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Si estás agobiado ven hacia Mí.
Si estás cansado ven hacia Mí.
Si estás perturbado ven hacia Mí, porque Yo te ayudaré.
Solo tu Maestro conoce y sabe de los acontecimientos de la vida.
Tu Maestro sabe el momento en que atravesarás un desierto, una prueba o una dificultad. Pero si estás aferrado a Mí no perecerás.
Deja que la Llama de Mi Corazón sea la guía de tu vida y sea el farol que ilumine los tiempos de oscuridad.
Ven hacia Mí y Yo te aliviaré. Te daré fuerzas internas para poder continuar adelante.
Solo el Maestro sabe lo que significa darlo todo y estar en una profunda soledad. Por eso, encarné en la humanidad para dar testimonio del Amor de Dios, de un Amor que es capaz de ir más allá de las flaquezas.
Por eso, ven hacia Mí y Yo te aliviaré. Te daré del mismo maná que recibió el pueblo de Israel y podrás persistir y continuar adelante en esta experiencia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Oración del alma despojada
Si mi sufrimiento, Señor, aunque parezca pequeño,
sirve de alivio del sufrimiento de mis hermanos,
que se haga Tu Voluntad, Señor.
Si mi vacío, sequedad, agonía y abandono de Ti
sirvieran de auxilio, de aliento y de alegría para mis hermanos,
que se haga Tu Voluntad, Señor.
Si mi cansancio, desierto y aridez,
sirvieran para llenar el vacío, la aridez y el desierto de mis hermanos,
que se haga Tu Voluntad, Señor.
Si mis noches de asedio, de batallas o de soledad,
sirvieran para dar fortaleza, ánimo y fe a mis hermanos,
que se haga Tu Voluntad, Señor.
Si la falta que a veces siento de Ti, la ausencia de consuelo
y el aumento de trabajo agradaran a Tu Corazón herido,
que se haga Tu Voluntad, Señor.
Si mi desesperación, mis tormentos y mis noches oscuras
ayudaran a salvar a las almas perdidas, abandonadas y no amadas,
que se haga Tu Voluntad, Señor.
Si no recibo amor y solo desprecio,
si no me siento comprendido y solo juzgado,
si en este momento no encuentro sentido de estar a Tu lado,
amado Cristo, que se haga Tu Voluntad, Señor.
Dame fuerza interior para no temer nada.
Dame valentía todos los días para aprender
a salir de mí mismo, cada día más.
Dame amor para aprender a amar y a aceptar al semejante,
porque si hasta ahora no siento nada,
si en esta noche de frío o en este día nublado
no consigo ver el Sol de Tu Corazón
y si esto sirve para que mis hermanos del mundo
consigan ver la Luz, el Amor y la Misericordia de Dios,
que se haga Tu Voluntad, Señor.
Solo espero agradarte en los pequeños detalles.
Solo quiero, Señor, ser un instrumento en Tus piadosas Manos,
para que en cualquier lugar de la Tierra
al que Tú me envíes Te puedan reconocer,
para que puedan sentir amor y esperanza,
para que así el sufrimiento, el dolor y el abandono
de los corazones desesperanzados sean aliviados
en honra a Tu Victoria Celestial.
Amén.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Las Sagradas Escrituras anuncian la venida de su Redentor al mundo por segunda vez, y todos son llamados a participar de ese acontecimiento. Por eso, hoy estoy aquí con ustedes y en este lugar bendecido por Dios, el que fue tocado por Su Mano Santa para llamar a las almas para la conversión de sus faltas y para la reparación de Su Corazón ofendido.
Estas Escrituras, las que hoy traigo entre Mis Manos, revelan que el momento está llegando. No solo ustedes sino también el mundo es llamado para vivir esto. El momento se aproxima cada día más y las señales se mostrarán ante el mundo creyente o no creyente. Por eso, sean humildes y mansos, obedientes y receptivos, y podrán estar en Mi Camino y dentro de Mi Corazón.
Pero para que ese momento tan importante llegue a la humanidad, muchas más cosas sucederán dentro y fuera de ustedes. Batallas internas e inexplicables se presentarán. Pruebas y desafíos se mostrarán. Pero no deben perder la mansedumbre y la paz, si Yo los escogí es porque hay un proyecto por cumplirse y realizarse que aún ustedes desconocen.
Por eso, líbrense de la soberbia, de la arrogancia y del orgullo, de la división, de la falta de unidad, de la ausencia de amor, de la ausencia de caridad y de fraternidad.
Yo los acompaño, silenciosamente, como en este momento acompaño al mundo y a cada uno de Mis servidores, independientemente de su religión o de su credo, independientemente de su forma de filiación con Dios, el Padre Celestial.
Este es el tiempo de que las esencias se unan en un mismo propósito. Por eso, los haré encontrarse con personas semejantes a ustedes que, a pesar de vivir sus escuelas, buscan el Camino de Cristo. Por eso, deben estar atentos para no dejar pasar Mis señales y Mis anuncios internos.
En este tiempo y en estos días, no todos los Sagrados Corazones pudieron estar presentes aquí, en Medjugorje, pero su Rey sí está aquí, en nombre de todos ellos, de los Mensajeros de Dios, de los que impulsan a la humanidad al cambio y a la transformación de la consciencia.
Les vuelvo a decir todas estas cosas porque deben recordarlas y practicarlas. Si ustedes viven los Atributos que Yo les entrego, en el día a día, no sufrirán; pero si no los viven, se resistirán y la transformación será dolorosa y nadie causará todo esto porque dependerá solamente de ustedes.
En Mi paciencia, aguardo sus pasos. En Mi contemplación, vislumbro su transformación. Pero Yo no solo les hablo a ustedes, sino también al mundo, a los que Me escuchan y a los que no Me escuchan.
A veces, no puedo decirles todas las cosas que siento y veo porque todo tiene un tiempo y un momento, pero alegren sus corazones por saber que están en el camino de la redención y de la paz. Yo los necesito Conmigo, totalmente, para poder obrar y realizar los Prodigios de Dios en la Tierra, en las naciones y en los pueblos, en los que viven en una profunda soledad espiritual, en los que no tienen amor como ustedes lo tienen todos los días.
Ya es tiempo de poder expresar Mis Atributos. Es tiempo de ir por encima de ustedes mismos, si Yo se los pido es porque lo podrán hacer aunque no lo parezca.
La obediencia los protegerá hasta el fin de los tiempos, no solo a ustedes como consagrados, sino también a Mis servidores, a los colaboradores de la Obra que Mi Madre fue a fundar en el Corazón de Aurora.
Ahora, el tiempo cambió y la responsabilidad también cambió. Ya no son solo palabras escritas en mensajes para motivar a sus corazones para hacer algún cambio, es una realidad, es una verdad, es una necesidad.
Aún hay mucho por hacer y el camino de la entrega se podrá profundizar cada día más, al punto de que se parezcan a Mí en la entrega que Yo hice en la Cruz por cada uno de ustedes y de sus hermanos, en una gran desolación y vacío. Dios estuvo allí porque Mi Corazón confió en Él como el Padre confiaba en Su Hijo hasta el último momento.
Lo que Yo les pido, en este tiempo, moverá sus estructuras, pero así lo necesito. Yo se los pediré una y otra vez, y esperaré como he esperado a muchos otros en otros tiempos.
El paso que ha dado esta Obra ha sido muy importante para Mi Madre Celestial y para el Creador, apoyando una vez más esta Misión por Europa, la que necesita de muchísima Misericordia, más que Sudamérica. Pero de ustedes siempre deberá nacer el don de la compasión para que pueda nacer en sus hermanos que están aquí y que vivieron guerras terribles por los errores cometidos en el pasado.
Todo es una consecuencia, todo es una causa y es un efecto. Los hombres se alejan del Amor de Dios, muchas veces por miedo o por desconfianza. Pero una vez más, Yo vengo a ofrecerle al mundo Mi Corazón como un fuego de amor transformador que pueda transfigurar sus células y átomos, sus mundos internos y almas, para que se pueda realizar el Plan de la Redención en la humanidad y en todo el planeta.
Públicamente no pudimos estar aquí, porque el silencio y la no exposición hacen al camino del apóstol para que se pueda reencender el impulso espiritual que fue dejado aquí, en Medjugorje, a través de su Madre Celeste hace tantos años y para que ese impulso se pueda renovar espiritualmente, de tiempo en tiempo, a fin de que Europa Oriental también reciba Misericordia, así como la reciben ustedes todos los días cuando rezan e invocan a la Misericordia de Mi Corazón.
Hoy se reunieron en Mi Nombre, a pesar de sus purificaciones y pruebas, a pesar del tiempo decisivo y definitivo en el que un gran portal de luz se abre en el Corazón del Universo para que puedan asumir más responsabilidades en el nombre de su Maestro y Señor, a fin de que el mundo reciba más ayuda y más Misericordia para que la Obra se expanda en la Tierra y se una a otras Obras que provienen del Señor, el Todopoderoso.
De esa forma, el mundo reconocerá que todos somos Uno en Dios.
Traigo este mensaje no solo para ustedes, sino también para todos sus hermanos que apoyan este momento y que forman parte de la Confraternidad de Mi Corazón, llevando en su pecho estampada la alianza perfecta con el Padre a través de la Estrella de la Hermandad Divina, la Estrella que una vez el rey David visualizó.
Es así que hoy se cumple, nuevamente, un principio. El Universo espiritual se une al Universo material para que se cumpla la Voluntad de Dios.
Este paso por Medjugorje ha sido importante para su Maestro y Señor porque es el tiempo de estar también aquí, en Europa Oriental, para dar a conocer la Misericordia de Mi Corazón y el poder de la oración transformadora que abre las puertas de los Cielos para los que creen en ella.
Los animo a seguir caminando Conmigo y por Mí. No hay nada que les falte. Mi Madre los protege y los cuida como también protege este santo lugar, en donde Su reinado de Paz se dio a conocer al mundo al igual que Su Corazón Inmaculado en Fátima.
Celebren este momento y esta oportunidad de reflexión, de ampliación de la consciencia, esta Gracia de darse más a Dios en la entrega y en la confianza.
Me voy de aquí con un alivio en Mi Corazón, sabiendo que en alguna parte del mundo Me escuchan y cumplen, con esperanza, Mis Proyectos que aún son desconocidos y que vienen del Cielo.
Los bendigo en el nombre de la Paz Celestial y en el nombre del Amor, a todos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cruzando los portales del Cielo Me detengo en una bella Aurora, para contemplar su esplendor y el trabajo diario de los que, por amor y sin condiciones, le ofrecen todos los días su vida a Dios.
Me detengo en Aurora para presenciar la belleza de su esfuerzo, el trabajo incansable de los que la sostienen, a pesar de los desafíos, de los desiertos y de las inestabilidades.
Cruzando los portales del Cielo Me detengo aquí, en este lugar, para contemplar la fidelidad de unos pocos; de esos pocos que Me siguen, sin importar las consecuencias o los resultados, esos que son fieles a Mi Palabra y dan testimonio de Mi Mensaje por medio del sacrificio y de su constante donación.
Todo eso y mucho más es lo que Me hace detenerme en Aurora, para contemplar lo que muchos no ven con los ojos del corazón, pero que algunos sienten por las percepciones del alma.
Aurora es la Casa del Hijo de Dios, porque es algo más allá de lo físico, es una morada espiritual que fue recinto para los grandes Maestros. Este mes, y en los que vendrán, Mi Corazón se sentirá aquí para dejarles el mensaje de Mi eterna compañía por una Aurora que se donó completamente, más allá de sus posibilidades y de sus medios.
Por eso, Dios reconoce a los valientes, a los soldados y a los navegantes que en la tempestad superaron los naufragios, la soledad y el vacío.
He aquí el Hijo del Hombre, el que regresa en la quietud de los próximos meses para dedicar Su Consciencia a los que siempre la reverenciaron.
Aurora es una parte de Mi Corazón, así como Mi Corazón es parte de los hijos de Aurora.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Noveno poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Aunque mi alma, Señor,
sea pobre e imperfecta
te ruego, amado Jesús,
que te sirvas de ella
para poder llevar adelante
Tu infinita y prodigiosa
Obra de Amor y de Redención.
Querido Jesús,
que esta alma débil
y frágil se fortalezca.
Que Tu Fuego Divino, Señor,
me lleve a encontrar, algún día,
el sagrado Don de Tu inocencia,
para que yo también,
conforme a los designios,
pueda despertar
el Don semejante
a Tu Pureza interior.
Hazme manso, Jesús.
Hazme humilde
y sobre todo verdadero,
para que en estos ojos imperfectos
se refleje Tu Mirada amorosa y pacífica,
a fin de que las almas más solitarias y sufridas
encuentren, a través de mi ofrenda,
Tu poderosa Presencia Celestial.
Para eso, Señor,
libérame de mis deseos,
libérame de toda ostentación y querer.
Que sea mi corazón tan simple como el Tuyo.
Porque mi único deseo, querido Jesús,
es agradarte y compartir Contigo
la pesada Cruz que Tú
aún cargas por el mundo.
Escucha mi plegaria, Señor,
y hazme, una vez más,
digno de estar ante Ti.
Porque, por más
que aún no comprenda
el poder de Tus misterios,
acepto con amor
todas Tus Divinas Voluntades.
Que hoy se cumpla en mí, Señor,
Tu Celestial Proyecto,
para que algún día puedas testimoniar
a través de mí, Tu Obra de Redención
ante el Padre Celestial.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercer día de la Novena
Llevando hacia Mi Misericordia a las almas más solitarias y olvidadas, permitirás que a todas ellas se les conceda la paz y la Gracia interior de sentirse amadas por alguien; porque en el amor está la base de la vida y de la redención de los corazones, en el amor se alcanza la cura espiritual de toda la consciencia.
Las almas más solitarias que son llevadas hacia Mi Misericordia encontrarán sentido y motivación de estar viviendo en la Tierra, porque no hay nada más importante en la vida de un ser que sentirse amado y protegido por sus semejantes.
La obra del Amor es capaz de desterrar el sufrimiento humano, el sentimiento de olvido y de desamparo que las almas más solitarias e inocentes padecen de parte de sus seres más queridos.
El amor que toda alma pueda sentir lo constituye todo y la lleva a la plenitud de la unión con Dios.
Es así que en la vida de las almas más sufridas del mundo, la llave del amor es el camino que se abrirá para sanar el pasado y renovar la vida en Cristo.
Continúa el mensaje:
Cuarto día de la Novena
Sumergiendo en la Fuente de Mi Misericordia a los pecadores que trafican seres humanos se les genera un estado de purificación y de redención.
Los primeros pasos en la redención son dados mediante la consideración y la piedad infinita que el semejante puede tener por aquella alma que comete graves errores.
En ese sentido, el océano infinito de la Misericordia de Dios llega a la vida de las almas pecadoras para disolver los códigos del mal y para concederles la pureza de la salvación espiritual y humana.
Es de esa forma que la acción de la Misericordia Divina retira al alma de la condenación eterna, y la propia Ley misericordiosa sustituye los pecados y los errores cometidos por el estado de Gracia y de piedad.
En esta hora, en la que la explotación y el tráfico humano se ha vuelto incontrolable y desmedido en todos los sentidos, los corazones orantes que invoquen Mi Misericordia ayudarán a que el abismo de la Misericordia de Dios lleve a las almas pecadoras hacia el principio del perdón y de la redención, con el simple hecho de pensar en los que ya están condenados.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Para esta nueva novena que comenzará el próximo 14 de junio, quisiera que dediques cada día de la misma a un determinado grupo de almas, a fin de que Mi Divina e Insondable Misericordia pueda penetrar en los abismos de esas consciencias y, así, concederles la Gracia máxima de la expiación de sus pecados y de los del mundo entero, por medio de los méritos alcanzados por la Preciosa Sangre derramada por el Cordero de Dios en la Cruz.
Es así que en el primer día de la novena sumergirás en el gran Océano de Mi Misericordia a las almas que viven el pecado mortal o la falta moral en sus vidas, para que la Fuente de Mi Misericordia alivie su sufrimiento espiritual e interior.
En el segundo día, sumergirás en el Océano de Mi Misericordia a las almas adúlteras, especialmente a todas aquellas que se vengan y ultrajan Mi Corazón con el odio, la mentira y la impunidad. A todas ellas las colocarás en los lagos internos de Mi Insondable Misericordia para que sean purificadas y reparadas.
En el tercer día de la novena sumergirás en la gran Fuente de Mi Misericordia a todas las almas solitarias, especialmente a las almas que son maltratadas en los asilos, hospitales, orfanatos e institutos de menores, para que la Gracia de la Divina Misericordia les conceda la paz y la esperanza de ser amados.
En el cuarto día, sumergirás en el universo de Mi Misericordia a todos los opresores, refugiados y personas que trafican seres humanos en el mundo entero, para que el estado mayor de Mi Justicia y de Mi Misericordia sea testigo y suprema justificación de sus pecados ante el Padre Celestial, a fin de que esas almas, condenadas al fuego del Infierno, sean rescatadas por el potentísimo Amor de Mi Corazón manso.
En el quinto día, sumergirás en el Océano de Mi Misericordia a todas las madres del mundo, especialmente a aquellas madres que sufren por la muerte o por la prisión de sus hijos. Harás entrar en Mi Infinita Piedad y Misericordia a las madres que son esclavas del aborto e instrumentos del mal en el mundo para promover inseminaciones genéticas y proyectos de maternidad pervertidos. A todas ellas las llevarás hacia Mi Misericordia para que Yo pueda interceder y conceder el Perdón.
En el sexto día, sumergirás en Mi Misericordia a todas las almas que promueven las guerras, la persecución y el hambre en el mundo y, especialmente, llevarás hacia Mi Misericordia a todas las almas que firman acuerdos nefastos y llevan adelante proyectos que transgreden la paz y la unidad entre las naciones y entre los pueblos. A todos ellos, con inmensa piedad, los colocarás a los pies del Altar de Mi Misericordia para que sean perdonados y redimidos.
En el séptimo día, llevarás hacia la Fuente de Luz de Mi Misericordia a todas las almas que están presas espiritualmente y que son objeto de tortura mental y psíquica, para que el fuego poderoso de Mi Misericordia las auxilie y las libere de esa constante condenación.
En el octavo día, dejarás dentro del universo de Mi Misericordia a las almas que padecen de penas o de enfermedades terminales. A todas ellas las sumergirás en el Océano de Mi Misericordia para que Yo las pueda sanar.
En el noveno día, dejarás en el universo infinito de Mi Misericordia a todas las almas que Me siguen y, especialmente, al clero de Mi Iglesia para que se purifique y esté a la altura de los acontecimientos que vendrán, sabiendo que necesito de transparencia profunda y de verdad iluminada para poder llevar adelante la preparación del retorno de su Maestro y Señor. Deseo de la Iglesia una máxima fidelidad, pero especialmente aspiro a la conversión de los que están en Mi Iglesia y ofenden Mis Obras, a fin de que se rediman.
A todas esas almas, durante nueve días, las llevarás hacia Mi Infinita e Insondable Misericordia para que el mundo entero algún día se pueda arrepentir y convertir al Amor de Mi Glorioso Corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En un desierto que calla y escucha la voz del sufrimiento del mundo, he venido aquí para encontrarlos a todos, en alma y en esencia, en verdad y en Misericordia. En este día, vine desde muy lejos, desde un lugar del universo para traerles nuevamente la Paz y la confianza de que si Yo estoy aquí todo estará bien.
Ahora Yo invito a todos los que participan de este nuevo encuentro de oración Conmigo a que estén donde Yo estoy, donde el mundo lo necesita, donde las almas tienen su necesidad.
Hoy los invito a vislumbrar el clamor del mundo y la necesidad de la paz, de la paz interior.
Por eso, he venido con Mis ángeles para anunciar este momento. Y estoy aquí en Perú por primera vez en consciencia, espíritu y divinidad, después de que Yo estuve aquí en la Tierra hace ya dos mil años.
No teman vivir su desierto interior cuando sea el momento, no teman atravesarlo y conocerlo, porque en el desierto de la vida está Dios, por más árido que sea. Su Amor se encuentra allí para que ustedes lo puedan encontrar.
Hoy los traje aquí, compañeros, a ustedes y a sus hermanos que están presentes en esta Maratón, para que vuelvan a comprender que Yo estoy presente en los lugares de silencio, en donde las almas se pueden recoger en oración para encontrar a Dios y a Su Plan.
No Me canso de visitar estos lugares, así como lo hice en Tierra Santa, para enseñar a Mis discípulos que en la soledad de cada corazón está el mayor momento de madurez y de crecimiento interior para las almas. El desierto no es solo vacío, sino el momento en que cada alma puede cruzar el umbral, en el cual será colocado cuando su hora esté indicada por Mi Padre.
Yo atravesé los desiertos con Mis discípulos y les enseñé los grandes tesoros del universo. Es como en estos desiertos donde se encuentra el misterio de Dios aún por revelar y en donde las almas no colocan su interés. Es en la belleza de la Creación y en la naturaleza donde está el mensaje verdadero del Padre para todas Sus criaturas. Dichosos de aquellos que lo saben interpretar y que adoran esa hermosura que Dios creó en todo este universo y más allá él.
Hoy vengo aquí con Mi Consciencia universal, pues este lugar así lo merece, es Tierra Sagrada de muchos conocimientos, de ciencia y de disciplina, de hermandad y de luz. Aquí Yo encuentro un reposo, como sus consciencias también lo pueden encontrar en este silencio que impregna sus células y cada partícula de sus átomos, en donde sus vidas pueden vibrar y sus espíritus pueden enaltecerse al encontrar a Dios en todas las cosas.
He abierto los cielos en este lugar para que Mi Sol los alumbrara, así verán como el mundo está en tinieblas pero Mi Misericordia triunfa cuando ella es invocada de corazón y con todas sus almas. Es esa Luz que Yo traigo del universo para que cada ser se vitalice y vuelva a encender su devoción, para que despierte su don, el talento que Yo dejé en cada uno.
Hoy he venido a esta Tierra Sagrada de Perú, a este Desierto Sagrado para darles a conocer el misterio de Dios, que ya no es más misterio, sino evidencia para quien se abra a conocerlo. Solo estando aquí, como en cada desierto de este mundo, es que verán lo que Dios piensa y necesita de esta humanidad, que debe realizar Su Plan por encima de todas las cosas y en la unidad entre todos los seres, que debe manifestarse en este tiempo.
Hoy vengo como el Hijo Solar, como esa Consciencia resplandeciente que vivió aquí con ustedes y entre ustedes, que predicó, que curó y que salvó a quien lo necesitaba, que vivió Su Pasión y que murió en la Cruz sobre un monte tan semejante a este, en el silencio profundo de Dios, en la hora en que brotó la Divina Misericordia para el mundo entero.
Son esos Rayos tan poderosos de Dios que descienden sobre los desiertos para poder manifestar las formas que el Propósito Divino tiene para esta Creación, para esta parte del universo.
Es ese Amor de Dios que Yo les traigo, que es tan infinito y grandioso, que también se encuentra en estos espacios en donde el silencio penetra la consciencia, y el alma de cada ser puede emerger para que descubra su verdadera misión y su tarea en este tiempo final.
Así, compañeros, Yo los invito a todos a dejar y a abandonar los ruidos de este mundo, que oscurecen a los corazones y los distraen de su Propósito. Los invito a estar en sintonía Conmigo y a que no teman encontrar, en la soledad del desierto, la verdad que tanto buscan hace tanto tiempo.
El desierto es una oportunidad de introspección, de meditación y de oración con Dios. Sé que muchos de Mis compañeros, en esta hora tan difícil del planeta, cruzan por alguna parte de su propio desierto interior. Pero Nuestras Manos se extienden hacia ellos para conducirlos a través de esa soledad a la que le temen, la que no les hará mal ni daño, porque es una soledad que les permitirá crecer en madurez y en consciencia.
En esta Maratón, compañeros, los invito a buscar esa unión Conmigo a través del silencio. Silencio que permite revelar el Plan de Dios. Silencio que todo les revela. Silencio que los eleva. Silencio que los despierta a la Vida Mayor, a la consciencia; un silencio que cura, que restaura y redime; un silencio que purifica, que abre las puertas al conocimiento, a la verdad, al descubrimiento de sí y a poder cruzar los umbrales de la consciencia y de las pruebas.
Es ese amado silencio que Yo les ofrezco para que puedan estar unidos a la Creación que tanto está olvidada por esta humanidad, al vivir en sus propios ruidos, en sus murmuraciones y juicios.
Yo los invito a buscar Mi Misericordia en el silencio de estos desiertos del mundo, en donde su oración se puede volver más poderosa; en donde Dios, en los desiertos, tiene Sus oídos bien abiertos para escuchar a Sus hijos.
La aridez no significa abandono ni descuido. El desierto para cada uno de ustedes, compañeros, es una demostración del vacío de Sí que vive Dios, cada vez que Él le habla al mundo a través de Sus Mensajeros.
El desierto es una demostración de donde no existe ninguna ostentación ni deseo. Es el vacío del vacío, es la posibilidad de que sus consciencias penetren en lo profundo de la Consciencia de Dios y así se puedan unir a Ella.
El desierto es una forma de poder dialogar con Dios en el silencio que el propio desierto puede expresar para el mundo. En los desiertos del mundo se originaron los primeros Proyectos de Dios. Desde Abraham hasta Moisés y los profetas bebían del silencio de los desiertos para comprender el misterio de Dios, la infinita Voluntad de Su Consciencia Divina.
En los desiertos los conocimientos están presentes y fueron los que permitieron la guía de todos los pueblos antiguos de la humanidad.
Mis cuarenta días en el desierto significó el antes y el después para Mi consciencia, el aceptar a cada uno de ustedes a través de todos los tiempos y a todos los errores que cometería esta humanidad.
Fue el Amor del Padre que fui a buscar en los cuarenta días del desierto. Es ese Amor que Me fortaleció y que Me permitió dar el paso por ustedes, para que ustedes pudieran estar aquí.
Hoy vengo aquí con todo el silencio de este desierto en Perú para recordarle al mundo que no está escuchando y que está sordo para el plano espiritual. Necesito, compañeros, que ayuden a abrir los oídos de la consciencia a cada uno de sus hermanos y especialmente espero que los que aún Me siguen, y que no están aquí en este desierto hoy Conmigo, Me escuchen de verdad.
Mis más amados discípulos, en el silencio de Mi oración en este desierto de amor, aún espero poder verlos que lleguen desde el horizonte transformados, después de haber cruzado sus desiertos internos. Cuando llegue esa hora para cada uno de ustedes, en la que estarán a las puertas de ese desierto interior, recuerden este momento y la promesa que Yo les he hecho de que si Mi Padre está aquí en consciencia, presente en los desiertos, Su Hijo también está, y Su Santo Espíritu, para ayudar a las almas a cruzar los abismos de la consciencia.
Que esta Maratón abra las puertas de los corazones para que Yo pueda entrar y para que todos sean Mis testimonios de redención y de Misericordia en un tiempo crucial.
Aférrate a Mi Cruz y no te canses por sostenerla, Mi Espíritu Puro te dará la fuerza que necesitas para poder seguir Mi Camino.
Prometo para Mis valientes soldados el eterno sacrificio y la donación por los otros; estas son las llaves seguras para vivir vuestra santificación. Mi Pleno Amor Redentor, hoy los consagra, a pesar de las caídas y de los errores; el Señor los reúne en torno a Mi Sacratísimo Corazón, para que puedan sentir en vuestras vidas la hora de Mi Regreso.
Prometo para Mis seguidores pruebas profundas, desafíos inalcansables y metas distantes, pero Mi Divina Misericordia, que es perpetua y gloriosa, será el motor de vida que los impulsará para caminar a Mi lado a pesar de todo.
Para este ciclo vengo en búsqueda de todos los que me dijeron que sí a pesar de lo que sucediera, vengo en búsqueda de los que me han dado el sagrado permiso para desterrar de la vida, el orgullo que ciega y la vanidad que condena, porque por detrás de las imperfecciones de los seres, se encuentra el Templo Infinito de Dios.
Yo vengo para reconstruir lo que en esta vida han demolido por vuestras acciones humanas; vengo para buscar las esencias que se han propuesto formar parte de Mi Sagrado Rebaño.
En esta hora de transición mundial para la humanidad y para todos los corazones, vengo para convertirlos definitivamente a Mi Camino.
Por eso, sacien vuestra sed espiritual en Mi Evangelio y que a través de Mis Palabras puedan reencontrar el camino. Los tiempos no serán fáciles para nadie, pero Yo siempre, cuando los vea caer o ya estén caídos en el suelo, los erguiré y los llevaré de Mi Mano a la Casa de Mi Padre.
Replanteen para vuestras vidas, la vivencia de Mi Vida en vuestras vidas. La hora está indicando el cumplimiento del llamado y de la oferta que muchos hicieron a Mi Corazón. No teman sufrir, no teman a la soledad, Yo estoy en el silencio y en vuestros corazones cuando tan solo me abren la puerta de verdad.
Mi Misericordia se dirige como un poderoso rayo sobre la Comunidad Nueva Tierra y por haber honrado y glorificado el Inmaculado Corazón de María, el Padre Eterno Me ha enviado, para ayudarlos y socorrerlos a través de Mi Confiado Amor.
Queridos Amigos Míos y pequeños Míos de la Nueva Tierra:¡Sigan adelante!, sigan gestando en vuestros corazones el símbolo poderoso del Niño Rey; vuestras obras y caridades continuas alegran el Corazón de Dios y ellas reparan todos los ultrajes que gran parte del mundo comete día a día.
La Fuente Insondable de Mi Divina Misericordia siempre será vuestro escudo contra todo mal, pues hoy, en alegría y en honra por vuestra oferta a Dios, Jesucristo, el Rey de reyes, consagra también esta comunidad de almas preciosas al Sagrado Corazón de Cristo, diciendo:
Todo por Ti, Señor
Padre, por Mi Pasión, las almas han resucitado
a Tu Divino Espíritu.
Padre, por Mi Vida, los corazones enfermos
han sido curados.
Padre, por Mi Resurrección, la humanidad fue salva.
Padre, por Mi Buena Nueva
las esencias no se han quedado solas.
Padre, por Mi Palabra, muchos reencontraron
el camino que habían perdido.
Padre, por Mi Sagrado Nacimiento,
los niños del mundo regresaron a Tu Corazón.
Padre, por Mi Sacrificio
y por haber bebido de Tu Precioso Cáliz,
las llagas del mundo fueron curadas,
el mal fue vencido por el Divino Poder de Mi Amor
y el vacío de muchos,
fue llenado por la Fe de Mi Sagrado Corazón.
Soy Tu Pastor, Señor
y cuido de Tus Rebaños.
Soy Tu máxima expresión del Amor
y protejo a Tus Soldados.
Padre Eterno,
hoy consagro a todos Tus Hijos
ante la Presencia y la Gloria de los Altares Celestiales,
para que Tu Infinita Compasión
se derrame como una Fuente de Paz sobre todos.
Amén
Bajo la Sagrada Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, sean bienaventurados.
¡Gracias Nueva Tierra por nacer en los corazones simples!
Cristo Jesús de la Misericordia.
¿Por qué temes?
¿Ya no has recibido Mi Insondable e Infinita Misericordia por casi 365 días seguidos?
¿Por qué temes a Mi Santa Justicia? Ella nunca te condenará ni te apartará del Amor de Mi Padre. Mi Justicia, aquella que vendrá al mundo después de Mi Misericordia, será compasiva y salvadora; ella reordenará las consciencias que se alejaron de Dios, porque Mi Justicia dará vida a lo que estaba muerto y resucitará lo que estaba muerto en vida.
Acepta el abrazo de Mi Corazón y sacia tu amarga sed en Mi Dulce Fuente de Amor y de Cura.
Ven a Mí, Yo te liberaré. No dejes guardada en tu corazón ninguna amargura; bebe de la Sangre Preciosa que brota de Mi Costado, lava tu rostro en los Códigos de Mi Luz y déjame actuar como Yo lo tengo previsto.
Estoy aquí en nombre de una Gracia Especial para sus vidas porque, después de todos estos días, quedarán grabados en la memoria universal estos encuentros Conmigo. Yo los preparo para el apostolado. Yo les enseño cómo amar y perdonar.
Búscame cuando sientas soledad, vacío o desesperación. Tengo algo precioso para encomendarte: vive en Mi Corazón y te diré en verdad quién eres y para qué has venido. Nunca te canses de buscarme, siempre estaré para escucharte, confesarte y darte Mi Perdón Infinito.
Agradece al Padre por reencontrar a tu verdadero Maestro Interior. Sé todo el tiempo en Mí, así podrás salir de ti mismo y el Espíritu de la Humildad estará en tu pequeñísimo espíritu.
Bajo el Amor Bondadoso de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por buscar Mi Corazón.
Cristo Jesús
Yo vengo hasta Mis discípulos para animarlos a caminar a Mi lado, porque después de la larga trayectoria de la vida nacerá finalmente el verdadero espíritu de la Eternidad en cada uno de los siervos del Señor.
En estos tiempos, sumen fuerzas interiores a través de la alegría de servir a los que aún no se han despojado de sí mismos. Día a día, Mi Corazón se aproxima a ustedes para demostrarles que el camino perfecto solo se construye a través del amor del corazón.
Yo los conduciré a desafíos imposibles, pero nunca los dejaré solos.
Yo les daré sufrimientos inolvidables, pero siempre los asistiré, porque en verdad llegó la hora de que los muy pocos cumplan con el Plan perfecto que está diseñado en el Corazón de Dios.
Todo el tiempo Yo los sostendré en Mis Brazos. Cuando la soledad parezca mayor que la alegría, será la señal de que en verdad están viviendo Mi Camino Crístico y se estarán formando como los Nuevos Cristos del tiempo actual.
Oren por los que no consiguen dar los pasos seguros hacia Mi Corazón, ellos necesitan del amor y de la atención espiritual de ustedes. Yo los acompaño siempre, incluso en las caídas de la vida.
Bajo la Gracia Infinita de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Corazón.
Cristo Jesús
En los momentos más difíciles, Mi Corazón Misericordioso irradia a las consciencias que sufren. En la Hora de Mi Misericordia, el manantial de vida y de reparación lava profundamente las heridas espirituales de los corazones frágiles y solitarios. Y cuando se sienten solos, Mi Sabiduría ingresa en sus pequeños espíritus y consuela al alma que necesita fuerzas para continuar en Mi Camino.
En los Planes del Padre, Sus Obras se cumplen sin obstáculos según la disponibilidad y la entrega de Sus servidores; o ellas se detienen, cuando el alma necesita reposo interior.
Aquellos que en verdad Me sirven y Me entregan todo son pocos, y en ellos Yo afirmo Mi Voluntad para que Mi Proyecto Salvador se cumpla.
Hoy guarden la faz curadora de Mi Ser; sepan que el Sagrado Corazón de Jesús también ayuda y acompaña a Sus discípulos cuando están enfermos o tristes.
Mi Luz viene al mundo para volver a encender el compromiso; que nada los incomode por más grave que parezca, confíen en el momento de purificación y de redención que sus almas y cuerpos están viviendo.
Sean Uno Conmigo, así Yo los ayudaré a sostenerse a pesar de las agresiones del enemigo; sepan que Mi Luz siempre triunfará en la Tierra y en el Cielo.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje de alma y de corazón.
Cristo Jesús
Mi Corazón Misericordioso, a las tres de la tarde, genera una explosión de Luz y de Gracias sobre los corazones que aguardan con fe y confianza Mi Divina Misericordia. Pero Mis Poderes también se derraman sobre los corazones que están ciegos de espíritu y no pueden ver la grandeza de Mi Humilde Presencia.
Yo necesito a todos los rebaños; por eso, en esta era Mi Corazón se servirá de los valientes para poder llegar a las esencias más distantes del camino de la redención espiritual.
Ahora llegó el momento de revertir los males que el mundo genera y a los que la humanidad, en su mayoría dormida, se abraza como ovejas sin pastor. Por eso Mi Misericordia viene para restaurar los espacios profundos de la consciencia.
Mi Corazón se aproxima con la intención de aliviar la gran desesperación de muchas almas a las que les falta la paz, porque les falta la oración del corazón.
Mi Deseo Divino es que todos puedan vislumbrar que el Gran Señor, aquel que les pertenece desde el principio, está retornando; pero esta vez para dar testimonio de la verdadera Presencia de Dios y de la Vida Mayor.
Para eso, los buenos rebaños deberán unirse como uno solo para ayudarme, retirando del pensamiento las críticas, las indiferencias, los pareceres y los juicios; porque a aquella alma que no se disponga a estar vacía de sí, le costará el doble de esfuerzo encontrar la paz.
Es hora de morir para sí mismo y es hora de ver la realidad que acongoja a gran número de corazones que están solos, en un desierto extenso de soledad y sed.
La Fuente de Vida que representa el Sagrado Corazón de Jesús viene para saciar la sed espiritual y Él quiere que la humanidad repare el Bendito Corazón de las ofensas gravísimas que lastiman el Corazón del Todopoderoso.
Si hubiera una respuesta verdadera y permanente por parte de los orantes, la humanidad recibiría la Gracia del Perdón y, si la devoción al Misericordioso Corazón de Jesús se estableciera, ella tendría un tiempo más de paz.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras con atención.
Cristo Jesús
Tú que te desesperas, mírame a los Ojos.
Tú que te perturbas, mírame a los Ojos.
Tú que vives el calvario de la vida terrenal, mírame a los Ojos.
Tú que sientes que todo está perdido, mírame a los Ojos.
Tú que piensas que no serás salvado por Mí, mírame a los Ojos.
Tú que pierdes las fuerzas y el valor de seguirme, mírame a los Ojos.
Tú que estás en el camino de la transformación, mírame a los Ojos.
No dejes de contemplarme y mírame a los Ojos.
Confirma tu permanencia en Mí y mírame a los Ojos.
Sacia la sed de tu espíritu en Mi Corazón y mírame a los Ojos, porque Yo te confortaré y contigo sostendré la cruz que debes cargar hasta el fin de la meta.
Siempre búscame y mírame a los Ojos.
Estoy aquí, mírame a los Ojos.
Fortalece tu fe y pierde tus miedos, mírame a los Ojos y siempre dime sí, a pesar de tu soledad, de tu cansancio, de tu inquietud.
Mírame a los Ojos, porque conocerás el poder de Mi Misericordia para ti.
Mírame a los Ojos y no te olvides de Mí.
Mírame a los Ojos y encuentra la Luz Salvadora de Mi Corazón.
Mírame a los Ojos y confiésate Conmigo, Yo te conozco muy bien.
Mírame a los Ojos y abandónate en Mí.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Los que se sienten solos no teman, porque Mi Corazón Misericordioso está con ellos.
Mis compañeros:
A veces Yo distanciaré de sus almas la Fuente de Mi Gracia para colocarla sobre los que más necesitan de piedad y misericordia, para que así tengan la oportunidad de recibir en la vida las mismas posibilidades que tienen ustedes.
El camino que ustedes construyan hacia Mí, día a día, será la fuerza interior que los fortalecerá y les permitirá ver frente a ustedes la Luz de Mi Infinita Presencia, donde podrán afirmarse para seguir esta intensa transformación.
Les pido que estén Conmigo y que no se detengan; en esta hora necesito de Mis discípulos para cumplir el tiempo de paz que está previsto para toda la humanidad.
Sepan que algunos de ustedes se ofrecieron para soportar, por amor, el fuego de la purificación, fuego que libera las almas y las encamina definitivamente hacia la Luz de Mi Corazón de Amor.
Cuando sientan desasosiego en la hora inesperada, sepan que no serán ustedes los afectados sino que será el momento de brindar su servicio, cuando el dolor del mundo sea transmutado. De la misma forma Yo he entregado a algunos seres Mis Llagas con el fin de que Me alivien el Corazón por tanto dolor causado por la humanidad.
Al final, la Luz tendrá la victoria y el Plan se cumplirá a través de todos los fieles que sigan Mi Corazón.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en paz Mis Mensajes.
Cristo Jesús, vuestro Santo Protector
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más