APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

De Mi Corazón, emito el Silencio de Dios para el mundo, el Silencio que habla sobre muchas cosas, el Silencio de Dios que les trae muchas reflexiones a Sus hijos.

He aquí el Silencio de Dios que viene a llamar a la humanidad hacia su quietud interior para abandonar los ruidos de este mundo, para escuchar en el silencio del corazón la Palabra de Dios que emite el poder de Su energía superior que todo lo transforma.

He aquí el Silencio de Dios, a través del Hijo Primogénito que hoy llega a este mundo, una vez más, a rescatar a las almas perdidas, a retirar las cadenas de la opresión de muchos compañeros Míos que espiritualmente son prisioneros del mal. Pero, Yo les abro la puerta al Silencio de Dios, porque es allí en donde se liberarán.

El mal no conoce el silencio, porque el silencio los llevará a la unidad interna, y en la unidad interna se fortalecerán para enfrentar la batalla de estos tiempos, para que tengan el coraje suficiente y la valentía suficiente a fin de hacer frente a esta realidad planetaria.

El Silencio de Dios es inmutable. A través del Corazón de Su amadísimo Hijo, Él le trae al mundo un Mensaje de Paz, pero también un Mensaje de reflexión para que la mayoría de Sus criaturas no pierda el sentido del Divino Propósito y perciba que este planeta está agonizando por la humanidad, por todo lo que le hace la humanidad día a día.

El Silencio de Dios, a través de Mi Corazón Misericordioso, viene a anunciarles, por última vez, que se arrepientan de corazón, que hagan penitencia, que ya no transgredan las leyes de la naturaleza porque ningún ser sobre la superficie de este planeta las conoce.

El Silencio de Dios, a través de Mi Corazón Glorificado, viene a decirles que no desafíen las Leyes y tampoco desafíen los tiempos, porque nadie sabe lo que llegará mañana.

A través de Mi Corazón, el Silencio de Dios le habla a cada mundo interno, porque el tiempo más culminante está llegando. La pandemia y la situación climática de este planeta son el preámbulo del fin de los tiempos, la última parte del Armagedón.

La puerta del Apocalipsis ya está muy abierta y, como ustedes no saben lo que es el Apocalipsis, Yo los invito a no desafiar al Apocalipsis, a no degenerar el Apocalipsis con las malas acciones de los hombres y mujeres de la Tierra; porque el sufrimiento, en este mundo, se ha multiplicado a través de los tiempos y aún existen consciencias sobre la superficie de este planeta que disfrutan del sufrimiento del otro.

Yo les pregunto, a través del Silencio de Dios: 

¿Dónde está la sensibilidad y la dignidad humana? No les hablo de nada espiritual, sino de algo profundamente cercano a ustedes.

¿Dónde está la fraternidad humana?

¿Dónde está el amor humano que, a pesar de ser imperfecto, nunca sería capaz de hacer el mal?

Todo lo que hoy enfrenta el mundo, el universo también lo enfrenta con ustedes; el Sol Central de la galaxia, cada vez más, emite rayos poderosos y transformadores en los tres planos de consciencias.

Como no conocen las corrientes poderosas del universo, el Silencio de Dios también les habla y les dice que no desafíen esas corrientes, que no se opongan a esas corrientes, pero infelizmente sé que aún muchos las desafiarán.

Yo vengo, en este momento, como la gran amnistía espiritual para sus vidas, y amplío aún más Mi oferta en este universo y en esta Creación para que no solo los méritos de Mi Pasión los ayuden, sino que los méritos de Mi Ascensión y de Mi Gobierno Espiritual justifiquen, ante el universo y la Ley, todos sus errores. Porque el ser humano no solo es un ser de errores, eso es una ilusión, el ser humano no conoce su universo interior porque lo desmiente completamente. 

El universo interior es algo que Dios les entregó con mucho Amor. Ese universo interior es el Templo de Dios, es Su sagrado Tabernáculo, en donde la Santísima Trinidad puede estar presente en sus vidas. Pero parece que todo lo que les damos no es suficiente, y sé que esto no le corresponde a la mayoría, pero sí le corresponde a toda la humanidad. Por esa razón, a través de los tiempos y de todas las generaciones, hubo grandes santos y consciencias entregadas a Mí, que no solo justificaron sus propios pecados, sino los pecados del mundo.

¿Quién más se ofrecerá a Mi Corazón y al Corazón de Dios para ser víctima del Amor del universo? Esto no es nada poético ni místico. Esto es un paso de la consciencia de quien se arriesga a vivir en Cristo y por Cristo; de quien, a pesar de sus miserias, errores o pecados, se vuelve a levantar todos los días para comenzar de nuevo, como si nada hubiera pasado.

Ese es el Cristo que se consagra a Mí. Esa es la consciencia que se cristifica por Mí, no solo donándose por el otro, sino también viviendo por el otro, sirviendo por el otro, como entregándose por los Reinos de la Naturaleza; porque no solo el ser humano necesita de amor, los Reinos de la Naturaleza también necesitan de amor y de redención.

Con este panorama mundial que hoy se le presenta al Silencio de Dios, Yo los invito a reflexionar sobre todas estas enseñanzas. Del principio al fin, los invito a meditar sobre este Mensaje, porque Mis Palabras se están acabando y el universo se prepara para Mi Retorno, un Retorno desconocido para el hombre de superficie porque solo Dios sabe cómo Yo retornaré y Mi Madre Celestial, que es su Madre desde el momento de la Cruz, es la Guardiana de Mi Retorno a la humanidad. Ella es la celadora de los secretos de Mi Corazón.

Por eso, Mi Madre, que es su Madre, siempre les pide que oren para que Mis secretos, que son Mis Profecías, no se cumplan, sino que se cumplan solamente las grandes promesas de Mi Corazón para cada uno de ustedes, para cada uno de sus hermanos.

Como la luz del sol que hoy los alumbra, así vengo del universo. Así, traigo Mi Gobierno Espiritual, desde el corazón de este universo llamado Andrómeda, morada predilecta de la Divinidad Suprema, para guiar, acompañar y regir a todo Su universo material.

Yo vengo desde Andrómeda, ese es el lugar que Dios Me ha dado después de Mi Ascensión, porque estar a la derecha de Dios sentado en Su Trono, cerca de Su Corazón, es estar cumpliendo Su Voluntad, como Su Hijo la cumplió desde el principio de su Nacimiento en la Tierra.

Por eso, vengo a decirles a todos Mis compañeros y compañeras, a todas las almas que se postulan para ser víctimas de Mi Amor en algún momento de la vida, que sigan adelante, que sean valientes, perseverantes y determinadas, que sus corazones nunca se enfríen, pero tampoco que sus corazones se entibien, que sus corazones sientan el fuego de Mi Amor para poder renovar a esta Tierra herida y ultrajada, para poder curar a esta humanidad enferma y perdida por falta de dirección espiritual.

Pero Yo reaparezco en este tiempo para traerle al mundo el Mensaje de preparación de Mi Retorno; pero también vengo a traerle, a través del Silencio de Dios, el Mensaje de advertencia a la humanidad, porque aún están abiertas las puertas de Mi Misericordia y las almas aún se siguen sumergiendo a través de las puertas de los abismos.

Hijos, no se dejen arrastrar ni empujar por el mal, pero no lo desafíen. Que cada golpe que reciben sea un acto de resignación y de una profunda renuncia por aquellos que aún flagelan Mi Corazón; especialmente por los sacerdotes de la Iglesia Católica que son la vergüenza del mundo entero, porque les he confiado Mis rebaños, los más inocentes y pequeños rebaños que, por los acontecimientos vividos en este tiempo dentro de la Iglesia, les han hecho perder la posibilidad de la cristificación de los más pequeños, a través de los tiempos.

¿Quién hará algo para que esto se revierta? ¿Quién será capaz de superar la indignación y la injusticia para comprender a los pecadores, así como Yo los comprendo y los amo? Deben saber, compañeros, que están en el tiempo de vivir grandes osadías, para que Mi Amor triunfe en este planeta.

Pero Yo no los invito a ser inconscientes ni tampoco a que les falte el discernimiento, porque Mi vara mide cada pecado, pero Mi Corazón y, sobre todo, Mi Misericordia todo lo transforma y lo cura en el corazón que se arrepiente ante Mí. Así, podrán comprender cómo el pecado se disuelve delante del Amor y cómo el Amor lleva a la consciencia a recapacitar y a rehacer su vida a pesar de lo que haya sucedido.

Quisiera hablarles mucho más tiempo, pero sé que sus mundos internos y consciencias necesitan de tiempo para poder comprender Mis Palabras y, sobre todo, poder captar la vibración de Mi Mensaje; porque Yo no vengo para ser un juez, Yo vengo aquí para ser su Salvador y Redentor, porque recuerden que di Mi Vida por ustedes hasta la Cruz, hasta el último momento de Mi expiración.

Cada segundo de Mi Pasión fue ofrecido por ustedes, por la humanidad; por eso, a los fieles devotos de Mi Sagrado Corazón los invito a invocar el poder de Mi Sangre.

Los invito a rezar todas las oraciones que atraigan al mundo la poderosa Sangre de Jesús, para que los códigos crísticos de Mi Consciencia universal ingresen en las células enfermas de la humanidad y todo pueda ser revertido. Coloquen su esperanza y su fe en el poder de Mi Sangre, pero no esperen resultados. 

Ofrezcan de forma resignada cada momento de oración y permitan que Yo coloque los frutos de la oración del corazón donde sea más necesario y para quienes más los necesiten.

Pero como sé que ustedes reconocen la situación planetaria y todas las agresiones que está viviendo el mundo, Yo los invito a renovar la fe y sobre todo su confianza en Mí.

Les pido que no hagan lo mismo que hicieron los apóstoles, que por falta de fe y de confianza Mi enemigo los cercó, el miedo los abrazó y dudaron de Cristo, dejándolo solo y colgado en la Cruz.

Sean como las santas mujeres que trascendieron todas las situaciones y dificultades, sean como las primeras auxiliadoras de Cristo en la Tierra que no dudaron nunca, que no tuvieron miedo de enfrentar cualquier adversidad para poder estar cerca del Señor y curarlo con sus besos de amor; porque fueron sus besos de amor, el amor de las santas mujeres que, al segundo día de haber estado en el sepulcro, cerraron las Llagas del Señor. Este es un misterio que hoy les revelo, el simple pero verdadero misterio del amor que se entrega en fe a los Pies del Señor.

Hoy vuelvo a recibir en Mi Corazón todas las plegarias e intenciones.

Sé que cada uno de ustedes, pero también sus familias, seres queridos, amigos, compañeros y naciones enfrentan el fin de estos tiempos; un tiempo muy desconocido para todos, un tiempo que muchos no saben ni cómo atravesarlo. Pero no teman, porque la victoria de Mi Reino se aproxima y la Nueva Tierra nacerá en los corazones que creyeron en Mí.

A todos los que Me escuchan, que sepan que conozco sus intenciones, sus pedidos y hasta sus ruegos; sean pacientes y perseveren. Mi sacerdocio espiritual los bendice e ilumina sus pasos para que puedan atravesar las tinieblas de estos tiempos con la confianza absoluta de que Yo estoy retornando.

Por eso, necesito vivir en sus corazones, necesito estar presente en muchos corazones más, así como estuve en el corazón de Mis apóstoles y de las santas mujeres.

Hoy les vuelvo a dar el Mandamiento que les di a Mis apóstoles y a las santas mujeres: “Perdónense y reconcíliense, ámense los unos a los otros como Yo los he amado y hoy los amo; porque en el Amor del Todopoderoso todo lo superarán, pero cuando salgan de ese Amor demorarán mucho para poder resolverlo, sean pacientes en el Amor y todo se curara”.

A continuación, les dejaré la mayor experiencia de Mi Amor por ustedes, por medio de la Comunión Espiritual, y recuerden que en el Sacramento del Altar está su redención y su renovación para toda la vida.

El Hijo del Padre ahora se recoge en el Silencio de Dios, para que muchos más puedan entrar en el Silencio del Padre.

Los absuelvo, pero también los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 54ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy vengo a traer el Silencio de Dios al mundo, para que sea sentido, para que sea recepcionado por los corazones, por los que llevan adelante la Obra de Dios en este planeta.

El Silencio de Dios trae un cambio importante para las almas del mundo, especialmente para aquellas que están sumergidas todavía en la ilusión y que no consiguen por sí mismas salir de ella.

El Silencio de Dios fue el que permitió la creación de los universos, de los cuerpos celestes, de los planetas, de los soles y de las estrellas.

Del Silencio de Dios surgió el Divino Pensamiento para toda la Creación. De ese Silencio, después surgió la vida por la fuerza del Soplo del Espíritu, quien manifestó la esencia, y después, la materia.

Dios pensó en todo, en cada detalle y cuidó de todo para que Sus hijos fueran parte de esta Creación y se sintieran partícipes de cumplir con una parte de Su Voluntad, entre tantas humanidades, entre tantos universos, entre tantas galaxias

Pero esta Creación debería vivir un gran aprendizaje, el cual surgió hace mucho tiempo atrás, en el Universo, con la Rebelión.

En ese momento, los Portadores de Dios tuvieron que decidir, en el camino de la dualidad, por el bien o por el mal. Y una cicatriz, una herida, quedó abierta. Y el Silencio de Dios, que regenera la vida y la consciencia, se retiró, desde el momento en que uno de los Padres Creadores no obedeció a la Fuente, ni a las Leyes del Altísimo.

A partir de allí, de esa Rebelión universal, el planeta fue escogido por el Padre para llevar adelante el máximo Proyecto de Amor Crístico.

En ese momento, el Silencio de Dios se recogió en lo más íntimo de Su Ser y de Su Existencia. Pensó, contempló y meditó en toda la Creación, en todo lo que ya existía, para buscar una respuesta a la gran falla de las humanidades del Universo.

Mientras tanto, espíritus valientes y desconocidos, circundaban por las estrellas como grandes ángeles de Luz, llevando un mensaje de Paz y siendo portadores de la Paz que uniría a toda la Confraternidad, a fin de cicatrizar las heridas y borrar las huellas que quedaron grabadas en millones de consciencias que hoy están aquí, en este planeta.

Cuando Dios se recogió en Su Silencio y contempló a la Creación y los errores cometidos por Sus criaturas, fue cuando los Resplandecientes, los Elohim o los Hellel, se reunieron ante los Tronos del Creador para entregar una decisión tomada, que en verdad, compañeros, era una petición de todos los seres de la Luz, de todos los ángeles, que buscaban en Su Sabiduría y Amor, una sabia respuesta.

Esa respuesta y esa petición fue el surgimiento de la Segunda Persona de Dios, de Su Amado Hijo, para que el Espíritu del Amor-Sabiduría descendiera de lo más invisible del Espíritu, hacia lo más material y encarnara entre los hombres de este mundo, llevándolos a la Redención y al aprendizaje del Amor y del Perdón.

A partir de ese momento, el Proyecto de Dios y la Creación fueron recreadas. San Miguel Arcángel, San Rafael Arcángel y San Gabriel Arcángel se comprometieron a llegar a la humanidad, para prepararla para ese gran acontecimiento del Nacimiento de Cristo.

El Hijo del Padre, portador del Amor-Sabiduría, llegó como un Sol, más brillante que todos los soles, trayendo en Su Esencia y Divinidad la experiencia que la humanidad debería vivir, por medio de Su Nacimiento, de Su Vida pública y de Su Muerte.

Hasta los espíritus más caídos de este planeta, durante la existencia de Cristo sobre esta humanidad, aprendieron y vivieron la redención, el perdón de los errores. Y así se cerró un ciclo.

Por eso Judas, el antiguo apóstol, fue el antes y el después para esta humanidad y este planeta. Fue él quien se ofreció, en su más grande ignorancia e indiferencia, a recrear esta Creación. Así, como parte de la condición humana, llevó al mundo a la escuela del perdón y de la reconciliación. Y aunque el destino de Judas no fue muy bueno, su Maestro y Señor, a pesar de que supiera de su traición, lo perdonó, al igual que su Madre María.

¿Por qué hoy les cuento esta historia?

Porque la humanidad todavía no sabe de la esencia de Mi Evangelio y de Mi Existencia en esta humanidad.

Desde la Rebelión hasta el presente, muchos errores se siguen cometiendo. Por eso es tan importante la manifestación de la Obra de la Misericordia en todas las naciones y en todos los pueblos. Esta es la última tabla de salvación que les entrega Dios, para todas las criaturas de este mundo.

Una parte de la humanidad fue redimida durante el tiempo de la Presencia del Señor. Pero otra parte aún no fue redimida, que es esta última civilización del fin del tiempo, que tiene el chance de vivir la redención y el perdón.

Del Silencio de Dios surgió la Fuente del Amor-Sabiduría, la que a través de los tiempos y de los ciclos fue descendiendo de plano en plano, hasta llegar aquí, con el Nacimiento del Mesías y Redentor.

La humanidad necesitaba tener encarnado el propio Amor-Sabiduría, para que lo pudiera comprender, sentir y vivir. De lo contrario, no hubiera sido posible la redención de los espíritus más resistentes que cometieron errores, en tiempos anteriores.

Aún este planeta y esta humanidad son la escuela escogida para la expresión del Amor-Sabiduría entre los seres y las almas. Hasta que Nuevos Cristos no surjan en el fin de estos tiempos, esa escuela de Amor-Sabiduría, de perdón y de redención, estará abierta, para que las almas la puedan vivir y puedan aprender cómo amar cada día más, sin condiciones, así como amó su Maestro y Señor, los mayores ultrajes, las temibles indiferencias, los grandes errores de toda esta raza, aún no redimida.

Aún les cuento esto, compañeros, porque veo en sus corazones el potencial de un Cristo del Nuevo Tiempo, que debe animarse a no ser nada más para sí, sino todo en donación por los demás, y sin condiciones.

A través de estos últimos tiempos, los he llevado de la mano a la experiencia en la escuela del Amor-Sabiduría. Y así como lo fue en el antiguo Oriente, en este tiempo Mi gran deseo y aspiración, es que en Occidente surja una raza de Nuevos Cristos; de seres abiertos de corazón, de almas en donación; de espíritus incansables al servicio del Plan del Creador.

Los Cristos del Nuevo Tiempo, que surgirán de diferentes religiones y caminos, y que se encontrarán en un mismo estado de consciencia y de vibración, son los últimos santos de los últimos días, que prepararán el Retorno de Cristo para el momento más difícil de la humanidad, que ya se aproxima.

Ustedes son parte de la transición de ese acontecimiento. Su historia de redención y de amor está siendo escrita en los Libros de Amor de los Señores de las Vestiduras Blancas. Si esta historia se concreta y finaliza, un importante acontecimiento sucederá, para que más consciencias puedan ser partícipes del Retorno de Cristo y podrá ser evitado que esas consciencias sean trasladadas hacia otras moradas.

Deseo que con su corazón ardiente, que he visto durante esta Maratón, ese ardiente amor que los lleva a encontrar el Amor-Sabiduría, pueda permanecer en ustedes, sobre todo en este ciclo, en donde las pruebas serán más grandes y los desafíos serán más inalcanzables. Pero quien esté en el Amor-Sabiduría, estará en Mí y Mi Padre estará en ustedes, para que siempre los conduzca por el camino de la Verdad y del Amor.

Hay muchas cosas que la humanidad no sabe del Universo ni de la Divina Existencia. Hoy solo les he contado menos del uno por ciento. Imaginen entonces, compañeros, cuánta historia está escrita en los Espejos de Dios y en toda la Fuente de donde surge la vida de las esencias, de las almas y de los espíritus encarnados en este y en otros mundos.

Ya no piensen que esta Tierra, que este planeta, es el único que está vivo, con una humanidad. Abran sus consciencias a lo infinito del Universo y vean que dentro de él existe mucha más vida de lo que parece; que existen consciencias que los aman y que ustedes desconocen que sirven al Proyecto de Dios silenciosamente, para que la Creación, y en este caso los universos, se mantengan en perfecto equilibrio y armonía.

Los invito, con ánimo de alegría y de motivación, a penetrar en las Leyes del Universo, en aquello que es intangible y cósmico. Así, algún día podrán tener la sabiduría y la comprensión de que todo forma parte de una Jerarquía.

En este tiempo compañeros, la obediencia será impredecible. La obediencia también será una escuela para Mis apóstoles, porque será la forma de permanecer en la Luz, o lejos de ella.

La obediencia a Dios y a Su Plan, no son restricciones ni reglas, tampoco lamentaciones ni resistencias. A partir de que uno de los Padres Creadores desobedeció a Dios, decretó en este Universo la prueba de la desobediencia en todas las criaturas, no importando su evolución o despertar. Ustedes, con su compromiso y adhesión a Mi Corazón Misericordioso, deben ayudarme a vencer definitivamente esta dualidad, para que este Universo local viva el ciclo, el ciclo que le espera, de ser recreado como el Padre lo piensa en Su Silencio interno.

Por eso retornaré al mundo, en Gloria, Luz y Potestad. Y nadie podrá escapar a ese acontecimiento tan importante, en donde leyes, puertas y energías sublimes serán movidas, para que el Hijo Solar retorne a esta humanidad.

Cada cumplimiento del Plan y su etapa, es vital. Por eso la importancia de cumplir con Mis pedidos y con la convocatoria de la Jerarquía Celeste. Eso testimoniará al Padre que es posible llevar adelante Su Aspiración Cósmica, no solo en este planeta, sino en el Universo.

Y cuando el Retorno de Mi Glorificado Corazón se concrete, muchas cosas se terminarán. Y como he dicho, no quedará piedra sobre piedra, sino corazones triunfantes.

Cada detalle, cada acto de amor, cada oración, así como cada caridad que ofrezcan, construye el Plan del Padre en esta humanidad y activa pulsantemente a los Cristos del Nuevo Tiempo.

Mi Propósito, amados Míos, es hacer un corte en el tiempo y en el espacio de la historia de este Universo, para que sea purificado, transmutado y liberado. Y que a partir de Mi regreso al mundo por segunda vez, se reescriba finalmente la historia de la redención y el despertar de los Nuevos Cristos al Amor Crístico.

Mi Corazón se aflige por aquellos que no pudieron seguir Mi Propósito y que hoy no pueden escuchar este mensaje, en donde les he revelado, con total apertura, una pequeña parte de la historia de esta Creación, de esta vida infinita que los llama para la elevación de la consciencia, para que todas las razas, todos los pueblos y todo este planeta, se eleven de plano y de liberación y formen parte de la Confraternidad.

Vengo a decir esto fuera de Mi Iglesia, que está extendida por toda esta Tierra, para que muchos más corazones, independientemente de su religión o de su credo, puedan saber que Yo Soy el Amor-Sabiduría, que Soy más que Jesús. Soy el Unigénito, el Primogénito del Padre; el que fue anunciado por los labios del Arcángel Gabriel, para traer al mundo la redención y la misericordia de todas las criaturas.

Hoy, como Profeta y Pastor de nuestro Altísimo Padre del Universo, vengo a extender la historia del Apocalipsis. Vengo a extender lo que ha escrito Juan en el libro del Apocalipsis, porque a medida de que los Cristos despierten y se confirmen, la historia cambia, y la posibilidades de redención en las almas es visible y se concreta.

Yo los invito, compañeros, a persistir en este nuevo tiempo que llega, a soportar los embates, a transmutar las interferencias y a sufrir con valentía las disociaciones y las pruebas, sabiendo que Mi Mano poderosa e invencible, que Mi Rayo glorificado, estarán extendidos hacia ustedes, para siempre salvaguardarlos, y ayudarlos delante de cada prueba.

Para que la humanidad sea merecedora de una nueva oportunidad, grupos de almas en diversas partes del mundo, se ofrecerán a sostener, junto Conmigo, a esta humanidad, a fin de que al menos una cuarta parte de ella se redima y sea la que repoblará la Nueva Tierra y vivirá el principio de una nueva y fraterna humanidad.

Mientras tanto, no dejen de sostener con sus manos la Espada de Fuego que les ha dado el Arcángel Miguel, para que en las batallas sus oraciones sean las grandes vencedoras contra el mal y todo lo que disocia a la mente humana.

Que su Escudo Protector, entregado por el Arcángel Rafael, sea la fe, la que moverá los acontecimientos y generará oportunidades inexplicables en las consciencias, que ni siquiera hoy se imaginan.

Que su Casco de Luz, entregado por el Arcángel Gabriel, sea la protección de su sabiduría y de su discernimiento, para que siempre sepan qué hacer y en dónde estar, cuando la Jerarquía los convoque a la gran misión.

Con todos estos testimonios de la Creación, vengo a bendecir a los que hoy se sacramentarán, sabiendo que por detrás de cada Sacramento aún se encuentra un misterio que no fue develado. Por eso, quien vive un Sacramento con total apertura del corazón, develará ese misterio y penetrará en la esencia de la Divina Existencia.


Padre Altísimo, Creador de todo lo que existe, Te pido, en el nombre de Tu Amor-Sabiduría y de Tu Gracia, que bendigas todos estos elementos, para que sirvan de gozo y de plenitud a las almas que claman por la Redención. Amén.

Padre Altísimo, Soberano de la Misericordia, concede, por medio del Sacrificio de Tu Hijo, la reparación por los pecados cometidos contra Tu Divino Corazón y Tu Plan de Amor para este planeta. Que las almas que se sirvan de este Sacramento vivifiquen el Amor-Sabiduría de Tu Amado Hijo, Jesucristo. Amén.


Siéntanse en este momento chispas de Luz del Padre, y ya no más seres miserables, sino espíritus que pueden, en Cristo y por Cristo, irradiar amor a todo lo que existe y a todo lo que vibra, buscando como aspiración traer la cura, el amor y el perdón para este planeta y su humanidad.

Siempre Me alegro cuando puedo volver a Aurora, porque aquí Yo puedo decir al mundo lo que siempre quiero decir, y no debo cuidarme de lo que debo pronunciar para las almas y su despertar.

Aurora es esa Luz que brotó de la Fuente de los Padres Creadores; la misma Fuente que manifestó la Segunda y Tercera Persona de Dios, el Hijo y el Espíritu Santo.

Entonces, hermanos Míos, están ante un gran misterio, lleno de amor y de sabiduría. Aurora es esa Luz que los lleva a la reconciliación y a la cura interior, y que los hace seres libres, para siempre.

Cuando quieran encontrar Mi Perdón, vengan aquí, a Aurora, que Yo los esperaré. Y cuando no puedan venir, se coliguen con Aurora, y así, se coligarán Conmigo plenamente.

Agradezco en esta noche el ofrecimiento de todas sus oraciones y de todas sus canciones. Me ha llenado de gozo la voz consoladora de las almas que persisten en el camino de la consagración.

Que sus voces, algún día, sean consoladoras para este mundo, que sufre y está enfermo.

Que sus voces nunca se cansen de proclamar el Nombre del Señor, porque así, el Señor estará con ustedes y entre ustedes, trayéndoles la Vida Divina.

Recójanse en el Silencio de Dios y todo será curado. Comulguen de Su Silencio Divino y todo será comprendido, a pesar de que haya sido injusto.

No sufran más.

No padezcan más y no retrocedan más.

Sigan Mis Pasos, contemplen Mis huellas, porque hacia donde Yo los conduzco, nadie podrá conducirlos. Hacia donde Yo los llevaré, nadie podrá llevarlos.

Yo nací de la Fuente del Amor-Sabiduría de Dios, para que ustedes, como almas, vivieran el verdadero Amor.

Que se escuche la voz consoladora de las almas y que en las almas se puedan cicatrizar las heridas más profundas, a fin de que se establezca el Amor del Padre en los corazones.

Yo los bendigo, hijos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi convocatoria. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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