Domingo, 17 de junio de 2018

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE CRACOVIA, POLONIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Virgen Negra de Polonia

Que desde Mi Inmaculado Corazón surja la Paz y que ella se expanda hacia los corazones del mundo.

Hijos Míos:

Vengo a perpetuar la Fuente de Gracias que nace del Corazón de Dios para que las almas no solo reciban Misericordia, sino que reconviertan sus vidas y puedan retornar al Corazón del Padre.

Vengo como la Virgen Negra, Nuestra Señora de Czestochowa, para darles una señal de que en Mi Reino no hay diferencias de razas ni de colores, de culturas ni de naciones. En Mi Reino vive y habita la Unidad, y es esa unidad la que lo Yo les revelo a través de Mi Faz en Polonia.

Hijos, vengo a gestar en sus corazones el amor por la vida y la unidad entre los corazones.

Vengo a gestar en sus espíritus, no solo la capacidad de perdonar y de reconciliarse sino, sobre todo, la posibilidad de volver a amar y la esperanza de reconstruir la vida en profunda unión con Dios.

Quiero que sus corazones sean los testimonios vivos para el mundo de que es posible vivir el perdón, la paz y la esperanza, a pesar de los conflictos y de la desunión que aún viven en el corazón humano.

Quiero que le enseñen al mundo herido cómo hacer para curar lo profundo del corazón, simplemente dejando que las Manos de Dios los toquen, los restauren y los purifiquen.

Con unos pocos su Padre Creador opera milagros infinitos y todas las Gracias recibidas en los últimos días son un símbolo fiel de esa verdad.

Demuéstrenle al mundo, hijos Míos, cómo con tan poco pueden transformar la vida sobre la Tierra.

Demuestren, a través de la alegría que surge de sus corazones al encontrar a Dios, cómo el planeta puede ser curado, y anuncien un tiempo mayor de paz, que es posible cuando los corazones se unen en amor al Padre Celestial.

Dejen que desde lo profundo de sus corazones emerja la cura, no solo para esta nación, sino para el mundo entero. Unan sus espíritus a la Fuente de la Divina Misericordia y aspiren, todos los días, a ser instrumentos de la Misericordia para el mundo.

El planeta necesita de la Fuente que aquí emerge a través de la devoción de los corazones; la humanidad necesita encontrar la paz y a través de la Misericordia pueden encontrarla.

Por eso, hijos Míos, aunque sean pocos y se sientan solitarios en un mundo que se sumerge en la ilusión, persistan y crean que, si con Su único Hijo el Creador transformó el destino de Su Creación, con ustedes, hijos Míos, Él renovará esa transformación y le dará al mundo una nueva oportunidad de recomenzar cuando todo haya sido purificado.

Anímense a ser instrumentos de la Divina Misericordia, a unir culturas, razas y religiones en un único corazón que clama por la paz.

Como la Virgen de Czestochowa vengo a enseñarles a curar y a perdonar, a unir y a elevar al Corazón de Dios esta humanidad, el planeta y sus Reinos de la Naturaleza.

Que todas las Gracias que Dios les concedió, sean multiplicadas y que, después de transformar lo más profundo de la consciencia polaca, transformen al mundo entero.

Después de ser curados, aprendan a curar.

Después de ser bendecidos, aprendan a bendecir.

Después de recibir los frutos de las oraciones de sus hermanos, aprendan a orar por los que más necesitan.

Después de recibir el Amor de Dios, aprendan a amar y, de esa forma, hijos Míos, vivan en comunión.

¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Czestochowa