueda erradicar la indiferencia que Mi enemigo ha sembrado en muchas consciencias, una indiferencia que hace enfriar el corazón ante tanta impunidad y destrucción planetaria.

Pero ustedes, ante Mi Presencia, tienen el deber de responder a Mi llamado, porque sé que son más conscientes y despiertos, y estos últimos trece años de Apariciones no fueron en vano.

Ahora, en esta próxima Semana Santa que se aproxima, son invitados a dar nuevos pasos; así, de la misma forma, son invitados a asumir con responsabilidad y con amor las tareas espirituales, internas y materiales que Dios les está encomendando para este próximo ciclo de la humanidad.

Por eso, Mi Amado Hijo, en la Sagrada Semana, vendrá a pedirles definitivamente los talentos que Él les entregó; y, aunque no lo sepan en profundidad, por el simple hecho de estar coligados con Él, reconocerán en ustedes los talentos que Él les entregó, talentos que Él necesita para llevar adelante Su Retorno, el tiempo preparatorio de Su Llegada.

En el silencio de Mi Corazón, escucho la voz de los que claman, y de los que crecen junto a Mi Hijo en este camino de apostolado y de redención.

Si ustedes, Mis hijos, llegaron hasta este momento, significa que pueden completar y realizar su misión personal, y conocer más ampliamente su compromiso con lo Alto. Un compromiso que muchos de los que hoy no están aquí no comprendieron, no valoraron, no amaron y no apreciaron, porque no se dieron cuenta de que el compromiso con Nuestros Sagrados Corazones es inmutable.

Ahora, que ya escucharon esto, como vuestra Madre espero que correspondan a Mi Hijo. Él no les rogará nada, Él nada les pedirá. Cuando puedan sentir Su silencio se darán cuenta, a través de la oración, de que Él tiene algo pensado para ustedes desde hace mucho tiempo.

Permitan que sus vidas puedan ser escritas por las Manos de Dios, y ya nunca más por sus propias voluntades; porque Mi enemigo habita en la voluntad propia, se sirve de la voluntad propia, confunde a través de la voluntad propia y distorsiona a los rebaños de Cristo a través de la voluntad propia.

¿Qué es lo que erradica esa voluntad propia?
Es la Ley de la Obediencia fundamentada en el sagrado espíritu de la humildad.

Mi Hijo Me ha pedido decirles todo esto, no solo para celebrar el triunfo de Mi Inmaculado Corazón a través de todos los que hoy se ofrecieron a consagrarse, en alma y de corazón, sino también, les he dicho todas estas cosas, como una buena Madre, para que estén prontos para lo que llegará después de la Sagrada Semana, en los meses que vendrán, en los que sus vidas deberán estar firmes, entregadas y fortalecidas en el compromiso de amor con Cristo.  

Hoy, Mi Corazón Inmaculado se alegra por tener la oportunidad de estar en esta Casa, que tiene sus brazos abiertos para recibirme, cada vez que Yo les hago un llamado. Pero, hijos, por más que volveré a peregrinar por otros lugares del mundo, en donde los infiernos habitan y las almas necesitan de una urgente liberación y expiación, no faltarán oportunidades benditas para que la Señora de Figueira pueda estar aquí nuevamente.

Antes de retirarme en el profundo recogimiento de Mi Corazón, en donde guardo a cada uno de ustedes, Mis hijos, a cada una de sus aspiraciones, problemas, desiertos y pruebas, quiero anunciarle a la Comunidad Figueira que, mañana sábado, los esperaré en la Colina, para que Me reciban, porque será la última oportunidad en este ciclo de que, antes de que su Madre vuelva a Europa, pueda dejarles en sus corazones una pequeñísima llave que podrá abrir la puerta correcta, en el momento más importante, siempre y cuando estén en sintonía con Mi Corazón.

Quiero que peregrinen a la Colina, por todos los que se han visto en la imposibilidad de peregrinar a los Centros Marianos; porque mañana, esta Sagrada Comunidad, debe volver a reconsagrarse a Mi Corazón.

Los espero, con alegría y maternidad. ¿Me van a decir sí?

Los presentes dicen: “¡Sí!”.  

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Está sonriendo, pero también está llorando.

 

Porque es el amor de los que Me viven, al igual que de los que viven a Mi Hijo, que Nos permite ante Dios volver aquí para traer el Mensaje de Paz al mundo.

Hoy, bendigo de forma especial, esas sagradas imágenes que han sido ofrecidas por Mis hijos peregrino; en especial, por un hijo peregrino que ha tenido absoluta fe en los milagros de Mi Amor, a los que Yo también los invito a vivir; tener absoluta fe en las Gracias y en los milagros de la Madre de Dios.

Mi Hijo Me ha pedido una última cosa para que ustedes se preparen conscientemente para esta próxima Sagrada Semana, y puedan comprender la importancia del compromiso en estos tiempos, que ya no es pasajero, sino eterno. Por este fin, quiero que Me regalen sus canciones, una canción en especial que los hace ser nada: “Haz de mí nada”. 

Eso es lo que deben pedir fervorosamente en esta Cuaresma y en la víspera de los encuentros con Mi Hijo en la próxima Sagrada Semana, así sus corazones estarán vacíos en la plenitud de Dios y, como odres nuevos, serán llenados por el Espíritu Consolador de Nuestro amadísimo Señor Jesucristo.

Que esta Luz, que hoy Me ofrecen, sea el símbolo del establecimiento de la paz en todo el mundo y, en especial, en Rusia y en Ucrania.

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado y a Mi convocatoria.

Los bendigo, bajo el espíritu de la Paz de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vuelvo al Cielo con la melodía: “Haz de mí nada”.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN MALDONADO, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

Queridos hijos:

Que la Paz de Jesús esté en sus vidas.

Nuevamente Me encuentro con ustedes para decirles que, mientras el caos avanza sobre la humanidad, Mi enemigo intenta destruir los planes que tengo preparados para los mundos internos de algunos de Mis hijos.

Él intenta infiltrarse para generar desestima en los corazones que hacen el esfuerzo correcto para cumplir con los designios de Mi Hijo.

Pero cuando las almas se colocan a orar, los planes que tiene Mi adversario se desvanecen, porque el poder del verbo es desconocido hasta mismo en el plano espiritual.

Por eso, queridos hijos, para este momento mundial, en donde la incertidumbre y la falta de paz golpean a millones de hijos Míos, Yo les pido que se sigan sosteniendo a través de la más pura y verdadera oración, porque ella siempre los guiará, mismo en situaciones de adversidad.

Así, Yo podré pisar la cabeza de la astuta serpiente y ella no atacará con su veneno ni tampoco tentará a Mis hijos de formas inimaginables.

Estén firmes y no permitan que los embates de estos tiempos destruyan su morada interior.

Yo estoy aquí y siempre seré su Madre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Antes de la existencia de este Sistema Solar y del conjunto conocido como las Nueve Galaxias, las que conforman la agrupación de un universo de vidas, Dios, como Creador y gran expresión del Amor-Sabiduría, deseó profundamente que algunos de Sus Hijos, los Creadores del Universo Material, llamados también de Arcángeles, los grandes Co-Creadores de este sistema de vida, le ofrecieran a cada una de las Nueve Galaxias la oportunidad de experimentar la evolución a través del "conocimiento de sí" y de los llamados "grados de amor".

Así fue que esos grandes seres Co-Creadores llevaron adelante todos los proyectos universales recibidos por ellos como sutiles impulsos espirituales de luz, para luego ofrecerle a los sistemas creados, como el que es conocido como "Vía Láctea", la oportunidad de profundizar en el "conocimiento espiritual" y en los "grados de amor".

Todo esto sucedió antes de la caída del adversario.

En ese tiempo, en todos los Universos se vivieron los primeros mil años de paz, periodo en el cual el desarrollo de la vida, las escuelas internas de aprendizajes y sobre todo, el despertar de los diferentes "grados de amor", le concedieron a este Universo Local, en donde se encuentra este Sistema Solar y especialmente la Tierra, la oportunidad de que en un planeta de altísimas características espirituales como lo es la Tierra, se pudiera llevar adelante uno de los doce más importantes Proyectos de Amor de Dios.

Por esa razón, el planeta Tierra atravesó diferentes ciclos. Los mares, que antes eran ácidos, pasaron a ser alcalinos para que después se volvieran receptáculos de componentes minerales y cristalinos, viviendo así un alto grado de oxigenación.

Los continentes, que antes eran desérticos y fríos, vivieron una readaptación biológica para después convertirse en semilleros de nuevas especies.

De esa forma, el planeta Tierra y toda su atmósfera se convirtieron en un gran vientre de luz para gestar, finalmente, la consciencia del hombre, lo que más tarde fue conocido como Adán y Eva.

En esta primera experiencia de amor, el Padre Celestial aspiraba interiormente a que este Proyecto, tan ansiado por Su Corazón, permitiera corregir y recrear la Creación para que en ella se vivieran grados de amor cada vez más altos.

Ya que, un tiempo más tarde, el Universo comenzaría a vivir las primeras fallas en la evolución debido a la fuertísima caída del ángel desobediente.

A partir de allí, todo el Universo, lugar en donde se vivía la paz, el bien y la armonía, fue escenario repentino de los primeros pasos de la dualidad, una corriente contraria al principio de la Voluntad Máxima; una dualidad que comenzaría a poner en juego la libertad que le fue concedida a todas las criaturas con el fin de que aprendieran a amar, así como el Padre Celestial las ama.

El planeta Tierra fue uno de los últimos lugares en donde esa corriente espiritual de dualidad descendió para poner a prueba, a través de Adán y Eva, el Proyecto de una humanidad unida esencialmente al Reino de Dios.

A través de diversas e inexplicables tentaciones el Proyecto fue siendo alterado y modificado, ya que corrientes espirituales contrarias fueron rompiendo el escenario del llamado "Edén".

¿Por qué el Padre Celestial lo permitió?

En un sentido misterioso, Adán tuvo la oportunidad de poder dar su primer paso en la evolución de los grados de amor y del despertar de la consciencia, si él hubiera sido incondicionalmente obediente a Dios.

Por su parte, Eva hubiera tenido la posibilidad de ser la prometedora consciencia que experimentaría el Aspecto Femenino de Dios mediante el espíritu de la Maternidad, un estado que concedería el nacimiento puro de las siguientes criaturas que vendrían después de ella.

En ese momento, la Tierra, como primera experiencia humana, sufrió su primera y gran prueba, la que, si hubiera sido atravesada victoriosamente por Adán y Eva como representantes de la humanidad de aquel tiempo, habría permitido que esta raza alcanzara un grado de amor semejante al de Jesús.

Ese es el motivo por el cual el mismo Dios, presente en la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, es decir, en El Hijo, decidió encarnar en la Tierra después de mucho tiempo para donarse a Sus Hijos en Amor y en Sabiduría y para enseñarles a todos sobre la Verdad.

Fue en el tiempo preparatorio de la encarnación de Jesús que el Padre retiró de una de Sus Fuentes más puras del Universo Espiritual, uno de Sus Aspectos más elevados y puros, el que fue la base espiritual para la Concepción Divina de quien luego en la Tierra sería conocida como María, la Madre de Jesús.

De esa forma, los Arcángeles, a pedido de Dios, fueron los que prepararon ese escenario para la venida del Mesías, Aquel, quien habiendo dado testimonio de amor y de vida, demostraría en Su máxima humildad, cómo se puede vencer la dualidad para que todo ser viviente de la Tierra pudiera aprender, finalmente, a cumplir la Voluntad que lo trajo al mundo y para transitar por la escuela del perdón y de la redención, caminos internos que llevarán a recolocar la consciencia humana en el lugar que tenía antes de cometer los errores.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mientras el Libro Sagrado de Dios se abre para revelar la historia verdadera de la Creación, el Hijo Universal escucha con atención las palabras de la Dulce Madre y, después de ser difundido Su Mensaje, el Redentor da continuidad a la historia escrita en el Universo Mayor.

Los “grados de amor” eran el camino más directo para que Adán y Eva pudieran trascender y superar la dualidad.

Así fue que, un tiempo más tarde, el Proyecto Universal, que había comenzado en la Tierra con los primeros pobladores de la humanidad, tuvo que transitar por diferentes escuelas de aprendizajes que comenzaron a llegar en forma de vivencias y de procesos de vida.

El llamado y conocido Edén fue el recinto dentro de la Tierra que fue puesto a prueba.

Las siguientes generaciones de Adanes y Evas, teniendo consciencia de la dualidad y del libre albedrío, comenzaron a definir, dentro de sí, la importancia de dar continuidad a la Voluntad Mayor que los había traído a la Tierra.

Ellos sabían que eran Hijos de Dios, que tenían un Padre Mayor que les había dado todo lo que Él tenía para que fueran felices. Sabían que era un Padre de puro amor que había creado todo lo que existía en el Cielo y en la Tierra para que los Adanes y las Evas pudieran amarlo y reconocerlo.

Dentro de ese escenario del Edén, no faltó, como lo expresa la Biblia, la presencia tentadora del símbolo de la serpiente; un movimiento paralelo que el adversario articuló para convencer a los Hijos de Dios que ellos, teniendo más libertad, podrían escoger más y así satisfacerse a sí mismos.

Todo ese plan del ángel caído intentó boicotear el Proyecto Original, el que al final fue interferido.

Pero los demás Arcángeles del Universo Mental ayudaron a las siguientes generaciones de los Adanes y de las Evas a seguir adelante y a cumplir con ese ansiado Proyecto de Dios, el que tenía como escenario al planeta Tierra.

En aquel tiempo, los Arcángeles les hicieron tomar consciencia a los Adanes y a las Evas que habían sido fieles que, por el error de sus primeros padres, Adán y Eva, habían adquirido la dualidad y, en consecuencia, el llamado pecado original, que significaba nacer con una mancha espiritual de impureza por lo sucedido en el pasado.

Pero dentro de la aspiración de Dios ese Proyecto de Sus primeros hijos se comenzó a realizar cuando ellos mismos descubrieron, dentro de sí, que podían vivir un amor tan grande y semejante al que el Padre expresó por todos por medio de la manifestación de la Creación.

Por esa razón, los Arcángeles les hicieron tomar consciencia a los Hijos Fieles de Dios que podrían superar sus elecciones y sus diferencias, si en verdad amaran la vida y todo lo que existe.

Así fue que algunas generaciones posteriores a Adán y Eva fueron capaces, con sus limitados conocimientos, de amar a la Creación, así como el Padre Celestial la ama.

En esa escuela de poder experimentar los primeros pasos del Amor Crístico no faltaron las tentaciones y las pruebas, las que llevaron a definir en el futuro la continuidad de los primeros pobladores de la Tierra.

Los Arcángeles dieron infinidad de impulsos, llaves espirituales y prácticas para que los Adanes y las Evas mantuvieran vivos los principios que los trajeron a la Tierra, para que más tarde representaran y fueran el reflejo de una primera Hermandad terrestre, la que seguiría fielmente los atributos de Dios.

En aquel tiempo, ese primer pueblo de la Tierra alcanzó esa aspiración de Dios y consiguió vivir patrones de conducta muy civilizados, los que, posteriormente, como estados de consciencia los llevaron a expresar códigos crísticos, tanto en la vida personal como familiar.

De esa forma, Dios, como Padre de todo lo creado, testimonió en los orígenes de la Tierra que, a pesar del plan de la dualidad del ángel caído, los primeros seres humanos eran capaces de superar todas las barreras de la consciencia a través de la entrega incondicional a los Designios de Dios y, especialmente, a través de la vivencia primaria del Amor Crístico.

El pasaje de los primeros pobladores de la Tierra y el resultado alcanzado por la intervención y por la obra de los Arcángeles dio como resultado la continuidad de la humanidad, a fin de que ella estuviera cada vez más cerca de Dios.

Continuaremos con estas revelaciones de los Libros internos de Dios.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 58ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Que la luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo estén en este lugar y en los lugares del mundo que más la necesitan. Amén.

Después  que han acogido Mi llamado, ahora sí podré volver a Egipto, luego de haber pasado por allí como niño; pero ahora volverá el Rey, a liberar al pueblo de su esclavitud, a traer a ese lugar y a Medio Oriente, la Paz.

Y aunque aún los acontecimientos se desencadenen en el mundo y en esta humanidad, llevaré Conmigo a las almas que más necesitan y retornaré a los corazones que más Me buscan, no importando su creencia o religión, porque lo que permite la vida en este mundo es el amor; es el amor que los mantiene vivos, es el amor que les permite respirar y soñar con un tiempo mejor, con esperanza.

El cautiverio terminará algún día, no solo en Egipto, sino también en el mundo. Por eso debo retornar a los lugares en donde una vez ya estuve, siendo niño, joven o adulto, en Oriente, o en el lejano Oriente.

Los valores de la espiritualidad se deben recuperar para que el mundo no pierda la paz. Por eso estoy volviendo a esos lugares, como sacrificio y también como Gracia, para llevar a los corazones el reencuentro con Dios desde los planos internos y para que estos se espejen en la superficie, en la sociedad. Eso hará todo más justo y equilibrado, eso aplacará el sufrimiento y las agonías, porque es a través de los méritos que su Maestro y Señor alcanzó en la Pasión, que estas Gracias son posibles en este mundo y en su humanidad.

No puedo dejar de decir que a veces Mi Corazón está triste por los que no entienden, pero el gozo de los que Me viven y de los que creen en Mi y Me dan su confianza Me alegra, como lo han hecho ustedes ayer y hoy, de forma simple.

El Reino de Dios es el mayor tesoro de la simplicidad para este mundo y para las almas. Si son simples siempre vivirán el Reino de Dios y Él siempre estará próximo de sus vidas y sobre todo, estará en sus corazones.

Quiero que este gozo y júbilo que viven Conmigo de tiempo en tiempo llegue al mundo entero y no solo a Sudamérica. Ahora llegó el momento de vivir el apostolado y de hacerlo parte de ustedes en cada etapa de la vida.

Así Mi Misericordia llegará a los que más sufren, como también a los Reinos de la Naturaleza, que en esas partes del mundo también viven su sufrimiento silencioso, porque no pueden hablar como los hombres de la Tierra.

Sé que a su alrededor también existe el sufrimiento, a veces en sus familias, en sus ciudades, en sus trabajos, en sus seres más queridos. Pero Yo les pido, por misericordia, que den un paso más hacia Mí y llevemos este tesoro del amor a los lugares que más necesitan y que durante miles de años no han recibido nada, ni del Universo, ni de los Cielos.

Vengo a recuperar a través de Egipto los valores de las últimas humanidades, porque la evolución continúa y el despertar también.

Llegó el momento, compañeros, de que recuperen lo que una vez vivieron Conmigo en Tierra Santa y más allá de ella. Esto no es una teoría ni tampoco es una ilusión. Es hora de vivir el Plan de forma verídica. Es hora de hacer el Plan vivo en más corazones del mundo, que Me están buscando y no Me encuentran porque no saben la salida.

Ustedes sí encontraron la salida, pero el mundo aún no la ha encontrado. Por eso debo volver y retornar al centro, desde donde todo se crea, como conflicto, guerra y persecución.

Porque esta vez no solo la Señora de la Luz pisará con Sus pies a la serpiente, sino también su Maestro y Señor pisará con Sus Pies a sus aliados y los derrotará, para que se arrepientan algún día. Y ya no existirá arma contra arma, religión contra religión, porque a pesar de que el momento más grave no ha pasado todavía, aún el ímpetu y la fuerza de Mi Corazón poderoso podrán transformar todas las cosas cuando tan solo Me digan “sí, Señor, aquí estoy”.

Así Yo tendré el permiso de seguir obrando, tendré el permiso de seguir transformando y unificando a las almas con Dios, para que Su Reino celestial descienda a la Tierra y se cumpla Su Voluntad. Porque al fin de todo, Su Sagrado y Eterno Corazón triunfará.

Los caídos serán perdonados, los asesinos serán redimidos, los perseguidores serán amados y se disolverá el mal, porque el mal no conoce el Amor que viene de la Fuente. El mal es la incomprensión de la consciencia humana por no aceptar la Voluntad de Dios, como fue la Voluntad de Dios traer a Su Hijo a la Tierra para enseñarles la Escuela del Amor y de la Redención.

Vuelvo a reunir en este tiempo a los que estuvieron Conmigo en algún momento, sea en la vida consagrada, o en la vida del espíritu; en la vida del servicio, o en la vida abnegada; en la vida misionera, o en la vida orante.

Que ese compromiso sea revivido por los que despiertan.

Que ese compromiso sea reconfirmado por los que ya despertaron, para que se siga cumpliendo la Voluntad del Creador en estos tiempos críticos.

Mi Corazón abrazará al Medio Oriente y a todos los que se encuentren en ese lugar, no importando su condición o su condenación. Porque en verdad, compañeros, Mi Misericordia es muy grande y aún desconocida. Mi Misericordia es tan grande, que Mi Sangre se dejó verter en la Cruz gota por gota, dolor por dolor y angustia por angustia, para disolver el mal de la humanidad y su condenación eterna.

Es el tiempo de dar a conocer Mi Amor al mundo. Y que los demás pueblos y razas sepan que los amo, como los amo a ustedes.

Que anuncien que estoy volviendo al mundo por segunda vez y que el Reino celestial se reaproximará a la Tierra junto a los ángeles y arcángeles, para poner fin a la perdición de la humanidad y para disolver las tinieblas por la intervención del poderoso Padre San Miguel Arcángel,  de San Rafael Arcángel y de San Gabriel Arcángel.

Los anunciadores de la Palabra de Dios retornarán a la Tierra, como fue en el principio del pueblo antiguo del Medio Oriente.

Y a partir de allí se escribirá una nueva historia y se borrará el sufrimiento, trayendo del Cielo los Libros de Dios abiertos, para mostrarle al mundo Su nuevo Propósito en la Nueva Humanidad.

Bienaventurados serán los que vivan las profecías y se regocijen en ellas, porque el Señor, el Todo Poderoso, le mostrará Su Poder a los humildes.

Con esta Luz que traigo extiendo la Paz hacia la Tierra, renovando este ciclo y este momento para todos; dando la chance a los que están confundidos, de poder retornar a Mi camino antes de que el Portal se cierre.

Que se eleven los corazones hacia Mi Iglesia celestial y que en comunión con la vida de cada ser, todo sea renovado.

El Universo de Dios desciende a la Tierra y en este simple lugar, las almas siempre encontrarán a Dios. Aunque Mi Presencia no sea aceptada, Yo siempre aquí estaré para abrazarlos con la Luz de Emmanuel.

Vengo a bendecirlos con la Palabra de Vida. Vengo a ungirlos con el soplo del Espíritu. Vengo a bautizarlos con el Agua que brotó de Mi Costado en la Cruz, como parte de la Fuente de la Divina Misericordia, para que sean santificados por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Hoy no existen fronteras ni separaciones entre las naciones y los pueblos. El amor que Yo pude ver aquí es el que necesito para renovar los tiempos y sobre todo, a la humanidad. Es el amor de los que se congregan dentro de Mi Iglesia celestial para comulgar de la Llama de la Santísima Trinidad, junto a los Ángeles de nuestro Padre-Madre Creador, Emmanuel.

Hoy, los Elohim, llamados seres resplandecientes del Universo mental, los Ángeles de Dios, testimonian con Su puño y letra que Mi misión en Egipto será realizada por la receptividad y la oración de las almas que colaborarán para que eso sea posible y así, Mi gran Espejo de la Misericordia se encienda en Medio Oriente.

Alegren sus corazones porque están siguiendo el camino correcto. No habrá otro lugar que Me represente en la Tierra, sino este. Porque vuelvo a decirles, compañeros, vengo fuera de Mi Iglesia para llamar a los rebaños que más Me necesitan y que Mis representantes no han sido dignos de acogerlos con castidad.

Que el amor de los simples promueva la Paz en la Tierra.

Que el servicio de los humildes restaure a los Reinos de la Naturaleza.

Que la oración de los que se congregan en comunidad y en luz, transforme los tiempos, a fin de que el Cetro del Hijo de Dios descienda a la Tierra para poner fin a la maldad humana.

Y ahora elevaré al Cielo esta ofrenda que han colocado a Mis Pies, porque en verdad todo pertenece a Dios, nuestro Padre, que está en los cielos y hoy escucha con atención la Voz de Su Hijo y de Sus compañeros, a fin de que un grano de Su Reino celestial se siembre en esta humanidad, para que la humanidad sea recreada por medio del amor y del bien entre los hombres.

Que todo sea santificado y que todo sea elevado bajo el Rayo de la Transubstanciación. Y que a los pies del Altar de Dios sea colocada la ofrenda de cada corazón humano, en esta tarde.

En el silencio, compañeros, pueden hacer su ofrenda ante Mi Iglesia celestial. Los escucho en el silencio de la oración.


Padre Celestial, que a todos conduces,

acepta nuestra oferta de entrega a Ti.

Guíanos por el camino del amor,

para que Tu Voluntad sea hecha.

Amén. (x3)


La oferta ha sido aceptada.

Los que hoy serán bautizados serán iluminados, y al ser iluminados, se convertirán.

Los que hoy serán ungidos recibirán la Gracia que tanto esperan, pero por ella deberán orar.

Padre, que Te has hecho pequeño para que el mundo Te comprendiera y así pudieras ingresar en la esencia de Tus hijos a fin de que te vivificaran y exaltaran Tu Nombre, para siempre, a la mesa de estos nuevos apóstoles Míos, hoy Te vuelvo a declarar, mediante esta fórmula sagrada que Tú has dictado al humilde Corazón de Tu Amado Hijo.

Que escuchen los mundos internos lo que hoy declara su Rey y Señor del Universo: Les pido que tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón y la remisión de los pecados.

Señor Mío y Jesús Mío, que escuchen las almas de la Tierra la Voz de su Maestro y Señor, el Cristo Vivo, que les dice: Tomen y beban todos de Él, porque esta es Mi Sangre, que fue derramada por los hombres para el perdón de los pecados.

Les pido, que por los tiempos que vendrán y los acontecimientos que llegarán, hagan esto en Mi memoria a fin de que la Paz y la Misericordia de Dios estén presentes en el planeta.

Señor Mío y Dios Mío, este es El que ha dado la vida por todos y que ha resucitado para volver al mundo en espíritu y divinidad, a fin de transfigurar la Tierra en una humanidad redimida.

Padre Nuestro...

Y como les dije a Mis apóstoles, Mi Paz les dejo y les doy Mi Paz, porque siempre su Maestro y Señor mirará la fe de los miembros de Su Iglesia celestial a fin de que todo sea reparado y la humanidad sea curada de su enfermedad espiritual.

Que esta Paz sea llevada a Egipto y a los lugares que fueron encomendados por su Maestro y Señor y por Su dulcísima Madre, la Santísima Virgen María, para que Sus Corazones de Servicio y de Humildad, de Amor y de Esperanza, lleguen a todo el mundo. Amén.

Dense ahora la paz.

Que la paz repueble a la Tierra de esperanza y que la esperanza renueve a los corazones que aspiran a alcanzar la Misericordia de Dios.

Con las voces de sus corazones hoy deseo expandir, por medio de una canción, la lluvia de amor en todo el planeta, dando la bendición al mundo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por estar Conmigo en la simplicidad del corazón y de la vida.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LISBOA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Con Mis Pies despojados y puros, piso lo que ocasiona dolor y tristeza en Mis hijos. Me afirmo, en nombre de Dios, sobre la serpiente y le hago sentir el Poder del Creador, para que así sea aplacada.

Con Mis Manos unidas en oración, imploro por el planeta y por cada alma de este mundo, sin dejar de guiar y de acompañar a quienes invocan Mi auxilio.

Con Mi Manto luminoso, irradio el Reino de Dios para que las almas lo distingan y, reconociéndolo en su interior, se animen a ingresar al Corazón de Dios.

Con la Corona de doce Estrellas sobre Mi Cabeza, instauro los Atributos de Luz para el mundo y envío en misión a los ángeles del Cielo para que siembren en la humanidad todo lo que la hará más fraterna, servicial y pacífica.

Con Mi Mirada de Amor hacia el mundo, imploro intensamente por los que están perdidos en la vida material y con Mi Divina Mente elevo lo que está caído a fin de que se cumpla la Ley de la Redención.

Es así que estoy con Mi Consciencia desdoblada, para abarcar todo, más allá de este mundo y de esta humanidad, porque Mi Propósito es que todos puedan vivir la Voluntad Suprema.

Por eso, vengo en auxilio de todos los que Me dicen sí.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

¡Paz, eso es lo que le falta al mundo! 

Por eso, hijos, con Amor y Misericordia vengo a establecer el Reino de la Paz de Dios y así desterrar de esta humanidad las acechanzas de una crueldad interminable. 

Yo vengo para enseñarles sobre el amor, la constancia y la paz, síganme con confianza y no teman, están en Mi Corazón y Yo estoy con ustedes todos los días de la vida. 

La tensión diaria cesará. Esa es Mi promesa para los orantes y los buenos. 

Sean mansos y perdónense, así las uniones internas con el universo no se cortarán. 

No teman por Mi adversario, su juego de mentira y confusión nunca llegará a reinar. 

Por eso, con Mis pies piso la serpiente del engaño terrestre y les doy Mis Gracias como un bálsamo de Luz para sus vidas. 

Hoy descansen en Mis brazos y duerman, duerman en el espíritu de Mi maternidad y protección.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los anima a vivir el Plan de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, VIRGEN DE LAS SIETE ESPADAS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El Apostolado de María

Mi Espíritu Inmaculado proviene de la Luz del Corazón de Dios; desde allí surgí en esencia divina y casta y llegué a la Tierra para cumplir una gran misión, la de ser Madre del Hijo de Dios y después ser Madre de la Humanidad.

Aprendí en pureza a través del santo amor; de ese amor divino nacieron los dones del espíritu, aquellos que ayudaron a concretar la misión del Plan del Creador. A los ojos del universo espiritual y angelical Yo fui concebida y Dios gestó en Su Divino Pensamiento la proyección del amor materno, aquel amor intransferible que sería capaz de vencer el temor y la Cruz.

A los doce años, Yo ya Me encontraba obrando a través del ejemplo vivo de la Familia Sagrada de Ana y Joaquín. El antiguo pueblo de Israel fue concebido como esencia principal de vida, el pueblo era el que recibiría la venida del Mesías.

Los ángeles del Señor guiaron todo el Propósito; en sus oraciones se expandía el misterio de la Fe de Dios y en sus silenciosos trabajos se expresaba el servicio inmediato al mundo entero.

En aquel tiempo, el Padre Eterno acompañó el advenimiento de Cristo, por eso Mi santo vientre fue el receptáculo purísimo para recibir al Espíritu de Dios.

Cuando el Arcángel Gabriel descendió del universo a Mi encuentro, fue la primera vez que la luz más profunda de Adonai se volvió a expandir por toda la Tierra. Gabriel Arcángel fue quien anunció la palabra de salvación y de redención para el mundo. El Ángel del Señor trajo consigo los mundos superiores y, en Su presencia ante María, cambió las leyes de la humanidad volviéndola una raza redimible.

Cuando Gabriel Arcángel proclamó Mi Eterna Gracia, Mi Consciencia fue en ese momento la columna de luz que depositó la nueva consagración para todas las mujeres. María fue quien renovó en virginidad la esencia maternal en todo ser femenino y Ella fecundó en Su vientre la Misericordia Infinita de Dios.

Por eso, Mi Gracia no tiene fin; dichosa de aquella alma y de aquel corazón que proclame Mi nombre bendito.

Después de la Resurrección de Jesús, comenzó la expansión espiritual de la tarea de María. Les cuenta Mi Inmaculado Corazón, que cuando Cristo ascendió, la Madre de Dios en Su Gracia asumió la Obra como Corredentora junto a Su Hijo; y desde allí nacieron las vertientes de Misericordia Universal a través de los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José.

En aquel tiempo Cristo Me confió a la humanidad entera, para que a través de la Gracia Maternal y del Amor Divino todas las generaciones, después de Israel, pudieran reconocerme como la Virgen, como la Madre de Dios, como la Intercesora de la humanidad.

Cumpliéndose la Anunciación del Arcángel Gabriel, Jesús desde los Cielos superiores Me encomendó guiar a la humanidad. Por eso, cuarenta años después de la Ascensión de Cristo, Mi Espíritu y Mi cuerpo se glorificaron durante la Asunción y más tarde se fundieron al Altísimo durante la Coronación universal.

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo derramaron el poder de los dones de la Santísima Trinidad, para que ahora la Madre de Dios venciera a la serpiente del mal; aquella serpiente que desde los Adanes y las Evas desvió el proyecto del Padre.

Por eso Dios honró a Su humilde Sierva y la coronó con doce estrellas, para que desde los doce universos y desde los doce coros celestiales, Ella guiara el propósito redentor de Cristo para toda la humanidad.

También el Creador le entregó a la Madre del Mundo el poder de Sus Siete Espadas, para que a través del amor, de la cura, de la fe, de la reconciliación, del perdón, de la transmutación y de la liberación salve, por medio de Su Santa Gracia, a la humanidad hasta que llegue el retorno de Su Hijo.

Así, Dios le pidió a la Madre Santísima que fuese al mundo nuevamente, que revelara los secretos que permitirían la Redención y la Misericordia y que apareciera en todos los lugares y tiempos del mundo para anunciar a la humanidad la advertencia de cambiar.

En nombre de la Voluntad Suprema todo fue cumplido y, a lo largo de los siglos y de los años, la Madre de Dios ha venido al mundo para llamar a todos Sus hijos. Ahora la Mujer vestida de Sol viene con Sus Siete Espadas, las que son invencibles, para guiar a los rebaños de Cristo hacia el portal salvador.

Y ahora Mi Espíritu se encuentra aquí, entre ustedes, Mis queridos hijos.

¿Han comprendido después de siete años continuos por qué Yo todavía estoy aquí?

¿Han reconocido Mi principal mensaje y llamado?

En cada lugar del mundo que Yo he aparecido he dejado una advertencia y un pedido principal. Aquí, en el sur de América, después de Medjugorje, Yo vengo a completar Mi tarea de final de tiempo y advertir, al Uruguay y a las naciones hermanas, que deben seguir los pasos de Dios y no los de los hombres.

Por eso vengo en este último tiempo para consagrar corazones y soldados, a aquellos que se animen a ir Conmigo hasta los infiernos y salvar a todos los que se pierden segundo a segundo. Vengo para revelarles el poder de Mi Concepción y para demostrar a toda la humanidad, desde aquí, cuál era en verdad el deseo profundo y la Voluntad Infinita de Dios para esta raza.

Para que esos misterios sean conocidos por todos, Yo vengo como la Nueva Aurora, la que trae en Su regazo el nacimiento de la Nueva Humanidad.

Yo Soy la Madre de la Divina Concepción, la que les revela el Poder, la Misericordia y la Liberación que concibió el Santo Padre, el Hijo Primogénito y el Espíritu Santo. Dichosos de los que escucharon en esta noche Mi mensaje con atención y guardaron Mis últimas palabras de salvación para este fin de año.

Por eso, los que aún no se animaron a seguirme, ¡que Me sigan! Yo solo los llevaré a Jesucristo y Jesucristo los entregará en los brazos de Emmanuel.

¡Que se abran los Universos celestiales!

¡Que descienda en Gloria el Santo Espíritu de Dios!

Celebremos con gozo y plenitud, el día de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, para que la Iglesia de Cristo no pierda el llamado de Mi voz. Los tiempos llaman a la unificación de los credos, de los pueblos y de todos los corazones de la Tierra, eso los liberará pronto de todo mal.

Los bendice bajo la Luz suprema,

Vuestra Santa Madre María, Señora de las Siete Espadas y del Cono Sur

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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