Martes, 10 de julio de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE BAD VÖSLAU, AUSTRIA, HACIA NÚREMBERG, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Primera Serie de Poemas
Tercer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús

Vacíame, Jesús, completamente,
aunque mi corazón no esté limpio.

Confórtame durante las horas difíciles
y reina con Tu Poder en todo lugar,
para que sea más simple para mí reconocerte
en el hermano que sufre,
en el alma enferma,
en todos aquellos de los que Tú te sirves
para que en mí despierte el impulso de amar
de forma tan semejante a como Tú has amado.

Hazme paciente, Divino Jesús,
que en cada circunstancia de la vida
reconozca la oportunidad y la Gracia
de trascenderme todos los días un poco más.

Guarda en mi corazón el ardor de Tus más puros deseos
de que las almas del mundo Te puedan conocer,
para que conozcan el Reino de los Cielos.

Participa, Jesús, en cada momento de la vida.
Hazte presente, Señor,
tanto en nuestra alegría como en nuestros desiertos.
Haz que yo pueda ser testimonio de Tu Palabra
y la realización de Tu Verbo redentor.

Que pueda encontrar en mi camino
el motivo de vivir por Ti y en Ti
para que en este planeta
se pueda manifestar el Sagrado Proyecto de Dios.

Confieso hoy, Señor,
mis debilidades, fracasos y penas.

Transfórmalo todo, Señor,
según Tu Principio y Voluntad,
porque lo único que espero
es ser feliz por estar a Tu lado
y siempre reencontrarte en el júbilo de la Comunión,
en la alegría del servicio y en la donación permanente
e incondicional de mi corazón.

Después que Tus Dones me hayan purificado
por dentro y por fuera,
envíame, Señor, a donde más me necesites.
Que en mi vida ya no exista la libertad de escoger,
sino la obediencia de seguir estrictamente Tus comandos.

Así me harás libre de mí mismo,
porque Tú, Señor, estarás obrando
a través de esta imperfecta vida,la que espera, más allá de sus dualidades,
consagrarse a Tu eterno y Sagrado Corazón bondadoso.

Amén.

¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús