Jueves, 3 de octubre de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Deja que Mis Pasos te guíen hacia el Infinito, así encontrarás la Fuente que nutrirá por completo tu ser interior.

Libera tu corazón de todos los miedos, pues Mi Corazón Luminoso te protege y te indica el próximo camino que debes recorrer.

Quédate en Mi Corazón, porque en este Templo Sagrado no perderás el sentido de la vida ni el camino seguro del espíritu.

Sé firme, valiente y animado para que, subido a Mi barca de amor, Yo te pueda hacer conocer los Universos Mayores de paz y de unidad.

Durante la Hora de Mi Divina Misericordia, la humanidad más perdida y separada de Mi Supremo Dios es conducida por un camino que lleva a la redención y a la pronta conversión.

Agradeceré desde ahora tus oraciones por los más necesitados; en estos tiempos existen muchas almas que con astucia fueron distraídas e impedidas de encontrarse Conmigo.

Por medio del canal de Mi Infinita Misericordia, el Señor Me envía por segunda vez, para resucitar en espíritu a quienes dejaron de hablar con Mi Padre y se ocuparon de hablar de las cosas del mundo.

Sé que para muchos de los Míos es difícil permanecer sobre la órbita de la Tierra, mas Yo les digo que han ingresado en el camino del constante sacrificio.

Sepan que para Dios es precioso saber y ver que todos Sus hijos se ayudan mutuamente por un fin mayor.

Ahora los encuentro en Mi Corazón, con la oración misericordiosa como constante y verdadero alimento para sus vidas.

Queridos, llegó el tiempo de dar el todo por el Todo; de ese modo Mis Planes Misericordiosos no sufrirán limitaciones por causa de Mis servidores, sino que se cumplirán a través de la donación absoluta de los corazones.

Camino al lado de ustedes, en la Serenidad del Corazón de Dios.

¡Adelante! Prosigan con fe Mi Camino de transformación, pues la meta indica un futuro de paz y de unidad con el Altísimo.

Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.

Gracias por permanecer en Mi Corazón de Amor.

Cristo Jesús, el Guardián y Protector del Amor