Viernes, 25 de agosto de 2023

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo, que tu corazón encuentre paz en el diálogo profundo y sincero con Dios, en la transparencia de tu alma al permitir que el Señor ingrese en los espacios más profundos de tu consciencia.

El acto de confesarte ante tu Creador es como abrir las puertas de tu consciencia y de tu corazón para que Él habite en ti.

El Señor ya conoce tus miserias y pecados, tus virtudes y destrezas, aquello que eres en esencia y que ni siquiera conoces, y aquello que piensas ser. Por eso, hijo, la confesión no existe para que Dios te conozca, sino para que tú le concedas el permiso de ingresar en tu vida y de mostrarte quién verdaderamente eres.

El acto de la confesión no existe para que Dios te conozca, sino para que tú conozcas a Dios, a Su Amor y a Su Misericordia.

Es en la confesión que comprendes que el Amor de Dios no se limita por tus miserias, no se condiciona por tus pecados ni se mide por tus virtudes. El Amor de Dios es, desde el principio de la vida, y no es Él que se aleja o se oculta de los seres, sino que son las criaturas las que se mantienen en una vida de ilusiones que les impide percibir, sentir y vivir el Amor de Dios.

Y la confesión es esa puerta que se abre en el corazón como en la consciencia, para que los seres vuelvan a percibir el Amor de Dios, desenmascarando a las ilusiones de su propia vida para permitir que lo que es real venga a su encuentro.

Por eso, el acto de confesarse es un Sacramento primordial, que hoy llamo a las almas a vivir. Por eso ve, hijo, y permite que Dios te recuerde quién eres y qué es lo que viniste a hacer en este mundo.

Permite que Dios te dé a conocer Quién es Él y Su gran Amor por ti.   
 
Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo