Martes, 12 de enero de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Querido hijo:

Fortalece en tu interior, todos los días, la certeza de la existencia de una vida superior y de un propósito que trasciende la materia y las superficialidades impregnadas en ella. 

En estos tiempos, muchos fortalecerán las ilusiones, los placeres desmedidos y el usufructo absoluto.  Las grandes empresas que dominan la mente común de la humanidad con sus influencias, inspiradas en las fuerzas del caos, de la misma forma que los falsos gobiernos de este mundo, incentivarán a la humanidad a buscar el placer por encima de la propia vida.

Cuando el cambio del ciclo planetario sea visible hasta para los ciegos de corazón, la Luz llamará hacia sí a Sus hijos y las tinieblas también querrán fortalecer su reinado. Tú, como hijo de laLuz, deberás ser un faro que ilumine el camino de los perdidos y les indique la meta.

No te dejes llevar por la desesperación de la humanidad o incluso por el ansia de “gratificarse mientras hay tiempo”, porque ese será el lema de los tenebrosos al final de todo.

Trata de estar lúcido en medio de todos y, por más que aquellos que amas sigan otros caminos, mantente firme en el propósito de llegar a Dios.

Nunca pienses, hijo, que ya no vale la pena seguir principios espirituales e intentar encontrar a Dios en un mundo que tanto se separó de Él. Por más que a tu alrededor el mundo pareciera que se acaba, el Principio de todo, la semilla que fecundará la Nueva Tierra, estará dentro de ti y, mientras te mantengas firme, a pesar de ti mismo, ella nunca morirá.

Dios está vivo en el interior de todas Sus criaturas, pero solo actúa por medio de aquellos que creen en esa verdad y que permanecen en ella, aunque parezcan ser los únicos con esa certeza.

Las cosas que te digo, hijo, podrás encontrarlas hoy en el mundo a tu alrededor o mañana a tu lado. Por eso, asimila lo que te digo y consolida dentro de ti la convicción absoluta del triunfo de Dios en la Tierra

 Por menos visible que esta guerra sea para tus ojos, en este momento debido a tu inmadurez espiritual, solo confía y crece; madura tu espíritu con bases santificadas por los impulsos de los Mensajeros Divinos y serás, tú mismo, el Principio vivo de una creación perfecta en este mundo.

Como tú, existirán otros, y de todos surgirá la Nueva Humanidad. Por eso, sé valiente y persevera. No bajes los brazos, pues estamos contando contigo en este ejército de amor, de paz y de renovación para la Tierra.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo