Miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Con alegría y regocijo, en nombre de todos los niños del mundo, oremos por la salvación de las pequeñas almas que necesitan de Misericordia y Amor.

Hoy los invito a preparar Conmigo la llegada interior de Cristo a la Tierra. Desde los Cielos, la venida del Espíritu Santo estará derramando Gracias para el mundo en este último tiempo de la humanidad. Yo los invito, Mis pequeños corazones, a preparar Mi venida el día 24 de diciembre. Yo los llamo a la oración a fin de que sus corazones recuerden Mi peregrinación a la antigua Belén.

Que sus oraciones y sus corazones se conviertan en la Gran Estrella Guía durante la noche para que Mi Corazón pueda iluminar de paz al mundo. Para ello, Mis pequeños, los convoco a preparar el corazón durante los días que anteceden al 24 de diciembre. Antes de la llegada de Cristo, el Inmaculado Corazón de la Señora de la Divina Concepción llegará para estar, una vez más, delante de sus vidas.

Traeré al Espíritu Santo con la misión de renovar la vida de muchos corazones. Solo les pido que para ese mérito y para esta Gracia Especial de Perdón y de Redención, ustedes, Mis queridos hijos, eleven la voz de la oración hacia los Cielos para que el Señor Dios responda al llamado de todos Sus hijos.

El Ave del Sol, encendida por el Espíritu Santo, posará Su mirada de amor y de paz sobre los corazones que se abren, para así poder renovar la vida presente. Quiero, Mis pequeños, que para este advenimiento, sus corazones se preparen a través de la vigilia de la víspera, el día 23 de diciembre.

Allí, sus seres, en oración, se encontrarán Conmigo y, en la dicha de recibirme en sus corazones, estarán recorriendo el camino hacia el renacimiento y retorno de Cristo como lo fue en el pesebre de Belén. Será necesario que sus corazones se preparen para que los demás hijos reciban la Gracia que Mi Inmaculado Corazón irradiará para muchas vidas.

A todos Mis hijos, los que estarán en sus hogares con sus familias, los invito a la reconciliación y al perdón de todas las faltas que son cometidas contra el Corazón de Dios. Por eso, Mis pequeños, el ejercicio de la reconciliación deberá emanar primeramente entre sus familias para que todos los corazones que todavía no responden a Mi llamado puedan recibir la Gracia del Espíritu Santo.

Yo estoy preparando almas y corazones para la constante oración. El Señor necesita derramar Su Misericordia sobre el mal del mundo. Así sus corazones, en la vigilia de la víspera, aguardarán por la llegada de la Señora Vestida de Sol, dela Virgen Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, el día 24 de diciembre. Celebren la presencia del Reino de la Paz en sus vidas.

El mundo aguarda su redención. La humanidad deberá reconciliarse con Dios para poder retornar al Reino en el Corazón del Señor.

Los ama eternamente,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad