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En la Hora de Mi Misericordia tengo mucho para darle a las almas, pero la mayoría no se anima a beber de Mis prodigios, de la Fuente de Agua Viva, porque en muchos casos ellas colocan su atención en otro lugar y no en Mí.
Las almas del mundo a veces se preguntan la razón y el motivo de su sufrimiento, y lo primero que hacen es culpar a Dios por las consecuencias que viven, cuando, en realidad, son el resultado de sus propios actos.
Pero en la Hora de la Misericordia Mi Corazón prodigioso tiene el poder para revertir muchos males y desencuentros, siempre que las almas se confíen a Mi Corazón Misericordioso.
Animo a Mis verdaderos seguidores a difundir la Obra redentora de Mi Misericordia, para que las almas aprendan a no tomar decisiones precipitadas que afecten a la humanidad.
Yo los invito a buscar la humildad dentro de sus seres para que la Verdad, algún día, los pueda liberar.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Los transmutadores son almas consagradas a ser víctimas del Amor de Cristo para transformar, sublimar y liberar las corrientes contrarias y densas, que impiden el ascenso espiritual y la evolución de la consciencia.
Los transmutadores están absolutamente al servicio de Cristo y en silencio, sin reconocimientos ni comentarios, alivian el dolor del mundo.
Los transmutadores son escogidos directamente por la Jerarquía, porque esa es una tarea, una necesidad del Plan y parte de una Divina Voluntad.
Nadie puede declararse transmutador a sí mismo, ya que ese estado de consciencia depende de un lineamiento de la Jerarquía.
En la mayoría de los casos sí existen los purificadores, consciencias que están, de forma permanente y lenta, purificándose a sí mismos, limpiando el registro espiritual de sus deudas y de sus errores a través del impulso de una Ley Superior que los acude, así como lo es la Misericordia.
La Ley de la Misericordia coloca al miserable de espíritu dentro de la energía de la Gracia, pero, para que eso sea posible, él deberá purificarse.
Los transmutadores no tienen hora ni tiempo para esa tarea. Esa misión de liberar y de sublimar, por medio de la transmutación, es algo que el espíritu aprende a través de los tiempos y no tiene que ver con algo personal.
En estos tiempos el Señor llamará a Su servicio a más transmutadores debido a la necesidad del planeta y al caos de la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo Mensaje
Los bendigo a todos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Desde el Corazón del Universo proviene la Instrucción para la humanidad.
Siempre ha sido así, pero hoy los estoy invitando a ingresar Conmigo en una Fuente especial de Instrucción y de conocimiento, la que hasta los días de hoy ha sido inagotable, la que siempre ha permanecido viva a través de los tiempos.
Hoy les estoy hablando especialmente desde las Pléyades, lugar interior desde donde muchos conocimientos surgieron antes de los orígenes de la Tierra, antes de la manifestación de la primera humanidad.
Desde ese lugar fueron enviados muchos espíritus, consciencias sabias que se formaron en el conocimiento y que le dieron al mundo la Instrucción a través de los tiempos.
La Instrucción debe ser considerada como la primera regla de la vida, la que siempre los llevará a enderezar el camino y a mantener la consciencia en lo Alto.
Hoy las Pléyades, como estrellas, se hacen presentes y vienen al encuentro de los autoconvocados para que ellos sientan en su interior los impulsos del Universo, impulsos que se revelarán para la manifestación del Plan de Dios en la humanidad.
Para estos tiempos críticos, las Pléyades siguen colaborando con su humanidad, siguen vertiendo sus conocimientos sobre la esfera de la Tierra para que en el plano espiritual todo sea concebido y, después, sea vivido por las consciencias humanas en esta superficie.
Que hoy puedan comprender cuantos sagrados conocimientos surgieron desde esas grandes estrellas de las Pléyades, las que de tiempo en tiempo emiten impulsos para todo el Universo, a fin de que las consciencias capten las informaciones que necesitan para poder crecer interiormente y así ser portadoras de la paz.
Atraigan hacia ustedes esa consciencia superior del conocimiento y de la Instrucción, porque así siempre tendrán en sus vidas esa mano extendida que será la guía de la Instrucción, la que llevará a forjar en sus verdaderos seres lo que vinieron a cumplir y a vivir en estos tiempos finales.
Es momento de que se reencienda en ustedes ese compromiso, ese recuerdo sagrado con el Universo y con toda su Instrucción.
La Instrucción es como el manantial que nunca se agota, es como el río que nunca deja de correr para bañar los campos y las florestas, para nutrir la tierra con sus riquezas y minerales.
Vean, entonces, ese conocimiento sagrado como algo vital, porque los últimos impulsos ya están llegando a la humanidad, están siendo derramados para la formación de la Nueva Humanidad.
Reciban desde ese lugar todo el amor de la Instrucción. Reciban en sus corazones el impulso de algo sagrado que viene para develar el nuevo ser y para traer hacia la consciencia la Verdad, sin permitir que ella se confunda ni tampoco se engañe por las supuestas instrucciones que llegarán por otros caminos.
Les dije una vez que por sus frutos los conocerán. La Instrucción será esa llave que revelará lo que está oculto y dejará en evidencia lo que no es verdadero.
Por eso cada palabra que viene del conocimiento y de la Instrucción es vital, porque hará de sus seres consciencias libres de sí mismas, de esa constante cadena de los errores de la raza de estos tiempos.
El conocimiento sagrado los ayudará a revertir el caos actual, los ayudará a transformarlo todo y a vivificarlo todo en la plenitud que el conocimiento y la Instrucción tienen, al provenir de la Fuente.
Que el Sol que puede despertar en sus corazones reconozca este legado.
Sagradas instrucciones de las Pléyades son enviadas a la humanidad para formar a los últimos discípulos, para hacer de cada consciencia un terafín del nuevo ciclo.
Los invito a revivir lo sagrado que existe en el Universo, lo que viene desde lugares tan lejanos del Cosmos para que reconozcan allí su verdadera identidad y así no se perturben por la vida material, por la condición humana, por los errores ni por el sufrimiento.
Que puedan encontrar ese portal de salida hacia el corazón de las Pléyades, en donde la primera regla de la Instrucción es la oración de los Sabios Espíritus que se han donado a través de los tiempos para servir a la humanidad, para ayudar a elevar la consciencia hacia el verdadero propósito y hacia el verdadero sentido de la existencia.
Vean, entonces, compañeros, la importancia del conocimiento en estos tiempos. Hay muchos que aún están en el desierto, buscando el agua de vida para saciar su sed, pero no la están encontrando por estar en sí mismos.
Ahora que he abierto esta Fuente para ustedes, vayan y beban, beban de este conocimiento como si fuera la última agua que hay en el planeta; beban, para entregarles los más maravillosos códigos del Universo y de la Hermandad, para traer hacia la consciencia el verdadero recuerdo de su compromiso firmado en el Universo como esencia original, como parte de un gran Proyecto que aún no terminó.
Comulguen, entonces, con las maravillas de las Pléyades y de su constelación.
Sientan el amor de las Pléyades palpitar en sus corazones y en esta sagrada sintonía emitan su rayo de gratitud a lo superior para que más llaves sean entregadas a la humanidad, para que más Cristos internos puedan despertar y así se muestren los talentos en todos los seres; talentos que estarán al servicio de su Maestro y Señor para el fin de estos tiempos y que unidos serán imprescindibles para la Obra de la redención.
Emitan, entonces, su canto de gratitud al Universo, que sus espíritus abracen esta llama del conocimiento y que la acojan en lo profundo de sus seres, a fin de que despierten las virtudes que son necesarias para retirar a la mayoría de la somnolencia espiritual y de la inercia.
Que los tesoros de la Pléyades hoy se muestren a los corazones simples.
Que la luz de las Pléyades se irradie a los corazones humildes y que las consciencias comulguen de lo que verdaderamente existe y siempre ha sido eterno.
Eso salvaguardará a las últimas Tribus de Israel, las que están en el mundo para cumplir la gran profecía del retorno de su Señor.
Sean valientes y digan “sí” con confianza.
Reciban este aliento y esta esperanza del Universo en momentos críticos de la humanidad y del planeta, para que los verdaderos atributos y principios de la vida evolutiva no se borren de la memoria de los hombres, sino que estén presentes para los tiempos más urgentes de la humanidad.
Recojo y guardo Mi Corazón en los que verdaderamente Me escuchan, en los que más allá de todo comprenden y se adhieren a Mi Propósito.
También oro por los que no Me comprenden y por los que no Me siguen, porque todo quedará en evidencia algún día y eso no está lejos de suceder.
Por eso rezo, por eso imploro y por eso invoco a Mi Padre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
“Colombia Humanitaria” es una misión que promueve la paz y el servicio humanitario por los más necesitados. En esta instancia, por todos los que están exiliados de su nación y se refugian en otros países en búsqueda de una nueva vida, lejos del horror y de los conflictos que ciertas naciones viven.
“Colombia Humanitaria” es una mano más que se tiende hacia la humanidad de la Tierra, a fin de que, como puente de servicio y de fraternidad, las almas reencuentren el sentido y la esperanza de ser parte de una nueva raza.
Esta misión constituye la síntesis de todas las misiones humanitarias realizadas en los últimos tiempos.
Dada la importante intervención de servicio y de ayuda social que realiza la Fraternidade, a través de su cuerpo de misioneros matrices y de misioneros en formación, esta nueva misión atenderá la otra parte de uno de los tantos desequilibrios sociales y humanitarios existentes.
La Fraternidade, como esencia misionera de servicio de amor incondicional por el que sufre, es llamada por la Consciencia de la Jerarquía Espiritual e Instructora para reunir sus esfuerzos humanitarios y espirituales con el fin de aliviar el sufrimiento humano e interno.
Las bases fraternas que ya manifestó la Fraternidade, atendiendo la crisis migratoria en Roraima, Brasil, abrieron las puertas de la consciencia para que el verdadero espíritu misionero y abnegado llegara esta vez a Colombia, para que esa red de luz, de servicio y, especialmente, de amor entre hermanos llegue a los que lo esperan y claman por él.
Para la nueva misión “Colombia Humanitaria” la Jerarquía ampliará la acción de su trabajo planetario y la Fraternidade, que estará unida a la ONU a través de ACNUR y de UNICEF, intentará reconstruir el espíritu humano y voluntario por medio de las obras de servicio y de asistencia social.
Con la presencia de la Orden monástica Gracia Misericordia, la vida misionera contará con el brazo de asistencia espiritual de unión y de contacto con la Jerarquía, para que todo lo que será removido y trabajado de la psiquis y del mundo interno de las consciencias encuentre un camino en donde pueda ser conducido y liberado.
La Fraternidade, asumiendo los dos frentes de trabajo planetario a través de la misión “Roraima Humanitaria” y ahora por medio de “Colombia Humanitaria”, a partir del próximo ciclo y en el transcurso del año 2019 comenzará a abrazar, con la vida misionera y junto a la Jerarquía, otros trabajos humanitarios en África, Asia y Oceanía.
La formación, la actualización y el adiestramiento para casos de emergencia de nuevos misioneros voluntarios ayudará en el porvenir de una nueva consciencia basada en la protección y el resguardo del semejante y del que más sufre.
Para esta misión inicial de “Colombia Humanitaria” la Campaña de la Juventud por la Paz y algunos de sus miembros serán convocados para participar y fundar las primeras bases, a fin de aliviar el dolor a través del amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Cuarto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
que mi alma sea capaz
de alcanzar la transparencia
en la consagración.
Que no me canse
de dar los pasos hacia Ti, Señor mío,
a fin de que vaya abandonando
todo aquello que una y otra vez
me separa de Ti.
Hazme, Señor,
despojado de mí mismo.
Que Tu sentimiento de Amor
y de Misericordia por el prójimo
sea mi sentimiento de amor
y de misericordia por los demás.
Libérame de las pesadas cadenas
que me hacen retroceder
y no me permiten avanzar.
Libera, Señor, mi corazón
de toda maldad, traición y desprecio.
Que aprenda a sostenerme en Ti,
para que consiga representarte
sobre la superficie de la Tierra.
Querido Jesús,
hazme ver todo más allá,
así como en verdad es.
Hazme comprender al semejante
así como Tú comprendiste y aceptaste
al que te rechazó, te martirizó y te humilló
a los pies de la Cruz.
Ayúdame, Señor,
a vivir el amor incondicional
y crístico.
Ayúdame a traspasar
las capas de las apariencias
y que pueda verte a Ti
en cada corazón humano.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Segundo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor de la Bondad,
aplaca la injusticia
que se muestra
ante Tus Ojos.
Alivia el dolor interno
de los que verdaderamente sufren.
Coloca Tu Amor consolador
en las almas enfermas,
y no dejes de guiarme
ni por un momento.
Amado Jesús,
sabes que somos débiles
y frágiles de espíritu,
sabes que llagamos Tu Corazón
una y otra vez con nuestros
indiferentes actos,
sabes que no hacemos lo que podemos
y sí hacemos lo que no debemos.
Paciente y amado Jesús,
ingresa profundamente
en nuestros corazones
y arranca de nosotros
toda soberbia y arrogancia,
para que libres de las prisiones de la vida
aprendamos, humildemente,
a consolarte y a adorarte.
Sostennos en nuestras caídas.
Protégenos en nuestras debilidades
y libéranos siempre de nosotros mismos
para que seamos dignos
de honrarte y de glorificarte
como Salvador y Redentor
de nuestras vidas.
Que no te abandonemos.
Que nos abandonemos en Ti, Señor,
para que se cumpla Tu Sagrada Voluntad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Primer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Jesús,
¿qué haré con tantas
Gracias en mi consciencia?
Te pido, amado Señor,
hazme digno de recibirlas,
una a una.
Haz mi corazón pequeño y humilde
para que tenga la dicha
de conocer Tus Prodigios.
Tú sabes, querido Jesús,
que no soy merecedor
de tantas misericordias.
Ayúdame a profundizar en el amor
así como Tú lo hiciste
en cada paso del Calvario.
¿Cómo poder amar, Señor,
lo que sería imperdonable?
Arranca de mi ser
todo el orgullo y toda la soberbia.
Que en cada momento,
querido Maestro,
yo pueda sostenerme en Ti
para que tenga la suficiente valentía,
como para poder traspasar
mis propios sentimientos,
mis más duras resistencias
y todos los obstáculos
que me separan de Ti
y de Tu Verdad.
Que pueda humillarme
cuantas veces sea necesario
para que en la resignación
de mi persona,
amado Señor,
yo pueda transformar
la condición humana
que siempre me ha condenado
y castigado.
Sagrado Libertador de la vida,
¡Bienaventurado Jesús!,
hazme nada en todo momento
y sométeme a Tu inalterable Voluntad,
para que cualquier vestigio
de poder personal se desvanezca
de mi consciencia y así pueda vivir
Tu grandiosa Voluntad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Décimo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Libera mi alma, querido Jesús,
de todas las invenciones del mundo,
que ella pueda despertar
a la pureza y al amor compasivo
por medio de Tu divina
y poderosa intercesión.
Señor, hazme libre
de resentimientos y de culpas.
Construye a través de mi servicio a Ti
todos los planes y dones
que Tú, amado Señor,
has pensado.
Conságrame a Ti, Señor,
aun en los momentos de prueba
y de desafíos de la vida.
Hazme partícipe
del Sacramento de la Reconciliación,
y que todos los días yo pueda
confesarme Contigo abiertamente
para que mi pequeño espíritu sea renovado
todo el tiempo que Tú,
Maestro del Amor,
consideres.
Abrázame, Señor,
en las noches de frío.
Cobíjame, Señor, en Tu regazo
para que cerca de Tu Corazón bondadoso
pueda adorarte como el gran Templo vivo
y divino de Dios.
Te doy las gracias
por concederme Tu eterna Paz.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Octavo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
¡Oh, Señor mío!,
hazme paciente y perseverante
así como Tú lo fuiste
en cada momento de Tu Pasión.
Que en todo pueda ver reflejada
la Divina Voluntad de Dios
y aunque a veces me parezca injusto, Señor,
permíteme todo el tiempo
ver el propósito de la Verdad
que emana en cada hecho.
Pequeño e invisible quiero ser, Señor Jesús,
así como Tú te hiciste pequeño
y simple en la humanidad.
Que mis pasos reflejen
la confianza absoluta
de poder seguirte.
Eleva mi consciencia
de estado y de vibración
para que a partir de ahora,
amado Jesús,
pueda encontrar el sentido
a todo lo que podría llegar a suceder.
Que mis oídos internos
no se cierren; que ellos se abran
así como se abre mi corazón
para reconocer Tu Presencia
en mis hermanos.
Ayúdame, Señor,
a comprender la vida
más allá de lo que ella es.
Ayúdame a vivenciar
cada prueba u obstáculo
con la importancia que tienen,
para alcanzar la trascendencia de mi ser.
Libérame de mí mismo
en todos los sentidos y formas.
Que seas Tú, Jesús mío,
el que actúes, procedas
y manifiestes la Suprema Voluntad
a fin de que algún día
aprenda a morir para mí mismo,
para que Tú, Sagrado Rey,
vivas en mí
para siempre.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Quinto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
libérame definitivamente
de mis miserias putrefactas.
Lávame completamente,
por dentro y por fuera,
con el Agua bendita
que brota de Tu Sagrado Corazón.
Límpiame y libérame
de todos los atavismos
para que renovado
por Tu Espíritu
consiga, de una vez y para siempre,
dar los pasos en Tu Camino redentor.
Descomprime las presiones de la vida.
Jesús mío,
coloca Tu santas Manos sobre mí
e imponiendo el poder
de todo el Universo
exorcízame, Señor,
para que finalmente
me libere de las amarras
y de todas las prisiones de la vida.
Déjame a Tu lado, Señor.
Déjame cerca de Ti
y renuévame todo el tiempo
sin que pierda la Gracia
de transformarme día a día.
Bajo Tu Luz paternal
cierra todas las puertas inciertas
que se hayan podido abrir.
Cierra dentro de mí
cualquier estado incierto
que me separe de Tu Divino Amor.
Concédeme, Señor,
la oportunidad de vivirte y de sentirte.
Concédeme la Gracia
de poder estar en comunión Contigo
después de haber sido purificado.
Concédeme la Misericordia que necesito
para poder aprender a perdonarme a mí mismo
y a mis hermanos.
Construye en mí, Señor,
la Nueva Hermandad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esa alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Decimosegundo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
En las horas más difíciles
es cuando más te necesito, Señor,
para que me liberes de caer en tentación
y en el mar perverso de los deseos.
En las horas más difíciles, Señor amado,
es cuando más te necesito,
para que me enseñes a salir,
con victoria y humildad,
de la tempestad interior.
En las horas más difíciles, Señor,
es cuando más te busco,
para que me tiendas
Tu sagrada Mano
y me guíes por el camino
que Tú estás recorriendo.
En las horas más difíciles, Señor,
es cuando más te llamo,
para que Tu Corazón sea el farol
que ilumine mis caminos,
y así, evite tropezar
con mis propios defectos.
En las horas más difíciles, Señor,
es cuando yo te invoco,
porque sé que Tu Espíritu me salvará
y vendrá en auxilio de Tus ovejas.
En las horas más difíciles, Señor,
es cuando más te imploro,
porque, a pesar de todas las pruebas,
sé que nunca me abandonarás
y que estarás a mi lado
para ayudarme y confortarme.
En las horas más difíciles, Señor,
solo busco la forma y el modo
de permanecer en Tu Sagrado Corazón,
porque así toda adversidad
y duda se disolverán
y reinarán Tu grandiosa soberanía
y Tu majestuoso Amor consolador.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Decimoprimer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Levántame, Señor, del suelo
aunque caiga en tentación,
así como Tú levantaste a María Magdalena
del suelo de la perdición.
Libérame, Señor,
de los asedios y de los embates.
Templa mi corazón
para que yo reciba de Ti
la fortaleza que ahora busco
y que necesito.
Ayúdame, Amado mío,
a encontrar el paraíso interior.
Ayúdame en las horas difíciles y duras
a solo mirar al horizonte,
para que por un instante
sienta en mi interior
Tu Retorno.
Que pueda sentir,
querido Jesús,
que todo esfuerzo por Ti
vale la pena,
que a pesar de las tempestades
internas y externas,
siempre estás presente,
imponiendo sobre mí
Tus Sagradas Manos
de bendición y de cura.
Y bajo el soplo divino del Espíritu Santo,
querido Jesús,
que tenga claridad y discernimiento
en las decisiones de la vida.
Que nunca me canse de buscar
la consagración a Tu Divino Corazón.
Que en todo momento
Tu confianza y Tu Amor me invadan
para que aprenda como Tú,
amado Señor,
a levantarme del suelo
y a seguir, con paciencia,
cargando con mi propia cruz
hasta alcanzar la sagrada victoria
que me dará Tu redención.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Noveno poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Aunque mi alma, Señor,
sea pobre e imperfecta
te ruego, amado Jesús,
que te sirvas de ella
para poder llevar adelante
Tu infinita y prodigiosa
Obra de Amor y de Redención.
Querido Jesús,
que esta alma débil
y frágil se fortalezca.
Que Tu Fuego Divino, Señor,
me lleve a encontrar, algún día,
el sagrado Don de Tu inocencia,
para que yo también,
conforme a los designios,
pueda despertar
el Don semejante
a Tu Pureza interior.
Hazme manso, Jesús.
Hazme humilde
y sobre todo verdadero,
para que en estos ojos imperfectos
se refleje Tu Mirada amorosa y pacífica,
a fin de que las almas más solitarias y sufridas
encuentren, a través de mi ofrenda,
Tu poderosa Presencia Celestial.
Para eso, Señor,
libérame de mis deseos,
libérame de toda ostentación y querer.
Que sea mi corazón tan simple como el Tuyo.
Porque mi único deseo, querido Jesús,
es agradarte y compartir Contigo
la pesada Cruz que Tú
aún cargas por el mundo.
Escucha mi plegaria, Señor,
y hazme, una vez más,
digno de estar ante Ti.
Porque, por más
que aún no comprenda
el poder de Tus misterios,
acepto con amor
todas Tus Divinas Voluntades.
Que hoy se cumpla en mí, Señor,
Tu Celestial Proyecto,
para que algún día puedas testimoniar
a través de mí, Tu Obra de Redención
ante el Padre Celestial.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Octavo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Libérame, Señor,
del miedo a cualquier dolor
que deba enfrentar.
Que esa liberación,
que solo Tú me concederás por Tu Gracia,
me ayude a aprender del sufrimiento
y a no temerle.
Porque sé, Señor,
que en todo existe un porqué,
y Tú, Amado mío, nos das la sabiduría
para poder comprenderlo y aceptarlo
así como Tú lo aceptaste silenciosa
y humildemente en el Huerto Getsemaní.
Concédeme, Señor,
la oportunidad de ver
la santa redención en todo lugar
y cómo el poderoso Amor de Tu Corazón
todo lo transforma y todo lo sana.
Quédate conmigo, Señor,
en todo momento,
al menos hasta que yo aprenda
a reconocer Tu Voluntad
y a cumplirla paso a paso.
Déjame, en las horas difíciles y amargas,
estar cerca de Ti, solo para contemplarte
en el poder luminoso de Tu Santa Eucaristía.
Que por medio de esa ofrenda, Señor,
encuentre fortaleza y mucho coraje, todos los días,
para pasar por encima
de mis ideas, gustos y satisfacciones.
Haz que me rinda, Señor, a Tus Pies,
para que mi orgullo,
vanidad y soberbia los besen
y toda adversidad o egoísmo interior
sean disueltos por el bálsamo de Tu Luz.
Confío en Ti, querido Jesús.
Tú que conoces mis flaquezas,
transfórmalas a todas,
aunque mi sacrificio solo sea
un pequeño grano de arena
en este vasto Universo.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Quinto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Expiraste, Jesús mío, en lo alto de la Cruz
y entregaste Tu Espíritu en las Manos de Dios.
Hoy, ante Tu misericordiosa Presencia,
te entrego toda mi vida, mi alma y mi voluntad,
para que según Tus Principios de Amor y de Luz
proyectes en esta pequeña vida
los tesoros sagrados del Paraíso.
Jesús mío,
hazme siempre pequeño y semejante a Ti,
como lo hiciste con Juan, el apóstol y profeta,
para que yo pueda conocer las grandezas
de Tu Misericordia y de Tu Piedad.
Vacíame por dentro completamente,
para que algún día me pueda rendir a Tus designios
con total apertura y entrega incondicional.
No me dejes, Señor, caer en tentación.
Libérame de los asedios,
libérame de las ilusiones.
Enciende en mi alma
el fuego sagrado del Espíritu Santo.
Porque así te daré a conocer en el mundo,
así como Tú, Esposo mío,
te has dado a conocer
con todos Tus misterios celestiales
a mi pequeñísimo corazón.
Ayúdame, amado Jesús,
a reconocer Tu Voluntad
hasta en los más pequeños detalles.
No dejes de guiarme
ni de bendecirme en ningún momento.
Borra de mi memoria todos los errores
y los miedos al fracaso.
Que me valga, Señor, Tu eterna confianza
para que, algún día, sea digno
de presenciar Tu Retorno.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Cuarto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Ante todo, amado Jesús,
libérame de las cadenas y de las amarras de los deseos,
para que mi condición humana sea completamente purificada.
Que por medio de Tu Cuerpo y de Tu Sangre,
yo alcance la sublimación de las células y de toda la materia.
Que me vuelva tan cristalino entre Tus Manos
para que Tú, Señor mío,
puedas usar mi consciencia
como un sagrado espejo,
y todos los atributos de Tu Corazón
sean derramados en las almas de esta humanidad.
Que el Amor de Tu Corazón se dé a conocer al mundo
por intermedio del sacrificio de mi vida y de toda mi consciencia.
Para eso, Señor, fielmente hazme partícipe
de Tus Sagrados Sacramentos
para que en cada uno de ellos
encuentre el motivo de tornar mi vida
cada día más sagrada y elevada.
Retira de mi consciencia, querido Jesús,
esos aspectos inferiores que me dominan y que rigen mi vida,
porque solo espero y aguardo que Tu Divina Luz
se haga presente en los espacios y rincones más profundos de mi ser,
a fin de que me reveles la verdadera realidad de la consciencia
y, en constante ofrenda, yo pueda transformarlo todo.
Hazme semejante a los apóstoles,
en consagración y en entrega.
Déjame, Señor, que te pueda demostrar
hasta en los pequeños detalles,
cómo es que te amo y cuánto te amo
a través de mis hermanos.
Que todo esto no sea el medio ni la forma
para vanagloriar mi consciencia
y menos aún para hacerla lucir ante los demás.
Vacíame de mí completamente, Divino Jesús,
que en todo pueda servirte.
Pero concédeme la Gracia de un servicio anónimo y silencioso
para que los demás corazones Te puedan encontrar antes que yo
y que yo solo sea el modelo según Tus Principios y Designios.
Bendecido Jesús,
convierte todo aquello que no consigo transformar
y guíame hasta que pueda caminar a Tu lado
con total confianza y entrega.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo Mensaje
Quisiera que el mundo comprendiera lo que Yo vivo y lo que siento, pero sé que es muy desconocido para la mayoría de Mis compañeros poder comprender lo que verdaderamente necesito para este ciclo, en el que la humanidad agoniza hora tras hora, tiempo tras tiempo.
He venido aquí para compartir lo que Soy y todo lo que tengo.
No vengo a pedir lo que el mundo no Me puede dar, sino que vengo a pedir lo que el mundo Me puede entregar.
Cuando están vacíos, todo Yo lo puedo hacer y aún más Mi Misericordia se puede derramar en aquellos que escuchan Mi Voz y Mi Palabra y la hacen parte de sí en cada momento de la vida, como en cada oportunidad de servir para ampliar la consciencia en los grados del amor y del perdón.
Lo que Dios Nos ha enviado a hacer aquí, a Portugal, y en Europa, es muy grande, algo que no será palpable a la vista de muchos, sino que será conocido por los que abran su corazón para poder comprender la Obra de la Jerarquía y cómo la Jerarquía Espiritual la construye, de ciclo en ciclo y por intermedio de los servidores.
Que no les falten ganas de poder conocer Mis Misterios.
Que no les falte motivación de poder cumplir Mis designios.
Que no les falte ánimo de poder llevar adelante Mi Voluntad.
Porque todo lo que Yo tengo pensado, Pensamiento que proviene de la Mente Divina del Padre, se deberá cumplir, para que, por medio del amor a la cruz que muchos viven la humanidad pueda redimirse de verdad y sin prejuicios.
Por eso Mi Misericordia es la Fuente que todo lo concede y que todo lo realiza.
Recuerden que no pueden llegar al Padre sino a través de Mí.
Y para llegar al Padre a través de Mí, deben pasar por la Fuente de Mi Divina Misericordia, para que se den cuenta y perciban que se deben perdonar a sí mismos y deben perdonar a los demás.
Deben perdonar el pasado y perdonar el presente.
Deben perdonar todo lo que es interno y también lo que es externo.
Deben perdonar lo que no aceptan y deben perdonar lo que les duele.
Así el mundo podrá cambiar y no será necesario sufrir más, no será necesario que algunas almas se ofrezcan al sufrimiento y a ese estado tan desconocido por el mundo.
Cruzar la puerta del sufrimiento por el mundo es cruzar la Puerta hacia Mi Corazón, hacia un espacio en donde muchos, en estos tiempos, no quieren ver la realidad por temer conocerla profundamente.
Pero si Yo Me ofrecí a la Cruz por ustedes, no habrá nada que temer.
Yo les ofrezco incansablemente que Me ayuden a cargar con esa cruz que es la cruz del mundo, la cruz de la Redención y de la Misericordia, la cruz del despertar y de la elevación de la consciencia.
Pero esa cruz que Yo les ofrezco a cada una de sus vidas es una cruz que debe ser liberada, y eso comienza en ustedes mismos, para que después se pueda dar en el mundo y especialmente en la humanidad.
Liberar a la humanidad de sus sufrimientos es algo muy grande y desconocido.
Por eso muy pocos son los convocados para esa tarea, para esa misión especial, de la que no se tiene total consciencia de lo que significa y de lo que representa; pero sí se tiene consciencia al poder sentir y percibir lo que se vive, paso a paso.
Por medio de Mi Misericordia necesito reparar el mundo y sustituir las corrientes negativas que aprisionan a la humanidad cada vez más.
Con su sí Yo podré hacer muchas más cosas.
Con su donación Yo podré conceder muchas más Gracias.
Con su incondicionalidad Yo podré socorrer y auxiliar al mundo y a los que Me dan las espaldas, a los que Me niegan, a los que ofenden a Dios por medio de sus ejemplos y modos de vida.
Hasta que la humanidad no aprenda a amar verdaderamente, deberá pasar por la Ley del Sufrimiento. Yo vine al mundo para poder enseñarles cómo liberarse de ella e ingresar en la Ley de Mi Gracia y de Mi Misericordia.
Aún de Mi Costado sigue brotando la Sangre Preciosa de su Maestro y Señor. Esa Sangre se derrama sobre el mundo y sobre la consciencia de la humanidad para poder justificar, por medio de todos los orantes que invocan Mi Divina Misericordia, los gravísimos errores y ultrajes que el mundo comete hoy, en estos tiempos críticos.
Por medio de la Sangre que brota de Mi Costado vengo a justificar los errores de las naciones, de los pueblos y de toda la humanidad, de cada uno de los seres que vive sobre la superficie de este planeta.
Por medio de Mi Sangre vengo a justificar y a reparar las cosas ante Dios, los hechos que someten y condenan el corazón de los hombres y la vida de todas las criaturas.
Porque desde el Huerto Getsemaní, en ese momento tan agudo para la Vida de su Señor, Yo ya sabía que este momento llegaría y que debería estar presente para testimoniar lo que Mi Padre, una vez, allí Me mostró.
Pero también vengo a testimoniar la Obra de Mi Misericordia que trasciende los tiempos y las formas, los modos de vida y las costumbres.
Vengo a testimoniar a los que en estos tiempos Me siguen y se congregan en torno a su Señor para confirmar Su Presencia en el mundo y especialmente en los corazones, en la esencia divina de cada ser, a pesar de la corrupción de estos tiempos y de las injurias de muchos, de muchos hijos de Dios.
Vengo, por medio de la sangre que brota en Mi Costado en este momento, a reparar Mi Iglesia, que como ven se está derrumbando.
Por eso, son llamados a estar adheridos a este momento junto a su Maestro y Señor; a hacer algo por los demás, algo más verdadero y profundo que pueda traer cura a las almas y los corazones heridos que una vez creyeron en Mi Iglesia y la han desahuciado por sus hechos y experiencias.
Vengo a renovar, en este día, el Sacrificio del Cordero de Dios para que no existan más corderos inmolados en este tiempo final.
Porque la Sangre que derramó su Señor de Su Costado ha sido suficiente, a fin de que ese testimonio de amor perdurara a lo largo de los tiempos y hasta el momento de Su Retorno por segunda vez a la humanidad.
Renueven el Sacrificio del Cordero de Dios todos los días.
No se olviden que el pan y el vino siempre deben estar en la mesa de su Redentor para que día tras día, momento tras momento, comulguen de Mi Cuerpo y de Mi Sangre. Así la vida será renovada a pesar de los acontecimientos y de las crueldades de este tiempo final.
Quisiera que comprendieran, compañeros Míos, de forma universal y de una manera más profunda y abierta, que el legado que testimonió su Maestro y Señor junto a Sus apóstoles en la Última Cena no puede perderse, no podrá desaparecer ni desvanecerse del corazón de los hombres.
Hasta ahora no he revelado lo que verdaderamente pasó en la Última Cena a nivel de la Consciencia del Espíritu y del Universo Celestial, pero ese momento se aproxima, esa hora está llegando, es el último Don que Yo le entregaré al mundo para la verdadera expresión de la vida sacerdotal y crística en las almas.
Sepan que ese legado siempre deberá ser su tesoro, su inspiración y su vida.
Que la comunión con Cristo no sea olvidada, ni un solo día, aunque sus cuerpos ya no puedan más.
Refúgiense en Mi Corazón y todo pasará.
La Llama de Mi Amor es más fuerte que todas las maldades del mundo y que todos los agravios.
Yo puedo transformar lo que ustedes no consiguen, si Me lo permiten. Pero mientras no Me lo permitan, como el mundo en su mayoría no Me lo permite, Mi sed aún será muy grande y amarga.
Sentiré la amargura, en este tiempo, más grande que cuando Me dieron de beber hiel en la Cruz. Ese es el símbolo de la indiferencia de la humanidad que deberá ser extirpada de la consciencia de los hombres y de las mujeres de la Tierra, para que exista una extraordinaria Gracia de despertar y de tener consciencia de lo que en verdad es vivir el Plan de Dios sobre la Tierra. Por eso, su valentía será imprescindible en estos tiempos.
Que su fuego interior nunca se apague y que su llama interior encandile las tinieblas que permean la Tierra por su inseguridad y su ofensa.
Por eso he dicho que esta será la Maratón del sacrificio, el momento de poder entregar el corazón en Mis Manos para que Yo lo pueda ofrecer como testimonio justificable ante Mi Padre y Su Reino por los agravios del mundo y la indiferencia.
Que nadie pierda la oportunidad de comprender lo que estoy diciendo y expresando.
Que nadie pierda la oportunidad de recordar Mis Palabras y de hacerlas parte de sí, porque estas son las últimas palabras que le estoy diciendo al mundo antes de que todo suceda.
Esa es la razón por la cual vengo con Mi Divina Misericordia, intentando expandirla y extenderla en el tiempo, aunque no haya tiempo, para que las almas ingresen en el Océano de Mi Amor y de la reparación, para que la cura se conceda en todos los espíritus.
No dejen de ayudarme en esta Peregrinación por la Paz, porque no será solo la paz que les daremos, sino también la consciencia de saber que es tiempo de cambiar y de vivir los Mandamientos de Dios como fueron escritos en el principio.
Eso renovará Mi Iglesia, eso le concederá a las almas la Gracia de volver a vivirme plenamente.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus mundos internos.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus almas.
Que la Sangre de Mi Costado se derrame completamente sobre ustedes, para que el Sacrificio del Cordero sea aún más justificable ante la Creación.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Primer Mensaje
Que estar Conmigo no sea un compromiso, sino una necesidad esencial para estos tiempos.
Yo no vengo a pedir lo imposible, sino lo que en verdad Me pueden dar, porque lo veo y lo siento.
Al igual que Mi Madre del Cielo, hoy piso con Mis Pies la cabeza de la serpiente de la maldición, la serpiente usurpadora e invasora, y así libero los infiernos, a las almas y, sobre todo, a los pueblos.
Hoy Mi Obra comienza aquí, en este lugar de Portugal, porque también necesita de Mi Misericordia; a pesar de todos los hechos que hayan sucedido en otros tiempos y de todas las Gracias que hayan descendido sobre este país.
Pero ahora estamos en un momento definitivo, en el que la participación de cada uno de Mis compañeros es esencial.
Esa es la respuesta que Yo recibiré de ustedes para seguir llevando adelante Mi Obra, esta vez en esta parte del mundo, en Europa, pero también en otros lugares en donde se necesita Mi Divina Misericordia para poder seguir adelante.
Ahora le llegó el momento a Mis compañeros de darlo todo por amor, y este mensaje es para todos.
Llegó el momento de que se igualen a Mí, que sean tan semejantes a Mí, no solo en el espíritu sino también en las obras.
Mientras estoy con ustedes descomprimo a la humanidad del mal, y permito que las almas se sumerjan en el Océano Infinito de Mi Misericordia.
Será importante que todos puedan entrar a ella, porque la Fuente se está cerrando mientras se aproxima la Justicia Divina.
Será importante que todos los que puedan estén a salvo, porque así podré dar testimonio ante Mi Padre, de que las almas responden a Mis pedidos y a Mis comandos.
Estoy aquí no solo por Portugal, sino también por toda Europa que debe despertar a la esencia de Mi Divina Misericordia; y para poder despertar a la esencia de Mi Misericordia deberá comprenderla y, sobre todo, vivirla en estos tiempos tan cruciales en los que luchan el amor y la indiferencia.
Necesito que sean parte de esa Fuente de la Misericordia mientras estén aquí, en este planeta y formando parte de esta humanidad.
Que cada acto o cada sentir sea parte de Mi Divina Misericordia.
Que cada ofrecimiento o donación de ustedes sea parte de Mi Divina Misericordia para que Mi Cruz Redentora pueda triunfar una vez más.
Ya estamos en el tiempo y, por medio de esta Peregrinación, estamos ingresando al momento más culminante de la humanidad, en el que ya no habrá más qué escoger, sino un solo camino que seguir, que es el camino hacia Mi Corazón, el que Yo le ofrezco incansablemente al mundo, para que las almas se sirvan de Mis méritos y de todos los tesoros que el propio Padre le ha concedido a Mi Consciencia Divina.
Pero ustedes saben, compañeros, que por más que Yo esté en el Cielo, Yo Soy igual que ustedes, como hombre, como alma y espíritu; que Mi Cuerpo resucitado y toda Mi Consciencia subieron a los Cielos para estar protegidos de estos tiempos y, especialmente, para prepararse para el momento del gran retorno a la humanidad.
Estamos en esa transición y en ese camino, estamos a la espera de ese gran momento en el que todo se desencadenará, dentro y fuera de las criaturas.
Mientras tanto, beban de la Fuente de Mi Misericordia para que se puedan purificar y limpiar.
Que sus actos estén llenos de amor.
Que sus palabras estén llenas de sabiduría y no de vibraciones bajas.
Que sus obras estén llenas de caridad y de Misericordia.
Que sus gestos sean gestos de luz y de elevación de su consciencia y de la consciencia de toda la humanidad, para que cuando Yo vuelva los pueda encontrar transformados, sin necesidad de purificarlos un poco más ni de pedirles que permanezcan un tiempo más en la Tierra y no puedan volver Conmigo al Cielo.
Lo que Yo les digo en este momento no es simbólico, es una verdad que emana Mi Corazón.
Cuando Yo retorne al mundo, a muchas, a muchas almas les costará reconocerme porque retornaré diferente a cómo Yo Me fui al Universo.
Pero Mi Voz sí será reconocida. Mi Corazón Glorificado y vivo sí será visto, y todos podrán ser testigos de Mis cinco principales Llagas de Luz, que Yo impartiré como la luz de más que cientos de soles para bendecir a la Tierra y convertirla en redención.
Cuando todo eso esté por suceder los corazones ya deberán estar limpios, sin arrogancia, sin orgullo, sin soberbia y, sobre todo, sin maldad; porque para que el Reino de Dios entre en ustedes, ustedes deberán ser dignos del Reino de Dios.
Y el Reino de Dios podrá entrar en ustedes cuando sus corazones estén limpios de sí y llenos de la entrega que compartirán con su Maestro y Señor, transmutando y liberando el dolor del mundo y el sufrimiento que aprisiona y hace agonizar a las almas.
Esta es la cruz que Yo les ofrezco a muy pocos, porque la recompensa, que no será de este mundo, es muy grande para quien la cargue junto Conmigo y con valentía.
Llegó el momento de que la cruz de esta humanidad, que ha sido pervertida y ultrajada, se redima y resplandezca como victoria de Luz y de Amor, de Unidad y de Hermandad, tan semejante a la Cruz en la cual Yo fui clavado en lo alto del Monte Calvario; en esa redención se unirán a la Esencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Pero aún hay mucho por hacer, hay mucho por hacer con tan pocos.
Sin embargo, la Fuerza de Mi Espíritu no les faltará; porque quien está en Mí, Mi Espíritu lo tornará invencible y le dará la fuerza para poder hacerlo todo, según Mis designios y Mi Voluntad.
Es así que hoy les digo, compañeros, especialmente a los que escuchan este mensaje en este primer día de Maratón, que se han esforzado y han madrugado para recibirme en sus corazones del otro lado del mundo, que con esos Yo contaré, porque no serán corazones tibios ni fríos, serán corazones en los que Yo podré confiar infinitamente y sin excepciones, sin justificaciones y sin reclamos.
Les vuelvo a decir que es hora de darlo todo por los que no lo dan; y cuando llegue el tiempo de Mi regreso, serán bienaventurados como los que están en los Cielos, serán reconocidos a causa de haber sufrido y padecido por Mí, al igual que tantos santos y tantos servidores de los últimos tiempos.
Que esta Maratón de la Divina Misericordia sea la maratón del sacrificio y de la institución del Divino Perdón entre los pueblos y las naciones que se conquistaron y se lastimaron, transgrediendo las Leyes de Dios y los atributos de la evolución.
Que, por medio de la Fuente y del Océano de Mi Divina e Insondable Misericordia, las heridas más profundas del sufrimiento humano sean cerradas, desde el momento de Mi Ascensión hasta el presente.
Confío, confío en lo que Me podrán dar, porque lo que Me han dado hasta ahora ha concedido esta Gracia tan importante de que ustedes estén aquí, junto a Mí, para seguir los caminos del perdón y de la redención.
Escucha, Padre, la voz de los que siempre están Contigo.
Escucha la voz de los que claman por Tu Voluntad y por Tu Gracia.
Que todo sea renovado, Padre, desde lo más íntimo hasta lo más superficial.
Que todo sea curado, Padre, desde lo más pequeño hasta lo más grande.
Porque en todo Tú Te encuentras, Adonai.
Porque en todo Tú vibras, Emmanuel.
Y Tu Espíritu está presente, Abba, en todas las dimensiones.
Que las almas más sedientas y perdidas encuentren Tu Luz por medio de esta oferta a la Divina Misericordia de Mi Corazón, y así estaré cumpliendo, amado Padre, junto a Mis hermanos, la promesa de volver a hacer triunfar Mi Cruz en el mundo. Amén.
Que la Luz del Espíritu Santo los bendiga y que el Espíritu Santo los guíe por medio del Don de Su Sabiduría y Discernimiento.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hermanos confederados:
Su Maestro y Señor de la Misericordia toca nuevamente, con Sus Pies de humildad, tierras portuguesas a fin de que sus corazones se preparen para las diferentes fases de la liberación que el Señor del Universo realizará dentro de la Comunidad Europea.
Esa es la razón por la cual vuestra Madre, y la Mía, ha escogido esta nación para comenzar, porque desde aquí podrán recibir los impulsos necesarios para que toda la misión se desarrolle como está prevista.
Por eso, todo lo que le ofrezcan a Dios, por más pequeño que parezca, ayudará y contribuirá mucho para que no solo las naciones que visitaremos, sino también toda Europa, reciban la ayuda espiritual que está pensada por lo Alto desde el principio.
Ahora, su Maestro y Señor, en un lugar tan semejante al Huerto Getsemaní, se prepara para comenzar inmediatamente con la misión encomendada por el Divino Padre.
Es así que he escogido retirarme estos días, dentro de los valles de la región de Algarve para que, entre los olivos, pueda reflexionar sobre los próximos pasos de la operación de rescate para Europa.
Desde ahora, agradezco su compañía y unión Conmigo en esta sagrada misión.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice con Su Luz eterna,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo Mensaje
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que hoy sea escuchada la Voz del Señor de Egipto, porque hay un pueblo que clama por liberación, piedad y redención. Hay un pueblo que grita por justicia, Misericordia y paz.
Esto no es por falta de ayuda divina ni de ayuda suprema. Esto es parte de lo que genera la propia humanidad entre los pueblos y las naciones, entre las razas y las culturas.
Desde el Desierto del Sahara que sea escuchada la voz del Señor de Egipto, que hoy presenta su Trono de Sabiduría y de Poder para traer Justicia al mundo, Justicia que equilibrará al planeta y a la humanidad. Por eso deben rezar como lo están haciendo, todos los días.
La Voz del Señor de Egipto viene a traer Justicia al mundo, por las peticiones de su pueblo y de su cultura, por los ruegos de los simples y de los humildes.
Que ya no existan diferencias entre razas y religiones, entre creencias y doctrinas.
La Voz del Señor de Egipto viene a unificarlo todo, desde el principio al fin; viene a revelarles que en esencia todos son uno. Y en esa unidad todos provienen de Dios, del mismo Padre que los ha creado, del mismo Universo que los ha manifestado, del mismo Amor que los ha expresado en infinidad de formas y manifestaciones.
Todos son uno en esencia y en esa unidad existe el Amor que trasciende las fronteras, las culturas y los pueblos.
La Voz del Señor de Egipto viene a revelarles un tiempo de gran purificación planetaria. Un tiempo que ninguna otra raza ha vivido en otra era o en otro siglo.
Yo vengo como el Señor de Egipto para hablarles en el nombre del Amor, y también para demostrarles que Yo estoy en todo, no solo en el cristianismo.
Yo soy parte de Dios y de Dios provengo. Soy parte de Su Emanación Divina y de Su Propósito para este y otros Universos.
Esta es la Voz que les habla, la Voz del Señor de Egipto que estuvo antes con ustedes y que ahora está con ustedes para dar continuidad al Propósito de Dios.
Que ningún pueblo, cultura, raza o nación olvide que cada ser primero es una esencia, antes de ser materia, que son parte de una Fuente original y de un principio que debe cumplirse en ustedes para que pueda cumplirse en el mundo.
Los que se creen poderosos y hacen las guerras, no ganarán. Los que sufren y padecen las consecuencias son los que triunfarán.
Porque el Amor siempre lo podrá todo. El Amor todo lo renovará y no importarán las creencias o las religiones, sino la esencia que unirá a los pueblos y a las naciones, en donde no habrá distinción de cultura, de raza o de color.
Yo vengo a demostrarle a Mi Iglesia que también estoy en los que no creen en Cristo. Porque en verdad no creen porque no Me saben, porque no Me han sentido y tampoco Me han vivido, como ustedes alguna vez Me vivieron o Me conocieron.
Expandan ese Amor que Yo les traigo al mundo para que el mundo pueda tener una oportunidad y recapacite.
Por eso, desde el Desierto del Sahara Mi Voz es proclamada para que los cristianos, árabes y musulmanes Me escuchen como el único Dios, como la emanación del Hijo Primogénito, como Aquel que ha renovado en el pasado todos los tiempos a través de la Cruz.
Llegará un momento en el que todos se encontrarán en un mismo camino y juntos como pueblos, culturas, religiones y naciones deberán cruzar el último portal, porque no habrá otro; no habrá qué portal escoger o qué puerta cruzar, sino solo una que es la puerta de Mi Corazón.
Allí todos se entenderán y tendrán la claridad en el fin de los tiempos de que Yo siempre he sido el mismo, desde el Alfa hasta el Omega, y que Mi Presencia Divina y Omnipotente ha estado en todos; aunque en la mayoría ha estado escondida, aún por despertar.
Si vengo como el Señor de Egipto es para que sepan que Mi Amor Crístico está en los demás y no en tan pocos o en los que creen retenerme proclamando Mi Nombre.
Yo soy el Hijo del Dios Vivo, pero también Dios es en Mí como en Mis hermanos.
Dios, Abba o Alá está en todos como está escrito en todos los Libros Sagrados.
Porque llegará un día en que el conocimiento escrito en los Libros Sagrados será uno, cuando la humanidad reciba la revelación de que un solo Dios siempre estuvo en todo lo creado, como en todos los tiempos, atravesando todas las generaciones, todas las culturas y todos los pueblos. Y sabrán que Él ha intentado expresarse y mostrarse en todos los lugares, así como en todos los rincones de este planeta.
Y así, conociendo esta revelación, comprenderán su filiación con el Padre y se unirán a la Fuente. En ese momento no será necesario hacer más guerras ni crear más conflictos por bienes materiales o por dogmas espirituales. En ese momento, Yo ya estaré presente en el mundo y dentro de la humanidad.
Pero, como en el pasado, el Dios Vivo en el Hijo amado se mostrará a pequeños grupos antes de mostrarse al mundo entero, y todo lo que habrá sucedido por medio de las religiones y de esta Obra será comprendido.
Los que no lo aceptaban, lo reconocerán. Los que se apartaron, se avergonzarán por haberme abandonado. Los que persistieron y persistirán hasta el final, gozarán de Mi Espíritu, algo que será desconocido.
Será el último impulso revelado por su Maestro y Señor a Sus discípulos, a todos los que tengan fe en Mi Nombre y en Mi Palabra.
Y todo lo que habrá sido difícil, costoso y sacrificado para los Míos, será comprendido y tendrá un sentido.
Las angustias vividas, las tristezas que los oprimían, la amargura sentida por los corazones que se han apartado serán comprendidas, porque es parte de un propósito y de una historia que Yo estoy escribiendo en este mundo y, principalmente, en sus corazones.
Cuando todos tengan consciencia de lo que ha hecho Mi Obra a través de las almas, muchos se arrepentirán tarde; pero los que están Conmigo se alegrarán por haber tenido plena confianza en Mi Mensaje y en Mi impulso de Luz.
Por eso coloco Mi Obra en los lugares más difíciles para que se cumpla y, al menos, en el espíritu de cada lugar se siembre la paz.
Por eso, todo lo que ofrezcan a su Señor por esta Obra tendrá un valor incalculable a los ojos de los hombres del mundo.
En este tiempo está escrito: el Señor de Egipto, el Señor de Oriente, le quitará el poder a los que creen tenerlo y le dará Sus tesoros a los que han sufrido por injusticia y desigualdad; y la Tierra Prometida, que mora en el Corazón de Cristo, será revelada a los que con esfuerzo han seguido Sus pasos rumbo al camino de la Luz y de la unidad.
En esa hora Yo uniré todo, culturas, pueblos, creencias, religiones y razas; y todos escucharán al Maestro y Señor en una sola lengua, en Su lengua original que reverbera en el Universo y que hace eco en los espacios más profundos del Cosmos, como una melodía mántrica que, en impulso de vibración y de luz, renueva todo lo que toca y transforma todo lo imposible.
La Voz del Hijo del Hombre, la Voz del Señor de Egipto, será como un trueno que iluminará las cúspides de las Iglesias de la Tierra, sin preferencia de lugar ni de personas.
Porque en el momento menos pensado, el Señor de Egipto se mostrará y en Su Corazón, como en Su Faz Divina y Trina, traerá la síntesis de toda Su experiencia vivida en la Tierra como en el Cielo, para que así una Nueva Humanidad pueda comenzar.
Mientras tanto, escuchen la Voz del Señor de Egipto que les dice: no se cansen de trabajar para Dios, porque Dios siempre les dará Sus tesoros a los que viven Su Palabra de verdad y sin prejuicios.
Por eso, que el amor abunde en estos tiempos para que millones de heridas sean cerradas en los corazones que sufren por diferentes razones y motivos.
Cuando comprendan la esencia del Propósito de Dios muchos se sorprenderán por lo que conocerán, porque sabrán algo que nunca han sabido; porque se revelará algo que nunca vieron y será claro para todos, no existirá duda, interpretación ni espejismo. Porque cuando el Señor de Egipto retorne al mundo con Su verdadera Faz, todo estará consumado.
Que cada rezo sea valorado. Que cada cuenta ofrecida sea contemplada. Que cada oración ofrecida sea colocada a los Pies del Creador por los que se apartaron de Mí, sin comprenderlo todo; porque lo único que deseo para todos Mis compañeros es que siempre vean la verdad y que en la verdad vivan para algún día ser libres de sí mismos.
Agradezco a los que persisten, a los que son sinceros y transparentes, a los que no temen asumir sus errores y pedir perdón a sus hermanos y a Dios.
Agradezco a los que aceptan sin comprender, porque algún día lo comprenderán todo y, sin darse cuenta, se transformarán en lo que tanto he deseado con ardor en Mi Corazón vivo y paciente.
Que todos aprendan de este momento y que aprovechen esta oportunidad para no perder la Gracia de despertar y de renovar los tiempos, así como el Padre lo espera de Sus criaturas.
Que el Don de la Sabiduría esté en los corazones abiertos.
Que el Don de la Sabiduría ilumine a los corazones cerrados.
Que el Don de la Sabiduría reconcilie a los que se han apartado.
Que el Don de la Sabiduría restablezca la unidad entre las almas y Dios.
Que el Don de la Sabiduría los impulse a vivir el Propósito y la transformación de los tiempos, porque quien aspira al Don de la Sabiduría conocerá Mi Faz.
Yo los animo a seguir concretando Mi Obra.
Yo los animo a seguir cumpliendo Mis pedidos; porque les vuelvo a decir, compañeros, que todo estará claro en el fin de estos tiempos.
Recuerden que Mi Reino es para todos.
Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más