Jueves, 2 de abril de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos Míos:

En cualquier parte de la Tierra en donde un alma celebre hoy junto a Mi Hijo la Última Cena, recibirá la Gracia de la transformación de su ser. Así evitará, en los tiempos que vendrán, desviarse del camino que Mi Hijo le ofreció desde el principio.

Por eso, en este día, sean testigos del gran acontecimiento universal al cual son llamados a participar y, de esa forma, dar el “sí” al Padre Celestial.

Es importante, hijos, comprender que cuando todos los años se celebra la memoria de la Última Cena de Jesús con Sus Apóstoles, nuevas puertas de redención, de misericordia y de rehabilitación espiritual se abren para todos aquellos que desean de alma y de corazón atravesarlas; detrás de ellas hallarán el sendero de la reinserción en el camino de la cristificación.

Por eso, queridos hijos, una vez al año, cuando es celebrada la Sagrada Cena del Señor, el Universo se dona por entero y todas las leyes universales se detienen para que la Misericordia alcanzada por Mi Hijo pueda derramarse sobre todo aquello muy impuro y que parece irreversible.

Despierten a este momento en el cual, todos ustedes, como dignos Hijos de Dios, serán depositarios de los mismos dones que permitieron cumplir la misión redentora del Hijo de Dios.

Hoy abro Mis brazos y vuestra Madre Celeste los recibe en Su Corazón Inmaculado, invitándolos a renovarse y a confirmarse en la misión que el Padre Eterno les confió por medio de la vivificación de la Pasión de Mi Hijo.

En este tiempo, ustedes son llevados a comprender los misterios del Universo a través de la voz de los Mensajeros Celestes. Por eso, con espíritu de regocijo, eleven vuestras súplicas a Dios y reciban en este día de la Sagrada Cena las llaves que el Maestro les dejará para que, cuando llegue la hora, ustedes abran las puertas que los conducirán al Paraíso de Dios.

Mientras estén en este mundo, mucho deberá ser hecho en nombre del Señor para que al menos algún alma más reciba la oportunidad de despertar al Universo Infinito que la aguarda. Eso, hijos Míos, será posible a través de vuestra consagración y búsqueda constante de permanecer fundidos dentro de ese Gran Infinito que es la esencia del Amor de Adonai.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los reúne en este día en torno a la Mesa Sacra de Jesús,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz