Miércoles, 11 de abril de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que Mis Palabras resuenen en los corazones que escuchan, porque estas ya son las últimas, antes del tiempo final.

Por eso, con ardor y amor en el corazón, reciban Mi Mensaje como si fuera la última parte de la llama del cirio encendido, en donde todo terminará y luego todo se desencadenará.

La mayoría se dará cuenta de lo que ya no tendrá más disponible como alimento espiritual vivo, cuando su Maestro y Señor esté retirado completamente del escenario de los horrores de los últimos tiempos.

Algunos, tarde se lamentarán y con su mano se golpearán el pecho diciendo: “¡Mi Dios!” y nada ni nadie responderá, porque todo ya habrá sido dicho.

Bienaventurados y agraciados serán los que beban de Mis Palabras, así como beben las aves del manantial y de los ríos, porque estarán preparados para enfrentar cualquier situación o acontecimiento, cuando su Maestro ya no esté presente.

Les aseguro que quienes hayan bebido de Mi Fuente, pase lo que pase, no sentirán sed y estarán iluminados por el Espíritu Santo.

Dejo estas líneas para Mis discípulos, porque de Mis Palabras podrán sacar fuerza interior para defenderse de los lobos que, vestidos y revestidos de ovejas, los atacarán y agitarán a Mis últimos rebaños.

Apliquen, lo antes posible, la Ley del Silencio y háganlo de verdad, porque les servirá de gran defensa para cuando dos o más sean acusados por haber usado Mi Nombre.

A pesar de la opresión, no permitan que el miedo y la incertidumbre, que son armas de Mi enemigo, los perturben o los confundan.

Mantengan la pureza de corazón, de mente y de palabra y estarán a salvo, porque no los podrán señalar como usurpadores y mentirosos; sus opresores no los podrán llamar de “lobos vestidos de ovejas”.

Vivan Mi mensaje y aplíquenlo en la vida.

Ya no basta estar ante Mí cada vez que Me presento al mundo y emocionarse un momento.

No lucharán con espadas, blasfemias o palabras bajas, su defensa estará en el poder invencible de la oración interior que Yo les he enseñado; porque la propia oración los apartará del peligro de Mis grandes enemigos y, al mismo tiempo, ella expulsará bien lejos a los que no Me viven de verdad, así como ya lo ha hecho con sus semejantes, con los que antes estaban a Mi lado.

Muchos piensan que Mi Presencia es momentánea y que Mis pedidos y deseos ardientes pueden esperar o ser olvidados y, en verdad, les digo que nadie, hasta ahora, en esta humanidad, tiene consciencia de lo que significa estar ante el Amado Hijo de Dios, solo lo sabrán cuando pasen al otro mundo.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús