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Curar, hijo, es sumergirse en el propio interior y encontrar la paz en los océanos profundos de la consciencia; ir más allá de lo que está en conflicto en tu cuerpo, en tu mente, en tus emociones y sobre todo en tu espíritu, y encontrar el espacio interno donde te ves cara a cara con Aquel que te creó y que habita en ti.
Allí, en lo profundo de tu ser, descubrirás las raíces y los motivos de todo padecimiento; descubrirás dónde yace la desconexión y dónde comienza la oferta por el rescate de la perfección en la consciencia humana y en todos los niveles de los seres; descubrirás que todo tiene un motivo y que, así como la naturaleza de tu cuerpo es perfecta, también lo es tu consciencia y las Leyes que rigen tu vida.
Un desequilibrio y una enfermedad señalan para ti que es momento de buscar más profundamente la vida espiritual, es momento de ir más allá de lo que es superficial para reencontrar la perfección que naturalmente habita en tu cuerpo, mente y espíritu.
La cura comienza en la consciencia, en el acto de parar humildemente para oír la Voz que habla en tu cuerpo.
Eres una vida hecha de muchas vidas: tu cuerpo habla, tu mente habla, tus emociones hablan, tu alma habla, e ingresando en lo profundo de tu composición material, encontrarás el espíritu, porque allí también, dentro de ti, tus células hablan.
Tu ser consciente es como una madre que abriga en su interior estados desconocidos, en los cuales precisas sumergirte para un día saber quién verdaderamente eres.
Por eso, la cura comienza con el silencio, no un silencio indiferente, sino un silencio activo, que da espacio para que la vida se exprese; un silencio que está buscando oír en las profundidades del ser y encontrar respuestas; un silencio que le habla al cuerpo, a la mente y al corazón, que no quieren acallar el dolor y el desequilibrio, sino escucharlos, y encontrar el real motivo de la existencia de ellos.
Por eso, escucha a tu propia consciencia; allí comenzarás a ser curado.
Ve a lo más profundo y escucha tu corazón.
Ve a lo más profundo y escucha tu espíritu.
Ve a lo más profundo y encuentra a Dios en ti.
Así descubrirás, hijo, que dentro de la enfermedad también yace la perfección. Dentro del caos, interno y externo, habita una Voz que llama a la humanidad a retornar y a curarse.
Y curar es ser capaz de oír y seguir esa Voz que clama dentro de ti. Por eso, escucha a tu Creador.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu padre y amigo
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más