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Escucha a tu corazón y encuentra la Verdad. Aspira todo el tiempo a reencenderte a través de ella para que siempre recuerdes lo que eres esencialmente y no lo que te sucede superficialmente en la vida diaria.
Recuerda tu origen y tu filiación con lo Alto, y sostente a través de ese recuerdo inquebrantable que te ayudará a seguir despertando la confianza en Dios y en Su divina Misericordia.
Así, renuévate y no te atormentes por los errores. El Padre Eterno ya conoce la imperfección del Proyecto humano y todas las experiencias de vida que llevaron y que aún llevan a la humanidad por un sendero oscuro.
Emerge de este mundo como una luz interior que ayuda en la sublimación de tu consciencia y a tu alrededor.
Haz uso de la herramienta de la oración para que ella siempre disipe y retire de ti cualquier duda o inquietud y, al fin, sumérgete en el Océano de la Misericordia y permite que, de tiempo en tiempo, todo sea redimido.
Reconócete, de una vez y para siempre, como un digno hijo de Dios, así estarás siendo tocado por la Gracia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los que ya despertaron – Parte II
A los que ya despertaron, les corresponde sostener la llama de la fe por los que no lo consiguen por sí mismos.
A los que ya despertaron, les corresponde confirmarse todos los días ante la Jerarquía, para que nunca se pierda el impulso de la renovación constante.
A los que ya despertaron, les corresponde responder de inmediato, sabiendo que cada ayuda, que amorosamente es ofrecida, construye y manifiesta el Plan.
A los que ya despertaron, les corresponde ser humildes y vaciarse un poco más cada día, para que el fuego del servicio los aparte de la comodidad y de la indiferencia.
A los que ya despertaron, les corresponde siempre decir sí, para que todo lo que está en lo Alto descienda completamente al mundo, sin obstáculos ni interferencias.
A los que ya despertaron, les corresponde ser celadores y guardianes de todas las manifestaciones, es decir de los Centros Marianos y de las Comunidades-Luz, porque eso permitirá que la Jerarquía siempre esté presente, ya que esa actitud de cuidado y de mantenimiento de la manifestación será el reflejo de lo que hay en cada ser interno.
A los que ya despertaron, no les corresponde reclamar ni juzgar. Se entiende que los que ya despertaron son considerados almas en servicio y posibles Cristos del nuevo tiempo.
A los que ya despertaron, no les corresponde bajar los brazos, sino al contrario, mantener la aspiración en lo Alto para que los tesoros del Padre continúen descendiendo a la humanidad.
A los que ya despertaron, les corresponde ser pacientes, amables y perseverantes, y en todo colocar el Amor enseñado por Cristo.
A los que ya despertaron, no les corresponde omitir, mentir o influenciar. Un ser que ya despertó a la Jerarquía trabaja diariamente en su transparencia interior y en su constante pureza.
A los que ya despertaron, les corresponde ser fieles a la Jerarquía y erradicar cualquier traición. Eso ayudará a que los tesoros de la Jerarquía estén en buenas manos.
A los que ya despertaron, solo les basta Dios y nada más, porque en Dios encontrarán todo lo que necesitan y así conseguirán estar libres de sí mismos, totalmente donados y confiados de que todo está en las Manos de Dios, sincera expresión de Su Divina Voluntad.
¡Les agradezco, por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Segunda Serie de Poemas
Décimo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Libera mi alma, querido Jesús,
de todas las invenciones del mundo,
que ella pueda despertar
a la pureza y al amor compasivo
por medio de Tu divina
y poderosa intercesión.
Señor, hazme libre
de resentimientos y de culpas.
Construye a través de mi servicio a Ti
todos los planes y dones
que Tú, amado Señor,
has pensado.
Conságrame a Ti, Señor,
aun en los momentos de prueba
y de desafíos de la vida.
Hazme partícipe
del Sacramento de la Reconciliación,
y que todos los días yo pueda
confesarme Contigo abiertamente
para que mi pequeño espíritu sea renovado
todo el tiempo que Tú,
Maestro del Amor,
consideres.
Abrázame, Señor,
en las noches de frío.
Cobíjame, Señor, en Tu regazo
para que cerca de Tu Corazón bondadoso
pueda adorarte como el gran Templo vivo
y divino de Dios.
Te doy las gracias
por concederme Tu eterna Paz.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Séptimo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Delante de Ti, postrado, Señor,
aspiro a alcanzar Tu misma simplicidad para que,
bajo ese espíritu soberano y amoroso
yo lleve adelante Tus Designios
y Voluntades.
Hazme capaz, Señor,
de amarlo todo
así como Tú, Dulce Pastor,
amas a cada una de Tus ovejas.
Entrégame con confianza
la prueba que Tú
has pensado para mí
a fin de que yo pueda crecer en el amor
y desvanecer de mi consciencia
toda soberbia y arrogancia.
Hazme semejante a Tus siervos,
disponibles en el amor,
entregados en el servicio,
abiertos a Tu Misericordia y a Tu Perdón.
Que Tú puedas
curar a este ser profundamente
y que puedas llegar hasta los espacios
en donde ni siquiera logro percibir la realidad.
Sé que Tú, querido Jesús,
lo puedes todo.
Acepta mi pequeñísima oferta,
en comparación con la oferta
de todo el Universo.
Convierte dentro de mí
todo lo que no está bien
y ábreme la puerta segura
para que mi alma se pueda sumergir
en el océano de Tu Divina Consciencia.
Que nunca deje de sonreírle
a la vida que Dios me ha entregado.
Concédeme, Señor mío,
la fuerza de Tu renovación
para que la humanidad sea renovada
en espíritu y esencia,
y así vivamos la redención
tan esperada.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Quinto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
libérame definitivamente
de mis miserias putrefactas.
Lávame completamente,
por dentro y por fuera,
con el Agua bendita
que brota de Tu Sagrado Corazón.
Límpiame y libérame
de todos los atavismos
para que renovado
por Tu Espíritu
consiga, de una vez y para siempre,
dar los pasos en Tu Camino redentor.
Descomprime las presiones de la vida.
Jesús mío,
coloca Tu santas Manos sobre mí
e imponiendo el poder
de todo el Universo
exorcízame, Señor,
para que finalmente
me libere de las amarras
y de todas las prisiones de la vida.
Déjame a Tu lado, Señor.
Déjame cerca de Ti
y renuévame todo el tiempo
sin que pierda la Gracia
de transformarme día a día.
Bajo Tu Luz paternal
cierra todas las puertas inciertas
que se hayan podido abrir.
Cierra dentro de mí
cualquier estado incierto
que me separe de Tu Divino Amor.
Concédeme, Señor,
la oportunidad de vivirte y de sentirte.
Concédeme la Gracia
de poder estar en comunión Contigo
después de haber sido purificado.
Concédeme la Misericordia que necesito
para poder aprender a perdonarme a mí mismo
y a mis hermanos.
Construye en mí, Señor,
la Nueva Hermandad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esa alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Nunca dejes, hijo Mío, que la paz salga de tu corazón.
Nunca permitas que la paz del universo salga de adentro de ti; fortalécete en ella y siempre encontrarás la guía para las circunstancias de la vida.
Deja que la paz obre dentro de ti y haga su trabajo. Encuentra en este camino la posibilidad de crecer y de amar.
La paz del universo te llevará a la sabiduría, porque la sabiduría está impregnada del Amor de Dios.
Amor y sabiduría son corrientes divinas que permean la esencia de la paz, la que todos los seres de la Tierra deben aprender a vivir y a encontrar de ciclo en ciclo.
La paz construye lo nuevo y así todo se renueva, todo se restaura, todo participa de un impulso mayor.
Que la paz sostenga a los mundos internos para que en las almas se alcance el momento de la cura interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Segunda Serie de Poemas
Cuarto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor mío,
que los Rayos de Tu Corazón
disuelvan cualquier posible
ceguera espiritual en mí,
para que tenga la dicha
de reconocer Tus humildes pasos.
Hazme valiente
así como Tú lo fuiste, querido Jesús,
en cada paso de la Cruz.
Que no tema cargar
con mis propias miserias,
que tema no poder encontrarte.
Pero sé que como Tú eres
bondadoso y misericordioso, Señor,
me concederás la Gracia de encontrarte,
de sentirte y de reconocerte
en mi mundo interior.
Que Tú seas esa Llama Divina
dentro de nosotros
que todo transmuta y purifica.
Aléjame, Señor,
de las ilusiones de la vida,
de todo lo que sea superficial.
Que nunca pierda la sed
de beber de Tu Sangre
y de comer de Tu Divino Cuerpo.
Hazme semejante a todos
Tus humildes siervos y mártires
que dieron hasta el último
minuto de sus vidas
por reconocerte y dar testimonio de Ti.
Que no le tema a los desiertos
en los cuales Tú me coloques.
Que no le tema a la aridez
ni a la falta de sensibilidad
o de ánimo.
Solo te pido, queridísimo Jesús,
que me renueves,
que me redimas,
que hagas en mí
según Tu Palabra y Tu Voluntad,
porque así conoceré la libertad
y la alegría infinita
de servirte hasta el final.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Tercer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Lo afirmo, Señor:
sé que Tú lo puedes todo en mí,
aunque a veces pueda hacerme caer
la indiferencia o la arrogancia.
Sé que Tú, Señor, lo puedes todo,
y algún día romperás
con Tus propias Manos
esta dura piedra de la condición humana,
y en ese día Tu Gloria, Señor,
me liberará de todo mal.
Mientras tanto, Señor,
Tú que conoces nuestras
más profundas miserias y errores,
te pido, Amado mío,
hazme partícipe de Tu Gracia eterna
a fin de que yo pueda renacer
por la intercesión de Tu Sagrado Corazón.
No dejes de mostrarme la verdad, Jesús.
Por más que me duela, no será semejante
al dolor de los clavos que Tú soportaste
en Tus purísimas Manos.
Hazme pequeño
entre los más pequeños,
hazme invisible, Señor,
para que mi arrogancia
y mi soberbia desaparezcan.
Escóndeme, Señor,
dentro de Tus luminosas Llagas
y redime, por dentro y por fuera,
todo este imperfecto ser.
Porque sé, Jesús mío,
que algún día triunfarás
y me colocarás con toda autoridad
donde más me necesites.
Ha llegado la hora, Señor,
de que ya no sea más yo el que viva,
desee, aspire o espere,
sino, querido Jesús,
ha llegado el momento
de que Tú seas en mí.
Déjame, Señor,
morir por dentro,
así como Tu humilde Madre
murió Contigo en cada momento
a los pies de la Cruz.
Revélame, Señor,
el valor incalculable de Tu Amor
para que, despojado de todo,
siempre te diga “sí”.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Décimo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Sálvame, Jesús mío,
de mí mismo, de cualquier acción,
hecho o pensamiento
contrario al Tuyo.
Sálvame, Señor,
de mis ideales
y de mis propios juicios de valor,
para que pueda representarte
según Tu Voluntad.
Sálvame, Señor,
de toda adversidad
interior y exterior.
Sálvame de toda oscuridad
que pueda reinar dentro de mí,
y disuelve con Tu Poder
todo lo que sea contrario
a Tu Luz y a Tu Amor.
Déjame, Señor,
que te pueda reconocer
dentro de mi corazón,
como ese amor y esa paz inalterables,
perpetuos y eternos,
rayos que provienen de Ti
y que todo lo renuevan.
Permíteme rendirme a Ti, Señor,
cuando más lo necesite
y hazme conocer el poder
y la sabiduría amorosa
de Tus misterios.
Déjame a Tu lado,
para que pueda sentir
el perfume de Tu Amor
y, sobre todo,
el latir constante de Tu Corazón.
Que en cada sacrificio,
mi vida se renueve
y sea una victoria más
para la humanidad y el planeta.
Que en cada entrega
todo sea ofrecido en honra
a Tu Divino y Eterno Corazón.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que Mi Corazón de Paz sea la guía que los lleve a Cristo
Hijos Míos:
Vengo en un tiempo de caos, de ignorancia y de indiferencia para con Dios, para con Su Plan y Su Verdad, para abrir los ojos de una generación que se está perdiendo en las heridas y en las memorias del pasado.
Vengo para revelarles un Propósito Divino que borra para siempre de sus consciencias los obstáculos que los separan de Dios.
Y ese mismo Propósito les revela no solo lo que el Corazón del Padre les ofrece, sino sobre todo, hijos, los aproxima a la Verdad del Corazón de Dios. Verdad que estuvo oculta a lo largo de toda la evolución humana y que ahora debe revelarse.
Vengo como la Madre del Mundo, como su Madre Universal, para que comprendan que no solo la eternidad, después de esta vida, está llena de misterios, sino que la vida en sí guarda secretos que aún no fueron revelados, guarda verdades que están comenzado a emerger en este tiempo, como una última oportunidad de despertar para las almas.
Mi Corazón no les ofrece nada más que el despertar al camino de la oración, de la entrega, del servicio y del sacrificio. Y es ese mismo camino el que abrirá en sus vidas las puertas a lo nuevo y traerá, finalmente, el sentido que sus almas esperaban conocer sobre la existencia de la vida sobre la Tierra.
Ya pueden sentir y percibir la propia ignorancia, no solo ante el Universo y la Creación, sino también acerca de sí mismos.
Lo que vengo a hacer en estos tiempos, hijos Míos, es a abrir sus ojos mediante el poder de la oración para que, transformados bajo el espíritu de la humildad, puedan adentrar en la verdad que habita dentro de sí, un Universo tan vasto y tan amplio como el que ven en una noche estrellada en el cielo de la Tierra.
Como la inmensidad del Cielo, como la infinidad de las estrellas, así también es dentro de cada uno de Mis hijos, porque Aquel que los creó a Su imagen y semejanza, es infinito y desconocido.
La semejanza con Dios no se limita a la apariencia del hombre. La semejanza con Dios se guarda en un misterio profundo que habita en sus corazones y que guarda en sí el verdadero motivo por el cual Dios creó a esta humanidad.
Cada ser de esta Tierra, hijos Míos, es un potencial renovador de la Consciencia Divina. De sus más profundas y sinceras experiencias de amor, el Creador extrae su renovación, la recreación de Su Creación Divina.
Sé que este es un misterio casi incomprensible para las criaturas de la Tierra, pero esto es así debido a la gran ceguera e ignorancia de la humanidad.
Para adentrar en los Misterios celestiales deben tener un corazón humilde y simple, y su Madre Celeste les concede ese corazón mediante la oración que los transforma, por dentro y por fuera, que transforma sus vidas y, como consecuencia de eso, la vida sobre la Tierra.
Vengo como su Madre Divina para conducirlos de la mano hacia un Propósito Superior.
Quiero, hijos Míos, que en este último tiempo de despertar no solo conozcan a Cristo, sino que sean en Cristo aquello que Dios pensó para sus vidas y para este mundo.
Aún están a tiempo de transformar a este planeta en un planeta sagrado, de construir y de habitar las Islas de Salvación que servirán como principio de lo nuevo cuando llegue el tiempo.
Pero eso, hijos amados, comienza en lo pequeño y en lo verdadero; comienza con el rosario en sus manos y el corazón en Dios; comienza con el servicio sincero y el verdadero interés de que sus hermanos también reciban lo mejor; comienza escuchando las Palabras de Dios a través de Sus Mensajeros y siguiendo y viviendo esas Palabras, porque cuando menos lo esperen ellas estarán vivas y consolidadas en su mundo interior.
Y será allí cuando todos los ojos que los vean encontrarán un ejemplo y todos los corazones, que los sientan, sentirán a Dios porque ustedes serán llamados Sus instrumentos, Sus compañeros.
Hoy les revelo un camino y les tiendo Mis Manos para que Me permitan conducirlos hacia lo nuevo, al eterno e insondable Corazón de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado y por seguir Mis pasos de Madre y Peregrina!
Las almas que despiertan están en júbilo y el planeta siente alivio en su corazón.
Todo esto se da por el esfuerzo de cada uno de Mis hijos.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con alegría vengo al mundo y especialmente a Polonia, la tierra amada de San Juan Pablo II, para bendecirlos y llevarlos nuevamente hacia Mi Gracia, a fin de que por medio de estos encuentros de paz su Madre y Señora de Czestochowa pueda seguir obrando y reparando los corazones que más necesitan.
Con Amor Materno regreso a Polonia para infundir aún más la Misericordia de Mi Hijo e interceder por medio de la Fuente de Su Compasión.
La Madre de Dios llega a Polonia para hacer revivir los atributos de su cultura y de su pueblo, llevando cada uno de estos atributos a la sublimación de la consciencia y, así, recuperando los valores de la fe y de la unión con Dios.
En este día especialmente desciendo para establecer un poco más de paz y de perdón en las almas, almas que necesitan reencontrar el camino de la unión con Dios, para así poder vivir los principios de Su Gracia y de Su Misericordia.
Como Madre de todos vengo para testimoniar que es posible avanzar y vivir con la esperanza de poder reencontrar a Dios de tiempo en tiempo y estar en comunión con Él.
Como Madre y Patrona de Polonia vengo para derramarles la Sabiduría de Mi Corazón Maternal, un Don que, viviendo en ustedes, permitirá seguir restaurando y reparando toda la consciencia de su pueblo.
La Sabiduría de la Virgen de Czestochowa los ayudará a llevar adelante el Plan de Dios para su nación y su pueblo, mediante la devoción incalculable de sus corazones por los Nuestros y también por los santos que el Padre ha enviado a su patria para ayudarla, como fueron Santa Faustina y San Juan Pablo II.
Por medio del modelo de vida de estos santos que muchas más vocaciones puedan despertar en el seno de la Iglesia de Cristo y en la fe de todos los hijos de Polonia.
Como Madre de todos vengo para restablecer uno de los principios de los Designios de Dios para su patria, sabiendo que en este tiempo será imprescindible sostenerse con la fe y la confianza en Dios, para también restaurar a la Iglesia y a sus creyentes.
Por eso, como Madre y Señora de Czestochowa, regreso a Polonia a fin de reconstruir el espíritu de amor de su humanidad y así propagar, desde aquí hacia el mundo, la devoción de todos ustedes, hijos Míos, a Mi Inmaculado Corazón.
Mis Manos de servicio, caridad y bien, hoy vienen llenas de Gracias para derramarlas sobre ustedes, Mis queridos hijos, y para que estas mismas Gracias se propaguen en las naciones del mundo que necesitarán de su fe y de su oración para establecer la paz.
Yo los conduzco por este camino de sabiduría y de amor para que las almas sean ayudadas y contempladas en la Misericordia de Dios.
Aún hay tiempo para poder ingresar en esa Fuente de compasión y de alivio que ofrece Mi Amado Hijo para el mundo entero.
Por medio de esta renovación que hoy les traigo Yo los invito a vivir el nuevo tiempo, el tiempo de saber cumplir el Plan de Dios en ustedes mismos, para que después se cumpla en el mundo entero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los renueva,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Czestochowa
Reposa tu corazón dentro del Mío, para que siempre puedas alcanzar la paz.
Reposa tu vida en Mis Brazos, para que Yo siempre te pueda consolar.
No hay nada en tu existencia que no tenga sentido.
Todo lo que vives es parte de un designio y todo lo que escoges es parte del camino del sufrimiento; porque podrías no estar escogiendo el camino de Dios, plenamente.
Todo lo que le entregues a Dios siempre será reconocido por el Universo y por la Creación.
Todo lo que hagas por el Plan de Dios y su cumplimiento, por más pequeño que parezca, es reconocido y honrado en los Cielos.
Deja, entonces, que en esta hora crucial del planeta Yo moldee tu vida completamente, para que aprendas a vivir Mi Voluntad y así aprendas a cumplirla como está escrito.
Deja, entonces, que en tu entrega Yo pueda renovarte e indicarte el camino; que Yo pueda cambiar tus preferencias y gustos por algo mayor y más evolutivo.
Sé que no es fácil, pero no es imposible si en verdad tu Maestro Soy Yo y no otro.
Quiero que sientas en estas palabras Mi más pura verdad, sin ofensas ni juicios.
Quiero que puedas caminar a Mi lado, buscando todos los días ser un poco más transparente contigo mismo, con la vida y con todo lo que te rodea. Así serás un verdadero apóstol de Mi Misericordia y de Mi Piedad, y no tendrás un corazón tibio o duro.
Cree, por encima de ti, que Yo todo lo puedo.
Ábreme la puerta para que pueda entrar y así transformar tu vida según Mis designios.
Anímate a perder el control en lo material y en lo espiritual.
Ríndete a tu Señor todos los días.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Yo Soy el Señor de la Eucaristía y por medio de Mi Divina Misericordia llevo a todas las almas hacia el Reino del Amor y de la Unidad.
Soy el Señor de la Eucaristía para que Me veneren y honren en todos los sagrarios de la Tierra.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, anuncio en cada nueva Comunión la redención de la humanidad y del planeta.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, convierto a los corazones endurecidos, atraigo hacia Mi Divino Espíritu a todos los que necesitan amor y perdón.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, establezco en el mundo los tiempos de paz y de cooperación entre las almas.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, renuevo a las consciencias que infunden y viven los Sacramentos como el mayor testimonio para la redención espiritual de la humanidad actual.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de ella, imparto Gracias hacia los cuatro puntos de la Tierra, trayendo la Misericordia y la Redención.
Soy el Señor de la Eucaristía y, por medio de los que adoran, transmuto la condición humana y toda adversidad interna o externa.
Soy el Señor de la Eucaristía y a quien Me busca le concedo la paz interior.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que la paz del corazón sea inalterable.
Que la paz del corazón esté en comunión con el Divino Cuerpo de Cristo.
Que la paz del corazón trascienda los límites de la materia y supere cualquier indiferencia.
Que la paz del corazón atraiga hacia el mundo la renovación absoluta y la sabiduría en los últimos tiempos.
Que la paz del corazón se irradie a todos los confines de la Tierra y que las almas sean tocadas por la Paz del Redentor.
Que la paz del corazón genere mansedumbre y sosiego en los que lo necesitan.
Que la paz del corazón sea la oración permanente de los que, con devoción y amor, claman al Señor.
Que la paz del corazón conceda la cura interna del alma y la sanación del espíritu.
Que la paz del corazón establezca la reconciliación entre los pueblos y la unidad entre las naciones.
Que la paz del corazón participe en cada espacio de la vida y que esa paz promueva, en todos, la alegría de servir al Plan de Cristo.
Que la paz del corazón disipe las interferencias y transmute los obstáculos.
Que la paz del corazón abra las puertas de los Cielos en la Tierra y que los ángeles renueven a la humanidad con los Dones de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Corazón paciente se reconforta por los corazones jóvenes que ofrecen sus vidas por Mí y, a pesar de que no tengan consciencia del valor que esto tiene para Mí, Yo los impulso siempre a la renovación de sus sentidos y formas.
En las jóvenes vidas, que se consagran a Mí, deposito Mis preciosos códigos de ascensión y de trascendencia para que ellas alcancen nuevas esferas de consciencia y de madurez.
Mi Corazón se reconforta porque por medio de los más jóvenes que se consagran a Mí completamente, Yo puedo llevar sin obstáculos los planes de Mi Obra y todo se renueva cuantas veces sea necesario.
Por intermedio de los jóvenes que se consagran, se puede abrir siempre un portal de consciencia y de elevación, ya que en ellos se puede gestar el Plan de Dios sin que la mente obstruya el Divino Pensamiento.
Mi Corazón se reconforta en los más jóvenes porque en ellos todo es posible realizar; más aún cuando existe apertura y están libres de resistencias.
Con esa libertad de las almas, que Yo alcanzo, puedo hacer prodigios no solo en esas consciencias, sino también en toda la humanidad.
Mi Corazón se reconforta y se alegra cuando la juventud responde al llamado porque, así, siempre tendré el permiso de guiarlos y de acompañarlos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Crece de corazón, alma y espíritu, porque el mundo agoniza y necesita del potencial que Dios hace nacer en ti.
Crece de corazón, alma y espíritu, y ya no seas un niño en este camino, buscando tu beneficio y suplir tus necesidades.
Crece de corazón, alma y espíritu, porque de ti, que escuchas la Voz de Dios, dependen muchas definiciones en este tiempo.
Tu "no" cierra las puertas de la Gracia y no permite que las almas reciban una nueva oportunidad; mientras que tu "sí" abre las puertas de la Divina Misericordia y en un tiempo de Justicia permite el rescate de los que no merecerían nada.
Crece de corazón, alma y espíritu, y supérate todos los días, no solo por amor a esta Obra, a este camino y a tu misión espiritual.
Supérate y entrega más de ti por el mundo que agoniza, por los que están perdidos, por los Reinos ultrajados y cansados que, en el ápice de su dolor, realizan su último esfuerzo para sustentar al planeta y permitir que la humanidad viva su aprendizaje hasta el final.
Hijo, crece de corazón, alma y espíritu, y de una vez deja de tornar grandes tus pequeños problemas, tus pequeños dolores, deja de tornar inmutable tu pequeña vida.
Ve el mundo con los ojos de tu corazón y de tu consciencia, y sabe que, después de todo lo que recibiste, dentro de ti se encuentra el potencial para superarte todos los días y, más que eso, todos los instantes de tu vida.
Crece de corazón, alma y espíritu. Cree que este es el último ciclo del planeta y reflexiona en qué más debes hacer por los Planes de Dios.
No te estanques, no te detengas, no te canses. Descubre en tu corazón el poder de la renovación que Dios te concedió y crece de corazón, alma y espíritu. Crece y sé una luz para el mundo, no lleves a tus hermanos hacia el abismo de tu estancamiento.
Crece y eleva al mundo hacia el Corazón de Dios. Dentro de ti se encuentra la semejanza con el Padre; deja que ella se exprese, se manifieste y te absorba para que tú seas una verdad viva, parte del Corazón de Dios, del Hijo y del Espíritu Santo.
Crece, hijo, crece de corazón, alma y espíritu, porque este planeta aún necesita de ti.
Tu Padre y Compañero,
San José Castísimo
Aunque no lo consigas, camina descalzo hacia Mí, para que Yo te pueda recibir y moldear tu consciencia según como lo tengo pensado desde antes de que despertaras a Mí.
Por eso, en el esfuerzo de despojarte de todo tendrás el ímpetu para renovar de tiempo en tiempo tu vida y tornarla, cada día que pasa, más sagrada y bendita.
Llegar descalzo hacia Mí es un desafío grande, pero no inalcanzable, es el permiso interior que tú Me das para que Yo pueda hacer de tu vida el modelo que una vez había pensado.
Aunque tengas imperfecciones o aún defectos, no son impedimentos para que Yo pueda transformar tu vida. Lo único que necesito es tu más sincero amor, para que las Leyes que provienen de Mi Consciencia puedan actuar libremente en ti.
Por eso anímate y descalza tu ser de todo, aunque a veces no lo consigas.
Valen el intento y el esfuerzo de poder vivirlo y realizarlo.
Deja que Yo pueda tenerte entre Mis Manos como barro nuevo, para que este Alfarero y Artesano del Amor pueda realizar de ti algo desconocido y nunca visto.
Cree que Yo todo lo puedo, porque llegará la hora de que tú testimonies Mi Presencia ante el mundo cruel y así se cumpla Mi Palabra.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que nada te sorprenda en el fin de este tiempo, porque a los que Me abandonan después de haberles dado todo, todo les será quitado y nadie podrá reclamar porque estará obrando la Divina Justicia.
A veces las consciencias humanas piensan que Mi Plan es un proyecto, que tiene por motivo a unos pocos y que es pasajero; pero en verdad les digo que conocerán la realidad de Mi Obra.
Ya no podré poner Mi confianza en los corazones tibios; la renovación solo promete más transformación y más esfuerzo.
Y si con lo poco que les pido que hagan ya se sienten cansados, ¿quién protegerá la espalda del Maestro cuando llegue la hora de vencer con Mi Espada al adversario?
¿Dormirán a los pies del árbol como lo hizo Pedro? ¿Quién vigilará Conmigo en la hora más culminante?
Ya basta de lamentarse y de justificarse por no saber encontrar la salida al estado de bloqueo o de resistencia.
Yo solo les pido que amen lo que hacen, porque de lo contrario tendré ante Mí un número incontable de ingratos.
¿Dónde están Mis apóstoles de los últimos tiempos?, ¿solo están presentes cuando Me necesitan?
No puedo volver perder los tesoros, como una vez se perdieron en todos los que antes Me honraron y después Me crucificaron.
¿Tendré que volver a sentir sus clavos en Mis Manos?, ¿dónde está su misericordia por Mí?, ¿acaso no les he dado todo lo que Soy y todo lo que tengo?
Mis hermanos, reflexionen, ya no es hora de abandonar la barca, porque la tempestad de estos tiempos podría hacerlos perder.
Antes de decidir, recen, recen y solo recen.
No se puede vivir Mi Obra de Redención con los pies en dos caminos, los quiero fríos o calientes.
No pierdan la oportunidad de hacer un esfuerzo más. Si al menos no lo hacen por sus hermanos, háganlo por Mí, de verdad, y así estaré aliviado.
Desmientan ahora su fantasiosa realidad; la Vida Mayor los llama a amar de verdad.
¡Les agradezco por respetar y por considerar Mis Proyectos!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando Dios anuncia Sus designios y revela Su Voluntad, pídele la Gracia de saber responder a Su Llamado.
Hijo, colócate siempre delante de los Planes de Dios con humildad. ¿Quién eres tú para analizar la Voluntad Divina y evaluar si esa Voluntad se corresponde o no a tu vida?
Estos son tiempos de definiciones y tú ya lo sabes. Por eso, coloca tu cabeza en el suelo, así como el ansia de todo saber, de todo comprender y de todo controlar, y ábrete al misterio de estos tiempos que te lanza a lo desconocido, no solo exteriormente, sino también internamente.
No te aferres a lo que ya sabes de ti. No te quedes solamente consolidando lo que eres y la memoria de todo lo que ya hiciste por el Plan de Dios y por el planeta. Hoy todo debe ser nuevo y mañana todo deberá renovarse.
Ingresa con tu corazón en el ritmo de los nuevos ciclos y deja que Tu Padre y Creador haga emerger de ti aquel potencial que hoy te es oculto. Lánzate a lo nuevo, lánzate al servicio, lánzate a la superación y no temas el cansancio; no temas la fatiga, no temas el resultado de la obra que el Padre realiza en ti, porque solo Él, que te creó, sabe la verdadera razón de tu existencia y puede conducirte a ella.
Pregúntale al Padre porqué y para qué Él te creó y deja que Su respuesta resuene dentro de tu corazón. No temas saber Su Voluntad y caminar hacia ella. No temas deshacerte de tus planes y abrazar algo superior.
Recuerda, hijo, que después de manifestar Su Grandeza y el ápice de Su Gracia, el Hijo del Hombre vivió el rechazo y la incomprensión humana; padeció todas las resistencias de la condición retrógrada de la humanidad y les reveló la llave para la trascendencia de todas las cosas: el Perdón; el Amor y la Misericordia. Y para llegar allí cruzó la puerta de la humillación, de la superación y de la fe en Dios y no en sí mismo. Rindió Su Voluntad al Padre y, aun sabiendo que Su Corazón era partícipe de todos los Poderes y Dones de Dios, escogió la Voluntad de Su Padre y permaneció en la nada.
Tú, hijo, tienes el potencial para alcanzar muchas metas. Como criatura de Dios puedes hacer muchas cosas, pero Yo te digo: no hay nada más apreciado por el Padre, en este momento, que cumplas Su Voluntad, rindiendo la tuya; que vivas Su Misterio, rindiéndote a lo que te es conocido; que venzas tu miedo humano y que seas, para tus hermanos y para el mundo, un testimonio de la fe y del amor que nacen en ti.
Vive con alegría los Planes de Dios. Adhiere tu corazón a Su Voluntad e inspira a otros con tu ejemplo de fe. Porque hoy Dios te llama, ya no para que busques la espiritualidad para ti, sino para seas un puente de espiritualidad para el mundo.
Yo te bendigo y te invito a seguir los pasos y el ejemplo de Aquel que te guía.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hijo:
Cuando el alma agoniza y se remueve por dentro buscando algo que no encuentra, da gracias a Dios y solo deja que Su renovación llegue a tu espíritu.
No resistas, no desistas y no te entristezcas por algo que, en verdad, debe traerte paz, porque significa que tu interior se está disponiendo a la transformación.
Cuando el alma grita en el corazón de aquel que intenta seguir la Voluntad de Dios y que a ella entregó su vida, es señal de que un cambio y una renovación son necesarias. Y ese cambio proviene de la propia Voluntad Divina; a ti te cabrá no resistir, no desistir y no entristecerte por algo que, en verdad, debe traerte paz.
En realidad, lo que sientes como una agonía interior es tu alma alzando la voz más allá de los aspectos de tu cuerpo, de tu mente y de tus sentimientos.
Escucha, entonces, esa voz que quiere hacerse oír y deja que ella se exprese antes de que tu alma se canse de gritar en tu mundo interior por un nuevo paso, un nuevo ciclo, un nuevo ser.
Escucha la voz que se alza desde tu alma y deja que ella se exprese como sienta; que sea un canto, una oración o incluso un llanto que expresa la libertad del alma de manifestarse, y que todo eso, tu canto, tu oración y tu llanto sean los impulsos de un nuevo ciclo y de una nueva etapa en tu vida.
Que no grite tu alma sin ser escuchada; que no le cierre tu mente la ventana al alma, ocultando nuevamente lo que se remueve en tu mundo interior.
Así como grita el alma del planeta para ser escuchada por los corazones de los hombres, también gritan y se agitan dentro de los hombres sus propias almas.
La vida es un espejo de sí misma en diferentes proporciones; por eso hoy te digo: escucha la voz de tu alma para que un día sepas escuchar el alma de este planeta, y que ninguna voz interior se alce en vano.
Dios habla a través de las almas y de los espíritus de los seres, y es Él quien los llama a un nuevo ciclo, que no necesita ser grande, sino que necesita ser nuevo; trayendo consigo aquello que ya sabes que debes ser y que aún no eres, no porque sea imposible, sino porque te vuelves sordo ante la voz que grita en tu interior.
Sin miedo, escucha lo que te lleva hacia ese nuevo tiempo; así podrás ser uno, en la multitud de este mundo, capaz de oír el alma del planeta y guiar a tus hermanos según aquello que Dios habla a través de la voz del corazón de la Tierra.
No sientas que lo que te digo es un misterio, porque ya no lo es. Solo escucha esta voz en tu interior y síguela.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Compañero,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más