APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ , EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En Amor y Misericordia hoy los encuentro aquí, así como Me he encontrado con el resto de Mis hijos en Medjugorje, momento en el cual su Madre Celeste celebra junto a Sus hijos, no solo el aniversario de las apariciones, que hace más de treinta y seis años he venido realizando no solo por Bosnia y Herzegovina, sino también por el resto del mundo.

Celebro en esta noche la devoción y el cariño de Mis hijos, el amor que tienen los hijos de Dios por la Reina de la Paz.

Hoy vengo desde Medjugorje y uno los dos hemisferios del planeta bajo el Principio del Amor y de la Sabiduría.

Así como en Medjugorje llevé un mensaje de paz para el mundo, en este lugar Yo pude traer un mensaje de consciencia para el mundo, algo que la mayoría de Mis hijos, y sobre todo de la Iglesia de Cristo, demorará en reconocer.

Pero esa no es Mi preocupación, hijos Míos. Mi preocupación, hijos Míos, es su salvación y redención, que vivan la cristiandad que Mi Hijo les enseñó por medio de Su Amor y de Su Misericordia infinita.

En todas Mis apariciones realizadas en el mundo, a lo largo de los tiempos, he traído el mismo mensaje a la humanidad en diferentes tiempos, momentos y circunstancias que los que la humanidad necesitaba del Llamado de Dios, de la Palabra de Dios, de la advertencia para poder cambiar y transformarse.

Se acerca el tiempo y el momento, hijos Míos, en el que la Reina de la Paz se recogerá, así como la Rosa de la Paz también se recogerá.

En sus memorias y en sus corazones deberá estar Mi Presencia, todo lo que Yo les he enseñado a través de los años. De una forma semejante a San Pablo y a San Pedro, ustedes deberán vivir este tiempo. Nada ni nadie les podrá quitar lo que Yo les he entregado aquí, porque lo que Yo he dejado aquí y dejaré, es un profundo tesoro espiritual e inmaterial, del cual las almas se podrán servir en el fin de estos tiempos, para aprender a atravesar el momento más agudo de la humanidad.

Yo agradezco en esta noche la confianza de los que creen en Mí y, sobre todo, el amor que expresan al Reino de Dios por todo lo que han recibido. Eso es inconmensurable, eso es lo que Me trae aquí en esta noche: la respuesta de los que confían y de los que aman, más allá de sus miserias o imperfecciones, porque la verdadera Iglesia de Mi Hijo está en sus corazones y no en los cimientos.

Las verdaderas bases de la espiritualidad de Mi Hijo son el testimonio verdadero de su conversión y redención, de su oración diaria y servicio por la humanidad y los Reinos de la Naturaleza. Ese es el camino hacia la nueva humanidad, no es el camino hacia la nueva era.

Nunca la mente humana podrá comprender el Misterio de Dios. ¿Hasta cuándo Mis hijos, que no entienden, lo desafiarán?

Yo vine a traer a Medjugorje y a este lugar la Gracia maternal de Mi Corazón y eso es lo que se debe perpetuar en sus corazones y almas, ese será el mayor testimonio de amor de sus vidas por Dios y por todo Su Plan de Amor en la humanidad.

Yo vengo a traer un llamado, como he traído un llamado en cada parte del mundo en la que he aparecido a lo largo de los tiempos.

Y en esta noche, Yo puedo recoger de cada lugar, en donde he aparecido y en donde he establecido un santuario de amor y de oración, el amor y la devoción de Mis hijos. Eso es lo que coloco hoy a los Pies del Creador, de los que persisten en la transformación, de los que viven en comunión con Mi Hijo, de los que practican incesantemente el verbo de la oración. Allí están las bases de su fe y de su reconciliación con el Padre Eterno.

Ahora, hijos Míos, con esta consciencia que hoy les traigo por medio de palabras tan simples pero profundas, podrán sentir y percibir cómo la Madre de Dios está aquí y en Medjugorje reuniendo a la consciencia de todos los pueblos y razas, porque Mi mensaje es para toda la humanidad y no solo para una única religión.

Yo les traigo aquí, hijos Míos, la oportunidad de amar por medio de la reverencia al Verbo de Dios que Yo les he traído a lo largo de los tiempos y, sobre todo, en estos últimos años.

Hoy Mi Corazón Inmaculado no solo recoge las súplicas de los hijos de Dios, sino también recoge el amor de los hijos de Dios. Es ese amor, que ustedes pueden tener y vivir por el Padre y por Mi amado Hijo, el que curará y regenerará la Tierra, y pondrá fin a lo que la humanidad hoy está viviendo y atravesando.

Mientras que las religiones y los pueblos no profundicen en el amor y lo vivan verdaderamente con sus semejantes, la humanidad no se renovará. Este es el importante mensaje que hoy les traigo, porque lo deberán recordar y, sobre todo, practicar en este tiempo.

Hijos, como Reina de la Paz, estoy aquí para ayudarlos, para conducirlos y para guiarlos hacia Mi Hijo. Yo les traigo el mismo mensaje y la misma revelación que Mi Hijo les entregó hace más de dos mil años. En el nombre de Mi Hijo, les vuelvo a decir: ámense los unos a los otros, así como Mi Hijo los amó y los sigue amando eternamente.

Es solo eso lo que les pido, porque lo necesitarán. Será por vuestro bien.

Y ahora dedico Mi mensaje a Mis hijos de África, a Mis queridos y pequeños hijos de la santa y humilde Casa Santa Isabel, en Angola.

Así como Yo visité a Mi prima hace más de dos mil años, aunque Yo deje de venir a este lugar desde 8 de agosto, Yo los visitaré, extraordinariamente y milagrosamente, y tendré la dicha de consagrarlos como Mis hijos definitivamente. Esa será la gran y última peregrinación extraordinaria.

Sigan rezando, amando, sirviendo y suplicando por el mundo. Dios, a pesar de lo que ve de la humanidad, está feliz por la voz de sus súplicas, porque Él, el Todopoderoso y Misericordioso, solo puede vivir y morar en los corazones simples y humildes. Dios no mora en las instituciones, Dios está presente en los más pequeños y lejos de los que se dicen poderosos.

Hoy se vuelve a cumplir, hijos Míos, uno de los pasajes de la Biblia. Dios revela Sus misterios a los humildes y pequeños, y derrota a los poderosos y soberbios.

En los más pequeños, como en Mis hijos de África, está el Amor de Dios. Un Amor que precisa ser curado, redimido y cicatrizado por la Mano bondadosa y misericordiosa del Redentor.

Iré a África, cuando el tiempo y el momento lo permitan, pero no falta mucho tiempo. Vivan en Mi tiempo y no sentirán mucho la espera, sino que el tiempo pasará rápido, y así como hoy Me encuentro aquí con Mis hijos, Me encontraré con ustedes en el Amor, en la Gracia y en la Misericordia.

Quisiera dedicar este momento a Mi amada África, que espera hace más de quinientos años por el alivio de su esclavitud y persecución.

Con toda la gloria y el poder que Me ha dado Mi Hijo, peregrinaré especialmente a Angola, para que juntos celebremos el día de la gran unión entre el Cielo y la Tierra, entre Dios y África.

Mis últimas Palabras ya hacen eco en los corazones que las saben reconocer. Estas últimas Palabras que los Sagrados Corazones anuncian al mundo, son las Palabras más salvíficas y redentoras que las almas necesitan para prepararse para el momento importante del Retorno de Mi Hijo.

Beban de la fuente de las Palabras de los Sagrados Corazones. Revivan todos los días Nuestros Mensajes. Les hemos dejado todo lo que necesitan para el tiempo que llegará, el tiempo definitivo que el mundo ya está viviendo y que muchos no quieren reconocer.

Ingresen dentro de su corazón y sientan lo que les dejamos. Los Cielos están cerrando un ciclo antes de lo esperado; pero Mi Amor no los abandonará, cada vez que oren Conmigo allí estaré, Mi Gracia será su fortaleza cuando Yo ya no esté aquí.

El mes de julio y el mes de agosto son los últimos y grandes momentos para la humanidad, de intercesión de los Sagrados Corazones por todas las almas. No pierdan estos dos últimos meses porque llegó el tiempo de la síntesis en sus vidas, de una síntesis espiritual e interior.

Es necesario que vean y recuerden todo lo que ha sucedido en estos últimos doce años, para que puedan comprender lo que sucederá después, así como Dios lo necesita.

Reciban en sus manos una flor de Luz. La blanca flor de Luz es la primera señal que les dejo para que se preparen para el fin del tiempo. Lleven esa flor de Luz, que es el espejo de Mi Amor, hacia sus corazones y sean bendecidos por Mi maternidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quiero llevar en Mi Corazón, antes de retirarme, una canción importante para Mí, que es parte de esa síntesis espiritual que ustedes tienen que hacer unidos a Mi Corazón.

Esa canción revela una historia, pero también una inspiración, un testimonio verdadero, humilde y simple, que Yo les enseñé en Aurora.

Tendré la Gracia en esta noche, entre ustedes y con ustedes, de escuchar "Revelaciones de Aurora".

Les agradezco.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE ZAGREB, CROACIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Y por fin traigo a Croacia y a sus naciones hermanas, la reconstrucción espiritual y el símbolo de la Paz.

Nuestro Padre Celestial nos ha bendecido con la presencia de la Madre Celeste en Medjugorje como también en este lugar, por medio de esta peregrinación, para llevar al mundo el despertar de la consciencia y el Amor que proviene del Corazón de Dios.

Yo le traigo a Croacia el tiempo de su renovación para que las almas puedan encontrar el camino de la luz que tanto buscan. 

Por eso, les ofrezco el símbolo de Mi Paz para que la paz esté en ustedes y en sus hermanos; para que no le tengan miedo al fin de los tiempos; para que con valentía y amor, con esperanza y fuerza interior, sus corazones caminen hacia el Nuevo Tiempo, el tiempo del Retorno de Mi Hijo, en el que muchos de ustedes, hijos de Croacia, serán partícipes de ese acontecimiento como muchas naciones también lo serán.

Por eso, alegren sus corazones, hijos Míos, el tiempo del cautiverio espiritual terminó. Las puertas de la Misericordia fueron abiertas aquí para que sus corazones y sus vidas se reenciendan en el amor y en la fe de Dios; para que sean testimonios, en este nuevo tiempo, de los Atributos del Padre Celestial, que deben estar presentes en ustedes y en todo el planeta para que el resto de la humanidad sea curada, para que el resto de las naciones reciba también Misericordia.

Hoy Yo los convoco aquí, hijos Míos, en el nombre del Amor de Dios, para que sus vidas sientan el alivio que necesitan y para que crean que en este nuevo tiempo que llegará, finalmente, todo cambiará.

El pasado ya dejará de ser una historia, el presente será su nuevo futuro para que estén más cerca de Dios.

Por eso, hijos Míos, necesito que sigan como hasta ahora, ofreciendo su devoción a la Madre de Dios, no solo como la Patrona de la Puerta de Piedra, sino como la Reina de la Paz que mes a mes los visita en Medjugorje para traerles la Luz de Dios y la esperanza que necesitan para enfrentar el fin de los tiempos.

Hoy su pasado es borrado, hoy su presente es bendecido y su futuro recibirá la Gloria de Dios para que la compartan con sus hermanos y familias a fin de que más heridas profundas sean cicatrizadas. 

El tiempo de la llegada de Mi Hijo les traerá nuevas oportunidades y gracias.  Estarán fortalecidos en Cristo para celebrar con Él, personalmente, Su nueva cena de redención y de amor que reunirá a todos los apóstoles de todos los tiempos y de todas las épocas, junto a los ángeles del Cielo y a la Madre Celeste, para celebrar y renovar a esta actual humanidad que sufre y padece sus propias consecuencias.

Por eso, hijos Míos, no solo amen a Dios, sino también amen a sus hermanos de Croacia, de Bosnia y Herzegovina, de Montenegro, del mundo entero para que la Paz brote en sus corazones y ya no existan más intenciones de conflictos y de guerras.

Pero si Yo estoy aquí, como la Reina de la Paz, nada sucederá, solo conocerán milagros espirituales para que sus vidas den testimonio de la conversión vivida en Cristo y por Cristo.

Hoy Mi Corazón de Madre, hoy la Señora de la Sagrada Puerta de Piedra siente un gozo en Su Corazón, no solo por la recepción del mensaje de Medjugorje en sus corazones, sino también, hijos Míos, por su recepción aquí en esta noche, en la que las puertas del Cielo están abiertas para traer la paz y la cura a ustedes y a sus familias.

Hoy Croacia cierra un ciclo, para comenzar uno nuevo bajo el reinado de la Madre de Dios, de Su Amado Hijo y de San José Castísimo.

Hoy Europa Oriental es muy trabajada por la propia mano de Dios, por los impulsos de Su Fuente Divina, por la obra de Su Gracia y Misericordia.

Quiero, hijos Míos, que ustedes y sus hermanos de Croacia y de sus naciones hermanas, por medio del Amor y de la Paz, busquen finalmente la reconciliación interior para que su Madre Celeste pueda seguir viniendo a Medjugorje, como lo sigue haciendo hace tantos años para acompañar sus pasos, para acompañar su conversión y redención.

Porque todo esto, hijos Míos, su cambio profundo y verdadero se refleja en el mundo entero y también en las naciones que están en conflicto y en guerra, como lo es en Medio Oriente.

Abran sus corazones a la posibilidad de amar como un servicio de caridad y de bien para que, en Europa Oriental, los Ojos de Dios siempre estén contemplando esta región del planeta y para que, a través de la Reina de la Paz y del mensaje de Medjugorje, ayude también a Rusia a vivir algún día su proceso de redención y conversión, y su consagración a Mi Inmaculado Corazón; porque aún, hijos Míos, el mensaje de Fátima está vigente, así como el pedido de su Madre Celeste.

Quiero fundar en este día una oración fraterna, ecuménica y amorosa por la Paz, como las oraciones que vienen realizando por las naciones para que la Paz de Dios esté presente en el mundo.

Es por ese motivo, hijos Míos, que vengo a pedirles la Oración por la Paz por Europa Oriental y Rusia, a fin de que ambas naciones, pueblos y culturas alcancen la consagración a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Esta oración será ofrecida en croata y en ruso para que ustedes también, hijos Míos, recuperen las raíces de sus pueblos, la bondad y el amor que está presente en sus corazones como lo ha estado en sus generaciones anteriores, a fin de que la reconciliación divina esté en ambos lugares del mundo y las almas se puedan amar cada día más sin la necesidad de hacerse ningún mal.

Por eso, hijos Míos, la Faz de la Reina de la Paz, Madre de Medjugorje, será la Patrona de esta oración por la Paz que, a través del tiempo y del compromiso de los corazones orantes, creará las condiciones necesarias para que su Madre pueda seguir viniendo a Medjugorje como también a Rusia por medio de esta peregrinación.

Lo que Yo les pido en este momento, hijos Míos, es algo grandioso y desconocido para ustedes, pero obedezcan a Mis peticiones porque así las comprenderán. 

Hijos Míos, rezo por ustedes ante Dios y ante Mi Hijo, trayéndoles la esperanza y la fe como dones de Amor que colmarán sus corazones y vidas para que siempre se renueven en Cristo.

En este momento, hijos Míos, bendigo estas rosas que amorosamente colocaron a los pies de la Reina de la Paz para que, en ustedes y dentro de ustedes, renazca el Amor de Dios y la alegría eterna de encontrarlo siempre.

Yo los bendigo, los amo y les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Los bendigo bajo la autoridad de Cristo y bendigo a Croacia bajo la autoridad de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y ahora, para llevar a Dios su gratitud y amor, elevando sus velas para irradiar la Luz de Cristo al mundo, cantarán Majko Bozja como lo hicieron al principio, alegrando el Corazón de la Madre de Dios.

Hasta pronto, hijos Míos.

Mi Inmaculado Corazón triunfará.

Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES EN ZÚRICH, SUIZA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Por Dios traigo el Amor del Cielo para derramarlo en este lugar, sobre este planeta. Les traigo el Amor que necesitan, el Amor que tanto buscan, el Amor que tanto aspiran penetrar para poder encontrar a Dios.

Les traigo el Amor que los liberará para que puedan dar un nuevo paso, sabiendo que es necesario aprender a escuchar a Dios de la misma forma que la Madre de Dios escuchó el llamado del Arcángel Gabriel.

Los invito, queridos hijos, a seguir el ejemplo de la Madre de Dios, en una obediencia incondicional, con inmensa alegría de poder seguir los pasos del Señor, así como Dios lo necesita en este tiempo.

Todo lo que Yo les digo, hijos Míos, no es para herirlos, ni tampoco para lastimarlos, es para abrir sus consciencias, es para penetrar con el Amor de Dios en sus corazones, para que heridas tan profundas que aún están presentes en sus vidas, se puedan cerrar y disolver.

Esa es la razón por la cual estoy en Europa, hijos Míos, presentándoles a ustedes Mis diferentes Faces, para que conozcan la Omnipresencia de la Madre de Dios, para que sepan comprenderla y escucharla, de la mejor forma que ustedes puedan; por eso vengo como la Madre y Virgen de Schoenstatt. 

Pero hoy no traigo a Mi Hijo en brazos, hoy traigo a un niño africano, entre tantos que quisieran estar en Mis brazos. 

Hoy traigo el niño más enfermo y hambriento, el niño más dolorido, el niño más angustiado que necesita de la atención de la humanidad y de su pueblo.

De esa forma, hijos Míos, Yo los invito a la solidaridad, a la cooperación y al bien que debe despertar en sus corazones, para que el mundo y especialmente su humanidad, su sufrimiento y dolor, que deben ser aliviados, puedan entrar en ustedes para que sientan como siente la Madre de Dios cuando hay falta de consciencia, falta de amor y especialmente de fraternidad. 

Si ustedes dan el paso, les aseguro hijos Míos, que muchos más lo darán.

Por eso hoy he decidido venir a decirles esto, para que puedan escuchar Mi Llamado, para que puedan sentir Mi Maternidad, para que se puedan servir de Mi Corazón, un Corazón noble que clama al mundo, un Corazón que acoge las miserias de la humanidad y especialmente de los que más sufren.

Los invito, hijos Míos, a imitar Mi Espíritu de Maternidad, de servicio y de solidaridad, eso transformará su pueblo completamente y hará de su pueblo una Tierra Prometida sabiendo que aún Dios desea manifestar aquí Su Divina Voluntad.

Con Amor materno Yo los llamo, hijos Míos, a tomar consciencia de esto, a colocarle importancia en sus vidas, para que también sus vidas se puedan transformar mediante la respuesta a Mi Sagrado Llamado.

Siempre desearé el bien para ustedes, por eso no solo estoy aquí por ustedes, estoy aquí también por todas las naciones del mundo, por todos los que han concedido esta peregrinación por la Paz, por todos los que sinceramente de alguna forma u otra hicieron su esfuerzo amoroso e incondicional para que hoy Yo esté aquí por Suiza, así como también estaré en poco tiempo por Alemania.

Es así que Yo los invito a esa Unidad, la Unidad que Dios gestó desde el principio en el Universo, la Unidad que los llevará a la Paz, porque es una Unidad Divina que el mundo ha olvidado completamente.

También esa es la razón por la cual todavía peregrinamos, salimos de los Centros Marianos a la búsqueda de los corazones más necesitados y carentes, en búsqueda del despertar de la consciencia de la humanidad, a fin de que los designios de Dios se puedan cumplir.

Como Madre del Amor y Virgen de Shoenstatt, no deseo que Mis hijos sufran, ni que acepten vivir el camino del sufrimiento, porque la humanidad ya ha demostrado al mundo como sabe autodestruirse; quiero cambiar ese patrón humano por medio de sus oraciones y de sus súplicas, por medio de la apertura de su mundo interior a Mi Llamado.

Así Yo no solo podré seguir trabajando por Suiza, sino también por el mundo que Me necesita y podré llegar a otras naciones del mundo así como he llegado aquí de forma extraordinaria por la respuesta de Mis hijos.

Hoy les transmito hijos Míos, con toda la Verdad de Mi Corazón, la aflicción de Mi Corazón Materno por la sordera de Mis hijos.

Por eso vengo del Cielo como he venido en Fátima y en Medjugorje, para traer un mensaje a la humanidad, para demostrarle al mundo que Soy única y que Soy la Madre de todas las naciones y de todos los hijos que existen en este planeta; que Soy la Madre sin religión, porque Mi religión es el Amor de Dios, el que el Arcángel Gabriel me ha enseñado cuando tenía a Jesús en Mi Vientre.

El Amor de Dios se gestó en Mí para que naciera en el mundo la redención. Hoy Mi Vientre de Luz se dona al mundo, para que sus vidas puedan renacer algún día con la esperanza de vivir en la Fe y de alcanzar la redención del corazón.

Los invito a redoblar los esfuerzos por Mi Llamado, y hoy agradezco a Mis hijas que viven aquí en Suiza, por haber sido precursoras de Mi Llamado en Zurich, por haberse esforzado y dedicado, para que el cumplimiento Divino de Mi Misión Espiritual en Suiza, se pueda cumplir.

Hoy me iré de aquí con una esperanza, porque han demostrado que es posible difundir Mi Llamado, sabiendo que es urgente que las almas salgan del infierno terrestre para ingresar en el Universo de Mi Corazón, en donde hay un lugar especial, hay un refugio en el Corazón de la Madre de Shoenstatt para cada uno de Mis hijos. 

Es el amor de ustedes, es la dedicación de ustedes, es la ofrenda de ustedes, lo que Me permite una y otra vez volver al mundo.

Yo les agradezco por responder a esta convocatoria y los bendigo con la Llama Sagrada de la Esperanza de Dios, la que nunca se extinguirá porque es eterna.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy poso Mis manos sobre sus cabezas para suplicar al Divino Hijo.

Vengo en esta noche y a este Centro Mariano para entregarles un pequeño mensaje, ya que Me han abierto el corazón y así, Yo pude entrar para fortalecer sus vidas y consciencias.

Vengo del Cielo para decirles que no estaré aquí con ustedes por un tiempo, pero Mi Corazón será su fortaleza, porque iré al encuentro de Mis hijos del mundo, en España, Portugal e Italia.

Mi Palabra también llegará a Medjugorje y uniré las razas y las culturas en Mi Corazón.

Tan importante será lo que hará Mi Hijo junto Conmigo en Italia, que en poco tiempo comprenderán cuál es la verdadera necesidad de que su Madre Celeste y Su Amado Hijo peregrinen tanto tiempo por el mundo. 

Esto es solo una preparación, queridos hijos, para lo que sucederá en Asia el  próximo año.

Quisiera, queridos hijos, que acompañaran a su Madre Celeste por el sendero de peregrinación que estaremos recorriendo.

Quisiéramos, desde Nuestros Corazones, ver en sus corazones los mismos frutos que florecieron en la peregrinación por Centroamérica, México y Estados Unidos.

Ahora su Madre Celeste va al encuentro de los que más sufren las guerras. Y en Su silencio y oración, y en adoración al Santísimo Hijo, irá para disolver los males que generan el sufrimiento, el dolor y la desesperación; y esto será posible por su contribución y confianza en el paso a paso de esta peregrinación por la paz.

Quiero ahora, más que nunca, que sus corazones también hagan florecer este Centro Mariano, que se ha tornado una base espiritual para el planeta; en donde muchas fuentes de instrucción y de inspiración descienden, en donde las almas del mundo las están captando interiormente.

De esa forma, Mis queridos hijos, les dejo la tarea de encendersiempre su fuego interior, para que muchas más almas sean tocadas por la Luz que su Madre Celestial les trae en este tiempo.

De esa forma, Me sentiré tranquila, porque veré a los apóstoles de Mi Amado Hijo cuidar y proteger este Centro Mariano y de sus liturgias, como ha sido desde el principio.

Recuerden que sus oraciones y liturgias en este Centro Mariano, durante la peregrinación de los Mensajeros Divinos en Europa, estarán generando las condiciones necesarias y espirituales para lo que en el próximo tiempo, acontecerá en Asia.

Todo está unido en una gran red de Amor y de Luz.

Su participación en esta próxima peregrinación desde este Centro Mariano debe ser incondicional, como lo cumplieron, hijos Míos, en la peregrinación de Centro América, México y Estados Unidos.

Europa, en esta próxima peregrinación, será un puente para llegar a Asia; por eso también todos los europeos tendrán que gestar las bases para que esa peregrinación en Asia suceda.

Ahora les pido, Mis amados hijos, como su Madre, la Reina de la Paz, que concentren sus consciencias y corazones en todo lo que los Mensajeros de Dios realizarán en esta próxima etapa en Europa.

Saben que esta siempre será Mi casa, igual que la casa que una vez tuve en Nazaret.

Ahora Mi casa espiritual es el planeta y ustedes están dentro de Mi casa espiritual para trabajar junto a su Madre Celeste, hasta el fin de los días, por Redención y la Compasión en la humanidad.

Hoy, de forma especial y a través de este pequeño mensaje de amor, estoy uniendo Medjugorje con este Centro Mariano. Porque en Medjugorje se encuentran almas muy valiosas al igual que ustedes; se encuentran obreros del Plan que en silencio trabajan para su Madre Celestial, para que cada día más, Medjugorje sea la principal fuente de conversión y de confesión para todas las naciones del mundo.

No olviden que el trece de mayo próximo estaré en Fátima, para el gran momento de la expansión de su Madre Universal en todo este Universo, y más allá de él, por medio de la sagrada pureza de Lys. 

Es de esa forma, queridos hijos, que Yo les muestro la verdadera tarea de su Madre Celestial para con el mundo.

Mi mirada también está en Asia, porque allí muchos de Mis hijos proclaman, en su pequeñísima fe, por el descenso de la Divina Misericordia.

Recuerden que después de esta Sagrada Semana, de todo lo que Mi Hijo les donó, esta tarea se tornó planetaria y llega más allá de este Centro Mariano de Amor.

Con Mi mano en el Corazón los invito, queridos hijos, a que en  el amor, en la colaboración y en la fe, ayuden a su Madre Celestial, así como la han ayudado en los últimos tiempos, a concretar y manifestar cada uno de Sus pedidos; porque por detrás de cada pedido existe, ocultamente, un beneficio mayor para toda la humanidad.

Quisiera que a partir de este nuevo ciclo que ustedes están viviendo, queridos hijos, compartan el Amor que han recibido de los Mensajeros Divinos.

La carencia de amor en el mundo es muy grande. Esta es también la principal causa para que sus Mensajeros Divinos estén peregrinando por el mundo, para que la esencia del Amor y de la Verdad  no se pierda en la humanidad; pues también Mi deseo como Madre Co-redentora, es que nuestro amado Papa Francisco conozca esta Obra más profundamente de lo que ya la conoce.

Si esto llegara a darse en el amor, no solo uniré las creencias, sino también los corazones que escuchen la voz de su Madre Celestial.Y esto será parte, después del próximo trece de mayo en Fátima, del triunfo de Mi Inmaculado Corazón en Europa y Rusia.

Que así sea. 

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Deseo ardientemente que las palabras de su Madre Celestial resuenen en sus corazones para que ellas sean frutos de Luz y de Amor en el mundo.

Nuevamente les agradezco por concretar Mi llamado y los bendigo, bajo la intercesión de Mi amado Hijo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que Europa Me espere con profunda alegría, regocijo y júbilo. Su Madre Celestial está a camino del gran reencuentro con todos los corazones consecuentes de los amados servidores del Plan.

Les agradezco.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE MADRID, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN 

Yo soy la Madre de todos los hijos del mundo y les traigo desde el Cielo la Paz que es posible vivir en estos tiempos.

Por eso estoy aquí, queridos hijos, para que puedan creer en ello, porque a pesar de lo que sucede en la humanidad, Mi tarea no deja de cumplirse en todos los corazones.

Abro los cielos para que sus corazones se puedan elevar hacia Mí y así ingresar en el Corazón de Dios que, con amor ardiente, los espera para poder acogerlos en Su Espíritu y en Su Divinidad.

Queridos hijos, vengo a Madrid con la misma misión que hace dos años atrás. La Guadalupana ahora debe recorrer cada provincia de España y debe llegar a los corazones que ustedes desconocen, porque si ustedes peregrinan Conmigo, llevando la Santa Imagen, los corazones la buscarán, porque han perdido la fe en Dios y necesitan reencontrarla.

Por eso, Yo estoy aquí, queridos hijos, para pedirles esto; porque desde el Corazón de España es posible que esa tarea pueda comenzar. Y así, encontrarán almas que necesitarán vivir de la oración, necesitarán aprender a orar y saber cómo conectarse con Dios.

Ustedes, que ya viven dentro de Mi escuela de oración, sabrán cómo hacer y cómo enseñar, porque Yo los inspiraré con el poder del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Así, queridos hijos, irán conociendo los Dones de Dios que están esperando descender sobre la humanidad y en los corazones simples que se abran a encontrar el camino de la consagración al Plan del Altísimo.

Hoy vengo aquí para unir lo que está separado entre las consciencias, así como lo dice el cántico. 

Vengo a establecer en sus esencias la Nueva Humanidad, algo que hoy no podrán comprender, queridos hijos, pero que lo irán construyendo dentro de ustedes, dando los pasos en el Plan del Señor y en la redención que les ofrece Mi Hijo en este tiempo. Así, queridos hijos, nunca estarán solos. Por más que sientan que pierden las fuerzas internas, Mi Corazón siempre los apoyará.

Yo soy esa sagrada mano que se extiende hacia ustedes para que la puedan tomar fuerte, y sentirse completamente seguros en este camino de conversión y de transfiguración de sus vidas.

España debe ser el reino de Mi Inmaculado Corazón porque, unida a Portugal, podrá irradiar la paz para todo el continente europeo y más allá de él. 

Saben, queridos hijos, que cuentan con el Santuario de Lys y también con el Santuario de Medjugorje, pero aún no es suficiente. Hay corazones que aún no están arrepentidos y que no encuentran el camino hacia Mi Hijo.

Yo vengo a mostrarles el sendero que los lleva al Corazón del Padre Celestial, y esto dejará de ser una teoría o algo tan invisible para ustedes, queridos hijos.

Necesito que se formen como Mis columnas, como ya se los dije una vez y que sigan fortaleciendo su vida espiritual para que Yo pueda estar cerca de ustedes y guiarlos por este camino del fin del tiempo, entre las tinieblas y la oscuridad que vive el mundo.

Quisiera que esta imagen fuera un portal de la Paz, porque para eso Yo la he consagrado para cada uno de ustedes y de sus hermanos de camino.

Así como Guadalupe cumple una tarea importante en Estados Unidos, también la cumple aquí, porque desde aquí Yo partí para manifestarme en América y ser conocida como la Madre de las Américas y la Madre de Todos los Pueblos.

Yo inspiré a los apóstoles de Cristo cuando evangelizaron y predicaron en esta región, para que dieran a conocer Mi Evangelio, que es la historia de la Madre de Dios con Jesucristo, vuestro Señor, para que dieran a conocer Mi Obra silenciosa y que fuera testimoniada por cada uno que la escuchaba.

Esa historia llegó hasta Guadalupe, en un rincón de esta gran España. Y desde allí fui conocida por el mundo, cuando Mi sagrada Faz de la Madre de Todas las Razas se mostró a las Américas; recordándole al hombre blanco la unión con todos los pueblos, a través de la unidad y del amor que, en aquel tiempo en Guadalupe, Yo vine a instituir por orden de Dios, para que el pueblo de Europa tuviera una oportunidad en este tiempo final, en este tiempo de purificación, en este tiempo de transición.

Sus corazones se autoconvocaron para esto y no han dejado de cumplir lo que Yo he pedido, en esta Obra, de expandir la Luz de Mi Corazón por el mundo, especialmente por Europa.

Mi misión con ustedes, queridos hijos, debe ir más allá de las fronteras y de las naciones. Ustedes deben llegar a esos corazones cerrados que no quieren conocer a Jesús ni tampoco quieren saber nada de Dios. No existirá en ustedes un método para hacerlo ni tampoco una regla. Trasmitan con el amor de sus corazones, el amor que sienten por Mí, porque así, Yo obraré. Y, cuando se unan a orar con sus hermanos, por aquellos que son desconocidos por ustedes, podrán ser convertidos por Mi Amor y encontrarán la paz que tanto buscan.

Queridos hijos, Yo espero esto de ustedes, en este tiempo. Por eso, he venido aquí, a Madrid, para realizar una renovación de sus votos con el Padre Celestial y con el Plan de redención de Mi amado Hijo y de Mi Inmaculado Corazón.

El siguiente paso, en Europa, es difundir el Amor de San José y la transformación que ese santo hombre vivió siendo humano, siendo un hombre simple y verdadero. 

Así, Yo quiero, queridos hijos, crear en ustedes y en este pueblo de Europa, un hombre nuevo y dejar atrás al hombre viejo que se ha cerrado a la transformación y a la renuncia.

San José los llevará como Mediador por ese camino. Si difunden a Nuestra Señora de Guadalupe, sabrán difundir al Casto Corazón de San José, porque en verdad les digo, queridos hijos, que aún aquí en España, por ejemplo, existen almas simples que sienten a Dios en su corazón, pero que no saben cómo poder conectarse con Él.

Las almas que están cerradas son Mis almas predilectas. Son las que Yo aspiro a encontrar a través de vuestras manos, de vuestros servicios unidos a Mi Hijo, a Su Sagrado Corazón.

Aún hay mucho por hacer aquí y es hora de que sus corazones puedan crecer en esta tarea y de que no tengan miedo de dar los pasos, así como sus hermanos los han dado en otras partes del mundo, entregándose definitivamente a vivir el Plan de Dios y a cooperar para la salvación de esta humanidad, de todos los Reinos de la Naturaleza que son muy agredidos.

Queridos hijos, Yo estoy en comunión con ustedes todos los santos días de la vida y en cada momento que oran a Mi Corazón, Yo los puedo fortalecer para que vivan este Proyecto que es tan desconocido por el mundo, que es el Proyecto del Amor y de la Redención.

Hoy estoy sobre ustedes, queridos hijos, porque los amo. Los amo tanto, con el gozo eterno de Mi Corazón Inmaculado, que derrama Sus Gracias sobre Sus hijos para que puedan estar firmes y seguros del camino que Yo los invito a seguir. 

Soy vuestra Madre de la paz, soy vuestra Madre del amor, Madre de la confianza, Madre de la consagración y de la esperanza. Soy quien los levanta cuando caen. Soy quien los hace alegrar cuando tienen sus corazones tristes o cuando están confundidos por Mi adversario.

Únanse a Mí a través del Santo Rosario. Contemplen, como lo han hecho hoy, cada misterio divino de Mi Hijo. Así, sus corazones serán depositarios de los códigos del Universo Celestial, que serán imprescindibles en estos tiempos y para toda la humanidad. Pero como sé, queridos hijos, que no todos recibirán esos códigos que ayudarán a transformar el mundo. Los muy pocos que los recibirán tendrán la responsabilidad de ser consecuentes con ellos y de expandirlos con amor y alegría por el mundo.

Sus Ángeles de la Guarda confían en que lo pueden hacer. Cuentan con ellos en esta Obra de corredención que viven Conmigo y en unión con Mi Hijo.

Por eso, Yo los vengo a preparar para el tiempo final y para que nunca olviden este momento, en que el Cielo toca sus corazones y vidas para poder renovarlos e impulsarlos a dar un poco más en honor a Dios que los contempla en esta hora, con dulzura y detenimiento, a través de Mi Inmaculado Corazón . 

Sientan, queridos hijos, como Mi Paz es viva. Más allá de ser inmaterial, se siente y palpita en el corazón que se abre a recibirla.

Busquen los dones de la caridad y del bien y estarán en el camino correcto. No busquen la realización personal, sino la concreción de obras en la humanidad a través de los Sagrados Corazones.

Así, queridos hijos, como vuestra Patrona de Guadalupe y de toda España, podemos alcanzar en el silencio, la redención de millones de almas que están sumergidas en el caos de este mundo, en la superficialidad de la vida material. Mi adversario se ha encargado de cerrar esos corazones, pero Yo hoy les entrego la llave maestra, que es la llave de sus corazones, la llave del amor y de la confianza en Dios. Porque el corazón que es paciente, queridos hijos, todo lo alcanza.

Oremos ahora, queridos hijos, por la humanidad.

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

He aquí, queridos hijos, que hoy ustedes Me ofrecen, ante los Altares de Dios, el mayor testimonio de la verdad y de la redención para los corazones del mundo, a través de la Sangre preciosa y del divino Cuerpo de vuestro Señor, quien habiendo derramado todos los códigos de la rehabilitación para los corazones y espíritus, hoy se hará presente a través de este pan y de este vino, por la transustanciación que los ángeles del universo, unidos a Mi Corazón y en adoración, convertirán a estos elementos en gloria al Padre Celestial.

Cuando beban la Sangre de Cristo, háganlo por aquellos que no beben la Sangre preciosa de Nuestro Señor. Y cuando comulguen, queridos hijos, comulguen por aquellos que lo ofenden y que lo niegan en este tiempo.

Cantarán a Nuestra Señora de Guadalupe, así como lo han hecho, para que Mi Faz unifique a todas las razas y a todos los pueblos en la espiritualidad de Cristo.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Queremos compartir con ustedes cómo fue la Aparición.

María nos pidió que hiciéramos un pequeño relato y que Madre María Shimani hiciera un comentario sobre lo que María nos instruyó hoy.

Cuando estábamos cantando, en una de las decenas del Misterio del Rosario, María primero se mostró como Nuestra Señora de la Asunción, aquella Faz que muestra cuando se eleva al Cielo en Cuerpo y Alma. Fue cuando la hermana Piedad estaba cantando el Ave María de Gómez, un momento bien fuerte.

Enseguida, en el próximo cántico, si recuerdo bien, fue cuando se creó una condición espiritual y los ángeles, una parte del universo ultraterrestre, descendieron y comenzaron a ayudar mucho a España.

Nunca había visto que una nación recibiera tanta ayuda al unísono. Fue algo simultáneo, porque era como que, de acá, desde el Corazón de Madrid, los ángeles salieron para varios puntos de las provincias de España y comenzaron a liberar muchas cosas malas, bien malas. Ahí comenzó el trabajo de liberación, que era un trabajo armonioso, un trabajo muy alineado, muy elevado.

Y bueno, llegó el momento de la Aparición y María se mostró como la Reina de la Paz y me dio la indicación de que me diera vuelta hacia ustedes, hacia los hermanos, porque Ella iba a aparecer ahí y que oráramos.

En ese momento, Yo percibí que María estaba haciendo una tarea con los internos de cada uno de ustedes, con el mundo interno, con el mundo bien profundo. Ella estaba haciendo algo como Madre, como cuando una mamá intenta arreglar un objeto que está roto. Simbólicamente les explico qué fue lo que hizo con las almas de ustedes y con muchas almas más que no están aquí físicamente, pero que están en otros planos y que María ayudó a arreglar y a restaurar.

Ella comenzó a hacer un trabajo de restauración espiritual. Comenzó a limpiar, a purificar lo que nosotros comprendemos como nuestros pecados o nuestras faltas, nuestras omisiones, nuestros juicios de valor y hasta nuestra soberbia. Ella comenzó a limpiar muy amorosamente.

Por momentos veíamos a María como si fuera con un pañito, con una telita, que limpiaba así, a nuestras almas, a nuestros espíritus, de los que están aquí presentes y de lo que no están aquí presentes también.

Ella fue haciendo esa tarea y Yo percibí que estaba, en ese momento, preparando el campo de trabajo. Ella comenzó con lo que ustedes escucharon hablar sobre Guadalupe, la Virgen Peregrina. María hizo un acto de renovación de la tarea de la imagen peregrina que está en Estados Unidos en este momento, haciendo un trabajo importante con los grupos de Estados Unidos y también aquí, en la Península Ibérica.

Y cuando María expresaba que quería que la Virgen Peregrina de aquí, de Europa, fuera por todas las provincias de España, era porque Ella iba a hacer una tarea en cada provincia. Ella sabía que nosotros nos preguntaríamos cómo hacer eso, porque nos conocemos entre nosotros, no conocemos a otros. Ella mostraba, en esa dimensión en la que se encontraba, que había consciencias que estaban esperando a la imagen. Por ejemplo, en un hospital, una residencia, un asilo, una familia de un hogar que precisa a María Guadalupe para unirse, como una familia que está separada o una persona que está sufriendo.

Ella dice que hoy hizo en nosotros una iniciación, nos inició para una nueva acción. Con esa iniciación que hizo en cada uno de nosotros, abrió una puerta digamos así, espiritualmente, para que esas almas encuentren a la Virgen de Guadalupe. Solo que Ella decía que nosotros tenemos que poner manos a la obra, así como las Vírgenes Peregrinas de otros países están haciendo en Colombia, en Nicaragua, en Brasil, en Argentina. La tarea está siendo importante con esas imágenes. 

Entonces, María nos dio un impulso. Hoy nosotros espiritualmente recibimos un impulso directamente de Ella, que no es muy usual que María lo haga, para que nosotros podamos iniciar esa tarea. Y que cuando hagamos esa tarea y nos organicemos, las cosas van a ir aconteciendo naturalmente.

Yo sentí que fue una tarea y una aspiración muy grande que colocó María sobre ustedes, que es llegar a los corazones cerrados. Ella dice que María de Guadalupe, la Virgen Peregrina, debería llegar, por ejemplo, a Rusia, porque hay muchos rusos que precisan de María, muchos rusos que precisan ser tocados por la Virgen de Guadalupe, por esa Faz.

Entonces, nosotros percibimos que María nos colocó delante de un misterio que no lo es tanto, porque Ella está revelando cómo trabaja de una forma simple con la humanidad, con las almas. Ella nos está enseñando, de una forma bien directa, a ser mediadores como lo fue Ella, como fue San José o el propio Cristo Jesús. Que no es algo que está lejos de nosotros, sino que está bien cerca de que lo podamos realizar. Entonces Ella nos dejó ese impulso para que lo tengamos bien presente.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Yo me preguntaba también, mientras escuchaba a la Madre, cuándo iba a nombrar a San José, porque era algo que había sentido super fuerte, porque Él es el que nos enseña a ser simples y a ser humildes, que es lo que nos falta, por eso no llegamos a los demás. 

No podemos llegar a las demás personas de una forma abierta, rápida y efectiva, porque no somos ni simples ni humildes. Yo sentía que necesitábamos de la intercesión de San José. Si nosotros estudiamos a San José, todo lo que nos ha transmitido, Él tiene una técnica de instrucción que es infalible. Él con esas palabras y esa forma de trabajar, esa forma de transmitir la instrucción, es capaz de recorrer dentro de nuestra consciencia espacios que ni siquiera nosotros conocemos. Entonces, era absolutamente imprescindible que San José llegara a la escena para que nosotros pudiéramos aprender de esa simplicidad y de esa humildad, porque es a través de esas actitudes que nosotros vamos a poder llegar a todos esos corazones cerrados.

Ustedes piensen cómo fue que María llegó a ustedes. Cómo fue que una persona les hablo de María y tocó el corazón de cada uno, de una forma simple, de una forma humilde, de una forma directa. Y eso es lo que nosotros tenemos que hacer por otras personas, porque no nos podemos quedar con toda la Gracia en nosotros, porque hay muchos seres que realmente están necesitando mucha ayuda. 

Si ustedes repasan los mensajes de San José, van a encontrar allí muchas llaves de cómo ser simples y humildes, verdaderos, transparentes. Y de esa forma es que se llega a otras personas, porque cuando el corazón es el que habla, todo el mundo entiende, porque no está la mente creando ninguna condición. Entonces, prestemos mucha atención, porque cada palabra de nuestra Madre, cada instrucción, cada indicación, es la que nosotros necesitamos para llegar a cumplir con esas pautas que Ella nos trae.

Entonces, nosotros los invitamos a estudiar a San José, a dejar que San José se convierta en el tercer Mensajero Divino de nuestras vidas. Porque recuerden que Ellos son tres y por algo Ellos traen cada uno, una forma diferente de llegar a nuestro corazón y convertir nuestras vidas. No dejemos que una parte de esa instrucción y de esa conversión nos falte, porque San José es el camino seguro y directo a ser simple de corazón, así como Dios nos quiere. Así que los invitamos a estudiar a San José y a acercarse a aquellas personas que más lo necesitan. 

Hay algunas formas de trabajar con la Virgen Peregrina que abren muchas puertas. Y como decía el Fray, cuando uno se anima y va a un hospital con la Virgen Peregrina, infinidad de cosas pueden pasar; porque en un hospital hay muchas personas y no solamente los que están enfermos, están las familias de los enfermos, están los que curan o los que quieren curar, todos los que trabajan en los hospitales. Es impresionante como María trabaja, Ella sola. Nosotros nos aparecemos con una Virgen Peregrina en un hospital, nos ponemos en una sala de espera y van a ver los milagros de los cuales van a poder participar.

Claro, hay que salir un poco de uno mismo y hacer eso por María y por todas esas personas que lo necesitan. Y una puerta abre la otra, y esa otra puerta abre la otra; y cuando queremos acordar, hay una cadena de personas, de almas, que fueron tocadas por el amor de Nuestra Madre. Pero se tienen que animar. Tienen que hacer algo que no sea para ustedes. Hay que hacer algo por otros. Por eso, necesitamos que San José nos ayude a ser un poco más simples de corazón. Y, bueno, hay otras formas que algunos hermanos han hecho, en otros lugares del mundo con nuestra Madre peregrina, que han sido maravillosos. Tenemos algunos testimonios, algunos videos de algunas reuniones, en las que parece que María está allí y que todos la pueden vivir. Y no están ni los videntes ni está el coral, es Ella la que está allí.

Así que nosotros los invitamos a que den ese paso, a que se animen y que después nos cuenten todas las historias que María está haciendo por aquí, por Europa.

Nos encontramos en el Corazón de nuestra Madre. Gracias.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, vengo del Cielo, queridos hijos, para llamar a los que aún no han despertado, a través de los que se han consagrado a Mi Inmaculado Corazón.

Hoy, estoy aquí como la Reina de la Paz, como la Madre de todo el universo, como la Guardiana de la Fe, como la Protectora de los corazones y de los que dicen sí a Mi llamado.

Espero que su consagración como Mis Hijos, sea en honra a Dios, al Todopoderoso, y a Su Amado Hijo que pronto retornará para verlos en oración y en trabajo por el Plan.

Queridos hijos, hoy abro Mi Manto para mostrarles todas las naciones del mundo, principalmente aquellas que aún no se han consagrado a Mí, desde hace ya 2000 años. Aún espero en los corazones que Yo despierto, en esas naciones, que lo puedan conseguir.

Medio Oriente debe ser Mi reinado de Paz, y ustedes, hijos amados, deben acompañarme en la transmutación como en la oración. 

No tienen por qué temer a esas cosas, hay muchas almas en este lugar que verdaderamente sufren y ustedes lo saben.

Yo vengo aquí para entregarles todos los días Mi Reino Celestial, que es el Reino de Mi Hijo y de San José, el Reino del Paraíso.

Hoy, necesito que sus corazones se abran profundamente un poco más, porque no estoy sola aquí, estoy con los ángeles que custodian Mi tarea y la tarea de todos Mis hijos.

América tiene que cumplir esa promesa. En todas las naciones de América, Yo estoy presente, a través de Mis diferentes Faces, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, en Argentina.

Yo soy la misma para todas las culturas, pero todos los pueblos Me reconocen a través de su devoción y de lo que Yo he manifestado a través de los tiempos en Mis Apariciones.

Yo estoy en Salta como también estoy en Medjugorje, así como Mi Presencia nunca se borra en Fátima, en Lourdes y ni siquiera aquí, cuando ustedes llaman a la Madre de la Figueira.

Yo soy ese gran Árbol de Vida para ustedes, hijos amados. Ustedes deben cumplir Mi Plan en este lugar, el que Dios ha propuesto para esta parte de América; y sepan que se está consiguiendo a través de la fe y de la oración, que es lo que Yo necesito de todos Mis hijos.

Cada paso que puedan dar en su consagración, es grandioso para Dios y para Su Proyecto Original.

Hijos amados, vivan esta oportunidad que Yo les entrego diariamente; porque cuando Yo ya no esté aquí ni esté Mi Hijo ni San José, ustedes deberán seguir trabajando con todos los peregrinos que llegarán aquí a buscar la fuente de Mi Amor y de Mi Paz. Por eso, existe el Centro Mariano y los demás Centros que Yo he consagrado, así como Yo consagré a Fátima y a Lourdes para Mi Obra Mariana.

Quisiera que todos pudieran ingresar en Mi Corazón Inmaculado y que beban de la Fuente del Amor de Dios que Yo les traigo para sanar sus heridas y sus sufrimientos.

Hoy, les estoy hablando porque sé que Me escuchan. Pero más corazones deberán escucharme a través de ustedes, en el ejemplo de la oración y de la caridad; en el ejemplo de expandir Mi campaña de Paz por el mundo para que Mi Plan se establezca y su Madre Celeste junto con Su Hijo Glorificado derroten al adversario en el último tiempo que le queda.

La Tierra temblará y se purificará, para que sea más pura. Pero Yo no los dejaré de socorrer porque han confiado en Mí, desde el principio. No dejo de estar presente en sus hogares cuando abren las puertas a la oración, y en cada uno de sus familiares, a los que Yo intento llegar todos los días con Mi Amor y con Mi Redención, que es la Redención de Mi Hijo Amado.

Hijos amados, Yo quisiera que fueran parte de Mi vida espiritual; que el Reino de los Cielos no estuviera lejos de ustedes, como lo ha estado para muchas almas. Yo traigo el Reino de los Cielos en cada Aparición, en cada palabra, en cada gesto de Amor y de Paz.

Yo les traigo el nuevo código de Mi Hijo para que lo guarden en sus corazones y almas, y él pueda sembrarse en lo profundo de sus esencias y así despertarán los talentos.

Hoy, les hablo con dulzura porque sé que lo necesitan, porque sé que necesitan Mi abrazo consolador y maternal.

Yo no soy la que ama, es Dios que ama a través de Mí; y Yo quisiera amar a sus hermanos a través de sus corazones, disipando sus dudas y faltas a través de Mi Pureza Original, de la pureza del Reino de Lys-Fátima. Para que eso sea posible, amados Míos, en la presencia de todo el universo y del Amor invencible de Mi Hijo, quisiera escuchar con Mi Corazón una canción en honor al Reino de Lys, en honor a todas las esencias que despiertan y a los servidores que trabajan por el Plan en toda Europa y en el mundo entero.

En este día 13, los Jardines de Lys se abren para bendecirlos y para que los recorran espiritualmente Conmigo, en la belleza perfecta de Dios y de toda Su manifestación creadora.

Antes de consagrarlos como Hijos de María, debo llevarlos a la Pureza Original y a la esencia del Amor que los unificará con Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre señalando el coral, dice:

 

Los escucho.

Canten Conmigo, hijos Míos, para abrir las puertas del Reino de Lys.

Canción: “Lys, María, Lys”.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es de ese Jardín tan puro de donde provienen sus pequeñas esencias, porque Mi Corazón tiene Su morada en ese Jardín; y cada uno de ustedes, hijos Míos, nace de Mi Esencia Maternal, nace del Vientre Espiritual de su Madre Celeste.

Hoy, les traigo el Reino de Lys para que puedan renacer en espíritu, para que puedan vivir la pureza que les permitirá enfrentar los tiempos que vendrán.

Hoy, les traigo la Paz de Lys, así como se las traje en tiempos anteriores a través de los pequeños de Fátima. 

En aquel tiempo, aquellos tres pequeños niños pudieron abrir las puertas del Reino de Lys para establecer la paz y evitar una guerra en este mundo. Ahora, hijos Míos, la guerra ya está establecida y ella no es solo entre la Luz y la oscuridad, también el caos y el mal luchan entre sí para engañar a las almas. 

Por eso, hoy les traigo el Reino de Lys, que es Mi Reino en Fátima, para que se establezca la paz en sus vidas y, a través de ustedes, en el corazón de cada uno de Mis hijos. 

Quiero que sean precursores de Mi Paz, a través de la oración y también de los ejemplos de vida, así como los apóstoles de Mi Hijo. Cuando ellos predicaban, de sus bocas no solo emanaban palabras; ellos irradiaban a todos la Presencia de Cristo, ellos irradiaban el Verbo Divino, los Dones del Espíritu de Dios que fueron impresos en sus consciencias.

Cuando les pido que Me escuchen y lean Mis Palabras es para que también puedan quedar impresas dentro de cada uno de ustedes y que, de esa forma, anuncien Mi Presencia en este mundo y en todo el universo; que no sean solo palabras pronunciadas por sus bocas, que sea el Espíritu de Dios el que se manifiesta a través del amor y de la verdad que sus corazones pueden vivir.

Es por eso, hijos Míos, que necesito de tantos misioneros en este mundo, que necesito de tantos corazones que no solo vivan una experiencia en la Tierra, sino que vivan una verdadera misión, que vivan la misión espiritual de atraer el Reino de Dios, de vivir el verdadero arquetipo para esta humanidad, porque esa es la Voluntad de Dios. 

Y es posible manifestar eso siempre que sean verdaderos, sinceros, humildes; siempre que sean obedientes, que no quieran establecer en el mundo los propios planes, sino los Planes del Creador; porque sus planes, hijos, son muy pequeños. Ustedes son muy ignorantes porque sus corazones aún no conocen la verdad, no conocen el verdadero Plan de Dios. Pero si se abren en espíritu, en esencia, para unir sus pequeños corazones al Corazón del Creador; este Plan, que es perfecto y que incluye a cada esencia de este mundo, se podrá manifestar naturalmente a través de sus corazones.

Hoy les traigo del Reino de Dios la verdadera misión espiritual, el verdadero espíritu misionero, para que él se pueda manifestar en sus esencias; que puedan ser ejecutores de este Plan, así como lo son Mis ángeles, estos que hoy están a Mi alrededor manifestando la Voluntad de Dios en este día, para cada una de sus vidas; estos que traen de los Cielos los dones del espíritu misionero para depositar en ustedes.

Que ustedes, hijos Míos, vivan ese espíritu y cumplan la verdadera misión de santificar y consagrar este mundo, no solo a Mi Inmaculado Corazón, sino también al Corazón de Mi Hijo, al Corazón del Padre.

Que esta Tierra pueda vivir el Pensamiento Divino, aquella idea perfecta emanada por Dios en el principio. Eso es posible si ustedes aceptan responder a Mi llamado, más allá de todo lo que siempre desearon vivir.

Para Mi Inmaculado Corazón no existen límites, no existe edad, no existen destrezas. Todos pueden ser misioneros en espíritu, porque la verdadera misión trasciende los movimientos físicos que pudieran realizar. La verdadera misión se cumple cuando sus corazones están abiertos y permiten que Yo ame a través de ustedes. 

Por eso, reuní aquí a los misioneros que vinieron de Oriente y también a los que fueron a Chaco, porque quiero imprimir en esos corazones un impulso de Luz que se multiplique y se expanda a todos los servidores que quieran consagrarse a Mi Corazón como misioneros de María.

Por eso hoy, hijos, les traigo los impulsos de Lys y también los impulsos de Dios y, de esta forma, derramo una Gracia inédita, infinita, para aquellos que sepan vivirla de corazón.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

A través del canto de los jóvenes, queridos hijos, todos los jóvenes que se drogan, que se pierden por el alcohol y la desunión, pasaron por los Jardines de Lys por su mediación. Mi Inmaculado Corazón los ayudó a fortalecer su camino en la búsqueda de la Luz Eterna.

Antes de que Yo Me eleve al Cielo, Mis Palabras han reconsagrado a todos ustedes, los presentes, y a aquellos que Me escuchan abiertos de corazón y de alma.

Que los que hoy se consagrarán al Inmaculado Corazón, a la vida del servicio como voto, a la vida de oración como voto y a la vida en la fraternidad como voto, se coloquen de pie.

Tráiganme aquí agua para bendecir.

Queridos hijos que se consagrarán, Yo aproximaré a ustedes la lluvia de Mis Gracias y de Mi Paz a través del agua bendita, que es el símbolo más visible de la pureza y de la castidad; elemento creado amorosamente por Dios, su Padre Eterno, en el principio de los universos.

El agua los purifica. El agua los santifica. El agua los renueva, los libera del pecado y los lleva a encontrar la paz. Esa agua será rociada sobre sus cuerpos por un sacerdote que en Mi Nombre y en el nombre de la Santísima Trinidad les impartirá la bendición.

Hoy, bendigo a la Madre de Colombia, Chiquinquirá, la Madre de todos los pueblos originarios de los Andes, que Yo he instituido como Peregrina de toda Colombia y de los países de Centroamérica, junto con la Virgen de Guadalupe y la Virgen de Coromoto, y en unión a la Virgen de Cuapa.

En estas Faces, queridos hijos, Yo les revelo Mis Atributos, los Atributos de la Madre Universal.

Chiquinquirá es el Atributo de la Unión, de la unidad de las almas de toda la Tierra con Dios.

Por la autoridad que Me concede la Gracia de Dios, que esta agua se constituya por todos los Dones del Espíritu Santo, por la infinita Gracia de Dios y de Su insondable Misericordia, a través del poderoso Corazón de Su Hijo amado, Jesucristo, Nuestro Señor, que vendrá por segunda vez al mundo en Gloria entre las nubes y derramará Sus Gracias como una lluvia de Luz sobre aquellos que hayan persistido en la fe hasta el final de los días del Juicio Universal.

Los ángeles custodios de su Madre Celeste colocan sus manos de Luz sobre esta agua. Que ella bendiga a los que hoy se consagran y que inician un camino de oración y de servicio por los Planes de Paz de su Madre Celeste.

Con la autoridad suprema del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Yo los consagro a todos a Mi Inmaculado Corazón.

Escuchemos el himno de los Hijos de María, en devoción y fe.

Mientras Yo Me elevo al Cielo, quisiera, hijos consagrados, en este encuentro anual con Mi Corazón eterno, que asumieran en sus oraciones a un alma de Oriente, para que reciba la misma Gracia que ustedes reciben todos los meses.

No escojan a nadie, solo oren con el corazón, porque Dios todo lo ve.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

¡Gracias, hijos, por cuánto Me dan!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN BRASILIA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

Vengo al mundo a darles la Paz, principalmente a aquellos que se unen a Mí a través del Rosario.

El Señor Me ha pedido que sobre la Tierra haya nuevos precursores de la Paz, nuevas llamas de Paz que puedan encenderse en este caos que hay en el mundo para poder transformarlo, liberarlo del corazón de los hombres, para que todos Mis hijos también alcancen esa Paz.

Hoy, los invito a amar la Ley de Dios; por más que la desconozcan, podrán conocerla a través de los Mandamientos. Si ustedes así lo viven, podrán acercarse a la Justicia de Dios, Justicia de la que el mundo se ha separado, porque la Justicia de Dios es Amor, es Compasión, es Misericordia.

Como Reina del Cielo, vengo a traerles el Universo del Padre. Sobre la Tierra, nuevas estrellas deberán reencenderse, nuevos soles que están a oscuras deberán volver a encenderse, y esto será posible a través de la oración y de la vivencia de los Sacramentos con Mi Hijo Jesús.

Queridos hijos, vengo a Brasilia para darles a conocer la Justicia de Dios, que muchos temen, porque la Justicia de Dios es una justicia que repara y restaura a los corazones que se han perdido.

La Justicia de Dios los quiere llevar a conocer la Vida Eterna, el principio universal de la Voluntad; pero es necesario, queridos hijos, que verdaderamente aspiren a amar esa Ley, que es la Ley del Amor y de la Verdad, la que muchos de Mis hijos han desconocido a lo largo de la historia por querer vivir las leyes de la Tierra.

Pero hoy, les vengo a dar a conocer la verdadera Ley de Dios que se encuentra en la esencia de sus corazones, en los pasos que ustedes pueden dar hacia el Señor a través de su confianza infinita en Su Amor y de la plenitud segura en Su infinita Misericordia.

Queridos hijos, antes del Regreso de Mi Hijo, vengo a abrir las puertas de sus corazones. 

La Nueva Jerusalén debe emerger como existió en el pasado entre los sagrados pueblos del desierto que, junto a Moisés, obedecieron las Leyes de Dios; y algunos de ellos, en el espíritu, encontraron la Tierra Prometida. 

Esta Tierra, de la cual Yo les hablo, es el Paraíso. Aquel Paraíso que vive en sus corazones, aquel Templo interior que muchos no buscan por estar distraídos en otras cosas, que el mundo provee como tentación y deseo, lo que hace apartar a Mis hijos de la verdad de la Ley.

Todos los Universos Celestiales, donde están los Ángeles y Arcángeles, quieren aproximarse a sus vidas.

Queridos hijos, es momento de que a través de la oración del corazón puedan conocer a sus Ángeles de la Guarda, invisibles presencias que Dios les concedió para acompañar sus pasos hacia la única meta definitiva, que es que ustedes se puedan fundir en la esencia del Amor de Dios en el próximo mundo.

Mientras el mundo aún sufre, muchos corazones deben encontrar esa Verdad, buscarla a través de la oración y de la fe para que sus corazones se puedan curar y la redención de sus almas pueda suceder, así como el Padre lo prevé desde el principio.

Toda la Creación del Padre, incluyendo a este planeta de amor, deberá vivir el nuevo Proyecto de Dios; esos esperados años de paz que muchos buscan y que, como una semilla interior, podrán empezar a cultivarse en sus corazones, y esa luz interior se expandirá a través de ustedes por medio de la oración y de la paz.

Por eso, queridos hijos, Yo los invito a buscar esa verdad. No busquen un misterio que no conocen, amen el Misterio de Dios para poder saberlo. Él se encuentra en todas las cosas manifestadas, en sus hermanos, en sus ciudades, en el planeta y en los Reinos.

Vean cuánta necesidad hay en el mundo y cuán pocos servidores se proponen servir a Dios para ayudar en este tiempo definitivo a la humanidad a través de las Leyes del Señor. Aquellas que vivió la Sagrada Familia de Nazaret podrán restaurar la Tierra, pero es necesario que existan instrumentos que puedan cumplir esta simple meta que Yo les pido: ser almas en oración eterna que puedan verbalizar la Palabra Sagrada de Dios para que las vibraciones sutiles puedan transformar a la Tierra y en consecuencia a los seres humanos que, día a día, se apartan de Dios siguiendo otros caminos que no llevan a la Paz ni al Amor.

Por eso, como Madre Universal y Reina de la Paz, Me comprometí ante Nuestro Padre en este último siglo, en este último siglo XXI, a abrir los corazones para que puedan ver la Verdad. 

Por eso, los invito a unirse a Mi Corazón como ya lo pido hace tanto tiempo en Medjugorje. Porque, después de estas Apariciones, esperaré que Mis hijos puedan concretar la consagración interior de las Américas a Mi Inmaculado Corazón. 

Así, ustedes permitirán que se abran nuevas puertas para que las Leyes puedan restaurar a los hombres, para que los nuevos principios de la Creación puedan emerger como nuevas flores en los corazones y pueda surgir la Nueva Humanidad que, desde hace mucho tiempo, Dios tanto espera que pueda despertar.

Queridos hijos, no les prometo felicidad, victoria o poder; Yo les prometo sacrificio, entrega, caridad, fe y amor, y mucha oración para estos tiempos tan difíciles.

Contemplen, en sus corazones, las necesidades que existen en este mundo. Es tiempo de hacer algo, queridos hijos, y ayudar a los Planes del Padre. En este tiempo, ustedes tienen las llaves para poder hacerlo: únanse a Mi Corazón Inmaculado. 

Proclamen definitivamente que pertenecen a Dios para que los falsos dioses puedan decaer y se establezca la victoria del Corazón de Mi Hijo en todos los corazones del mundo; pero para que eso suceda, hijos Míos, es hora de despertar.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Espero no causar temor en sus corazones, porque no es necesario temer a la Justicia Divina. Solo les traigo un impulso del Reino de los Cielos para que, a través de Mi Presencia, encuentren un camino seguro de consagración.

Mis queridos, hoy les digo que la oración activará la devoción en sus corazones y, a través de la devoción y del amor, que nace en lo profundo de sus seres por el Corazón de Dios descubrirán que simple es cumplir con las Leyes del Señor.

Hoy, les digo, Mis amados, que es necesario tener mucha voluntad y determinación para seguir este camino, porque deben derribar las barreras construidas hace tantos siglos en la consciencia de la humanidad, barreras que alimentan al mundo material y que hacen olvidar la vida del espíritu. Hoy, pueden ver a su alrededor lo que construyeron con esta aspiración de crecer solo en la materia.

Hoy, les digo, Mis queridos, que el mundo sufre y también el Corazón de Dios sufre por todas las causas que la humanidad creó en el mundo. Por eso, en esta noche, les pido que estén dispuestos a equilibrar este mal, viviendo esta Ley de amor, de fraternidad y de oración.

No se permitan, hijos Míos, alimentar la discordia y la falta de amor entre las criaturas, sino sigan con fe y con confianza por este camino de unidad, camino que la Sagrada Familia depositó en la vida sobre la Tierra y que dejó como ejemplo y como verdad para que todos los seres humanos, a lo largo de los siglos, pudieran imitarlo.

Hoy, hijos Míos, si encuentran a la Sagrada Familia distante de la realidad de sus vidas, no entristezcan sus corazones, porque este es un camino largo, un camino de definición, de persistencia, un camino que se construye a través de la fe de sus corazones, porque la fe moverá todo aquello que está arraigado en sus conciencias, y lo que les parece imposible de ser transformado, por Obra y por Gracia del Espíritu de Dios se transformará.

Por eso, es solo necesario que quieran vivir esa transformación; que aspiren, con toda la voluntad de sus corazones, a seguir este camino de conversión de la vida y que, a través de la conversión de sus vidas, se dé la conversión de toda la humanidad.

Hoy, les pido, Mis queridos, que también vivan en comunión con los Reinos, como vivieron los santos y bienaventurados sobre la Tierra, para equilibrar toda la destrucción que la humanidad causó a lo largo de los siglos.

El amor que irradian a los Reinos repara al Corazón de Dios y transforma el destino de la humanidad, para que la Madre Naturaleza no necesite volverse en contra del corazón humano para equilibrar las faltas causada contra ella.

Mis queridos, hoy, les digo que aún hay tiempo de equilibrar espiritualmente las faltas causadas, a través de las oraciones fervorosas y verdaderas, a través de las acciones fraternas y amorosas, que crean unidad con los Reinos y con el prójimo.

Mis amados, si solo intentan vivir este camino, las puertas se abrirán delante de sus vidas y, paso por paso, descubrirán cuán simple era, desde el principio, vivir la consagración de sus corazones. Por eso, vengo a lo largo de los siglos a decirles que es posible que el corazón humano pueda crear en amor y en verdad y cambiar las situaciones del mundo, transformando toda la oscuridad que existe en una Luz que se expande por el planeta, la Luz del Corazón de Dios, que es irradiada a través de Sus Criaturas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo los invito, queridos hijos, a orar en esta noche Conmigo, para que Dios reciba en Su Reino las súplicas de todos Sus hijos de esta humanidad.

A través de Mi bendición y de Mi intercesión, abriré la Fuente de la Cura para que toque profundamente sus corazones. 

Recuerden, queridos hijos, que hoy los invito a la Esperanza, que está invitación permanezca en sus memorias. Si buscan la Divina Esperanza nadie perecerá, sino que se levantarán del suelo cuando caigan, para que puedan seguir caminando firmes en Cristo. 

Como Yo le he dicho a la Hermana Lucía: un árbol que es rasgado, que muere por la mano de los hombres, es igual a una madre que pierde a su hijo; los minerales que son ultrajados, son como una grieta que se abre en el corazón de la Tierra; el agua que es contaminada, es como la pureza que se pierde en los corazones.

Por eso, queridos hijos, los invito a orar con devoción por los Reinos; porque ellos forman parte de la Vida Suprema sobre la Tierra y a través de ellos, queridos hijos, encontrarán también la Verdad y el Amor.

Recemos en esta noche la oración que Yo ayer les enseñé:

 

Madre del Cielo, Madre Tierra,
intercede por nosotros y por los Reinos.
Amén.

(11 veces, en portugués)

 

Recen, ahora, queridos hijos, por el Reino Marino en el Pacífico, que está muriendo extensamente, sin que nadie haga algo.

Como Madre de todos los elementos, como Virgen Santísima, contemplaré la necesidad de estos hijos que forman parte, desde el principio, de la Creación amorosa de Dios.

Recemos:

 

Madre del Cielo, Madre Tierra,
intercede por nosotros y por los Reinos.
Amén.

(ocho veces, en portugués)

 

Que la Voluntad de Dios se cumpla y la salvación acontezca.

Recemos, día y noche, día tras día, por su humanidad.

Gracias, queridos hijos, por atender a Mi llamado. La bendición se ha posado en sus corazones.

Y antes de elevarme al Cielo y guardar Mi Corazón en sus memorias, les pido en esta noche que todos los que han traído estas imágenes, representando a Mis Faces a lo largo de la historia, las tomen para que Yo las pueda bendecir.

Y el Espíritu Santo, queridos hijos, será su Fiel Intercesor en estos tiempos, el Gran Auxiliador de los corazones y de las almas que busquen verdaderamente vivir en Sus Dones.

Escucharé amorosamente “El vuelo del Espíritu Santo”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Rezaremos el Ave María.

Nuestra Señora regresa en este momento para realizar la bendición.

 

Oración: Ave María (cinco veces, en portugués).

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Ante la Presencia de los Tres Sagrados Corazones: de Jesús, de José y de María; queridos hijos, guarden en su corazón a la Sagrada Familia. Aquella Suprema Consciencia que está a su pleno servicio para gestar en la humanidad a los nuevos seres que celebrarán en el Reino del Padre el encuentro interno con Dios.

Bendigo, en esta noche, estos sagrados elementos, que ellos sean el símbolo perfecto de su unión Conmigo, que ellos irradien la Luz de Mi Corazón Inmaculado para que Mi Amor se pueda expandir en sus hogares y familias.

Queridos hijos, en esta noche los bendigo, ante la Presencia de Mi Hijo y de San José, que extraordinariamente han venido a visitarlos; porque sepan, hijos Míos, que el nombre de Brasil significa en el Reino de Dios, la puerta de Luz que abren los hijos para recibir la Misericordia de Dios.

Que, con esperanza y alegría, sus corazones se eleven; y recuerden, hijos amados, que siempre contaran Conmigo por los siglos de los siglos.

Los amo y los bendigo.

Canten “María de Nazaret”. Eleven sus velas para que la Llama del Espíritu Santo permee sus consciencias y la Luz de Dios pueda permanecer en todos los espacios de este mundo.

¡Les agradezco!

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
VIGESIMOSEXTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA COLINA DE LAS APARICIONES, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 18:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Comenzó el trabajo de sintonía con la oración “Ave Luminosa”.


Madre María Shimani de Montserrat:

Inhalamos y vamos a dejarnos llenar por esta paz. Vamos a unirnos a los atributos de la “Madre Universal” para recibir a nuestra Madre. Y como hicimos hoy a la mañana, vamos a atraer esos atributos hacia aquí, hacia nosotros, aspirando a que, un día, sean una realidad total en nuestras vidas.


Se oró la “Madre Universal”.

En determinado momento se entonó el “Ave María”.


Por el Poder Divino del Creador, perdonados sean los sedientos de Luz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos por la paz del mundo entero y por aquellos que están inmersos en las fuerzas del caos. Yo quiero socorrer a todos ellos.

Ahora, elevemos nuestros corazones hacia el Trono del Señor para que Él reciba de Mí sus plegarias, que ahora orarán Conmigo.

Renunciemos al pensamiento y abramos el corazón para penetrar en los Cielos. Para que la Luz llegue debemos abrirnos. Busquen el tesoro de Mi Inmaculado Corazón en este momento, en el silencio y en la paz. Este es Mi último llamado en este día. Vengan a Mí, suban a los Cielos para perdonar y amar, para redimir y restaurar el pasado.

Sean bienaventurados los que suben a Mi Reino porque ellos gozarán de Mi Luz Eterna. Los escucho, los acojo, los protejo. Yo Soy la Patrona del Amor, la Madre y la victoriosa Ave de la Luz, que viene de los Cielos desde hace 17 días a anunciarles el Nuevo Reino que vendrá, la Nueva Raza redimida y perdonada. Y así, hoy les confieso en nombre del Amor Divino, por la Ley que nos rige, que retornaré después de Mi Hijo, Glorificada.


Se sigue orando el “Ave María” en portugués.


Hoy, les sonrío con Mi Luz a sus corazones, porque han respondido al llamado de Mi Paz; aún estamos a tiempo de revertir el dolor y de que todos ustedes encuentren refugio en Mi Corazón.

Hoy, elevo muchas almas a los Cielos, a las que ustedes desconocen, pero que una vez estuvieron en este mundo para aprender a amar y crecer en unión al Señor.

Dejen que sus corazones broten como en los tiempos pasados, para que reconozcan Mi caminar y sigan detrás de Mí, de Mi Luz redentora.

Hoy, le traigo al mundo la reconversión de todas las faltas cometidas al Creador. A los que están presentes aquí, en nombre de sus hermanos, Yo, la Madre de la Divina Misericordia, les irradio Mi Paz y les doy Mi Perdón para que abran sus corazones a Mi Faz, para que encuentren descanso en las tribulaciones que el mundo vivirá antes de la llegada del Redentor. Por eso, les he indicado que lean los pasajes del Apocalipsis de Juan, para que preparen sus seres en este nuevo tiempo de purificación y reversión que llegará.

Ahora, estoy colocando Mi Corazón sobre Medjugorje para cumplir la Voluntad del Señor, pues de aquí partirán peregrinos hacia Mi encuentro y el reencuentro con sus hermanos del hemisferio norte. Así, podrán saber que, como en Fátima, Lourdes, Guadalupe, Medjugorje y ahora aquí, Yo Soy Única y Mi Voz los representa a todos ustedes, como la Madre del Amor, el Ave que les trae la Paz desde los Cielos infinitos.

Hoy, están a Mi derecha los 24 Ancianos y a Mi izquierda los que siguieron a Cristo, el Señor, como Sus apóstoles; para que sepan que descendemos desde lo Alto, obrando bajo las Leyes del Señor para que el mundo restablezca su paz y su unidad con lo que está separado desde hace tiempo.

Por eso, los llamo a abrir sus corazones a todos sus hermanos de creencias y credos diferentes, para que se unan en el mismo fuego que desciende desde el Espíritu Santo al mundo y a cada criatura, bajo Mi intercesión como la Gran Señora del Sol.

He posado Mis Pies aquí, durante 17 días, para que reconozcan Mi Gracia Inmaculada en sus corazones y para que, a partir de hoy, lleven Mi Paz a sus hermanos, para que les enseñen y les transmitan cómo Soy ante ustedes y todos Mis hijos. Pues el Señor Jesús, el Cristo, Me ha confiado a todos ustedes desde el principio hasta el presente, por toda la eternidad, para que lleguemos juntos, al final del camino, para descubrir el portal de la Paz y entrar en el océano de la Misericordia, que el Señor le promete al mundo antes de que llegue Su Justicia.

Por eso, Yo estoy aquí delante de ustedes para traerles Mi Redención y Mi Amor Maternal a sus corazones. Espero que hayan llegado aquí, borrando el pasado, y que este bautismo de 17 días que Yo realicé en nombre del Señor, haga nacer sus corazones en pureza, humildad y entrega.

Para partir hacia los nuevos caminos que vendrán, deberemos orar por aquellos que no los encuentran, por todos los hijos que están ciegos y por los que no escuchan Mi Voz desde hace siglos. No descansaré hasta poder atraer hacia Mi Corazón la última alma, porque Yo he prometido ante el Señor no dejar que ninguna criatura se pierda, para que nadie arda por el fuego que el mal está difundiendo en el mundo. Por eso, Me han visto pisar la serpiente.

Mi Reinado de Luz se establecerá primero en los corazones abiertos, que serán preparados para que vislumbren el gran llamado de los Cielos.

Hoy, Me elevo y Me anuncio a ustedes para repartir de nuevo Mis Gracias Celestiales, a aquellos que quieran confiar en Mí, en una Madre Inmaculada que les promete la redención y la disolución de las faltas.

He abierto una pequeña puerta hacia el Señor para que todos los corazones se eleven en este último ciclo, en esta última hora. Por eso, les digo que deberán orar, a pesar de todo, para construir la columna de Luz hacia Mi Corazón y para que Mi Inmaculado Ser, como la Madre de la Paz, la Reina de los Cielos, pueda entrar en sus corazones y vivir en unión con Dios.

Así, no deberán preocuparse por sus pensamientos en la vida diaria y colocarán sus almas al servicio del Señor, respondiendo a todo a pesar de las pruebas. Solo les puedo decir que cada alma se confirmará en esta última hora. Entonces, Yo estaré para acompañarlos y para mostrarles el camino hacia el Señor.

Guarden en sus memorias y en sus corazones este momento, el momento de Mi Paz, para que vean venir a Cristo sobre las nubes y, cuando Él llame a su puerta en una hora desconocida, los encuentre en oración y vigilia.

Por eso, Yo estoy aquí y en Medjugorje, reuniendo a las almas que se están convirtiendo y consagrando a Mi Inmaculado Corazón. Porque una parte de esta humanidad deberá ayudar en la redención y en la elevación del mundo, que está a oscuras por sus propias acciones desde hace tiempo.

Por eso, el Señor Me ha enviado como Intercesora del Amor y de las almas, para que todos puedan volver a nacer bajo la Luz de Mis Manos.

Oremos, oremos, oremos para que el mundo se convierta y para que la Ley, en su sabiduría, no haga doler a los corazones que no se quieren convertir.

Yo Soy la Madre del Mundo, el Ave Universal de la Paz que les trae el Nuevo Reino para los que lo quieran ver y también para los que se quieren ocultar de Mí.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, Ella está haciendo una irradiación lumínica. En reverencia, los que puedan, se colocan en pie. Sientan lo que Ella está haciendo en este momento.


Yo Soy María, la misma de ayer y la misma de hoy, la Madre Inmaculada que les trae el Reino de la Paz.

¿Por qué tanta Paz?

El mundo deberá convertirse a través de los corazones mansos, para que escuchen de nuevo al Señor a través de Mi Voz que se anuncia al mundo por última vez.

Recuerden, hijos Míos, que no deberán guardar rencores por ninguno de sus hermanos; pues, si así fuera, no estarían escuchando Mi Voz redentora y el Reino no podría entrar en los corazones que se cierran a sí mismos. Por esto, durante estos días, he entrado en cada corazón, para que derrame su dolor y sus miserias sobre Mis Manos, para que Mi Amor los pueda convertir y elevar hacia la Luz, redimiendo el pasado y abriendo sus ojos al nuevo horizonte.

Reciban a Mi Nueva Aurora, la llama que está brillando sobre el mundo. Reconozcan la Ley, el Amor y la Compasión que les traigo, para que pronto se unan al Señor, comulguen con Él y así el mundo se cure.

Hoy, responderé a las últimas plegarias, pero sepan que siempre los escucho cuando oran Conmigo en confianza y en el fortalecimiento de la fe que deberá madurar en algunos, para que la llama permanezca encendida en cada corazón.

Después de responder a sus preguntas, les diré finalmente qué es lo que más quiero en este último día.


Madre Shimani leyó las preguntas.
 

Hoy, quiero pedirles por última vez, que el 24 de noviembre vengan aquí en retiro a prepararse para Mi Encuentro de Luz y de Amor, y así, lo harán el día 24 de cada mes, para que entremos en oración profunda. A cada uno le restará orar todos los días Conmigo, para que sus vidas encuentren Mis caminos predilectos.

Les envío Mi Paz y les doy Mi Paz. Guarden en sus corazones Mi llamado.

Gracias a todos Mis hijos por responder a Mi llamado.

Que el Cielo del Señor los compenetre.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, Ella se está elevando y cerrando los Cielos desde donde proviene.


Escuchen el eco de Mi Voz para encontrar Mi Corazón.

Apariciones extraordinarias
VIGESIMOSEGUNDA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL AUDITORIO DE F2, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 12:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a comenzar a orar la “Madre Universal” para esperar a nuestra Madre.


Todo el grupo presente oró la “Madre Universal” y en determinado momento Madre Shimani entonó el “Ave María”. Luego, la Madre Divina apareció.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hoy, Ella se presentó muy contundentemente y, mientras orábamos, nos ofreció un orandio. Nos irradiaba Su Paz y lo que Ella llama Su Universo de Amor.

Ella posaba Sus Pies sobre un símbolo. Le preguntamos qué significaba ese símbolo, y Ella nos dijo que representaba a la Ley de la Equivalencia o Ley del Equilibrio, Ley que deberíamos estudiar.

Ella, al comienzo, nos transmitió que estaba retornando a Su Reino y que aparecerá públicamente solo los días 25. Los días 26 y 27 serán encuentros reservados, pero después se transmitirán Sus Mensajes. Ella nos dijo que era la Voluntad del Señor y que así lo teníamos que aceptar; que Su Presencia en el fin de este tiempo, cada mes iba a ser más fuerte, más intensa.


Hoy, quiero que entren a este universo de Amor y que vivan en alegría, el mundo lo necesita. Sonríanme y estarán sonriéndole al Señor. Por eso, Yo les pido que oremos juntos para fortalecer al mundo.

La Luz llegará a varias partes del mundo en pocos momentos; por eso, los soldados deben fortalecerse para encontrar la paz en el camino. Algunos corazones se han transformado durante estos días Conmigo y a los otros corazones aún los espero, para que Me abran la puerta y para que Mi Reino pueda entrar y redimirlos.

Quiero que, en estos dos últimos días que quedan, meditemos para comprender lo que Yo dejé aquí. Por eso, les pido que se queden en paz, para poder comprender que en oración todo se amplía en la consciencia y en el corazón.

Hoy, quiero que reciban Mis Gracias con alegría, para que los corazones puedan florecer en Mi Paz, y así puedan encontrar descanso en Mis Brazos que están abiertos para ustedes y para todos.

Yo estaré retornando en poco tiempo; por eso, la oración será importante hasta Mi próxima llegada. Quiero que todos sepan que confío en sus corazones que quieren vivir en Mi Fe y en Mi Paz. Por eso, Yo los invito nuevamente a entrar en Mi Reino, para que el corazón se despoje de sí y encuentre la Luz que Cristo está enviando a este mundo.

Hoy, los invito a todos a que vean la representación de Fátima en este lugar, para que sus consciencias comprendan lo que está sucediendo. Las Gracias físicas vendrán después de que Yo ya no esté aquí; por eso, les pido que deben tener paciencia para poder comprender.

Quien ama a los Cielos entra primero, pero quien busca por otros caminos demorará en encontrarme. Por eso, hoy les pido que estemos juntos en Mi segunda Aparición a las 17:40h de este tiempo material.

¿Saben qué representa la hora 17 en este fin de tiempo? Un canal de Paz, una posibilidad de profundizar en la oración y encontrarse Conmigo en Mi Reino. Simplemente, como quien obra para el Señor con su propia donación y entrega, la oración florece, brota desde el corazón y despierta la paz en los que están confusos.

Quiero que Me comprendan; primero, lo más importante es el encuentro inmaterial Conmigo; después, la instrucción para que sus corazones comprendan este símbolo, Mi símbolo de Paz.

Sé que aún muchos no creen, pero es importante que Yo espere, como la Reina Madre de la Paz, como en la parábola del hijo pródigo.

Hoy, los invito a que lean el capítulo 15 de Juan. No para interpretarlo, sino solamente para sentirlo; no para meditarlo, sino solamente para vivirlo a través de la oración.

¿Por qué les pido esto? Se los pido como Madre, para que sepan dónde estamos y en qué momento se encuentra la humanidad. Es importante orar para elevar los corazones y para que estos encuentren Mi llamado. Como lo estoy haciendo con ustedes aquí, lo estoy haciendo mes a mes en Medjugorje.

Ustedes deben saber que Yo aquí podría anunciarme con misterios y símbolos o como una Madre Profeta, pero el Mensaje debe llegar a todos para que lo sientan y lo comprendan con sus corazones. Si en estos días les he entregado tantos símbolos, es que el Señor lo está pidiendo para que comprendan Mi Ministerio Espiritual como la Madre del Mundo.

A todos Mis hijos debo llegar con Palabras simples, para que los corazones se abran y Me reconozcan como la Madre de Nazaret, la misma que se anuncia desde hace siglos. A todos, los llevo por el mismo camino hacia el Redentor, para que todos comulguen con Él y quien aún no lo ha hecho porque se ha distanciado, sepa que esta es la hora, que confíe en Mí, porque Yo lo podré llevar frente a Él para reconciliarse.

Todos somos uno, nadie está separado. Sepan que quien llega a Mi Reino es igual al otro que demora en llegar. Fuimos creados en la semejanza que el Señor nos ha dado en Su confianza.

Y ahora, les doy Mis gracias a Mis Hijos por haber respondido al llamado de ayer. Pero deberemos estar vigilantes, porque todo el mundo podrá arder en poco tiempo y será por otro fuego que vendrá desde lo Alto. La Justicia está llegando; por eso, Yo estoy aquí como en Medjugorje para establecer Mi Paz y para que las deudas sean elevadas y perdonadas.

Ya no es tiempo de ocultarse a los demás corazones. Sepan que el Señor Me dio la potestad de poder verlos profundamente; por eso, los llamo a que busquen la pureza en el Reino de Lis.

Esta es Mi última llave, la que sembré una vez en Fátima a través de los niños. Este es el gran secreto que dejé en el siglo pasado: ir al encuentro de la pureza a través de Mi Devoción Inmaculada, para que sepan cómo llegar a Dios de una forma simple y abnegada. Así, podrán sentir al Señor en sus corazones, Quien los aguarda desde hace tiempo, aún más a aquellos que están distantes o cerrados a Su Presencia universal.

Nadie podrá escapar de este mundo si no pasa antes por Mí, porque el Señor Me confió a las criaturas y a los corazones.


Se ora el “Ave Luminosa”.

Se leen las preguntas personales y la Madre Divina las responde.


Los días 12 y 13 de cada mes serán consagrados, en Aurora, a la celebración de Mi Presencia. Después, les dictaré la liturgia. Y también aquí, se las dictaré para los días 25 y 26 de cada mes.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

Ahora, irradiemos con Mi Paz la oración del “Ave Luminosa”.


Sigue el cántico.

Apariciones extraordinarias
VIGÉSIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA COLINA DE LAS APARICIONES, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 19:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Madre María Shimani de Montserrat: 

Vamos a retomar nuestro trabajo, como todos los días, siendo una sola voz, un solo corazón y vamos a poner la intención de orar por las almas que necesitan de rescate, sin ningún interés para nosotros, solo poniendo en el corazón que nos hemos reunido aquí para orar juntos por nuestros hermanos que están en el planeta, en la confusión, en la oscuridad.

Vamos a ofrecer a la Madre Divina esas oraciones, como vimos durante el día de hoy, colocando esa intención, oración tras oración, sin recitar, orando con amor.

 

Se comenzó el trabajo orando la invocación a la “Madre Universal”.

En determinado momento, junto a la oración, se entonó el “Ave María”. Luego se continuó orando solo el “Ave María”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cuando Ella apareció, detrás de Su Cabeza se manifestó una gran estrella celeste y brillante, que giraba de un lado a otro. Ella descendió hasta el suelo y después subió hasta la copa del árbol y comenzó a hablarnos, a transmitirnos Sus Palabras, mientras detrás de Ella se abría un gran Cielo celeste donde se encontraban seres angélicos que la coronaban.
 


Hoy, vengo a anunciarles Mi Amor. Lleven Mi Paz y lo encontrarán.

Gracias por responder a Mi llamado de fe y a la tarea del fin de este tiempo. Quiero que todos sientan Mi Reino Divino, que hoy les traigo para que lo reconozcan y no le teman, porque es glorioso al igual que sus vidas.

Estamos orando juntos, desde hace varios días, para que se unan en fraternidad a Mí y a Mi Gran Estrella-Luz. Quiero que lleven con ustedes Mis Palabras y que encuentren la fortaleza en Mi Amor Inmaculado.  Guarden en sus corazones Mi Paz para el fin de este ciclo y cada día vean nacer Mi Luz Celestial.

Hoy, como una Fuente, estoy bañando sus corazones para que se unan a Mí y Me aguarden en un próximo llamado. Muchos irán en peregrinación a varias partes del mundo para llevar Mi Luz a través de la caridad y de la entrega.

Recuerden a los 72 que una vez formó Cristo para este tiempo. El momento ha llegado y es hora de trascender la ilusión que aquí habita. A través de las oraciones lo estamos consiguiendo, pero recuerden que, si se unen a Mí, Yo estaré en ustedes para guiarlos.

Hoy, dejo sobre sus corazones a Mi Rosa Mística para que vean Mi Espíritu Sagrado que los compenetra una vez más. Cuando hoy les pedí la lectura del capítulo de Juan, era para que comprendieran que estamos en el tiempo, un tiempo de revelación y de paz, aunque el mundo esté al revés, dando sus pasos hacia atrás.

Yo estoy aquí para ayudarlos, para mostrarles el camino de la Luz, que se está abriendo a sus vidas. Lleven sobre sus corazones Mi emblema de la Paz, para que todos lo puedan ver a través de las almas que oran Conmigo para darle Luz al mundo, ya que la necesita.

Hoy, les traigo la Luz de Mi Reinado para que la guarden en sus corazones y para que siempre la busquen, a pesar de todo.  Alumbro sus caminos con Mis doce estrellas, junto con MIRNA-HE, para que el Espíritu Mayor los guíe y los rebautice en unión a Cristo.

Busquen el silencio interior para comprender lo que les estoy diciendo. No coloquen sus pensamientos en otros asuntos, solo velen por Mi Paz y vigilen por Ella.

Será necesario que lleven a otros corazones lo que les estoy entregando durante todos estos días; será la forma como ustedes se confirmarán a Mí, y Yo a ustedes como la Reina de La Paz. Laven sus seres con las oraciones continuas para que el Espíritu Divino descienda y los pueda fortalecer a través de Mí en esa unión permanente Conmigo.

Descansen en Mis Brazos, si así que lo aceptan, para que puedan ver nacer el Nuevo Sol, la Estrella-Luz que hoy les traigo desde Mi Reino al mundo y a la humanidad.

Aguardo que ustedes continúen unidos a Mí después del día 25, que será el último impulso de Mi Luz para que todos recojan Mis enseñanzas, Mis instrucciones, las siembren y las hagan florecer para los otros.

Lleven la Luz de Mi Corazón y confíen. Yo Soy la Reina de la Paz, la Madre de las Gracias, la Señora y Madre Profeta de la Nueva Era.  Hoy, piso con Mis Pies a la serpiente del mal, para que las almas se alejen de las tinieblas y ustedes Me ayuden, en oración, a rescatarlas, como lo estoy haciendo con ustedes durante todo este tiempo que estoy viniendo aquí y a otros lugares.

Necesito de soldados de la paz que confíen en Mí, misioneros que lleven Mi Amor con simplicidad y humildad. No les pido nada más, sino solo orar Conmigo para que se unan a Mi tarea universal, a Mi Principio Inmaculado y a Mi Poder Divino. Por eso, hoy Me anuncio a ustedes como el Águila del Sol, el nuevo Espíritu que desciende al mundo.

Desde los inicios, en Medjugorje, hasta aquí, en Brasil, ¿será que han comprendido qué es lo que quiere el Señor? Por eso, Yo vengo aquí para decírselos: es hora de que los pueblos se encuentren y se unan, primero en espíritu, después en esta dimensión; pero mucho deberá pasar para que esto suceda. Por eso, a todos los estoy preparando para ese momento. 

Anhelen buscar Mi Fuego Sagrado, que es Inmaculado, para que transforme sus vidas por entero y para que nada quede del pasado, para que las nuevas ovejas pasten y Yo, como la Pastora del Amor, los pueda guiar hacia Cristo.

No teman unirse a Mí a través de oraciones antiguas, no estarán yendo hacia ninguna doctrina, sino hacia Mí, hacia la redención. Todos estamos en falta, pero todos somos perdonados. Hoy, les traigo esta Gracia para los que se animen a aceptarla.

Oremos sin juzgar y confiemos para amar.

 

Se ora tres veces el “Ave María”.

 

Les doy las gracias porque más almas son elevadas. Recuerden cuando eran niños y aprendieron esta oración. La esencia de esta oración es que el Ángel que se anunció a Mí, el Arcángel Gabriel, el Ángel de la Redención, se anuncie a ustedes, para que sus corazones permanezcan abiertos y no se cierren a Mí.  Cada uno, en su escuela, debe saber que todos pertenecen al mismo mundo, que está a prueba ante lo Divino, ante la Ley.

Por eso, les traigo Mi Paz para que se animen a trascender lo que aún está inmaduro y que debe florecer para Mí. 

Yo Soy la Madre de todos, Soy la Divina Concepción, la misma de ayer y de ahora.

En oración, eleven sus corazones para encontrar Mi Reino.

¡Gracias a todos por responder a Mi llamado!

Que el Amor de Cristo los perdone y los fortalezca. Busquen sin cansancio la Misericordia, ella está allí.


Se canta “Ave Luminosa”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Les queríamos compartir que cuando la Madre se manifestó y nos transmitió Sus Palabras, detrás de Ella aparecieron tres estrellas doradas que formaban una triangulación y, entre esas estrellas, apareció escrita la palabra MIR.

Al final, mientras el coral estaba cantando, Ella se fue elevando, y nos irradió siete rayos de diferentes colores. Después desapareció.

Apariciones extraordinarias
DECIMOTERCERA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL AUDITORIO DE F2, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 12:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, la reunión se realizó en el auditorio del área de F2, un gran salón donde se realizan estudios y charlas de la Comunidad.

La Madre Divina nos pidió realizar el encuentro en este lugar para que las personas estuvieran más atentas y concentradas en Su Mensaje. El sol, en estos días, ha sido muy intenso y muchas personas tienen dificultad para estar tanto tiempo bajo el sol del mediodía.

Con mucho amor y delicadeza, se preparó un bello altar y se colocó la pintura de Santa María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Esos detalles, más las comodidades del lugar, ayudaron a concentrar las energías, haciendo que la oración fuera profunda y llena de devoción.

Después de una hora de oración, Fray Elías se colocó de pie y se dirigió al lugar donde la Madre Divina apareció.

Se hizo silencio y comenzó la transmisión del Mensaje.


Queridos Míos:

Hoy, los convoco para que entren más profundamente dentro de Mi Corazón, para que reciban en sus manos el cáliz de Mi oferta, para que puedan permanecer Conmigo en Paz y dejarse nutrir por Mi Luz Maternal.

Quiero que todos oren más tiempo para establecer Mi Paz en esta nación y en las naciones hermanas. Debemos prepararnos para el tiempo que vendrá, así lo dice el Señor. Yo Soy la Guardiana de las almas y quiero conducirlos como un gran rebaño.

Hasta el día 25, muchas cosas sucederán. Quien permanezca en fidelidad comprenderá lo que le digo y sembrará en su corazón Mi Corazón, Mi Corazón de Luz, Mi Corazón de Paz.

En ese momento se generaron algunos movimientos en el fondo del salón y, por un momento, se hizo una pausa en la transmisión.

Quédense en paz mientras Yo les hablo, pues les está hablando el Señor a través de Mi Voz redentora.

Hoy, elevo sus plegarias hacia Mi Reino.

A aquellos que quieran creer en Mi Presencia Inmaculada, hoy les dejo la Luz de Mi Espíritu para que la puedan reconocer como la Madre de los antiguos tiempos que vuelve a surgir por el Llamado del Señor.

No quiero convertirlos a ninguna doctrina, solo a Mi oración eterna, que está abriendo las puertas para la reconversión de las almas que quieren caminar por esta senda hacia Mi Corazón.

Hoy, les irradio Mi Paz nuevamente, para que en la quietud Me escuchen y comprendan la Gracia que están recibiendo.

Yo Soy la Reina de los Cielos y la Madre de los ángeles, la Madre de todas las criaturas, y abro Mi Manto protector para que todos entren y se refugien en Mí.

Sepan, queridos Míos, que las naciones vivirán muchas pruebas para confirmar la alianza con el Señor.  Estamos en el tiempo de la Misericordia, antes de que la Justicia Divina llegue a todos los corazones, vivos y no vivos.

Sepan que es importante mantener la alianza de la oración en el fin de este tiempo. Reitero Mis Palabras a cada momento para que Me escuchen y reflexionen; pues Yo, como la Reina de la Paz, les traigo Mi Luz sublime y profunda.

Debemos orar para aliviar al mundo, que busca la Luz al igual que ustedes. Por eso, Yo he venido aquí para anunciarles Mi Paz, para que encuentren el camino que les estoy abriendo en esta última fase del mundo.

Muchos secretos, en el fin de este tiempo, serán revelados; secretos en Medjugorje, secretos en este lugar, que podrán formar a las almas que se mantengan en oración Conmigo cuando Yo ya no esté aquí.

Sé qué corazón corresponde a Mi llamado. Sé quién es quién y responde al Señor para poder encontrar alivio. Sepan que las puertas están abiertas para los que se animen a cruzarlas y encontrar un nuevo destino que Mi caminar está marcando.

Lleven con ustedes la adopción de otras almas que necesitan de salvación, antes de que todo ocurra en este mundo.

En este momento, Yo estoy aquí, en este hemisferio y en el otro también, para que Mi Voz se difunda y para que todos mediten sobre Mis Mensajes que se anuncian por última vez.

Todos recibirán la oportunidad de escucharme una vez más, en el último ciclo del año 2012.

Entonces, todo comenzará y sus corazones deberán estar preparados, sin malos sentimientos y sin prejuicios, completamente donados a Mí.

A los que se animen a cruzar hacia lo profundo de Mi Corazón Inmaculado, sepan que Yo, la Reina de la Paz, contaré con ustedes en el silencio.

Hoy, estoy acompañando a los elementos para que sepan Quién está aquí, respondiéndole al Señor; y es así como ustedes Me deben responder.

Yo conozco sus corazones y sus internos, y les digo que es importante abrirse a los nuevos caminos que vendrán. Pocos caminarán sabiendo qué hacer en este último ciclo; y por eso, oremos.

Oremos por el Plan Divino, por la salvación de las almas y de los corazones que están oscuros, a los que Yo despertaré en el fin de este tiempo.


En ese momento se oró: “Ave Luminosa”.


Que Mi Corazón Misericordioso cultive nuevamente sus vidas, para que puedan nacer en Mí y Yo en ustedes como la Madre de la Reconciliación, que perdona y eleva las faltas, especialmente las de aquellos que las esconden de Mí. Como Dios es prodigioso, Yo todo lo puedo ver, para saber quién es fiel y quién no es fiel a Mi llamado.

Las puertas están abiertas a Mi Reino Celestial, y las cruzarán aquellos que se animen a hacerlo con confianza en Mí, en Mi Infinito Corazón.

Preparemos los corazones para que estén mansos durante esta noche. Después de que todo pase comprenderán, pues sepan que la humanidad, en consciencia, todavía es lenta en comprender los Designios Divinos. Pero ustedes, a lo largo de estos días, han comprendido más que los otros que viven separados del Señor, separados de Dios.

Yo los estoy preparando para que encuentren alivio y se puedan curar, para que puedan caminar junto a Mí como la Madre de Paz, la Sierva de todos los rebaños que siguen el Camino de Cristo. Curen sus dolencias con la oración y perdonen todo lo que han hecho.

Este es Mi precepto para el fin de este tiempo.

Gracias por responder a Mi Llamado.

Meditemos y comprenderemos.

 
Se cerró el encuentro con la canción “La Mujer que nos guía”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre de Dios, por cuánto nos das!

Y tal cual Ella nos pidió, vamos a dejar a nuestros corazones mansos para recibirla esta noche en la Colina de las Apariciones, como todas estas noches.

Gracias a todos.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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