APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEXTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Nos ponemos de pie para recibirlo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy Mi Iglesia Celestial los aproximará a la Fuente Primordial, porque la humanidad aún deberá seguir comprendiendo cuál es la razón y el motivo de ustedes estar aquí, así como la existencia del universo material.

A través del portal de Mi Iglesia Celestial, que sus almas ingresen a este momento, colocándose ante la Fuente Inmaterial que se muestra por medio de los portales del universo.

Síganme en consciencia hacia el lugar al que hoy los quiero llevar, para que una vez más sus almas y las almas de sus hermanos sean partícipes de los códigos de vida, así como su Maestro y Señor fue partícipe de la Vida del Padre en Sí mismo.

Hoy la consciencia del mundo es colocada ante Elohim, un Nombre de revelación y de fuerza, de determinación y de concreción de la Voluntad en toda la Creación. Santo es el Nombre de Elohim para todo el universo. Santas son Sus formas y matrices geométricas que no solo regeneran la vida, la existencia, sino también toda la Creación.

Preparen su mundo interior para este momento, colocándose en el ejercicio del vacío, para que puedan escuchar más allá de las palabras, para que puedan comprender más allá de la mente, para que sean compenetrados por la Luz del Espíritu, aquel Espíritu reverberante y eterno que es el Elohim mismo.

Sus manos en señal de disposición, en el vacío y en la apertura.

Volvamos, en este momento, el escenario azul, para que la melodía y el color azul impregnen la materia física de sus seres humanos.

Cierren sus ojos por un momento y escuchen, más allá de la Palabra, el sentido vibratorio del Mensaje del Señor.

Y ahora con sus almas ante la Fuente Primordial, en compañía de los Padres Creadores, los Elohim, contemplaremos el misterio de la Creación en su forma divina.

En aquel tiempo, cuando nada parecería tener una forma concreta, surgió el Principio, regido por el Amor de Dios. El Principio tenía un fin, un propósito, depositado en la Mente de los Padres Creadores.

Dios mismo bendijo a los Arcángeles para esa misión, la cual llevarían adelante en la Creación. Pero Ellos no sabían toda la Voluntad de Dios. Solo conocían una parte del misterio, porque en el principio, la Voluntad del Padre era un misterio mismo, no podría ser comprendida por el universo mental.

Pero hay algo que Dios depositó en los seres angélicos, que fue la obediencia, para que la pudieran cumplir y así llevarla adelante en absoluta resignación y entrega a la Voluntad del Padre.

Ahora ustedes, seres de la superficie de la Tierra, esencias de la Divina Fuente Suprema, colóquense al igual que los Padres Creadores, en ese momento y en ese tiempo y, más allá de los errores de la humanidad a lo largo de los tiempos, comprendan el sentido oculto de la Voluntad de Dios, impregnada por la fórmula de la Sabiduría.

Veamos a Dios en Su Trono, en la Fuente Primordial y ante los Padres Creadores, llamándolos uno a uno a servirlo.

Entre el Padre y los Arcángeles, contemplen un profundo lago de luz azul. Allí fue en donde comenzó todo. No solo por Su Pensamiento Divino, sino fundamentalmente a través de un sentimiento profundo, que surgió de las entrañas más profundas de Dios.

Dios, aún es un misterio para muchos, pero Él ya mostró Su Poder en la Creación y en esta humanidad, a través de los cristificados.

Delante de la necesidad del cumplimiento de la Voluntad Divina en este tiempo, y de la recuperación del Propósito en toda la raza humana, así como lo fue pensado en el principio de la Fuente Primordial, una nueva generación de consciencias cristificadas surgirá. Pero no existirá una forma de poder comprenderlo ni siquiera de sentirlo. Será algo que vendrá directamente de la Fuente para los corazones que serán llamados a vivir ese proceso espiritual.

Es algo que llegará más allá de la imperfección, de los errores, de la materia. El camino de la cristificación surgirá en consciencias desconocidas, en personas inimaginables, en almas que están esperando desde el origen de la Tierra por este momento, en colaboración con el Plan de Mi Retorno al mundo.

Las verdaderas transformaciones de la raza humana en este tiempo surgirán desde adentro de los seres, para que después esa transformación se dé en la vida material.

Así como las grandes Jerarquías del universo fueron llamadas por Mí mismo para meditar y reflexionar, hoy ustedes son conscientes de este momento que los Arcángeles están viviendo Conmigo a pedido del Padre Celestial. Es como detener el tiempo y el espacio por un momento. Es paralizar en el universo material los errores y los traumas, especialmente de esta raza de superficie, que debe comprender que este momento de inflexión en el cual se encuentra, es el más importante. Será en el que se dará la última oportunidad.

Por eso, ¿son conscientes de esto?, para que su vida material y sus mentes comprendan más allá de las formas lo que Dios está pensando no solo por ustedes, sino también por toda la Creación.

En este acontecimiento que se da en el universo espiritual, la Sagrada Arca de la Santa Alianza es la intermediaria para que la mayor cantidad de almas posibles en la Tierra reciban este impulso. Y por más que simbólicamente no sea comprendido ni entendido, lo más importante en este momento es la apertura de corazón, para que sean partícipes del advenimiento de la Nueva Humanidad que llegará después de la actual.

Mientras estoy aquí con ustedes, también debo atender atentamente los pedidos de Mi Padre, para que siempre se cumpla Su Voluntad, aunque los propios Arcángeles aún no la conozcan profundamente.

Desde el origen de la Tierra, las grandes consciencias angélicas, los Elohim, aprendieron de esta humanidad y de la evolución de este planeta, de sus aciertos y de sus errores, de sus victorias y de sus fracasos. Y más aún aprendieron de la elección de la humanidad a lo largo de los tiempos y de toda la alteración que fue realizada en el proyecto genético humano.

Ustedes no podrían existir en este momento si Dios no lo hubiera deseado. ¿Cómo sería posible vivir sin Su Voluntad, cuando Su Voluntad es el centro de la vida del universo? Porque de Su Voluntad parten Sus más profundas aspiraciones de ver a Sus criaturas en la felicidad eterna y en el cumplimiento de Su Divino Propósito, regido por el Sagrado Rayo Azul.

Ahora, ese gran lago de luz azul del universo espiritual es la propia Consciencia de Elohim. De allí partió Su deseo ardiente y allí nació Su primera Voluntad.

Dios es una Ciencia y un Poder desconocido, por eso Él tiene tantos Nombres Sagrados para que sea comprendido.

Pero alguna vez se preguntaron, ¿qué hay más allá de Dios?, ¿qué hay más allá de la Santísima Trinidad? La Sagrada Vida del plano espiritual, ¿solo termina en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?

Amplíen aún más su consciencia y a través de Mis Palabras capten los impulsos que les estoy enviando.

La vida material no es lo más importante, aunque sea parte de la evolución de sus vidas. Pero es tiempo de que, antes de Mi Retorno, las almas comprendan el sentido de la Presencia de Dios, no solo por Su Nombre, sino por lo que Él es más allá de la vida del espíritu.

Las religiones tal vez no comprenderán lo que les estoy diciendo, pero si Yo no dijera esto, no sería Voluntad de Dios. Si Él envía a Su Hijo al mundo para prepararlos, ¿qué es lo que en verdad está sucediendo en este momento? ¿Por qué la humanidad enfrenta los primeros pasos de su Armagedón? ¿Será el sufrimiento el único aprendizaje? ¡No!, no lo es.

Cuanto más las consciencias se eleven, menores serán los sufrimientos y las deudas a enmendar. Quiero que aprendan como Yo aprendí, a ingresar en la Ley Divina. Yo les di una primera Ley para que la pudieran vivir, que es la Ley del Amor. Cuanto más se amen los unos a los otros, no solo estarán más cerca de Mí, sino también de Mi Padre.

Él necesita que, después de Mi Pasión, se cumpla lo que tanto ha deseado, que despierten los Cristos internos, que concreten la llegada del Reino de Dios en la fe, en el amor y en la confianza de los corazones. Pero primero deben amar lo que les pido, para poder participar.

No intenten comprenderlo, sino intenten aceptarlo. Por esa razón, los Padres Creadores hoy están ante la Consciencia del propio Elohim, para que desde el principio eterno surja una nueva intervención y oportunidad para todas las almas que lo acepten.

Por eso, Mi Iglesia Celestial se ofreció para ser la intermediaria en este acontecimiento y no solo hacerles revivir Mi Amor, sino también amar la Sabiduría Divina que proviene de la Fuente Suprema.

Hoy, los Padres Creadores meditan cómo llevarán adelante esa intervención en la humanidad, de una manera semejante a como Ellos lo hicieron en el pasado, con el pueblo de Israel.

Pero en este tiempo, la necesidad es muy grande para poder atender y corresponder. Se les ha encomendado a los Arcángeles esta misión. Que a través de la Fuente Azul de Elohim, la humanidad sea ayudada para que, al menos, una minoría sea el pueblo que cumpla con la Voluntad de Dios, así como los patriarcas la cumplieron.

Eso traerá la cura de la humanidad y la concientización en el proceso de redención humana. Y aunque todos estén ante el misterio de intentar comprender lo que Dios necesita en este momento, sepan que los Padres Creadores, los Arcángeles, inspirarán a diferentes pueblos en el mundo para que despierten a este llamado y cumplan la Voluntad Eterna, la que proviene del Padre directamente para cada una de las almas.

No solo la Pasión del Señor es ofrecida para que esto sea posible, sino también las oraciones, los sacrificios, las adoraciones y las obras de caridad que se realizan en el mundo entero a través de los seres de buena voluntad y, en este momento y ante esta crisis del mundo, permiten una Gracia extraordinaria y expiatoria, especialmente para aquellos que no la merecerían.

Las nuevas Tablas de la Ley serán entregadas a las Tribus de Israel, hoy extendidas por toda la Tierra. Los Padres Creadores encomendarán ese ejercicio para que en el alma de cada ser sea reconocida y sentida la Voluntad del Padre, que Él ha determinado después del último 8 de agosto. Eso significa que no solo ustedes son conscientes de esto, todo el universo es consciente de esto.

¿Entienden lo que les digo? No es un momento más. No es un ciclo más. Es un tiempo definitivo, pero también culminante no solo para su raza, sino también para todos los que la rodean en el universo, porque el único propósito y meta es la realización y el cumplimiento de la Voluntad, que traerá revelaciones, conocimientos y hechos.

San José ha sido encomendado por el Padre Eterno para ser el gran intercesor entre las almas y Dios desde el universo espiritual, para que las almas reconozcan lo que el Padre necesita en este momento para el planeta. Él será el Mensajero de los planos internos, no solo en la conversión del corazón humano, sino también en el despertar de este gran y último llamado.

Hoy permanezcan en la consciencia de lo que sucede en la Fuente Primordial. Y aunque el mensaje sea simbólico, ámenlo, así como Yo los amo a ustedes para que se animen y se arriesguen a vivir Mi Voluntad, porque todo lo que unen en el Cielo será unido en la Tierra, y todo lo que desaten en la Tierra será desatado en el Cielo.

Las sagradas matrices de la Creación son depositadas en las manos de los Padres Creadores para que, como en el principio de la nada, cuando no existía forma ni vida, Ellos vuelvan a contemplar y a meditar en el Llamado de Dios, de Elohim. 

En el Huerto Getsemaní Me fue revelado este misterio. Nunca podría haber retrocedido ni tampoco haberme negado a sufrir por ustedes, porque Mi propio corazón humano, al igual que el de ustedes, tenía miedo. Mis células tenían miedo por lo que vivirían, ante una gran injusticia y crueldad. Su propio Maestro se vio en Su persona humana.

A pesar de los errores, de las tribulaciones y de los asedios en el Huerto Getsemaní, Mi Corazón, al igual que el de ustedes, fue llevado a la paz para sentir confianza, coraje y valentía de vivir algo tan grande.

Yo confiaba, en ese momento, que ustedes harían cosas más grandes que las que Yo hice.

A pesar del abandono de Mis apóstoles, de la incertidumbre de Mis compañeros, no podía dejar de cumplir la Voluntad de Dios. Y cuando fui crucificado, en las Manos y en los Pies, Dios, en esa hora, Me pidió que Me superara; y lo profundo de Mi Espíritu en ese momento gritó: ¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen! Pero eso no solo fue por ese momento, sino por todo lo que sucedería después, hasta este presente.

Mi Espíritu sintió el impacto de la Cruz, pero también sintió el Amor de la Fuente, por la renovación del proyecto humano y la redención.

Mi Santa Madre no quedó atrás. Después de haber conocido este misterio del ofrecimiento del Espíritu de Cristo, en justificación de los errores humanos hasta los tiempos de hoy, Ella también se ofreció, colocando Su cabeza en el suelo de lo alto del Monte Calvario, para que Su vida y Su Corazón fueran traspasados por el dolor de Cristo, en reparación de todo el género humano.

Hoy Yo les pido que hagan lo mismo, más allá de la vida imperfecta, de las caídas, más allá de toda incomprensión, para que siempre le digan al Padre: “Señor, lo hago por Ti, por Tu Voluntad, por Tu Propósito, por Tu ardiente aspiración, por Tu Amor”.

Lleven las manos al corazón y agradezcan.

Ante la mirada reflexiva de Jesús, vamos a ofrecer esta Comunión para que las aspiraciones del Padre se cumplan en todos los corazones posibles.

Cuando Jesús estaba reunido con Sus apóstoles, momentos antes de Su Pasión, comprendiendo el Propósito de Dios más allá de la vida material para que nosotros, algún día, también lo comprendiéramos, Él tomó el pan, lo ofreció al Padre, agradeció y pidió que fuera transubstanciado en Su Cuerpo. Enseguida lo partió y se lo dio a Sus apóstoles, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos,
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos,
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Enseguida Él tomó el Cáliz, elevándolo agradeció para que también fuera bendecido y transubstanciado en Su Sangre. Se lo pasó a Sus compañeros, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la eterna y nueva Alianza, Sangre que será derramada por su Señor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos,
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos,
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Bienaventurados los puros de corazón, porque estarán en el Reino de los Cielos.

Padre Nuestro (en español e inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.

Señor,
yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme. 
Amén.

Recojan del Cielo esta revelación de la Fuente Primordial de Elohim, para comprender que es posible la transformación del corazón humano en la vivencia absoluta de la vida crística.

Hoy entonarán para Mí una canción que resuena en la vida de cada ser humano de este planeta y que hace comprender el misterio de la entrega de amor. Yo llevaré esta canción, tan simple y sencilla, al Padre en Mi Corazón, como testimonio de que es posible la redención en estos tiempos definitivos, en donde las llamas de la fe, del amor y de la confianza, siempre deberán ser renovadas para que se cumpla Su Voluntad.

Vamos a escuchar a pedido de Cristo: “Eso que soy, eso Te doy”, y después de esta canción cerraremos el encuentro de este día y nos recogeremos para meditar y reflexionar lo que el Señor hoy nos ha revelado.

Yo les doy Mi Paz, porque Mi Paz es inmutable. Mi Paz es transformadora. Mi Paz es curadora. Mi Paz trae la renovación.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como un símbolo de paz coloquen sus cabezas debajo de Mis Manos para que Yo los pueda bendecir.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy estoy aquí como Jesús Misericordioso para que recuerden la importancia de esta misión que el Padre le encomendó para el fin de los tiempos.

Ahora sientan Mi rayo blanco y Mi rayo rojo.

Yo soy la justificación y la sanación para las almas y, de la misma forma, Yo soy la Sangre que todo renueva y purifica.

En este segundo día, el segundo Trono de Dios se ha aproximado a través de Mi Sagrado Corazón y del Arcángel Rafael, que ha venido en Mi compañía para glorificar este momento y por la redención de la humanidad.

Mientras el Arcángel Rafael los contempla en nombre de todos los Padres Creadores, busquen unir vuestros espíritus a la esencia de la Cura cósmica que proviene de los Universos mayores, aquellos que tienen fe y fidelidad a los planos mayores, a los planos superiores de consciencia desde donde todo surge en la Creación.

Recemos para nuestro Padre, que está atento a la voz de todas las súplicas. Repitamos:

Amados Padres Creadores,
Esencias sublimes de Luz,
desciendan la Misericordia de Dios sobre el mundo
para que la raza entera alcance la redención
(7 veces)
Amén

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Escuchamos trece campanadas a pedido de nuestro Señor.
 

Observen y sientan con amor todos los prodigios que Yo les traigo desde el Cielo, porque si en verdad las almas se sumergieran en Mi Misericordia, la maldad del mundo ya no existiría y no sería necesario sufrir.

Yo vine a ustedes a través de Mi encarnación en Tierra Santa. Nací como Luz de Dios para el mundo y derramé esa Luz de Dios para todos sin excepción.

Quiero que aprendan a beber de esa Fuente de Luz, que reúnen todos los Padres Creadores en el Universo y, que glorifican el Santo Nombre de Adonai eternamente.

Abracen esta oportunidad de redención y sientan, compañeros, cómo vuestras amarras se liberan, el pecado es purificado y la paz despierta en los corazones que escuchan Mi Voz.

Hoy vengo con la potestad de todo el Universo para el mundo entero y para las almas presentes y no presentes, visibles e invisibles, que necesitan encontrar la luz para poder abrir su corazón y reconocer la presencia del Rey que se hace visible entre las dimensiones, en cada esencia interior, que acoge con amor cada una de las palabras.

Hoy estoy como Jesús Misericordioso Solar. Traigo la sabiduría para todos, la consecuencia de poder cumplir con el Plan y de manifestar las obras de Mi Padre, así como están escritas en vuestros corazones y almas para esta tarea de fin de tiempo.

Ustedes, compañeros, tienen esta parte que cumplir. Otras almas deben hacer otra parte del Proyecto, que está intentando ser concretado a través del servicio de las almas que se donan a Mi Corazón por medio del despertar de los corazones, a la Sagrada Liberación Divina que los congrega.

Hoy vengo en la expresión infinita de Mi Misericordia y por la Misericordia de todos los Padres Creadores, los arcángeles, que intentan elevar este momento como una bendita ceremonia de purificación y de luz, de redención y de paz para todos los espíritus de la Tierra.

Así como Yo entré en Jerusalén y muchas cosas sucedieron, hoy Mi Padre concede a través del Corazón de Su Hijo Amado, un tiempo de paz en los corazones frustrados, en las almas que hacen las guerras y que desvían el Proyecto de Dios por sus acciones.

Hoy estoy aquí por todos, por cada uno de los hijos de Mi Padre, por los que Me responden y por los que no Me responden, por los que abrazan Mi llamado y por los que niegan Mi llamado, porque así Mi victoria se dará y Mi adversario será derrotado, cuando los corazones acepten Mi convocatoria. Está en ustedes el cambio del destino de todo el planeta, así como también está la responsabilidad en toda la humanidad.

Si doce consciencias que en el pasado estuvieron Conmigo consiguieron cambiar los acontecimientos de todo el planeta, ¿qué podrían hacer miles de ustedes, aferrados a Mi Fe, unidos a Mi Corazón, para que todo mal se extirpe en los corazones ignorantes que no ven la Luz?

Si cada uno cumple con su parte, a pesar de lo que suceda, no habrá por qué temer.

Den con amor todo lo que puedan dar y no se restrinjan, no cierren vuestros corazones ante las ofensas sino acojan vuestras lecciones como un acto de humildad y de pacificación, para que al fin, compañeros, la humanidad cumpla el nuevo patrón, la nueva vida sobre la Tierra en los corazones obedientes a Dios y a Su cambio.

Como fue en una Sagrada Semana anterior, conquistaré a siete intenciones, no para revelar la curiosidad y la propia voluntad sino para guiar a los espíritus hacia el Proyecto que Mi Padre tiene previsto para estos tiempos, a través de todas Sus jerarquías y criaturas, que se reúnen en el nombre de la Luz y de la Verdad.

Por eso prepararán, como una vez se los pedí, una cesta dorada para el día de mañana, escribirán vuestras intenciones. Y si pudieran dar un paso mayor, escriban la intención de vuestros hermanos, de vuestros familiares o conocidos y no las propias, así podrían estar en el escalón de la fraternidad y de la hermandad entre todos los seres, poniendo la atención en el que más necesita de una palabra de salvación.

Hasta el final de los días de este encuentro Yo rezaré por cada una de esas intenciones, porque es lo que se Me ha permitido. Y si confían en Mi Misericordia, esas intenciones se cumplirán y no habrá ningún nudo que se oponga a que todo se pueda concretar en el nombre de la Paz.

El Padre Eterno está presente a través de Mi Espíritu para que el mundo despierte a su gran llamado de redención y de conversión, de comunión con el Hijo Primogénito y con la Santísima Trinidad.

Hoy bendeciré los elementos, pero especialmente a los niños que han venido a Mi encuentro en nombre de todos los niños del mundo, especialmente de aquellos que son enterrados en los desiertos en esta hora aguda del planeta.

¿Será que ustedes, compañeros, por un instante sentirían Misericordia por esas cosas y no por ustedes mismos?

Yo necesito que caminen a Mi lado de otra forma y con otra perspectiva, haciendo madurar la consciencia y el corazón en la verdadera necesidad planetaria que Yo los invito a vivir Conmigo, como Mis apóstoles.

Tráiganme aquí el incienso para santificar la Mesa de Dios.

 Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Cristo escucharemos Pater Noster, uniéndonos al Espíritu del Creador de todas las cosas.

Pater Noster...

A través de los elementos sagrados se encuentra la liberación de los caminos, se disuelven todas las amarras, se abren las puertas internas para que los corazones caminen en confianza hacia Dios y eleven su aspiración hacia lo Alto.

Esta Comunión de hoy, compañeros la ofreceremos por aquellos que deben ser consecuentes con el plan de evolución, y especialmente por los que más necesitan de una intercesión divina.

Mañana quisiera verlos a todos con velas en sus manos, pues Mi Luz debe materializarse frente a ustedes, para que así crean que Yo estoy presente en el nombre del Amor y de la Paz por los siglos de los siglos.

Hoy Mi Corazón glorifica vuestros corazones. Hoy Mi Amor colma a los que más necesitan del Amor de Dios y ese Amor hace reafirmar los votos en aquellos que dicen “sí” a la Voz del Maestro y a Su Sagrada Palabra.

Hoy necesito, compañeros, que sientan la Alegría de Mi Presencia, porque donde está Mi Alegría no está el mal.

En los más pequeños verán el ejemplo de la inocencia que Yo necesito de ustedes, para que pronto en conciencia y en el próximo mundo puedan entrar al Reino de los Cielos.

Mi Corazón se complacía ampliamente en los más pequeños, cuando Yo vivía aquí en el mundo entre ustedes. Mi Corazón se calmaba en los niños ante tanta adversidad; ellos son el regocijo de la nueva humanidad, es el espíritu de la pureza que nunca puede perderse en los hombres y en las mujeres de la Tierra.

Sean como niños y estarán en Mi Corazón, no con infantilidad sino con inocencia, con verdadera pureza y compasión por todos vuestros hermanos, así como ellos aman a todos los que ven en sus caminos.

Por eso hoy, también vengo al mundo desde el Universo de Mi Padre, trayendo esta buena nueva de que los más pequeños, en estos tiempos, son los que se ofertan de corazón para apoyar a la humanidad en esta transición. Busquen la unión con vuestro niño interior y curen el pasado para que él se pueda borrar de vuestra historia.

Mis Rayos de Misericordia permiten multiplicar todos los dones y todas las obras. En los niños, Yo también Me encuentro, dos veces, cuando juegan y cuando sonríen para los adultos.

Yo estoy en todas las cosas, así como Mi Padre está en todas las cosas, porque si así lo creen vivirán la verdad.

Mientras Me elevo en este día de bendición, cantaremos al Hijo Supremo, para que Su Gloria se expanda por los cuatro puntos de la tierra.

Repitamos:

Aleluya, aleluya, aleluya

Misericordia, Misericordia, Misericordia

Jesús yo confío en Ti.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 28.ª Maratón de la Divina Misericordia, en la ciudad de Boa Vista, Roraima, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Por Amazonia, Yo daría Mi Vida nuevamente, pero sé que no puedo. Quisiera hacerlo para que la humanidad comprendiera el valor de la Creación de Dios, que es el verdadero testimonio, que es el fiel ejemplo para todas las criaturas de la Tierra que necesitan de los Reinos Menores para poder evolucionar en espíritu y en alma.

Es tan importante el pulmón de este planeta que las almas ni siquiera perciben qué es lo que está sucediendo en toda esa región. Y ¡cómo el Corazón de Mi Padre, que es bendito, también es transgredido por las manos de los hombres cuando cada uno de ellos destruye la Creación!

¿Cómo el mundo podrá estar en equilibrio y en paz? ¿Cómo el mundo podrá liberarse de las guerras y de las persecuciones, si aún la humanidad no entiende lo que está haciendo? Aunque la mayoría percibe con su corazón que las cosas no están bien en estos tiempos. 

Por eso, Yo vengo a cambiar sus vidas según un modelo perfecto, así como lo hice con los apóstoles en el pasado, que aceptaron que Yo les lavara los pies, que aceptaron cenar Conmigo, comer de Mi Cuerpo y beber de Mi Sangre, para resucitar sus espíritus en la redención. 

El poder desconocido de la redención, que proviene directamente del Corazón de Adonai, es ofertado para todas las almas de la Tierra en esta última hora definitiva, en la que todos los corazones del mundo deberán definir sus caminos por el bien o por el mal. Ya no existirán términos medios, no existirá ilusión. No existirá tampoco la vida material en la que todas las almas se sumergen, día a día, alejándose del Corazón de Mi Padre, de la verdadera Luz y del verdadero Amor que nutre a cada consciencia creada, en éste y en otros universos.

¿Qué más podremos hacer, compañeros, para que el planeta sea transfigurado completamente? Si con doce personas, Yo pude alcanzar la Pasión, realizar prodigios y transmitir el Evangelio de la Paz para los cuatro puntos de la Tierra; con cada uno de ustedes, compañeros, bajo el Espíritu de Mi Consciencia Divina, Yo podría realizar muchas cosas más por esta humanidad. Pero son pocos los que fielmente quieren seguir Mi Corazón con total entrega, con total confianza y con total amor a Mi Corazón misericordioso.

Vengo a mostrarles, compañeros, en esta hora, los tiempos de emergencia que todos están viviendo, la falta de paz que hay en el mundo y la falta de unidad entre los corazones del planeta. 

Yo vine a enseñarles en el pasado, sobre la hermandad.  Vine a enseñarles el camino para curar sus vidas y aún no Me he cansado de venir a buscarlos una y otra vez, golpeando las puertas de sus corazones para llamarlos al apostolado y al servicio por la humanidad. 

Sé que muchos de los presentes hoy, despiertan a este propósito. Pero el que ya está en Mi Propósito, ¿está haciendo todo lo que Yo necesito para estos tiempos? 

Necesito que sean Mis apóstoles de la Verdad y del Amor, que la llama de sus corazones nunca se apague, porque será la llama de sus corazones, compañeros, la que será vista por muchos de Mis hijos.  Yo podré entrar en todas las moradas para que los corazones resuciten y la vida se divinice, según los Principios de Dios.

No dejaré de caminar a su lado. Yo soy incansable, compañeros. Vengo desde el Universo Celestial a visitarlos en Divinidad, en Espíritu para poder entregarles Mi Paz y Mi Amor. La Paz y el Amor de Dios deberán ser sus únicos propósitos. 

No hay nada más que hacer en esta humanidad, en cuanto el Amor, la Paz y la Verdad se pierden a través de la aniquilación y de la mutilación de todos los Reinos y de los propios seres humanos que se olvidan que son hermanos, creados por Dios a Su imagen y semejanza desde el principio del Proyecto del Génesis. 

Pero sé que muchos de los hombres de la Tierra no quieren colocar atención en lo que hoy Yo les digo, porque el interés está en la vida material, en la propia realización, en la conquista de los proyectos falsos que caerán por su propio peso en este último ciclo de la transición.

Disculpen, compañeros, por ser Mis Palabras tan fuertes. Yo vengo a despertarlos a una consciencia mayor, pues la humanidad no pone interés en lo que estamos diciendo. Muy pocos leen los mensajes para poder nutrir sus espíritus y así encontrar las bases de la nueva evolución del alma, que podrá trascender estos tiempos finales, en medio de la tribulación y de la oscuridad. Pues quien está Conmigo, nada temerá. 

Mi Corazón es poderoso e invencible. Yo acojo a todos los corazones en Mi Espíritu divino, para que ellos siempre sepan qué hacer en cada momento de la vida, en cada instante en el que Dios los llama a servir.

Ahora sientan Mi Sagrado Corazón que desciende a este mundo en infinidad de Amor, en poder de Gracia y de Misericordia. 

Tomen Mi Corazón con sus manos y colóquenlo en sus corazones. Sientan el fuego de Mi Corazón que trasciende los tiempos, que es un fuego eterno que todo lo transforma y redime en las almas de la Tierra que se abren para reconocer al Rey, desde el principio hasta el fin. 

Tomen Mi Corazón con  sus  manos y sientan el esplendor de la Luz de Dios que viene a decirles que son dignos hijos de Dios, que recuerden esa filiación con el Altísimo que muchos de ustedes la perdieron por las adversidades de Mi enemigo.

Tomen el Corazón con sus manos y sientan el amor que palpita dentro de cada uno de sus seres. Sientan el fuego de Mi redención, el fuego del Amor y de la unidad que viene a conducirlos por la única senda que los llevará de retorno al Corazón de Dios.

Sientan Mi Corazón, en sus manos, que sufre por el mundo, que sufre por los ignorantes. 

Sientan Mi Corazón que les transmite Su Paz, la Paz del Reino de Dios que está muy olvidada por todos los seres de la Tierra. 

Sientan Mi Corazón orante que reza por ustedes con paciencia, con amor, con compasión.

Éste es el Corazón de Jesús que los salva. 

Éste es el Corazón que se entregó por ustedes y padeció por el mundo hasta la última hora de la muerte. 

Éste es el Corazón que triunfó y venció al mal, por el poder del Amor de Dios. 

Éste es el Corazón que perseveró por cada uno de ustedes. 

Es el Corazón de su Maestro que los viene a llamar al despertar, a la consciencia y a la unidad. 

Éste es el Corazón que vive por ustedes, que tiene sed de sus corazones, de sus almas, de sus consciencias infinitas. 

Éste es el Corazón que todo lo acepta, que todo lo ama, que todo lo comprende. 

Es el Corazón que perdona, que libera, que expulsa el mal, que trae la paz y la serenidad para estos tiempos. 

Éste es el Corazón que viene del Universo para recordarles la vida, la vida preciosa que Dios les dio a cada uno de ustedes.

Que sus vidas sean como Mi Corazón, pues la redención es posible cuando el alma se humilla delante del Redentor.

Éste es el Corazón que los espera. Mi Corazón es la puerta hacia la nueva humanidad.

Este es el Corazón del Hijo de Dios que estuvo entre ustedes y que prometió retornar en Gloria para salvarlos y llevarlos al Reino de Dios.

Acepten Mi Corazón, y nunca lo olviden. Quien está en Mi Corazón, tendrá vida eterna.

Y así, escucho sus súplicas, disuelvo sus dudas, curo sus heridas, colmo a sus corazones de Mi absoluto Amor.

Y así los espero todos los días de sus vidas para que Me tengan presente ahora y siempre, hasta que Yo retorne en Cuerpo, Alma y Divinidad, desde los Cielos. Y, con Mis Ángeles de Luz abramos las puertas al Trono de Dios para que Sus Gracias desciendan sobre los corazones que no las merecen, pues la obra de sus oraciones, en estos dos días, concedió estas Gracias para los más pecadores.

Cada vez que un alma es sacramentada por una enseñanza simple que Yo dejé para el planeta, el espíritu recibe la oportunidad de caminar en Mi confianza y de nunca separarse de Mí. Este es el principio espiritual de la ciencia de Mis Sacramentos.

Yo los bendigo. 

Les agradezco por esta oportunidad de que Mi Divina Misericordia se haya aproximado a esta ciudad y a toda la Amazonia. 

Queda para cada orante la misión de seguir orando por los Reinos Menores de la Creación, por todos los ángeles que trabajan por este proyecto del planeta. 

Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vayan en paz y sean la paz, ahora y siempre.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 23.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Las cosas que ustedes viven son más pequeñas que los granos de arena de un desierto, porque en verdad les digo que existen cosas más urgentes y mayores que ustedes desconocen.

Yo les vengo a traer la consciencia de lo supremo, la Verdad que está oculta para muchos. Mi Presencia viene a revelarles la sagrada Voluntad de Dios, que aún debe ser conocida por los corazones consecuentes a Mi Sagrado Llamado.

Vengo en esta tarde, a mostrarles Mis cinco Llagas, no para que vean el sufrimiento que Yo padecí, sino el Amor que Yo viví por ustedes, aquel que nutrió la vida y convirtió a la humanidad pecadora.

Quien venera Mis cinco Llagas venera en presencia a Mi Corazón. Yo vengo a traerles este misterio porque Mi Corazón sigue siendo ultrajado.

Son pocas las almas que Yo elevo, entre Mis Manos, hacia los Reinos de Dios. Pero Yo vengo a formarlos, a través de la esperanza y del amor, para que puedan conocer profundamente la gran necesidad de vuestro Padre que está en los Cielos. Que ahora, en estos tiempos, se puedan convertir así como Él lo prevé en este ciclo final.

Los Sellos de Oro se están abriendo. Los Libros de Luz se están revelando. Los Ancianos se congregan en consejo, porque ha llegado la hora de determinar el día y la fecha en que Yo descenderé al mundo, una hora marcada por Dios.

Pero en verdad, ¿quién Me verá? ¿Quién podrá comprender que la humildad de Mi Corazón es la humildad de Dios? ¿Quién Me podrá reconocer entre toda esta humanidad que camina al abismo de su perdición?

Pero Yo les digo que estos libros, que son abiertos por los Ancianos de la Luz, aún se mantienen cerrados por el afluente de Mi Misericordia que modifica la Ley, la equilibra y la armoniza para la humanidad.

¿Por cuánto tiempo esto sucederá? Hoy no se lo podré decir. Por eso vengo a preparar ejércitos, para que estén preparados para recibir las señales que vendrán de los Ancianos y las que revelarán el momento tan crítico para la humanidad.

Pero existen corazones misericordiosos que, saliendo de este encuentro, seguirán renovados por la fe. Allí no habrá ningún misterio y los Ancianos así reconocerán que esta parte del Proyecto de Dios, que ya es el último para esta era, Yo lo estaré cumpliendo en ustedes, a través de Mis Obras de Misericordia y de Redención.

Pero muchos ojos no querrán ver la Ley. La Ley se manifestará, de todas formas, en el momento culminante de la purificación. Por eso, vuestros cuerpos están siendo entrenados en la purificación, en el camino de la pureza, del desapego, de la humildad y de la simplicidad. Porque así Yo estaré en ustedes en la hora culminante de la tribulación, y Dios encontrará Mi semilla de Luz en cada una de vuestras almas.

Pero sé que en esta tarde no comprenden lo que les digo. Ya no vengo a hablar a vuestras mentes, sino a hablarle a vuestros corazones, que son los únicos tabernáculos, en donde todo puede resurgir, transfigurarse y redimirse, a pesar de que exista el mayor pecador. 

Corrijan vuestras vidas y las vidas de vuestras familias se corregirán. Vivan actos buenos y serviciales para el prójimo. Así estarán ayudando a que esta pesada balanza no se rompa antes de tiempo.

Así, de esta forma, hoy conocen el poder insondable de Mi Amor, aquel que viene a asistirlos para colmar vuestros corazones hasta el último momento de vuestras vidas, tiempo en el que ya estarán preparados para vivir el fin de los tiempos.

También rezo por aquellos que no estarán preparados y que no se detuvieron a escuchar Mi Voz y Mi Amor. Continúen rezando por todos ellos porque son la mayoría, es la mayoría de la humanidad.

Por eso Mis cinco Llagas aún se lastiman. Entre Mis Manos, siento el dolor de la humanidad. En Mi Costado, siento la lanza, aquella que es colocada por los corazones ignorantes y que ultrajan todo el tiempo la Ley de Dios. Mis Pies son marcados por los caminos confusos, turbios y malos que muchas almas viven.

¿Quién saciará Mi sed? ¿Quién colmará Mi Corazón misericordioso con los códigos de Luz de la oración? Que la oración no solo sean palabras, sino que sea un testimonio de vuestra conversión. 

Que vengan aquí aquellos que Me escuchan, porque Yo necesito, en estos tiempos, de verdaderos soldados formados en la redención.

No les prometo en este mundo cosas maravillosas porque, el mundo y la humanidad, toda la consciencia planetaria está negando al Dios del Amor. No alcanza con los que son. 

Mi Obra ya fue realizada en tiempos pasados. Les di y les entregué el verdadero testimonio de Amor, a través del sacrificio de la Pasión. Pero sé que muchas almas aún no lo han entendido.

Solo espero, en el cenáculo de Mi Corazón, poder reunir a todos ustedes para que, en los momentos más difíciles, sepan reconocer el bien y el mal. Los corazones y las miradas de muchos se confundirán, pero quien confía en Mí no se perderá.

Les vengo a decir aquello que necesitan escuchar, ya no pierdan tiempo en las cosas superficiales ni gasten vuestro verbo en comentarios inútiles. Busquen, todo el tiempo, la unión con Dios a través del silencio, porque así Yo podré decirle a Mi Padre que, en verdad, estoy haciendo algo con cada una de vuestras almas. Únanse cada día más. Abandonen los comentarios. Ya no juzguen a vuestros hermanos.

Están deteriorando Mi Plan de redención, porque sé que, saliendo de aquí, cruzando la puerta de esta sala, estarán diciendo otras cosas y, ¿dónde habrá quedado Mi energía espiritual? ¿Habrá valido la pena que Yo haya descendido de la decimosegunda dimensión de Adonai para venir a esta tercera dimensión contaminada a buscar corazones, en los abismos de la Tierra?

Las manos de Mi Madre ya no alcanzan para tantas almas perdidas. Por eso, Ella los consagra con tanto amor para que puedan ser Sus manos, trabajadoras en el servicio y en la caridad, en toda esta humanidad.

¿Comprenden lo que les digo? Díganme sí con vuestro corazón más que con vuestras palabras. Necesito que Mi mensaje resuene en lo profundo de vuestros seres. 

No quiero que sean Mis Llagas. Quiero que sean los Rayos de Mi Corazón transformados en redención y en luz. Quiero que sean lo bueno para Mi Padre. Quiero que sean lo justo, lo justificable ante Dios. Quiero que sean el equilibrio y la verdad, la transparencia y la confianza entre hermanos. Quiero que sean la columna de luz que preparará el templo para la venida de vuestro Rey.

Pero si el Rey no viene a vuestros corazones, a los pocos corazones dignos de la Tierra, ¿cómo Él podrá venir al mundo? ¿Qué dignidad tendré ante Adonai para pedirle descender a esta humanidad material? Por eso, debo encontrar rebaños preparados, todos dentro del establo de Mi Corazón y no buscando otros caminos que no sean los Míos.

Ya no hay tiempo que perder. Ya no deben buscar a otras personas. Vuestra verdadera unión espiritual es con Dios. Y ya hemos dado testimonio, compañeros, de que la verdadera transformación se encuentra a través de la oración.

Purifíquense en paz. Las cosas se agudizarán, pero deberán ser valientes para superar los tiempos e ingresar en la vibración perfecta de Mi Corazón. 

Cuando vuestros pies son lavados, las manchas más impuras son retiradas por los Ángeles de Dios y vuestras vidas son renovadas, sus caminos son purificados para que asciendan definitivamente, por la escalera del Cielo, al Trono de Adonai, sagrado Templo del Corazón, donde se encuentra la vida eterna.

Cuando son bautizados todos los dolores y sufrimientos son purificados, pero vuestras almas son renovadas por los siete Dones del Espíritu Santo y una nueva vida comienza, con el alma purificada y limpia, renovada plenamente por la fuerza insondable de Mi Amor. 

Pero cuando comulgan Conmigo, el misterio es más infinito. Las puertas de los corazones se abren para recibir Mi energía crística e ir construyendo, de a poco, la perfecta morada que Yo deseo tener en ustedes todo el tiempo.

Y cuando son ungidos, no hay mal que pueda resistir.

Reciban los Sacramentos como una Gracia, como una honra a Dios. Así construirán la Nueva Humanidad.

Los ángeles del Cielo hoy consagrarán los Santos Sacramentos. Llamen a Su presencia. Invoquemos Su poder, uniendo el Cielo con la Tierra, las almas y todos los corazones con la Fuente primordial de Dios.

Repitamos:

¡Santo, Santo es el Señor de las Huestes!

Los ángeles del Cielo proclaman Su sagrada Palabra
y la Misericordia de Dios desciende
a través de Su Hijo amado.

Santo es el Señor de las Huestes,
por Su poder y omnipotencia.

Santo es Su Nombre en los Cielos,
y en cada rincón del universo
los ángeles proclaman Su Misericordia,
y los Sagrados Corazones
concretan Su plan en el planeta.

Santo es el Dios del universo,
las puertas infernales se cierran
los corazones son colmados por el Espíritu de Dios
y el Amor vence al mal.

Santo es el Dios del Amor
por Su verdad y pureza,
santa es Su Gracia
santa es Su esperanza y Su compasión.

Las almas se inclinan ante Su Trono
para reverenciar Su existencia.

Santo Adonai,
Santo Emmanuel,
Santo Abba,
los siete portales se abren 
 a través de Su Gracia Divina.

¡Santo, Santo es el Señor de las huestes!

Las almas proclaman Su infinidad,
Santo y sagrado sea el universo,
los soles se encienden en la humanidad,
el Plan se cumple en cada ser,
dichosos de aquellos que escuchan el llamado.

Santo seas, Padre Eterno,
Santo eres por Tu Creación,
santo e insondable es Tu Nombre.

Santo y sabio Señor, 
danos Tu Sabiduría y guíanos hasta el final.

 

Cántico: Kodoish.

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

Y ahora, con todos los elementos y objetos sagrados que fueron bendecidos, que ellos puedan ser una renovación de vuestra fe. Pero recuerden que en vuestros corazones se encuentra el verdadero portal que siempre los unirá a Dios.

Vuestras oraciones, de estos dos días, desataron muchos nudos, los cuales Yo desamarré por la acción de la Misericordia, en varios puntos de la Tierra, donde la oración se volvió fuente de salvación para las almas heridas.

Agradezcamos, compañeros, a nuestro Padre que está en los Cielos. Es el verdadero motivo de este encuentro, estar con Dios y trabajar para Dios. Así, vuestras vidas se curarán.

Vayan en paz y los espero siempre en oración.

Los bendigo por la Gracia que Me es permitida como Hijo de Dios y Hermano de todos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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