Viernes, 17 de febrero de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo, mientras el mundo agoniza, el espíritu de la Tierra clama por la Divina Misericordia y las almas están distraídas, buscando en las cosas del mundo el sentido de su existencia; pon tu corazón en el Corazón de Dios y haz verdadera tu entrega.

Mientras los Reinos de la Naturaleza claman por el despertar de la humanidad, para que no haya más sufrimientos ni guerras, por la falta de amor en el corazón humano, pon tu corazón en el Corazón de Dios y haz verdadera tu entrega.

Mientras tantos jóvenes se pierden en la búsqueda del placer y en la distracción, para no percibir el vacío de sus vidas, pon tu corazón en el Corazón de Dios y haz verdadera tu entrega.

Las mentes se están desequilibrando y los corazones oscureciéndose, porque los seres se resisten a buscar a Dios. El orgullo cegó sus ojos y ellos no reconocen la libertad de retornar al Padre. Para equilibrar la mente humana, hijo, pon tu corazón en el Corazón de Dios y haz verdadera tu entrega.

El ansia por el poder cegó a muchos hombres que ya no miden las consecuencias de sus acciones y, con la injusticia que generan, solo atraen todos los días  la Justicia Divina. Para que la Misericordia ampare a las almas inocentes, pon tu corazón en el Corazón de Dios y haz verdadera tu entrega.

Mientras el ansia por la conquista ya no tiene fronteras en los corazones y en las mentes humanas, y muy pocos reconocen la Gracia de no tener ni de ser nada, hijo, pon tu corazón en el Corazón de Dios y haz verdadera tu entrega.

Todos perciben que el caos está creciendo dentro y fuera de sí mismos, pero muchos están buscando esconderse en las ilusiones que el enemigo les ofrece cada día más. Sin embargo, hijo, pon tu corazón en el Corazón de Dios y haz verdadera tu entrega.

Si los estímulos del mundo tocan a tu puerta y te llaman a una vida vacía de sentido, pon tu corazón en el Corazón de Dios.

No hay sentido para la vida humana fuera de la Verdad y no hay Verdad distante de Dios.

Hijo, pon tu corazón en el Corazón de Dios y haz verdadera tu entrega.

Mientras el mundo busca todo, sé nada.

Mientras se expande el ansia por el poder y por la conquista, sé nada.

Mientras las almas se distraen y no miden sus acciones y sus pensamientos, sé nada.

La única forma de tornar al mundo diferente y preparar, para los días venideros, una Tierra que conozca la Paz, es colocando el corazón en el Corazón de Dios y haciendo verdadera tu propia entrega.

Sirve, hijo, con el mayor servicio que puedes prestar en este mundo: no querer nada, no ansiar nada, no ser nada y más allá de todas las cosas, amar con tu corazón en el Corazón de Dios, haciendo verdadera tu propia entrega.

Yo te acompañaré.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo