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A Mis amados hijos de Argentina
Queridos hijos:
En estos últimos tiempos, Mi Materno e Inmaculado Corazón acompañó paso a paso la situación social y espiritual de Mi amada Argentina.
Hoy, quiero decirles que, en cada momento, he sufrido con ustedes el retroceso que el país vivió en los últimos años y, sobre todo, he contemplado las necesidades que han vivido los más vulnerables, así como las familias enteras que se vieron forzadas a abandonar Mi querida Argentina por efecto de la inseguridad y de la falta de futuro.
Pero muchos de ustedes permanecieron en el país y como los apóstoles, en el Mar de Galilea, enfrentaron la dura tempestad del país y de todo su pueblo.
Argentina es el semillero del mundo y eso nunca podrá cambiar. Por eso, en este día de decisiones para cada uno de Mis hijos argentinos, quiero decirles que, a pesar de las situaciones de guerras y de emergencias que atiende la Divinidad, Mi Corazón de Madre estará con cada uno de ustedes, porque en estos últimos sufridos cuatro años para Mis hijos e hijas de Argentina, su Madre Celeste acompañó de cerca la experiencia y la angustia de cada hijo e hija Mía.
Por eso, una vez más, Mis amados, Yo los llamo en este día no solo a invocar el Discernimiento del Espíritu Santo, sino también los llamo a orar Conmigo.
Por eso, este domingo de forma extraordinaria, invito a todos los orantes y en especial a Mis hijos de Argentina, de la Red-Luz de ese país, para que se unan en oración, orando un Misterio del Santo Rosario junto con los videntes de esta Obra.
De esta forma, Mi apelo a Dios será para que la Argentina y todo su pueblo pueda vivir un mayor tiempo de Paz, de Justicia y de Gracia, a fin de que el ángel de Argentina tenga la fortaleza necesaria y el apoyo de todos Mis hijos de Argentina para que el país se vuelva a erguir espiritual y materialmente, para que la concordia, el bien común y la fraternidad sean las bases que le permitan al país recuperar la esperanza y la paz que perdió.
Hoy, más que nunca, queridos hijos, estaré unida en oración y en súplica con todos Mis hijos argentinos, porque no se olviden de que Yo los amo y que los llevaré a Jesús para que vivan bajo Su Divina Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de Luján
Mis queridos hijos:
Después de un año insensato de guerra en Ucrania, después de que Nuestros Ojos han visto el devastador resultado en Turquía y en Siria, después de que la situación migratoria mudó inesperadamente a causa de los conflictos y del cambio climático, después de ver como Mis hijos en Brasil eran arrastrados por las lluvias y por la tierra sin dejar nada en pie; Yo vengo, una vez más, a pedirles que no se cansen de orar por las causas urgentes, ya que lo peor aún no llegó.
Pero si las almas sinceramente respondieran a Mi llamado y en esta Cuaresma preparatoria hicieran penitencia, oración y al menos todos los días, ante el Santísimo Sacramento del Altar, meditaran en la Dolorosa Pasión de Mi Hijo y se confesaran sin temor a ningún castigo, su Madre Celeste les asegura que, durante los cuarenta días que preceden a la Pascua, muchas situaciones podrían ser evitadas y aliviadas.
Por eso, Yo vengo a pedirle al mundo la reconsagración al Sagrado Corazón de Jesús durante todos los días de la Cuaresma y que, a través de un sincero acto de arrepentimiento, ustedes permitan que la consciencia del planeta sea, una vez más, liberada de tantos acontecimientos y episodios inesperados.
Así, la balanza de la Justicia no estará inclinada hacia la Justicia, sino en equilibrio con la Divina e Insondable Misericordia; porque por los méritos alcanzados por el Sagrado Corazón de Jesús, las almas, en este ciclo de grandes tribulaciones, encontrarán la fortaleza interior que necesitan para poder purificarse de todo y, así, purificar al planeta de todos los errores cometidos.
Mientras tanto, Yo, su Madre Celeste, junto con el Ángel de la Poderosa Alianza de la Sangre de Cristo estaremos atentos a la voz de todas las súplicas, a fin de que, milagrosamente, el Padre Eterno le conceda al mundo el fin de la guerra y un extraordinario período de paz para que la humanidad, antes del día final, esté arrepentida y reconciliada con la Ley Mayor del Amor.
Por último, les pido que Me acompañen en esta Cuaresma, en oración, preparando a los corazones para la síntesis final que se dará en la Pascua.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridísimos hijos:
Debido a la delicada y crucial situación planetaria, debido a la creciente situación de los inmigrantes y de los refugiados, por motivos evidentes de la grave situación del efecto del clima y de las poblaciones y naciones en caos y en desorden espiritual, así como por muchos más motivos que no se podrían relatar en un solo Mensaje; el Sacratísimo Corazón de Jesús, a través del Materno Corazón de María, hoy viene a anunciarles que:
A partir del primer viernes del mes de enero de 2023 y durante todos los días viernes del año 2023, el Castísimo y Humilde Corazón de San José entregará Sus últimas Instrucciones semanales para que las almas no solo sientan la cercanía del Casto Corazón Paternal de San José, sino también que el corazón humano se prepare para enfrentar, con coraje y bajo el espíritu de filiación con San José, el fin de estos tiempos.
A través de la serie final de los Mensajes semanales de San José, que concluirá el último viernes de diciembre de 2023; la Jerarquía Divina, unida a la Suprema Voluntad del Padre, intentará socorrer y auxiliar espiritualmente a los que más necesitan.
Es así que, a través de esta Gracia ofrecida por el mismísimo San José y otorgada por el Padre Eterno, todas las semanas las almas devotas de San José recibirán las últimas Instrucciones que necesitan en esta etapa final.
De esa forma, se concluirá, a través de los últimos Mensajes de San José, el Legado de los Mensajeros Divinos, ya que el 2023 indicará el comienzo del fin del ciclo de los últimos 15 años de Apariciones.
Por eso, Mis hijos, los invitamos a servirse de estos últimos impulsos para que la mayor cantidad de almas posibles lleguen a Dios, al Padre Eterno.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Montreal será la segunda sede, en Canadá, de la Obra redentora de Cristo, que está presente en Sudamérica.
Montreal es una puerta importante para el servicio a los inmigrantes, una apertura al trabajo específico con la instrucción espiritual a través de ellos. Esa posibilidad se presenta a través de la apertura interior de los que allí se encuentran.
Por eso, Montreal representa esa segunda etapa en la que la Jerarquía Espiritual podrá trabajar y ayudar a otra parte de las colonias inmigrantes que allí se encuentran y, en consecuencia, podrá estar ayudando, a distancia, a las naciones de origen a las cuales la mayoría de los ciudadanos de Montreal pertenecen.
De la misma forma, la ciudad de Quebec tiene otras posibilidades para que el trabajo de la Jerarquía se desarrolle.
En este sentido y para que todo esto sea posible, después de las bases establecidas por su propio Maestro y Señor, a través del impulso de la peregrinación, se podrán mantener las puertas abiertas para venideros acontecimientos, los que espiritualmente beneficiarán al país.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Mi Corazón de Madre retorna a Italia, como en tiempos anteriores, para traerle a todo su pueblo el Amor y la Luz de Dios. Amor y Luz infinita que ustedes necesitan como sociedad y religión para poder vivir una transparente y verdadera redención.
Por este motivo, hijos Míos, he pedido al grupo peregrino que llegara hasta Italia para traer este mensaje del Cielo. No solo porque su pueblo debe enmendar las faltas cometidas con cientos de inmigrantes, sino también porque ustedes, habiendo sido un pueblo inmigrante, deben trabajar conscientemente el perdón para que en esta nación no desaparezca la paz.
Yo Soy su Madre intercesora y mediadora. Soy la Luz que los quiere llevar hacia Mi Hijo para que, arrepentidos de corazón, profesen su amor a Cristo y alcancen la reconciliación.
Pero primero, hijos Míos, ese acto de verdadero arrepentimiento deberá comenzar en el interior de la Iglesia de Mi Hijo. Ella ya no puede seguir ocultando más sus actos y malos tratos porque de lo contrario perderá también la Paz y la Misericordia de Dios.
Ningún religioso tiene inmortalidad espiritual. Este es el tiempo de la enfermedad espiritual en masa, en el que Mi adversario se infiltra para destruir y tentar a muchos sacerdotes.
En Akita, La Salette y en Fátima Yo anuncié sobre la necesidad de que todos se volvieran hacia Dios lo antes posible, para que pudieran ver Su Faz de inmensa Misericordia y Perdón. Pero muchos no Me escucharon.
Regresé una vez más al mundo, a través de Medjugorje, para anunciarles que, por medio de la donación de Mi Corazón, alcanzarían la paz y menos de la cuarta parte de la humanidad puso en ejercicio lo que Yo había dicho.
Para no perder a Mis hijos, regresé una vez más al mundo, pero esta vez en una fecha clave, el 8 de agosto de 2007, día en el que Yo traje para la humanidad la revelación del Universo y de sus misterios y pedí, ardientemente, que Mi Voz, Alma y Corazón fueran llevados al mundo entero por medio de la Peregrinación por la Paz.
Muchos Me acogieron y lo siguen haciendo, y la consciencia de cientos de almas en el mundo sigue despertando. Pero la Iglesia Me sacrificó por completo, juzgando Mi presencia y cerrando las puertas a Mi mensaje universal de paz.
Esta era la prueba para dicha religión, la de reconocer a la siempre Virgen María, Madre del Altísimo, o negarla con difamaciones y mentiras.
Pero la Luz perpetua y materna de Mi Corazón impidió que Mi aspiración fuese interferida. Porque por detrás de los caóticos y graves escenarios en la Iglesia y en el mundo, Su Madre Celeste creó una poderosa red de oración planetaria formada por todos los seres orantes de la Tierra. Una red de oración que, hasta los días de hoy, sostiene y mantiene por medio del corazón de cada hijo Mío, la misión espiritual y divina de la Madre de Dios en la humanidad.
Este movimiento ecuménico de oración que Yo misma fundé en la superficie de la Tierra, a través de los grupos de oración, es el que permite el peregrinar por las naciones del mundo y que la Voz de los Mensajeros Celestiales sea difundida en todas las lenguas y pueblos, para que ningún hijo Mío se quede sin escuchar.
Por esa razón, hijos Míos, estoy regresando una vez más a Italia para concederle la Gracia de la reconciliación y del perdón inminente que necesita.
Todo lo que sucederá en el encuentro de oración de hoy, será el resultado de un amor inmenso por Dios y por su Divina Señora.
Aún hay tiempo para recapacitar y enmendarse. ¡Háganlo, hijos Míos!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
El triunfo de Mi Corazón está próximo y todos lo verán.
A las puertas de la gran misión a Centroamérica y México, su Santa Madre se prepara para ingresar en el escenario de esa región y así poder aliviarla de su dolor milenario.
El triunfo de Mi Corazón está próximo y todos lo verán.
Es así, queridos hijos, que en este día de preparación los invito a todos a que se coloquen bajo Mi manto para que unidos a Mí, puedan ver y sentir interiormente toda la protección del Cosmos.
En este día se prepara el triunfo de Mi Corazón y a muchos los tomará por sorpresa.
Queridos hijos, su Madre Celeste también acompañará la misión humanitaria por Venezuela, y en el mes de noviembre se instalarán las bases para esta tarea que recién comienza y que está apoyada por la Jerarquía Celestial.
En este sentido, queridos hijos, a las puertas de los venideros acontecimientos, su Madre Celeste los invita a proseguir con fe y amor frente a toda la necesidad que ustedes encontrarán.
Lo más importante para Mí, hijos, será el alivio del sufrimiento a través de todo el amor que puedan expresar a los marginados y a los inmigrantes.
Deseo que sus corazones palpiten de amor, así como Mi Corazón palpita de alegría al ver que se realizan ambas misiones.
Como verán, eso es Voluntad del Padre Celestial con el fin de que toda la humanidad y el planeta se vean beneficiados y puedan despertar al momento de su redención.
Quisiera que a estas misiones fueran Mis legionarios y representantes de la paz.
Recuerden eso, porque será importante que a través de una alineada y correcta actitud se fortalezca la expansión de Mi obra más allá de América.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Con ustedes y en ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
Deseo constituir aquí, en este lugar, un firme grupo de oración que ore por toda la consciencia europea, especialmente por los que fueron inmigrantes a través de los tiempos.
Deseo constituir aquí un precioso oratorio dedicado a Mi Inmaculado Corazón, para que Yo pueda derramar las Gracias, no solo en Brasil, sino también en Europa.
Asuman, queridos hijos, Mi Faz de Nuestra Señora de Guadalupe como el gran terafín de sus vidas, como el ícono sagrado para sus corazones, por el que, a través de Mi Corazón Inmaculado, ustedes podrán unir todos los continentes y las culturas, los pueblos y las naciones, por medio de Mi Divino Espíritu de Madre.
También deseo aquí, queridos hijos, que trabajen ampliamente por su conversión; que sus corazones se enciendan a través de la llama de Mi Corazón Inmaculado; porque así, queridos hijos, Yo podré tenerlos a todos en Mi Vientre purísimo, podré gestar nuevas cosas para sus vidas y conquistar sus corazones cumpliendo así el pedido de Dios de manifestar Su Obra, en estos tiempos, en todos los corazones aún no redimidos.
Queridos hijos, abran sus brazos para que la llama de Mi Amor penetre en sus corazones. Sientan el calor maternal de Mi Corazón que solo desea abrazarlos y consolarlos, para que sus pies caminen por el sendero que Yo les ofrezco en estos tiempos, el gran camino de la redención y de la paz, que todos los corazones deben contemplar para estar plenos del gran Corazón del Padre Celestial.
El motivo de Mi Presencia en este lugar, queridos hijos, es que Yo los pueda llevar hacia Mi Hijo Amado, que espera por almas que puedan despertar al camino de la Misericordia que Él les ofrece también en este tiempo.
Sientan en sus espíritus el gran consuelo celestial que proviene del Corazón del Padre y que hoy se irradia a todo el universo y a todos los corazones abiertos para recibir esta energía espiritual.
Yo deseo también, queridos hijos, que sus vidas se reeduquen en los principios de la Sagrada Familia, de la bondad y de la caridad, para que ustedes, saliendo de sí mismos, perciban cuán grande es la necesidad en estos tiempos; no solo en esta ciudad que hoy Yo visito, sino también en el mundo entero, en donde hay grandes necesidades planetarias, principalmente en las almas que sufren por aquellos que no sirven a Dios y que están dormidos por las ilusiones de esta humanidad.
Yo vengo a abrir sus ojos, los ojos del corazón y del alma, para que participen Conmigo de esta unidad perfecta con la Santísima Trinidad y así sus espíritus, que hoy poco a poco despiertan ante Mi Presencia, puedan recibir los Dones del Espíritu Santo y comenzar una nueva vida en Cristo, su Señor.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Quisiera revelarles en esta noche los misterios de Mi Inmaculado Corazón, misterios que deben vivir para tornar sagrada la propia vida.
Hoy, vengo a este lugar, hijos Míos, para que la humanidad comprenda que los errores del pasado, muchas veces, permanecen en los corazones a lo largo de los siglos y no reciben la cura y la liberación que necesitan hasta que la Misericordia de Dios no se derrame sobre esos corazones.
La ignorancia de Mis hijos, los que trajeron el caos y el mal a tantos corazones, a los pueblos originarios, buscando educarlos en una cultura que no comprendían, aún vive, hijos Míos, como un dolor profundo en el corazón de esta Tierra. Y la cura que necesitan como humanidad, aún puede descender sobre el mundo si sus corazones se tornan orantes, serviciales, verdaderos ante Dios.
La consciencia humana, Mis amados, es una sola. Por eso, la devoción que tienen por Mi Inmaculado Corazón, en este lugar, se puede expandir a muchos otros corazones del mundo, siempre que unan sus intenciones a Mis Intenciones Divinas y caminen verdaderamente para la manifestación de Mi Plan en esta Tierra.
El Creador Me envía a este mundo como Su Sierva para perpetuar el ejemplo de la Sagrada Familia, para que jamás se olviden, hijos Míos, de los principios que les entregamos cuando estuvimos en el mundo.
Mi Sagrado Hijo Jesús les mostró el ejemplo de la entrega y de la donación de sí. Pero, en el silencio de Nuestros Corazones, San José y Mi Corazón también les dieron un ejemplo de vida, de bondad, de fraternidad; ejemplo que deben vivir en estos tiempos para curar la degeneración del corazón humano.
Hijos, mientras están ante Mí, muchos se pierden en la ignorancia, muchos se lanzan a los abismos de oscuridad y de terror que el propio hombre abrió en la consciencia planetaria.
Necesito, en estos tiempos, que sus mentes y sus corazones se puedan unir a un Propósito superior a la propia vida; porque de esta forma, hijos Míos, le darán un sentido verdadero a su existencia en este mundo.
Si viven para servir a Dios y ser una manifestación viva de Sus Planes, estarán cumpliendo con su parte, estarán viviendo plenamente el Pensamiento Divino para esta humanidad.
Todo comienza, hijos Míos, en la simple oración del corazón. Después, poco a poco, Yo los guiaré y podrán escucharme dentro de cada uno de ustedes, porque todos los días aspiro a que cada alma de esta Tierra escuche la Voz de Mi Corazón.
Pero, para que Me escuchen, hijos Míos, necesitan silenciar la propia voz, la propia voluntad, la propia aspiración, para que, de esta forma, vacíos de sí, puedan escuchar la Voz de Dios que se pronuncia a través de Su Sierva.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
Es de esa forma, queridos hijos, que Yo los motivo a la consagración del corazón, a la vida orante, al servicio y a la caridad que debe ser vida en sus vidas, porque así agradarán a Mi Hijo Amado que está desconsolado por esta humanidad.
Aun cuando existen muchos errores, Mi Corazón les trae la Gracia y la misericordiosa oportunidad de comenzar de nuevo todos los días, a través de la fe y de la confianza en Dios.
Es a través de Mi Presencia, y para poder estar hoy aquí, entre ustedes, que activé los Divinos Espejos de Mi Consciencia para que las puertas se abrieran hacia este lugar que necesita de redención; para que las almas fueran tocadas por Mi Luz Santísima, así como Mi Luz tocó muchos corazones a través de los tiempos.
Necesito, queridos hijos, que en esta ciudad oren el Rosario a Mi Inmaculado Corazón por la consciencia indígena, para revertir los males que sucedieron a través de los tiempos, para equilibrar las deudas, para traer el Perdón de Dios a esta humanidad; porque esta nación, queridos hijos, siempre fue muy colonizada y eso debe terminar.
Cada nación debe vivir su profunda paz y eso comenzará en ustedes cuando inicien el camino de la oración del corazón, que hoy les vengo a ofrecer amorosamente. Si oran a Mi Corazón Inmaculado todos los días, cualquier oración que ustedes recen, Yo les prometo, queridos hijos, que todo será curado en poco tiempo y ustedes renacerán al espíritu, se reconciliarán con Dios Padre y reconciliarán así a toda la humanidad. Es de esa forma que, vengo a formar los ejércitos de la oración, porque será necesario, queridos hijos, que estén bien preparados para el fin de los tiempos.
Hoy, quiero decirles, Mis hijos amados, que los tiempos ya no son normales. Despierten al llamado que viene a través de Mi Corazón, porque es la Voz de Dios que se pronuncia a través de Mi Espíritu en esta noche sagrada por cada uno de ustedes y de sus hermanos.
Queridos hijos, abracen con devoción todo lo que Yo les digo, porque es su corazón el que comprenderá todas las cosas que son muy inmateriales.
Queridos hijos, abran sus ojos y vean la Luz que desciende desde el universo, los rayos de Mi Gracia que se aproximan a ustedes buscando un profundo despertar de sus consciencias.
De esa forma, hijos amados, Yo los invito a salir de la comodidad, a ingresar en el camino del servicio a los semejantes. Allí, encontrarán la piedad en sus vidas, la cura de sus almas y familias, el renacimiento del Espíritu de Dios en sus corazones.
Para dar testimonio de todas estas cosas que hoy les digo, queridos hijos, los invito a consagrarse a Mi Corazón. Por eso, a través de este altar sagrado que Me han ofertado y de todas las imágenes que han colocado a los pies de Mi altar; Yo hoy consagraré a nuevos Hijos de María, que en esta noche se comprometerán Conmigo a orar por la paz hasta el fin de los tiempos.
En esta noche, queridos hijos, que el Corazón Solar los bendiga. Mi Inmaculado Corazón, irradia los rayos del Sol del Universo para que sus espíritus se congreguen en esta bendita misión por la paz en el mundo.
Ahora, como peregrinos que siguen el camino de Cristo, Nuestro Señor, invito a aproximarse a aquellos que hoy se consagrarán y que se coloquen a los pies de este altar, no solo como almas, sino como llamas de Mi Corazón que se reencienden por la acción de Mi Gracia, por el triunfo de la Misericordia de Dios en los corazones autoconvocados para servirme.
En cada nueva consagración los corazones se renuevan y es una oportunidad máxima, para todos, de que todos los corazones que se han consagrado como Hijos de María, puedan reafirmar sus votos Conmigo y vivir, en este tiempo final, Mi gran proyecto por la paz.
Aproxímense, queridos hijos, para sentir el consuelo de Mi Inmaculado Corazón que los bendecirá en esta tarea de orar por esta ciudad, por toda la consciencia europea, para que así se instituya la redención en la humanidad.
Ahora que están aquí, coloquen sus manos sobre el corazón y sientan Mi Corazón Inmaculado que los abraza fuertemente y los une al Amor de Dios.
En esta consagración al Plan Divino del Padre, sientan el abrazo de los ángeles, el canto de los bienaventurados y de todos los seres de buena voluntad que, en esta hora y a través de este encuentro, se unen a Mi Corazón de Luz.
Vean en sus internos cómo se reenciende la esencia profunda de sus seres, la pureza original de Lys en sus vidas.
Repitan Conmigo, queridos hijos:
Mi Dios,
yo creo en ti,
yo Te adoro, yo Te espero y yo Te amo.
Y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no te adoran, no Te esperan y no Te aman.
Amén.
(tres veces)
Todos los Hijos de María son espejos de la oración, reflejos de Mi Presencia en el mundo, chispas divinas del Espíritu de Dios que se reencienden para dar testimonio del Retorno de Cristo a la humanidad.
Contemplen ese misterio en este tiempo y en cada momento de su oración.
Recuerden todos los días que Mi Hijo está retornando y Yo congrego a Sus rebaños dispersos por el mundo para que vuelvan a despertar al Sagrado Llamado de Dios, a Su Plan evolutivo para este tiempo final.
Con sus manos sobre sus corazones, Yo hago descender sobre ustedes, queridos hijos, la bendición divina del Padre para que, unidos a Él, siempre recuerden que Su Misericordia es infinita y Su Luz es invencible.
Ahora, oraré por ustedes.
Yo los consagro, queridos hijos, y los renuevo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y que ahora, sus voces, también consagradas a Mi Inmaculado Corazón, canten el himno de su consagración para que los Ángeles del Cielo eleven la oferta hacia el Universo de Dios, en unión con sus Ángeles de la Guarda por los mil años de paz.
Hoy, queridos hijos, recibirán una flor de este altar como testimonio de Mi Amor por ustedes y de Mi devoción por todas las almas del mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.
Que así sea. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, María, a través de Su Faz de la Reina de la Paz, hizo una tarea entre Europa y América del Sur, liberando algunas cosas de la consciencia del planeta, especialmente lo que sucedió entre la consciencia indígena y los colonizadores. Y ustedes podrán preguntarse ¿cómo es que sucedió eso?
Nuestra Madre Divina también es omnipresente y Su Amor Maternal abraza muchas cosas. Su trabajo maternal viene sucediendo a través de los tiempos.
En un momento de la Aparición, María se mostró como Nuestra Señora de Guadalupe para que en nuestra consciencia y, especialmente, en nuestro corazón, quedará guardada esa imagen que, hasta los días de hoy, está vigente; porque Ella decía que, la Señora de Guadalupe, es la que une los pueblos, las culturas y las naciones a través del amor.
Así, este Mensaje queda también para ustedes, para que los que están en esta ciudad, cuando hagan sus trabajos de oración, solos o en grupo, recuerden a Nuestra Señora de Guadalupe; para que así, todos nos podamos curar espiritualmente y ayudemos a nuestra Madre Divina para que su Paz se establezca, no solo en el Brasil, sino también en el mundo.
Queremos agradecer la presencia de todos y a todos los que nos acompañaron a través de la transmisión en vivo.
Y ahora, vamos a agradecer a nuestra Madre Divina por este encuentro.
¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!
Como una Reina, vuestra Madre es coronada por las oraciones y por las súplicas de todos Sus hijos del mundo. Esto hace desaparecer, de a poco, el dolor profundo de la Madre Santísima, porque el dolor del mundo es compartido con los consecuentes apóstoles de Cristo.
Es por este fin, queridos hijos, que hoy vengo a vuestro encuentro para llamarlos al tiempo de la consciencia y de la madurez interior. Será de esa forma que vuestras almas, unidas a Cristo, podrán corresponder a la Voluntad de Dios, cuando esta Voluntad se haga conocer en vuestros corazones.
Por eso, hijos, en tiempo de preparación, pero también en los momentos agudos de la humanidad, que vuestro camino sea responder, a través de Cristo, a los Designios del Padre Celestial. Eso requerirá que vuestras consciencias respondan a situaciones que no estaban planificadas en vuestro día a día.
Poco a poco, están siendo llevados a vivir los mismos principios que la Familia de Nazaret vivió, para cumplir así el Propósito infinito del Padre Eterno que es salvar a la humanidad entera.
Sigan la luz que los lleva a encontrar este sagrado Propósito y no cierren sus corazones a lo que deberán aprender en honor a Mi Inmaculado Corazón.
De vuestra respuesta y de la respuesta de todos Mis hijos en el mundo dependerá la libertad de Oriente y principalmente de las pobres familias sometidas.
Vuestra decisión es única en estos tiempos, porque desde el principio la humanidad es única y lo que uno hace repercute en los demás, sea evolutivo o contrario a la evolución.
Mi Corazón, que está lastimado por los hombres ingratos que no conocen el Amor de Dios, se está ofreciendo a todos como el sublime refugio para los inmigrantes del mundo.
Mis brazos están extendidos hacia el planeta y Mis manos se aproximan a todos para clamarles por piedad, paz y consciencia.
Queridos hijos, como el Arca de la Santa Alianza, Yo derramo lo más puro de Mi Corazón para que, en este tiempo de purificación, ustedes se sirvan de Mis Principios maternales y universales, Principios que provienen del Cielo.
Les agradezco por seguir calmando Mi Corazón, Corazón que sufre por lo que sufren Sus hijos del mundo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Corazón Sacratísimo se acongoja cuando las almas no quieren escuchar a Dios. Pero esto Yo ya lo sabía, sabía que iba a suceder en este siglo y en este tiempo. Me fue revelado durante la Agonía los ciento treinta y tres principales dolores que la humanidad le ocasionaría al Corazón del Creador.
Hoy, les digo, compañeros, que lo que sucede a los ojos de todo el mundo es el dolor más agudo que vive Mi Corazón. Por eso, hoy he venido para mostrarles Mi Agonía espiritual en el Huerto Getsemaní, Agonía que lastima Mi pobre Corazón por los pecados e injusticias del mundo.
Todo lo que hoy sucede es porque la mayoría de las almas, en este tiempo, no reconocieron la oferta de Mi Amor. Esto no es un castigo, es una consecuencia generada por los hombres que se apartan cada vez más de Dios.
Al igual que los inmigrantes en las barcas, Yo estoy en naufragio, pues, como un navegante, Me han perdido en alta mar. No Me han visto en los ojos de los más pequeños ni tampoco en el corazón de las madres que buscan consuelo. Me exiliaron de esta humanidad por ser extranjero.
Sepan que estoy presente en el corazón de los más desprotegidos, pues espero despertarlos algún día para que den testimonio de vida al mundo.
Así, Yo Me presento a ustedes para que comprendan que todo no es lo que parece. La humanidad tapa sus ojos para no ver el resultado de una decadencia sin límites.
¿Quién consolará Mi Corazón que va rebasando la copa de la injusticia?
¿Quién vivirá por Mí, para poder salvarse?
Es hora de crecer interiormente y de no dejar que la propia vida los haga perecer.
Síganme en este trayecto y no sigan en el que lleva al mundo a la inconsciencia y a la falta de fe.
Compañeros, sean Mis testigos, Mis verdaderos testimonios ante la crueldad del mundo.
Abran los brazos y sientan en sus corazones el dolor del Redentor.
He venido a San Carlos porque aquí hay ovejas que deben seguirme y, en este tiempo, deben profesar su verdadera fe, fe que ayudará al mundo y a toda la humanidad.
Que esta nueva Maratón sea dedicada a la reparación de las almas inocentes, pues ahora Yo Me encuentro entre esos corazones, sufriendo el horror del mundo. Sean buenos orantes y ayúdenme a seguir derramando Misericordia para el mundo.
Les dejo la sagrada visión de Mi agonía en el Huerto Getsemaní. ¿Quién beberá del amargo Cáliz Conmigo para salvar a la humanidad?
Bajo el Amor de Dios sean bienaventurados.
¡Gracias, hijos de San Carlos, por estar Conmigo!
Cristo Jesús Glorificado
Me voy en silencio, para que sientan Mi Corazón lastimado.
Yo los bendigo ahora y siempre, en nombre del Amor de Dios.
¡Les agradezco!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, hoy el Maestro llegó de una forma especial aquí, a San Carlos, y quisiéramos compartir con ustedes un breve relato para que puedan entender mejor el Mensaje que Él nos trajo hoy, que es diferente a todos los Mensajes que Él ha dado hasta este momento.
Cuando el Maestro llegó aquí, Él vino revelándonos la escena de la agonía en el Huerto Getsemaní.
No vino como ha venido en otros momentos, con toda Su Presencia para hablarnos directamente, sino que Él estaba encima de una piedra, estaba con Su Mirada hacia el Cielo, hacia el universo y hablaba con Adonai. Él estuvo así por mucho, mucho tiempo, durante todo el tiempo que estuvimos aquí, esperando que Él comenzara a hablar.
Nos preguntábamos qué era lo que Él quería decir con eso. Y, entendimos al final que quería compartir un dolor que Él vive, en este momento, con nosotros; y Él necesitaba que nosotros fuéramos conscientes para poder colaborar.
Y después que Él mostró esa escena por un largo tiempo, Él mostró que llevaba una corona de espinas sobre Su Cabeza; y le preguntamos: ¿pero la Corona de espinas no fue después, durante la Pasión?; y Él decía que esta Corona es la que le coloca hoy la humanidad y que Él sufre muchas agonías causadas por este mundo, así como las sufre Su Madre, María.
Entonces, en ese momento, Él giró Su Rostro hacia nosotros, estaba llorando, con Sangre en Su Rostro y Su Corazón desbordaba de un dolor muy grande, que era desconocido. Él decía que era una agonía espiritual que estaba viviendo, algo que sería inexplicable de entender por parte de la humanidad, pero que Él intentaría en este momento explicarnos, a través de las palabras, lo que Él está sintiendo de la humanidad.
Él en este Mensaje puso algunos ejemplos muy simbólicos, que tenemos que prestar atención para entender a través de esos símbolos el Mensaje que Él nos quiere decir.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más