MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

¡Alabado sea Jesús en sus corazones por toda la eternidad!

Hoy los invito a contemplar con gratitud el Sagrado Corazón de Mi Hijo porque Él les dará la fuerza necesaria para convertir sus corazones en instrumentos preciosos del amor y de la verdad.

Por eso, queridos hijos, guarden siempre en sus corazones y en sus vidas un momento de oración para conversar con el Dios Todopoderoso. Así sus almas podrán ser partícipes de la Misericordia del Redentor.

Hoy, Mis brazos de piedad están extendidos e irradian Mi Luz de Amor en lo profundo de sus espíritus. Para que esto pueda seguir ocurriendo, hijos Míos, deben vivir en el acto sincero y verdadero de la oración del corazón, porque así ustedes descubrirán cómo el espíritu de la oración del corazón los ayudará a perdonar y reconciliar sus propios corazones con Dios y, en especial, entre sus más queridos, familiares, amigos y otras almas conocidas.

Por eso, pequeños Míos, es hora de vivir el acto de la oración de la reconciliación para que todos Mis hijos puedan ser partícipes de las promesas de Cristo.

El compromiso de sus corazoncitos, que están sobre esta Tierra, es vigilar en oración, vigilar por los que no vigilan y por los que se distraen con las modernidades de este mundo.

De esta manera, hijitos Míos, vuestros corazones serán como los corazones de Mis ángeles querubines que vigilan, en la esencia del amor, por todos los que fácilmente día a día se alejan de Dios Creador.

Por eso, en el final de estos tiempos, la tarea de los grupos consagrados a Mi Inmaculado Corazón será vigilar en constante oración, porque así la fuerza de Mis hijos estará en el Verbo del Amor guiado por el Espíritu Santo.

¡Les agradezco, hijos Míos!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridisimos hijos y almas de la oración:

Con alegría recibo a todos sus corazones en el Reino de Mi Padre y hoy los invito a emanar la paz y el amor desde lo profundo de sus pequeños corazones.

Queridos hijos, ya estamos en una misión celestial de paz y de conversión para cada una de sus vidas y para todas las vidas que están sobre este mundo. Por eso, pequeños hijos, Yo los invito a vivir constantemente en oración para que en todas las cuentas de la contemplación, hechas por todos con el corazón, puedan tocar los Cielos, y el Señor pueda contestar a través de Sus Gracias.

Yo soy la intercesora de todas las almas. Soy quien los llevará hacia Mi Hijo Glorificado. Para eso, queridos hijos, después de estos meses que ya han pasado, en los que hemos estado unidos de Corazón a corazón, les anuncio como Gracia Especial que Mi voz celestial seguirá por un tiempo más acompañando a todos sus corazones a través de Mi Amor y de Mis Palabras en los Mensajes Diarios con el fin de que Mi Inmaculado Corazón llegue a todos. Yo les pido, queridos hijos, que difundan Mi llamado por la paz y por la hora de la conversión y que inviten a los corazones a reencontrar el ejercicio de la oración como algo primordial en estos tiempos.

Ahora el Señor Me ha pedido que, a través del Espíritu Santo, Mi Inmaculado Corazón llegue a las familias para que las familias del mundo puedan recuperar el símbolo de la Sagrada Familia de Nazaret. Y esto acontecerá cuando todos los corazones de las familias inicien el camino precioso de la oración. Así ellas también serán consagradas a Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, agradezco con Amor Divino a todos sus corazoncitos por responder a Mi llamado. Deben saber que es Dios que ahora llama al mundo a la reconciliación y al perdón para que la Misericordia surja como fuente de conversión para todos los corazones.

Gracias por responder a Mi llamado.

Misericordia para todos Mis hijos.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Con alegría y regocijo, en nombre de todos los niños del mundo, oremos por la salvación de las pequeñas almas que necesitan de Misericordia y Amor.

Hoy los invito a preparar Conmigo la llegada interior de Cristo a la Tierra. Desde los Cielos, la venida del Espíritu Santo estará derramando Gracias para el mundo en este último tiempo de la humanidad. Yo los invito, Mis pequeños corazones, a preparar Mi venida el día 24 de diciembre. Yo los llamo a la oración a fin de que sus corazones recuerden Mi peregrinación a la antigua Belén.

Que sus oraciones y sus corazones se conviertan en la Gran Estrella Guía durante la noche para que Mi Corazón pueda iluminar de paz al mundo. Para ello, Mis pequeños, los convoco a preparar el corazón durante los días que anteceden al 24 de diciembre. Antes de la llegada de Cristo, el Inmaculado Corazón de la Señora de la Divina Concepción llegará para estar, una vez más, delante de sus vidas.

Traeré al Espíritu Santo con la misión de renovar la vida de muchos corazones. Solo les pido que para ese mérito y para esta Gracia Especial de Perdón y de Redención, ustedes, Mis queridos hijos, eleven la voz de la oración hacia los Cielos para que el Señor Dios responda al llamado de todos Sus hijos.

El Ave del Sol, encendida por el Espíritu Santo, posará Su mirada de amor y de paz sobre los corazones que se abren, para así poder renovar la vida presente. Quiero, Mis pequeños, que para este advenimiento, sus corazones se preparen a través de la vigilia de la víspera, el día 23 de diciembre.

Allí, sus seres, en oración, se encontrarán Conmigo y, en la dicha de recibirme en sus corazones, estarán recorriendo el camino hacia el renacimiento y retorno de Cristo como lo fue en el pesebre de Belén. Será necesario que sus corazones se preparen para que los demás hijos reciban la Gracia que Mi Inmaculado Corazón irradiará para muchas vidas.

A todos Mis hijos, los que estarán en sus hogares con sus familias, los invito a la reconciliación y al perdón de todas las faltas que son cometidas contra el Corazón de Dios. Por eso, Mis pequeños, el ejercicio de la reconciliación deberá emanar primeramente entre sus familias para que todos los corazones que todavía no responden a Mi llamado puedan recibir la Gracia del Espíritu Santo.

Yo estoy preparando almas y corazones para la constante oración. El Señor necesita derramar Su Misericordia sobre el mal del mundo. Así sus corazones, en la vigilia de la víspera, aguardarán por la llegada de la Señora Vestida de Sol, dela Virgen Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, el día 24 de diciembre. Celebren la presencia del Reino de la Paz en sus vidas.

El mundo aguarda su redención. La humanidad deberá reconciliarse con Dios para poder retornar al Reino en el Corazón del Señor.

Los ama eternamente,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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