Domingo, 11 de octubre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mis queridos compañeros en Cristo:

Mientras la humanidad se preocupa con el crecimiento material y con la acumulación de bienes y riquezas que perecerán rápidamente ante la imperiosa Luz del Redentor, Yo los invito a preparar el retorno de Cristo al mundo.

El Señor vendrá cuando los corazones del mundo hayan aprendido a valorar la verdadera riqueza y los verdaderos bienes, que son aquellos que ustedes ganan cuando pierden los bienes del mundo y cuando se pierden a sí mismos, entregándose a Cristo.

El Señor vendrá cuando la humanidad comprenda que el único  seguro es el que lleva a Cristo. Este momento no está distante de sus vidas, porque los mismos acontecimientos del mundo harán que se desmoronen todas las estructuras que brindan el confort y la seguridad a los seres en la vida material.

El Señor vendrá cuando las consciencias, al fin, comprendan más ampliamente Su primera venida al mundo. Ellas lo descubrirán al ver el ejemplo de aquellos que siguieron Sus pasos y que, confiados en Su Presencia Espiritual, no titubearon con los temblores del mundo y no dejaron desmoronar sus fortalezas interiores, incluso con todos los ataques del enemigo. Al contrario, los compañeros de Cristo ayudarán a construir la fortaleza en el interior del prójimo, aun en medio de grandes tempestades, porque mayor que el viento y que la lluvia será el poder del amor infundido en ellos por Cristo.

El Señor vendrá, al fin, cuando la humanidad comience a conocer su verdadera historia, el origen de este mundo y de todo lo que ya sucedió aquí, desde que los primeros seres humanos comenzaron a desarrollarse. En ese momento, la humanidad buscará en Cristo la respuesta para todos los cuestionamientos que el alma hará para que la mente despierte y encuentre en Él la confirmación de todo. Porque el Señor vendrá en Gloria y, solo por verlo entre las nubes, los incrédulos se arrepentirán, los ignorantes comprenderán y los falsos temerán verse delante de sus propias mentiras; pero todos sentirán el Poder del Rey y Su majestuoso Perdón.

Él retornará para que, en Su Presencia, la humanidad por fin comprenda el Plan de Dios y, aunque muchos no logren cumplirlo, siga su destino en la evolución del universo, con reverencia hacia la grandeza del Pensamiento Divino y confiando en la Voluntad de Dios. Caminarán desde el punto en que se encuentren, para que, un día, puedan ser según lo que Dios pensó.

El retorno de Cristo no es una fantasía, es una Verdad Suprema. Aquellos que crean en Su venida y perseveren, aun en contra del mundo y de las propias dudas de la mente, suspirarán aliviados cuando vean abrirse el Cielo y, de rodillas, agradecerán a Dios al ver que se cumple Su profecía.

Bienaventurados los que creen en el retorno de Cristo, porque caminarán detrás del Señor, siguiendo cada uno de Sus pasos.

Yo los amo y les dejo Mi paz.

San José Castísimo