Domingo, 13 de enero de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA MADRE Y VIRGEN MARÍA AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Cuando llega el día 13, Mi memoria recuerda Mi venida especial a Fátima, Portugal. Por ese motivo, queridos hijos, hoy les recuerdo la importante tarea planetaria que Mi Inmaculado Corazón realizó durante el año 1917.

Por eso hoy les pido que, al igual que los pequeños pastores, preparen vuestras vidas para llevar el mensaje de Mi Amado Hijo a través del camino del apostolado. Hijos, como Madre estaré acompañando este nuevo recorrido hacia la vida del servicio y de la caridad, de la oración y de la devoción a los Sagrados Corazones.

En Fátima, pedí al mundo la consagración al Inmaculado Corazón de María y años más tarde, Mi Hijo Jesús le pidió a la hermana Lucía de los Santos, el ejercicio de la comunión reparadora durante cinco meses. Ahora, queridos hijos, por el ofrecimiento de todos los fieles orantes que escucharon el llamado de Fátima, Mi Corazón ha sido reparado de los ultrajes y de las indiferencias.

A partir de Fátima, Yo abrí las puertas para el despertar espiritual de Medjugorje, y a partir de Medjugorje, Yo abrí una Fuente de Gracia en el Sur de América. Fátima fue Mi principal y extraordinaria tarea mariana, que congregó a todos los poderes universales y celestiales por intermedio del Amor de Dios, para que la humanidad no se auto-destruyera. Fátima fue, es y será la luz para una gran parte del mundo, al igual que Medjugorje, Salta y Aurora.

Ahora, hijos Míos, la Reina del Cielo, viene como la Nueva Aurora, para que todos Sus hijos vuelvan a nacer a través de la fe y de la devoción al Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, así podrán entender cómo son las Misiones Divinas y Celestiales en la Tierra, misiones que son enviadas por el Absoluto Señor del Universo para que la humanidad, aún inmadura en la consciencia, pueda ser acompañada, guiada y advertida.

Hoy los llamo, hijos Míos, en este importante ciclo a unirse y fundirse con el Alma Divina de Cristo, para que vuestros corazones aprendan mediante la oración, el ayuno y la confesión a reparar el Corazón de Mi Hijo. Así verán, Mis pequeños, cómo es grande el Amor de Mi Hijo por ustedes; es tan grande ese amor que Él está descendiendo desde el Universo Celestial para hablarles, para guiarlos y prepararlos para lo nuevo y lo bueno.

Que, colmados en espíritu por esa Misericordiosa Gloria, ustedes puedan tomar consciencia del tiempo misericordioso que están viviendo.

Cuando los invito a recordar Mi importante tarea maternal en Fátima, es para que vuestros corazones puedan despertar en este momento a la tarea que Mi Corazón está realizando con todos ustedes. Vuelvan a sentir el mensaje de Fátima en vuestros corazones y así podrán ser renovados por el mensaje que durante un año entero, Mi Inmaculado Corazón les entregó.

Queridos hijos, intenten aprender a leer en los acontecimientos para que unidos a Dios, ustedes, Sus criaturas, puedan ayudar a cumplir el Plan de Amor para la Tierra.

¡Les agradezco por escuchar Mi llamado!

Los bendice con amor,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad