Domingo, 21 de agosto de 2022

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS, DE LA VIRGEN MARÍA Y DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO SANTUARIO DE LA CREACIÓN, BALNEÁRIO CAMBORIÚ, SANTA CATARINA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

Quien está en Dios nada teme.
Quien está en Dios no retrocede.
Quien está en Dios vive del Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Amén.
(tres veces)

A través del Sagrado Corazón de Mi Hijo, hoy les traemos, a este Centro Mariano y su fundación, uno de los Aspectos de Dios, dentro de Sus 72 Nombres Sagrados. 

El Aspecto de Dios que protegerá a este Centro Mariano y su tarea espiritual será el Nombre El Gibbor; para que la fortaleza, la fe, la compasión y el amor impulse, a través de este Centro Mariano, la elevación de todas las almas hacia el Reino de Dios; para que no solo el ser humano, sino también los Reinos de la Naturaleza sean recibidos aquí en espíritu, para que sean curados y redimidos.

Sé que están delante de un Aspecto de Dios desconocido, pero si sus almas se unen a Nuestros Tres Sagrados Corazones, comprenderán ese Aspecto de Dios por medio de la Ciencia y de la Sabiduría que les proporciona.

Porque la aspiración del Padre Eterno es que este Centro Mariano, como un punto de Luz en el planeta, refleje los Atributos de la Fuente Suprema, aquellos Atributos internos que la humanidad necesitará para poder regenerarse y curarse para que, finalmente, se cumpla el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Hoy, Nuestros Tres Sagrados Corazones, como receptáculos de los Atributos de Dios, están aquí con todos ustedes, están aquí por la nación de Brasil y por todas las Américas; para que los pueblos de este continente sean conducidos hacia el Propósito de Dios y, por medio de los Ángeles de las Naciones de América Latina, todas las poblaciones y culturas de esta región del planeta puedan aproximarse a cumplir el Proyecto de Dios; aquel Proyecto que infelizmente está siendo oprimido y silenciado.

Pero, en este momento, Yo los vuelvo a invitar a estar en la oración. Yo los invito a silenciarse. Yo los invito a tener sabiduría y discernimiento, porque lo que sucederá en esta parte del planeta, podría afectar al resto del mundo.

Por eso, a través de Nuestra Presencia, a través de la Presencia de los Tres Sagrados Corazones, no solo venimos aquí para dar comienzo al ciclo de este Centro Mariano en su tarea espiritual y en su tarea interna, sino que también estamos aquí, hijos amados, para detener lo que se pretende que suceda sobre la superficie de este continente.

Su fidelidad a Nosotros ha sido muy significativa y la respuesta en la consagración de nuevos Hijos de María. Esto representa para Dios, así como Él nos dijo en este momento, que es posible establecer, en la superficie del planeta, el Proyecto que Él siempre quiso realizar en esta humanidad.

Hijos Míos, no se preocupen si no alcanzan los Misterios del Padre, primero amen los Misterios de Dios para después poder comprenderlos; sigan en fidelidad y obediencia lo que les dicta la Jerarquía Espiritual.

Yo estoy aquí y Soy su Madre, su Madre Universal, su Madre Celestial, la Madre de todo el Brasil, la Madre de toda Sudamérica, y tengo Mis Brazos extendidos hacia ustedes. Una vez más, les ofrezco Mis Manos para que se puedan tomar fuerte y seguir adelante. Porque como humanidad, en la superficie de la Tierra, han demostrado después de estos dos años que es posible seguir adelante cuando tan solo las almas aman de verdad.

Ahora, hijos Míos, les quiere decir algo San José. Escúchenlo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Así como el Cielo se abre hoy delante de sus corazones, él también se puede abrir en el interior de cada uno de ustedes.

Hoy, delante de los Sagrados Corazones, permitan que sus almas aprendan del misterio de la fe para que, mucho más allá de lo que suceda delante de sus ojos, la verdad que pulsa en sus corazones, invisible para la mayoría de los seres humanos, pueda sustentar sus vidas y así, hijos Míos, la Promesa de Dios siempre sea una realidad para cada uno de ustedes.

A través de la fe, encontrarán este Reino que hoy se manifiesta delante de ustedes. Contemplen esta realidad en su interior, y así sabrán que cielo y tierra podrán pasar, pero el Amor Divino permanecerá vivo en la esencia de todo aquel que cree. Aunque sus ojos no vean, sus corazones son capaces de sentir y, a través de ellos, penetrar el misterio.

Muchas cosas sucederán en el mundo y les traerán desesperanza a los hombres, harán que sus corazones sientan el dolor y el sufrimiento que una vez Mi Hijo sintió tanto en Su Agonía como en la Cruz. Pero, así como lo hizo el Corazón de Cristo, hoy los llamo a transmutar este dolor a través de un Amor Mayor, a través de la fe en aquello que pulsa en su interior y les revela lo que verdaderamente son y a través de la madurez del corazón, la madurez espiritual, que ya llegó el tiempo de que puedan experimentar.

Sean responsables, hijos, de sus elecciones, de sus acciones, de cada paso que dan, desde el primer pensamiento que tienen, al iniciar el día, hasta los sentimientos que emiten, las miradas, las acciones.

Rueguen a Dios para que sus acciones sean puras, para que sus vidas sean puras, porque ya llegó el tiempo de que una nueva vida despunte en la humanidad, y ustedes se comprometieron desde el principio a que, a través de los pasos de su redención, pudieran vivir esta nueva vida.

Y esa vida, hijos, es como la vida de Cristo en el Calvario. Alrededor de ustedes habrá caos, confusión, dolor; pero en su interior el Amor de Dios se renueva, nace un amor desconocido, incluso para el Corazón del Padre. Y es a través de ese amor que una nueva genética y un nuevo hombre comienzan a nacer, un Amor que sus células pueden vivir, que se expande desde su esencia hacia toda la consciencia.

Y, a pesar de que hoy eso les parezca imposible, solo les pido que tengan fe y que este Don Divino que hoy desciende del Cielo sobre sus vidas, encuentre un lugar en sus corazones para transformar sus vidas en algo que jamás pensaron.

No tengan miedo, pero sean firmes. El mundo los arrastrará por caminos que no son correctos. La batalla se vivirá dentro y fuera de ustedes; pero, a través de la oración, encontrarán refugio y, en los lugares sagrados, donde la Consciencia Divina habita, allí reencontrarán la paz.        

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, hoy Mi Manto es el Manto de Brasil. El Manto que representa la vida de todo este pueblo y de toda la naturaleza, de una vida que infelizmente ha sido transgredida y violada.

No permitan, hijos Míos, que el Brasil sea un lugar más del enemigo. La fuerza de su oración y de su fe puede transformarlo todo. 

Si consiguieron atravesar el calvario de los dos últimos años, es señal, hijos Míos, que es posible seguir adelante, aunque duela.

Por eso, ahora, el Rey del Universo, el Hijo del Sol, en nombre de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José bendecirá y consagrará este Centro Mariano; y así, consagrará a todos los Hijos de María que hoy se postularon ante Mi Materno e Inmaculado Corazón para ser fieles y firmes en el servicio de la oración perpetua. 

Los invito a colocarse de pie.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Así como esa llama que tienen encendida delante de sus corazones, llama que representa la Luz, el Amor y la Sabiduría de Dios para todo este planeta, para toda la humanidad; que esta llama se replique y se multiplique no solo en los seres humanos, sino también en los Reinos de la Naturaleza, que en estos tiempos de emergencia necesitan ser comprendidos, acogidos y amados, protegidos y cuidados, como parte vital de la Creación.

Si esta comunión con los Reinos de la Naturaleza se diera a través de su servicio orante, por medio del Centro Mariano Santuario de la Creación, les aseguró que no solo Brasil, sino también otras regiones del mundo estarán más protegidas, aunque el planeta demuestre en este tiempo su caos en la superficie. 

En sus manos está la decisión, en sus manos está el poder de la oración, el poder de permitir que el Cielo descienda a la Tierra, como en este momento. 

Que no solo el Hijo del Padre, sino también la Santísima Madre y el Casto Corazón de San José, en esta Unidad Trina, concedan al Brasil y al mundo la expiación que necesitan para sobrellevar este actual Apocalipsis.

No permitan que los Sellos del Libro del Apocalipsis se abran. Acojan las profecías, pero no las provoquen. 

Sean consecuentes en todo lo que hacen y viven. No se olviden de los Mandamientos, de una vida de servicio, de una vida de amor en la familia, entre todos sus seres queridos. No permitan que la célula de la familia se siga dividiendo.

Recuerden que ustedes y sus familias son parte del Proyecto esperado de Dios, el Sagrado Proyecto del pueblo de Israel.

Recuerden que esta parte del planeta es la promesa de la cuna de la Nueva Humanidad, en donde todo el planeta y la humanidad, a través de este lugar como de los Reinos de la Naturaleza, podrán regenerarse y curarse.

En los Reinos de la Naturaleza está la cura que necesitan, en los Reinos de la Naturaleza está la paz que ustedes buscan en este tiempo.

No permitan que sus vidas se vuelvan superficiales e indiferentes, abracen con el corazón abierto a toda la Creación y les aseguro que no perderán la paz. 

Delante de la Fuente Suprema, delante de los Ángeles y de los Arcángeles, Padres Creadores, que concibieron esta belleza del planeta Tierra, delante de los servidores del Cosmos y de la Tierra, delante de todos los consecuentes en la oración y el servicio por el otro, delante de la Aspiración de Dios, de Su Proyecto; que la Fuente Suprema a través del Corazón de Cristo, del Corazón Inmaculado de María y del Castísimo Corazón de San José, a través del Poder Supremo de El Gibbor, bendiga y consagre a este Centro Mariano, para que sea un verdadero Santuario de la Creación, que conceda a las almas y a los Reinos la cura y la redención que necesitan, para que todos estén en comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, en nombre del Amor y de la Sabiduría.

Yo los bendigo y los consagro como Centro Mariano Santuario de la Creación y como Hijos de la Madre Divina, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y, para comprender la importancia de este encuentro, les ofreceré Mi Cuerpo y Mi Sangre, a través de la Celebración Eucarística.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, también consagraré, a través de la autoridad de Mi Hijo, a una pequeña e inocente alma, que llegó al mundo de un lugar especial del universo. A través del Sacramento del Bautismo, esa alma recibirá no solo la renovación, sino también el recuerdo de su compromiso con Dios para el próximo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de San José:

A través de Mi Casto Corazón y la autoridad que Me ha dado Cristo, como Siervo del Redentor, como Vigilante y Protector de las almas, a través del Castísimo Corazón de San José, la Gracia que les ofrecerá hoy Mi Corazón será la Unción para que la Señal Luminosa de la Cruz de Emmanuel siempre los guíe y los proteja.

Ya que, en este tiempo, será necesario discernir antes de actuar, meditar antes de obrar, para que sean consecuentes con la Ley.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

De esta forma, Nuestros Tres Sagrados Corazones se alegran y bendicen este encuentro, dando inicio a este ciclo de la Peregrinación por la Paz, para que las almas recuperen la esperanza que perdieron, recuperen la alegría que les fue robada y sientan el júbilo de ser Hijos de Dios. Nunca lo olviden, a través de Mi Corazón Misericordioso llegarán a Dios.

Cantemos el Himno de la Consagración de los Hijos de María; pero, todos cantemos, los que están aquí y los que están en sus casas, renovando los votos internos de la consagración para este ciclo de servicio junto a la Jerarquía Divina. 

Los Tres Sagrados Corazones agradecen por haber respondido al llamado. 

Como Cristo Redentor, que la Paz sea en ustedes y en sus hermanos. 

Que así sea. 

Amén.

Martes, 16 de agosto de 2022

El Sagrado Llamado
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL DÍA 20 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Recemos:

Sagrado Fuego del Corazón de Jesús,
transforma mi vida y libérame de todo mal.

Amén.

(tres veces)
 

He aquí el Fuego de Mi Sagrado Corazón, expuesto al mundo entero y, especialmente, a las almas sedientas.

Este es el Corazón que se entregó por ustedes, este es el Corazón que se donó por ustedes y es el Corazón que aún está abierto a todos los que quieran entrar en Él.

¿Saben por qué Mi Sagrado Corazón hoy está abierto?

Por haber llegado a Mi encuentro. Por haber respondido a Mi convocatoria.

Por eso, Yo les entrego el Fuego de Mi Corazón Eterno, para que sus vidas se puedan transfigurar, así como el Señor se transfiguró en lo alto del Monte Tabor y reveló Su verdadera Faz a algunos de Sus apóstoles.

El Fuego de Mi Corazón, en aquel tiempo no podía ser conocido por todos, pero sí podía ser percibido por muchos, los que estaban unidos al Señor, en Comunión Sacramental, en oración y en Adoración.

Este es el Fuego que traeré al mundo cuando retorne, el Fuego Glorificado de Mi Corazón que, con tan solo la Presencia del Señor, transfigurará los planos y las consciencias que estén presentes.

Y no solo verán venir al Hijo del Padre en compañía del Sagrado Espíritu, sino también podrán ver con sus propios ojos el Fuego de Mi Corazón que, como un Sagrado Sol del Universo, retirará a las consciencias de la oscuridad, del sufrimiento, de las angustias y del dolor.

Por eso, veneren el Fuego de Mi Corazón, Aquel que ilumina más que cientos de soles, Aquel que les trae a sus esencias, en la sabiduría, la alegría de estar Conmigo todo el tiempo, el júbilo de servirme y de sacrificarse por Mí, no solo por este planeta, sino también por toda la humanidad.

Este es el Fuego de Mi Corazón que hoy les presento.

El mismo Fuego que veneró Mi Santa Madre, el mismo Fuego de Mi Corazón que conocieron las santas mujeres en Mi Resurrección.

El Fuego de Mi Corazón que los pastores de Emaús conocieron cuando estuvieron a Mi lado, compartiendo Conmigo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

El Fuego del Amor de Mi Corazón es el que permitió la salvación de la humanidad y del planeta.

Fue el Fuego de Mi Amor que Me permitió llegar hasta lo alto del Monte Calvario y aunque físicamente ya no tenía ni una gota de sangre en Mi Cuerpo, por haberla perdido en el camino del Calvario, quiero decirles que fue el Fuego del Amor de Mi Corazón que Me permitió llegar hasta el final para cumplir la misión que el Padre Me había propuesto.

Si ustedes hoy pueden sentir y conocer el Fuego del Amor de Mi Corazón, ¿creen que este Fuego puede vivir en ustedes y con ustedes?, no solo para iluminar sus caminos y vidas, sino para que participen de la grandeza del Reino de los Cielos, aunque estén viviendo en la superficie de este planeta, aunque estén participando del Armagedón.

Yo quiero recordarles, a través del Fuego de Mi Corazón, no solo la experiencia del Amor que Yo viví por ustedes, sino que el Fuego del Amor de Mi Corazón es lo que permite que Yo llegue al mundo, una y otra vez, para encontrar a Mis apóstoles, a Mis ovejas, para tenerlos cerca y para que ustedes Me tengan cerca de sus corazones y esencias.

Hoy, en la solemnidad de este Fuego que se revela a todos, sientan en sus corazones una parte del Fuego de Mi Amor que los reconsagra y los vivifica, que los transmuta y los trasciende, que los eleva y los reconcilia con Dios para que el mundo se pueda reconciliar con el Padre Eterno.

Es por ese Fuego del Amor de Mi Corazón que deben trabajar y obrar.

Es por ese Fuego del Amor de Mi Corazón que deben vivir esta experiencia de la Tierra como una oportunidad de crecer en el amor, en la felicidad de servir a Dios y, sobre todo, de ser parte de Mi Obra de Redención, de la manifestación de Mi Divina e Insondable Misericordia.

Quiero decirles que es el Fuego del Amor de Mi Corazón que hoy llevaré a Sudamérica y, a través de Sudamérica, al mundo entero.

Será el Fuego del Amor de Mi Corazón que iluminará a la Argentina.

Será el Fuego del Amor de Mi Corazón que intentará conceder intuición y sabiduría a las almas del Brasil, en el momento de escoger a quién los gobernará.

El Fuego de Mi Corazón fue el que también se reveló en el Sagrado Cenáculo, en los días siguientes a Mi Resurrección.

Fue el Fuego del Amor de Mi Corazón que les trajo a los apóstoles y a Mi Santa Madre el Espíritu Santo, porque la Segunda Persona de la Santísima Trinidad estaba presente, es decir el Sagrado e Insondable Hijo. 

Es este mismo misterio que hoy les traigo a todos, porque en el fin de los tiempos lo necesitarán; para que no se olviden de que, siendo parte del Fuego del Amor de Mi Corazón, son parte de la Unidad Trina, de esa unidad que debe reflejarse entre hermanos y entre servidores de un mismo camino espiritual.

Por eso, este es el momento de su reconsagración a la Llama de Fuego de Mi Corazón, que arde incansablemente por las almas que adoran y reconocen a Mi Sagrado Corazón y que arde por aquellas almas que no Me conocen ni Me saben, las almas que Yo necesito que ustedes Me aproximen en estos tiempos, para que Yo también las pueda consagrar y curar como a ustedes los he curado y consagrado.

Esa debería ser su principal tarea espiritual: aproximarme a las almas, para que sientan y vean la Llama del Fuego de Mi Corazón, la Llama que encandilará al mundo entero durante los tres días de oscuridad, y las almas podrán ser partícipes de la Luz de Mi Corazón Eterno, a pesar de lo que suceda, a pesar de lo que se presente o se manifieste.

Porque la Llama de Fuego de Mi Corazón no les hará tener dudas, desconfianza o incertidumbre, sino que sus vidas y consciencias se podrán afirmar en Mi Corazón; porque recuerden que Mi Corazón es el Corazón del Padre Eterno, que encarnó y estuvo entre ustedes y con ustedes para traerles la Buena Nueva.

A través de la Llama del Amor de Mi Corazón, Yo los preparo para los próximos tiempos, para que vivan su verdadero apostolado y para que ayuden a su Maestro y Señor a despertar a nuevos apóstoles, que ya están prontos esperando el gran momento, el momento del despertar.

Sean conciliadores y mediadores, sean precursores de la Llama del Amor de Mi Corazón. 

Hagan conocer al mundo que Mi Corazón no solo está abierto a todos, sino también es un Corazón que puede recibir a todos, sin excepción y sin condición. 

Porque cuando tan solo adoren a la Llama del Amor de Mi Corazón, les aseguro que conocerán el universo de Mi Amor y sentirán el impulso interior de hacer cualquier cosa por el cumplimiento del Plan.

Que esta Llama ilumine a los presentes y a los no presentes. 

Que esta Llama le conceda al mundo la paz, la sabiduría y el discernimiento, el entendimiento para saber gobernar, así como gobierna Dios; para que los pueblos y las naciones ya no sean prisioneras de los sistemas del mundo, sino que las almas alcancen la libertad de este eterno cautiverio planetario; para que los corazones reencuentren el Amor de Dios y la eterna esperanza del Sagrado Corazón de Jesús.

Quien venera a la Llama del Amor de Mi Corazón se compromete, y esto no es pasajero ni transferible.

Contemplar a la Llama del Amor de Mi Corazón significa ser consecuente, estar en prontitud y en alerta para ayudar a la Jerarquía Espiritual en todo lo que Ella intenta construir y manifestar. 

Yo no les entrego algo diferente a lo que les entregué a los apóstoles. En este momento, Yo les estoy legando el mismo conocimiento y sabiduría que Mis apóstoles y seguidores recibieron en el Cenáculo. Porque de esta forma, no solo los preparo para los tiempos que llegarán, en los que deberán alcanzar un estado de consciencia neutra, pero no indiferente; un estado de consciencia pacífica, pero no omisa; un estado de consciencia de amor y de compasión, pero no olvidada de la verdadera necesidad planetaria, de las naciones y de los pueblos que sufren en este momento la guerra, los conflictos, el hambre, la persecución religiosa, el tráfico y la migración.

Yo vengo a trabajar al mundo por esas almas, para que la humanidad entera, esa es Mi Mi aspiración, sea una humanidad misionera y fraterna, que no pueda tener el corazón tranquilo hasta que la última alma esté abrigada en Mis Brazos, hasta que la última alma reciba lo que necesita, hasta que la última alma sea retirada del sufrimiento y del dolor. 

Porque existen misioneros disponibles para ser Mis Brazos y Mis Manos en el mundo; para disolver el sistema cruel de esta humanidad a través del servicio anónimo, de la oración interior y del cumplimiento del Propósito de Cristo en el planeta. De esta forma, también Yo los preparo para la próxima misión en Medio Oriente. 

Por esa razón hoy, detrás de Mí, están viendo a Israel, Mi Tierra Santa, la tierra escogida por el propio Padre Eterno para desarrollar el Sagrado Proyecto Genético, a través de Sus Dádivas y Gracias al pueblo de Israel y a sus tribus.

Hoy, la humanidad es el gran pueblo de Israel, expresado en los cuatro puntos del planeta.

Hoy, la humanidad perdida y desorientada, influenciada y perseguida por los dioses modernos del mundo, deberá volverse hacia el pueblo de Israel, hacia el Proyecto Original del Padre, aquel Proyecto que Él les confió a los patriarcas y a los profetas: el Gran Proyecto de la concreción de Su Sagrada Voluntad en el fin de estos tiempos. Porque dentro de cada corazón, dentro de cada uno de ustedes, está una parte de ese Proyecto del pueblo de Israel.

Por eso, vuelvan hacia sus orígenes. Como humanidad, recuperen sus raíces y recuerden que una vez fueron parte de un pueblo sagrado, de un pueblo que debe recuperar su dignidad espiritual y moral, de un pueblo que aún debe concretar la Voluntad del Padre, así como está escrita en Su Corazón Interno. 

La misión al Medio Oriente, que ya deberían estar viviendo internamente, no solo será una misión para ayudar a los pueblos sufridos de esa región del planeta, no solo será una misión para desatar los nudos que atan a muchas consciencias a la perdición; será una misión para poder develar nuevamente los tesoros sagrados de la Jerarquía Espiritual; para que, a través del Fuego del Amor de Mi Corazón, esos tesoros se manifiesten y se revelen al mundo entero, a través de las Sagradas Reliquias que el pueblo de Israel una vez recibió, por medio del Arca de la Santa Alianza y de las Sagradas Reliquias del Cenáculo, por medio del Santo Grial.

Todos esos tesoros deberán emerger a través del Corazón de la Jerarquía, no solo para Medio Oriente, sino también para el mundo; no solo a través de los Retiros Internos, sino también a través de los corazones que tienen sed de encontrar su origen y de sentirse parte del Proyecto de Dios.

Cada etapa de la tarea de la Jerarquía es para completar un nuevo paso, es para realizar un nuevo esfuerzo que va más allá de lo material o aun de lo espiritual, tarea a la que todos son convocados a formar parte, a sentirse parte de la aspiración de la Jerarquía Espiritual; sabiendo que, si los tesoros de la Jerarquía no se manifiestan y emergen, ¿cómo la humanidad enfrentará los tres días de oscuridad?

La solución para el mundo no se encuentra en lo material, sino en lo interno, en el Sagrado Conocimiento que les puede proporcionar la Jerarquía, a través del inagotable manantial de la Instrucción que ennoblece sus espíritus y que fortalece su fe, que los lleva tarde o temprano a vivir como Nosotros vivimos el Plan de Dios, sintiendo en lo profundo del corazón el Amor Divino que todo lo concibe y que todo lo puede. Ese mismo Amor que permitió que Dios se sacrificara por el mundo entero y fuera el último Cordero llevado al matadero, para que el Árbol de la Vida se pudiera volver a erguir y las raíces de los orígenes y de la sagrada historia del planeta pudiera ser reintegrada a la consciencia del mundo. 

Eso es algo que realizaremos en Medio Oriente, algo semejante y profundo. Acompañen a la Jerarquía en esa meta, en la concreción de esa aspiración. 

Por eso, hoy les entrego el Fuego del Amor de Mi Corazón para darles entendimiento y sabiduría, para que todos se sientan Uno en Nosotros y, a través de Nosotros, se sientan Uno con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo.

Mientras estoy aquí, contemplo las necesidades del planeta, las súplicas de las almas, los ruegos de los corazones, las intenciones de los corazones puros y humildes de todos los que verdaderamente claman por ayuda.

El deseo ardiente de Mi Corazón es que, a través del Fuego de Mi Amor, alcancen la misma visión y percepción que la Jerarquía. El único puente y el único camino para poder conseguirlo es el servicio a los demás, es la escuela de los grados del amor, que los hará llegar más allá de sus limitaciones y condiciones. Y, cuando alcancen los grados del amor, tendrán una visión universal, así como la tiene la Jerarquía y no una visión limitada o condicionada por la mente.

Es solo a través del corazón que los alcanzarán, cuando su devoción por Mi Amor sea cada vez más profunda y verdadera, sea capaz de colocarlos donde Dios los necesita colocar, aunque ustedes crean que no es posible.

Ahora, Me recogeré para poder prepararme, al igual que ustedes, para ayudar al hemisferio sur y a las Américas, que son parte del Fuego del Amor de Mi Corazón, así como lo es parte todo su pueblo.

Mi Amor se expande sobre la Argentina y les aseguro que, a partir de ahora, cuento los días y las horas para volver a reencontrarme con Mis hijos de Argentina, con todos los guerreros de la Misericordia y de la Paz.

Porque a través de los argentinos, de los corazones que verdaderamente Me aman y Me sirven, Yo podré volver a reencontrarme con todas las Jerarquías de los Sagrados Recintos que guarda la Argentina de norte a sur. 

Les aseguro, a Mis hijos de Argentina, que eso no será en vano y que cumpliré Mi Palabra con ellos, en el fin de estos tiempos, para que cada uno de ellos vuelva a recordar que no solo la Jerarquía ama a la Argentina por ser parte de la cuna de la Nueva Humanidad, sino que la Jerarquía siempre les proporcionará Sus instrucciones y tesoros, para que sus almas siempre se puedan ennoblecer en el Amor del Redentor.

Que Argentina no baje los brazos, que Argentina eleve los brazos hacia Mí, así como Yo extiendo Mis Brazos hacia Argentina, para que Me pueda tomar fuerte y Yo retire a su pueblo de ese eterno naufragio, de la mentira, de la impunidad y de la corrupción.

Que se vuelvan a erguir los corazones de Argentina y de toda América. Recuerden que ustedes son parte de una Gran Red del Tiempo que brilla silenciosamente de norte a sur del planeta hasta que pueda despertar y revelarse. Ese es el gran momento que se aproxima para toda la humanidad.  

Que, a través de Mis sacerdotes, celebremos ahora la Comunión Espiritual, por todo lo que deberá hacer la Jerarquía en Argentina y, a través de la Argentina, en toda América, por todas las culturas y por todos los pueblos, por los más pobres entre los pobres. 

Celebremos, a través del Fuego del Amor de Mi Corazón.

Y luego de esta Comunión Espiritual, bendeciremos a una esposa Mía, de alma y de corazón, que se ofrece para servir en Mis Altares, a la que esperaré en Israel.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Te damos gracias, Señor, por cuanto nos das. 

En este encuentro, te honramos, Señor.

 

A través del Fuego del Amor de Mi Corazón, Yo los bendigo y, a través de ustedes, bendigo al mundo entero: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.   

Miércoles, 3 de agosto de 2022

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 105.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Después de África, Mi Corazón ya no es el mismo y espero que sus corazones ya no sean los mismos.

Por esa razón, Yo estoy aquí, no solo para celebrar este mes de agosto con cada uno de ustedes, sino también para impulsarlos a que sigan Mis Pasos, a que reconozcan Mis Huellas, a que algún día puedan vivir Mi Propósito Mayor.

Mi Corazón ya no es el mismo después de África y espero que sus corazones puedan sentir lo mismo en este momento, sabiendo que, por encima de toda miseria y sufrimiento humano, está la esperanza del Amor que Yo les traigo.

Porque Mi promesa se cumplirá, y no solo Me verán venir entre las nubes, moviendo los soles y las estrellas, sino también Me verán rescatar a aquellos que viven en los infiernos de este mundo, que han perdido la esperanza, que están sometidos por la esclavitud espiritual y material.

Después de África, Mi Corazón ya no es el mismo y espero que sus corazones ya no sean los mismos.

Espero que hayan aprendido en el Amor, en el espíritu de la superación y de la trascendencia. 

Espero que hayan sentido un poco el peso de la Cruz, para que muchas almas se pudieran liberar; que puedan sentir el peso de la Cruz como Yo lo sentí en el Calvario, no de igual forma, sino semejante, porque sé que no lo soportarían.

Pero ahora, quedémonos con los frutos de todo lo que ha sucedido en África en tan poco tiempo, de algo que Yo mismo Me quedé sorprendido; porque aún sigo aprendiendo cuán grande es la Misericordia de Dios, cuán infinito es Su Amor y cuán soberana es Su Justicia. Algo que necesito que aprendan en este tiempo, para que Mis apóstoles sigan madurando y creciendo interiormente. 

Porque Yo les he prometido que no solo cuidaría de sus familias y conocidos, sino que también cuidaría de sus asuntos internos para que Me puedan servir en una verdadera libertad, para que puedan donarse en una verdadera humildad, sabiendo que cada paso que dan Conmigo es un nuevo paso que se aproxima al gran momento de Mi Retorno a la Tierra.

Por eso, a las puertas de agosto, del Sagrado Encuentro de las Jerarquías y de los Ángeles del Cielo, del gran momento de la renovación de los votos internos de los servidores y colaboradores de Cristo, en esta coyuntura especial y única del fin de estos tiempos; hoy no Estoy aquí solo, sino Estoy acompañado y también reconocido por los Sagrados Veinticuatro Ancianos del Universo.

Por eso que, en este momento, compañeros, brille y palpite dentro de sus esencias el sol interior, aquel sol que les recuerda su origen, aquel sol interior que les recuerda su propósito y el motivo de estar aquí, en este momento del planeta y en esta coyuntura crucial de la humanidad.

Este es el mes de agosto para renovar los votos con todas las Jerarquías. Porque a medida que Mi Retorno se aproxima, de la misma forma, compañeros, preparo, a través de su donación y entrega, los planes que desarrollaré como preámbulo de Mi Retorno al mundo, planes que espero desarrollar en África y en otras partes del mundo.

Pero si ustedes, que se han comprometido Conmigo, no están presentes cuando Yo los llamo y los convoco a estar a Mi lado, en cualquier situación; ¿cómo es que aprenderán?, ¿desde sus casas y hogares?, ¿a través de la televisión?

Los apóstoles del fin de los tiempos son apóstoles que se entregan a lo desconocido, se entregan a aquello que no pueden controlar y a aquello en lo que no puedan tener poder; porque seguir Mis Pasos es seguir y cumplir Mi Voluntad. Algo que hoy no comprenderán, algo que sabrán cuando puedan estar a Mi lado, cara a cara, para recordar todo lo que sucedió en sus vidas y en toda la vida del planeta.

Hoy, los Sagrados Veinticuatro Ancianos son testigos de este momento importante del mes de agosto.

Cada uno de los Veinticuatro Ancianos trae en sus manos un Pergamino de Luz que representa a los Veinticuatro Proyectos preparatorios del Retorno de su Maestro y Señor a la humanidad.

Pero no son proyectos lejanos ni tampoco proyectos inalcanzables, son proyectos que se concretarán a través de ustedes en este mismo momento, en el que la humanidad, sumergida en la inflexión de la guerra y del caos, desafía inconscientemente a las Leyes Superiores, poniendo en juego su evolución y su proyecto final.

Por esa razón, estoy aquí con los Veinticuatro Ancianos, aquellos que rigen todo el Universo, la vida del Universo Material, que conocen a cada una de sus consciencias y orígenes, que saben profundamente la razón por la cual hoy están aquí encarnados y que, en el silencio de Sus corazones, también vigilan y oran por aquellos que han abandonado el Proyecto del Señor. Esa es la sagrada tarea interna de los Ancianos del Universo, que todos Mis servidores y apóstoles puedan concretar Mi Voluntad.

Ahora, abracen internamente el misterio de estos Veinticuatro Pergaminos de Luz y oren para que esos Veinticuatro Proyectos se puedan develar al mundo y a la humanidad, para que más seres en la superficie de la Tierra sean conscientes de la necesidad de cumplir el Proyecto de Dios.

Y ese deseo ardiente del Padre, que cada uno de Sus Hijos viva Su Voluntad, sigue latente a través del corazón de cada Anciano del Universo, que representa a los Rayos y Leyes de la Creación. 

A ese grado de evolución deben llegar sus consciencias algún día, así como muchos seres llegaron a través de los tiempos a ese estado de consciencia.

Yo les coloco este desafío, así como Mi padre, San José Castísimo, el último 19 de julio, les colocó el desafío de superarme en el Amor. Esto no es una teoría, es una imperiosa necesidad que Yo tengo, ante el desequilibrio del planeta y de la humanidad, para poder justificar la acción de Mi Divina e Insondable Misericordia.

Ahora comprenderán que, más allá del poder o de la autoridad que muchos creen que Yo tengo, Mi verdadera Obra Redentora y Misericordiosa es a través de Mis compañeros, de aquellos que son capaces de ofrecerse como instrumentos para que Yo pueda servirme de cada uno de ellos y, así, realizar la Voluntad de Mi Señor, que debe ser la Voluntad para cada uno de ustedes.

En 1988, el gran portal al despertar fue abierto. 

En 1998, ese portal fue ampliado. 

En 2008, a través de Aurora, ese portal fue aún más ampliado para toda la consciencia del planeta. 

Y, ahora, en este próximo 8 de agosto, ese portal cumplirá un ciclo, en el que invito a que muchos no pierdan la oportunidad sincera y honesta de dar un nuevo paso, de abandonar las resistencias, de caminar unidos siguiendo Mis Pasos y Mis Huellas para todo lo que aún debo proyectar en este momento planetario, para que los Veinticuatro Pergaminos de Luz se puedan abrir y así, las últimas consciencias puedan despertar a todo lo que está escrito para este tiempo, a lo que está escrito en el Corazón de Dios y que ya no debe ser un misterio, debe ser una verdad que todos puedan conocer.

Ahora, ¿cómo es que esos Pergaminos de Luz se develarán?

Será a través del sí de todos los que están despiertos y de los que despertarán. En ese momento prometido será cuando todos sabrán los Veinticuatro Proyectos del Redentor. Y a través de la guía, del discernimiento, de la obediencia y del Gobierno de los Ancianos, sabrán cumplir esos proyectos, paso a paso. 

Porque quiero que sepan que todo ya está previsto, y eso que está previsto se cumplirá a través del sí de los despiertos y de los que despertarán, a través de aquellos que sean capaces de abandonarse al Plan en una absoluta confianza y resignación, sabiendo que tendrán la sagrada oportunidad de aprender muchas cosas y de dar pasos más rápidos, a través de la consciencia, que los pasos que dieron en otros tiempos y que fueron muy demorados. 

En síntesis, agosto, el agosto de la Hermandad, espera ver a Su Tercer Orden manifestado en la superficie. 

Que no sea un Orden teórico, sino un Orden concreto y donado al Plan de Dios, un Orden que deberá confiar absolutamente en los pasos que Cristo determine, para que puedan aprender de Mis estrategias divinas en este prometido Plan de Rescate de la humanidad entera. 

Por eso, en este momento, la forma que tendrán de poder unirse a Mí en este nuevo año del mes de agosto, un nuevo año para toda la Hermandad, es que recuerden su sol interior, para que en ustedes esté latente su origen y, a través de su origen, puedan vivir Mi Voluntad.

Hoy, comienza el Cónclave de las Jerarquías. A partir de hoy, compañeros, y por medio de esta nueva Maratón de la Divina Misericordia, es cuando más deberán esforzarse, sabiendo que la humanidad está al borde del precipicio y del abismo, y que el esfuerzo, la donación y la entrega de Mis verdaderos compañeros, aunque no lo crean, retirará de ese abismo al mundo entero.

Y, a través de esta Maratón y de los próximos encuentros de agosto, las puertas inciertas se cerrarán, el mal será aplacado en los corazones que son oprimidos y castigados; y en el aparente abismo de la oscuridad de la Tierra, un rayo de luz perforará esa oscuridad y la Gracia Suprema del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo concederá, a través del mes de agosto, una expiación que ninguno de ustedes ni de sus hermanos pueden perder, porque será una de las últimas expiaciones para el mundo.

Muchos ya no pueden unir el Cielo y la Tierra. Digo muchos sacerdotes, muchos religiosos, fieles y devotos influenciados por el mundo, ya no consiguen unir el Cielo y la Tierra. 

Por eso, les ruego: den valor y honren la Adoración, para que los puentes internos de luz entre el Cielo y la Tierra se puedan restablecer, y no solo la vida religiosa, sino la vida de la humanidad sea restaurada; porque los conflictos y las guerras ya les han hecho perder la fe de muchos corazones.

Necesito que caminen Conmigo en esta propuesta. Esta es la gran tarea de la Maratón de la Divina Misericordia del mes de agosto: no permitir que los puentes internos de luz entre el Cielo y la Tierra se rompan, no permitir que Mi adversario desconecte a las almas de Dios, no permitir que el caos prevalezca. 

¿Ahora, comprenden la importancia de esta tarea Conmigo en el fin de los tiempos? 

Caminen Conmigo, así como Yo caminé con Mis hermanos en Emaús, para que una vez más, delante de sus ojos, delante de sus corazones y delante de sus almas, vean partir el pan que se comparte con todos en Unidad Divina y Crística y puedan beber del Cáliz, de este Sagrado Cáliz del Huerto Getsemaní, para que puedan compartir Conmigo este momento crucial del planeta, en donde la ignorancia, la indiferencia y la impunidad mantienen a las almas en los abismos.

Ustedes, que han sido agraciados en los últimos nueve años de Maratón, ahora es el momento de que caminen solos, como Mis apóstoles y servidores, como aquellos apóstoles que no Me harán perder el tiempo, sino que cumplirán amorosamente todo lo que les pido, sabiendo que todo será por una causa mayor y desconocida.

Que esta Maratón de la Divina Misericordia sea la Maratón del nuevo paso, de una nueva decisión; una Maratón de madurez y de consciencia, sabiendo que hay mucho por hacer en este mundo y hay mucho en donde auxiliar, en diferentes lugares del planeta en donde la luz deberá gobernar.

Oremos por esto y honremos al Padre Eterno; porque, a pesar de los errores del mundo y del pecado, Él tiene Sus Brazos abiertos para todos, así como Yo los tengo en este momento, para colmarlos de Mi Misericordia.

 

Señor del Universo,
 que entregaste a Tu Hijo 
 por la Salvación de los que Te negaron 
 y de aquellos que Te hirieron,
concédele al mundo y a la humanidad
la expiación necesaria, en este momento, 
 para que la Gracia y la Luz de Tu Espíritu
  guíen a las almas hacia el Propósito Mayor, 
 y a fin de que los corazones puedan despertar 
 a la Verdad, al Camino y a la Vida 
 que Tu Amado Hijo representa para todos.

Amén.

 
Ahora, Me dirijo a Mi hija Charlene, y a su esposo, agradeciendo su presencia en este lugar, porque He esperado este momento, este lugar y este tiempo para poder entregarle Mis Palabras, diciéndole que, por su fe y devoción a Mi Corazón y su fidelidad al Rosario, por amor al Inmaculado Corazón de Mi Madre, la Sierva del Señor ha traído al hijo de Charlene a Mis Brazos. Y quiero decirle que su alma ya no está perdida, porque hoy tú estás aquí Conmigo; y Yo siempre lo estaré, aunque no lo parezca.

Quiero que aceptes humildemente este Mensaje Mío y también que aceptes los Sacramentos que tú y tu esposo recibirán hoy, como una bendición directa de Mi Corazón Misericordioso, para que sigas rezando, no solo por tu hija, sino también por todos Mis hijos que están perdidos y que necesito que lleguen a Mi Corazón, así como tú has llegado hoy a Mi Corazón al haber venido a Fátima. Recuerda que Fátima es la Luz de la Esperanza, la Luz que reina por sobre toda oscuridad. 

Te agradezco y te bendigo, así como bendigo a todos bajo el poder luminoso de la Cruz, Cruz que bendice en este momento todo lo que las almas y las consciencias recibirán en agosto a través de la Sagrada Presencia de los Ancianos del Universo.

Alegrémonos por aquellos que no se alegran; agradezcamos por aquellos que no pueden agradecer; para que también los que no tienen nada, tengan la Gracia de recibirlo todo; para que este mundo, algún día, sea justo e igualitario, pacífico y solemne, amoroso y curador.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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