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A los jóvenes buscadores del Gran Corazón Pacificador de Cristo
Hijos:
Un corazón pacificador es aquel que tiene claro, dentro de sí, el camino que quiere recorrer.
Un corazón pacificador está dispuesto a ir más allá de sí mismo, en pro del bien y de la paz en la humanidad.
Un corazón pacificador reconoce la necesidad y la atiende para poder aliviarla.
Un corazón pacificador no se defiende ni tampoco se justifica. Él siempre busca estar atento a las señales internas.
Un corazón pacificador sabe por qué está en este mundo y para qué ha venido a la humanidad.
Un corazón pacificador se alegra por el logro del semejante y se esfuerza para que los demás lo puedan superar, porque un corazón pacificador sabe que no tiene nada que ganar ni nada que perder, ya que su ardiente aspiración es ayudar a que todos alcancen sus sueños.
Un corazón pacificador ama a la Creación y trabaja secretamente para que cada día la naturaleza sea reparada.
Un corazón pacificador no eleva su voz ni tampoco reafirma sus propias ideas, sino que está receptivo y abierto para aprender de las posibles diferencias.
Un corazón pacificador mantiene viva su aspiración de servir al Plan de Dios y nunca deja de sostener el estandarte de la paz.
Un corazón pacificador busca las Huellas del Maestro, porque en ellas está el camino, en ellas encuentra la verdad, en ellas comprenderá la vida, las experiencias y los aprendizajes.
Un corazón pacificador trabaja por alcanzar sus metas y lucha por expresar sus dones y talentos.
Un corazón pacificador no retrocede, sino camina, teniendo presente que cada uno de sus pasos será bendecido por la Gran Luz.
Un corazón pacificador impulsa el cambio, renueva las formas y concreta las aspiraciones que tiene el Gran Corazón Pacificador que es Cristo.
Que los buscadores del Gran Corazón Pacificador, que en estos días se reúnen y se unen por un Propósito Mayor, reciban las bendiciones de su Madre Celeste, para que todos los jóvenes pacificadores sean las nuevas semillas que se plantarán en la venidera Tierra Prometida.
Los bendice en este día y les agradece por responderle a Dios,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy su Madre Celeste emite un profundo agradecimiento y amor a todos los que hicieron posible esta nueva edición del Festival en la ciudad de Santa Fe, Argentina.
Este amoroso agradecimiento también llega a todo el grupo de almas jóvenes que forman la Junta de este Festival que a través de los tiempos realizaron grandes y verdaderos esfuerzos para seguir concretando esta aspiración de su Madre Divina.
Agradezco por el sincero y equilibrado ecumenismo alcanzado a través de la confraternización con otros movimientos y corrientes espirituales que de alguna forma buscan una conexión y contacto con Dios.
En este sentido, he podido presenciar el crecimiento y la madurez de los jóvenes para asumir esta tarea y misión por las diferentes ciudades del mundo, sabiendo lo que eso significa, no solo a nivel material, sino también espiritual.
Es de esa forma, que los más adultos deben seguir apoyando y ayudando a los más jóvenes para que ellos puedan dirigir y conducir sus potenciales, talentos y virtudes por el camino correcto.
A través de los últimos Festivales, su Madre Celeste ha podido trabajar en el despertar de los más jóvenes, para que todos estén protegidos y no sean confundidos por todo lo que el mundo de hoy les ofrece.
Por eso, queridos hijos, el Festival deberá seguir alcanzando su amplitud no solo espiritual, sino también material, hasta que el mismo represente uno de los más importantes eventos de consciencia, de amor y de respeto por la humanidad a fin de que la cultura del descarte y de la indiferencia por los Reinos de la Naturaleza y por los seres más marginados sea arrancada de raíz de la consciencia humana.
Todo lo que hoy fue ofrecido por el Festival de Santa Fe los preparará para la próxima etapa.
Que hoy todos los seres de bien, más allá de su creencia, de su religión o cultura, sean bendecidos, porque en esencia todos son hijos de un mismo Padre y Creador.
¡Les agradezco a todos los jóvenes por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Las legiones de los últimos tiempos
Nacerán en cada punto de la Tierra las legiones de los últimos tiempos y tendrán como religión el Amor Universal.
Esas legiones estarán formadas por adolescentes y jóvenes, los que impulsarán al mundo a vivir el cambio de la consciencia.
Las legiones no tendrán nada que ganar ni que perder. Despertarán la consciencia sobre el cuidado y el amor a los Reinos de la Naturaleza y al planeta.
Las legiones del fin de los tiempos serán el grito y la voz de los que sufren la pobreza, la marginación, la explotación y el maltrato a la vida, como a los Reinos de la Naturaleza.
Esas legiones moverán miles de personas en el mundo entero y serán los que, en el momento más importante de la humanidad, darán testimonio de respeto por la Creación, ante letrados, científicos y gobernantes.
Las legiones del fin de los tiempos irán hasta el fin de las consecuencias, ellas no permitirán que el planeta Tierra sea sacudido, ni movido, por todo lo que el hombre de superficie hizo en las últimas décadas.
Las legiones del fin de los tiempos tendrán un único lema y lo respetarán. Llevarán a gran parte de la humanidad a percibir el riesgo planetario que corre el mundo y ayudarán a despertar el interés y la motivación por todo lo creado, al punto de defender ante cualquier persona o nación todo el ecosistema de la Tierra.
Los jóvenes son las legiones del fin de los tiempos y deberán tener claro la misión espiritual que cumplirán en esta etapa definitiva de la raza humana.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Sientan, hijos Míos, Mi Amor y Mi Paz, porque contemplo sus esfuerzos, sus dificultades y sus abismos más profundos, en los cuales hoy ingresa Mi Luz para que sus corazones encuentren la paz, el perdón y la redención de Dios.
Sientan, hijos Míos, Mi Gracia, porque contemplando su misión y la valentía de sus espíritus que, día a día, se levantan de las caídas e intentan no sucumbir a las tentaciones del mundo, derramo sobre ustedes una expiación divina. Que así, a través de Mi Gracia, reencuentren el camino para unirse a Dios y recobren la esperanza de trascender las propias miserias y de llegar al Corazón del Padre.
Mi corazón llega hoy al Centro Mariano del Niño Rey para enviar un mensaje al mundo, de que el auxilio llegará a aquellos que se esfuercen por transformarse y trascenderse, y mucho más allá de la oscuridad que habita en sus abismos internos, brillará la luz de sus esencias, porque Dios, con Sus propias Manos, abrirá los caminos, retirará los obstáculos y liberará a las tinieblas para que reconozcan que dentro de ustedes hay una verdad que está más allá de las apariencias y de las ilusiones.
Todos son puros a los Ojos de Dios y las manchas impresas en sus almas por el mundo y por las experiencias humanas podrán ser lavadas, curadas y limpiadas por la potencia de Mi Amor maternal.
Dejen que Mi Luz los toque, que Mi Paz los cure todas las veces que sea necesario, que Mi Amor los libere y les revele quiénes verdaderamente son.
Ustedes son Mis hijos, Mis pequeños y puros hijos, esencias que surgieron de Mi Vientre Creador, de la Fuente de Mi Pureza. Una parte de Mi Inmaculado Corazón habita en su interior. Por eso, hoy dejen que Yo Me revele en ustedes como una luz que ilumina a sus almas, como una alegría divina que brota de sus espíritus, como una nueva y divina esperanza.
Mi Corazón los abraza, Mi Amor los ampara, porque a través de ustedes auxilio al mundo. A través de sus esfuerzos puedo estar ante Dios con los méritos generados por sus vidas para interceder por las almas más perdidas, por aquellos que no conocen a Dios y que, día a día, se alejan de la pureza de sus esencias y de sus corazones. A través de sus vidas intercedo por la vida de este mundo, sobre todo de los niños y de los jóvenes que perdieron la esperanza de amar y de ser amados.
El futuro de la vida sobre la tierra se construye a través del esfuerzo de unos pocos. Por eso, hijos Míos, nunca se olviden de que, con cada esfuerzo que viven todos los días, Mi Corazón recupera a una esencia perdida, a un alma desamparada.
Su mayor servicio en estos tiempos es vivir en el Amor de Dios, es creer en el potencial de sus corazones de trascender todo el pasado vivido por ustedes y por sus familias para que, en nombre de la humanidad, anuncien la posibilidad del perdón y la Gracia de la redención.
Sus corazones son predilectos ante Dios. Sus esencias son puras a los Ojos del Padre. Encuentren hoy esa pureza en su interior.
Yo los amo, los acojo bajo Mi Manto y los amparo con la infinita gratitud de Mi Corazón.
¡Les agradezco!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Después del Encuentro de Música, en el día de ayer, la Amazonia fue preparada para que a través de la Gracia del Divino Hijo, reciba toda la Luz del Universo que necesitará para poder atravesar, como Reino, el fin de los tiempos.
Por otro lado, queridos hijos, hoy su Divina Madre se preparará, a través de las oraciones de Sus amados hijos, para ingresar en escenarios de la humanidad en donde el sufrimiento de los más pequeños e inocentes se agrava día a día.
Por esa razón, la Madre de Dios, el Sol de la Vida, llegará a todos los pequeños e inocentes, en diferentes partes del mundo, para auxiliarlos y rescatarlos de esa condición espiritual, mental y material en la que el hambre, la persecución por la guerra, la explotación de niños y niñas y, también, el tráfico indebido de órganos se lleva adelante por una parte de la humanidad adulta que perdió completamente el sentido del discernimiento y el valor de lo que representa la familia.
Hijos Míos, no solo iré al encuentro de los que se desesperan en esas condiciones de sobrevivencia, sino también, como Madre de la cura espiritual de la humanidad llegaré a los hospitales e institutos en donde el sufrimiento corporal retiene la partida de las pequeñas e inocentes almas que no consiguen liberarse de su encarnación.
Hoy por una Gracia especial y por las oraciones sinceras de todos los servidores de la Tierra concederé el alivio inmediato a esa situación inhumana.
Por eso, Mis hijos, su apoyo y participación, a través de la Vigilia de Oración, contribuirá y concederá que los más inocentes encuentren el alivio y el descanso que tanto necesitan.
También llegaré a los espacios inapropiados y ocultos en donde las futuras madres deciden, por interferencia del enemigo, retirar de sus vientres la vida y el amor que Dios les regaló.
En el próximo y esperado encuentro en el Centro Mariano del Niño Rey, el 25 de septiembre, vendré para pedirles a todos los colaboradores de esta Obra de Amor, que nunca se olviden de ayudar y de servir a los niños, adolescentes y jóvenes que se encuentran en la Comunidad Nueva Tierra, porque ellos son el reflejo de esa parte de la humanidad que necesita la cura, el amor y el entendimiento.
Quedaré muy agradecida de que los grupos de la Red-Luz planetaria visiten y participen periódica y activamente en la vida grupal y de servicio de la Comunidad Nueva Tierra.
Así estarán conscientemente permitiendo que, en el resto del mundo, otros grupos de servicio puedan asumir el alivio del sufrimiento de otros niños, adolescentes y jóvenes.
Que esta vigilia sea la vigilia del corazón y de la entrega de sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este es el tiempo de ampliar el corazón y la consciencia en el amor y en el servicio a Dios. Este es el tiempo en el que exista, dentro de ustedes, un espacio para poder recibir y sentir a los que llegan.
Será de esa forma que, al igual que Mi Hijo cuando se entregó por ustedes, podrán sentir al semejante, podrán participar y acoger el sufrimiento y el dolor ajeno para que sea trasmutado y liberado en el amor.
Cada ser de este planeta tiene un lugar dentro del camino espiritual y ese lugar, aún desconocido, está esperando que la consciencia despierte a la Verdad que viene de Dios. Verdad que lo librará, para siempre, de las cadenas del error y de la ilusión de este mundo.
Por eso, a los que ya despertaron los invito a ser conscientes y celadores de este propósito, por los que llegarán al Camino de Mi Hijo, que es el mismo Camino de ustedes; buscando una oportunidad, un alivio y una esperanza para este tiempo crucial del planeta.
Como Madre, vuelvo a abrir Mi Corazón para acoger a los que recién llegan y necesitan de una grandiosa fe y fortaleza para aprender a desprenderse de todo aquello que los ata al mundo y a la perdición.
Estas almas que recién llegan y despiertan, son las que más necesitan de consideración y de apoyo, para que puedan sentir que hay alguien que está allí para sostenerlos en sus pruebas y para ayudarlos en sus trascendencias.
La juventud del mundo necesita ser guiada por el camino correcto porque, día a día, miles de jóvenes se pierden en las ilusiones y en las promesas que les ofrece el mundo. Por eso, como Madre de todos, abro Mi Corazón para acompañar y sostener a los que despertarán y llegarán ante la presencia de Mi Hijo para decirle “sí” de forma total.
Este es el tiempo de las revelaciones, pero también es el tiempo de apoyar y de acompañar, de corazón, a los que buscan encontrar un sentido interno y espiritual para sus vidas. Esa es la tarea y el compromiso de los que ya sirven, día y noche, a Cristo.
Los jóvenes del mundo precisan ser escuchados y comprendidos, no pueden ser rechazados ni omitidos. Cuando ellos tienen un brazo en donde poder apoyarse y llorar, se sienten aliviados y se animan, más allá de su juventud, a cambiar y a madurar.
Hijos, este ciclo de la juventud y del acogimiento llegó para todos.
Desde ahora, les agradezco por imitarme y acompañarme.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy encuentro a un mundo que sufre por la indiferencia y por la falta de amor, por olvidarse de colocar su mirada en Dios y en todo Su Universo.
Pero a pesar de ser tiempos difíciles, hijos Míos, son tiempos de milagros, en los que Dios intenta, de todas las formas posibles, estar presente en el corazón de Sus hijos y de todos los que lo quieren seguir, por medio de Su Plan y de Su manifestación divina, por medio de Su Palabra y de Su mensaje.
Pero también este es el tiempo de los milagros en las almas, en los corazones que se quieren redimir y entregar a Dios, confiando completamente sus vidas en las Manos del Padre, sabiendo que no hay más nada que hacer en este mundo que estar solo en Dios y dentro de Su Propósito, para poder ser, al menos, una chispa de Su Luz y de Su Presencia en el mundo, en este tiempo en que la oscuridad abraza al planeta, como les dije hijos Míos, por la indiferencia y por la falta de amor.
Pero el trabajo de Cristo se construye en los corazones silenciosos, en aquellas almas que lo sirven de forma permanente e incansable, que sin tiempo ni hora le dicen “sí” y que están disponibles para vivir la experiencia de Su Amor Crístico, de ese Amor que los renueva, de ese Amor que los fortalece y que los colma completamente.
Esas consciencias, esos corazones, esas almas, llegan en este tiempo para servir a Dios, y Él mismo las está convocando, las está atrayendo hacia Su Luz Divina, hacia Su Propósito, hacia Su Verdad.
Por eso, a los que ya despertaron les corresponde, hijos Míos, apoyar el despertar de las almas que Dios está convocando para que, a través del Camino del Padre, esas consciencias concreten el Plan de Dios en la Tierra y también aprendan a manifestar la verdad, la verdad que nace del corazón que se entrega a Dios y que no tiene límites, que no tiene condiciones ni reglas.
Así como ayer, hijos Míos, dediqué Mi tiempo y Mis palabras a Mis queridos hijos de África, hoy, como un tiempo de preparación a lo que sucederá en estos días, les dedico este mensaje a los más jóvenes, a los que están despertando, a los que han sentido en su interior, de alguna forma, el llamado de Dios, que es un llamado interno y profundo que se da entre la consciencia y el Padre Eterno.
Todas las condiciones, hijos Míos, que favorezcan el despertar de los más jóvenes, también ayudarán a construir el Plan de Cristo sobre la superficie de la Tierra.
Por eso, a los más adultos, a los más experimentados, a los que han vivido el camino de la instrucción por tantos años, ahora les corresponde ser la base, ser el suelo sagrado, ser el apoyo fundamental para que los jóvenes se puedan desarrollar y despertar, y así mostrarle sus virtudes y talentos a Mi Amado Hijo; virtudes y talentos que están guardados para este tiempo, para este momento final, para este gran servicio planetario que todos son convocados a vivir, más allá o no de ser jóvenes.
Pero este es el tiempo, hijos Míos, de abrir las puertas del corazón, principalmente para acoger y recibir a los que llegan, así como ustedes, hijos Míos, los más experimentados, los que ya caminaron a través de la instrucción y que fueron recibidos por la Jerarquía.
No se vivirán las mismas enseñanzas, los mismos patrones de conducta, pero sí se mantendrá de forma presente la instrucción de la Jerarquía, los impulsos de Luz de la Divinidad. Eso ayudará a construir los tiempos y a renovarlos.
Deben abrir sus consciencias para recibir a los que llegan, para que los que llegan tengan un lugar en donde poder mostrar sus virtudes y todo lo que aprendieron en otros tiempos, que es algo muy desconocido para todos.
Como ya se los pedí, hijos Míos, deben seguir las reglas de la convivencia grupal dentro de una comunidad. Pero para vivir esas reglas deben abrirse, aún más, interiormente, en el tiempo que está llegando, que es un tiempo de cambios, un tiempo de oportunidades, un tiempo de apertura para los más jóvenes.
Así construirán lo que Mi Hijo necesita y Él les confiará, aún más, Sus planes, para que se puedan concretar y manifestar en la humanidad y especialmente en los lugares en donde Cristo quiere actuar en el planeta por medio de Sus servidores y colaboradores, por medio de los que llegan en este ciclo a través del despertar.
Yo soy la Madre de toda la juventud y la Señora de los que despiertan.
Así como existieron muchas humanidades, existirá una nueva humanidad que tendrá el impulso de la juventud para sostener este planeta, para proteger a los Reinos de la Naturaleza, para amparar a los que más sufren, para ayudar a los que desesperan, para servir a los que no tienen nada.
Por eso los más experimentados deben abrir su corazón y aquietar sus mentes. Deben seguir la conducción de la Jerarquía Divina en todo lo que ella está construyendo para este nuevo ciclo, porque lo que sucedió en el pasado es lo que hoy está permitiendo que sucedan los milagros en la vida de los que recién llegan.
La Jerarquía encuentra varios caminos para poder llegar a los corazones, a los que despiertan, a los que se autoconvocan para servir al Plan de Amor en la humanidad.
Vendrán con experiencias diferentes. Vendrán con un pasado diferente. Vendrán con un camino diferente que fue trazado en la vida de los más jóvenes. Pero en algún punto del camino espiritual todo se unirá, todo se transformará y todos entrarán en la Luz de la Jerarquía.
La Jerarquía Espiritual concede los espacios de las Comunidades-Luz para que eso suceda, para que esa Voluntad de Dios se pueda cumplir, sabiendo que la juventud de este tiempo es la que más riesgo corre en este ciclo planetario, es la que más expuesta está a las adversidades y a los conflictos, a la pérdida de la esencia con Dios.
Así como Yo les doy las gracias, hijos Míos; les entrego Mis Gracias, hijos Míos, a todos los más experimentados y adultos en el camino espiritual.
Hoy la Madre del Altísimo, la Madre de los más jóvenes y la Señora de los que despiertan es llamada por Su Amado Hijo para acoger y recibir esta convocatoria que viene directamente de Dios y, que para este ciclo planetario, será fundamental en la construcción de las bases del nuevo tiempo, de la nueva Obra, del nuevo Propósito.
Así como cambian las estaciones, así también cambia el tiempo, los acontecimientos y los ciclos. Nada es estático para la consciencia del Universo y de la Jerarquía. Los patrones cambian, las actitudes se transforman y se subliman para que cada consciencia de este Universo local alcance el Propósito de Dios y se renueve, se renueve de tiempo en tiempo.
Les dejo esta aspiración. Les entrego este pedido: hagan de las comunidades islas de renovación, acogimiento y recibimiento de los que llegan, sostén de los que están despertando, y esperanza para aquellos que buscan a Dios y no lo encuentran.
Así, hijos Míos, los más experimentados y adultos en el camino espiritual regocijarán Mi Corazón, porque podré ver, como su Madre, que Me están comprendiendo y siguiendo.
De lo contrario, Mi Hijo tendrá dificultades para retornar al mundo, porque Él vendrá por todos y para todos, no solo para los que lo siguen hace tiempo. Él vendrá para aquellos que aún no lo siguen ni lo escuchan. Él vendrá para aquellos que, de la noche a la mañana, trasformarán sus vidas de perdición en vidas de consagración.
Las señales mostrarán los acontecimientos y deberán estar atentos a esas señales, para no perderlas, porque el Plan de Dios no solo es realizado a través de obras sino también a través de la conversión de los corazones y del testimonio de las vidas de los hombres y mujeres de la Tierra.
Lleven este impulso y este pedido en sus corazones y háganlo parte de sí. De esa forma sus estructuras se romperán y lo viejo se transformará, porque vivirán el nuevo tiempo al igual que lo vivieron cuando despertaron por primera vez. Y sentirán el impulso de la Jerarquía como lo sintieron cuando fueron llamados los más adultos y experimentados en el camino espiritual.
Así podrán comprender a los jóvenes, podrán apoyar a los jóvenes, porque junto a Mi Hijo son los que impulsarán el cambio en la consciencia de la humanidad, aunque no lo parezca.
Así, muchos no quedarán atrás, no perderán el camino ni los pasos de la Jerarquía, porque en absoluta e incondicional adhesión al Plan estarán atentos para recibir las señales y ser parte de los nuevos comandos de la Hermandad.
Hoy, hijos Míos, les revelo y les entrego este pedido, porque como Madre de los jóvenes y Señora de los que despiertan tuve que esperar hasta este momento para poder decirlo.
Todo es perfecto en el Universo de Dios, así como lo es dentro de ustedes. Todo tiene su tiempo y su momento.
Ahora que crecieron en el impulso de la expansión de la Obra, lo más importante, hijos Míos, es que crezcan interiormente en la expansión del amor al Propósito.
Desde aquí, en el Corazón que emana el Fuego de Aurora, Me uno como Madre y Consciencia a los más jóvenes y a los que despiertan, sabiendo que para la Madre de Dios el ofrecimiento del próximo Festival de la Juventud por la Paz a celebrarse en Salvador, será la continuidad del despertar de nuevos rebaños, de almas que se autoconvocarán para estar ante Mi Hijo, el Cristo.
En unidad y amor, les agradezco por acompañarme y servirme, a fin de que se establezca la Paz en la humanidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A Mis pequeños y grandes hijos de África
Calmen sus pequeños corazones en Mi paterno y manso Corazón, para que Yo les devuelva la paz y la esperanza y así no se dejen desanimar por los desafíos de estos tiempos.
Los caminos de Dios son desconocidos y las formas como Él conduce este, Su Plan, siempre fueron incomprensibles para la humanidad.
El Padre Creador honra y ama los corazones pacíficos que no temen entregar la propia vida para establecer la paz, que no temen ir al encuentro del caos para manifestar la Verdad que habita en su interior.
Cada alma en esta Tierra tiene un aprendizaje único para vivir y ese aprendizaje tiene un tiempo y un lugar para cumplirse.
En este día, un hijo de Dios cumplió su ciclo y se adentró en otras escuelas en las que continuará aprendiendo sobre el amor y la paz.
Coloquen sus corazones solo en el Amor con el cual Dios acoge a Sus hijos y tengan la certeza de que un tiempo de mayor paz llegará para aquellos que, en vida, aspiraban a cumplir la Voluntad de Dios más allá de sus dificultades, más allá de sus sufrimientos y del peso que cargaban en su corazón por una historia milenaria de angustia y de dolor.
Hoy Mi Corazón se expresa, porque todos los días veo el esfuerzo de Mis pequeños hijos de África, los que, a pesar de todo, aman y sirven a Dios. Los méritos de este servicio tocan los Cielos y abren las puertas para que un hijo de Dios llegue al Padre.
No se entristezcan ni teman, este es el tiempo de la purificación de la Tierra, así como del corazón humano, y muchas pruebas aún están por venir; pero, si se mantienen fortalecidos en el amor y permeados por su aspiración de paz, siempre tendrán, como hoy, las puertas abiertas al Cielo.
Le dedico este mensaje a las almas que se esfuerzan por trascender la condición humana y transformar la historia de este mundo con su persistencia. Y, aunque sé que muchos no Me comprenderán, hablo por una Voluntad Divina, porque el Señor quiso darles a conocer Su Amor por los niños y los jóvenes de África, por los servidores y adultos que lo buscan.
El Señor quiso pronunciarse en la Voz de su Siervo humilde, porque, como Padre del servicio y de la caridad, vengo a amparar a los que sirven en este mundo, aunque no lo sepan.
Ustedes, Mis pequeños hijos, le sirven al mundo con su oración, le sirven al mundo estableciendo la paz, le sirven al mundo siendo firmes en su propósito de curar el corazón humano a través de su propio corazón, le sirven al mundo con la alegría que aún nace de sus espíritus, a pesar de tanto dolor que ya experimentaron, le sirven al mundo porque su amor y su esperanza tocan diariamente el Corazón de Dios.
Sus oraciones son escuchadas y hoy, no solo una, sino muchas almas llegaron al Cielo por los méritos de aquellos que partieron intentando establecer la paz.
Calmen sus corazones en la Paz del Creador y no desistan de servir, no desistan de sonreír y de orar, no desistan de perdonar y de curar sus corazones, porque los Cielos se abren con su esfuerzo y las Bendiciones del Padre descienden sobre el África y sobre el mundo entero.
Así como Dios, Yo los amo y los bendigo para que encuentren la paz y la esperanza.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mi Rosario de Luz se extiende al mundo
Hijos Míos:
Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo y los llama a la verdadera oración del corazón, para que, más allá de celebrar Conmigo un aniversario más de Mis Apariciones en Fátima, sus corazones sepan interceder junto a Mí por este mundo lleno de dolor y de angustia.
Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo y a cada corazón humano, llamándolos a todos para que oren y reparen el Corazón de Dios, herido por las guerras y conflictos; herido por los ultrajes cometidos a los Reinos de la Naturaleza; herido por no poder derramar sobre Sus hijos el manantial de Amor y de Gracia que proviene de Su Sagrado Corazón.
Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo llamándolos para orar un poco más por este planeta, para que las profecías que un día Yo anuncié en Fátima no se cumplan, no se manifiesten delante de sus ojos.
El mundo aún corre el riesgo de ver cumplir Mis Palabras, porque no estuvo atento a las advertencias que Yo le hice ni a los pedidos que realicé para que un tiempo mayor de misericordia estuviese sobre la Tierra.
Hijos Míos, hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo y los llama para orar más por la vida en el planeta, porque ella se está perdiendo, se está degradando y se está corrompiendo por la distancia que hay entre los hombres y Dios.
Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo para que oren por el fin de las guerras y de los conflictos, oren por la perdición que viven los jóvenes, para que ellos encuentren el camino que los lleva al Padre y ya no se pierdan en las distracciones de estos tiempos.
Hoy, hijos Míos, como Señora del Santo Rosario, extiendo estas cuentas al mundo y los llamo para orar Conmigo por un tiempo mayor de paz.
Encuentren en la oración la puerta para develar los misterios de este tiempo.
Encuentren en la oración el bálsamo para curar las enfermedades de esta era.
Encuentren en la oración el secreto para vivir la paz y establecer la paz en el mundo.
Encuentren en la oración el camino que los une como consciencia humana.
Encuentren en la oración la comprensión que les hace trascender culturas, razas y religiones, y descubrir la Unidad que hay entre todas las criaturas, porque todas ellas son partes vivas de un Dios Único.
Hoy, hijos Míos, su Madre Celeste, extiende Su Rosario de Luz al mundo, demostrándoles que la oración y la unión con Dios es el único camino seguro en este tiempo de tribulaciones y de caos.
Oren para comprender los acontecimientos del mundo y oren para que sean ustedes una luz para los que están ciegos. La humanidad necesita de ejemplos vivos para seguir y Mis hijos deben ser esos ejemplos.
Hoy, su Madre y Señora los llama para dar un paso más en la oración consciente por la vida sobre la Tierra y así, hijos Míos, podrán adentrarse en los misterios que Yo guardo para los corazones que despiertan.
Quisiera revelarles muchos misterios; quisiera entregarles muchas Gracias; quisiera traerles conocimientos divinos, ante los cuales permanecen ignorantes desde que los velos cubrieron sus rostros al llegar a la Tierra.
Pero hoy, hijos amados, delante de la necesidad del mundo, Yo solo extiendo Mi Rosario de Luz a todos ustedes y los llamo para orar Conmigo por la paz.
Que se unan culturas, razas, naciones y religiones; que se unan los corazones en la semejanza con Dios; que se unan sus manos a Mi Rosario de Luz y así se establezca la paz, dentro y fuera de los hombres.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Santísimo Rosario de Fátima
Mi Corazón paciente se reconforta por los corazones jóvenes que ofrecen sus vidas por Mí y, a pesar de que no tengan consciencia del valor que esto tiene para Mí, Yo los impulso siempre a la renovación de sus sentidos y formas.
En las jóvenes vidas, que se consagran a Mí, deposito Mis preciosos códigos de ascensión y de trascendencia para que ellas alcancen nuevas esferas de consciencia y de madurez.
Mi Corazón se reconforta porque por medio de los más jóvenes que se consagran a Mí completamente, Yo puedo llevar sin obstáculos los planes de Mi Obra y todo se renueva cuantas veces sea necesario.
Por intermedio de los jóvenes que se consagran, se puede abrir siempre un portal de consciencia y de elevación, ya que en ellos se puede gestar el Plan de Dios sin que la mente obstruya el Divino Pensamiento.
Mi Corazón se reconforta en los más jóvenes porque en ellos todo es posible realizar; más aún cuando existe apertura y están libres de resistencias.
Con esa libertad de las almas, que Yo alcanzo, puedo hacer prodigios no solo en esas consciencias, sino también en toda la humanidad.
Mi Corazón se reconforta y se alegra cuando la juventud responde al llamado porque, así, siempre tendré el permiso de guiarlos y de acompañarlos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Flor del Festival de la Juventud por la Paz
Queridos jóvenes Míos:
Cada Festival que se concreta en este ciclo es como una flor que se manifiesta para alabar al Creador.
Ahora, a través de este nuevo Festival en Belo Horizonte, su Madre Celeste ya les puede decir que están ingresando, como consciencias, en un tiempo de mayor madurez, en el que cada uno de los jóvenes responsables por la concreción de los Festivales tendrá la oportunidad de asumir conscientemente esta misión y esta tarea espiritual.
Hasta este momento los Festivales fueron preciosos y esforzados, fueron entrenamientos para aprender a asumir con responsabilidad una parte del Plan que les presenta la Jerarquía.
Por eso, la Campaña de la Juventud por la Paz deberá seguir expandiéndose y también deberá seguir siendo ampliada en los Festivales que vendrán.
Es así que en los últimos tiempos les entregué preciosos atributos que espiritualmente trabajarán la consciencia de los próximos Festivales. Teniendo presente lo que cada nuevo Festival deberá expresar, ayudarán a que su creatividad y sintonía con la esencia de cada encuentro se profundice en ustedes.
Cada nuevo Festival será una meta a alcanzar.
Cada esfuerzo y la dedicación que coloquen, como lo han hecho en los últimos tiempos, ayudarán a madurar aún más sus principios y sobre todo sus consciencias.
La Campaña de la Juventud por la Paz, que alberga uno de sus principios que es el Festival de la Juventud por la Paz, en este nuevo ciclo y después de aquí, de Belo Horizonte, deberá comenzar a trabajar dentro de las universidades, facultades y áreas comerciales para que la mayor cantidad de jóvenes conozcan la Campaña de la Juventud por la Paz.
La tarea orante de los jóvenes está contribuyendo para que la esencia de la juventud del planeta tenga la Gracia de despertar y de proteger los nuevos patrones de conducta que formarán la consciencia de la Nueva Humanidad.
Es así que la participación de más jóvenes en la Campaña de la Juventud por la Paz, ampliará el campo operativo de trabajo y lo más importante es que, como hermanos, aprenderán a despertar una consciencia de mayor amor por la Naturaleza y por el planeta.
Cada nuevo Festival que se realiza en una ciudad indicada por su Madre Celeste, es una red espiritual que se construye en las consciencias para que ciertos espacios del planeta estén protegidos de interferencias y de explotaciones.
Por eso, cada nuevo Festival, cada Campaña de la Juventud por la Paz que se realiza y se difunde, ayudan a elevar la consciencia humana para que algún día encuentre la cura interior en su ser.
Animo a todos Mis queridos jóvenes a que algunos representen la Campaña de la Juventud por la Paz participando, fraternalmente, en la próxima Jornada Mundial de la Juventud a realizarse en Panamá en la compañía de Mi amado hijo, el Papa Francisco.
Así se unirán a otros jóvenes del mundo que también buscan la elevación de la consciencia y, sobre todo, la paz para aprender a superar los obstáculos de estos tiempos.
Entre los jóvenes que forman la Campaña de la Juventud por la Paz se reunirán, orarán y sentirán, de forma espontánea, quiénes los representarán en Panamá.
Que esa unidad fraterna, entre hermanos, construya la nueva consciencia.
Que el Festival, hoy con sede en Belo Horizonte, pueda dar sus frutos de madurez para así llevar el próximo Festival hacia Buenos Aires y unir la juventud de las diferentes naciones.
No olviden, hijos, invitar a los jóvenes de Chile para la próxima tarea en Argentina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En alegría reúno a estos jóvenes en representación de muchos más en el mundo, en donde Mi Llama Cristica se enciende para llamar a los autoconvocados, para que en esta hora crucial los soldados se agrupen y formen las primeras filas, declarando así para toda la humanidad Mi Retorno al mundo.
Quiero que sustenten la antorcha, el Fuego Sublime de Mi Sagrado Corazón.
Quiero que lleven Mi estandarte junto a las legiones de los ángeles y de los arcángeles.
Es así, queridos jóvenes, que Yo los bautizo con Mi Espíritu, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Mi Corazón se glorifica, porque sus vidas glorifican Mi Nombre, el Nombre Santo que le ha dado Dios al Hijo de toda la Creación, y Aquel que proviene de la Fuente sublime, desde donde brotan todas las Gracias y Misericordias para todos los seres de la Tierra, especialmente para Mis discípulos que hoy inician esta caminata hacia la transformación de sus vidas y consciencias, por todos los jóvenes que hieren Mi Sagrado Corazón, que está lleno de Misericordia por todos los jóvenes que deben resucitar sus espíritus por medio de la unión interna con Mi Obra Redentora para estos tiempos.
Es así que hoy decreto y declaro: en la juventud está el nuevo futuro, la aproximación de la Nueva Jerusalén, de la Tierra prometida, de la gran Consciencia espiritual y cósmica, que hará, después de la purificación de la Tierra, surgir a los espíritus que formarán la Nueva Humanidad, que volverán a sembrar la Tierra con los códigos de Mi Sangre y de Mi Agua alcanzados durante la Pasión, la Crucifixión y la Muerte.
Es así que hoy los consagro. Consagro sus vidas a la Gloria de Mi Sagrado Corazón. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Con la señal redentora de la Cruz, se extirpan los errores cometidos, y las puertas se abren para que las consciencias se eleven y encuentren en los caminos internos Mi Presencia Celestial, y escuchen en sus almas el llamado del Redentor, que los llama a formar parte de la gran celebración de esta Cena, la gran y última Cena, que anunciará la venida del Rey del Universo a toda la humanidad.
Los Coros Celestiales ya tocan las trompetas, y los espíritus que han venido de diferentes partes del Cosmos, se congregan en los cinco continentes para despertar en su interior el gran Sol que existe y que alumbra todos los tiempos, por el impulso de Mi Esencia Cristica de la renovación, de la transfiguración y la transubstanciación de todos los códigos, y a partir de hoy en ustedes, queridos jóvenes, se iluminan por Mi Presencia.
Yo los inicio en una nueva etapa colmada por el mayor Amor del Universo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
No retrocedan jamás a lo que Yo les he pedido. Mas abran sus ojos para sentir en este lugar, en lo profundo de sus corazones, Mi Consciencia Divina.
Vengo así a abrir un nuevo ciclo en este Centro de Amor, cerrando las puertas a los ciclos que ya pasaron y preparando en sus consciencias nuevos patrones de vida que serán muy necesarios para la vida planetaria, para toda esta raza que aún duerme.
Hoy dedico este Sagrado Llamado a toda la juventud del planeta que aún no se ha animado a cruzar el umbral de Mi Sagrado Corazón, para ser renovados por Mi Espíritu e iluminados por Mi Presencia, que es la Presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Alégrense y ya no teman. Los mil años de paz se cumplirán, pero será imprescindible que la Tierra y la humanidad se purifiquen completamente.
Cuando sus corazones, mentes y cuerpo sufran, sumérjanse en Mi Divina Misericordia, porque aún Mi Manantial está abierto para aquellos que tienen sed de la Luz divina del Padre, del Amor del Hijo y de la Sabiduría del Espíritu Santo.
Hoy los estoy sacramentando a cada uno de los presentes para prepararlos para Mi esperada “Sagrada Semana” que será única, irrepetible y consciente para todos.
Como en los pueblos del pasado, anuncien al mundo que el Sagrado Señor del Amor está llegando en la esperada Semana Santa, para anunciar de nuevo Su Evangelio. Aquel que transforma las cosas imposibles, y que, de época en época, los libera de la perdición.
Es así que el Señor y Rey del Universo, en Su infinita humildad no vendrá solo a este encuentro. Él prepara el Cosmos, la Tierra y la consciencia humana para ese momento.
Bienaventurados los que creen, aún sin haber visto. Ya son merecedores de la Nueva Tierra.
Hoy el Reino de Dios se aproxima, para ayudar a la consciencia planetaria y a todos los que se purifican dentro y fuera de sus seres, para que conciban en cada una de sus vidas Mi Llama Cristica, que es la luz que alumbrará sus caminos en los tiempos de tribulación.
Hoy serán ungidos por el Sagrado Hijo, bajo la unidad con el Padre y el Espíritu Santo.
Aceite para consagrar.
Si hoy los consagro a ustedes, estoy consagrando a la humanidad para que ella pueda participar de la Nueva Tierra, de la nueva Alianza del hombre y Dios, de la consciencia evolucionada con el Infinito, el amor existente en cada uno de ustedes, unido al Padre Celestial.
Hoy cantan los coros y las alabanzas en el Reino de Dios, en el Paraíso; elevan la promesa de que los autoconvocados sean el signo visible para los no redimidos, viviendo en sí su redención.
No pierdan Mis Palabras. Coloquen la atención en lo que les estoy diciendo. La Divinidad economiza todo lo que dice, pues los tiempos son urgentes y las almas deben definirse para poder encontrar la paz, la paz eterna.
Fray Elías del Sagrado Corazón: A pedido de nuestro Señor Jesucristo, vamos a escuchar Pater Noster.
Que el Señor derrame aquí Su Gracia, para que el alma, la mente y el cuerpo sean ungidos por la Santísima Trinidad, que en sagrada triangulación desciende sobre los Centros de Luz para que las almas vivifiquen su despertar y su unión con el Divino Propósito, hasta que la paz se establezca.
¡Alabados sean los altares del Creador! ¡Que las almas se exalten de alegría, que los espíritus se regocijen, porque han escuchado al Redentor, el Hijo de la Creación, el Hijo del Todopoderoso, el Hijo del hombre y de la vida!
¡Que los discípulos se alegren y sus familiares se regocijen, porque han escuchado a los ángeles de Dios, cumpliendo la promesa de la anunciación de sus espíritus a la evolución de la Vida Divina!
Que después de esta vida terrenal sus almas Me encuentren en el Reino de Dios para alabar eternamente al Padre, junto a los ángeles y arcángeles declarando ¡Aleluya! ¡Gloria en las alturas, paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad y aquellos que forman parte de los ejércitos de luz, del Retorno del Cristo!
¡Que así sea! En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y el Espíritu Santo,
Os adoro profundamente y os ofrezco
el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra
y en reparación por los ultrajes, sacrilegios
e indiferencias con que Él es ofendido,
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
13 campanadas.
¡Gracias Señor, por cuánto nos das!
¡En este encuentro te honramos Señor!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis amados hijos,
Mientras el mundo agoniza y Mi adversario intenta escribir un futuro diferente para la Tierra, a través de las heridas marcadas en los corazones y espíritus de los niños y de los jóvenes que viven en las guerras, Mi Espíritu materno de amor intenta llevarlos al equilibrio y a la reparación del corazón humano.
Hijos, las heridas profundas que están siendo marcadas espiritualmente en los niños y en los jóvenes de hoy hacen crecer, en los corazones de Mis pequeños, el odio y el rencor, el ansia de generar nuevas guerras y de venganza; y borran dentro de ellos, el temor a Dios, la posibilidad de amar, de encontrar la paz, de expresar la armonía, la belleza, la fraternidad, la pureza y la compasión.
Los jóvenes y los niños que hoy sufren por las guerras, y que incluso participan activamente de ellas, obligados o llevados por el rencor de sus corazones, son almas que vinieron al mundo para prestar un servicio, para expresar un atributo divino y llevar al Universo un aprendizaje de amor y de unidad.
Para que este Plan del Creador no se pierda y no sea modificado por las manos del adversario, Yo los llamo a equilibrar, a generar unidad, paz, armonía y fraternidad. Yo los llamo a difundir el amor y la posibilidad de experimentar, en la Tierra, una vida sana y plena de Dios. Yo llamo a toda la juventud del planeta a colaborar en la redención, no solo del propio ser, sino también a que sea guardiana del futuro de toda la humanidad; guardiana del proyecto divino que le corresponderá manifestar en el próximo tiempo.
Hijos Míos, el Festival de la Juventud por la Paz, no es un encuentro de distracción para jóvenes, como lo son tantos festivales que ocurren a lo largo del mundo. El Festival de la Juventud por la Paz es la semilla de una nueva vida, que Yo estoy plantando en la consciencia de aquellos que deberán llevar adelante los Planes del Altísimo; de quienes deberán trascenderse a sí mismos y a todas las influencias y superficialidades mundanas, para expresar un arquetipo divino, basado en el amor, en la unidad y en la fraternidad.
Hoy, llamo a todos los jóvenes del mundo a que se unan de corazón y de espíritu al Festival de la Juventud por la Paz, donde se expresarán por medio del arte, del canto, de la creatividad, del espíritu y hablarán con el lenguaje del corazón, a través de la oración que se encuentra en todas esas cosas.
El arte que allí expresarán, no será solo una manifestación individual o grupal de armonía y de belleza, será una ofrenda para todos los jóvenes y niños del mundo que ya no pueden expresarse libremente a través de las artes, y que no consiguen encontrar, en el propio interior, la forma de expresar con colores, armonía y belleza la alegría de sus almas, porque muchas veces, hijos Míos, esa alegría está ausente.
Que el canto, sea un canto que cure, que irradie, que renueve y que inspire nuevos corazones.
Que las artes fotográficas los lleven a lo sagrado, a la comunión con la vida, a la expresión de la belleza divina, que en el día a día no consiguen observar.
Que las palabras escritas entre versos y poemas expresen la gratitud del alma, por servir a Dios, y que sean siempre fuente de despertar para otros espíritus.
Que cada momento de interacción y de fraternidad sea una ofrenda por toda la falta de amor que hoy recorre el mundo y por la incapacidad, que el adversario causó en muchos de Mis hijos, de vivir la unidad con el prójimo, inclusive en sus propias familias.
Hijos amados, hoy les pediré a todos que apoyen, ayuden y participen del Festival de la Juventud por la Paz, viéndolo no solo como un momento de paz para Mis queridos jóvenes, sino también, hijos, como un servicio planetario que se basa en el ejemplo y en la vivencia de los Principios divinos, que se expresan en la simplicidad del corazón joven.
Que todos los jóvenes y los niños del mundo reciban la irradiación de esta semilla divina, que se plantará en la consciencia humana por medio de este Festival, y así el Plan del Creador encuentre una esperanza y una renovación en el corazón humano, en el corazón de los más jóvenes.
Yo los amo y hoy los bendigo, al mismo tiempo en que bendigo a Mi amada hija, que también representa a la juventud consagrada a Mi Corazón, el futuro del planeta y su ingreso en el real tiempo del Universo.
Les dejo Mi santa paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día en el que su Madre Celeste los congrega para amar el Plan de Dios, Yo los invito a todos los jóvenes de esta ciudad y de todo el Brasil a que sean los precursores de la Campaña de la Juventud por la Paz. Así, Mis queridos hijos, Yo podré acercarme a muchos corazones jóvenes que están engañados y alejados de Dios por las influencias de Mi adversario.
Deseo, hijos Míos, que en esta ciudad nazca la Campaña de la Juventud por la Paz y después que se propague por el Brasil y el mundo entero. Aquí, Yo encuentro jóvenes con potencial de amar el Plan del Creador y de realizarlo por todos los jóvenes del mundo, especialmente por los que viven en el error, en las drogas y en la perdición.
Como soy su Madre Celestial, espero que Me acompañen, Mis queridos jóvenes, en esta misión de llevar la Misericordia de Dios a los más jóvenes, porque ellos son el semillero de la Nueva Humanidad, son los sucesores de los primeros apóstoles de Cristo. Por eso, amados jóvenes, acompáñenme en esta sagrada tarea de llevar la paz al mundo y de poner fin a las guerras, así ustedes construirán en su interior una fortaleza verdadera, plena del Amor de Dios.
Hoy llego a Florianópolis para formar un único rebaño, el rebaño de la juventud, que atraerá por este impulso a más jóvenes que en este tiempo deben encontrar el camino crístico, el que siempre han buscado.
A través de su ofrenda sincera y verdadera, queridos jóvenes de Florianópolis, ustedes permitirán que los corazones más perdidos reencuentren el sentido espiritual en sus vidas. Es por eso, que su Madre Celeste los está convocando a esta Campaña de la Juventud por la Paz para que, en el mes de julio, estén unidos al gran impulso espiritual de la Misericordia en el jubileo del Señor.
Queridos hijos, la campaña que Yo les propongo trabajará en el plano espiritual, esencial y divino de cada joven, porque ellos deben descubrir el camino que hoy le ofrece Mi Hijo a toda la juventud. Así ustedes, hijos Míos, animándose a realizar Mis Planes de Paz, poco a poco, abrirán las puertas del universo para que los ángeles del Universo Celestial intercedan por toda la juventud.
Quisiera que sus consciencias y su pureza se ampliaran y que estuvieran al servicio del Redentor, así las vida de la juventud perdida será redimida, porque Mi Hijo encontrará apóstoles decididos a seguirlo en esta misión por el bien y por la paz.
En esta noche, Mi Corazón brillará en ustedes como el sol y sus almas serán tocadas por Mi Gracia universal; así serán inspirados a construir el nuevo mundo y ayudarán a su Madre Celeste para que las puertas al mal se cierren.
Mis queridos jóvenes, hoy les doy Mi abrazo maternal, les doy Mi Paz y Mi Esperanza divina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al espíritu de la juventud misionera,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Paz para el mundo y fin para la guerra.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Yo vengo a absolverlos en el nombre del Amor y del Perdón, en nombre de la infinita Piedad que existe en el Universo y que se vive en los ángeles y arcángeles, en todos los seres de buena voluntad, que en el Universo y en la Tierra viven el Plan de Dios.
Hoy, Yo vengo como el Rey del Universo, como la Presencia viva de Dios para esta humanidad, aún muy dormida.
Vengo a despertarlos del sueño de esta vida material para que sus almas se eleven a Mí y, en comunión Conmigo, sigan Mis pasos, que son los pasos que Dios les pide dar en esta hora definitiva de la humanidad, en el principio del ápice de esta transición, que muchos no sabrán enfrentar.
Por eso he venido aquí, no solo para bendecirlos con Mi Misericordia, sino para unificarlos con Mi Plan y con Mi propuesta de paz para el mundo.
Hoy, quisiera que dejaran a Mis Pies lo que ya no deben vivir, lo que no pertenece a Mis Caminos, ni a Mi Obra.
Quiero que se transformen en Mí y Yo Me transforme en ustedes, para que sean nuevos cristos; una nueva raza que colonizará a la humanidad cuando surjan los 144 000, que cada día más, se aproximan en el espíritu del despertar y de la misión que son convocados a vivir en este tiempo final.
Sé que muchos de los que hoy están presentes no entienden lo que Yo digo.
No necesito, compañeros, que Me entiendan, sino que Me vivan, que guarden Mis Palabras en el corazón, porque no son solo palabras.
Mi Verbo es vibración y energía, es principio de manifestación y de toda Ley para este Universo, del cual ustedes forman parte en este sistema solar.
Por eso necesito que abran sus corazones y no sus mentes, porque lo que Yo estoy diciendo hoy, lo dije hace dos mil años atrás, en cada una de la parábolas, en cada uno de los signos, y aún así en Mi Pasión, que fue la señal más visible para todos ustedes, de que Mi Obra aún continúa, en la Victoria de Dios, el Altísimo.
He traído para ustedes a los ángeles de la guarda, para que les puedan prestar un poco más atención, porque ellos les sirven desde sus orígenes y esperan que los puedan percibir. Solo a los ángeles y a nadie más, que se haga parecer a un ángel.
Su oración los elevará a esa consciencia, a la que Yo necesito que se aproximen, a la Consciencia Ultraterrestre, a la Vida Divina y Universal; porque la humanidad está muy densificada.
Pesan mucho sus acciones, sus sentimientos, pensamientos y las obras que van en contra del Plan de Mi Padre, en contra de la humanidad y de las almas.
Hoy les revelo, a través de Mi Corazón, el Plan de Dios en esta era de la Tierra, en este momento de la humanidad, en donde cada uno de ustedes, compañeros, debe ser ese principio vivo de Mi Presencia en el mundo; debe ser ese soldado que responde a los comandos y ese apóstol que lleva la palabra de salvación y de verdad.
Para que todo eso sea posible en este momento, compañeros Míos, transfórmense, transfórmense mucho y no teman transformarse.
Ha llegado la hora de que todos ustedes y el mundo se purifiquen, no con temor, sino con valentía, para soltar las amarras del pasado, destituir lo que no es del Plan de Dios y abrazar la cruz que el Padre les entrega en esta trayectoria evolutiva de la humanidad.
Así, estarán Conmigo viviendo Mis Principios; porque Yo los ayudaré a levantarse del suelo, a elevar sus ojos hacia el Universo para que reconozcan su estrella y así, se unan nuevamente con su Dios.
Adoren al Padre, que sigue ofendido, y ofrezcan una reparación, en este día, por todo el mundo.
Así ustedes, compañeros, recibirán lo que necesitan en la hora cierta y no cuando lo busquen; porque todo tiene un tiempo, dentro y fuera de ustedes.
Hoy les ofrezco Mi Constancia, por cada una de sus almas y por las almas del mundo que aún no Me viven.
Hoy les traigo esta realidad, porque Yo quiero compartirla con ustedes y así ustedes la compartirán Conmigo, en este eterno silencio que hoy promulgo para todos, el silencio que vive en el silencio y que permite descubrir lo que verdaderamente sucede dentro de los corazones.
Abracen este momento como algo único y reconfirmen sus votos de colaboración con el Plan; ese Plan que hoy no conocen en profundidad, pero que hoy les entrego para que lo puedan seguir en oración y vigilia, en fraternidad y servicio.
Yo necesito que continúen cumpliendo lo que Yo les pedí hace dos mil años.
Las almas están muy perdidas y los corazones se desesperan por no conocer el Amor de Cristo, vuestro Señor.
Si hoy vengo aquí para pedirles estas cosas, es porque en verdad lo pueden hacer, de una forma simple y honesta, sin tantos conceptos, ni formas. Porque en verdad les digo, compañeros, todo nace del corazón, y es el corazón de cada alma que rige las cosas, y es el que ayuda a que todo se cumpla, bajo la Voluntad de Adonai.
Como les dije en el día de ayer, compañeros, en los más jóvenes debe despertar el discipulado, el discipulado de Cristo, quien guiará sus vidas y los conducirá por el camino correcto de la redención.
Estén despiertos a lo que les digo y no pierdan ni una palabra, porque no podré volver a repetirla.
Digo todo esto antes de que todo suceda, pues ha llegado la hora de que los corazones se conviertan por el fuego de la oración y por el principio de la paz; y que todos sean más hermanos, unidos en una gran familia espiritual regida por Cristo, para esta Obra Redentora del fin de los tiempos.
Esta región y esta ciudad deben ser la cuna de las nuevas cosas, de los patrones elevados de conducta, de fraternidad y de hermandad.
Los jóvenes deben conocer Mi energía crística para que puedan redimirse. Y así como lo hizo Juan, el apóstol, puedan seguir Mis Pasos hasta el monte de la Cruz, en donde Yo compartiré lo que espero compartir con todos, en esta hora del planeta.
Yo vengo a curar en ustedes lo que aún no está cicatrizado, vengo a sanar sus heridas.
A través de Mis Llagas, Yo los purifico; a través de Mi Sangre, Yo los consagro; y a través de Mi Cuerpo, Yo los glorifico en el nombre de Mi Padre, para que al fin se cumpla la Nueva Humanidad.
Recemos:
(Padre Nuestro en arameo).
Y hoy lavarán sus pies, como Yo se los lavé a los apóstoles, que en ese momento no comprendieron la humildad del Maestro de la Luz.
Porque en la humillación y en la renuncia de los que lavan los pies a sus hermanos, se encuentra la existencia del amor y de la vida, que los unifica con el Universo y así, todo es renovado, como Yo lo renové en la Cruz por ustedes y por el mundo.
Así quiero que lo hagan siempre y que lo vivan todo el tiempo que puedan.
Porque quien se lava los pies, lava su pasado, cicatriza sus heridas y reenciende su alma en la Luz de Dios, expulsando lo impuro, exorcizando todo lo que no es de la Luz, bajo la Energía Crística de Jesús.
Canción: Por las Llagas de Jesús...
A través de Mi Sagrado y Glorificado Corazón, compañeros, Yo les entrego Mi Bondad y Mi Gracia y los hago participar de Mi Espíritu, en esta Comunión perfecta con Mi Padre Eterno.
Así, Yo los bendigo, los renuevo, los curo y los elevo cerca de Mi Corazón, para que estén entre Mis Brazos y sigan sintiendo la confianza que, desde el principio, todo estuvo bien.
En el nombre de la Luz, les agradezco y los bendigo bajo la señal luminosa de la Cruz Redentora de Vuestro Rey.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Ahora, puedo irme en paz de este lugar, porque sé que Me han escuchado en este momento y en otros tiempos, ¡Mis amados apóstoles en redención!
Mis amados hijos:
Quiero que reconozcan Mi llegada a vuestras vidas y que sepan que nunca más estarán solos.
Yo habitaré en cada corazón que Me abra la puerta de su interior y allí reinaré como vuestra Madre Celestial por toda la eternidad.
Cuando cada uno de Mis hijos pueda vivir Mi Amor en su interior, este mundo dejará de sufrir y padecer por las asechanzas del enemigo.
Hoy llego a esta, Mi Casa, una morada predilecta para Mí. Aquí encontré el amor de los simples, de los desposeídos, de los imperfectos y también de los puros de corazón, de los fuertes de espíritu, de los incansables en el camino de la caridad y de la entrega al prójimo.
Aquí Yo sembré la semilla de la Nueva Tierra en el corazón de Mi amada hija Pama, para que ella se donara por entero y, a través de sus manos y su corazón, Yo pudiera obrar y rescatar a las almas frágiles, almas que recibieron el amor de madre y de padre que Dios destinó para Sus Criaturas.
En este día, pido a todos los que escuchan Mi Voz que oren, para que este delicado y precioso proyecto de Dios se mantenga a salvo de las garras del enemigo, el que busca intervenir en cada uno de los proyectos de Mi Hijo.
En esta casa, que con tanto esfuerzo y amor se le tiende la mano al inocente que sufre, que padece por la ignorancia de otros, en este lugar sagrado, Yo deposité Mi Luz y Mi Amor maternal. Son ustedes, Mis servidores, los que deben cuidar y proteger con amor cada consciencia que aquí llegó a encontrar una luz para su alma.
Quiero expresar para todos Mi gratitud, porque sé lo difícil que es para todos ustedes, dentro de este mundo agonizante, crear un espacio de verdadera luz y redención, de amor y evolución.
Hoy les pido a todos que coloquen en el corazón este, Mi proyecto de amor y de redención, donde Mi Hijo aspira llegar un día, para que todos sepan en los tiempos que vendrán, que una vez Dios con Su dedo de Amor señaló esta sierra, este lugar y estos corazones, para que se gestara aquí la semilla de una Nueva Tierra, una nueva humanidad fraterna. Cuidemos, todos, esta aspiración del Creador.
Hoy bendigo a cada uno de estos niños, de estos jóvenes y a aquellos espíritus guerreros que los acompañan con tanto amor. Derramo Mis Gracias nuevamente sobre este lugar y en nombre del Creador, dejo Mi Estandarte de Paz, Amor y Protección, para que el enemigo no coloque aquí sus pies.
Benditos sean los que con la pureza del corazón construyen la fraternidad. Ellos serán llamados Hijos de Dios, el Altísimo, por todos los siglos que vendrán.
Benditos sean los que se esfuerzan verdaderamente, día tras día, por trascender los males de este mundo y ofrecen al universo una puerta segura para que la luz de las estrellas pueda descender. Ellos serán llamados guardianes del universo, por todos los siglos que vendrán.
Benditos sean los que persisten, los que ya han colocado, con determinación, sus almas en el final del camino y construyen con su fidelidad al Plan de Dios la oportunidad para otros. Esos serán llamados por el Creador los eternos fieles, por todos los siglos que vendrán.
Benditos sean ustedes, Hijos del Altísimo, por abrirme la puerta del corazón día tras día.
Oren, oren, de día y de noche que Yo los tengo siempre bajo Mi Manto.
Los amo y los guardo dentro de Mi Materno Corazón.
Gracias por esperarme con tanto amor y por estar hoy Conmigo.
Vuestra Madrecita del Cielo, María, Madre y protectora de todas las criaturas del mundo
Delante de la majestad de Mi Reino, honremos la Presencia de María Santísima y del Castísimo Corazón de San José.
Hoy, los Tres Sagrados Corazones vienen a consagrar a esta Comunidad como la Nueva Tierra; las nuevas semillas de luz para la humanidad, semillas de luz que rebrotarán en los corazones que están heridos, por medio del amor, de la unidad y de la caridad.
Los Tres Sagrados Corazones honran y glorifican a sus almas porque este espacio será para Dios un punto de luz para todo Río de Janeiro. Principalmente en los momentos más difíciles y duros, en los que las almas podrán encontrar aquí el consuelo que buscan y el amor que el mundo no les puede dar, porque Mi Corazón Sacratísimo, el Inmaculado Corazón de María y el Casto Corazón de San José, rebrotaron en estas esencias desde el principio de este proyecto, cuando inició esta tarea con los niños, con los jóvenes y con los adultos; una tarea donada al Corazón de Dios.
Por eso, hoy en el mundo, y a lo largo de la historia de esta humanidad también existieron muchos seres humildes, al igual que Mi sagrada Madre. Y existen en este tiempo, seres humildes que se donan a Dios, que a través de su caridad y entrega, confían en el pleno Amor de Cristo, y en el Propósito que Dios tiene para cada una de sus vidas.
Nuevamente, Río de Janeiro se ha vuelto una ciudad salva, porque muchos puntos de luz en el mundo se reencienden en esta hora en los Centros Marianos, en el corazón de las familias y en la esencia de todos Mis hijos que se preparan para recibirme en la próxima era, en el silencio del corazón, en la oración misericordiosa, en la fe continua en Dios.
Hoy, he venido con los Sagrados Corazones de José y de María para recordar la tarea que cada uno de ustedes tiene con estos corazones humildes que se ofertan en servicio a ustedes en estos tiempos finales, para guiarlos en la fe, en el amor y en el Propósito de Dios por encima de todas las cosas.
Ábranme sus corazones, porque hoy Cristo quiere entrar en sus moradas. Aliviaré sus sufrimientos, curaré sus tristezas y reencenderé sus corazones en Mi Misericordia.
Hoy, Mi mensaje se hace público para cada uno de ustedes y, especialmente, para todos los que escuchan desde sus hogares.
Quiero agradecer la constancia y la perseverancia del pueblo de Nicaragua por acompañar Mi Propósito Crístico en este tiempo. Prometo llegar a Nicaragua para difundir Mi Misericordia y estar bien cerca de Mis soldados.
La necesidad de Luz está en todo el mundo, queridos compañeros. Por eso, el esfuerzo será máximo por parte de ustedes. Oferten sus cansancios a Dios, sus sacrificios y servicios al Padre, así permitirán equilibrar la balanza que está desajustada y muchos corazones podrán reingresar a Mi Reino de Luz, a través de su sincera y permanente oferta.
Sus oraciones han sido escuchadas por Mi Corazón, también sus cánticos y voces; la alegría podrá curar al mundo en estos tiempos; la oración podrá reparar a muchos corazones.
Los Tres Sagrados Corazones de Jesús, José y María los invitan en esta tarde a ser mediadores ante el Padre. Confíen, queridos compañeros, en que cuando oran con sus corazones, el Padre los estará escuchando y respondiendo a sus necesidades urgentes.
Hoy, los quiero cerca de Mi Corazón y quiero que lleven la sagrada Cruz de Emmanuel en esta noche como un estandarte de redención y de paz para la Tierra. Porque no solo los corazones que viven sobre la Tierra serán liberados, sino los espíritus impuros serán elevados por Mi Corazón para que puedan reencontrar a Dios en sus vidas, vidas invisibles, vidas perdidas.
Necesito que todos puedan obrar a través de Mi Corazón, que puedan sentir a través de Mi Corazón, que se animen a amar y a perdonar a través de Mi Corazón.
Abandonen ahora sus viejos sentimientos, abran las puertas para lo nuevo que está llegando, a pesar de las dificultades y de los errores. El Universo Celestial nunca los abandonará, Dios ha escuchado sus oraciones y súplicas, y muchos corazones se han visto favorecidos con todo esto.
Hoy, los invitamos a ingresar en Nuestra Unidad Celestial. Y hoy vengo a esta Nueva Tierra para dar esperanza, alegría y amor para todos. Estas serán las llaves que les permitirán encontrar los caminos seguros hacia Mi Corazón. Abran sus ojos a través del corazón y sientan Mi Paz perpetua, en esta hora definitiva.
Hoy, recojo a cada uno de Mis rebaños y uno a todos los corazones orantes del mundo en la esperanza de que se puede proseguir y continuar adelante, caminando firmes entre las ruinas y mirando silenciosamente hacia el horizonte, para poder percibir Mi Regreso, que está próximo.
Hoy, estoy entre los pequeños niños, que son el fiel ejemplo para su santificación. Imiten sus pasos simples y sinceros, porque así estarán bien cerca de Mi Corazón misericordioso. Podrán ser seres en profunda y verdadera humildad y, de esta forma, estarán unidos al Padre.
Quiero que sientan Nuestros Tres Sagrados Corazones, silenciosos. Por primera vez derramaré Mi Misericordia bien cerca de ustedes, a través de su oración. Traigan sus consciencias a Mi Manantial.
Invito a todas las familias y compañeros que están en sus hogares y grupos de oración para que recen Conmigo por el mundo, por el equilibrio de esa gran balanza del universo, por la redención y la paz en la humanidad, por el amor en todos los corazones.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
El Señor nos pide que toquemos 33 veces el campanario.
Ante la Presencia de los Tres Sagrados Corazones, rezaremos la Coronilla de la Divina Misericordia, cincuenta cuentas, y a pedido de Nuestro Señor, cinco niños de Crer-Sendo rezarán ante Cristo, para pedir por Su Misericordia. Nosotros acompañaremos esa oración.
Virgen María:
Queridos hijos, busquen la Paz. Busquen la Paz por encima de todas las cosas. La Paz que viene del corazón, que nace de su unión con Dios. Estoy con ustedes para estos tiempos difíciles. Les agradezco, ahora y siempre.
San José Castísimo:
Queridos hijos, sigan al rebaño que representa al Gran Pastor. Él siempre guiará sus pasos, conducirá sus vidas. Yo me he ofertado en esta vida para guiar sus esencias hacia el Gran Corazón Redentor.
Agradezco a los misioneros por sus obras. San José está con ellos y con todos aquellos que quieran servir en la reparación de las ciudades y de los pueblos, de los corazones que sufren, de las familias que necesitan de ayuda humanitaria. Estoy entre los servidores.
Los niños oran la Coronilla.
Cristo Jesús:
Sagradas oraciones son hechas por las almas inocentes y esto enriquece el Corazón de Dios con alegría y, en Su profunda Piedad infinita, derrama Su Amor y Su Misericordia a través de los Sagrados Corazones, creyendo que es posible alzar hacia la Luz a toda la humanidad, para que ingrese en el Corazón de Su Reino y reciba la Paz que tanto necesita
Como hace más de 2000 años, instituyo la Eucaristía como el Sagrado Sacramento para sus corazones.
En esta tarde de Misericordia y de Piedad para el mundo, invito a Mis amigos a que Me acerquen el pan y el vino para hacer la consagración y para que comulguen en todos los niveles de consciencia con Mi Amor misericordioso, con Mi Corazón compasivo, con Mi Paz.
Queridos Míos, Yo bendigo estos Sagrados Sacramentos, como muchas veces bendije sus caminos, con la esperanza de que puedan renacer en Mi Corazón todos los días y encontrar la fe y la fortaleza en Mi Comunión eterna, para que a través de ella, reciban Mis Códigos Celestiales, aquellos que Yo alcancé en la Pasión por todos ustedes, por muchas almas en el mundo.
Oremos.
Los niños oran el Padre Nuestro.
Vayan en Paz. Yo los bendigo en la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Nuestros Sagrados Corazones honran su alegría; alegría en el Cielo, alegría en la Tierra. Los corazones sinceros y las almas que sufren resucitan a Dios por amor y gloria al Universo Celestial.
Amén. Amén. Amén.
Queridos hijos Míos:
¡Alabado sea Jesús Cristo en sus preciosas vidas!
En esta noche de San Juan, Yo los invito a imitar el ejemplo amoroso del fiel discípulo de Jesús. Como Madre de la Divina Misericordia, hoy les pido que consagren sus seres a la Luz perpetua y eterna de Mi Inmaculado Corazón. Como Madre, los llamo para que, en esta noche consagrada a San Juan, sus vidas sean consagradas a la Madre del Divino Universo Celestial.
Queridos hijos amados, con alegría Mi Corazón materno llega a esta parte de Uruguay para confirmar Mi compañía y Mi Presencia en el especial despertar que el Centro Mariano de Aurora tendrá durante el mes de agosto de 2013.
Como Reina de la Paz, Yo los invito mañana a ingresar una vez más a Mi Corazón Inmaculado, día 25 de junio, para que así me acompañen especialmente en este nuevo aniversario de los 32 años de las Apariciones en Medjugorje.
Hijos Míos, durante este ciclo de junio, podrán entender que María, Reina de la Paz, vuelve al mundo con la esperanza de la pronta conversión y del despertar de la humanidad. Por eso, en este día de Vigilia, solicito a los Centros Marianos y a todos los peregrinos que Me acompañan, a que se unan en profunda oración por las especiales intenciones de la Virgen María.
Sus corazones al cabo de los próximos seis meses orarán constantemente:
• Para que la Paz se establezca entre las naciones y en el mundo.
• Para que las futuras madres amen la preciosa venida de los hijos de Dios mediante el nacimiento.
• Para que el conflicto nuclear termine y los únicos planes de los hombres sean la paz y el bien para el mundo entero.
• Para que la cura planetaria que emana del Sagrado Corazón de Jesús pueda derramarse sobre los pecadores más empedernidos.
• Para que los niños, jóvenes y adultos del mundo entero puedan despertar al llamado de la conversión y al cambio verdadero de las actitudes de la vida. Esto será posible cuando los padres responsables por el caminar espiritual de todos sus hijos vivan y propaguen la vida de oración entre las familias y entre todos los seres.
También hoy les pido que oren:
• Por las almas que sufren y padecen el martirio del hambre y de la falta de agua.
• Para que la infinita y piadosa Misericordia pueda tocar a los corazones endurecidos y que bajo el Amor de Dios, puedan ayudar a los más necesitados.
Y por último, les pido que durante estos próximos seis meses oren:
• Para que puedan despertar un mayor número de almas a las vocaciones del camino cristiano.
• Para que los pastores sean guiados por los pasos de Mi Hijo.
• Para que la verdadera Iglesia de Cristo transmita, mediante ejemplos, la vida del espíritu, de la reconciliación y de la unidad a todas las almas.
Por eso, hijos Míos, Mi Corazón materno, por Voluntad de Dios, apareció y aparece hace ya 32 años en Medjugorje y desde hace 6 años en Aurora, en América del Sur, con el fin espiritual de que todos los corazones que se han separado de Mi Hijo, y en consecuencia de Dios, puedan retornar a Mis brazos, para que Mi Luz los encamine hacia la paz del corazón y hacia la conversión.
Amados niños, así podrán aprender a contemplar cómo es necesario orar por las especiales intenciones de Mi Hijo Jesús y del Inmaculado Corazón de María, para que la Gracia esté presente en el mundo en estos tiempos de grandes cambios.
¡Les agradezco por responder a Mis pedidos por la paz y la redención del mundo!
Los ama y los bendice,
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy coloco a cada uno de ustedes dentro de Mi regazo de amor, con la finalidad de que puedan sentir Mi maternidad en sus corazones.
Hijos Míos, alabados sean los hogares de las familias que abren la puerta de sus corazones a la Reina del Cielo.
Alabadas sean las familias que rezan Conmigo todos los días, para alcanzar la conversión y la redención.
Alabadas sean las familias que enseñan a sus hijos a orar con el corazón, en los primeros años de vida, porque Mi materno Corazón estará con ellos.
Alabados sean los adolescentes y los jóvenes que encuentran en la Comunión a Mi Hijo, porque en el ejemplo de fe ellos abrirán la puerta a los que están perdidos, sin amor y sin protección.
Alabados sean los hogares que día a día se consagran a la Luz victoriosa del Inmaculado Corazón, porque les aseguro que Dios estará presente a través de Mí, para guiarlos en la fe y en la esperanza.
Queridos hijos, hoy Mi aspiración maternal es que todos los hogares alaben al Sagrado Corazón de Jesús; hoy llego hacia ustedes para pedirles oración por las familias del mundo, ya que son pocas las que viven los Mandamientos que les ha dado Mi Hijo.
Hoy también, Mi Corazón se regocija por tanta belleza creada por Dios Creador en esta región del sur de América. Vean, queridos hijos Míos, cómo Dios está recogido en el silencio de todo este bendito lugar.
Por este motivo de alegría y alabanza les pido que, en estos tiempos, se unan como una sola red de oración en toda la Argentina. Les pido por amor a Dios y a todo lo creado por Él, que sean uno en el espíritu, en el corazón y en la consciencia.
Queridos hijos, Dios espera de Argentina el despertar absoluto a la oración y a la conversión de todas aquellas causas que ofenden al Creador. Dios tiene preciosos Designios y Gracias para toda la nación que, por sobre todas las cosas, forma parte del universo de Dios.
Reciban en sus hogares al Espíritu Santo, ábranle la puerta para que como en el Cenáculo de la Virgen María, sus espíritus de amor puedan ser guiados por Sus benditos dones. Cuando se aproxima Mi Corazón a sus vidas, es el Espíritu Santo cultivado en Mi Corazón que se irradia para ayudarlos a dar los pasos en la fe inmaculada en él.
Queridos hijos, que en esta semana sus hogares se consagren al Hogar infinito del Inmaculado Corazón.
Hijos Míos, que la fe siempre los motive a caminar por el sendero de Mi amado Hijo, por el sendero de su conversión.
Agradezco la presencia de todos Mis hijos de la bendita Patagonia, ahora y siempre la Bienaventurada Señora de Guadalupe bendice a los amados remanentes indígenas.
Que la Paz esté con ustedes y con sus familias.
¡Gracias por responder a Mi llamado por la Paz!
María, Reina de la Paz y Madre de la Sagrada Familia
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más