Viernes, 1 de enero de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desarrollen en este tiempo la neutralidad como primer principio, para que la paz permanezca en el interior de ustedes. No confundan esto con indiferencia, desprecio ni falta de interés por lo que sucede en el mundo.

La neutralidad es un don que nace en los corazones de los que buscan la Verdad y que, en su búsqueda, pueden contemplar la cara oculta de los hechos que se manifiestan en el mundo.

La neutralidad es un atributo que impregna el espíritu de los mansos y de los que tienen fe en el cumplimiento de los Planes de Dios, tanto en el mundo como en sí mismos y, por eso, por más que sucedan grandes desastres y desajustes en el planeta, jamás pierden el eje y la meta de sus espíritus.

Para llegar a la neutralidad, deben tener interés en conocer el Plan de Dios; deben tratar de vivir según los Principios del Padre e infundir en su interior la certeza de la perfección de Su Voluntad.

Al conocer el Plan de Dios, observando la manifestación de ese Plan, comprenderán que el Señor utiliza diversos caminos, a veces, jamás pensados por nosotros para la concreción de Sus Obras; sin embargo, siempre las manifiesta porque Su Voluntad es una Ley.

Con esa certeza infundida en el corazón, el espíritu alcanza la neutralidad y se mantiene firme en el cumplimiento de su parte en el Plan, obedeciendo y caminando independientemente de lo que sucede a su alrededor, porque sabe que algún día, en una de las curvas de ese camino, Dios manifestará Su Voluntad.

El corazón que vive en la neutralidad no se preocupa tanto con los medios utilizados por el Señor para llegar al fin esperado, porque de manera simple ese corazón sigue con fidelidad y paz las indicaciones del Creador y, a pesar de estar siempre atento a lo que vive el prójimo y preparado para ayudarlo cuando sea necesario, ese corazón no se inquieta ni se desestructura internamente por lo que sucede a su alrededor.

¿Comprenden ahora lo que Dios espera de Sus soldados? Espíritus serviciales, amorosos, mansos y listos para donar todo de sí mismos, y también rectos, inmutables y obedientes al Propósito Divino.

Traten, entonces, de encontrar el don de la neutralidad desde ahora y vívanlo en su interior.

San José Castísimo, que los prepara para cruzar en paz los tiempos que vendrán.