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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con el silencio superior que permea la Tierra, en este momento contemplamos como Jerarquía Espiritual, las decisiones internas que ya fueron tomadas y esperamos al igual que todos ustedes, los resultados de esas decisiones.
Pero lo más importante en este momento, hijos Míos, es que no se olviden de lo que se guarda dentro del mundo interno de cada uno de ustedes. Como ya se los he dicho, es la esencia de Dios la que los protegerá y los amparará en este tiempo, a pesar de lo que suceda o de lo que se presente.
Aférrense en este tiempo a la unión predilecta con la Jerarquía Espiritual y así, sus pasos, consciencias y vidas serán guiados a través del Propósito Mayor.
Estamos reunidos próximos a la Tierra, dentro de este Sistema Solar. En este día no estoy sola, sino acompañada de muchas Jerarquías que contemplan con amor, dedicación y oración este momento planetario, especialmente este momento en Sudamérica.
Llegó el tiempo de la transición planetaria, pero de una transición más aguda y más compleja; por eso la importancia de estar en unión a la Jerarquía, para que no solo ustedes lo puedan soportar, sino que ayuden a sus hermanos a soportar estos tiempos difíciles.
El Armagedón es parte de una prueba difícil para la humanidad al igual que el Apocalipsis. Pero Yo les dije, hijos Míos, que ese Armagedón y ese Apocalipsis podrá ser más leve y pasajero para todos, dependiendo de cómo cada consciencia actúe y proceda en este tiempo. Cuanto más unidos estén a Dios y a Sus Jerarquías espirituales y universales, más pasajero y leve será ese Armagedón y ese Apocalipsis.
Ustedes y nosotros sabemos que la mayoría de la humanidad está completamente hipnotizada e ilusionada por muchas cosas y que esa situación la aleja y la aparta de Dios, día a día.
Pero como en otros tiempos remotos, el Padre se servirá de los pequeños grupos de consciencias para llevar adelante Su Plan de Amor y de Redención, hasta que pueda regresar Su amado Hijo a la Tierra.
Yo necesito que comprendan, hijos Míos, que estos tiempos no son normales, son tiempos diferentes a otros tiempos y a otros ciclos que vivieron las diferentes civilizaciones y las diferentes razas en la humanidad.
Este es el tiempo de cruzar el umbral hacia la redención y de poder vivir en sí mismo ese proceso de redención, para que la humanidad y la Tierra tengan una oportunidad.
Hoy Yo estoy aquí, hijos Míos, acompañando a cada uno de ustedes en el silencio y en la quietud de Mi Corazón. Yo los irradio y les doy Mis Gracias para que puedan tener mas fortaleza y para que puedan seguir adelante. No podrán sorprenderse por todo lo que verán, aunque sucedan situaciones inexplicables e inesperadas.
La Jerarquía sabe que la humanidad no es consciente de lo que ha generado y de lo que ha producido a través de los tiempos, para llegar hoy a este momento de inflexión planetaria. Por eso les vuelvo a decir de la importancia de estar unidos a Dios y de colocar la consciencia en lo Alto, suceda lo que suceda, para que ninguno de Mis Hijos, o al menos la mayoría no sea empujada y arrastrada por la transición planetaria, por los acontecimientos que llegarán y que se desdoblarán sobre la superficie de la Tierra.
Su única fe debe estar en lo Alto, en lo inmaterial y en lo cósmico, así las corrientes del Universo llegarán en su auxilio y los llevarán a comprender todos los acontecimientos, mas allá de las situaciones que se presenten. Podrán acompañar con más madurez y determinación los tiempos difíciles y sabrán ayudar a sus semejantes.
Hay una parte que le corresponde a la humanidad; esa parte no la podemos cumplir Nosotros y tampoco podemos intervenir. Este es el ciclo en el que cada ser humano se hace responsable de sus acciones y de sus actitudes delante del momento planetario, delante de la transición de la humanidad.
Pero ahora, hijos Míos, es importante mantener fortalecida la fe y la confianza en el Padre, porque nunca les faltará la ayuda del Universo. Por alguna razón y motivo, hoy estamos aquí para acompañarlos, para sostenerlos y guiarlos.
Si sus consciencias y principalmente sus mentes se colocan en lo Alto, permitirán que los Espejos del Universo puedan refractar en la Tierra sus atributos, sus corrientes poderosas y sus códigos, para que la humanidad esté más contenida y equilibrada aunque sucedan situaciones muy complejas en este momento.
Sabemos que las grandes poblaciones de las naciones se movilizarán buscando una esperanza y una oportunidad, en otras regiones de la Tierra como ya viene sucediendo. Por eso, es también importante mantener abierto el corazón para poder percibir todas las necesidades y todas las realidades, para poder acoger y recibir a aquellos que más lo necesitan, que no tienen nada y que son el resultado de aquellos que los comandan, de aquellos que los gobiernan y que los llevan a vivir grandes y desesperados sufrimientos.
Con todos estos acontecimientos, y más acontecimientos en el planeta que ustedes, al día de hoy, desconocen y no son conscientes, es el tiempo en el que la humanidad asuma sus responsabilidades y tome una verdadera y clara decisión. De esa decisión y de esa actitud dependerá que la ayuda universal pueda seguir descendiendo hacia ustedes y hacia el mundo y que regiones del mundo, a pesar de la purificación y de la transición del planeta se mantengan protegidas para que pueda renacer y pueda resurgir una nueva humanidad.
El Plan de la Jerarquía dependerá de la actitud de los hombres y mujeres de la Tierra. El Plan se cumplirá y ese será el objetivo de las Jerarquías Universales, aunque sea en pequeños grupos.
La célula principal que es la familia, se debe mantener protegida, porque en los tiempos de hoy es muy interferida y muy influenciada. Así como en otros tiempos y en otras civilizaciones, la familia fue protegida y amparada, a pesar de sus pruebas y de sus sufrimientos, en este momento tan crucial, es cuando la familia se debe mantener unida a Dios y a Su Consciencia Divina, así nada externo ni nada interno la agitará.
Hijos Míos, el Proyecto Genético humano quiere ser derrotado y ya es tiempo de que ustedes lo perciban y se den cuenta de esto. Pero sus consciencias y principalmente sus corazones no deben estar colocados en ese acontecimiento, sino en el esfuerzo, en el esmero, en la dedicación, en la entrega para la realización de ese proyecto, en el día a día, por medio de sus actos y de sus obras de caridad, de servicio y de oración al Universo.
Recuerden que en este planeta, en sus mundos más internos se guardan Recintos Sagrados que podrían regenerar y reacondicionar la superficie de la Tierra; solo que el momento aún no llegó. Es importante que la humanidad atraviese esta transición y dependiendo de sus actitudes y de sus acciones, esa transición será más leve o más fuerte.
Los hechos, los acontecimientos y las consecuencias que suceden solo son responsabilidad del ser humano, de esta raza que está en la superficie de la Tierra.
Todo fue entregado, todo fue donado con amor y dedicación para que una civilización pudiera despuntar en los grados de amor y en la evolución de la consciencia.
Pero aún la dualidad no fue vencida, aún la dualidad deberá ser transmutada, liberada y redimida para que el equilibrio y la armonía estén dentro de los seres y todos puedan estar en contacto con Dios y así cumplir Su Plan, Sus aspiraciones y Sus promesas.
Llegará el momento en que Mi Hijo retornará; retornará de una forma sorprendente e inesperada. Será visto en muchos lugares del mundo, será reconocido, aunque muchos también lo rechazarán, porque Él vendrá con un aspecto desconocido y nunca antes revelado a la humanidad.
Pero llegará el momento después de Sus apariciones, después de que Su Presencia se reaproxime a la consciencia humana, que Él se mostrará verdaderamente como es, así como Él ascendió a los cielos y alcanzó Su mayor grado de evolución de consciencia y de amor.
Será el momento en el que las fuerzas del caos y el adversario serán vencidos, y el gobierno de este planeta nuevamente será concedido al Rey universal, como le fue concedido cuando Él nació en esta Tierra, entre ustedes, para traerles la buena nueva de la redención y la oportunidad de reencontrar el camino de la Luz.
Todas las Jerarquías estamos contemplando los buenos acontecimientos, hechos y pasajes que vivió la humanidad por medio de consciencias, de almas, que se ofrecieron para vivir y expresar el Amor Crístico.
Todos los que vivieron esa experiencia a lo largo de los tiempos, de las generaciones, están siendo contemplados y en este momento están ayudando en los planos internos a la consciencia humana para que sepa tomar una buena decisión y para que esa decisión repercuta en beneficio del resto del planeta.
Ahora llegó el momento de recogerse en el Corazón de Dios y de buscar, por encima de todos los acontecimientos, la esencia de la Paz.
Hoy envío este mensaje especial al mundo para que sea escuchado y recordado por todos, sabiendo que también el Universo vive una transición y que, cada día más, estamos llegando al momento más culminante, en el que todo se definirá, en el que todo quedará más claro, en el que las realidades ambiguas terminarán, y al fin podrá establecerse el Reino de Dios.
Pero para eso, muchas situaciones deberán terminar, hijos Míos. El planeta deberá expurgar lo que le pesa y todo aquello que le duele, todo aquello que ha recibido de parte del hombre de superficie a través de los tiempos.
Todo será reconfigurado, restablecido y reordenado para que pueda existir una nueva oportunidad y el Plan pueda volver a su origen, a su principio, a su esencia. Por eso, los movimientos serán fuertes, serán determinantes e inesperados.
Para eso, a través de los años y de los últimos tiempos los hemos preparado, la Instrucción ha sido su llave para vivir estos tiempos de Armagedón y para estar, por medio de la palabra de la Jerarquía, unidos al Plan de Dios y a Su Consciencia Divina.
De una forma extraordinaria, envío estas palabras al mundo y especialmente a aquellos que sostienen las Islas de Salvación a fin de que los códigos, atributos, dones y virtudes permanezcan presentes en la superficie de la Tierra; y para que aquellos que sufren, que padecen y que no tienen nada, puedan saber algún día que el Amor, el Amor de Dios no se disolvió del corazón de los hombres y de algunos lugares de al Tierra. Que el Amor puede reconstruirlo todo, el Amor puede renovarlo todo, que el Amor de Dios los puede liberar y salvar.
Les dejo la Luz de Mi espíritu y de Mi alma para que sean conducidos y por encima de todo se establezca la paz y la unidad.
En nombre de la Fuente inmaterial del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; en nombre de los Gobiernos y Consejos que guían y conducen a este y a otros Universos; en nombre de la Confraternidad y de la Hermandad Celestial que acompaña a esta raza hace mucho tiempo; en nombre de la Voz del Padre que reverbera y repercute como un eco a través de Sus Mensajeros; Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Y juntos oremos para que se cumpla el Plan de Dios, para que se establezca Su divino Propósito. Oren Conmigo, hijos Míos:
Señor,
que se cumpla el advenimiento de la nueva raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu nombre y
glorificar la perfecta unidad.
Amén.
(se repite tres veces)
Y elevo, hijos Míos, estas oraciones al Cielo para que el Padre las escuche y en respuesta haga descender Su infinita e inconmensurable Misericordia.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más