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En la Hora de la Misericordia, el gran Universo de Mi Amor está expuesto al mundo entero y las almas tienen la oportunidad de entrar en Él para recibir cura, perdón y redención.
Todos los que a las tres de la tarde se unen a ese poderoso misterio de Su Señor podrán ser partícipes de una Gracia extraordinaria que no solo actuará en ese momento, sino también durante el resto de la vida, siempre y cuando, el alma sea consciente de lo que eso significa y que, todos los días, se detenga o al menos piense, bajo cualquier circunstancia, en el manantial inagotable de Mi Amor.
Es, en esa hora, en la que el mundo entero debería postrarse en el suelo y pedir por Mi Misericordia porque, así, no solo intercederé por cada uno, sino también ayudaré en las situaciones imposibles para que las soluciones lleguen a la vida de las personas que deben esforzarse y orar.
Es la única salida verdadera y la justificación, ante el Padre Eterno, para poder recibir ante los errores cometidos, la Misericordia que necesita el espíritu a fin de ingresar en el magnífico e insondable Universo de Mi Amor.
La solución dependerá, en este tiempo, de cada uno.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El Niño Rey está regresando a Su Centro Mariano para que, espiritualmente, en las almas más pequeñas e inocentes del mundo, la pureza esencial no siga siendo ultrajada.
Por eso, desde este Centro Mariano y a través de la Madre Celeste, estaré trabajando a fin de que los más pequeños, que son esclavizados y traficados en el mundo, puedan ser aliviados de esa terrible opresión.
Contaré, desde ahora, con la oración del corazón de cada uno de Mis discípulos, para que los más sufridos y comercializados puedan alcanzar definitivamente la libertad, y el dolor ocasionado pueda ser curado.
Este es el tiempo en el que Su Maestro comenzará a realizar intervenciones necesarias para ayudar a las almas a liberarse de la esclavitud en la cual fueron colocadas.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cuando Mi Luz espiritual desciende sobre ti a las tres de la tarde, Yo te estoy curando, redimiendo y sublimando.
Cuando Mi Luz espiritual desciende sobre ti a las tres de la tarde, Yo te estoy liberando y quitando toda opresión y preocupación.
Cuando Mi Luz espiritual desciende sobre ti a las tres de la tarde, Yo te estoy sacando las amarras y las cadenas que no te dejan caminar.
Cuando Mi Luz espiritual desciende sobre ti a las tres de la tarde, Yo te estoy concediendo una Gracia más profunda y especial, aunque sea desconocida por tu consciencia.
Cuando Mi Luz espiritual desciende sobre ti a las tres de la tarde, Yo te estoy dando la posibilidad de elevar, cada vez más, tu consciencia y le estoy entregando al mundo entero, el divino afluente de Mi Amor.
Cuando Mi Luz espiritual desciende sobre ti a las tres de la tarde, Yo te estoy aproximando a Mi Corazón y así, te aproximo a Dios.
Cuando Mi Luz espiritual desciende sobre ti a las tres de la tarde, Yo te estoy dando la Misericordia infinita de Mi Corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
De Mi Corazón brota la Sangre de redención y de vida, porque en Mi Corazón existe aún la Llaga que fue abierta una vez en la Cruz. Una Llaga que en ese momento nadie conoció. Solo Mi Madre y las Santas Mujeres, como también Juan el Apóstol conocieron el surgimiento de esa Llaga material y espiritual.
Esa Llaga fue la última y gran entrega espiritual, mental y moral de Su Señor.
En verdad, más que las Llagas de las manos y de los pies, fue la Llaga que hasta los días de hoy justifica los errores de la humanidad y es la Llaga que permite que Yo esté aún aquí, entre ustedes, para anunciar y proclamar el Reino de Dios dentro de cada ser y en toda la Creación Universal.
Esta es la Llaga que testimonió el Amor de Dios por los hombres, a pesar de que estuvieran equivocados o estuvieran en la mayor y absoluta oscuridad.
Esta es la Llaga que aún deberá ser aliviada, que es causada por la ignorancia de los que no viven a Dios y por la indiferencia de los que le dan las espaldas y se van, abandonando el Amor del Redentor.
Esta es la Llaga de Su Maestro que aún deberá ser curada por mucho tiempo más. Y lo que la cicatrizará, algún día, será el amor de los que son bienaventurados y no tienen preconceptos de la Obra Universal y Divina de Su Señor.
Esa Llaga será curada a través de los que ayuden y se entreguen a la transmutación silenciosa.
Esta Llaga será curada a través de todos los que confíen ciegamente en Mí, más allá de lo que les suceda, atraviesen o purifiquen, porque si aún llevo en Mi Corazón la Llaga del dolor y de la ignorancia del mundo, será posible a través de los Míos que esa dolorosa Llaga sea aliviada como lo es en cada momento de adoración, de oración y de comunión Conmigo.
Porque cuando todo suceda y cuando Mi Llaga sea curada, ustedes solo tendrán refugio en Mi Corazón, en Mi Vida Divina y en Mi Presencia.
Nunca dejen de ser generosos con los demás, amorosos con los que están mal y sufren.
Nunca dejen de servir y de entregarse por Mí, porque llegará el día en el que, en la Gloria del Padre, se sentarán a Mi mesa y Yo los coronaré a cada uno por sus esfuerzos y méritos internos.
Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros:
A San Camilo de Lelis, Yo le enseñe a llevar amor y caridad a los más enfermos.
Hoy, Yo les enseño lo mismo a fin de que el amor esté presente en los servidores y colaboradores de los Núcleos de Servicio.
Que él pueda llegar a todas las almas que encontrarán en este momento agudo de la humanidad. Aún muchas almas necesitan de ese amor que Yo les entrego a ustedes, en cada nuevo encuentro, para que la vida y el corazón de los que sufren sea aliviada.
Este es el tiempo de dar alivio espiritual, mental y material. Ya no es tiempo de reclamar ni de juzgar, es tiempo de llevar el Amor Mayor al mundo enfermo y sufrido.
Por eso, San Camilo siguió fielmente Mis inspiraciones internas, hasta que de San Camilo y de su obra de servicio por los enfermos nació la Cruz Roja, la que hasta los días de hoy impulsa a millones de almas al servicio por los más necesitados.
San Camilo de Lelis tenía en su interior ciertas reglas y llaves espirituales, las cuales les ayudarán a ustedes en el momento de acoger y de dar amor a los que sufren en este tiempo por enfermedades diversas e inexplicables.
San Camilo sentía en su corazón que el amor debería estar siempre primero, antes que la acción, porque así la acción de caridad y de servicio sería colmada del Amor Mayor y allí se establecería la Ley de la Cura interna.
San Camilo sentía que para servir abnegadamente, primero uno debería donarse completamente, sin colocar requisitos ni condiciones en el momento de presentarse al servicio.
San Camilo sentía que para ayudar espiritualmente al que estaba enfermo y sufriendo, el servidor debería entrar en el sufrimiento del otro para poder comprender a gran escala lo que el semejante estaba viviendo.
Y por último, lo fundamental para San Camilo era ver en el otro a Cristo vivo, al Cristo que sufre y agoniza por la indiferencia e ignorancia humana.
Eso era lo que impulsaba a San Camilo a vivir enteramente por los demás, más allá de los límites.
Que estos impulsos ayuden a todos los servidores de la cura a llevar a los que sufren la Presencia del Señor, para que el perdón se establezca en la consciencia de quien lo necesita.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hijos:
Mientras el mundo y la humanidad sufran, siempre habrá servicio para hacer y para ofrecer.
En el servicio encontrarán la puerta correcta para salir de ustedes mismos todos los días.
El servicio no los hace pensar en sus procesos o en sus desiertos.
El servicio les quita la sed interior y los libra de cualquier vacío.
El mundo y la humanidad, especialmente, necesitan servirse recíprocamente para que las faltas más graves ocasionadas a la Creación y a los Reinos de la Naturaleza sean perdonadas.
Imiten a Mi Hijo. Sean, como Él, almas en eterno servicio a Dios y a los más pobres, entre los pobres, espirituales y materiales.
Alégrense cuando el Universo les envíe un nuevo servicio y, así, se liberarán de ustedes mismos.
El mundo sufre no solo por la falta de amor compasivo, sino también por la falta de servicio.
El servicio es el abc de la vida espiritual y de la vida religiosa, porque es en el servicio en donde encontrarán la cura de todas las miserias.
Reciban el servicio como una oportunidad de amar y de compartir la bondad interior.
Que el servicio por los demás los impulse a concretar la tan esperada cura de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi materno llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Estar en Mi Corazón significa vivir grandes responsabilidades, asumir grandes pruebas y atravesar grandes desafíos.
Vivir en Mi Corazón representa un compromiso eterno y no pasajero, un compromiso responsable y maduro que los lleve a vivir Mi Plan y su manifestación en la superficie de la Tierra.
Estar en Mi Corazón representa algo más que un sentimiento, algo que los pueda conmover o emocionar.
Estar en Mi Corazón significa vivir una responsabilidad espiritual, pero también material. Es llevar adelante un propósito, una meta, una misión que el Padre les presenta, de tiempo en tiempo.
Por eso, vivir en Mi Corazón significa muchas cosas. Algo que ustedes deben descubrir, día a día, porque estar en Mi Corazón es estar ante Dios. Es escucharlo, es saber responderle y es saber proceder conforme Su Voluntad lo presente.
Estar en Mi Corazón es un momento de constante definición. Es aprender a superar los propios abismos. Es aprender a disolver las barreras de la consciencia y de la mente. Es aprender a amar cada día más.
Por eso, Yo les doy Mi Corazón como un testimonio de que es posible vivir a Dios y cumplir con Sus ardientes deseos de ver a Sus hijos dentro de Su Propósito infinito, porque vivir en Mi Corazón es también asumir un compromiso Conmigo en esta Obra de redención y de paz, en este tiempo en el que todo está en juego y se precipitan las cosas, las situaciones humanas, el proceso de las naciones y la experiencia de grandes conflictos que la humanidad deberá aprender a curar consigo misma, por medio de la profesión de su fe y de su confianza en el Padre.
Vivir en Mi Corazón es vivir un sacrificio para después vivir sacrificios mayores que los llevarán a experimentar grandes renuncias, momentos de enfrentar la trascendencia de cada ser para recibir del Cielo los grandes tesoros, las dádivas del Universo, la Sabiduría y el Conocimiento de Dios.
Vivir en Mi Corazón es morir para sí mismos, es colocar al otro primero para que también los demás sean colocados primero y así se viva la fraternidad, una base fundamental de la hermandad, de la cooperación y de la solidaridad entre las almas.
Vivir en Mi Corazón significa que algo mayor deberá cumplirse en este tiempo y que va más allá de los límites de su consciencia, de su percepción, de su interpretación o de su parecer.
Vivir en Mi Corazón es entregarse al vacío y a la nada. Es estar en confianza dentro de lo desconocido, de lo que es inmaterial, de lo que no es palpable, de lo que nadie puede controlar.
Vivir en Mi Corazón es entregarse al Poder de Dios para disolver el poder humano que es pequeño y frágil.
Vivir en Mi Corazón es aprender en nuevas escuelas y en nuevas academias. Es forjar y despertar en cada ser su verdadera misión, su propósito y el motivo de estar aquí, en este tiempo.
Vivir en Mi Corazón también es renovarse, es alegrarse, es reencontrar, día a día, el sentido y la razón de servir a Dios. Es saber que, más allá de todo o bajo cualquier circunstancia o dificultad, el amor deberá estar primero para que él pueda actuar y obrar en los corazones, para que él pueda sanar las profundas heridas de la consciencia y de la personalidad, para que el ego de cada ser humano aprenda a vencerse, aprenda a entregarse para que pueda ser transformado, para que pueda ser sublimado, para que sea disuelto en la Luz de Dios, que es la Luz del Amor y de la Consciencia Divina.
Vivir en Mi Corazón es asumir el fin de los tiempos, es saber dónde estar y qué hacer, es contribuir, colaborar, es servir, es donarse. Es abrazar con fervor y devoción el llamado y, en profunda reverencia, es cumplirlo para que aún más la Luz de Dios pueda ingresar al mundo y a la consciencia de la humanidad.
Vivir en Mi Corazón es dejar de ser lo que uno es, lo que uno cree, o lo que uno piensa.
Vivir en Mi Corazón es atravesar el umbral hacia el vacío, es perder los sentidos de la propiedad y del control humano, es rendirse, es humillarse, es entregarse por la existencia y la vivencia de un Amor Mayor que mueve a todo el Universo y a todo lo que fue creado.
Vivir en Mi Corazón es animarse a imitarme, a representarme, a ser Mi apóstol, a no vacilar ante las dificultades, a asumir con coraje y valentía cada una de las pruebas.
Vivir en Mi Corazón es aprender a superar las pruebas. Es confiar ciegamente que nadie perderá el camino, porque a quien está en Mi Corazón no le faltará la luz, no le faltará la paz ni tampoco el discernimiento.
Vivir en Mi Corazón es aprender a perdonarse a sí mismo y a perdonar a los demás, es saber que en este momento la cura espiritual y física es fundamental en la humanidad.
Vivir en Mi Corazón es cerrarle las puertas al mal, a la adversidad, a la oscuridad y a las tinieblas; es asumir vivir un cambio; es esforzarse todos los días por alcanzar el mayor estado y grado de amor por los que no aman, por los que sufren, por los que están perdidos.
Vivir en Mi Corazón es asumir junto Conmigo al planeta y a su humanidad. Es hacer algo por las naciones del mundo, por los pueblos, por las culturas y por las religiones.
Vivir en Mi Corazón es buscar la esencia del Amor Crístico de una forma incansable, sin detenimiento, sin dejar de caminar y de remar en esa barca que los lleva al puerto de Mi Corazón.
Vivir en Mi Corazón es solidarizarse, es comprenderse, es ir un poco más allá de la comprensión de la mente y de la consciencia, es abrazar al Universo como el Universo los abraza a ustedes. Es participar verdaderamente de una comunión interna con el Espíritu de Dios para poder traer la paz y la redención al mundo.
Vivir en Mi Corazón es animarse a morir por Mí bajo cualquier circunstancia, sea espiritual, mental o físicamente.
Vivir en Mi Corazón es dar testimonio por Mí. Es decir que Yo ya estoy retornando y que en este tiempo Me anuncio al mundo por medio de la Palabra de Dios para cada uno de sus corazones y de sus vidas, para que estén prontos, disponibles y atentos a ese gran acontecimiento del Retorno de Cristo.
Vivir en Mi Corazón, compañeros, es erradicar la indiferencia, la omisión y la falta de hermandad.
Vivir en Mi Corazón es disolver el desamor, la falta de esperanza y la perturbación humana.
Vivir en Mi Corazón es poder alcanzar la Luz y entregar esa Luz a sus hermanos a través del ejemplo, de la conversión y de la redención de sus vidas; a través del camino del servicio, de la cura y de la santidad.
Vivir en Mi Corazón es elevar sus consciencias, es poder abrazar la cruz que Yo le entrego a cada uno y es no temer cargarla a pesar de lo que suceda o de lo que cueste.
Vivir en Mi Corazón es dejarse impulsar por Mi Amor para superar los límites de la consciencia, para vivir así como vive todo el Universo y sus Jerarquías.
Vivir en Mi Corazón es no bajar los brazos, es decir “sí” y es intentarlo nuevamente todos los días hasta poder vivirlo y poder representarme.
Es simple vivir en Mi Corazón. Por eso, aún muchos no lo están, porque están en sus propios corazones y mientras estén en sus corazones, en su propio yo, Yo no podré estar en ustedes.
Lo que Yo les pido es que se rindan, es que confíen y que se entreguen. Porque vivir en Mi Corazón no los hará sufrir, sino que los hará expandir su consciencia, su servicio y, sobre todo, la expresión de su amor por el planeta y por la humanidad.
Que en esta Maratón de la Divina Misericordia todos puedan volver a Mi Corazón, y los que ya están en Mi Corazón puedan ayudar a ingresar a los que aún no lo están, por diferentes circunstancias o miedos.
Que en Mi Corazón puedan sentir el Amor de Dios, puedan sentirse acogidos por Su Templo y por Su Sabiduría. Porque es en este Amor de Mi Corazón que podrán vivir en el amor de hermanos, en el amor de las almas que sirven a Dios, en el amor que fortalece, que disipa la oscuridad, que transmuta la ignorancia, la indiferencia, la maldad humana.
Que vivir en Mi Corazón sea un triunfo para cada uno de ustedes, para que este triunfo sea en cada una de sus naciones a las cuales representan en este tiempo.
Que vivir en Mi Corazón para cada uno de ustedes sea la posibilidad de la cura y de la redención de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza.
Mi Corazón aún está abierto, en Misericordia y en Piedad. Antes de que venga el tiempo de la Justicia Divina llamen al mundo entero a vivir en Mi Corazón porque Mi Corazón sufre por aquellos que aún no están en Él.
Mi Corazón es un portal al Cosmos y a la Divina Consciencia.
Mi Corazón es el umbral que los llevará hacia la paz y hacia la vivencia del apostolado de estos tiempos, el apostolado del fin de los tiempos.
Vivan en Mi Corazón para que el mundo se pueda reconciliar y la humanidad pueda recapacitar.
Que sus oraciones construyan el puente, en estos días, para que ingresen a Mi Corazón y en Mi Sagrado Corazón conozcan y sepan la realidad, todo lo que siente su Maestro y Señor, todo lo que Él vive y experimenta de lo que ve y observa del mundo.
Y una vez que ingresen a Mi Corazón sean parte del fuego de Mi Amor, para que Yo pueda iluminar al mundo y a todas las consciencias que lo necesitan porque, compañeros, si en este tiempo no hay amor, nada será posible.
El Amor que viene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo los salvará, los redimirá y los reconciliará con lo Alto, con el Universo. Y encontrarán la Verdad, encontrarán la salida y levantarán sus cabezas para contemplar en el horizonte Mi Retorno.
Que sus corazones se unan a Mi Corazón y que sus oraciones toquen el Corazón del Padre para que Él les permita entrar en Mi Corazón.
Que así estemos en hermandad y en fraternidad, para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo les doy Mi Cuerpo para que se alimenten del Espíritu de Dios.
Yo les doy Mi Sangre para que justifiquen sus errores, los enmienden y reciban perdón y Misericordia.
En todo este misterio, Dios se entrega completamente a Sus hijos para que Sus hijos se entreguen a Él y lo reconozcan como el Padre de la Misericordia y de la Bondad.
A través del Cuerpo y de la Sangre de Cristo las almas alcanzan, todos los días, la expiación que necesitan para poder vivir conforme el Reino de Dios lo determina.
Por eso, esa unión perfecta con el Cuerpo y la Sangre de Cristo concederá no solo importantes procesos espirituales de redención y de cura, sino que también traerá al mundo lo que necesita para poder santificarse y, así, recibir los Atributos Divinos necesarios para poder cumplir con el Plan de Dios.
Este es el momento de descubrir, más allá de las formas, lo que significa esa alianza, espiritualmente profunda, con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, porque, por medio de ese descubrimiento de lo que es primordial y fundamental, el ser humano entrará en el verdadero camino de lo sagrado.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Lo que un alma recibe cuando está enferma y es visitada tiene mucho más valor que cientos de medicamentos porque, en la visita, si hay amor y esfuerzo por ayudar al enfermo de alguna forma, eso representa una oportunidad y una Gracia que la consciencia jamás olvidará en el resto de su vida.
Por eso, cada vez que visiten a un enfermo, recuerden que Me estarán visitando a Mí y que Yo estaré esperando su cariño, amor y simpatía para poder curar el corazón que sufre.
Cada ejercicio de servicio, cualquiera sea, representará la posibilidad de que el servidor amplíe sus grados de amor y, saliendo de sí, dé pasos que de otra forma no conseguiría dar.
Por esa razón, Yo Me encuentro en cada una de las situaciones de la vida para que los seres humanos aprendan a servir y a llevar adelante obras de Misericordia que los ayuden a saldar sus omisiones o sus indiferencias.
Cada oportunidad de servicio es una Gracia de poder encontrar más fortaleza y determinación en el momento de entregarse a Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En un día como hoy, hace doce años, llamé a personas muy comunes y simples para que Me siguieran, para que transformaran sus vidas por amor a Mi Hijo y respondieran a una gran e importante convocatoria que Yo traje desde el Cielo.
Así fue que aparecí como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Señora de Aurora, porque en Mi Corazón traía el anuncio del tiempo de la redención y de la cura espiritual para las almas.
En un día como hoy, pero hace doce años, personas muy simples que no tenían nada que ganar ni que perder, Me dijeron “sí”, y junto a Mí establecieron la manifestación del Propósito que Dios Me había pedido para Sudamérica.
Su pedido era que, antes de que se cumplieran los cien años de Mis Apariciones en Fátima, Yo descendiera, con toda Mi Consciencia, en un lugar humilde al norte del Uruguay para llamar al mundo a la conversión y a la redención de toda la vida planetaria. Pero también, Mi pedido era llevar Mi Mensaje de Paz a través de sencillas, pero profundas peregrinaciones por las diferentes naciones del mundo.
Fue así que Mi Divina Persona, al pasar el tiempo, fue llamando a los corazones que formarían parte de esta Misión y, en ese tiempo, surgió el primer y pequeño coral formado por tres hijos Míos.
Una de Mis hijas representaría a Mi Voz cantora para el mundo, una Misión que se cumplió. Pero como el Propósito de Dios era tan grandioso, el Padre al ver que Mis hijos respondieron, Me solicitó despertar a más corazones, y así surgió el gran coral de Divina Madre.
Luego, pedí fundar una Asociación abnegada que pudiera difundir Mi Mensaje de Paz en el mundo entero; hasta que finalmente llegó Misericordia María TV, un medio de comunicación de la Jerarquía Divina, que a través del sonido y de las imágenes, llevaría el Mensaje y el Llamado de Dios a millones de almas en el mundo.
Ya pasaron doce años de tantas experiencias vividas, de hijos que se fueron sin haber comprendido la esencia de Mi llamado y de nuevos e inesperados hijos que llegaron y que llegarán para seguir Mi camino peregrino.
Hoy en Mi Corazón de Luz guardo y recuerdo el despertar de Aurora y los dulces aromas de los naranjales, así como los frutos que muchos llevaron dentro de sí como una Gracia de cura imborrable.
Hoy, después de doce años, el planeta clama por Misericordia y por perdón. Por eso invito a todos Mis hijos a renovar sus votos para que, bajo la luz de Aurora, nuevas aspiraciones se cumplan y se concreten.
Que bajo la Voluntad de Dios, hijos Míos, podamos seguir caminando juntos en este eterno peregrinar hacia el encuentro con el Corazón de Jesús, para que finalmente podamos fundirnos en el Amor de Dios, porque Mi único deseo de Madre es llevarlos siempre a Dios, para que se alcance la paz.
Agradezco a todos los que caminaron a Mi lado durante estos últimos doce años, y agradezco por los que seguirán caminando a Mi lado, ayudando a Cristo a seguir cargando con la cruz del dolor del planeta para que sea aliviada.
¡Les agradezco por responder a Mi sagrado llamado!
Los bendice bajo la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con la Luz de Mis Llagas continúo iluminando los espacios más oscuros de la consciencia de Argentina, para que más almas de este país tengan la oportunidad de renacer, despertar y amar.
Con la Luz de Mis Llagas justifico, ante el Padre Celestial, los errores que aún siguen cometiendo los hombres y la Ley de la Misericordia y de la Gracia concede, extraordinariamente, momentos de perdón a los corazones más perdidos y dormidos.
Con la Luz de Mis Llagas transmuto las condiciones precarias de la consciencia y llevo adelante la liberación de los estados más corruptos de la consciencia de las naciones para que ellas no pierdan la oportunidad de ver a Dios.
Con la Luz de Mis Llagas aproximo los corazones a la verdad, para que cada uno reconozca que deberá cambiar, aún más, aspectos de la consciencia que impiden la libertad de los pasos en la evolución del ser.
Con la Luz de Mis Llagas traigo la cura a lo que está enfermo y sano las heridas internas que no les permiten a las almas vivir la renovación.
Con la Luz de Mis Llagas les abro las puertas para que vuelvan a sentir y a encontrar a Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Me alegra ver a los corazones que se abren para ser sacramentados. Me alegra ver al Espíritu de Dios descendiendo sobre el mundo e impregnando a las almas y a los corazones de los seres, despertando lo Sagrado que hay en su interior, revelando su universo interno y la semejanza perfecta con el Padre Celestial.
Me alegra ver cuando el Creador puede manifestar Su Presencia entre Sus hijos, derramando Su Perdón y Su Gracia sobre los corazones que se hacen transparentes ante Él.
Me alegra ver el crecimiento espiritual de aquellos que fueron llamados por Cristo para repartir Sus bendiciones y Su expiación en el mundo.
Cuando un Sacerdote perdona los pecados de un alma angustiada, también sus propios pecados son perdonados. Cuando lava los pies de una alma sedienta de nuevos pasos que la conduzcan al Señor, también sus propios pies son lavados. Cuando bautizan en nombre del Espíritu de Dios, revelando a las almas su filiación con el Altísimo, también sus propias almas son bautizadas por el Fuego del Espíritu Santo. Cuando ungen con la potestad de Cristo para curar a las almas de sus más profundas enfermedades, también sus almas y toda la consciencia humana reciben la cura de aquello que está degenerado.
Los Sacramentos, concedidos y recibidos con amor, son gracias que permean toda la vida; son un servicio para toda la Creación, porque, cada vez que son sacramentados se aproximan más a Dios y conducen a toda la humanidad a retornar a Su Corazón.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Así como en Mi Corazón espiritual guardo a cada una de las almas, de la misma forma guardo a las naciones del mundo, especialmente a aquellas que en el fin de los tiempos tendrán una importante misión.
En este sentido Argentina será la cuna espiritual de los nuevos tiempos, tiempos que vendrán llenos de la Gracia de Dios y que permitirán que ciertos acontecimientos se presenten a fin de impulsar el despertar de las almas.
Argentina es un pueblo y una nación con muchas oportunidades que sus propios habitantes reconocerán, si viven el camino de la redención y del perdón.
Argentina es un país no solo repleto de bellezas naturales, sino que también es una tierra que guarda sus heridas, heridas muy difíciles que Yo mismo iré a cicatrizar a través de Mi Presencia.
Para que la cura llegue a los corazones de Argentina y a todo su pasado, el pueblo argentino y la humanidad deberán invocar verdaderamente por Mi Misericordia, para que desde lo más alto del Universo pueda descender el rayo inmaterial de la liberación y sea ese rayo el que transmute y redima a la consciencia argentina, y así un nuevo ciclo podrá comenzar.
Estaré atento a la voz de las suplicas de cada uno de Mis compañeros.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A Mi amada África
Queridos hijos:
Hoy dedicaremos este trabajo de oración a las almas inocentes y más pobres de África, para que después de que cada una de ellas haya pasado por el aprendizaje de la miseria, del sufrimiento y del dolor, reciba la gracia de poder estar ante la gloria celestial.
Ahora, con Mi primer e inicial monasterio de consagradas en Angola, toda la Obra es llamada por la Madre de Dios para colaborar, de alguna forma, en esta misión de caridad y de servicio que recién comienza.
Así como Mi amado Hijo le pidió a la Madre Teresa de Calcuta servir y estar entre los pobres más pobres, hoy Yo como la Señora de los Pobres y de los Santos Inocentes le pido a cada hijo Mío, que Me escucha, que pueda estar en África con los más pobres entre pobres, especialmente con los más inocentes, con Mis pequeños hijos, con los niños huérfanos y abandonados por sus propias familias.
Deseo que la Obra entera, así como todos los que están despertando a través de ella, hoy tenga en sus oraciones a Mi amada África para que los bienes celestiales, que se convertirán en ayuda y en servicio humanitario, puedan descender del Cielo para ser ofrecidos en África.
Con todo este pedido, hijos Míos, el deseo ardiente de su Madre Celeste es poder llevar amor a los que no lo tienen y alivio a los que sufren.
Este es el tiempo en el que la injusticia y la desigualdad golpean a los más inocentes y pobres, a los que nada tienen. Pero también, hijos Míos, este es el tiempo de los milagros, milagros que sus propias vidas pueden realizar a través de su donación, de su apoyo y de su servicio a Mis pequeños hijos de África.
Esta Obra, bendecida por el Padre Celestial, tiene la misión de llevar el amor para poder curar el dolor del mundo, no solo con un gesto de cariño para aquel que nunca lo recibió, sino también a través de un gesto de servicio y de amparo a los más pobres entre los pobres.
África fue y es un continente ultrajado y explotado por las grandes naciones, pero eso en poco tiempo terminará, y aquellos que se llevaron todo y dejaron la pobreza y la miseria para los más inocentes, se verán Conmigo y con Mi Hijo el día marcado para el Juicio Universal; porque, como ya lo dijo Mi Hijo, no quedará piedra sobre piedra en aquellos que construyeron sus potencias sobre la superficie de la Tierra. Todo el mundo vivirá su momento de evaluación y de juicio.
Queridos hijos, también les pido colocar en sus oraciones a los Reinos de la Naturaleza de África para que, a pesar de ser extinguidos y comercializados, la consciencia-grupo de cada Reino hoy reciba el amor y el perdón de parte de los orantes.
África es el comienzo de una Obra mayor que colocará a cada uno de los servidores ante la oportunidad de dar el gran paso hacia el olvido de sí mismo para estar, sin condiciones, en servicio y en amor por los demás.
Recuerden que África espera amor, ayuda y redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Es con alegría materna que hoy nuevamente estoy con ustedes para que, desde el Cielo y desde la Tierra, entremos en comunión espiritual con el Padre Eterno.
Que hoy esta comunión con el Propósito Divino se viva y se realice en cada uno de Mis hijos a fin de que se pueda establecer en el mundo la gran corriente de la Paz.
Para eso, hijos Míos, el ofrecimiento que hoy realizarán sus vidas y sus consciencias atenderá a la necesidad planetaria y ayudará a disolver de los éteres de la Tierra las corrientes opuestas al Amor y a la Luz de Dios.
Es de esa forma, queridos hijos, que los cantores e instrumentistas de la paz se vuelven a unir para poder curar y elevar la consciencia sometida de la humanidad.
Pero el encuentro de hoy también repercutirá en la consciencia de la música, que fue pervertida por el hombre y que contaminó a millones de almas de la Tierra con tendencias y estilos musicales que no se unen a Dios.
Este Encuentro de Música trabajará en esos estados de consciencia, pero al mismo tiempo colocará cura, amor y paz en los corazones que perdieron su filiación con el Altísimo.
Queridos hijos, en los últimos tiempos los Encuentros de Música representaron la posibilidad de que la Jerarquía espiritual pudiera trabajar más ampliamente en la consciencia de la humanidad.
Cuando los Encuentros de Música para la Cura son realizados en vivo, se establece un contacto espiritual entre la humanidad y la Jerarquía, entre la Tierra y el Cosmos. Es un portal celestial que se abre cada vez que Mis hijos cantores se reúnen, se esfuerzan y llevan adelante cada encuentro.
Todos los esfuerzos, sacrificios y empeños que son colocados para la realización de los Encuentros de Música, en todos los sentidos, generan la gran oportunidad que tiene la Jerarquía espiritual de ayudar a la humanidad entera. Pero al mismo tiempo, todos esos esfuerzos conceden al mundo periodos de paz y de disolución de conflictos armados, nucleares y tecnológicos.
Los Encuentros de Música ya cambiaron de ciclo y ustedes, hijos Míos, son llamados a cambiar de ciclo junto a la Jerarquía, para que pueda prevalecer la asistencia que en este tiempo deberá tener la humanidad y el planeta.
Que el encuentro de hoy pueda espejar más atributos hacia la humanidad a fin de que el odio, la ira y el desamor sean sustituidos por los Principios Divinos.
Deseando y aspirando a un luminoso trabajo de música para todos Mis hijos cantores, los bendice y les agradece por responder al llamado de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Día a día, ante la situación planetaria y la crisis espiritual y física de la humanidad, su Maestro y Señor contempla al mundo con la finalidad de salvarlo y de ayudarlo, aunque la mayoría rechace incluso en este tiempo, la segunda y gloriosa venida de su Salvador.
Es solo a través de un acto de amor inconmensurable e infinito que Dios todavía envía al mundo Su Misericordia a fin de dar hasta las últimas oportunidades a Sus hijos, para que Sus hijos ciegos, sordos y perdidos vuelvan a ver, a escuchar y a encontrar un sentido espiritual para sus vidas.
Por esa razón y por muchas otras, Su Redentor se presenta en este tiempo para poder abrir los ojos de los que todavía niegan y desmienten la grave situación espiritual y material que vive y enfrenta la humanidad.
Para eso, todos los esfuerzos en este momento están volcados a la conscientización y a la cura espiritual del ser humano, cuya vida es una constante tragedia por haberse apartado de Dios.
La acción de la Misericordia es un camino de salvación capaz de dar, a la humanidad, la Gracia de recapacitar totalmente. Pero ese estado de Gracia terminará, porque el tiempo de la Justicia llegará para los que no quisieron escuchar.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mi Alma y Corazón ya están en Angola. Estoy preparada para llevar el Amor de Dios a las almas inocentes, almas pobres de espíritu.
Mi Divinidad ya está en Angola, al igual que la Gracia materna de Mi Corazón, porque Mi deseo de Madre es estar con Mis hijos de África, es poder recoger en Mi interior el amor, la pureza y la devoción de ese pueblo por la Madre de Dios.
Ellos son Mis amados y predilectos hijos, a los que quiero mucho y por los que rezo todos los días por sus vidas, así los mantengo bajo Mi divina protección.
Angola fue la nación escogida por su Madre Celeste para poder abrir las puertas al servicio humanitario y al servicio religioso.
Angola es un pueblo que es testigo de los conflictos y heredero de un sufrimiento que nunca debió vivir. Pero el fin de este cautiverio llegará y Mis hijos de Angola, como los de toda África, podrán ser partícipes de Mi Amor maternal.
Por eso en este día especial, la vida consagrada por medio de la Orden fundada por Mi Hijo ingresará en el continente africano para llevar el amor y la cura de los Sagrados Corazones, con la esperanza de que algún día la Peregrinación por la Paz visite a ese querido pueblo a fin de que Mis hijos de África se sientan más abrazados por la Madre de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través del pasaje y de la visita de los Mensajeros Divinos por las naciones del mundo, ciertos ideales y proyectos creados en función de la mente humana son desactivados para que el resto de la humanidad no se vea afectada ni interferida.
Por esa razón y también por otras, los Sagrados Corazones peregrinan para llevar a las almas al despertar de la consciencia y al encuentro de su compromiso mayor con lo Alto.
En este tiempo, la Jerarquía Celestial está presente en la humanidad porque la humanidad, como pueblos y también como naciones, se desvía fácilmente del camino de lo sagrado y de la redención.
Es así que las importantes corrientes de Mi Divina Misericordia se aproximan a la humanidad para llevarla al acto de su arrepentimiento y para que en el mundo existan instrumentos de Cristo capaces de representarlo dentro de la fase del rescate planetario.
El Hijo de Dios llega al mundo para brindarles a las almas una oportunidad capaz de redimir y de curar la vida humana y de concederle a la humanidad, por medio de la Gracia, una ayuda extraordinaria para que el cambio se realice en ella.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
¿Quién te dará algo más grande que lo que Yo te puedo dar?
¿Quién podrá ser más que lo que Yo fui y lo que Soy?
Yo Soy todo para ti, sin límites ni reglas, sin condiciones ni cláusulas.
Tengo todo el tiempo para atenderte, para escucharte y para recibirte.
Tengo algo muy especial para tu ser y para toda tu consciencia.
Estoy a tu lado desde que naciste, por donde fuiste y hacia donde te decidiste a peregrinar, todo está bajo Mi Mirada.
Pero, Yo no juzgo tus actos, miserias o defectos. Yo acompaño, con ardor en el corazón, cada nuevo paso hacia la redención y hacia la elevación de tu ser.
Sé que no es fácil para ti vivir en este planeta con todas tus miserias y, sobre todo, estar aquí en este ciclo.
Pero todo esfuerzo, renuncia y entrega que hagas a Mi Corazón siempre serán bien recibidos, y en donde te encuentres y por donde vayas serás bendecido por Mi Espíritu de Amor y de Caridad.
Siéntete en el camino de la transformación, de la renovación y de la cura.
Este es el tiempo de que descubras en ti la Gracia que te dio Dios para que continúe actuando en tu vida.
Sigue adelante y apóyate en Mi Fe.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor Cristo Jesús
Que cada instante de tu vida sea una misión ofertada al Creador. Encuentra en cada acontecimiento una oportunidad de servir, de renunciar, de amar, de comprender para que los Principios Crísticos inunden tus actos y se instalen en tu consciencia y, así, hijo, ingresen en lo profundo de la consciencia humana, allí donde son generados los pensamientos, los sentimientos y las acciones.
Comprende cada momento como el momento correcto de ofrecerte como instrumento al Padre y, aunque sea para aquellos que estén a tu lado todos los días, sé una fuente de paz, de gracia, de cura, a través de la cual puedan fluir los Rayos que provienen de Dios en auxilio de la humanidad y de toda la vida sobre la Tierra.
Recuérdale a tu consciencia su propósito en este mundo. Ya sabes que viniste al mundo para vivir una Ley Mayor, que restaura la vida y la evolución de todas las criaturas de Dios.
En tus menores acciones, imprime este propósito de paz. Así, hijo, estarás en Dios y Él en ti.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más