APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Cuando te aquietas puedes mirar adentro de ti y saber, verdaderamente, qué es lo que sucede.

Este no es solo un trabajo de reflexión y de meditación, sino una búsqueda incesante del conocimiento y de la realidad.

En este momento, volverse hacia adentro de sí es sintonizarse con los mundos internos, es saber descubrir la verdad que está más allá de lo concreto, es encontrar la vida del espíritu y en el espíritu ingresar a través de las puertas hacia el cosmos.

Saber lo que sucede dentro de ti es muy importante, porque el universo te revelará lo que tanto espera. El esfuerzo de hacerlo es permanente, pero las respuestas llegarán de tiempo en tiempo. 

¿Por qué hoy te digo esto? 

Porque las almas hoy no miran hacia adentro de sí, sino hacia afuera de sí; y muchas de las experiencias que viven en esta Tierra podrían ser aliviadas y tal vez no sería necesario transitar por ciertas pruebas.

La apertura al mundo interior es fundamental en este tiempo, porque el mundo consciente tiene que llegar a descubrir la verdad para poder comprenderla y después aceptarla. 

El camino crístico está fundamentado en la búsqueda incesante de la realidad dentro de sí, no como algo personal ni tampoco como algo grupal; es una actividad inteligente, muy interna, que le permite al alma saber en qué momento se encuentra y cuál será su próximo paso.                      

Saber lo que sucede dentro de ti es tener consciencia de lo que hay que transformar y corregir, dónde debe estar tu atención y tu vigilancia para que nada te sorprenda.

La búsqueda incesante del conocimiento dentro de ti te traerá muchas respuestas, y también claridad para saber cuál será el próximo paso. 

En los mundos internos se encuentra la Jerarquía, allí está el epicentro principal de todas sus actividades y obras. 

Nada externo podría estar fundamentado o materializado si no existiera un conocimiento interno, una búsqueda permanente de la verdad y de la realidad para poder conocerlas.

Dios escribe en los mundos internos a través de intuiciones, de percepciones y de sentimientos.

En esta búsqueda incesante de la Verdad, la mente solo tiene que colaborar y no interferir; porque lo que hay en los mundos internos de las almas es muy valioso, pero también desconocido. 

Es allí, en esa búsqueda, en esa aspiración, en ese trabajo continuo que encontrarán la sabiduría interna para este momento crucial de la humanidad, en el que las respuestas externas no son claras y desvían a las almas del camino del Propósito. 

A medida que se aproxima el fin de los tiempos, también aumentan los impulsos humanos que llevan a las almas a tomar una decisión de vida definitiva, sin sabiduría ni discernimiento. Esto trae como consecuencia aprendizajes innecesarios, sufrimientos innecesarios, experiencias que no están previstas, solo porque desde punto de vista externo el alma quiere vivir su propia voluntad. 

Desprenderse de aquello de lo que uno cree tener poder, control, autoridad o soberanía, es un trabajo eterno que lleva a la consciencia, a la propia alma, a encontrar en sus niveles internos todo aquello de lo que se deberá despojar paulatinamente. Y en esa búsqueda incesante del conocimiento interno podrá tener las llaves que necesita para resolver sus experiencias inconclusas, pero también las marcas del sufrimiento. 

Cuando las almas se vuelvan hacia dentro de sí, no como algo personal e individualista, sino para encontrar la verdad que Dios guarda en cada corazón humano, el mundo comenzará a cambiar. Mientras eso no suceda, el mundo seguirá sufriendo, y eso aumentará. 

En esta escuela del planeta Tierra, a las almas les corresponde la mayor parte en el camino de la transmutación, de la purificación y de la redención; porque al no cumplirse las Leyes no existe equilibrio ni armonía. La purificación los coloca, poco a poco, dentro de la Ley, de la cual alguna vez se apartaron.

Las Leyes del universo existen no solo para guiar a la manifestación de la Creación, sino también para orientar a los mundos internos, en los que en verdad, se debe concretar la experiencia de la vida crística, sin teorías ni ilusiones, de una verdadera vida crística basada en el bien común, en la fraternidad, en el amor y en la Misericordia. 

Pensar en los atributos, en el día a día, permite ayudar a que los mundos internos de las almas se fortalezcan, y a pesar de lo que suceda en el mundo externo, en la adversidad o en la oscuridad, las almas no perecerán.

Pero la plataforma fundamental de sus vidas debe ser la confianza en Mi Presencia. En esa confianza Yo puedo depositar los principios, leyes y atributos que, de tiempo en tiempo, necesitan para que sus vidas se santifiquen, para que sus misiones se cumplan en este tiempo. 

El servicio para con el universo no es personal, sino universal. Esta pautado en la unión fraterna de muchas consciencias internas que, en los diferentes planos de consciencia, colaboran e impulsan Mi Plan. 

Es así, que una gran red de Amor, de Luz y de Misericordia se manifiesta en los diferentes planos de consciencia, desde la vida inmaterial hasta la vida material; y es con esa red de unión de consciencias en el Propósito que ustedes deben unirse en este tiempo.

Así podrán salir de lo superficial y de lo indiferente. No serán abrazados por el odio, por la intolerancia, por la rabia, por la indignación, sino que desde sus mundos internos al igual que muchos seres internos en el universo, serán constructores del Plan del Retorno de Cristo.

Porque la gran construcción interna de Mi Retorno es la más importante, es allí en donde todo se dará y se realizará, es en ese estado de consciencia en donde nacerá la Nueva Humanidad.

Una verdadera respuesta, interna, de sabiduría, llega a través de la quietud y no de la aprensión, tengan esto presente en el momento de tomar decisiones.

La Luz del Universo puede guiar a todas las formas y consciencias, la Luz del Universo les entregará lo que estrictamente necesitan sin desperdiciar su Principio Divino.

Si la búsqueda de los mundos internos se detiene, el planeta no lo soportará. Es en los mundos internos en donde todo se comprende y se acepta, en donde todos son iguales como consciencias y espíritus. Porque es allí, en donde todos pueden reconocer su origen en la Fuente y volver al punto inicial, al principio, a la Matriz que los creó en tiempos pasados, cuando aún eran esencias, cuando aún eran parte de la Luz de la Fuente y de la Sabiduría.

Sus experiencias en los mundos internos deben recrear a la Creación para que existan mayores oportunidades en el Plan de salvación de la humanidad y de redención de las almas, en donde la poderosa Fuente de la Misericordia pueda enmendar, reparar y curar a todas las vidas, a todas las consciencias, aunque no lo merezcan.

Mi Consciencia retornará primero a los mundos internos, en donde en lo invisible y en lo aparentemente imperceptible está la verdad de la realización de Mi Obra Redentora.

Desde allí Yo impulsaré el despertar de los Nuevos Cristos, los que, a pesar de sus diferencias y formas de vida, serán colocados a los pies del Sagrado Propósito para cumplir la última Aspiración de Dios: volver a ver a la humanidad en el principio de su origen. Así su historia pesada y traumática se disolverá al actuar la Ley Divina.

Sepan que en lo externo ya no encontrarán la respuesta o la guía que necesitan. Sepan que en lo externo ya no encontrarán aliados para sus ideales o creencias, para sus críticas o juicios de valor.

Quien no se vuelva hacia su mundo interno no soportará la última etapa del fin de los tiempos, porque a medida que pasa el tiempo, el fuego del universo seguirá descendiendo con un voltaje cada vez mayor y removerá las partículas corruptas y malignas de la humanidad para liberarla para siempre.

En los mundos internos ustedes encontrarán el equilibrio, la armonía y principalmente la paz; y podrán ser Mis grandes colaboradores para que otras almas aprendan, a través de ustedes, a soportar el tiempo final.

A medida que el Sol Central expande su corriente de Luz en el universo, también expandirá su presión atómico-molecular, física, eléctrica y magnética; y todo lo que forma parte de la vida, como ustedes, sentirá ese movimiento.

Quien no haya construido su mundo interno, lo haya buscado, reconocido y reverenciado, padecerá las consecuencias del movimiento del universo.

Para que un nuevo ciclo llegue, el actual ciclo debe ser purificado y extirpado en todos los planos de consciencia.

Las energías solares no son ofensivas ni transgresoras, son corrientes del propio universo que regeneran la vida y corrigen lo que ha quedado torcido y fuera de la Ley.

Aún queda muy poco tiempo para trabajar con los mundos internos. Este es el momento culminante, esta es la hora de despertar y no de reclamar, es la hora de la madurez interna, es la hora de corresponder y de seguir el Plan.

Si algún día se sienten cerrados internamente, trabajen para abrirse internamente. Tienen el instrumento de la oración y de la voz para abrir las puertas del universo y para que la ayuda descienda.

Solo les pido que no se sientan víctimas ni se hagan las víctimas; que cada uno, en Mi Nombre, asuma su responsabilidad y sus errores, y los corrija, porque aún la puerta de Mi Misericordia está abierta para auxiliarlos.

Un verdadero mundo interno es aquel que, más allá de sus imperfecciones, busca la transparencia. No es falso, busca la verdad y la intenta reflejar. No es mentiroso, busca el servicio para aprender a sacrificarse. No es traidor, busca la fidelidad para aprender a amar a Dios.

Que el Señor los proteja, que la Luz de la Fuente los impulse a encontrar en sus mundos internos la verdad y el conocimiento, porque los necesitarán. Tienen que aprender a reconocer la realidad más allá de lo que es aparente, su percepción se debe ampliar.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición reservada de Cristo Jesús Glorificado, en la ciudad de Niagara on the Lake, Ontario, Canadá, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús, para el primer día de la 80.ª Maratón de la Divina Misericordia

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vengo a revelarles la historia verdadera de su civilización, no para engrandecer sus personas, sino para hacerlos crecer interiormente en lo que Dios necesita construir en este tiempo final de la humanidad. 

Por esa razón y motivo, digo todas esas informaciones y presento todas esas revelaciones porque en los próximos tiempos, de los apóstoles, Yo haré profetas e instructores de la Palabra de la Jerarquía; de los colaboradores, Yo haré grandes servidores incondicionales y entregados a dar sus vidas ante cualquier necesidad; de los que despiertan, Yo haré consciencias maduras, disponibles, impulsadas a vivir el servicio y la absoluta donación de sí; de todos y de cada uno, Yo haré algo. 

Porque el tiempo se aproxima, y el tiempo muestra la necesidad que existe en la humanidad y, sobre todo, en este planeta.

Les cuento la verdadera historia de las civilizaciones del pasado, de los momentos más emblemáticos e importantes de la humanidad, cuando en tiempos remotos, el Plan se fue cumpliendo, más allá de los errores o de las experiencias.

Les digo todo esto para dar continuidad a lo que Dios necesita que se concrete y se manifieste en el próximo tiempo, para que el proyecto de la familia espiritual y universal de la humanidad siga adelante, así como lo vivió hasta cierto punto y momento el sagrado pueblo de Israel, que también participó, no solo de las Gracias del Padre directamente, sino también del despertar de sus virtudes, talentos y dones, que Dios trajo a través de los profetas y de los patriarcas.

Todo para Dios tiene un sentido profundo, íntimo y también desconocido, así como lo tiene también para ustedes. Por eso, deben confiar ampliamente en lo que estoy haciendo, diciendo y construyendo; colocando su consciencia en el gran vacío de Dios, para que, de esa forma, sean llenados por Su Sabiduría, Amor y Presencia, así como los pueblos del pasado fueron colmados por los Atributos Sagrados de Dios.

Comprendan, compañeros, la historia y el momento en el cual están participando y cómo, hasta en los más pequeños detalles, Dios puede escribir un nuevo tiempo en la humanidad, en las consciencias y, especialmente, en las esencias que participan de la llamada de Dios.

El Hijo del Padre, antes de que retorne nuevamente al mundo, tiene esa misión y tarea; y ustedes son partícipes, así como sus hermanos de camino también son partícipes. 

Cada uno cumple una parte importante dentro de este Plan y es llamado, día a día, a profundizar en ese compromiso y entrega, así como lo hicieron los apóstoles en el pasado que, de vivir una vida simple y austera, se entregaron para vivir una vida mayor y desconocida, entregando sus familias, bienes y posesiones en las Manos del Padre para que se pudiera construir, en vida, la experiencia del Evangelio, de la Palabra de Dios, de Su Voluntad.

Es de esa forma que doy continuidad a esa Aspiración del Padre para estos momentos críticos, en los que la humanidad deberá reconocer primero el desvío que está viviendo en estos tiempos y la ilusión que abraza a millones de almas en el mundo.

Vengo a traer, como hace más de 2.000 años atrás, la Buena Nueva, pero una Buena Nueva impulsada por el Rayo inmaterial de la Liberación y de la Trascendencia para que, de esa forma, los Atributos del Padre puedan ingresar en las consciencias que más los necesitan y, así, se animen a dar los pasos hacia Dios.

El pueblo que vivió en el Círculo Polar Ártico y que participó de la experiencia espontánea de su contacto con el Universo y con Dios, experimentó también, en consciencia y en la vida grupal, los Atributos del Padre. 

La evolución de esa civilización comenzó a suceder naturalmente al cabo de los meses, hasta que, sin percibirlo, comenzaron a ingresar en la séptima dimensión de consciencia. Ellos comenzaron a participar de todo lo que había en esa séptima dimensión, más allá de que todavía vivieran en el plano material. Su estado de pureza y de sintonía les permitió vivir esas experiencias.

El crecimiento espiritual es un principio de la Divina Sabiduría que puede colmar a los espíritus y a las almas del mundo para que sean guiados por el propio Padre Eterno según los designios de Su Fuente y de Su Bondad.

De esa forma, traigo el impulso de esta civilización de Norteamérica que vivió en esas lejanas tierras y en el más arduo frío de los tiempos remotos, en los que conoció espontáneamente todo lo que existía en el Universo y así comprendió, hasta en el plano material, la Voluntad de Dios dentro de Su Proyecto de las diferentes civilizaciones de la Tierra.

Cada pueblo, cada cultura que pasó por este planeta, aportó algo importante para el proyecto de la humanidad y, sobre todo, para su continuidad en el presente. Si eso no hubiera sido posible, la humanidad de estos tiempos no existiría. 

Comprendan con esto, compañeros, la importancia de construir, en estos tiempos, ese Proyecto de Dios que aún deberá concretarse y cumplirse por la experiencia interior y la transformación de todos.

De esa forma, Yo les traigo los impulsos que están guardados y registrados en los Libros Sagrados de Dios, y que también hablan de esta parte del Universo local y, especialmente, de este planeta y de su proyecto humano, acompañado y guiado por los grandes arcángeles, dentro de la diversidad de vida existente en todo el Universo material, mental y espiritual.

Con esta consciencia, tienen que percibirse como algo muy pequeño e inofensivo dentro de la gran Creación que los rodea y que vibra en todos los espacios como una suave y dulce melodía proveniente de la Fuente del Amor y de la Unidad, porque Dios aún coloca Sus Ojos sobre esta raza, sobre esta humanidad y planeta.

Es el tiempo del Plan de Rescate y de que ese Plan se pueda desarrollar y llevar adelante a través de la redención de las consciencias y de los pasos que las consciencias puedan dar en este tiempo para que, como en el pasado, como fue con el pueblo sagrado de Israel, también ustedes puedan testimoniar ese cambio profundo de la consciencia y esa madurez tan imprescindible para este ciclo, a fin de prepararse y de preparar a sus hermanos para el tiempo final que ya está próximo. 

Y cuando digo próximo, es que está muy próximo en este tiempo material en el que viven y habitan.

La Jerarquía trae los tesoros de la humanidad para que les sean revelados, pero también, entre sus manos trae los Libros Sagrados del Universo, para revelar todo lo que él guarda desde antes del origen de sus esencias, de su existencia y de su creación.

Comprendan con esto, compañeros, cómo la historia es aún más amplia y profunda, y que el conocimiento no se mide con la mente ni tampoco con la intuición, sino con la apertura del corazón de cada uno de Mis apóstoles y amigos que, en confianza, beben de la Fuente del conocimiento sin vanagloriarse ni honrarse a sí mismos, porque todo esto tiene un fin mayor que ustedes desconocen ampliamente.

Por eso, la confianza los hará estar en el vacío y, sobre todo, en el agradecimiento de poder recibir estos impulsos espirituales y estas Gracias que vienen para que muchos puedan recordar lo que hicieron en otros tiempos y lo que vivieron en otros tiempos y, así, se animen a dar continuidad a lo que el Padre Eterno necesita.

Pero todo esto, no será solo material, sino profundamente espiritual e interno. Es allí, en lo interno, en donde debe resonar la Palabra de la Jerarquía para que después se construya en lo externo lo que Dios quiere materializar como aspiración y voluntad. Ese es el camino para comprender el sagrado conocimiento y para que sus seres puedan crecer y expresar lo que Dios necesita por medio de la presencia de sus Cristos Internos.

En este día, les traigo estas palabras para que sus consciencias se puedan ampliar, para que sus corazones puedan seguir madurando en el amor y en la entrega; en la donación y en la convicción necesaria de servir, en estos tiempos al Padre Creador, como compensación de los errores cometidos en este ciclo por millones de almas en el mundo, lo que trae y lo que hace descender velozmente la Ley de la Divina Justicia.

Así entenderán y comprenderán que todo esto y todo este propósito que hoy les traigo, tiene una finalidad más amplia e infinita y que abarca, no solo a las almas, sino también a otros Universos y espacios de la Creación que se preparan, antes de que Yo retorne al mundo, para dar también su gran y último paso. 

Vean entonces en los cielos la construcción espiritual e inmaterial que lleva adelante su Maestro y Señor con la Palabra de Dios, con el Mensaje de lo Alto, con el anuncio de la Buena Nueva para estos tiempos.

Sean un espejo y una representación semejante a la civilización de Norteamérica, a ese pueblo que vivió esa experiencia tan espontánea y profunda con la Creación, que lo llevó a estar en niveles superiores de consciencia y ya no fue necesario que estuvieran en este plano físico para seguir aprendiendo a evolucionar y a crecer interiormente.

Es posible alcanzar la vivencia de otras Leyes, aún desconocidas por el hombre de superficie; pero eso es posible a través del corazón, de un corazón manso, de un corazón pacificador, de un corazón confiable, de un corazón que cree por encima de sí, en todo lo que no sabe y en lo que nunca ha conocido. 

Recojan estas palabras como Mis últimas Palabras, como Mis últimos impulsos, como las últimas revelaciones, porque ya es tiempo de llevar adelante lo que Dios necesita a través de la vida grupal y de la vida comunitaria, para que se materialice y se concrete la Voluntad del Padre, con el fin de realizar y de manifestar la Familia Universal. Y así, la mayoría de los seres y de las consciencias podrán ingresar en la Nueva Humanidad. 

Hoy, el Padre Me acompaña no solo a través de la Palabra y del Verbo, sino a través de Su Presencia, Omnipotente y Omnisciente.

Adonai está aquí, con Sus hijos, con Sus herederos del Conocimiento Universal y Planetario, para que en reconocimiento, valor y honra a Su Consciencia Infinita y Cósmica, a Su Fuente Inmaterial, Espiritual y Divina, a Su Universo de Amor y de Sabiduría, todos Sus hijos lleguen a Él, así como llegó esa civilización de Norteamérica, porque ingresó dentro de la Consciencia de Dios y cumplió una parte de Su Aspiración Infinita para este Universo Material, y eso se reflejó en el Universo Mental y Espiritual. Y así, todos aprendieron de esa experiencia, de esa vida que una vez se dio en la superficie de la Tierra.

Regocíjense por lo que proviene de la Sabiduría y beban de las Palabras de la Jerarquía para que puedan crecer en la donación absoluta de sí. Eso los hará dignos hijos de Dios.

Sigan orando para que su Maestro y Señor pueda cumplir con el Propósito que el Padre le ha entregado para este tiempo, y para que Sus apóstoles puedan soportar las corrientes poderosas que vienen en auxilio de la actual humanidad, antes de que todo suceda, antes de que todo se desencadene.

Todos tienen la oportunidad de subir a esta última barca que está pasando para recoger a los autoconvocados y así, vivir en la nueva arca, en el Arca de la Santa Alianza.

"Padre, Tú que sabes de la importancia de Tu Propósito y de Tu Aspiración Universal, permíteme que alimente a Tus hijos de Tu Sabiduría y de Tus Palabras, para que fortalecidos por la fuerza de Tu Espíritu y de Tu Gracia tengan el impulso y el coraje de dar el gran paso hacia la realización y la concreción de Tu Plan.

Que estos principios, que provienen de la Fuente y que son parte de la historia de las diferentes humanidades de la Tierra, puedan colmar a los corazones de lo que es nuevo y renovador, a fin de que se cumpla Tu Voluntad, así como se cumplió en los que pasaron y vivieron en este Planeta.

Que la Luz del Conocimiento los haga entregarse cada día más a Ti y en esa confianza, cumplir ardientemente con lo que Tú deseas, así como Tu Hijo cumplió con lo que Tú necesitabas y aspirabas, hasta morir en la Cruz por un gran Misterio, que después Tú Me revelaste y Me hiciste partícipe, como parte de Ti. 

Que cada ser, alma y espíritu pueda ser parte de Ti, como Yo soy parte de Ti y Tu eres en Mí, en comunión perpetua y eterna. Amén". 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu templo.
Que se expanda en nosotros Tu Misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta Unidad.
Amén.


¡Gracias Padre, por cuánto nos das!
¡Gracias Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro te honramos Señor.
Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto